Capítulo XXI
Los Luthor y los FitzGerald subieron al avión. Conner se durmió –luego de revisar de todo a todo el vehículo–, Lex lo llevó a la cama de la habitación con la que contaba el avión y decidió descalzarse y subirse con él, para revisar algunos pendientes en lo que velaba su sueño.
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Un día después de la exclusiva que Tess le proporcionó, Clark vio llegar a sus padres a la granja. Se saludaron y entraron en la casa para ponerse al día con las novedades.
–¿Entonces estarás presente en la inauguración también, hijo?
–Si papá, Tess me dijo que fuera.
–Ella parece una mujer muy profesional y segura de lo que hace.–opinó Martha mirando significativamente a Clark.
–Lo es, por eso Lex confió en ella para dirigir la sede de LexCorp en Metrópolis.
–Y es muy bonita.–insistió Martha.
–Supongo que lo es, es pelirroja, eso es raro.
–¡¿Por qué?!–Martha pareció asombrada
–Bueno es que tengo entendido que la que era pelirroja era la madre de Lex, por eso... bueno...
Jonathan al comprender a su hijo, se carcajeó.–Ya entiendo y tienes razón hijo, afortunadamente tu madre me amó desde que me conoció y nunca se acercó a Lionel.
Martha se enfurruñó, pero un abrazo de su esposo la calmó.
–Me interesa mucho que este proyecto funcione y sea duradero. Sé que Lex necesitara ganancias y cuento con que sean buenas para que siga ofreciendo trasplantes gratis a algunas personas.–opinó Jonathan.
Clark y Martha estuvieron de acuerdo.
–La verdad, a mí me gustaría que Lex regresará a Metrópolis.
Dijo Clark, esperando la opinión de sus padres.
–Dijiste que ya no eran amigos.
–Si papá. Pero… eso no evita que lo extrañe y lo peor es que tuvo que desaparecer para que me diera cuenta o que lo aceptara.
Jonathan miró a su hijo y palmeó su brazo.
–Tal vez no sea tan tarde, puedes disculparte y esperar que él te perdone.
–Pedir perdón…Es cierto, no le pedí ninguna disculpa y dejé que siguiera pensando que soy el mismo chiquillo que deja que los demás dirijan su vida.
–Por mi parte también quiero disculparme con él, espero que no sea tarde o que me tome como un oportunista.
Aseguró Jonathan. Los dos hombres Kent se miraron, preguntándose ¿Si pedir disculpas sería suficiente?
Por su parte, Martha tenía una duda clavada en los pensamientos ¿Qué quiso decirles Lex, aquella vez?
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Luego de varias horas, –aunque no las que hacían otros aviones– Lex, Conner y sus compañeros de viaje, arribaron a Metrópolis. Lex llevaba a su hijo cargando para bajar la escalera, pero en cuanto tocaron el suelo, Conner pidió ser bajado, después de todo ya era un niño grande de siete años. Luego de que Conner estuviera corriendo por la pista un rato, el grupo reinició su camino rumbo al ático de Lex en Metrópolis. Al llegar, los de seguridad de la familia hicieron todo para que Conner no fuera visto, ayudados por los sistemas de seguridad que Jor-el manejaba.
En el ático y con los FitzGerald descansando luego del largo viaje, Lex y Conner conversaron en la sala.
–Te llevaré a Smallville, para ver la cuevas Kawashi.
–¿Cuevas Kawashi?
–Si, en ellas hay muchas cosas escritas en Kryptoniano.
–Oh, el idioma del abuelo Jor-el.
–Y el tuyo... por herencia.
Conner sonrió. El timbre sonó y uno de los sirvientes fue a abrir.
–¡Viajeros!
Exclamó Allenmeyer y Conner al escucharlo, corrió a recibirlo:
–¡Tío Duncan!
Duncan lo alzó en brazos y entró a la sala de ese modo, Lex lo recibió con una sonrisa.
–Allenmeyer, te ves muy feliz, y yo que creí que extrañarías a las hermosas escocesas. Tus palabras no las mías.
–Oye, aquí en Metrópolis también hay mujeres hermosas.
–Mientras no sean Luthor.
–Oye Lex, soy yo el que maneja la mente de los demás, pero tú la lees.
–No, simplemente hice una apuesta y al parecer le atiné.
