Capítulo 77: El inicio de una profecía y el final de un arco.

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Una suave voz canta repitiendo la profecía, una que hace mucho tiempo La Arboleda de Dodona cantó.

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"En la encrucijada de dos mundos,

El heredero perdido se alza,

Con el don de unir o desatar,

Profecías en su poder, la elección es suya,

pero el precio es su alma.

Bajo el manto de las sombras, caminará,

Desentrañando secretos, forjando su destino.

En su sangre, un antiguo poder reside,

Para romper y liberar lo predicho.

En el abismo, enfrentará su destino,

El único que puede deshacer el lazo.

Destruirá las palabras escritas, sabiendo el costo,

Guiándolo hacia la luz, amor y victoria."

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―¿Qué tal si arrojamos coches? ―

Cuando Leo había dado la idea, todos lo habían visto confundidos y un poco preocupados por diferentes motivos, pero Draco luego pensó en todo lo que habían hecho hasta ahora y la verdad es que pensó que cosas más raras habían pasado en este viaje.

No era una táctica muy Slytherin.

Faltaba clase y sofisticación.

―Es una buena idea―dijo Draco sellando el trato.

Todo fue un caos, nunca había visto una lluvia de coches.

A medida que el techo de la caverna se derrumbaba, Draco podía ver partes de la caverna por dentro, al menos Annabeth era lo suficientemente lista para apartarse del caos si fuera necesario. Percy grita preguntando si la ven.

―No tenemos visión de rayos x―musita por bajo Jason triste, antes de que Draco levante la mirada buscando a Annie.

El vinculo vuelve a estar abierto.

Su misión termino.

Se siente muy cansada y esta herida.

¿Qué ha hecho?

Argo II está flotando por encima de donde debe estar Annabeth. Habían utilizado sus ballestas para crear un agujero directamente a través del suelo.

Pedazos de asfalto tan grandes como puertas de garaje derrumbándose, junto con otros seis o siete coches italianos.

Percy comenzó a gritar.

―¡Annabeth! ―

Maldita sea lo va a dejar sordo, pero todo eso no importo cuando pudo verla. Al igual que Percy a su lado ambos sonrieron cuando escucharon una llamada.

―¡Aquí! ―sollozó Annabeth.

Todo el terror pareció desaparecer, claro que estaba furioso por el mal estado de su amiga, pero estaba con vida; a estas alturas ese era su principal check en la lista. A medida que el Argo II descendía, el rostro de su amiga estaba cada vez más emocionado.

Esperen.

Algo está mal.

Un escalofrió recorrido su espalda cuando volteo a ver a su espalda, sentía alguien ahí, pero nadie estaba ahí.

Siente un ataque de pánico listo para atacar.

Mal momento.

No ahora.

No otra vez Bianca.

No por favor, no puede perder a nadie más.

―¿Draco? ―le llama Jason confundido, pero niega con la cabeza viendo a la distancia pensativo, antes de regresar a Annabeth.

La habitación se seguía sacudiendo, pero Annabeth logró ponerse de pie. El suelo a sus pies parecía estable por el momento.

―Hay que sacarla de ahí―gruñe a Frank, que solamente asiente también a su lado.

Ella se acercó al agujero hecho por el Fiat 500. Las paredes de roca se hundieron en la oscuridad por lo que Annabeth podía ver. Unos pequeños salientes sobresalían aquí y allá, pero Annabeth no parecía ver bien.

El Argo II paso flotando hasta detenerse a unos cuarenta pies del suelo. Bajó una escalera de cuerda, pero Annabeth no podría llegar a ella.

―Esta herida―ladra Nico a su lado aun tembloroso.

Su pierna.

Percy no lo duda cuando salta.

De repente Percy estaba al lado de ella, entrelazando sus dedos con los suyos. No escucha que dice porque están corriendo a ellos, pero parece tranquilizar a Annabeth, que aun herida se rie cuando empuja a Percy para darle un abrazo nervioso.

Su cabello huele un poco a esencia de coco todavía.

Su shampoo preferido.

Sus amigos se reunieron a su alrededor, Nico parecía aun jadeante por aire, pero quería estar ahí claramente.

―Tu pierna. ―Piper se arrodilló a su lado y examinó el vendaje de burbujas de plástico―. Oh, Annabeth, ¿qué pasó? ―

Ella comenzó a explicar. Hablar era difícil, pero a medida que avanzaba, sus palabras llegaron con más facilidad. Percy no le soltó la mano, lo que también le hizo sentir más confianza. Cuando terminó, las caras de sus amigos eran holgadas con asombro.

Tan fuerte.

Draco le acaricio la mejilla a Annabeth, que parecía al borde del pánico.

Esa experiencia sonaba horrible.

Aracne.

El ceño de Draco se frunció cuando sintió aun algo frio por su espalda.

―Dioses del Olimpo, ―dijo Jason―. Hiciste todo eso sola. Con un tobillo roto. ―

―Bueno ... algunas de ellas con un tobillo roto. ―

Percy sonrió.

— ¿Has hecho a Aracne tejer su propia trampa? Sabía que eras buena, pero ¡Santa Hera!, Annabeth, lo hiciste. Generaciones de niños de Atenea intentaron y fracasaron. ¡Encontraste la Atenea Partenos! ―

Todo el mundo miró a la estatua.

Incluso Draco ignoro la sensación de pánico en su espalda.

―¿Qué hacemos con ella?, ―Preguntó Frank―. Es enorme. ―

―Vamos a tener que llevarla con nosotros a Grecia, ―dijo Annabeth―. La estatua es poderosa. Algo que nos ayudará a detener a los gigantes. ―

―La perdición de los gigantes en oro y pálido, ―Hazel citó―. Ganar con el dolor de una cárcel de tejido. —Miró a Annabeth con admiración—. Era la cárcel de Aracne. La has engañado para tejerla. ―

Annabeth no parecía feliz por eso.

Leo levantó las manos. Hizo un marco con los dedos alrededor de la imagen de la Atenea Partenos como si estuviera tomando medidas.

— Bueno, puede ser que tome un poco de reorganización, pero creo que puedo pasarla por las puertas de la bodega en el establo. Si ella sobresale al final, voy a tener que envolver una bandera alrededor de sus pies o algo así. ―

Annabeth parecía incomoda, pero decidió cambiar de tema, siempre era lo mejor, estaban en una misión después de todo.

