Esta historia se ubica en un Universo Alternativo ¿qué hubiera pasado si Drex ganaba en Regreso al Peligro? Probablemente no lo que están a punto de leer.
Ahora, para el canon de esta historia... nunca se nos explica realmente porque pelearon Drex y Ray, solo se nos dice que fue porque Drex tenía un lado oscuro, así que me imagino algo así:
Ray vio potencial en Drex pero al descubrir que era muy agresivo, se arrepintió y no quiso que fuera a combatir el crimen con él por miedo a que hiciera algo malo. Drex pensaba que Ray era muy blando con los criminales y que él podría hacerlo mejor, y se molestó porque quería ser un héroe como Capitán Man y ahí pelearon cuando Drex trató de tomar el lugar de Capitán Man. Si lo vemos bien, Drex nunca trató de lastimar civiles exactamente, solo quería vengarse de Ray y Henry, luego de la Fuerza Danger.
Y así comienza esta historia. Drex consigue su objetivo, borrar la línea de tiempo original, así que decide tomar el lugar de Capitán Man en el presente para demostrar que él puede ser mucho mejor que su ex amigo...pero el puesto viene con inconvenientes con los que no contaba.
Drex vendría a ser más un vigilante o anithéroe que un héroe, con un carácter agresivo y violento.
La buena noticia es que esta ya está terminada, vendría a ser la primera parte y son en total 9 capítulos. Decidí hacerlo así por mi tendencia a dejar cosas a medias y tardar en completarlas...
Como siempre, si quieren pueden votar o comentar, pero si solo leen, igual disfruten la lectura!
Here We Go
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Otro ajetreado día salvando los traseros de ciudadanos descerebrados terminaba, y el vigilante de Swellview regresaba a su guarida.
Estaba ubicada en el sótano de una tienda en medio de unos almacenes que le servía de tapadera, allí podía recibir todas las piezas necesarias para construir sus dispositivos y armas sin sospecha alguna. Contaba con una consola y varías pantallas con las que vigilaba la ciudad, además de un taller donde ocuparse de sus proyectos, él no tenía un Schwoz para construirle cosas, y aunque se le daba bien la mecánica y la electrónica, había cosas que iban más allá de su comprensión.
Abrió la puerta trampa al final del almacén adjunto a la tienda y bajó por la escalera de hierro, con la puerta cerrándose tras él, dejándolo en oscuridad, pero al instante una tenue luz iluminó su camino hacia abajo.
No era un trecho muy largo que recorrer, solo unos metros hasta llegar a suelo firme de nuevo, y luego de eso, solo debía abrir una puerta de metal e ingresar.
Una vez dentro de su guarida –igualmente tenuemente iluminanda porque la energía era cara–, se quitó el antifaz de su traje y caminó hacia la silla detrás de la consola. El color del traje eran colores más a su gusto, negro y amarillo en lugar del rojo y azul característico del ex héroe. Y ya no tenía manera de crear las gomas de mascar para cambiarse porque nunca había descubierto como las creaba Schwoz, lo que implicaba que ahora debía cambiarse de la manera tradicional, lo que no le importaba mucho ya que pasaba más tiempo en el traje que fuera de este.
Su vida era bastante solitaria.
Dejando esos pensamientos a un lado, encendió la computadora y revisó como marchaba todo.
Después de asegurarse que la ciudad estaba libre de crimen alguno, pasó a revisar sus correos y todo lo que tenía recopilado sobre crímenes sin resolver en los que estaba trabajando. Suspiró profundamente al ver la cantidad de trabajo que tenía por delante, iba a terminar tarde en la noche, así que debería ir preparándose una buena dosis de café para permanecer despierto, llevaba sin dormir más tiempo del recomendado, incluso para alguien indestructible.
Se levantó de su silla y fue a donde tenía ya preparada una tetera eléctrica con café barato dentro que solo debía calentar unos minutos antes de servirse una buena taza y regresar detrás de la consola para ordenar sus asuntos.
