Capítulo 10: Toda la verdad

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El lunes temprano se encontró en la oficina con Midoriko contándole de manera general la verdad. Si había alguien que comprendería su situación seria ella.

Lo escuchó atentamente sin decir una palabra y sin reprocharle o juzgarle nada. Cuándo terminó de contarle su historia, ella acordó guardar 6 meses su puesto en lo que arreglaba su estatus migratorio. Bankotsu seguiría sustituyendolo pero las puertas siempre estarían abiertas esperando su regreso. Lamentó como se habían dado las cosas con Kagome pero estaba emocionada de saber que él estaba realmente dispuesto a luchar por su amor. Al parecer ella era una romántica empedernida a la que ni siquiera le molestó que sus empledos tuvieran un romance falso. Aunque dejó muy en claro su decepción por como se despidió de su asistente antes de venir corriendo a Tokyo.

Cuando salió pudo escuchar los susurros a su alrededor, sabían que no debería estar ahí, se supone que estaría con la familia de Kagome. Toda la empresa había descubierto que su boda debía realizarse un día antes, por lo que fue un shock verlo en la oficina sin su esposa a su lado. Las especulaciones de que sí la había abandonado en el altar estaban tomando fuerza, lo cuál no estaba muy errado de la realidad. Al igual a que si ella era la que se había arrepentido al final, la mayoría de los empleados se estaban inclinando a está última.

Le dolía y molestaba que hablaran de ella de manera tan libre, podían decir todo lo que quisieran de su persona, en realidad no le importaba después de todo él era el "perro del infierno", pero de su dulce Kagome definitivamente no tenían derecho a estar susurrando ni una palabra.

Entró a su oficina para recoger sus cosas, lo más indispensable que podría llevarse de su trabajo hacia su nueva realidad. También tenía que terminar de empacar en su departamento. No podía aplazarlo más, entre más pronto se fuera más pronto podía regresar por su puesto y más importante aún, por el amor de su vida. Se arrastraría de rodillas por todo el patio del santuario si fuera necesario para conseguir el perdón de su Kagome.

Estaba saliendo de su oficina con un puñado de carpetas en la mano cuando notó el completo silencio que reinaba a su alrededor. Levantando la vista la vió ahí... parada en medio de los cubículos con los ojos echando fuego, estaba furiosa y aún así seguía siendo la mujer más hermosa que había visto en toda su existencia.

— ¡Tú! ¡maldito imbécil!

Se estremeció.

Definitivamente no había esperado palabras tan fuertes de ella, lo había llamado idiota en muchas ocasiones e incluso le habia gritado, pero no había un calor real detrás de todo. En esta ocasión era completamente diferente. Todos los empleados jadearon con horror apenas contenido pero no apartaron la mirada del espectáculo que estaba comenzando justo frente a sus ojos.

— Kagome…

— ¡Te fuiste sin dejarme decir nada! ¡Tomaste desiciones por todos sin escuchar razones y ahora mismo vas a mantener la boca cerrada y me vas a escuchar a mi! ¡¿Entendiste?!

Inuyasha no supo que decir ante su furia, así que simplemente inclinó la cabeza en acuerdo silencioso, aguantaría todo lo que ella tenia que decir. Ella quería un público para desahogarse y humillarlo, esta bien, él lo toleraría,

— Te fuiste y me dejaste ahí, vestida de novia con una boda lista, me hablaste de amor y hacer las cosas bien, pero aún así me dejaste sin poder dar mi versión u opinión de los hechos. Ese fin de semana a tu lado fue todo lo que pude haber soñado y más. Verte convivir con mi familia como si estuvieras destinado a ser parte de ella calentó todos los rincones de mi corazón. Compartir todos esos besos y hacer el amor hasta saciarnos fue simplemente maravilloso. Somos dos piezas de un rompecabezas que encajan juntos a la perfección, nos complementamos Inuyasha. — gesticuló de forma furiosa con ambas manos— Nos hemos complementado desde hace años. Tal vez tú acabas de darte cuenta de que me amabas, pero para mí ha sido algo con lo que he tenido que vivir durante dos años. Soñando contigo y esperar a que algún dia mis sentimientos fueran correspondidos. – apretó los puños a los costados con fuerza mientras temblaba— He soportado todas tus idioteces por tres años porque eres parte de mi sueño de un Tokyo ideal, no solo ser escritora y columnista, también encontrar a esa persona que me haga feliz al verla, que me haga querer mejorar y compartir cada pequeño detalle. Te volviste esa persona cuando te conocí y hace dos años que me di cuenta de que estaba loca por ti... se volvió en una nueva meta y sueño, cuando no fuera tu asistente lucharía por este sentimiento. La oportunidad se presentó antes de darme cuenta y yo era la mujer más feliz del mundo. ¿Sabes porque acepte este engaño con facilidad?

— En realidad no, no lo entendí en su momento— su voz se escuchaba pequeña y sorprendida incluso para él.