―¿Qué pasa con ustedes?, ―preguntó―. ¿Qué pasó con los gigantes? ―

Percy le habló del rescate de Nico, la aparición de Baco, y la lucha con los gemelos en el Coliseo. Nico no dijo mucho. Cuando algún comentario era un poco grosero, una mala mirada de Draco hizo aflojar sus comentarios. Percy explicó lo que Nico se había enterado sobre las puertas de la muerte, y cómo tenían que ser cerradas por ambos lados. Incluso con la luz del sol entrando desde arriba, las noticias de Percy hicieron que la caverna luciera oscura de nuevo.

―Así que la parte mortal se encuentra en Epiro, ―dijo ella―. Por lo menos eso es un lugar donde podemos llegar. ―

Nico hizo una mueca.

Si Draco tampoco estaba seguro de eso.

―Pero el otro lado es el problema. El tártaro. ―

La palabra parecía hacer eco a través de la cámara. El hoyo detrás de ellos soltó una ráfaga de aire frío.

Draco miro sintiéndose confundido.

Percy debió haberlo sentido también, tomo a Annabeth. La guio un poco más lejos de la orilla. Sus brazos y piernas perdían la seda de araña como un tren nupcial.

— Baco mencionó algo acerca de que un viaje. No sé por qué… ―

La cámara se quejó.

La Atenea Partenos se inclinó hacia un lado. Su cabeza se atrapó en uno de los cables de soporte de Aracne, pero la fundación bajo el pedestal de mármol se estaba desmoronando.

Si la estatua caía en el abismo, todo el trabajo de Annabeth sería en vano.

―¡Asegúrenla! ―gritó Annabeth.

Sus amigos entendieron inmediatamente.

―Zhang, ―exclamó Leo―. Llévame a la cabeza, ¡rápido! El entrenador está allí solo. ―

Frank se transformó en un águila gigante, y ambos dispararon hacia la nave.

Jason envolvió su brazo alrededor de Piper. Se volvió hacia Percy.

―Volveremos en un segundo chicos. ―

Él llamó el viento y se disparó al aire.

―¡Este suelo no va a durar!, ―Advirtió Hazel―. El resto de nosotros debe llegar a la escalera. ―

Las columnas de polvo y telarañas cruzaban los agujeros en el suelo. Cables de la araña de seda de apoyo temblaban como cuerdas de guitarra y comenzaban a romperse. Hazel se lanzó hacia la parte inferior de la escalera de cuerda y le indicó a Nico a seguir, pero Nico no estaba en condiciones de correr.

Percy agarró la mano de Annabeth.

― Va a estar bien, ―murmuró preocupado por ella.

No pudo culparlo, Draco estaba aterrorizado, pero aunque todo parecía ir rápido a su alrededor, también parecía ser en cámara lenta.

Alzó la vista y vio líneas disparándose desde el Argo II y envolviéndose alrededor de la estatua. Una lazó el cuello de Atenea como una soga. Leo gritaba órdenes del timón mientras Jason y Frank volaban frenéticamente de una línea a otra, tratando de garantizar su seguridad.

Nico acababa de llegar a la escalera cuando Annabeth se detuvo con un gruñido de dolor.

Ella jadeó y tropezó.

―¿Qué es? ―preguntó Percy.

Sus piernas se barrieron fuera de debajo de ella y ella cayó sobre su rostro.

―Su tobillo, ―gritó Hazel desde la escalera―. ¡Córtalo! ¡Córtalo! ―

Un hilo.

Un hilo sujetando el tobillo de Annabeth, mientras algo a su derecha parece presenciarlo todo como él

Al parecer, Percy no se dio cuenta a lo que Hazel se refería tan rápido. Todos sus vínculos presentes parecían darle dolor de cabeza. Entonces, algo tiró de Annabeth hacia atrás y la arrastró hacia la fosa. Percy se abalanzó. Él la agarró del brazo, pero el impulso lo llevó adelante también.

―¡Ayúdenlos!, ―gritó Hazel.

Salto rápidamente detrás de ellos, pero estaban algo lejos y los vientos a su alrededor no permitían que pudiera usar magia para llegar. Los escalones de viento no puede hacerlos ahora mismo, al igual que con Bianca se siente nervioso.

Mierda.

Sabía que eso pasaría.

Tiene que hacer algo.

Tiene que ayudarles.

Percy y Annabeth.

Sus manos temblaron ante la idea de perderlos y tropezó perdiendo tiempo demasiado valioso.

Pero salta, obliga a sus pies a moverse, pero justo cuando esta por tomar el tobillo de Percy estos desaparecen por el borde. Gruñe. Draco vislumbró a Nico cojeando en dirección a ellos, Hazel trató de desentrañar su espada de caballería de la escalera de cuerda.

Sus otros amigos estaban centrados todavía en la estatua, y el llanto de Hazel se perdió en el griterío general y estruendo de la caverna.

Annabeth sollozó cuando ella golpeó el borde de la fosa. Sus piernas se fueron por la borda. Demasiado tarde, se dio cuenta de lo que estaba sucediendo: estaba enredada en la tela de araña. Deberían haberla cortado inmediatamente.

No se había dado cuenta de que una de las cadenas estaba envuelta alrededor de su pie, y el otro extremo se dirigía directamente a la fosa.

―No, ―murmuró Percy, la luz se perdía en sus ojos―. Mi espada... ―

Pero no podía llegar a Riptide sin soltar el brazo de Annabeth, y la fuerza de Annabeth se había ido. Se deslizó por el borde.

Percy cayó con ella.

No.

Están ahí.

Los siente.

Draco se asoma por el borde buscando a tientas algo que lanzarles para ayudarles, magia, tal vez podría hacer una especie de Accio para hacer que volvieran. Pero cuando intenta usar la magia, es como si algo perdiera sentido.

No puede usar magia.

¿Que?

―No voy a dejarte, no ahora que estas tan cerca. Después de todo tan cerca de mis dominios, ¿creías que podrías hacer magia? ―

La voz lo congela otra vez.

Nyx.

Draco se siente con pánico cuando vuelve a ver hacía abajo.

Percy había logrado apoderarse de una repisa a unos quince metros por debajo de la parte superior de la grieta. Él se aferraba con una mano, agarrando la muñeca de Annabeth con la otra, pero el tirón en la pierna era demasiado fuerte.

