Capítulo 08: Negación

El tiempo pasó... Dipper no podía dormir, apenas cerraba los ojos las pesadillas lo inundaban.

No era cosa de Bill, pues al demonio ya le estaba molestando el hecho de que el humano no descansará correctamente.

En ese momento Bill estaba tomando en un bar, junto con uno de sus amigos.

—Acéptalo, lo amas. —Le comentó para después tomar un sorbo del licor.

—Es sólo un juguete. Algo para mi entretenimiento. —Respondió, los demonios no pueden sentir amor.

—Yo pasé por algo similar... Sin tanta tortura, ni matarle a la familia... Bueno lo mío no es para nada similar. Pero enamorarte de alguien menor que tú, cuándo se supone no debes sentir, es normal. —El hombre lo miró a los ojos.

—Sánchez, lo que me pasa con Dipper, no tiene nada que ver a tu relación con tu Morty. —Declaro.

—Amigo, intentaste dos veces que alguien más se lo cogiera y ese alguien lo terminaste matando. —Saca el dinero de su bebida. —Es más, estás aquí porque quieres solución para sus pesadillas. El Bill Cipher que conocí estaría riéndose y disfrutando del espectáculo, no bebiendo con un viejo para conseguir una solución. —Sánchez pago y antes de irse le suelta unas últimas palabras. —Soluciona antes de que sea demasiado tarde.

Bill

No me gusta Pinetree, es un humano, manipulable, moldeable. Solo vale lo que yo quiero que valga.

Bill mientras pensaba en eso se encontraba en la habitación que le había asignado a Dipper, trato de matarlo. en serio lo intento en ese momento.

Quería probar que no siente nada por él. Su mano se hundió en la piel, llego a los órganos. mientras el humano abrió los ojos, en estado de shock. El Pines menor vomito sangre mientras sentía que su vida se iba...

¡Agh! ¡NO ME GUSTA PINETREE!

La ilusión en el sueño de Dipper se desvaneció. En la realidad la mano de Bill se detuvo antes de siquiera tocar la ropa del Pines.

Le jodía no poder lastimarlo, por culpa de Rick Sánchez el pensamiento se quedó en su mente, no puede evitar darle vueltas a la situación, no puede evitar pensar en eso...

Sale de la pirámide-castillo, y causo un gran desastre en el mundo, asesina personas, las explota, las deforma y las despedaza.

Para él fueron solo minutos, pero para Dipper fueron días.

Dipper.

Días donde soñó con todos sus seres queridos muriendo, días soñando con su hermana culpándolo de su muerte, soñando con Bill matándolo de una y mil formas distintas. Y si se mantenía despierto se encontraba lleno de paranoia, solo podía pensar en que en cualquier momento Bill llegaría para violarlo.

Tal vez estuviera dibujando si no le hubiera afectado tanto la muerte de Ford.

Bill y Dipper.

Ambos tenían sus propios líos mentales ocasionados por el otro, el humano lidiaba con los traumas ocasionados por el demonio. Bill lidiaba por sus propios sentimientos, era algo nuevo para él, una serie de emociones que no sabía que podía poseer.

Cada uno lidiaba por cosas totalmente distintas, y las lidiaba de manera diferente.

Aunque el primero en solucionar con esas ambas cosas era el que a simple vista la tendría más fácil. Pero para llegar a eso primero hay que pasar por...

Bill.

Volví, tal parece que pasaron tres meses desde que me fui... Pinetree tiene una panza de embrazada, puedo sentir la energía del feto...

¡Jajajajaja!

Bill ríe de manera psicópata, desquiciado. Le molestaba saber que Stanford antes de irse dejo descendencia en Dipper. Le había quitado las bolas y aun así el patético humano de seis dedos logro embarazar a su Pinetree.

Dipper lo observaba sin entender mientras se protegía el vientre, Cipher podía escuchar sus pensamientos.

"Qué no me lo quite, por favor... no me lo quites, Bill."

¡Claro que me desharé de él! ¡Tú eres mío, Mason Pines! Eres mío, me perteneces, no puedes tener a nadie más que no sea yo.

Bill esperaría, pues parece que el tener una vida que proteger ayudo a que Dipper se recuperara un poco. Pero se aseguraría de marcar las consecuencias de haberse embarazado de alguien más que no sea él.

Continuará.