Capítulo 6.
One step to hell.
La última vez que recuerda haber visitado un lugar de esos fue durante el funeral de sus padres, siendo cuidado por la arpía desalmada que se hacían llamar su tía, claro, antes de que lo botara como basura a su suerte.
-¿Estás aquí solo, pequeño? - saludaba un hombre de albina cabellera y bellos ojos de color violeta, vestido con ropas sacerdotales caminando por uno de los pasillos de la orilla del templo.
-Sí padre. - responde el pequeño caminando hacia el sujeto. -Vine a buscar algo de consuelo. -
-¿Comiste algo ya? - el pequeño niega. -Entonces llegas en buen momento. Mi ayuno terminó hace un par de horas y ahora me dirijo a comer algo. ¿Quieres acompañarme? - el pequeño asiente.
…
-Entonces pequeño, asumo que no has venido solo porque preparo excelente pan francés con crema de avellana. ¿A qué viniste? -
-¿Usted cree que los demonios puedan abandonar su hogar en el infierno para vivir una vida como humanos?-
-Un poco pequeño, por eso los humanos tienen tantos conflictos. Gracias a ellos se han iniciado muchas guerras que han destruido la bella creación de Dios nuestro Señor. -
-Padre… ¿Existe alguna forma de mandarlos de regreso a su verdadero hogar? -
-¿Conoces a alguno? -
-No realmente, solo estoy suponiendo que pasaría si realmente existiera uno. -
-Si tal ente existiera debería ser exorcizado para purificar su alma. -
'Purificar'
Para muchos una simple palabra que contiene 4 sílabas, para él, la palabra que definió su trágico destino…
No recuerda mucho debido a que estaba aturdido por aquel golpe tan fuerte que provocó la volcadura del carruaje donde viajaba con sus padres, pero sí recuerda frente a ellos lo que en apariencia era una chica de grandes alas blancas diciendo que con la muerte de los corruptos condes iniciaba la purificación de la tierra.
Definitivamente escuchar la palabra 'Purificar' de labios de ese sujeto inusualmente parecido a aquella chica lo ponía mucho más intranquilo que la presencia de un demonio en su casa.
-¿Sigues ahí pequeño? - pregunta el religioso tomando la mano del niño.
-¿Eh? Mis disculpas padre, me quedé pensando en el sabor del pan. ¿Me decía algo? -
-Te decía sobre exorcizar al demonio de existir en la tierra. Te has puesto pálido. ¿Estás bien? -
-Estoy muy bien padre. - sonríe.
-¡Padre Landers! - se oían las voces de varios niños entrando a la iglesia.
-Son las 2:30, es hora de darles a los chicos su lección bíblica, ¿te nos unes? -
-¿2:30? ¡Dios! Es tardísimo! -
-¿Tienes algo que hacer? -
-Quedé de ir a visitar a mi tío que se encuentra convaleciente. - se excusa el pequeño levantándose de su lugar a toda prisa.
-¡Aguarda! ¿Cómo te llamas tú?-
-Ángel. (*) - responde el pequeño tratando de mantener en secreto su identidad pues algo en aquel religioso lo mantenía intranquilo.
-¿Y tu tío, pequeño? -
-¿Por qué quiere saber su nombre?-
-Desde luego que para llevarlo en mis plegarias y orar por su salud. -
-Se llama Adrián Bestatter. (*) Ay padre, de verdad no quiero ser un grosero mal agradecido, pero debo llegar pronto con mi tío para recibir al doctor. -
-Ve con cuidado hijo mío. Que Dios te proteja. - bendice al pequeño.
-Gracias padre. Nos vemos después. -
…
Apenas salió de la iglesia corrió tan rápido como sus pequeñas piernas se lo permitieron, perdiéndose entre diversos callejones hasta que llegó a un local que bien conocía.
Parecía que los astros se estaban alineando para volver realidad sus mentiras y prueba de ello era la tienda del enterrador
Con algo de esfuerzo empujó la puerta escuchando sonar la campanilla en ella. Miró en todas direcciones en busca del dueño de la tienda encontrándose con ella vacía.
-¡Undertaker! ¿Estás aquí? -
-Ñejeje, ¿me buscabas, mi pequeño? - la tapa de un ataud se abre dejando a la vista a un excéntrico sujeto de platina cabellera.
-¿Por qué estabas allí adentro? -
-Control de calidad. No pienso venderles a mis clientes algo incómodo. -
-Eso no importa, ¿o sí? Igual ya están muertos. -
-No es tan sencillo como piensas, la muerte es el descanso eterno y cualquiera prefiere una cama cómoda y caliente que una dura y helada. - camina hasta el pequeño. -¿Cómo te va con tu nuevo inquilino? Escuché que el fantasma hizo renunciar a varios empleados por miedo.-
-Y aún así, el sujeto que compró mi casa no me teme. -
-Por tu apariencia lo noté. Veo que te baño y arregló tu cabello. ¿Eres una mascota acaso? -
-Por supuesto que no, aunque ese idiota diga lo contrario. -
-Supongo que eso explica el collar.-
-¿Collar? - curioso toca su cuello encontrándose solo con el frío del grillete haciéndole soltar una carcajada. -No hay collar. -
-Sí que lo traes. - toma un espejo y se. Lo entrega al joven que en su reflejo ve un collar negro con mucha pedrería. -Se ve que esos diamantes son de varios kilates.-
-Es una baratija cualquiera. - responde restando importancia al adunto, aunque en el fondo curioso de saber porque el puede sentir el contacto del metal, pero no verlo.