El pozo se estremeció. Percy era lo único que alejaba a Annabeth de la caída. Estaba apenas aferrado a una repisa del tamaño de una estantería.

Nico se inclinó sobre el borde del abismo, metiendo la mano, pero estaba demasiado lejos para ayudar al igual que Draco. Hazel estaba gritando a los otros, pero incluso si oían por sobre todo el caos, nunca lo lograrían a tiempo.

La pierna de Annabeth parecía ser tirada libre de su cuerpo.

―Percy, déjame ir, ―dijo con voz ronca―. No puedes tirar de mí hacia arriba. ―

Su rostro estaba pálido por el esfuerzo. Podía ver en sus ojos que él sabía que era inútil.

―Nunca ―dijo.

Y era sincero.

Percy nunca dejaría a Annabeth.

¿Cómo llegamos hasta aquí?

Draco admira cuando todo a su alrededor parece haberse congelado, mientras él de rodillas en el borde no entiende como todo ha salido tan desastroso. Irse de Hogwarts, buscar a Percy, luchar contra monstruos, ir por Nico porque parece que no tiene la capacidad de tener a todos sus vínculos siempre a su lado. Todo parece siempre una carrera contra el tiempo, buscando solucionar el mundo de los olimpos que no puede hacer nada bien.

Y cuando su familia vuelve a estar unida.

Pasa esto.

No duraron ni quince minutos juntos.

Todos a salvo.

Y los va a perder.

Van a caer.

Mantener la estatua de Atenea, luchar contra el clima a su alrededor, el suelo abriéndose frente a ellos, Percy sujetando a Annabeth incapaz de dejarla ir, mientras Draco está siendo sujetado por un débil Nico con cero gramos de magia en su cuerpo porque parece que Nyx ha jugado algo contra él; todo es un caos.

Piensa en Percy, en el tiempo que paso sin este antes de ir a su búsqueda, como lo ignoro, como había decidido alejarse para intentar sanar.

Cuando lo perdió.

Volverlo a encontrar.

Estar en una situación incómoda tras otra.

Todo resumido en esto.

¿Otra vez va a perderlo?

Como dijo ella.

El mundo por acabar y eso no podría importarle menos.

Draco solamente puede pensar en cómo Annabeth está siendo sujetada por una cuerda casi de apariencia metálica que duda que incluso la magia pueda cortar tan facilmente, Percy sujetándola y su mirada, aunque no puede verla, debe ser la de alguien dispuesto a caer en el tártaro con tal de no dejar sola a Annabeth. Él es así, dejaría el mundo arder por ver a sus amigos o seres queridos a salvo y Draco lo ama demasiado por eso.

Ella dijo que haría eso.

Dijo que alteraría el futuro.

Muchas veces lo ha dicho.

Pero fingió no escucharlo.

—Lo sabes, ¿verdad? —le había dicho en sueños alguna vez—si no te tengo a ti, si no te destruyo y vuelvo al mundo a su normalidad, matare todo aquello que ames hasta que tu existencia no sirva—susurraría en su hombro como si fuera un alma en pena.

Pensó que no importaba.

¿Qué importaba Nyx?

La diosa del caos encerrada dentro del tártaro, tenían problemas con Gaia para estar pensando en lo que la presencia de la diosa del caos podría significar.

Pero aquí estaba, cumpliendo su promesa.

Pensó que con Voldemort todo acabaría, que ya había causado suficiente caos, que ya no le quitaría más, pero sigue aquí destruyendo su poca estabilidad.

Bianca fue lo peor que pudo pasarle.

Perderla.

Y ahora quiere quitarles a sus dos vínculos.

Draco sujeta con fuerza la tierra inestable bajo sus manos, sus ojos viendo a sus amigos, el tiempo congelado a su alrededor y casi puede ver el rostro de Nyx en su interior. Como si una burla se hiciera presente, sabe que ella no dejara a sus amigos tranquilos hasta que cumpla su trato de destruirlo, de alguna forma había engatusado a Nico a ir al tártaro, ahora iba a tomar a Percy y Annabeth lejos de él.

Los llevaría a la oscuridad eterna.

Los iba a matar.

Recuerda por un momento a Luke, cuando su vínculo de había formado tan recientemente y, aun así, fue arrancado de su pecho con violencia. Recuerda el color gris muriendo en esa batalla en Manhattan y como todo el interior de Draco quedo destruido por la pérdida de alguien que había llegado a odiar tanto, pero al mismo tiempo se volvió parte de su vida. Recuerda el vacío que sintió ante la perdida de Bianca, como aun a estas alturas no puede evitar pensar en ella con tristeza, en el dolor aullante de su vínculo roto luego de su muerte; no puede volver a pasar eso. Piensa en lo que podría sentir ante la muerte de sus dos mejores amigos, su cuerpo se llenó de temor y sinceramente, no quería vivir en un mundo sin Percy o Annabeth.

Sus primeros vínculos.

Los truenos, los vientos, el caos a su alrededor regreso a la normalidad y el tiempo se reanimo cuando tomo una decisión.

Traga saliva nervioso, pero con ojos decididos, su cuerpo deja de temblar.

Sabe que tiene que hacer.

—Nico—habla con voz fuerte, que se sobrepone al caos de que todo a su alrededor parece derrumbarse, su amigo se aferra a él luciendo nervioso por haber estado tanto tiempo encerrado y ahora nuevamente al caos. Ni siquiera había podido hablar con él todavía—cerrare las puertas desde adentro aunque sea lo último que haga, pero tienes que prometerme que vas a cuidarles y saldrás vivo de esto—añade sujetando las mejillas de Nico con fuerza.

Con ternura.

No tiene tiempo.

Percy y Annabeth no tienen tiempo.

Piensa en Bianca.

Piensa en el dolor cuando Nico lo odio por eso.

Piensa en la felicidad del chico al volverlo a ver y disculparse en medio de sueños por todo lo que paso.

Nico.

Su querido vinculo que formo a la fuerza, en lo especial que era para él, como su ser significaba tanto para él; y aquí le está dando un trabajo casi imposible, pero tiene que hacerlo, él lo hará, Nico es fuerte.

Este parece aturdido, como si intentara encontrarles lógica a sus palabras, pero cuando este parece ver lo que piensa hacer y la comprensión de lo que probablemente está a punto de hacer. Pero Draco lo ignora soltándose de él y poniéndose de pie con su cuerpo tembloroso, es otra vez en su primer verano, nervioso de salir del campamento e ir a una misión con unos niños desconocidos para él en ese entonces.