Duncan no dijo nada y Lex supo que no estaba tan errado, solo esperaba que su amigo no saliera herido.
–¿Tess y Olliver...?
–No, solo fueron socios de negocios.
–Si ella te lo dijo no lo dudes, los Luthor podemos ser unos descarados, pero no mentimos en cuanto a nuestro amores.
–Lo sé, solo hay que ver a este monstruo.
Bromeó Duncan y le hizo cosquillas a Conner y si bien era difícil que el niño sintiera eso, le divertían las caras graciosas que el abogado hacía. Luego de calmarse. Lex los guió al techo del ático donde el gran jardín llamó la atención de Conner casi tanto como la gran vista aérea del lugar, la orilla estaba bardeado con vidrio reforzado y a una altura que Conner no alcanzaría, más Lex no escatimó en seguridad y colocó una cornisa a cierta altura debajo, confiaba en su hijo, pero seguía siendo un niño y todavía no manejaba bien el vuelo. Duncan y Lex se sentaron en el juego de Jardín y se sirvieron una copa.
–En este lugar, disfrutar de la puesta del sol, es impresionante.
–Si, me agrada vivir en St. Andrews, pero extraño estas alturas.
–Entiendo, no creas, estos días viviendo en Metrópolis me trajo algunos recuerdos. No todos buenos, pero al fin y al cabo, recuerdos.
–¿Te has encontrado con Queen?
–No, he escuchado de él l manejaba, ar la escalal cabo recuerdos. s. sionante. l niño sintiera eso, el divertherido. r-el manejaba, ar la escal, pero nada más.
–Es extraño que no haya hecho nada.
–Lo pensé, porque eso de que lo dejáramos fuera de la compra de LuthorCorp, no es algo que dejaría pasar fácilmente.
–Exacto.
–Ha hecho algunas acusaciones, pero Tess y aunque no lo creas Kent, lo han detenido.
–¿Acusaciones?
–Con la ayuda de su novia...
Allenmeyer le relató lo que supieron de las noticias y al terminar, Lex aseguró.–Yo le di la exclusiva a Clark.
–Si, no fue difícil atar cabos y Tess lo hizo, antes de que yo llegara.
–Ya veo. En todo caso, no creo que el desquite de Queen solo se reduzca a decir mentiras de LexCorp.
–Cierto, ese tipo es un mal perdedor. Por eso la seguridad en LexCorp ha sido triplicada y con tu gente de Escocia será mejor.
–Además Jor-El también esta manejando algunos dispositivos.
–Esa IA parece si sentir y ama a su nieto ¿no?
–Algo de eso.
–En fin. vine a verlos, porque quiero ir con ustedes desde aquí a la inauguración.
–¿Y eso? ¿No irás con Tess?
–Nah, esa mujer es muy exigente e incluso estará mucho antes de la hora programada.
Lex vio entre la mentira de su amigo y sonrió.
–Ya puedes manejar totalmente tu poder, verdad.
–… No vamos a escatimar en precauciones y lo sabes.
–Se los agradezco, pero dudo que alguien intente algo con el Gobernador presente.
Duncan se encogió de hombros, sus cercanos sabían sobre Conner y sus poderes, sin embargo, eso nunca los hizo más confiados.
El ocaso llegaba cuando decidieron entrar a cenar, debían descansar para estar listos al día siguiente y Lex sabía que su hijo era dormilón por naturaleza o sea que levantarse temprano era una tortura para él.
…
Era un nuevo día y en la granja de los Kent ya se estaban alistando para salir. Clark se marchó antes para pasar al Planeta y verse con Jimmy para que se fueran a LexCorp juntos, debían estar antes y evitar que otros medios se enteraran. No evitarían que fueran, pero sería hasta que el listón fuera cortado. Pues según sus informes, se convocó a una rueda de prensa para todos los medios después de la inauguración.
Clark parecía de un eterno buen humor y su compañero no se quedó con la duda y preguntó:
–¿Te alegra tener otra exclusiva?
–Supongo que si, pero me alegra más ver triunfar a un viejo amigo.
–¿Hablas de Lex Luthor?
–Si.
Olsen vio con curiosidad a Clark y este sonrió de nuevo.
–También creí en todas esas mentiras que se dijeron de él. Lex no es un santo, pero tampoco es un demonio.
