Este fanfic es del género Romance, Amistad, Drama, Superhéroes y Fantasía.

Los personajes pertenecen a Toei Animation, yo solo creé una historia con estos puesto que me gusta mucho la serie de las Chicas Súperpoderosas Z.

He obviado los honoríficos en esta historia para facilitar la lectura.

Ya dicho esto, disfruten del fic :3.

Sakurako

Después de todos los preparativos llegó el día de la boda de Sakurako, Momoko llevaba puesto un kimono que le fue heredado de una de sus tías abuelas que era de un tono rosa pálido con estampados de flores azul rey de seis pétalos. Cuando se reunió con sus amigas y los novios de sus amigas se sintió un poco sola al ver las felices parejas que hacían, pero recordó lo que le dijo Ikki cuando le preguntó por qué había sido solo invitado a una de las bodas.

- Souichirou en teoría no conoce a Ikki Mojo, decidimos dejar las cosas así porque algunos miembros de su familia saben que somos amigos y sería arriesgarse a que descubran mi identidad como civil -explicó el chico.

- ¿Y tus hermanos? ¿No se están arriesgando a ser descubiertos? -preguntó la chica.

- Hace poco tiempo que son amigos de Souichirou, muchos de los miembros de su familia han oído o han visto a Ryo Mojo y Tatsuya Mojo, no van a sospechar. Además en la boda de Seduda nadie sospechará de esos dos si están conmigo, ¡Somos los Rowdyruff Boys! Venimos en grupos de tres -explicó su contraparte.

- Entonces Souichirou los invitó a ambas bodas porque no existían riesgos de que alguien los relacionara, muy inteligente -pensó en voz alta Momoko.

Ikki miró desinteresadamente a las personas del salón, estaba en receso.

- Sí, no voy a negar que me duele no estar presente en su boda con Sakurako pero es lo mejor, ningún padre quería presentar dentro de su familia a un supervillano.

Momoko sintió un enorme pesar al oír esas palabras, eso la hizo dudar sobre cómo veía la familia de Souichirou a Brick.

Momoko llegó junto a sus amigas, Miyako llevaba puesto un bello kimono esmeralda con símbolos de peces koi mientras que Kaoru llevaba un kimono violeta con flores rosadas. Por su lado los chicos de alguna manera lograron hacerse de kimonos de color verde y azul en una tonalidad bastante oscura como para poder ser usados durante años en ocasiones especiales como esta.

- Hola Momoko, no te vimos llegar -dijo Miyako.

- Solo soy una, no es como que resalte -dijo casi para si misma, sus amigas la escucharon y se miraron preocupadas.

- La ceremonia está a punto de empezar, vamos adentro -cambió de tema el chico de ojos verdes.

Los cinco entraron y ahí se encontraron con Souichirou quien con su kimono negro tradicional los saludó con una gran sonrisa.

- Tatsuya, Ryo, estoy muy feliz de que vinieran, sabía que vendrían Momoko, Miyako y Kaoru pero no estaba seguro de si ustedes lo harían -dijo el hombre.

- Muchas gracias por la invitación -respondió Tatsuya inclinándose de manera respetuosa, Ryo lo imitó-, sé que no nos conocemos desde hace mucho tiempo pero estamos agradecidos que nos consideres parte de tu familia.

- N-no sean tan formales –dijo el joven adulto un poco ruborizado por el gesto-, aunque ha pasado menos de un año desde que nos conocimos aprecio mucho su compañía y el tiempo que ha dedicado para hablar conmigo. Y-yo no soy del tipo de persona que está constantemente buscando nuevos amigos por lo que cada una de las personas que llegan a mi vida son muy importantes para mí.

Los chicos levantaron la cabeza y Ryo lo miró con una gran sonrisa.

- Estoy seguro de que Sakurako será muy feliz teniéndote como su esposo, todavía no empieza la ceremonia pero felicidades por su gran día -dijo Ryo, Miyako se sintió orgullosa de ser su novia.

- Gracias Ryo, no sabes lo afortunado que me siento de estar por casarme con mi primer amor -dijo él.

Todos ahí sabían que Souichirou había elegido cuidadosamente sus palabras ya que Sakurako era su primer amor pero Sedusa fue esa mujer que logró cautivarlo nuevamente hasta el punto de pedirle matrimonio a ambas aun siendo en teoría tan legal (puesto que Sedusa es el alter ego con rayos Z negros de Sakurako) como ilegal (Sakurako no sabe que es Sedusa y muchos también ignoran que Sedusa no es un monstruo irreversible como Mojo Jojo o Fluffy).

Los cinco se sentaron en sus respectivos lados familiares (los chicos en el lado de Souichirou mientras que las chicas al lado de Sakurako), a la hora correcta inició la boda sintoísta con los monjes y todos los protocolos. Sakurako se veía hermosa y muy feliz en su voluminoso shiramuko que, como todos en el lado de la novia sabían, había sido usado por cada mujer de la rama materna de Sakurako a la hora de casarse.

La boda culminó con la repartición de sake (aunque como nuestros protagonistas son menores de edad en japón no les ofrecieron ni un sorbo) y de ahí tenían dos horas para cambiarse de atuendo, (en el caso de las mujeres) el maquillaje y los accesorios antes de que fuera la recepción en el salón de eventos en un hotel que les prestaba los servicios de una sala para cinco personas donde ya previamente ya habían dejado sus cosas.

Los chicos se demoraron unos veinte minutos en llegar al hotel y sin intercambiar muchas palabras entraron en sus respectivos camerino (no se les permitía a hombres y mujeres cambiarse en el mismo lugar por lo que la madre y la amiga de la infancia de Sakurako habían sido asignadas al mismo camerino de las chicas para llenar la cuota máxima y ahorrar costos).

Momoko, Miyako y Kaoru se pusieron rápidamente sus vestidos (bueno, la verdad es que Kaoru se puso un mono) y salieron del probador antes que sus otras dos compañeras de camerino por lo que mientras Miyako sacaba el maquillaje y lo extendía sobre la mesa tanto Momoko como Kaoru ayudaban a las demás con sus vestidos y accesorios.

Al final entre todas lograron terminar 20 minutos antes de que se abrieran las puertas para acceder al vestíbulo del salón donde se servirían canapés.

- Se ven muy hermosas señoritas -dijo Tatsuya llegando vestido con un traje con chaqueta negra, camisa blanca, pantalones de tela negros y una corbata verde que combinaba con sus ojos, tenía el cabello recogido en una cola de caballo baja y se había preocupado de que su flequillo desapareciera de la vista.