Miedo.

Esta aterrado nuevamente.

A lo desconocido.

Toma la lanza de su hombro, que parece algo destruida luego de la lucha contra Hércules y varias misiones suicidas, la lanza de Aquiles que lo acompaño en un largo viaje probablemente esté a punto de ser destruida, lo cual lo aterra tanto o más de lo que va hacer.

Bueno.

Hércules a pesar de todo, había tenido razón.

—Draco espera…—suplica Nico, pero Draco lo ignora, porque tiene que hacerlo.

De pie en medio del caos, aterrado como un niño de 7 años que intenta ocultarse detrás de su madre, piensa un poco en todo lo que ha vivido hasta ahora. Descubrir que es un mestizo, las misiones, Hogwarts, sus amigos, Percy en su vida, correr siempre en busca de salvar su pellejo, el quidditch, piensa mucho en la sonrisa de Harry y luego piensa en los olimpos. Piensa en todos ellos, principalmente en Hestia hasta llegar a Zeus.

Lo odia.

Como lo odia.

Odia que no lo ame.

Odia que prefiera a Jason y Thalia antes que reconocerlo a él.

Odia que todo sea su culpa.

Odia su sola existencia.

Durante años siempre dijo que era hijo solo de Narcisa y Lucius, ellos fueron sus padres, ellos lo amaron y sin duda lo llenaron de amor. Pero también puede ver cómo, aunque sea por poco, también es hijo de Sally Jackson que se encargó de criarlo cuanto pudo y darle otra imagen materna en la cual confiar. No quiere pensar en Zeus como su padre, no quiere pensar en el hombre que lo rechazo como tal, quisiera negarlo hasta el día de su muerte.

Pero no lo va hacer.

No ahora.

Porque si hay algún motivo por el cual aceptaría ser hijo de ese idiota, es porque tiene que salvar la vida de sus amigos, proteger sus traseros y Draco es capaz de arrastrase por el barro por ellos.

Entonces.

Lo acepta, por primera vez en su interior.

Soy hijo de Zeus.

Jura escuchar un rayo caer cerca como paso en la batalla contra Set, sabe que puede hacerlo, pero nunca lo había intentado por temor a que otros olimpos tuvieran pruebas, pero curiosamente no tiene miedo esta vez, no está asustado más y sabe que, aunque probablemente muera con su idea, está tranquilo al respecto. Sujeta con fuerza la lanza en sus manos, dándole una última mirada como si quisiera agradecerle al arma que ha estado con él todo este tiempo, por un instante puede jurar un leve brillo en su oxidada forma como si se estuviera despidiendo de él también.

Sonríe.

Debió haberla cuidado más cuando tuvo la oportunidad.

Una leal amiga.

Nico intenta aferrarse de él una última vez, pero sigue débil y Draco agradece que no puede, igualmente le duele pensar que está cerca de perder a un hermano, como perdió a Bianca; pero tiene que hacerlo.

Toma aire.

Entonces.

Se abalanza al vacío por la pared, nunca había corrido en una superficie vertical hacía el suelo y sabe que caerá al vacío en cuestión de segundos, pero no sin antes hacer algo.

Puede sentirla, Nyx sonriendo dentro de su cabeza como si ganara.

La ignora.

Todo se congela cuando por un instante, esta de forma vertical al lado de Percy y Annabeth, la chica viéndolo incrédula, mientras Percy voltea a verlo un instante en shock.

Un micro segundo.

Sonríe ligeramente, antes de que vuelva a ver el hilo de acero o el material que fuera.

Aprieta la lanza con fuerza, no sabe si funcionara ya que no puede usar magia, pero esto no es magia es su derecho como hijo divino, pero al final del día, tiene que hacerlo; no hay otra opción. Probablemente Zeus lo odie cuando con toda la energía que le queda de su cuerpo y la que no tiene alrededor de su lanza, con el pensamiento ferviente de que es el jodido hijo del olimpo más fuerte y que Zeus quiera o no es su padre, es como si todo su cuerpo recibiera una descarga cuando atrae del cielo un rayo. Es un instante, la energía retumbante en su lanza y todo su cuerpo, mientras con un grito de guerra la incrusta en la cuerda indestructible que sujetaba el pie de Annabeth.

Es como una explosión, su lanza se destruye en el impacto del rayo y la unión del hilo.

Al igual que esa cuerda.

Se destruye.

Annabeth es libre.

Y Draco.

Cae.

En medio del cielo sin lanza, sin magia restante, con el rostro de sus amigos y el grito de Annabeth de su nombre, mientras el rostro de Percy permanece en blanco mientras termina de caer en medio de la oscuridad.

Oh rayos.

Todo se vuelve negro.

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Se desmaya.

No sabe cuánto tiempo, pero parece una eternidad.

La eternidad es relativa aprendería pronto.

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Cuando regresa a la realidad podría haber pasado unos instantes, una hora, tal vez días y se sorprende como sigue cayendo. Ve a todos lados alarmado cuando cae, pero no puede hacer nada, los recuerdos regresan a él y aunque de alguna manera había invocado uno de los rayos de su padre, ahora está cayendo y no es como si pudiera volar para regresar a la superficie. El agujero donde cae parece un vacío interminable en ambas direcciones, así que termina casi sentado mientras cae, aunque sea una posición incómoda mientras medita sobre su vida. En el vacío no puede sentir mucho sus vínculos, siente la desesperación y aunque parce que intentan comunicarse con él, no puede enviar mensajes como normalmente haría.

El tártaro.

Está cayendo al tártaro.

Comienza a tener terror.

Había sido un idiota.

—Lo eres sin duda, entraste a mi dominio por gusto—

Draco apenas si salta cuando la presencia aparece a su lado, no sabe si será la verdadera, pero supone que es solamente un destello de su ser que viene atormentarlo.

La entidad negra con ojos brillantes, que representaba a Nyx de un tamaño similar al suyo, apenas mostrando su presencia y, aun así, demostrando lo emocionada que esta de al fin tenerlo en sus garras.

Joder.

Estaba muerto.

—No moriré sin luchar—dice demasiado confiado para alguien sin gramo de magia, agotado de toda la aventura y sin su arma.

