CAPÍTULO 2

Abrí lentamente los ojos. Había pasado una noche luego del día más loco que eh tenido en toda mi vida, y para confirmarlo, mi nuevo hocico estaba a la vista, recordándome mi aparente nueva vida.

No soy una persona, o ahora perro supongo, que sueñe, en general. Habían pasado años desde el último, un día antes de entrar formalmente a la universidad. No recordaba que había soñado, solo que lo había hecho.

Desde ayer, una parte de mí, esa parte que nunca tiene sueños sabía muy bien que no estaba soñando, ahora era un perro, y lo peor de todo, un cachorro de quizás siete u ocho años. Ese era realmente el problema, lo que más me preocupaba hasta ahora.

Afortunadamente, tuve mucha suerte con el primer contacto con los nativos de este nuevo mundo. Al principio desconfié de Brandy y posteriormente de su padre, Mort, pero el anciano fue de mucha ayuda.

En primer lugar, y eso viene de mi parte emocional, me recuerda mucho am mi propio abuelo, lo cual me hace sentir cómodo en su presencia. Parece algo decidido a preguntar por mis padres, lo cual no puedo culpar. La parte racional de mi mente estaba agradecida de terminar en su casa, era una fuente de información muy útil.

Anoche no me quejé de acostarme temprano, necesitaba procesar la información que recaudé de Mort. ¿Por dónde empezar?

En primer lugar, la familia Cattle tiene una trayectoria militar, justo como mi familia hasta la generación de mi abuelo. El propio Mort fue sargento en el Real Ejército Australiano, junto con su esposa, que en paz descanse, quien fue medica militar. Su hija Brandy siguió los pasos de su madre, siendo oficial médica.

Afortunadamente Mort no escatimó en abrirse un poco ante su invitado no invitado. Relevando que es veterano de la guerra de Vietnam, ni más ni menos. Junto con su esposa, de ahí es que se conocieron. No entró en detalles en esa parte.

Disfruté las historias, pero poco a poco había entrado un poco en shock, ¿Por qué, te estarás preguntando? Fue el hecho de que se mencionara el nombre de Australia, y después Vietnam.

No mentiré, me decepcionó un poco no estar en un mundo de fantasía. Luego me sentí aliviado de no estar en un mundo de fantasía, estaría muero en las primeras horas.

Ahora estaba completamente confundido. Deduje que estaba en un planeta de perros antropomórficos, un mundo con su propia historia que contar, en vez de eso, estaba en la Tierra, la Tierra de los perros. Quizás esperaba juegos de palabras con perros como Dogburg o Bone Town. Aparentemente no será el caso.

Regresando al asunto principal luego de esa desviación, ahora estaba seguro de que actualmente estaba en Australia, y lo único que sabía de Australia es que toda la fauna local intenta matarte.

Solté un ligero suspiro. No eh procesado toda mi situación, pero no es como si pudiese hacer algo al respecto. Esta es mi nueva realidad.

Todo este asunto me plantea otro problema, para variar, y es cómo tratar a los Cattle. No me malinterpreten, no lo decía en el mal sentido, han sido muy amables y, es precisamente por eso que tengo que alejarme de ellos, no quiero meterlos en problemas.

No tengo documentación de ningún tipo, ni familia a la cual acudir. Si la policía me atrapase aquí, probablemente pensarán que los Cattle me secuestraron ¿Exagerado? Quizás, pero siempre prepárate para lo peor, y espera lo mejor.

No quiero que ellos carguen con eso, no se lo merecen.

Sabiendo que estoy en un país del primer mundo, la idea de un orfanato, si bien suena tediosa, ahora no parece una mala opción. Solo tengo que fingir amnesia, ellos buscaran alguna pista de mí, y al no encontrar nada, quedará cómo uno de los grandes misterios del universo. Afortunadamente parece que logré engañar a los Cattle, así que aún creo que puedo lograrlo.