Momoko llevaba puesto un vestido de corte evasé de color rosa con gruesos bordes negros, por la falda subían pequeñas pintas negras que se ibas distanciado hasta llegar a la cintura donde se agarraba un cinturón negro con un gran listón, en la zona del pecho no habían pintas pero las costuras hacían que la tela estuviera en relieve lo cual acentuaba sus curvas naturales, además llevaba un collar dorado con un corazón y un granate, el cabello lo tenía recogido en un tomate y rizó un par de mechones libres a cada lado, sus aros eras largos, delicados y terminaban en un corazón idéntico al del collar. No soy muy buena describiendo el maquillaje pero puedo asegurar que sus pestañas están pintadas y rizadas, lleva un maquillaje sutil en tonos tierra y usa un lápiz labial rosa con brillo.

Kaoru no le dio mucha importancia al peinado, se alisó en cabello de manera que no quedara hacia arriba y se puso un par de travas en forma de margaritas doradas con un rubí en el centro (que fueron regalo de su tía por cumplir los 18 años), como vestido llevaba un mono castaño claro con rayas ascendentes de color blanco, en la parte superior parecía una jardinera puesto que tenía tirantes y hebillas pero el diseño no dejaba al descubierto su pecho por lo que se podía decir que era un efecto óptico. Como zapatos llevaba uno botines gruesos y en vez de collar una pañoleta roja, los aros no eran visibles pero eran pequeñas esferas doradas. El maquillaje de Kaoru era natural y solo resaltaba sus mejores rasgos.

Por último Miyako iba con un lindo vestido de satén color aguamarina con mangas de corte drapeado (la tela del lado izquierdo del vestido está cosida de tal manera que quedan múltiples pliegues que se unen en el contorno derecho de la cintura). Además el cabello lo tiene tomado en un voluminoso moño alto con flequillo y lleva un hermoso adorno para el cabello en forma de enredadera con perlas y cristales blancos y calipso, unos aros de hebras delgadas y doradas en cascada, y en el cuello un collar en dos capas con cristales semi-transparentes en forma de lagrima blancos y aguamarina. El maquillaje que llevaba puesto era en tonos rosas con sus largas pestañas pintadas de negro, rubor en los pómulos y un poco de brillo bien administrado, además llevaba puesto un lindo pintalabios rosado claro. Como pueden asumir, la apariencia de Miyako sobresalía en el grupo aunque esa nunca fuese su intención.

Ryo no tenía palabras al ver a su novia y Tatsuya no se podía aguantar las ganas de estar a solas con su novia y ponerla incómoda con comentarios poco sutiles sobre lo linda y diferente que se veía y cómo le gustaría verla más seguido vestida de esa manera (aunque prefería su peinado puntiagudo y desordenado de siempre a esa apariencia lisa y sumisa que tenía en ese momento).

- Miyako, te quedó muy bien el maquillaje -la felicitó Ryo.

La chica lo miró fijamente.

- A ti también, es bastante sutil pero realmente realza tus rasgos faciales -dijo ella.

Esta era la primera vez que el RRBZ azul se arriesgaba a usar maquillaje en público por lo que agradeció de todo corazón las amables palabra de su novia, esta al percibir sus emociones se acercó y disimuladamente le tomó la mano, este quedó muy impresionado por el acto pero ella le dedicó una gran sonrisa.

- Estoy segura que si sigues así llegarás muy lejos en Estados Unidos -le aseguró ella.

Este comentario hizo que Ryo recordara que su relación no duraría mucho por lo que le dio un cariñoso apretón a su mano.

- Sí, pero por mientras quiero disfrutar de las cosas y las personas que son importantes para mi aquí en Japón -dijo él y una sensación melancólica se apoderó de Miyako, ella no sabía si eran suyas o de Ryo, la verdad es que probablemente eran ambos.

- Ya los perdimos -dijo Tatsuya viendo a Ryo y Miyako hablando alegremente.

- Esos dos no saben cuándo es el momento correcto para coquetear -se quejó Kaoru.

- Sí, por eso hay que siempre tomar en cuenta el contexto -coincidió su novio.

- Y que lo digas -parecía que la conversación no estaba llevando para ninguna parte.

- Disculpen -Momoko quiso incluirse en la conversación-, desde que supe que Tatsuya era… era conocido por otro nombre -prefirió no decir el nombre por si alguien los escuchara- me he preguntado cómo fue que Kaoru se enteró ¿Fue antes de que Tatsuya desapareciera? ¿O fue después? Yo asumo que Miyako debió haber esperado a estar cien por ciento segura de que Ryo era de confianza pero… ¿Y ustedes?

Kaoru recordó esa noche, en el salón de arte de tercer año, una mezcla de cientos de emociones se liberaron ante aquel recuerdo.

- Fue en esa noche que nos quedamos hasta tarde en la escuela para terminar las cosas para el festival -dijo ella.

- Mmmm… -Momoko trató de recordar ese día sin éxito- ¿Y fue algo así como una confesión?

Kaoru no podría describir ese momento como el tipo de confesión que Momoko estaba imaginando.

- Él nos encontró a mí y a Miyako en un mal momento -dijo ella tratando de hacerle entender qué sucedió sin decirlo directamente.

- ¡Ha! -exclamó ella por fin captando, luego suspiró decepcionada- Debí quedarme hasta tarde con ustedes, así no habría sido excluida -en aquel momento una música empezó a sonar por unos parlantes, fue en ese momento que se abrieron las puertas tras de si aparecieron Sakurako (vestida con un hermoso kimono azul, dorado y aguamarina) y Souichirou (vestido con una vestimenta que se asemejaba a la que usan los samuráis en las adaptaciones cinematográficas) listos para recibir a los invitados.

- Por favor pasen -dijeron ambos a la vez bajando la cabeza como si fueran los camareros de un restaurante sofisticado.

Todos entraron contestando la reverencia con la cabeza, la gente se fue acomodando cerca de las mesas de coctel que estaban dispersas por el lugar, cuando todos estaban dentro de repente la música cambió a una de acción y empezó a salir humo del suelo, Souichirou y Sakurako miraron a todas partes sorprendidos y fue en ese momento que entró en la sala seis hombres vestidos similar a Souichirou con katanas (presuntamente falsas) y máscaras kabuki.

- ¡Nosotros fuimos contratados por el señor Ruko Nobunaga para raptar a esta joven doncella! -exclamó uno de los hombres alzando su katana- ¡Si alguien trata de impedir que hagamos nuestro trabajo probarán el filo de nuestras katanas!

- ¡No en mi guardia! -contestó Souichirou poniéndose en medio de los presuntos samurais y su esposa, alguien del público lanzó una katana al novio y este con un movimiento rápido la desenvainó y se puso en posición de ataque.