Llora un momento por su maravillosa lanza y jura que nunca va a olvidarla, antes de que Nyx suelte una risa demasiado siniestra para no pensar que algo trama.

La odia.

Más que Zeus, es un insulto muy grave viniendo de él.

—Pensé que matarte sería demasiado piadoso, con todo el caos que has formado, supongo que me divertiré contigo—habla la entidad extendiendo sus manos.

Sigue cayendo, el vacío en su vientre es una demostración de cómo, aunque ama el aire, sigue siendo absorbido a la oscuridad infinita. Pero ahora a su alrededor han aparecido 12 ventanas (aunque dos están en negro), casi traslucidas que muestran como si fueran ventanas algo trasparentes diferentes imágenes. Se siente confundido un momento, antes que su rostro pierda color cuando ve algunas que parecen tener la misma escena, pero otras que muestran a sus amigos de forma diferente, como si estuviera viendo en la televisión un programa donde sus amigos aparecen.

Raro.

No lo más raro que le ha pasado en la vida.

Pero se acerca.

No entiende que está pasando cuando los ve en el Argo.

Oh no.

—Tenemos que encontrarlo, no está contestando cuando lo llamo, algo malo le paso—era la voz de Percy que se ve en diferentes pantallas, mientras este parece suplicar con el rostro pálido y ojeroso, totalmente derrotado por que hagan algo.

No se ve como cuando cayo, tiene otra ropa, parece haber obtenido un baño a la fuerza.

No es reciente.

Ha pasado tiempo.

¿Horas?

¿Días?

Ve otra imagen donde Nico parece estar en una habitación completamente diferente, en medio de una esquina abrazándose con fuerza y tapándose las orejas con sus manos. Todo parece oscuro pero puede ver que esta sufriendo aunque no tiene heridas visibles.

—Percy el agujero se cerró tras nosotros, no podemos ir al tártaro, aunque queramos, tenemos que buscar las puertas de la muerte—ahora habla Annabeth atrayéndolo a su propia imagen, inusualmente nerviosa y no mostrándose confiada como de costumbre.

Intenta usar el vínculo para decirle que está bien, pero es imposible, como si Nyx pudiera verlo y probablemente lo hace, porque ella creo la maldición, hay una especie de bloqueo entre su vínculo y el de Percy. Ahora puede verlo, los hilos invisibles casi coloridos, que lo unen a cada una de las pantallas frente a él.

Puede ver una pantalla donde Lavender está en medio del campamento con expresión decidida mientras habla con Clarisse. Theo está ahí también ayudando a ordenar algunas cosas del campamento y a Anthony que luce algo preocupado mientras siguen a un Will que no deja de ladrar ordenes como el líder de la cabaña de Apolo que es.

Oh no.

No.

Por favor no.

Voltea a ver a Nyx que sonríe con tanta maldad, que el cuerpo de Draco se vuelve frio.

—Espera…—intenta suplicar cuando ve que la entidad toca el hilo dorado de Anthony y sin prepararlo para nada, con uno de sus dedos que ahora parece una garra, corta el vínculo.

Sin piedad.

Lo separa.

Lo elimina.

El vacío y dolor estallan de inmediato en Draco, quien sujeta su pecho sin poder respirar cuando en la pantalla ve como Anthony tropieza con sus pies y cae al suelo también, Theo y Will rápidamente se apresuran a ver qué pasa, pero el rostro de Anthony esta bañado en lágrimas mientras sujeta el brazo de Theo diciendo su nombre una y otra vez; los otros dos parecen congelados mientras Anthony dice que desapareció, que no lo siente.

Pánico.

Los vínculos de Theo y Will golpean con pánico en su pecho, pero no puede hacer nada más que abrazarse aterrorizado.

No es que piense mucho en ellos.

Sujeta su pecho con lágrimas en sus ojos, queriendo saber que pasa, porque el vacío en su corazón no se llena y sin saber cómo debería respirar ahora cuando algo dentro de él simplemente no está. Sujeta con fuerza las manos contra su camisa viendo a Nyx de forma desesperada, lo cual aumenta la diversión de la mujer como si quisiera esperarlo.

Regrésalo.

Regrésalo.

Dámelo de regreso.

Es mío.

Él es mío.

No me lo quites.

La pantalla de Anthony se vuelve en negro, ya hora entiende de quien es la primera pantalla en negro, Luke, era de Luke; que ahora está muerto.

Le quitaron un vínculo.

La otra pantalla que estaba en negro era Bianca que había muerto.

Ahora hay tres pantallas en negro.

Arde, es como si alguien metiera lava en sus venas, como si estuviera sosteniendo nuevamente el peso del cielo sobre sus hombros, pero esta vez no lo soporta y se derrumba contra él aplastándolo para morir.

Un golpe de Hércules con fuerza.

Un rayo de Zeus.

Cualquier maldición es mejor que esto.

¿Está en un juicio frente a los olimpos?

Prefiere eso mil veces, prefiere la muerte antes que dos vínculos cortados, es como si le hubieran cortado los brazos de su cuerpo, dejándolos frente a él mientras se desangra y su rostro se llena de lágrimas cuando la pantalla de Anthony se apaga. Puede ver aun al chico en las imágenes de Theo y Will, pero nota horrorizado al ver a Anthony, que no siente nada, que todo aquel que sentía desaparece.

Vacío.

Su pecho está vacío.

El lugar donde su amigo estaba desapareció.

Verlo es aterrador, porque no lo siente y sujeta sus manos contra su rostro.

Mio.

Era mío.

Ya no es mío.

Lo quiero de regreso.

—Faltan 9—habla Nyx y Draco levanta la mirada horrorizado, intenta moverse en el aire para llegar a ella, pero está congelado cuando el hilo de Frank es roto.

Esta vez Draco grita de dolor, es como si hubieran tomado su cerebro y lo hubieran extraído por su nariz, no, eso se sentiría incluso mejor que ver la imagen de Frank intentar hablar con los demás en medio de lo que parece una discusión con Percy que ahora no importa.

El chico se congela mientras cae de rodillas pálido, Hazel es la primera en acercarse al chico, que solamente queda inmóvil antes que vea a la chica que llama por su nombre una y otra vez.

—No esta—sujeta su pecho, mientras Hazel intenta ayudarle también—Draco, se fue—susurra con aparente calma, mientras sus ojos se llenan de lágrimas.