Teniendo un curso de acción algo más claro ahora, decido pararme de la cama, no sin antes tenderla. Me habían prestado un cuarto de invitados, aparentemente para niños. La habitación en cuestión tiene dos camas para niños, un cofre que no abrí, un armario y una ventana. Todo muy sencillo.

Se filtraban unos tenues rallos de sol por la ventana. No había un reloj en la habitación, por lo que no sabía la hora exacta, solo que era muy temprano. De repente un olor familiar llegó a mi nariz, huevos.

Intrigado, salí de la habitación, rumbo a la cocina. Mientras seguía el olor, mi nariz olfateó, moviéndose ligeramente arriba y abajo, como un perro.

Al llegar a la cocina vi a Mort en la estufa, él era el responsable del olor. Curiosamente entre más me acercaba, más olores identificaba. Pude oler aparte de los huevos mantequilla, café y algo de pan tostado.

"Veo que alguien se levantó temprano." Dijo Mort mientras giraba la cabeza para verme, pero sin descuidar la sartén.

"Siempre fui madrugador." Respondí con la voz algo dormida.

"Eso es bueno." Asintió el anciano.

"Perdón mis modales. Buenos días, Señor Cattle."

"Recuerda lo de anoche, nada de señor o señorita. Mort y Brandy está perfectamente bien."

"Hablando de Brandy, ¿dónde está?" Dije mientras me acercaba a Mort. No quería seguir abusando de su hospitalidad, pero olía muy bien.

"Afuera, salió a trotar y hacer ejercicio cómo cada mañana." Dijo con una sonrisa de orgullo. Se les notaba la milicia a los dos.

"Veo que no le gusta perder el tiempo." dije con una pequeña sonrisa. Cuando el abuelo vivía, me ensañaba todo tipo de cosas, desde útiles como a tocar el piano y baile de salón hasta pasadas de moda como la esgrima.

"Dime hijo, ¿Que te gustaría para desayunar?"

"Cualquier cosa está bien, no quiero abusar de su hospitalidad."

"Entiendo." Dijo, luego, su expresión cambio a pensativa. "Dime hijo, ¿eres alérgico al gluten, o algo que deba saber?"

"No señor, todo bien por mi parte." Respondí honestamente. No supe que era el gluten hasta que me mudé a Estados Unidos, y para ser honesto, sigo sin saberlo.

"Eso es bueno." Parecía algo aliviado de que no tuviera alergias. Me pregunto si Brandy será alérgica al gluten.

Me quedé cerca de Mort, esperando. Tenía que esperar el momento oportuno para separarme de mis salvadores, pero sin que se preocuparan.

Cuando Mort empezó a terminar, escuchamos la puerta principal abrirse.

"¡Papá, estoy en casa!" Gritó Brandy, llegando hasta la cocina.

Se veía como si hubiese corrido un maratón. Su pelaje en las zonas naranjas estaba algo brillante, cortesía del sudor que la empapaba. Su cara estaba algo roja y respiraba con algo de dificultad. Llevaba un brazalete deportivo para celulares en su brazo derecho.

"Oh, Weis, estas despierto." Dijo ella entre respiraciones.

"Soy madrugador."

"Eso es bueno, hay que aprovechar el día." Asentí en reconocimiento. "Sabes, si quieres puedes acompañarme en mi rutina diaria de ejercicio, ¿Qué opinas?" Por alguna razón tenía una gran sonrisa en su rostro.

Aceptar implicaría quedarme más tiempo del que planeaba, así que opté por una suabe sonrisa y el silencio. La sonrisa de Brandy desapareció mientras el silencio se prolongaba.

Al final, terminamos desayunando en silencio, Mort siempre tuvo una sonrisa mientras Brandy, si bien también tenía una, claramente era forzada.

Al terminar nuevamente me ofrecí a lavar los platos, no me gustaba la sensación de inutilidad. Fui rechazado. Mort recogió la mesa y fue al lavaplatos.