- ¡Ya verás! -exclamó el líder- ¡Vamoooooos!

Todos se tiraron contra Souichirou pero este esquivó los golpes rápidamente y contrarrestó los ataques, uno a uno los malvados samurais cayeron por el filo de la espada del joven adulto, al final eran solo el líder y él.

- Me ha sorprendido tu habilidad con la espada, vamos, dime tu nombre -pidió el líder.

- ¡No le diré mi nombre a un hombre que busca ganar dinero raptando a doncellas! -respondió Souichirou.

- ¡¡Entonces muere!! -gritó el hombre lanzándose contra él.

El intercambio de golpes fue tan rápido que nadie sabía quién había recibido el golpe mortal, por unos segundos ambos hombres se quedaron inmóviles, fue entonces cuando el líder cayó derrotado, Souichirou con una expresión de plena concentración envainó su espada y fue hasta donde estaba tirada Sakurako, con cuidado la ayudó a levantarse y miró al público.

- ¡¡Yo juro por el honor que me es encomendado como hombre proteger a Sakurako hasta el día de mi muerte y después de eso!! -gritó solemnemente desenvainando su espada y apuntándola hacia el techo, alguien empezó a aplaudir y poco a poco otros lo imitaron mientras Souichirou, Sakurako y los supuestos samurais hacían una reverencia.

Se apagaron las luces de la sala de la recepción, luego se encendió una que alumbraba a una mujer vestida con un sencillo traje negro como el que usaría una azafata de vuelo.

- Ahora van a servir los canapés, por favor dejen los mondadientes y las cucharas dentro de las canastas que se encuentran en las mesas de pie, dicho esto, disfruten de nuestra selección de alimentos de todo japón.

Unos cinco meseros se aparecieron repartiendo canapés como dangos, bollos dulces, tofu con salsas, galletas de arroz con pequeñas muestras de diversos platillos tradicionales, mini onigiris, había un montón de opciones frías y calientes para elegir, Momoko comía gustosamente y estaba siempre atenta a lo que ocurría a su alrededor, principalmente qué cosa nueva traían las bandejas.

- ¡Que maravilla! No me esperaba menos de la dueña de una tienda de comida tradicional -dijo Momoko mientras saboreaba un dango con salsa de caramelo salado.

Tatsuya estaba callado, concentrado comiendo, Kaoru le puso una mano sobre el hombro, este se sobresaltó.

- Sé que quieres dedicarte a ser un chef pero deberías tratar de interactuar con el mundo y no centrarte solo en el sabor de las cosas -dijo ella seriamente.

El chico pensó que su novia tenía razón, se encontraba en una fiesta, no en una degustación, miró a su novia un par de segundo y una sonrisa surgió en sus labios.

- ¿Te dije que te ves muy hermosa con ese mono? -preguntó él, la chica se sonrojó bastante.

- Tú tampoco sabes leer el contexto -dijo ella soltándolo y luego caminó hasta un grupo de mujeres que estaban conversando animadamente, ella hábilmente se metió en la conversación.

"Injusta" pensó él pero luego decidió ir también por su lado para hablar con el hermano de Souichirou y sus amigos.

Se sirvió el último canapé de la noche y la misma animadora habló por los parlantes.

- Gracias por haber disfrutado de nuestra selección de platillos de todo japón, por favor diríjanse al salón principal, recuerden revisar a qué mesa fueron asignados.

Obviamente Momoko, Ryo, Tatsuya, Kaoru y Miyako fueron misteriosamente la única mesa de cinco.

- Lo he estado pensando bastante -dijo Ryo al estar sentado junto a los demás en su mesa asignada-, ¿Puede que Souichirou sepa que somos los Rodruff Boys?

Todos se quedaron en silencio unos segundos.

- Por favor Momoko, dale un golpe en la cabeza de mi parte -pidió Tatsuya quien no podía alcanzar a su hermano desde su posición junto a Kaoru.

Momoko le dio el golpe con mucho gusto.

- ¡Obvio que lo sabe menso! -dijo el chico de ojos verdes- Es probable que se haya esforzado tanto en ser nuestro amigo porque conoce la identidad de Ikki y consideró que "los hermanos de mi amigo son mis amigos" o algo así.

Ryo se sobó la cabeza, el golpe había sido más fuerte de lo esperado.

- Tiene sentido, cuando nos vio por primera vez ese día que nos juntamos con las chicas a estudiar en el restaurante de Sakurako él nos habló sin ningún motivo aparente más que cortesía, pero de a poco la conversación se puso más divertida, cuando ustedes llegaron Kaoru nos reprendió por no tener los libros abiertos.

- No lo había pensado hasta ahora pero… Souichirou no le dirigió la palabra a Ikki en todo ese tiempo ¿verdad? -reflexionó Tatsuya cruzando los brazos.

- Cierto, -coincidió él- tal vez sea por eso que en esa sesión de estudio Ikki estaba enojado.

- Buenoooo -Momoko quiso sepultar el tema-, ¿Qué creen que hagan ahora? Fue muy entretenida la obra de Souichirou contra los samurais malvados pero ¿Eso será todo?

- Lo dudo mucho, en general estas cosas tienen más de un evento -dijo Kaoru.

- No sabía que habías ido a muchas bodas -dijo Miyako sorprendida.

- Mis padres son un tipo de mariposa social a veces, hay tantas personas a las que llamo "tíos y tías" que a veces se me traba la lengua -dijo Kaoru recordando la sensación de tener la lengua inutilizada.

- Hola, les pido su atención -llamó la misma animadora desde un pequeño escenario puesto entre las dos puertas dobles que conectaban la sala donde se hizo la recepción y el salón principal-. Tengo el honor de presentarles por primera vez en la historia a Souichirou Hara y su esposa Sakurako Hara.

Una de las puertas se abrió y entró Sakurako vestida con un hermoso vestido blanco marfil con mangas translúcidas con encaje, todo el vestido estaba cubierto por encaje de pétalos de sakura y bajo este se podía apreciar la bella tela que brillaba como si estuviera cubierta con una capa de nieve que reflejaba la luz con los colores del arcoíris, la base del vestido y el extremo de las mangas tenía flores completas de cerezo en encaje que parecían haberse caído de las ramas para amontonarse en aquellas zonas. Sakurako también llevaba un collar con lágrimas de cristal transparente, un velo de tul muy largo que caía hasta la cola la cual era también de tul pero con encaje con pétalos de sakura. Por último el cabello de la novia estaba arreglado en un simple tomate estilo cenicienta clásica (no sé cómo se llama pero creo que lo entenderán mejor con este nombre) y su ramo de flores estaba compuesto por lirios blancos, jazmines y anémonas blancas (en serio hay una flor con ese nombre, búsquenla).

