Preludio: Sueños.


Hola, mi nombre es Mason Pines, ya deben de conocer la historia de cómo yo y mi hermana Mabel pasamos las mejores vacaciones en Gravity Falls.

Esta vez no vine a contarles esa historia, esa ya se la saben de memoria. ¿Entonces, para que estoy aquí?

Pues verán hace unos meses nos mudamos a Gravity Falls debido a la muerte de nuestros padres, ellos murieron... En un... Incendio.

Bueno, la cosa es que un chico se me ha estado coqueteando, es lindo y todo, pero me resulta conocido, y algo me hace estar siempre alerta cuándo estoy cerca de él.

—Pinetree,De nuevo te quedaste dormido en medio del bosque.

Dipper enfoca su mirada en aquel chico, un rubio de ojos brillantes, piel morena y cabello largo.

—Lo siento, Bill. Estaba escribiendo en el diario. —Revisa el cuaderno que tenía encima y se entristece al ver una gran mancha de pintura en esté.

Me trata muy bien, y es hermoso, pero no puedo evitar que el vello de mis brazos se erice.

—Tsk, llenaste toda tu camisa de tinta... —Mira decepcionado la prenda que en días anteriores le había regalado a Dipper.

—Perdón.

Bill suelta un suspiro.

—No hay problema, déjame llevarte a la cabaña de tu tío.

Y Dipper se dejó llevar en caballito hacía la cabaña del misterio.

Bill me dejó en mi cama, es muy atlético, puede subir por las paredes de la cabaña hasta la ventana de la habitación qué comparto con Mabel, aun cuando me está cargando.

A los pocos minutos Dipper se queda dormido y Bill se va.

Dentro del sueño Dipper aparece de a cuatro patas, sus rodillas y manos tocando un frío suelo de concreto. Se encuentra vestido únicamente por una tanga masculina. Tiene grilletes en las muñecas, los cuales tienen cadenas que lo atan a dos paredes delgadas de un material traslucido, obligándolo a tener los brazos extendidos. El espació es estrechó, sus tobillos están con grilletes y encadenados al suelo.

El espació entre las dos paredes es cómo el de un pasillo estrecho. Gira su cabeza encontrando la mirada de un ojo sobre él, conoce el nombre de la criatura... Lo venció una vez, se llamaba B.…, no puede decirlo, el nombre desaparece de su cabeza, es incapaz de pensarlo realmente. Lo llamaría B.

B se encontraba bebiendo una copa de vino, observándolo, tal parece que estaba en una fiesta de ricos, de esas donde sólo había oído a Pacífica hablar, donde la gente rica se junta para coger con personas a las que se les paga.

Aunque algo le decía que a él no le pagaron para estar en esa situación.

Veo cómo dos seres se acerca conversan un rato, para después ambos sujetos se acercarán a donde estoy. Uno se puso adelante y el otro atrás mío. No me faltaba ser muy listo para saber qué ocurriría.

Eran asquerosos, uno parecía una babosa gigante y al ser de un color verde parecía estar hecho de flema o moco, el otro era una especie de hombre araña, tenía forma humanoide, pero estaba cubierto de pelo, tenía seis brazos, y ocho ojos en su cara.

Antes de que sucediera lo qué Dipper se esperaba, el joven se despierta en su cama, sudado y con la respiración acelerada. Siente sus mejillas húmedas.

Al parecer estaba llorando.

Continuará.