Brandy y yo nos quedamos en la mesa, algo incómodos uno con el otro.

"Weis, ¿Cómo amaneciste?" Ella preguntó, supongo que para romper el hielo.

"Bien Brandy," Ella sonrió al escucharla ser llamada por su nombre. "realmente agradezco la ayuda. No creo haber podido dormir en el bosque por mi cuenta."

"Acampar es divertido, las estrellas son muy bonitas por esta zona."

Reflexioné un poco de sus palabras. ¿Cuándo fue la última vez que vi estrellas? No lo recordaba, pero fue hace años, aparentemente.

"Hace años no veo las estrellas." Solté mis pensamientos en voz alta, rápidamente me tapé el hocico con mi mano.

"¿En serio? Acaso fue con tus padres o.…"

"No lo recuerdo." Solté algo agresivamente. Brandy no merecía ese trato, pero simplemente no podía entrar en detalles de mi situación. Si le decía, creería que estaba loco, terminaría en una clínica psiquiátrica en lugar de un orfanato.

Algunas cosas es mejor callar.

Las orejas de Brandy bajaron, si bien se veía adorable con las orejas caídas, eso me rompió el corazón. Siempre amé a los perros en casa.

"Brandy, lo lamento, es solo que no me siento cómodo hablando de ellos, no por ahora." Terminé con un suspiro de derrota. Si tenía 5 neuronas, entendería lo que acababa de decir.

A quien quiero engañar, no se actuar, no sobreviviría ni una semana en un orfanato, nunca toleré a los niños.

"Entonces si los recuerdas ¿Eh?" Fue Mort quien terminó atinado.

"...Si. Es complicado, por favor no pregunten por el asunto."

"Brandy, lleva a nuestro inviado a la ducha. Tú también toma una, apestas un poco."

"¡Papá!" Dijo Brandy más roja de lo que ya estaba.

"Podemos hablar del asunto luego de que nos calmemos un poco. Una buena ducha siempre ayuda." Quería objetar, pero lo pensé, disimuladamente olí mi pelaje y si bien no apestaba, tampoco olía a rosas. Un baño no haría daño, y me daría algo de tiempo para pensar que decir.

"Si, tienes razón." Brandy cedió, aún roja de la pena.

"Muchas gracias, y siento la molestia." También cedí. La hora de hablar de mi situación llegaría pronto, más rápido de lo que me gustaría, pero inevitable.

Mientras seguía a Brandy me preguntaba cómo abordar la situación. ¿Les decía la verdad increíble o una verdad a medias con la esperanza de que me dejara ir sin más?

Brandy me llevó a un baño, afortunadamente con ducha en vez de bañera. Lo cual agradecí, no sabía cómo la gente/perros soportaba bañarse en su propia mugre.

Las llaves de la ducha eran rojas y azules, indicando cuál era cual. Ahora caía en cuenta que no era daltónico como se supone eran los perros en casa, apoyando la idea de que éramos más humanos que perros.

Abrí la llave caliente y salió un chorro de agua fría, que gradualmente se calentó. La situación era refrescante y apreciada. Mojé todo mi cuerpo y por instinto busqué jabón, pero no encontré, en su lugar agarré el champú dentro de la ducha. Lo pensé por un momento, los humanos solo necesitábamos un poco para la cabeza, por ende, los perros necesitan mucho más para todo el cuerpo ¿Verdad?

Me equivoque, por bastante.

Me alejé del chorro de agua y empapé mi cuerpo en el champú, refregando todo mi cuerpo y haciendo espuma, más y más espumo salía de mí. Quizás demasiada. Regresé al agua y para mi sorpresa no se quitaba, en su lugar se hacía más espuma.

Entré en pánico. No podía abrir los ojos, me sentía muy pesado y estaba gastando agua. Decidí cerrar el agua para pensar, tenía un incidente de espumas en mis patas, y no sabía cómo solucionarlo.

