Draco miró a la amiga de Potter dejar el gran comedor sola. Se preguntó si la amenaza sería suficiente para que la sangresucia mantuviera su boca cerrada. Ella y sus amigos tenían la costumbre de meterse donde nadie los llamaba.
Tal vez debiera ir de nuevo tras ella, solo para estar seguro…
Vio a la profesora Morgan pasando con el profesor Snape detrás. Ambos le dieron una mirada, ella sonriendo. No se dejó engañar, por más que su jefe de casa no mostrara sus emociones, podía saber qué le decía en silencio.
Es decir, el mismo Snape se lo confió…