— Porque te amaba tanto que estaba segura que una vez que te tuviera solo para mi iba a luchar por este matrimonio, te iba a conquistar poco a poco. ¿Un divorcio rapido?— resopló y río con burla en su tono— ¡ja! ¡Buena suerte tratando de deshacerte de tu esposa, Taisho! ¡Tendrías que arrancarme la firma de divorcio de mis frios dedos muertos!

— ¿Qué?— no pudo evitar reir con ganas, una larga y abierta carcajada que nunca nadie en la oficina había escuchado— ¿Estas loca?

— Loca por ti, con cada fibra de mi ser. Antes pensaba luchar con uñas y dientes, ahora estoy dispuesta a luchar aun más. Te quiero en mi vida para siempre. — lo miró a los ojos — Aunque aún estoy tan enojada contigo, estuve tentada a aceptar la petición de Sango y dejarla venir a castrarte con un cuchillo para mantequilla con sus propias manos. Miroku tuvo que contenerla y no sé lo que te espera a tu regreso, así que espera al menos una patada en las bolas.

Recordó a la pequeña mujer atlética que se interpuso en su camino hacía Kagome el día de su despedida, por alguna razón se le erizaron los vellos de la nuca.

Kagome se acercó a su lado, el fuego en ella estaba menguando poco a poco, y no podía dejar de sonreír mientras la miraba con amor. Solo ella estaba lo suficientemente loca o valiente para decir todo lo que pensaba en verdad en voz alta frente a la mayoría de los empleados que los seguían mirando como si se tratará de una función de cine.

— Entonces, ¿Me esperarás? – siguió cada uno de sus suaves movimientos con sus ojos dorados.

— No, no estoy dispuesta a esperar más tiempo por lo que quiero.— poniendo sus pequeñas manos sosteniendo su mandubula lo miró seriamente — Inuyasha Taisho, te amo con todo mi corazón y no puedo esperar un día más para pasar el resto de mi vida contigo, así que por favor regresa a mí y házme el honor de convertirte en mi esposo.

— Kagome…— se estaba quedando sin aliento— ¿Estas segura? ¿Así de fácil?

— Completamente, si alguien te entiende a ti y tu retorcida logica, soy yo. Pero... sin divorcios a corto o largo plazo. Ésto será hasta que la muerte nos separé, así que casate conmigo Inuyasha.

No hacían falta más palabras, arrojó al suelo los papeles que aún sostenía en sus manos y la rodeó con sus brazos para atraerla hacia él. Sus labios se reclamaron mutuamente, un beso lleno de amor y esperanzas que prometía un gran futuro juntos. Los aplausos y rechiflidos estallaron a su alrededor, pero poco importaban. Dejó de besarla porque tenía que preguntar.

— ¿Qué pasa con tu familia?

— Mamá lloró, dice que tu confesión fue lo más romántico que ha escuchado en su vida. Una vez que le explicamos a Souta y al abuelo lo que había sucedido, ella me animó a venir corriendo por ti. Mi familia tampoco quiere perderte y te esperan de regresó en casa pronto.

— ¿Tus amigos?

— La mayoría piensan que hubo una emergencia y la boda se pospuso unos días— se encogió de hombros como si no fuera la gran cosa. — Excepto por supuesto, Sango y Miroku.

— ¿Unos dias? — alzó una ceja intrigado.

— Sí, porque vamos a regresar mañana, nos vamos a casar en el templo de mi familia y regresaremos a dejar los papeles en inmigración. Tú no vas a ir a ningún lado sin mi.

— ¿Por qué no regresamos hoy?— su corazón estaba haciendo esa loca maratón de nuevo.

— Porque hoy te voy a secuestrar y te voy a hacer el amor todo el día.

Las burlas y cuchicheos seguían sonando entre los empledos. Serían el chisme del año, pero mientras estuvieran juntos sabía que estarían bien. Volvió a besarla solo porque ahora tenía todo el derecho y la libertad de hacerlo, si hubiera escuchado estas palabras de Kagome un día antes, dudaba mucho que hubiera salido corriendo. Ahora mismo ella sería suya. Después de todo si había sido un maldito imbécil.

— No nos alcanzará el tiempo para hacer todo eso en tres días— habló entre besos.

— Estoy dispuesta a subirme a un avión solo por ti.

— Un avión eh... Debés amarme mucho. — sonrió con picardía y el corazón lleno de felicidad.

— No tienes ni idea.


Ufff... esta historia terminó!

Gracias por acompañarme y aún más, gracias por esos hermosos reviews! son un sol!

Aunque el final no es perfecto, estoy satisfecha.

no me gusta el drama largo e innecesario. Despues de todo el Inukag es conocido por falta de comunicación y malos entendidos, pero rápidas reconciliaciones, porque su amor es inquebrantable.

Nos leemos pronto, estoy trabajando en otra historia larga pero necesito mucho tiempo y planeación. Me estoy arrancando los cabellos porque tengo todo en mi cabeza pero no puedo plasmarlo en palabras adecuadas. Esperen noticias!