"¡BRAAAANDY!" Grité a todo pulmón, algo de champú callo en mi boca, pero nada que hacer. Retiré el champú de mis ojos para ver la puerta.

Brandy entró lentamente al baño, tenía una toalla mojada enrollada en su cabeza, se veía mucho mejor. Se notaba que estaba en el ejército, no tardó nada en estar lista.

Me miró con los ojos muy abiertos.

"¡AHAHAHAHAHA!" hasta que empezó a reír, bastante más de lo que me gustaría. No solo estaba riendo, también estaba llorando y jadeando por aire. Aparentemente la escena frente a ella era buena comedia.

"¡Para de reírte y ayúdame!" Exigí. Creo que me sonrojé un poco de la vergüenza.

"Lo siento es solo que... AHAHAHA, no esperaba esto. Creí que sabias bañarte por tu cuenta HAHAHAHA."

Tardó unos minutos en estabilizarse y dejar de reír.

"Lo siento, simplemente no esperaba esto, Pareces bastante maduro para tu edad."

"Lamento decepcionarte Brandy. Ayuda, por favor."

Brandy se acercó y con su mano empezó a eliminar manualmente el exceso de espuma de mi cuerpo, aplicó algo de presión extra para sacar el champú de mi pelaje, casi como escurriendo un trapeador. Duró varios minutos y su expresión pasó de risa a asombro.

"¿Cuánto champú usaste Weis?, fue demasiado." Me pregunto con expresión de incredulidad, tenía una ceja levantada.

"El que creí justo." dije mientras suspiraba, esto era el día más vergonzoso de mi nueva vida, y eso que apenas era el segundo. "Creí que usar el proporcional a mi pelaje era lo mejor."

"Tus padres," Dijo antes de mimarme, como no la interrumpí continuó. "¿nunca te enseñaron a bañarte, o cuanto de esto usar?" Preguntó finalmente.

No sabía que responder. Lo habían hecho, para un humano, no perro, solo pensé en ganar algo de tiempo.

"Te lo diré más adelante." Terminé suspirando. Al diablo, les diré la verdad, como mucho pensarán que tengo una imaginación muy activa.

Brandy no dijo nada, en su lugar abrió la llave para que terminara. Le dije que podía irse, pero se negó, aparentemente había perdido el derecho de usar el baño por mi cuenta. Esto era muy vergonzoso, pero no pude encontrar una excusa para sacarla. Cuando terminé, me secó el pelaje con un secador algo más potente de lo usual.

Terminé con mi pelaje echo nudos y algo esponjado. No pude evitar reírme cuando me vi al espejo, y brandi me acompañó en mi risa. También me cepilló el pelaje para alisarlo, cosa que agradecí. La sensación fue agradable.

Antes de salir me miré al espejo, me veía algo brillante, pero no me molestaba.

Llegamos a la cocina donde Mort había terminado de lavar los platos.

"Se ven bien." Dijo con una sonrisa. "Y ya no apestan." Brandy puso los ojos en blanco, yo me limité a fingir algo de indignación exagerada. Mort se río un poco y luego su expresión se puso seria.

"Bien, pasemos al elefante en la habitación." dijo mientras me miraba. Suspiré, era hora de terminar todo esto. Cuando me moví rumbo a la mesa, Brandy me agarró la mano y me frenó, la miré confundido.

"De hecho papá, hablaré con Weis mientras le muestro los alrededores." Dijo con una voz firma y con convicción.

"¿Estas segura cariño? Puedo acompañarlos si gustan."

"Estoy segura, papá." Brandy giró sobre sus talones y prácticamente me arrastró fuera de la casa.

Era una hermosa mañana, hacia décadas que no estaba en el campo, casi me cubrí los ojos con mi mano para poder ver. No había nubes y el viento soplaba a una velocidad agradable.