Draco llora, porque lo ve, ve cuando el chico esta inmóvil, el chico que siempre intenta ayudarlo aunque apenas se conocen. Quien nunca pregunto por nada, que acepto el vinculo por accidente y aun así cuido a Draco cuando nadie sabía cómo hacerlo.

Brindo una espalda para cargarlo, paso la comida cuando lo pidió, estaba ahí poco tiempo, pero siempre sonreía amablemente para él.

Draco odia la pantalla en negro, pero al ver al chico en otras pantallas lo hace gritar su nombre.

Quiere el vínculo, pero mientras intenta sujetarlo entre sus manos, este se desvanece entre sus manos como los otros que fueron cortados.

Como si nunca estuviera ahí.

—Detente—dice con voz ahogada, mientras Nyx lo ve disfrutando—te lo suplico, no me los quites, por favor no lo hagas, hare cualquier cosa, no me hagas esto—sujeta su cabeza en medio de un ataque de pánico, porque no le importa suplicar.

Nunca lo hizo con los olimpos, pero esta vez lo hará, solamente no le quiten sus vínculos.

Suyos.

Son suyos.

―Doce, el alma de muchas personas puede dividirse para diversión de los olimpos, pero 12 es el límite, es un equilibrio que prepare cuidadosamente por tanto tiempo―dice Nyx con satisfacción y ojos maliciosos.

Draco solloza.

—Draco—llama Percy en voz alta desde su pantalla viendo a todos lados—no está muerto, aun lo siento es débil, está aquí —su voz suena un poco ahogada mientras sujeta su pecho, pero Frank está en shock en el suelo llorando suavemente sin poder responder a los llamados de Hazel

Ve a Nyx suplicante.

No le hará caso, su rostro se contorsiona de dolor cuando la mujer esta vez sujeta dos hilos, con sus dos manos.

Will y Theo.

No.

Niega con la cabeza mientras su rostro bañado en lágrimas siente que es atravesado por el pecho, cuando los dos hilos se cortan de golpe. Grita de dolor sintiendo sangre en su garganta, aunque nadie lo escucha salir de forma desgarradora, Theo en la enfermería, mientras Will intentaba calmar a Anthony, cae sobre sus rodillas siendo sujetado por una Kayla joven que parece aterrada cuando Theo literalmente se desploma al suelo inconsciente. Por otro lado, nota a Will dejar a Anthony para caer de rodillas, mientras sujeta su boca que parece soltar un poco de sangre, su rostro se ve aterrorizado.

Draco quiere correr a él, pero esta inmóvil viendo como el chico susurra su nombre, antes que la imagen desaparezca, dejándolo en blanco.

—Will—llama suplicante, pero nada lo recibe, solo vacío.

¿Cómo se supone que debe respirar?

Deben haberle quitado los pulmones, todo dentro de él se siente vacío.

Voltea totalmente congelado, su cuerpo temblando y mirada imponente a la entidad que sigue sonriendo.

—No, aun puedo romperte más—

Toca el hilo naranja, Draco ve casi como si estuviera muerto y sintiéndose mucho peor de lo que haría muerto, como la imagen de Jason parece aterrada intentando llamar a Leo en voz alta. Nico que parece salir de su habitación, para entrar a la sala donde estaba el centro de mando y la reunión, parecen congelarse cuando al cortarse el vínculo de Jason.

Este solamente se sujeta de la mesa respirando agitado.

Nico corre al chico, luciendo alarmado y gritando por explicaciones, pero Jason solo sujeta la mesa incrédulo levantando la mirada a Percy y Annabeth, ambos con diferentes grados de horror en su rostro.

—Draco—susurra Jason, provocando que Nico se vea espantado buscando explicaciones.

Pero Percy solo sujeta su pecho, la desesperación lo llena, pero Draco comienza a sentir dolor, cada vez el dolor es insoportable. Un Crucio debe sentirse mejor que ser despedazado una y otra vez por dentro, quitándole sus órganos como si fueran innecesarios, pero la verdad es que Draco se encuentra perdido en el dolor de la caída, sintiéndose como si su existencia en este mundo hubiera sido arrebatada de golpe.

Lo que lo hizo ser él fueron los vínculos.

Todos eran parte de él.

Si se los quitaban.

¿Qué quedaba de él?

Nada.

No era nada.

El horror psicológico y mental al que se estaba enfrentando ahora mismo, lo hizo estar casi en estado catatónico viendo frente a él, como la entidad estaba dispuesta a llevarlo a la locura; y lo estaba logrando.

—¡Draco por favor contéstame! —suplicaba Percy sujetando su pecho y gritando en su mente, pero Draco ya no era capaz de contestar.

Nyx canturreo de una forma que hizo que Draco sintiera frio, cuando camino hacía el vínculo rosado y Draco gimoteo patéticamente, como una vaga suplica al ver el rostro de Lavender mientras esta hablaba con Clarisse sobre la lucha, rostro firme y demostrando porque era la líder de la cabaña de Hécate. Pudo ver como alguien se acercaba, Cecil gritándole a Lavender algo sobre como Will se había desplomado en la enfermería hablando sobre algo de Draco.

El rostro de Lavender se vuelve pálido.

—No ella, por favor no ella—se sorprende de que pueda hablar todavía, su mano se levanta sin fuerza sujetando el vínculo.

Nyx parece sorprendida cuando, aunque ella claramente modifico sus vínculos para no poder hacer nada, Draco puede enviar un sentimiento.

Lavender lo siente.

Porque se queda inmóvil sujetándose el pecho.

—¿Draco? —musita en un susurro, cuando Draco le envía la desesperación que es todo lo que puede sentir, porque no quiere que se la quiten.

No a ella.

Su miedo y lágrimas son enviados a Lavender, que se queda inmóvil mientras Draco recuerda todo lo que ella representa a su vida. Desde la niña que había aborrecido en sus inicios, la misma niña que se convirtió en un puente como Theo y él, que estaba ahí para defenderlo de los demás. La niña que lucho a su lado en la batalla en Manhattan, la que siempre estaba risueña y que más de una vez hicieron pijamadas juntos. La que cuando el caos de Bianca llego a su vida logro mantenerlo a flote porque no iba a dejarlo solo.

Hermana.

Familia.

Suya.