- Que hermosa se ve -no pudo evitar decir Miyako encantada con el vestido.

Ryo miró a Miyako con un brillo especial en los ojos, luego se imaginó que no era Sakurako sino ella la del vestido y algo en su pecho vibró expectante.

- Tienes razón -dijo este sin más.

- Me permiten su atención por favor -el padre de Souichirou subió al escenario-, quiero ser el primero en dar las gracias al público presente por acompañarnos en este momento tan trascendental para nuestra familia.

Todos los presentes se enfocaron en escuchar el discurso del señor Hara.

- Hace cuatro años mi hijo llegó a casa un día con la cabeza en las nubes -todos se rieron al recordar lo fácil que era notar que Souichirou estaba enamorado-, al comienzo quise saber el porqué de su comportamiento pero mi mujer me dijo que era amor y que no debía intervenir, no fue hasta un año después que nos trajo a Sakurako para que la conociéramos. Sakurako es una mujer dulce y de buen corazón, trabajadora a la que le gusta tomar retos y no duda ni un segundo en proteger a sus seres queridos. Sakurako ha vacacionado con nosotros y así hemos podido conocer nuevas facetas de su personalidad que nos hicieron pensar "vamos Souichirou, pídele matrimonio de una buena vez" y hace casi dos años sucedió por lo que todos festejamos al saber la noticia. La planificación de la boda fue complicada puesto que queríamos que todos estuvieran aquí y de esta manera que hoy aquí hablo por toda mi familia para decirte Sakurako muchas gracias por elegir a Souichirou como tu esposo -y dio una reverencia.

Todos aplaudieron, un par de personas (entre ellas Sakurako y Miyako) tenías lágrimas en los ojos.

- Gracias padre por tus bellas palabras, yo también estoy muy feliz de unirme a su familia el día de hoy -dijo Sakurako tomando la palabra-, pero ya es momento de que se sirva la comida.

En la pared detrás de Sakurako apareció un video con cortos videos de Sakurako y Souichirou cocinando en el restaurante.

- Hola a todos -dice Sakurako del video con la ropa que usaba en el restaurante-, les agradecemos que vinieran a nuestra boda -hizo una reverencia-, aquí les tengo una breve introducción sobre los platillos que se servirán.

Aparece un video mostrando un plato de cerámica gris y celeste con cinco cortes de sushi.

- Con Souichirou estuvimos probando distintas combinaciones de ingredientes y este es el producto de nuestros esfuerzos, les pido que vayan probando los sushis en el orden en que los presentaré -dijo la recién casada mientras unos veinte meseros servían casi al mismo tiempo un plato idéntico al del video con los cinco cortes de sushi, ya todos con su plato en la mesa esperaron a que ella diera la instrucción-. El sushi con ikura -retomó la palabra mientras se veía el proceso de crear el sushi en video- está recubierto en algas nori y el relleno es de atún crudo, ciboulette y apio fresco, les aconsejo untarlo con salsa de soja para que se realcen los sabores. Cuando creamos esta combinación queríamos un sushi que sirviera para avivar el apetito y estimular la captación de sabores.

Miyako (al igual que el resto de los presentes) probó el sushi y quedó maravillada con el suave y atractivo sabor del sushi, era sencillo desde todos puntos de vista pero daba una cálida bienvenida a comer más.

- El segundo sushi está cubierto por tempura -explicó la mujer mientras se veía cómo salía el rol del aceite para freír y brillaba bajo la luz de los focos-, es de cangrejo hervido y sazonado con una mezcla de especias secretas. Además está acompañado de hojas de cebollín, camarón tempura y gelatina de limón extra dura. Para este corte les aconsejo untarlo con salsa semi-picante.

Kaoru untó el trozo de sushi en la salsa y probó el sushi, rápidamente sintió cómo su boca se llenada de sabores dulces, picantes y ligeramente ácidos que bailaban en su lengua como nada que hubiera probado antes.

- El nigirizushi de su derecha está cubierto por salmón marinado en salsa de wasabi, caramelo salado y sake además de otras especias, deseo que al comerlo vivan una nueva experiencia de nigirizushi que puedan rememorar durante el resto de sus vidas.

Ryo probó el sushi y quedó gratamente sorprendido con el sabor fuerte que te dejaba con una agradable pesadez en el estómago, pensó que Sakurako realmente había cambiado su forma de ver a los nigirizushi.

- El sushi futomaki es el de mayor tamaño y lo hice pensando en los gustos de una de mis mejores amigas, es agridulce ya que contiene masa de mochi, durazno en conserva y pimentones verdes además de ciboulette. Les aconsejo comerlo con salsa de soya si quieren acentuar el sabor salado o con salsa de caramelo si lo desean dulce.

Momoko se sintió muy conmovida ya que sabía que Sakurako había hecho ese sushi pensando el ella y su amor por los dangos, el mochi y todos esos dulces de temporada que siempre comía a montones en su tienda, pensando en disfrutar al máximo el sabor untó su trozo con salsa de caramelo y se lo metió a la boca, en ese mismo momento supo que tenía que pedirle a Sakurako que incluyera ese roll en su lista de postres de otoño.

- El último sushi está pensado en estimular el apetito para la llegada del platillo principal, este es un temaki, por dentro está relleno de omelette recién preparado de pimientos, arvejas, tomate y cebolla, por favor cómanlo troceado ya que su gran tamaño podría causar un par de inconvenientes al que trate de llevárselo todo a la boca.

Tatsuya comió lentamente el temaki con sus palillos y efectivamente estaba caliente, luego pensó en que el sabor se le hacía raramente familiar, como si hubiese comido algo parecido en otro momento.

- Bueno, ahora los meseros retirarán los platos, mientras se está sirviendo el platillo principal en la cocina.

Al bajar la novia de la tarima se sentó en la mesa que compartía con su esposo, la familia de este y la suya propia.

A los pocos minutos llegó la comida y Tatsuya pensó que Sakuarko había sido muy inteligente a la hora de poner el temaki al final ya que el platillo principal no era otra cosa que un Omurice que tenía escrito en salsa katsu "gracias por su apoyo".

La gente empezó a comer y Momoko estaba llorando.

- Nunca creí que me hiciera un sushi -dijo esta, luego se metió una cucharada de omurice en la boca- y esto está maravilloso, que feliz estoy de haber venido.

- Creo que no sería una mala idea que le proponga a Sakurako ser parte del personal de cocina -dijo Tatsuya pensativo, esa mujer se acababa de ganar su respeto.