Brandy no perdió el tiempo en admirar el paisaje como yo y siguió de largo. Nos dirigimos hacia la carretera de tierra, frente a la casa y giramos a la derecha. Noté algunas marcas de llantas de moto que iban en dirección a la casa de los Cattle y no pude evitar levantar una ceja, pero seguimos caminando.

No pasó mucho tiempo y no había nada digno de mención, no vi otras casas y, francamente no nos alejamos tanto, aún era visible la casa. Junto al camino había una curva que rodeaba un gran y frondoso árbol. El árbol daba sombra y fue justo a donde nos llevaba Brandy.

Brandy se sentó junto al gran árbol, seguí su ejemplo y me senté frente a ella. Nos quedamos mirándonos el uno al otro, en total silencio. Así fue por unos minutos.

"¿Debería empezar o...?"

"Vamos a jugar a las veinte preguntas Weis," me cortó en seco, y su voz era autoritaria, no era una pregunta, era lo que iba a pasar. "empezaras tu y a partir de ahora no habrá mentiras. ¿Claro?" Me miró con ojos duros y serios, propios de un militar, o incluso del abuelo. Tragué saliva.

"Como el cristal." Brandy asintió sin apartar la vista.

"Empieza." dijo ella, pero no sabía qué preguntar. ¿Eran preguntas personales, de carrera o de la familia? Como no respondí y como si pudiese leer mentes, continuó. "Puedes preguntar lo que sea."

"¿Te arrepientes de la carrera que elegiste?" Terminé preguntando. Tenía algo de curiosidad de saber sobre Brandy, tiene una buena relación con su padre, pero parecía estar sola, me recordaba un poco a mí, antes de despertar en este mundo. Mi pregunta debió cogerla con la guardia baja, porque su expresión cambió a confundida, solo por unos segundos antes de regresar a la cara de seria.

"Ni por un segundo, estoy orgullosa de seguir los pasos de mi madre, y eh salvado vidas. Eso es suficiente para mí."

"Entiendo." Bastante diferente mi caso, yo si me arrepentía de mi decisión de estudios superiores.

"Mi turno," Me quedé expectante, había llegado el momento que tanto temía, estaba temblando un poco, y pude sentí mi cola moverse lentamente, delatando mi estado de ánimo. "¿Cuál es tu color favorito?"

"… ¿Disculpe?" Me quedé atónito, por la pregunta. Mi cuerpo se congeló, sin poder procesar la pregunta.

"¿Cuál es tu color favorito?" Ella insistió. No llevaba una sonrisa juguetona, oh no, seguía con su cara de seriedad.

"...Morado." Respondí. Brandy asintió en respuesta. Eso fue todo.

"Tu turno." No podía creerlo, ¿A qué estará jugando? En vez de relajarme me puse en guardia, dejé de temblar y opté por poner cara de póker, sin dejar filtrar mis emociones a la vista, justo como el abuelo y papá me habían enseñado.

"¿Práctica o practicó algún deporte?" Decidí seguirle el juego preguntando algo más simple.

"Si. Tanto mamá como papá me enseñaron karate y boxeo. También me enseñaron esos dos en la escuela de oficiales."

"Interesante." Sabía que era atlética, pero ahora sé que es peligrosa. Nota mental, no hacerla enojar. "Su turno." Le dije con seriedad.

"¿Extrañas a tus padres?" Cabrona, finalmente salió el asunto.

"Por supuesto que los extraño. Los amo con todo mi corazón." Le dije sin rodeos, y disparé mi siguiente pregunta. "¿Tiene más familia aparte de Mort?".

A juzgar por su cambio de expresión a un ceño fruncido, parece que toqué un nervio.

"Si, tengo una hermana menor. ¿Prácticas o practicaste algún deporte?" Para sorpresa de nadie, Brandy tenía una hermana, y aparentemente estaba pasando por un drama familiar. Por si eso no fuera poco, me regresó la misma pregunta que le hice.