Nyx debe estar furiosa de que pudo contra sus vínculos, porque lejos de cortarlos, uso ambas manos para sujetar el hilo y destrozarlo de una forma, que el grito de dolor de Draco y Lavender fue uno solo. Draco intenta tomar aire, pero nada entra, solo el shock de sujetar la garganta cuando su corazón fue arrancado de su pecho de golpe. Levanta la mirada tembloroso para ver a Lavender sujetando su cabeza, mientras sigue gritando en pánico y las personas a su alrededor intentan acercarse, solo para ser alejados por la magia que no contiene.

Cae de rodillas en medio de la nada con lágrimas en sus ojos, sigue gritando aferrándose de la cabeza.

La imagen se vuelve negro.

Draco llora esta vez, de impotencia, de soledad, viendo a Nyx que parece furiosa y toma el hilo de Annabeth como si quisiera darle una lección.

Como si fuera Draco el que se equivocó.

No.

No por favor, detente, no puede abrir la boca.

—Quedan 4 Draco Malfoy, luego de esto solamente queda un cascaron vacío en medio del tártaro destinado a vagar por toda la eternidad—corta el hilo de Annabeth sin dudarlo o darle tiempo de tomar aire.

Es como si hubiera aire en su pecho, pero ya no hay nada, aun así, le es quitado lo poco que le queda. No queda ya nada en su interior, todo es vacío y cuando Annabeth sujeta sus manos temblorosas contra su rostro, no la siente. No puede sentir la fría calma de la chica, su usual arrullo controlado o la serenidad que esta siempre le ha representado. Sus suaves sonrisas tímidas, la forma en como ambos amaron a la misma persona, como Annabeth tomaría sus mejillas asegurándole que todo estaría bien cuando Percy desaparece.

Ambos soportando el peso del campamento cuando Percy desapareció.

La suave mano de la chica sujetando la suya, como si quisiera confirmar que él sigue ahí con ella.

Sus ojos grises similares a los suyos, brillando de emoción, porque es su amigo y lo ama.

Ambos dormidos al lado del otro.

—No me mires—grita Annabeth cuando Percy intenta sujetarla del brazo aterrorizado—no me mires, no me mires, no me mires—repite una y otra vez, negando con la cabeza cuando Piper a su lado también intenta controlarla—no está, se fue, no está…dentro de mí ya no está—los ojos de Draco se abren llenos de horror al ver a Annabeth, la serena y controladora Annabeth, perder el control.

Recuerda ese verano hace tanto tiempo en el laberinto, una eternidad, donde la chica le había dicho a Harry una vez que Draco era parte de ella.

Que era suyo.

Susurra su nombre, pero la chica no lo escucha, el hilo morado en sus manos se deshace, mientras la chica sigue suplicando que no la miren, como si estuviera desnuda o algo por el estilo.

En un claro ataque de pánico, pero de lo que la había visto antes, incluso peor cuando quedó atrapada una vez en un baño con una araña y lo abrazo con fuerza cuando fue a matarla.

—Tres más—dice Nyx, toma el hilo de Nico.

Draco grita sin saber que aún puede, saltando en el vacío, sujetando el hilo de Nico con fuerza y desesperación, Nyx gira a verlo sorprendida probablemente que algo dentro de él quiera luchar. No sabe que lo impulsa, sujeta el hilo de Nico y puede verlo en su pantalla de Nico, como este se tambalea un poco; debe sentir ahora que toca el vínculo con su mano la desesperación. Pero todo el caos en la sala es terrible, Frank sigue en shock en el suelo, Jason parece perdido y Annabeth prácticamente ha caído en el suelo alejándose de Percy gritando que no le vea a cualquiera que se acerca.

Nadie nota a Nico.

Como toca su pecho alarmado, al sentir todo lo que Draco debe estar sintiendo.

—Maldito bastardo, déjate llevar por la oscuridad del caos que tu existencia significa, vuelve a tu deber oficial, ser destruido para equilibrar el mundo—grita Nyx sujetando el hilo de Nico, pero parece que no puede ser destruido mientras Draco lo sujeta con fuerza.

No se lo van a quitar.

No le deben quitar a Nico.

—¡NO! —grita intentando protegerlo con todas sus fuerzas, entonces, lo siente.

Grita de dolor, aunque todo hasta ahora parecía más una tortura física, esta vez se aleja de Nyx cuando siente el ardor en su rostro. Sujeta su mano contra su rostro jadeante, siente el líquido manchar su mano mientras intenta sujetar con fuerza el lado de su ojo que ha sido golpeado con una de las garras de la entidad. No está seguro si duele, porque desde que esto ha comenzado, desde que la tortura inicio, no ha dejado de sentir dolor.

Mental.

Físico.

Corazón roto.

Vacío.

No respira.

Miedo.

Terror.

Auxilio.

Que alguien lo ayude por favor.

Esta vez la entidad aplasta el hilo de Nico, quema en todo su ser, luego hace frio mientras todo deja de tener esperanzas, ve el rostro de Nico conmocionado cuando sucede. Levanta el rostro y Draco se siente adolorido, el mismo rostro cuando estaban en el laberinto y el niño le dijo que no pertenecía a ningún lado, el mismo rostro del niño tembloroso que Bianca dejo a su cuidado en el laberinto.

Un niño.

Un niño asustado.

Su niño asustado.

Le horrorizo no poder verlo, no poder sentirlo, pero quiso tanto estar ahí para abrazarlo, aunque no sabe quién es él.

¿Qué es Draco Malfoy?

Recuerda a Percy, decirle que solo fuera Draco, que lo demás no importa, pero justo ahora, no sabe que es un Draco.

¿Qué es ahora que no tiene nada?

¿Qué es sin los vínculos?

¿Quién se supone que es?

—Dos más—dice ahora la entidad con gruñidos en su voz, claramente molesta con él y aunque hay dos vínculos, aunque hay dos hilos.

Toma el azul.

No puede luchar, se mueve, intenta ver el rostro de Percy totalmente perdido en la habitación, como si supiera que solo falta él. Siente los gritos en su mente del chico, pidiéndole que le conteste totalmente asustado como nunca lo ha visto. Pero ya no puede moverse, ya no puede pensar con claridad, no tiene fuerzas para nada y después de todo nada va a funcionar.

Este es el fin.

Va a morir solo.

En el momento que corten sus vínculos.

Nada va quedar de él.