- Todo está muy delicioso -dijo Miyako.

- Coincido, que buena comida, que mal que no se puede repetir -dijo Kaoru quien ya se había terminado su plato, fue en ese momento que llegó un mesero y le puso un nuevo plato de omurice pero este era más pequeño.

- La novia dijo que le diera esto a la chica que no va con vestido -dijo este y se fue, a Kaoru le brillaban los ojos.

- ¡Que bien! -exclamó comiendo su repetición- ¡Gracias Sakurako, me conoces muy bien!

Esto último lo dijo suficientemente fuerte como para que la novia la escuchara y le sonriera divertida.

Tatsuya por su lado se sintió un poco avergonzado por el apetito de su novia, pero luego pensó en el apetito de Momoko por los dulces y pensó "bueno, al menos solo se repite una vez" y una pequeña sonrisa se formó en sus labios mientras veía cómo Kaoru disfrutaba al máximo la comida que le acababan de traer.

Más de media hora después de que sirvieran el plato de fondo Sakurako y Souichirou se levantaron de la mesa y subieron al escenario.

- Espero que hayan disfrutado la comida -dijo Souichirou entrelazando sus dedos con el de su esposa-, ahora les quiero contar una pequeña historia. -El novio vio a los ojos a Sakurako- Hace cuatro años y medio hubo un enorme desabastecimiento de frijoles rojos debido a una terrible plaga en los cultivos. Sakurako no lo dijo en voz alta pero supe que la estaba afectando personalmente el no poder hacer sus dulces como siempre hasta el punto de tratar de hacer modificaciones sin ninguna idea clara. Yo al ver esto pensé "debe haber alguien en Tokio que venda los frijoles a un precio accesible" por lo que aproveché todos los momentos libres que tenía para buscar distribuidor por distribuidor, pasó una semana y ya estaba perdiendo la fe cuando encontré a una amable señora que acababa de traer frijoles desde otra prefectura y se los compré. Caminé con más de diez kilos de frijoles en la espalda hasta el puesto de Sakurako y se los entregué. Después de eso pasé dos semanas con dolor de espalda y piernas pero me dio lo mismo, Sakurako realmente vale eso y mucho más, es la mujer más fuerte, amable y trabajadora que conozco, estoy tan feliz de que ella me eligiera como su esposo.

Todos aplaudieron, desde unas puertas entraron uno cinco carritos empujados por meseros, estos estaban llenos de postres con frijoles rojos.

- A base de esta historia decidimos que el tema del postre sería "degustación de frijoles rojos", además contratamos un puesto de Taiyaki para que se sirvan cuantos quieran recién hechos y todavía calientes. Espero que lo disfruten.

No pasaron ni dos segundos antes de que Momoko tomara un plato y empezara a sacar un postre de cada tipo de los carritos, luego se puso frente al puesto de taiyaki.

- Quiero tres para empezar -dijo ella al hombre que al ver la velocidad en que llenó tres platos de postres rio sonoramente.

- Parece que te gustan las cosas dulces, ¡Perfecto! ¡Tres taiyakis en camino! -dijo este y se puso a cocinar, mientras Momoko equilibraba de manera magistral sus tres platos de postre.

La mayoría de las personas no sacaron tantos postres y tampoco se pidieron tres taiyakis "para empezar", la mayoría caería en coma hiperglucémico con tanta azúcar, Kaoru por su lugar se fue por la copa de granizado con frijoles rojos y mochi, Tatsuya sacó los postres que más le llamaron la atención confiando en que, aunque no fuera capaz de terminar todo, nada se perdería con alguien como Momoko en su misma mesa.

Todos conversaron animadamente de diversos temas, y en algún punto un animador invitó a los congregados a bailar en la pista de baile.

- Se ve divertido -dijo Ryo viendo a toda la gente bailar.

Miyako viendo su oportunidad lo tomó de la mano y lo arrastró hasta la pista de baile, Tatsuya por su lado vio con cierto recelo a la gente bailando, la verdad es que quería invitar a su novia pero dudaba que esta se tomara bien la propuesta.

- ¡¡¡Haaa!!! -Kaoru estalló y lo tomó de la mano guiándolo hacia la pista, ella había visto su vacilación por lo que decidió darle el gusto solo por aquella vez.

Momoko se quedó en su lugar, de repente una persona llegó a su lado, era un joven rubio ceniza con ojos azul marino tal vez un par de años mayor que ella, claramente era pariente de Sakurako.

- Hola, mi nombre es Yukki Sakurano ¿Gustarías bailar? -preguntó él.

Momoko no dudó ni un segundo.

- Está bien -dijo un poco avergonzada.

Yukki y ella bailaron un buen rato, Momoko se dijo a sí misma que debía disfrutar de la situación, pero algo en ella no le permitía realmente encapricharse con su compañero de baile como normalmente hubiera sucedido.

- ¿En qué universidad estudias? -preguntó Yukki después de un rato mientras todavía bailaban.

- Soy estudiante de tercer año de preparatoria, estoy pensando en aplicar este año a pedagogía en una universidad de Tokio -respondió ella.

El estudiante universitario hizo su mayor esfuerzo de no verse decepcionado al saber que ella era todavía estudiante de preparatoria.

- ¿Y tú? -preguntó Momoko más por cortesía que por interés.

- Estudio informática en el Instituto de Tecnología de Tokio -respondió él.

- Interesante -dijo Momoko y el silencio se extendió entre ambos.

La canción terminó y ambos se detuvieron.

- Gracias por invitarme a bailar, ahora estoy un poco cansada entonces volveré a mi mesa ¿Bueno? -dijo ella.

- Está bien -respondió él.

Momoko se alejó y Yukki maldijo a su diferencia de edad puesto que lo poco que había visto de Momoko le había parecido encantador, pero las leyes en Japón eran muy estrictas y podría llegar a quedar preso por tratar algo con una estudiante de preparatoria.

La chica pelirroja se sentó en su puesto y dio gracias de que al poco rato llegasen Miyako y Ryo riendo después de bailar un buen rato.

- ¡Momoko! -se sorprendió la rubia- ¿Llevas mucho tiempo sola?

- No te preocupes Miyako, un universitario me sacó a bailar un rato -dijo esta.

Miyako encontró muy extraña la falta de entusiasmo de su amiga por lo que se sentó junto a ella de tal forma que quedaron hombro contra hombro.

- ¿Y era lindo? -preguntó ella, tal vez no había sido de su gusto, Momoko tenía una debilidad por los hombres mayores pero si este no era físicamente atractivo aquella podía ser la razón de su falta de entusiasmo.