"Mi abuelo me enseñó esgrima, específicamente el estilo Langschwert. También, si cuenta como deporte, el baile de salón." Le dije, y ella abrió los ojos como plato. Supongo que no esperaba esa respuesta.

"Wow, no te ofendas chico, pero no pareces tener los músculos de alguien que practique esgrima." Me divirtió un poco su respuesta, en mi vida pasada no era precisamente Míster músculo, pero tampoco estaba fuera de forma.

"No, ya no."

"... ¿Qué significa eso?"

"Significa que, en el cuerpo que posero ahora mismo, no tengo los músculos de antes." Dije con cara seria.

"¿Podrías ser más...?"

"Los siento, pero es mi turno de preguntar." la corté. "¿Cómo es su relación con su hermana?" Fui con todo en esta pregunta, algo me dice que las cosas se iban a poner intensas para mí, bien podría hacer lo mismo por Brandy.

"... Distante." Solo dijo eso, y no presioné más. "¿Cómo es tu relación con tus padres?

"Antes de despertar junto al lago, bastante bien. Ahora diría que es distante... muy distante."

Compartimos un concurso de miradas por unos minutos, Brandy fruncia el ceño mientras yo no dejaba ver mis emociones. Era mi turno de preguntar, pero no sabía que, hasta que se me prendió el foco.

"¿Tiene un esposo o hijo?" Su reacción fue todo un espectáculo, su expresión pasó a una de dolor y melancolía, mientras apretaba ambos puños y temblaba. Nuestros papeles se habían invertido. "Lamento si pregunté algo sensible."

"No tengo esposo... ni hijo." Dijo la palabra hijo con mucho dolor, quizás los había perdido en un accidente no hace mucho tiempo. Como sea, el asunto murió ahí, decidí no preguntar por su familia otra vez.

"Weis, ¿Quién eres?" Por fin preguntó.

"...Sabes, podría evadir la pregunta pidiendo que especificaras que significa "ser", pero nos ahorraré la tediosa conversación filosófica," Dije, preparándome mentalmente para proseguir. "Lo que voy a decirte es la verdad, y nada más que la verdad, puedes creerme o pensar que son las exageraciones de la imaginación un niño. Respuesta corta, soy un adulto en el cuerpo de un niño, me desperté con este cuerpo junto al lago ayer y, te ahorraré la siguiente pregunta, no tengo idea de que me pasó."

En una nota positiva, Brandy dejo te temblar y apretar los puños, solo me miraba, confundido, incluso levantando una ceja.

"Estas mintiendo." Fue su sólida respuesta, una que esperaba.

"Ya intenté mentirles, y solo pude engañarlos por un día. La actuación no es mi punto fuerte." Borré mi cara de póker, la reemplacé por una suave sonrisa. Por fin lo había dicho, dependía de ella creerme o no.

"Siento reventar tu burbuja Weis, pero papá te descubrió en seguida. Nunca lo engañaste."

"¡QUÉ!" No podía creerlo, juraba que los había engañado a ambos.

"Tienes razón en que mentir no es tu fuerte, pero no puedo creer lo del adulto en el cuerpo de un niño."

"Bueno, no te culpo, yo tampoco lo creería." Era inútil tratar de convencerla, más no podía hacer.

"Bueno, ciertamente eres raro, no pareces un niño normal, pero no soy el mejor juez, no conozco bien a ningún niño."

"Es entendible."

"Pero si fueras un adulto, habrías sabido como usar el champú."

"Ahí me tienes completamente jeje. Lo del adulto en el cuerpo de niño es una verdad a medias. Hay otras circunstancias que son incluso más increíbles."

"Hablas como un adulto, pero... ¡Un momento!, ahora que lo pienso, ayer cuando atravesamos el bosque te movías muy extraño, pero fuiste mejorando gradualmente. Pensé que era porque tenías dormido el cuerpo."

"Nuevo cuerpo, nuevo centro de gravedad." Me encogí de hombros.