–Si tú lo dices, te creo.
Luego de eso, el par de reporteros salieron rumbo a su destino.
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Desde antes del amanecer, Tess ya estaba lista y en cuanto despuntó el alba, se dirigió al edificio de LexCorp Metrópolis. Para su sorpresa, no fue la única que ya estaba laborando para esa ocasión, más que especial. El Doctor Reay y su equipo, ya se encontraban con batas puestas y tabletas con todos los datos actualizados, por si había preguntas de los políticos invitados o los reporteros. Tess saludó a ese Duncan y se dispuso a revisar, nuevamente todo.
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Los FitzGerald y Conner estaban desayunando en lo que Lex y Allenmeyer tenían una conversación con la gente en St. Andrews. Cuando Lex y Duncan se unieron al desayuno, se tomaron su tiempo riendo y conversando, luego se arreglaron para salir. Lex y Duncan iban en una limusina y Conner con los FitzGerald en otra, para evitar de ese modo que Conner fuera molestado antes de que ser presentado.
…
Clark y Jimmy llegaron al edificio y fueron llevados a la entrada del laboratorio. Ahí se encontraba Tess y Duncan Reay. Clark saludó a la mujer.
–Señorita Mercer.
–Buenos días Clark, señor Olsen. Les presento a Duncan Reay el jefe de la rama de clonación de LexCorp Metrópolis.
Jimmy no tardó en preguntar si podía fotografiarlos y ambos aceptaron. Clark hizo algunas preguntas sobre el proyecto New life y fueron respondidas sencillamente, pues los detalles se darían a conocer en la inauguración. Los invitados fueron llegando y entre ellos Jonathan y Martha acompañados de su equipo de seguridad.
Tess se acercó a los Kent. Clark y Jimmy aprovecharon para tomar fotos. Tess guió a los invitados a la recepción y ahí frente a unas grandes puertas de vidrio se encontraba un listón rojo. A Jonathan le entregaron unas tijeras doradas y la gente se colocó como público espectador, Clark volteó hacía todos lados buscando a Lex. Tess señaló el listón y Jonathan sonrió.
–Como Gobernador de Kansas estoy muy agradecido de ser el que inaugure este proyecto que le dará a mucha gente la oportunidad de vivir.
Se escucharon aplausos y en ese momento Lex se presentó.
–Gobernador Kent, para LexCorp es un deber hacer todo lo posible porque haya gente que sea beneficiada por los avances médicos que tenemos.
Olsen no dejó de fotografiar hasta que el listón fue cortado por Jonathan y este mismo tomó la iniciativa de ofrecer su mano a Lex. El Luthor la agarro y hubo más fotografías. Clark sin dejar de sonreír, preguntó.
–¿Señor Luthor, Gobernador esto significa que LexCorp y el Gobierno de Kansas están dispuestos a unir fuerzas para hacer que los beneficios del proyecto New life alcance a la gente sin recursos?
Lex sonrió y llamó a Duncan Reay.
–Excelente pregunta, y para eso le cedo la palabra a nuestro líder del equipo médico, Doctor Reay.
El aludido se acercó al frente.
–Antes de que les mostremos las instalaciones, y referente a su pregunta señor Kent, le informo que ya hay una lista de personas de bajos recursos que serán de las primeras en recibir un trasplante sin costo alguno.
Ante ese anuncio del Doctor Reay, se escucharon muchos aplausos entre los invitados. Luego de las ovaciones, Lex hizo el gesto de bienvenida a Jonathan y ambos entraron al lugar, seguidos de los demás.
Las instalaciones eran modernas y se notaban en pleno funcionamiento, las explicaciones del equipo médico no se hicieron esperar y Lex al igual que Tess se quedaron discretamente en segundo plano, permitiendo que los investigadores hablaran libremente, obviamente no dirían cosas altamente secretas. Clark anotaba todo y Lex lo vio de reojo, iba a bastante velocidad, pero afortunadamente nadie lo notó. El recorrido llegó a su final y hubo un refrigerio para los invitados. En ese momento Lex dejó la sala para reunirse con su hijo y con los FitzGerald para almorzar con ellos.
Conner en cuanto lo vio, corrió hacia él y lo llevó a la mesa.
–Mira Papi, me prepararon hamburguesa.
–Si, cariño, ya lo veo.