- Sí, muy lindo, como ver a Sakurako en versión masculina -admitió ella con cierto aire de resignación.

Miyako quedó pensativa.

- ¿Tal vez fue grosero contigo? -preguntó ella sin saber bien qué decir.

- No, muy respetuoso, cuando supo que era estudiante no se fue ni reaccionó mal, realmente lo encontré una persona maravillosa -dijo esta otra vez no muy animada.

- ¿Entonces por qué te veo tan deprimida? -preguntó Miyako tratando de no sonar agresiva.

Momoko suspiró.

- No lo sé -dijo esta-, es solo… era lindo y todo pero por algún motivo mi corazón no saltó como siempre lo hace, no sentí mariposas ni me emocioné, ¿Habrá algo malo en mí? -preguntó ella.

- Tal vez es la madurez -dijo Ryo entrando en la conversación.

- Coincido, con el paso de los años uno madura, es normal que tu corazón se haya vuelto más selectivo -la tranquilizó su amiga.

- T-tienes razón -se volvió a animar la PPGZ rosa, luego vio que el carrito de Taiyaki todavía estaba abierto-, bueno, si no les importa, ahora voy por un par de Taiyakis.

La pareja azul sintió que les bajaba una gota de sudor por la frente, "esa es Momoko" pensaron.

Entrenamiento

Al día siguiente del matrimonio, Momoko estaba transformada viendo el amanecer desde la rama de un árbol en la zona de entrenamiento que les había proporcionado el Profesor a los RRBZ, al poco tiempo escuchó a alguien chocar contra el tronco de un árbol cercano y supo que su nuevo discípulo había llegado a la sesión de entrenamiento, bajando del árbol de un salto quedó a la vista, a los pocos minutos un chico peli-naranjo con un traje negro con rojo y blanco se plantó frente a ella.

- ¿Estás bien? -preguntó ella viendo cómo tenía todo el pelo cubierto de ramas y hojas.

- Sí -dijo este sacándose con las manos gran parte de las ramas y volviendo a ponerse su gorra.

- Bien, creo que hoy también practicaremos el vuelo -dijo ella elevándose en el cielo, Brick la imitó medio tembloroso.

- Volvamos a hacer un recuento de los detalles a considerar ¿Ya? -dijo esta y él asintió con seriedad-, eres muy fuerte y rápido, tienes un gran poder que no sabes controlar por lo que el objetivo de este entrenamiento no es que te hagas más fuerte sino que no te hagas daño mientras usas tus poderes ¿Bueno?

- ¡Sí! -exclamó este decidido.

- Bien, primero demos una vuelta al terreno ¿Tienes puesto el velocímetro? -preguntó ella y él tomando su transmisor apretó un par de botones hasta que este dio con la configuración-, la velocidad de hoy serán cuarenta kilómetros por hora.

Apretando un par de botones el RRBZ rojo volvió a poner en su lugar el transmisor del cinturón.

- Bien, ¡Vamos! -dijo Blossom.

Ambos volaron pero Brick rápidamente la rebasó para luego tener que hacer una maniobra evasiva por un árbol frente suyo, luego volvió a tratar de posicionarse detrás de Momoko ya que el cinturón dio un par de pitidos avisando que había superado la velocidad. La situación se repitió con ligeras variaciones durante el resto del viaje por lo que Brick estaba muy cansado tanto física como mentalmente cuando volvieron al punto inicial.

- Lo hiciste mucho mejor -lo felicitó Blossom-, ahora practiquemos invocar tu arma.

Ambos pisaron el suelo, ahí Blossom invocó su Yoyo.

- El arma es una extensión de tu persona, tienes que "sentirlo" por lo que ¡Al suelo y meditar! -dijo esta sentándose.

Brick se tiró al suelo cerró los ojos.

- Trata de visualizarte en una batalla -pidió ella cerrando sus ojos a la vez-, estás peleando contra un gran enemigo mucho más fuerte que tú ¿Tienes un arma en las manos?

Brick se concentró y vio no una sino cuatro manchas volando en todas direcciones, una especie de aro estaba en su mano.

- Sí, creo que son anillos -dijo este.

- Bien, ahora piensa en el color, ¿Cuál es? -preguntó ella.

Brick vio con detención el aro de su mano.

- Es rojo, con triángulos grises -dijo este.

- Bien… ahora, ¿Cómo se sienten? ¿Son pesados? ¿Son livianos? ¿A qué te recuerda la textura?

La voz de Blossom era como un susurro en la mente de Brick que guiaba su meditación.

- Son livianos y tienen una textura rugosa. Parece que están hechos de goma -dijo este.

- Bien, ahora concéntrate en todo esto y luego lentamente abre tus ojos -pidió ella.

Brick hizo caso y se tomó su tiempo, cuando se volvió a conectar con la realidad notó que tenía algo en la mano derecha, al verla notó que tenía agarrado el mismo aro que había visto en su meditación.

- ¡¡¡Woooow!!! -no pudo evitar exclamar.

- Bien hecho -lo felicitó Momoko quien recién en ese momento había decidido abrir los ojos-, por hoy lo dejamos la visualización del arma hasta aquí, demos dos vueltas más por el bosque y de ahí para la escuela, las clases iniciarán en una hora y media.

- Está bien -confirmó este.

Al llegar a la escuela al igual que los días anteriores la gente de los pasillos los vio sorprendidos cruzar juntos los pasillos, al llegar al salón un par de chicas se acercaron a Momoko.

- Oye, Momoko, hemos estado preguntándonos esto desde hace una semana pero ¿Tal vez estás saliendo con Ikki Mojo-san? -preguntó una de ellas.

- No -respondió Momoko sin vacilar.

- Entonces ¿Por qué llegan juntos a la escuela? -preguntó esta.

- Él me pidió ayuda para las clases biología -mintió la chica peli-naranja.

- ¿Tiene tantas dudas como para requerir una semana de estudio todas las mañanas? -preguntó otra.

- Te sorprenderías -mintió nuevamente Momoko.

Las chicas fruncieron el ceño y se miraron como buscando una forma de hacer que Momoko confesara.

- Está bien, no te sobre exijas que proto vienen los exámenes -dijo esta a modo de despedida.

Momoko bostezó y se estiró sobre la mesa, la verdad es que ayudar a Ikki con sus poderes se había vuelto su meta número uno desde que vio cuánta falta de control que él tenía. Ella era tan o más fuerte que él en aquel momento por lo que sabía muy bien cuánto daño podía causar si llegase a transformarse en la ciudad, es por eso que había aceptado gustosamente la propuesta del profesor.