Estuvo un par de horas revisando evidencia de un asesinato para encontrar más pistas sobre el perpetrador, haciendo más que la policía en ese corto lapso de tiempo que lo que habían conseguido en un mes. A pesar de su eficacia, la ley no confiaba mucho en él, y no los culparía, era más estricto y violento que su antecesor –aunque ellos no lo recordaran–, era normal y esperable que le tuvieran recelo. Y eso era parte de la razón por la cuál tenía tanto trabajo acumulado, la oficina del alcalde aunque agradecida por su aporte en mantener el órden, no estaba dispuesta a ofrecerle presupuesto debido a su carácter agresivo e intolerante al tratar con los criminales.
No por primera vez, el pensamiento de conseguir un asistente se le cruzó por la cabeza.
Cada vez que lo hacia, trataba de disiparlo, diciéndose que no necesitaba ayuda, y que además no tenía tiempo para perderlo en buscar a alguien adecuado para un puesto como ese, o de luego crear un vínculo con alguien más. Sin embargo, mientras más se le acumulaba el trabajo –tanto el de superhéroe como el de administrar la tienda de la que venían la mayoría de sus recursos– más peso cobraba esa idea.
Así fue que, luego de que el amanecer lo encontrara ocupado filtrando información relevante de la inservible, se rindió a la idea de conseguir ayuda. El asunto era ¿Cómo lo haría? Porque si la alcaldía no le ayudaba con el presupuesto, menos le tendería una mano en esas circunstancias.
Abandonó el café por una botella de licor y un vaso y fue a tomar asiento detrás de la consola de nuevo, notando el polvo acumulado en la superficie. Frunció el ceño pensativo mientras le daba una mirada. También necesitaría ayuda para mantener la limpieza del lugar. Él se ocupaba a medias de eso, pero era lo último en su mente para ser honesto. Una mirada a su alrededor a su guarida le indicó que debería prestar más atención a esos detalles, la maquinaria y los artilugios que utilizaba podían ver su funcionalidad afectada por ese descuido.
Se sirvió y bebió dos vasos de su bebida antes de empezar a barajar ideas sobre como buscar ayuda y seleccionar un asistente adecuado, uno que pudiera soportar su actitud hosca y que fuera eficiente y confiable. Debía ser alguien inteligente y responsable. Exhaló cansado solo de pensar en como iba a evaluar a la persona escogida.
No le gustaba pensar en su ex mentor y ahora ingenuo dueño de una simple tienda de baratijas, pero si no recordaba mal, Ray había utilizado un medio simple para encontrar a Henry Hart: Un simple anuncio sobre necesitar ayuda de medio tiempo para trabajar en una tienda. Podía subir uno a internet y probar suerte, pero claro, con sus parámetros, para que no cualquier imbécil viniera a querer el puesto.
Dejó a un lado la botella y el vaso y se sentó bien detrás de la consola, abriendo la aplicación de notas para empezar a crear una lista de cualidades que quería en un futuro asistente, y los trabajos que deberían realizar. Una vez que lo tuvo listo, le dio una mirada e hizo algunos arreglos, leyéndolo una y otra vez hasta estar satisfecho con el resultado.
Se busca ayuda para administrar una tienda de reparación. Horario completo o medio tiempo.
Requisitos:
- Inteligencia
- Responsabilidad
- Paciencia
- Eficiencia
- Confiabilidad
- Versatilidad
- Manejo de diferentes programas informáticos
- Ser ciudadano de Swellview
- Ser mayor de 16 años.
Si no estas dispuesto a lidiar con un jefe con mal carácter, por favor abstente de enviar tu solicitud.
Una última mirada al texto lo dejó satisfecho y decidió inscribirse en un sitio web y postear su solicitud de asistencia. Luego bostezó y decidió que merecía aunque fuera un par de horas de descanso.
Se levantó de la silla sin molestarse en guardar de nuevo la botella y el vaso y se dirigió a su habitación. No era la gran cosa, solo un cuarto acondicionado con una cama de una plaza, una mesita y listo. Sin quitarse el traje, se dejó caer en la cama y cerró los ojos, quedando dormido casi al instante.
Si llegaba a haber una emergencia que necesitara de su ayuda, la alarma lo despertaría.
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Drex ha demostrado ser hábil con la electrónica cuando apareció, así que en esta historia a eso se dedica para solventar sus gastos.
¡See Ya!