"Esto... es imposible, no tiene sentido."

"Como dije, es la verdad, es tu decisión si creerme o no."

"Pero ¿cómo?, no puedes simplemente acostarte y despertar como un niño, ¿O sí?"

Desafortunadamente para ella, era posible, pero no exactamente como ella lo pensaba. A finde cuentas, recuerdo lo último que escuché.

¡BANG!

Recordarlo me hizo estremecer y pensar en lo que había estado tratando de evitar. El hecho de que perdí mi vida y mi familia. Recuerdos de mi familia inundaron mi mente. El dolor me invadió la cabeza igual que ayer cuando desperté. No pude evitar gritar de dolor y agarrarme la cabeza mientras rodaba por el pasto algo seco.

Igual que ayer, el dolor desapareció en seguida, pero seguía rodando sin parar, la presa se rompió y mis sentimientos me invadieron. Tristeza, melancolía e ira por igual.

Para mi sorpresa Brandy había corrido a por mí y me sujetó, para luego abrazarme cálidamente. El dolor mental había desaparecido por completo, pero las emociones aún fluían en mi mente, solo podía llorar.

"No es justo, sniff, la vida no es justa." dije casi susurrando y, para mi sorpresa, Brandy en vez de consolarme solo me dio la razón.

"Lo sé, la vida no es justa." Su abrazó se apretó. Me dolía un poco, pero al mismo tiempo lo sentí reconfortante.

"Perdí mi vida, sniff, perdí mi familia, perdí..." La palabra no salió de mi boca, se me hizo un nudo en la garganta. "...perdí..."

Eso fue todo, me quedé sin fuerzas, sentí como mi cuerpo cedía, como su fuera una marioneta a la que le cortan los hilos. De no ser por brandy, habría caído al suelo muerto.

"¿Qué pasó?" Brandy preguntó aun teniéndome contra su pecho. No podía ver su cara, pero escuchaba su corazón. El de ella también estaba acelerado.

Tomé un poco de aire, templando y tartamudeando.

"Yo salí de, sniff, una tienda departamental. Había comprado un regalo, uno grande. Iba a viajar a casa para ver a mis padres, sniff, cuando..." Brandy no se movía, solo escuchaba su corazón y el viento. "... cuando un hijo de puta sin escrúpulos me disparó por la espalda." Ahora estaba enojado, fue tan injusto no poder hacer nada.

Si Brandy se sorprendió de oírme jurar, se lo guardó, no dijo nada, solo se quedó apretando el abrazo.

"No es justo," apreté los puños, haciéndome algo de daño. "el bastardo me disparó por la espalda, sniff, justo después de comprar el regalo para mi hermanita no nata."

"¡QUÉ?" Brandy me separó con fuerza de su pecho e hizo contacto visual conmigo, no lo había notado, pero también estaba llorando. Había dejado lágrimas y algo de mocos en su pecho.

Puse una sonrisa de lastima.

"Si, mis padres me dijeron que iba a ser hermano, me alegré tanto que en el acto salí a comprar un peluche de oso gigante. En cuanto salí de la tiendo, me asesinaron." dejé de mirar a Brandy y miré al árbol. "¿Qué clase de hermano mayor abandona a su hermana?" dije sin pensarlo mucho.

Así me sentía, fui obligado a abandonarlo todo. ¿Y lo peor? No terminó ahí. Me desperté en este mundo de perros para recordarlos, recordar lo injusto que era el mundo.

"Weis, no fue tu culpa, ni siquiera fue tu elección."

"No, sé que no lo fue, pero, aun así..." respiré lo más hondo que pude para calmarme. Miré fijamente a los ojos de Brandy y le sonreí. "Tienes suerte de aún tener una familia."

...

Como si el mundo hubiese perdido el sonido dejé de escuchar. El ambiente estaba en silencio absoluto.

"Soy estéril, Weis." Ella simplemente lo dijo y me quedé sin palabras, un nudo se hizo en mi estómago. "No puedo tener mi propia familia."