Las clases pasaron sin eventos, al final llegó la hora de volver a casa. Momoko tomó sus cosas y se dirigió a la salida, en la puesta de la escuela una bella universitaria de cabello negro y ojos rojos la estaba esperando.

- ¿Eres Momoko Akatsutsumi? -preguntó esta al verla pasar, Momoko se giró sorprendida puesto que no conocía a esa mujer.

- ¿Sí? -respondió la aludida.

- Hola, un gusto, mi nombre es Aizo Iwasaki y soy la jefa de Ikki -dijo esta.

Momoko entró un poco en pánico por un momento pero trató de ocultarlo con una gran sonrisa.

- ¡Eres la jefa de Ikki!, este no nos habla mucho de su trabajo pero alguna vez mencionó que eras joven, eso sí, nunca creí que tan joven ¿Estás estudiando en alguna universidad?

- Sí, pero no quiero hablar de mí, necesito pedirte algo -luego miró a su alrededor- ¿Te molesta si te invito un café? Este no es el lugar correcto para hablar de temas de negocio.

- Con mucho gusto, conozco la cafetería perfecta -dijo Momoko y tomando de la mano a Aizo la guio hasta un bello café con grandes ventanas que daban a una calle principal, ahí Momoko le indicó los mejores cafés y ya tomada la orden la jefa de Ikki tomó la palabra.

- Bueno, quería decirte que estoy al tanto de que estás dándole clases particulares de atletismo a Ikki en las mañanas -dijo esta.

- Sí, lo llevo a correr todos los días -mintió a medias la PPGZ rosa.

- Te quería pedir que dejaras de hacerlo o al menos que no lo hicieras todos los días -pidió Aizo.

Momoko recordó como Brick destrozó un árbol al estirar un brazo el primer día de entrenamiento.

- No creo que eso sea posible -se negó Momoko.

A Aizo no le gustó esa respuesta.

- Ikki llega todos los días muy cansado al trabajo y él es el que se encarga de todo lo relacionado con los suministros para la tienda, al ser tan fuerte siempre insiste en llevar por su cuenta las bolsas o los rollos de tela, últimamente sus brazos han hecho ruidos raros cuando carga mucho peso y asumo que es fatiga acumulada, por favor ten en cuenta su salud -pidió Aizo.

Momoko no sabía que a Ikki le tocaba hacer el trabajo pesado del local pero ahora que lo mencionaba su jefa le hacía mucho sentido.

- Sigo diciendo que no puedo permitir que baje el ritmo, te prometo que en un mes más estará como nuevo o tal vez mejor que antes -prometió Momoko.

- No me puedo arriesgar a que se lastime, ¿Tienes una idea de cuánto dinero cuesta tenerlo parado un par de semanas? -dijo Aizo.

La verdad es que aunque ambas sonreían se notaba como el suelo ardía a su alrededor.

- ¿Has hablado de esto con Ikki? Te prometo que si él supiera lo que me estás pidiendo respondería igual que yo -dijo Momoko.

- Si estás tan segura ¿Por qué no lo llamas es este momento? -preguntó la mujer de cabello negro.

- Inmediatamente lo hago -canturreó Momoko.

Marcó el número de la casa de Ikki y contestó Mojo.

- ¿Hola? -preguntó él.

- Hola señora Mojo, ¿Está Ikki por ahí? -preguntó esta.

- Ho- ¡Hola Momoko! Ikki está a punto de salir al trabajo, tuviste una suerte increíble, ¡Ikki! ¡Ikki! ¡Ven aquí, Momoko llama! -Mojo hizo su mejor esfuerzo por mantener la voz aguda pero su vozarrón no era fácil de controlar.

- Hola Momoko, ¿Qué pasa? -preguntó él un poco extrañado.

- Mira, estoy con tu jefa Aizo y me está tratando de convencer de que no siga con tu entrenamiento -la acusó Momoko.

El silencio se extendió unos segundos.

- Por favor dile que nos veamos en el parque de siempre, ella entenderá a cual me refiero -dijo este y colgó.

- ¿Qué dijo? -preguntó Aizo con cara de haber ganado.

- Dice que nos veamos en el parque de siempre, que tú sabes dónde queda -parafraseó la chica de ojos rosados.

Aizo trató de no verse disgustada.

- Entonces bebamos esto rápido y vayamos para allá, no queda muy lejos a fin de cuentas -respondió la jefa de Ikki mientras una camarera les servía sus cafés.

Ambas estudiantes bebieron sus respectivos cafés, pagaron y salieron del lugar, Momoko había supuesto que aquella universitaria no tenía buenas intenciones por lo que no había pedido un pastel aunque su barriga le decía que fue una decisión tonta.

Cuando llegaron al parque Momoko quedó sorprendida por lo abierto que era, normalmente cuando se juntaba con sus amigos siempre buscaban lugares resguardados para evitar que alguien los escuche hablar sobre superpoderes y cosas por el estilo.

Como todavía no llegaba Ikki ambas se sentaron en una banca pero el ambiente estaba tan tenso que las pocas personas que pasaron frente a ellas supusieron que algo muy malo debía haber pasado, de repente de un árbol cercano bajó de un salto el RRBZ rojo quien después de sacarse un par de hojas de encima se dirigió hacia ellas.

- Por favor síganme -pidió él, a Momoko le sorprendió que lo pidiera de buena manera lo que la hizo cuestionarse qué tan cercana era la relación de Ikki con su jefa.

Los tres caminaron un buen rato hasta que doblaron de imprevisto en un callejón, tanto Ikki como Momoko usaron sus sentidos súper-agudos para asegurarse de que nadie estuviera cerca de las puertas que daban al callejón.

- Bien, ¿Me pueden explicar qué está sucediendo exactamente? -preguntó este irritado.

El silencio se extendió un par de segundos, al parecer Aizo se había acobardado.

- La señorita Iwasaki ha visto que tu desempeño en el trabajo se ha visto reducido por nuestras sesiones de entrenamiento en las mañanas -dijo Momoko quien dentro de todo no quería causar más problemas a su mejor amigo.

- ¿Es cierto Aizo? -preguntó este irritado.

Aizo respiró profundamente y le regresó la mirada.

- Sí, tú sabes el ahorro de personal que representa tu súper-fuerza, eres una pieza crucial a la hora de hacer las compras, todos hemos notado cierta debilidad en tu musculatura en esta últimas semanas, no sé qué tipo de entrenamiento están efectuando pero es imperativo que lo dejes por el bien de la compañía -dijo esta con tono autoritario.

Ikki quedó un poco sorprendido por las palabras de su amiga, reflexionó un par de segundos sobre qué responder, la respuesta llegó como un rayo.