-Pequeño… No tienes porqué permanecer ahí si no es tu voluntad. -
-Debo proteger lo que alguna vez fue de mis padres. Irme sería darle la victoria a ese sujeto. - sonríe.
-Solo piénsalo mi niño, mi casa y mi tienda siempre estarán disponibles para ti. -
-Te lo agradezco. - sonríe.
-Y dime, ¿Sabes que planes tiene tu inquilino con la casa? -
-Va a convertirla en un hotel. Ayer fuimos a buscar un montón de muebles y cosas. Ese tipo prácticamente me hizo recorrer Londres a pie buscando sábanas de algodón egipcio de 400 hilos. -
-Son muy suaves, de hecho me das una idea, para mi siguiente colección de ataúdes fabricare algunos con ese relleno. Haré uno también para ti. -
-No pienso morir aun sin dar batalla, sino puedo recuperar lo que por derecho es mio arruinaré los planes de aquel tipo…
…
Cerca del atardecer el pequeño Ciel volvía a la casona Phantomhive luego de un día fuera con su amigo Undertaker preparando sus siguientes sabotajes contra el intruso en su hogar.
Grande fue su sorpresa cuando se encontro con aquel tipo al pie de la escalinata principal con una expresión de autentica irá, la cual se multiplicó tan pronto sus ojos se encontraron.
-¿Se puede saber en donde mierda te metiste todo el día, mocoso? -
-¡Ugh! No con ese lenguaje tan vulgar. - respondió tratando de sonar calmado aunque temía por su integridad al saber que a ese tipo no le importaba lastimarlo con tal de joderlo.
-¿Qué te mereces otro a caso? -
-Sebastián, vengo cansado, no estoy de humor. - intento entrar a la mansión sin embargo tan pronto pasó junto a aquel demonio, este lo levantó del cuello de su camisa como si de un gato se tratase.
-¿Como se castiga a una mascota que desobedece a su amo? ¿Debería golpearte? ¿Atarte a un árbol sin agua y sin comida? ¿Encerrarte en una jaula? ¿Quemarte partes del cuerpo para que aprendas? -
-¿Que clase de maldito enfermo hace eso?-
-Humanos. Ya sabes, son unos malditos enfermos. - deja caer al joven. -Los futuros chefs están en la cocina preparando algunas demostraciones para la inauguración. Deberías ir a probar algunas. -
-¿Cuándo es la inauguración? -
-La próxima semana.-
-¿Tan pronto? Pero si ayer este lugar era apenas un cascarón. -
-Si, pero anoche estaba aburrido y lo reconstruí. -
-¿Todo en una noche? ¿Incluso llevaste todos los libros a mi habitación? Por Dios amigo, necesitas una novia. - respondió el pequeño con una carcajada antes de entrar a la mansión.
El demonio por su parte también rió, no era una novia lo que necesitaba, no obstante no se oponía al entretenimiento y vaya que ese niño le estaba dando mucho.
§§§§
Por la noche el pequeño Ciel se encontraba con la mirada perdida en el techo meditando en todo su día y en la vida misma.
Siempre le fue inculcado que los demonios solo existen para causar el mal a los humanos. En su propia experiencia aquel demonio de hecho lo había tratado mucho mejor que cualquier humano, incluso que su familia misma.
¿Realmente esas creencias humanas eran ciertas?
Ahora empezaba a dudarlo.
§§§§
-Cometiste un pecado tan grave que has tenido que pagar con tu vida ese arranque y aún así no fue suficiente para que allá arriba fueras perdonada. De modo que eso te deja una eternidad conmigo. - hablaba el demonio desde lo alto de la escalinata. -Dime algo querida, ¿valió la pena matar a los niños de ese orfanato? Hasta donde se aquel joven al que anhelabas y por el que cometiste esa masacre siempre renego de ti. -
-No valió la pena. - respondió una joven de rojiza cabellera mientras veia al demonio caminar hacia ella haciendo gala de su elegante andar.
-Y ahora es muy tarde querida Mey-rin. - aprieta el cuello de la chica haciendo que un grillete aparezca en él. -El disfruta de la vida y tu estas a… Un paso del infierno…
††††
Primero lo primero...
¡Hola!
Este capítulo recibe su nombre de a canción 'One Step To hell' de la banda Programmable Animal.
Segundo, este capítulo tiene un par de referencias, la primera; recuerdo que cuando recién llegué a este fandom vi una supuedta lista de los posibles nombres que Yana pudo darle al tuerto (mucho antes de que se confirmara lo de los gemelos). De esa lista viene la elección del nombre con el que se presentó Ciel.
La segunda, el nombre de Undertaker; también me toco ver una teoría de que el podría llamarse Adrian Crevan, sin embargo tampoco es nada confirmado, solo rumores. Respecto al apellido que Ciel dio como de "su tío" es básicamente la palabra enterrador pero en alemán. Sencillamente no me gustó en inglés, lo sentí muy obvio como una mentira, por eso fue el cambio de idioma.
Y tengo planes de más a futuro.
¿Tienen alguna idea de como Sebastián podría llamar a su hotel?
Me encantaría leer las posibilidades ideadas por usedes.
Por hoy es todo, nos leemos pronto.
((・・))
Saludos!