Lex hizo un gesto de dolor, al pensar en la ropa de su hijo llena de condimentos.
–Traemos otra muda.
Calmó Connie a Lex, y no es que fuera tan intransigente como su padre, pues por él que Conner se ensuciara como deseara, pero esa fecha era muy importante.
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Clark y Jimmy comieron opíparamente , sin embargo, Clark buscó con la mirada a Lex y al no hallarlo decidió usar su vista de rayos X, para su sorpresa, casi todo el lugar estaba forrado de plomo, Clark frunció el ceño, pues ese detalle de su poder, no era de todos conocido.
–Ahorita regreso.
–Bien.
Dejó a Jimmy y fue con sus padres, al verlo acercarse, Jonathan se alejó de las personas con las que hablaba y fue hacia él.
–¿Qué sucede?
–Este edificio tiene casi todas las paredes revestidas de plomo.
Jonathan miró a su hijo, y luego de un momento sonrió.
–No saques conclusiones apresuradas, puede ser porque este lugar es muy importante y necesita mucha seguridad.
–…Puede ser.
Jonathan palmeó el brazo de Clark, tratando de calmar las inseguridades de este.
La comida terminó y Lex se reunió con sus invitados. Jonathan caminó hasta él, Martha se encargó de que los demás los dejarán a solas. Lex tomó una botella de agua y la abrió. El mayor miró al Luthor…
–No nos hemos visto en muchos tiempo.
–Y eso debe ser perfecto para usted, señor Kent.
–Ha sido el tiempo o que por fin saqué la cabeza fuera de la arena, pero te debo una gran disculpa por todo lo sucedido en el pasado.
–Sigo siendo un Luthor, señor Kent. Eso no cambiará con el tiempo.
–Lo que cambia o desaparece son los prejuicios. Los míos eran los de un granjero que fue engañado por alguien de tu familia, no es justificación y no debí cargarte los pecados de tu padre y no solo eso, no debí heredar mis prejuicios a mi hijo.
–Si está haciendo esto para asegurar que este proyecto ayude a la gente, créame no es necesario, con su disculpa o sin ella, New Life seguirá una agenda para esas personas.
Jonathan suspiró.–Sé que es difícil para ti creer en la sinceridad de mi disculpa y de mi cambio de opinión, espero poder demostrarte que mi actitud es cierta.
Lex vio a Jonathan, al hombre que cuando vivió en Smallville, admiró y que secretamente deseó que en esa época lo viera como a un hijo, más en ese instante no sintió más que satisfacción de ser reconocido como un exitoso hombre de negocios. Hizo un asentimiento hacia Jonathan y eso fue todo.
Lex se giró y caminó con dirección a la sala de conferencias, le hizo una seña a Tess y ella al verlo, anunció:
–Será la conferencia con todos los medios, si desean acompañarnos o pueden esperar en la sala de invitados.
Algunos de los invitados dudaron, más al ver que Jonathan siguió a los Luthor a la conferencia, lo imitaron.
Clark envió a Jimmy Olsen a dejar el material y él se adelantó para la conferencia y así tener buen lugar junto a los otros medios.
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Conner tarareaba en lo que su abuela le ayudaba a cambiarse. Al terminar, Duncan lo llamó para llevarlo al pasillo detrás de la sala de conferencias.
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Lex subió al podio y se colocó frente a los micrófonos.
–Bienvenidos a todos, es un gusto haber regresado a Metrópolis, pero lo es más tener una sede de LexCorp aquí.–Hubo algunas preguntas sobre LexCorp y sus proyectos, pero Lex dio poca información y siguió con su discurso.–Parte del motivo por el que estoy aquí es LexCorp, sin embargo, lo más importante para visitar Metrópolis, fue para presentar en mi ciudad natal al motivo de todo mi trabajo y la persona más importante en mi vida.–Duncan hizo pasar a Conner, quien caminó hacia su papá, sin dejar de sonreír.– A mi hijo y heredero…Conner Julián Luthor FitzGerald.
Los flashes de las cámaras comenzaron a brillar, mientras Lex cargaba a su hijo que saludaba con su manita.
En tanto los tres Kent, veían sin parpadear a una pequeña copia casi exacta de Clark, de piel blanca y los hermosos ojos verdes característicos de los Luthor.
…