Todos los recuerdos que había guardado con cariño, parecen borrosos, casi como si fuera otra persona que los vivió y cada vinculo en su recuerdo, parece tan extraño ahora; no solo le quitan ahora lo que tiene, si no que, en sus memorias, lo dejan todo de forma desordenada. Sujeta su mano contra su rostro sin saber si suplicar que lo mate rápidamente, para que deje de tener importancia.

Morir.

Solo quiere morir.

Que alguien lo asesine ya.

Aun así, su otra mano se levanta temblorosamente, Nyx debe tener curiosidad y parece un poco preocupada, como si no pensara que después de esto podría moverse.

Toca el hilo azul con mano temblorosa, débil que parece casi trasparente ahora.

—Lo siento, supongo que ya no puedo ser tuyo…y tú ya no serás mío—es el único pensamiento coherente que puede decir, hay tanto que decir, tanto que agradecer, tanto que decir.

Pero solo puede disculparse.

Percy queda paralizado en la habitación, levanta la vista y por un momento, casi puede jurar que lo está viendo ahora mismo, destrozado por la vida, destruido en medio de la caída y con el cuerpo sin control. Este abre la boca, pero nada sale de sus labios, porque el hilo se corta, tan fácil como si fuera un cabello y Draco solamente baja el rostro con lágrimas cuando el hilo se corta.

La pantalla esta vez se vuelve negra sin ver la reacción de Percy.

Sin sentirla.

Está solo.

Piensa en su mejor amigo, piensa en el chico que salvo su trasero en esa misión tantos años atrás, en el chico amante de la comida azul que siempre podría hacerlo sonreír, que estaría a su lado, cuya espalda siempre estaba contra la suya en cada batalla y con quien podría confiar. Durante los últimos años la presencia de Percy en su pecho era una constante, algo alojado en él, una seguridad que no importaba que pasara, siempre podría contar con él.

Aun cuando desapareció.

Cuando su memoria se borró.

Cuando Percy solo podía recordarlos a Annabeth y a él.

Draco llora amargamente, sin importarle lo patético que puede verse y se abraza asustado.

Porque ahora que no tenía a Percy.

¿Qué iba ser de él?

Percy le dijo que fuera solo Draco, pero no hay nada de Draco que pueda hacer sin Percy a su lado.

Ya no era de él.

El vínculo se rompió.

Ya no era Draco y Percy.

Levanta la mirada, sus ojos se siente vacíos, puede ver su reflejo en la oscuridad brillante de Nyx, que parece agitada como si lo viera y su sola presencia se enojada. Probablemente quiere verlo roto, pero no sabe que más espera, porque Draco ya no le queda absolutamente nada más. Su mirada se va sin vida al cuadro que había ignorado hasta ahora, no quiso hacerlo, solamente que era doloroso y se preguntó porque Nyx lo habría dejado hasta el final.

Harry.

El chico se encontraba sentado en lo que parecía una habitación oscura, en el marco de la ventana viendo hacía el exterior. Draco no quiso pensar en él porque dolía, en cómo se sintieron los labios de Potter contra los suyos o como este solía sonreír siempre que podía abrazarlo ahí; feliz, como si fuera feliz al lado de Draco.

Había sido feliz a su lado.

Realmente feliz.

Pensó que no era tan malo el hilo rojo del destino, si le había hecho conocer a Harry, pero entonces, había desaparecido Percy.

Recuerda el dolor en el rostro de este cuando le indico que se marcharía y este le hablo herido que siempre sería un segundo lugar después de Percy; enojado por la idea de perderlo y Draco no dudo. Porque, aunque amaba a Harry Potter, también amaba a sus amigos y el peso del mundo volvía estar ahora sobre sus hombros.

Quiso despedirse una vez más, decirle gracias por todo lo que significo en su vida.

Por enseñarle que era el amor y que era ser amado de esa forma.

¿Cómo reaccionaría cuando el vínculo se rompiera?

¿Alguna vez lo habría sentido?

El rostro de Harry parece melancólico, sin saber o pensar, que en este momento Draco estaba en una lucha y probablemente no le importaría. Quería pensar que estaba bien así, si este llegara a odiarlo, si llegara a olvidarlo, ahora que es probable que Draco muera en el tártaro, es mejor; que pueda seguir adelante. Una parte de él no quiere por supuesto, quiere que Harry lo ame aun cuando no esté aquí, que no pueda olvidarlo y es tan egoísta para querer ser todo para el chico.

No es que importe.

Cierra los ojos pensando, que lo último que vería al menos, seria a Harry y no está mal.

—¡NO! —el grito gruñido de Nyx, es suficiente para hacer abrir el único ojo que puede adormilado, porque ya nada tiene sentido, todo Draco ha perdido importancia y ahora solo espera perderse en la locura—maldita sea Afrodita y Hestia, no van a salir con la suya, lo romperé y que este vínculo no significa nada—parece gritar mientras intenta romper el hilo de Harry con sus dos manos y gritando de horror cuando no puede.

Pero es solo al inicio.

Puede ver el dolor en el rostro de la diosa y un grito de furia, cuando usa una gran cantidad de magia y entonces.

El hilo rojo se rompe.

Dejando a Draco sin nada.

Vacío.

No duele.

Todo duele.

No importa.

Todo importa.

Draco abre la boca, nada sale de esta.

Entonces cae en el agua, ahogándose de pena, su único ojo se cierra.

—Draco—la voz de Harry suena como un susurro, pero entonces todo desaparece a su alrededor.

Solo silencio.

Sin vínculos.

Solo.

Vacío.

Draco Malfoy siente que se ahoga.

La profecía por fin será cumplida.

Bienvenido al tártaro.

Fin del arco 5

Ufff.

Qué final de arco.

Siempre pensé que el arco 5 terminaría así, parte de este capitulo lo escribí hace tiempo, claro que hoy tuve que sentar a editarlo porque muchas cosas cambiaron, pero siempre terminaría así.

Nunca pensé que llegaría a este momento de la historia tan pronto, tanto que hemos avanzado, como me prometí mil veces que solo tendría 70 capítulos la historia Xd

Y lo que nos faltan.

Muchas gracias a todos los que han llegado hasta aquí todavía, que siguen leyendo, porque ya leer esto es algo serio, demasiadas palabras, demasiado capítulos.

Pero espero que al igual que yo, ustedes también quieran ver conmigo el final de esta historia.