El chico sacó el dispositivo de su cinturón, acto seguido activó la secuencia de transformación, luego de un salto se tiró con el objetivo de taclear a Aizo pero Blossom fue mucho más rápida y recibió el golpe que la hizo retroceder casi un metro.

- ¡¡¡QUÉ RAYOS ESTÁS PENSANDO IDIOTA!!! -exclamó esta espantada con su forma de actuar- ¡¡¡PUDISTE HABERLA MATADO!!!

Brick se separó de ella con una mueca en el rostro.

- Pero te di suficiente tiempo para transformarte, sabía que tu instinto sería más rápido que tu razonamiento -dijo este, luego puso sus manos detrás de la cabeza como no queriendo hacerse cargo de la situación-, si hubiese estado con Bubbles o Buttercup nunca hubiese pensado en hacer algo tan arriesgado pero… ¿No crees que hice claro mi punto Aizo?

Aizo Iwasaki estaba tirada en el suelo temblando de miedo, por un segundo vio su vida pasar por sus ojos, con cuidado se levantó del suelo.

- ¡¿Por qué no lo dijiste antes?! -preguntó ella media descolocada.

- Porque aunque tú y los empleados saben que soy Brick pero no quiero que esto de la transformación sea de su conocimiento -luego la miró desafiante-. Si se te llega a escapar esta información no podré echarte de la compañía pero tu sueldo se verá sustancialmente reducido ¿Entiendes?

- ¡Sí jefe! -dijo esta en pose militar.

- E-espera un segundo -Blossom estaba sumando dos más dos- ¿Eres el jefe de la compañía en la que trabajas? ¡¿Cómo no me lo habías dicho antes?! -Momoko se sentía herida por que no le hubiese compartido ese aspecto de su vida.

- L-la vedad es que pensé que no te interesaría -dijo este cruzándose de brazos, pero luego de ver el aura asesina de Blossom decidió ser honesto-. Había pensado decírtelo más adelante, nunca creí que Aizo tuviera la audacia de hablar contigo, a fin de cuentas, a nadie le había dicho que tú específicamente eras mi entrenadora.

- ¿Y…? -esta seguía insatisfecha.

- Y que eres mi mejor amiga, en la persona que más confío y estuvo mal no decirte esto cuando has puesto tanta confianza sobre mi -dijo este quien sentía que estaba siendo reprendido.

- Bien -dijo esta satisfecha, luego fue junto a él y le dio un abrazo que luego se transformó en una llave-, más te vale no hacer esto de nuevo o sino verás lo que pueden hacer cuatro años de práctica, la fuerza bruta no es todo ¿Sabes?

- ¡Entiendo!, ¡Entiendo! ¡Ahora déjame ir mujer desquiciada! -dijo este furioso por verse superado en fuerza.

Blossom lo soltó y este se tocó el cuello murmurando cosas como "¿Por qué tan violenta?, ya verás, en dos años más…".

- Bueno, Aizo, descubriste por las malas mi secreto -dijo Blossom, luego le extendió una mano-. Cuento con que no le cuentes a nadie sobre lo que viste hoy.

Aizo estrechó su mano.

- Está bien Blossom, nada saldrá de mis labios. -Luego miró a Brick- Jefe, parece que no es buena idea seguir insistiendo en que deje su entrenamiento, no sé qué es lo que espera lograr con este pero confío que debe ser algo importante, le diré a nuestro equipo que lo apoyen al cargar la mercancía y si preguntan el porqué del cambio de actitud solo responderé que así lo quisiste.

- No me gusta que me vean como alguien débil -admitió él-, pero he de admitir que mi cuerpo todavía no se ha acostumbrado a la transformación, no es correcto ser testarudo en este tipo de cosas, apruebo tu plan.

Blossom sintió que una cálida sensación crecía en su pecho "Que gusto verlo tan maduro" pensó, luego una sensación de miedo se apoderó de ella, no sabía de dónde venía pero sentía como si todo a su alrededor fuera negro "Muy bien, sigue así niñita" dijo una voz.

- Blossom, ¿Estás bien? -preguntó Aizo quien había notado cómo había empalidecido.

- S-sí, solo… -miró a Aizo, luego a Brick- No fue nada.

Brick estaba por replicar pero su amiga me dedicó una mirada y meneando la cabeza le dio a entender que no era el momento.

- Bueno, es hora de ir al trabajo -Ikki se destransformó-, hoy no te toca turno Aizo por lo que vuelve a casa o lo que sea que hagas en tu tiempo libre -dijo este ligeramente enojado.

- Está bien Jefe Ikki -se dio la vuelta y vio a Momoko destransformada, le puso una mano en el hombro-, nos vemos en otro momento.

A Momoko le dio un escalofrío, esa mujer era peligrosa en más de un sentido.

Cuando quedaron solos Momoko se sentó en posición fetal, tratando de calmarse, Ikki fue junto a ella y se sentó a su lado extendiendo un brazo para abrazarla.

- ¿Otra vez esa sensación? -preguntó él.

Momoko se apoyó contra el pecho de su amigo tratando de calmarse.

- S-sí, he hablado con un par de psicólogos y dicen que son ataques de pánico -dijo esta, una lágrima rodó por su mejilla-, pero los ataques de pánico no deberían surgir cuando estás feliz, y… y esa voz femenina, desquiciada, yo nunca he escuchado a alguien con una voz así, ni siquiera Him tenía un tono denotara tanta locura y maldad, ¿Q-qué me pasa?

Momoko se puso a llorar en silencio, Ikki puso su mano sobre su cabeza y la dejó apoyada en su hombro mientras trataba de infundirle valor.

- Tal vez sea un nuevo villano -dijo este-, el día que salieron todos los monstruos a las calles pude ver que eran miles, tal vez alguno desarrolló un poder nuevo capaz de infundirte este estado.

- T-tienes razón -dijo ella por fin calmándose, luego lo miró a los ojos, a esos ojos rojos tan similares a los suyos de color rosa-, hablaré con el profesor, si es alguien externo debería ser capaz de rastrear sus rayos Z negros.

- Así se habla -dijo este sonriendo, el alivio se apoderó de Momoko quien acto seguido se sonrojó y puso su cabeza contra el pecho de su amigo para que este no la viese.

- ¿Me puedo quedar un rato más en esta posición? S-solo por si acaso -dijo esta.

Ikki decidió ayudarla un poco y la abrazó contra su pecho, ambos estaban muy sonrojados pero la vergüenza evitó que se dieran cuenta de cuánto afectaba al otro encontrarse en aquella posición en ese preciso momento.