No estaba de acuerdo con eso, tenía a Mort y su hermana, quería abrir la boca y decírselo, pero no pude. No salía nada.

"Mi padre y hermana no cuentan, sabes que me refiero a crear mi propio hogar. Amo a papá, no te confundas, pero él no pude llenar el vacío que siento desde que supe que era estéril."

"Brandy, lo siento tanto." Solo pude disculparme. No sabía que más decir. Yo perdí una familia, pero ella ni siquiera tuvo la oportunidad de crear una propia.

Pasamos los siguientes minutos recomponiéndonos. Respiramos y nos calmamos. No creo que ninguno de los dos estuviese calmado realmente, pero la vida sigue.

"y ¿Qué vas a hacer ahora?" Me preguntó Brandy.

"¿Me crees que soy un adulto en el cuerpo de un niño?" Le contra pregunté.

"Un poco, sí. Sigue siendo difícil creerlo del todo, pero por como actúas tiene sentido."

"Ya veo."

"Entonces, ¿que sigue en tu vida ahora?" Ella preguntó algo expectante.

"Esta mañana, agradeciendo que terminé en un país del primer mundo, decidí ir a un orfanato, creo que es lo mejor y más seguro." Le dije con la esperanza de que me ayudara con indicaciones. Por obvias razones no podía pedirle ni a Brandy ni a Mort que me llevasen.

"Weis, sé que puede parecer repentino, pero ¿por qué no te quedas a vivir aquí? Estoy al tanto de tu situación y a papá no le importará si se lo explicamos correctamente." Brandy tenía una gran sonrisa, pero...

"Gracias Brandy," dije igualmente con una sonrisa. La sonrisa de Brandy solo incrementó. "pero debo rechazar tu oferta."

Y eso fue todo. Brandy no podía creer lo que escuchaba. Su propuesta era sólida y la apreciaba, apreciaba que Brandy fuera buena persona, justo porque la tenía estima, era que no podía aceptar.

"¿Por qué?"

"Soy un adulto Brandy, no puedo actuar y no pensar en las consecuencias. En primer lugar, si me atrapan sin documentación y terminan investigándote, la policía creerá que me secuestraste, te aseguro que por mucho que busquen en otros países, no encontrarán registro de mi existencia; y, en segundo lugar, ahora que sé que eres estéril, ciento que me estaría aprovechando de ti, engañándote."

"Weis, te aseguro que ese no es el caso."

"Lo sé, pero es así como me siento."

Me puse de pie y caminé hacia Brandy. Me arrodille frente a ella, que seguía sentada en el seco pasto, y con suavidad agarre una de sus manos y la lleve a mi frente. Según mi abuelo, este era el máximo signo de agradeciendo entre la nobleza del viejo imperio.

"Brandy, te agradezco de todo corazón lo que hiciste por mí, lo digo enserio. Si fuese otra época más simple, aceptaría tu invitación sin pensarlo, pero no podría vivir sabiendo que les causaría problemas a ti o a Mort. Vivir con la constante sensación de ser perseguido. Simplemente no es la vida que quiero."

Le dediqué una cálida sonrisa, tenía los ojos aguados, al igual que ella.

"Sniff, entiendo." Eso fue lo único que dijo.

Nos pusimos de pie, nos arreglamos el pelaje un poco y seguimos a la casa de los Cattle. Brandy se ofreció a buscarme la dirección del orfanato local, cosa que acepté y le agradecí. Ella solo sonrió de regreso.

El regreso fue en total silencio, no nos tomamos de la mano y corrimos. Fue lento. Durante el transcurso del corto viaje, me preguntaba si había hecho lo correcto. La propuesta de Brandy era justo lo que necesitaba, pero lo que le dije, lo dije desde el fondo de mi corazón. No soy de los que actúan sin pensar.

Prepárate para lo peor, y espera lo mejor.