Capítulo XXVII
Desde que se dio a conocer sobre el disturbio, Jonathan intentó comunicarse con Clark, más no lo consiguió. Estaba a punto de salir hacia el lugar, cuando Clark regresó la llamada.
–Hola papá.
–¡Clark, por fin contestaste! ¡¿Sabes que sucedió?! ¡¿Ellos están bien?!
Del otro lado de la línea, se escuchó un gruñido de parte del Kryptoniano.
–Están bien, pero pudo no ser así y todo por culpa de Olliver, pero ya te contaré con más detalle. Voy a buscar respuestas.
–Clark, hijo, no hagas nada que puedas lamentar.
–Esta vez no puedo prometerte nada, papá.
Jonathan escuchó el sonido del corte de la llamada y suspiró. Dirigió la vista hacia Martha, que se encontraba en la oficina también, y negó.
–Lex y Conner están bien, Pero Clark sigue muy molesto.
La mujer entrelazó las manos.–No es para menos, ¿Qué pretendían atacándolos?
–Si no supiera que se hacen llamar y actúan como superhéroes, diría que deseaban provocar a Clark.
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En cuanto dejaron a Bruce al cuidado de Alfred, ellos regresaron al pent-house. Y es que Tess y Duncan estaban histéricos buscándolos, ya que Lex les prohibió ir al lugar. Lex se comunicó con ellos y les pidió que manejaran todo el asunto de los medios de comunicación. Y Duncan que alistara una demanda en contra de ese grupo de tipos, utilizando las imágenes que tenían los drones, que eran las únicas que existían del suceso, porque estos mismo destruyeron cualquier otro sistema de grabación, al mismo tiempo que crearon una interferencia para celulares y otros dispositivos.
Por atreverse a atacarlos Queen y sus amigos perderían todo, de eso se encargaría él.
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El auto lo dejó en el Planeta y subió para ver si alguien notó su ausencia, sin embargo, vió que no fue así, pues el lugar estaba en caos total. Todos corrían de un lado a otro, con archivos o celulares en el oído. La voz de Tess se escuchaba en la oficina de Perry y Clark decidió ir a ver, Antes de dirigirse al departamento de Chloe.
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En Isis, Lana rió divertida. No estaba enojada, a pesar de que no obtuvo ninguna imagen decente de lo sucedido en el restaurante. Siguió riendo y es que la estupidez que hizo Olliver y su grupito, no era para menos. Solo a esos tontos arrogantes se les hubiera ocurrido atacar a Lex y al hijo de este.
Lana siguió viendo las noticias, preguntándose ¿que hacer? Obviamente tenía que estar del lado de quien le daba recursos económicos, pero ¿Cuánto pagaría Queen para evitar que los Luthor supieran aquel secreto? Aunque con Queen metido en todo ese lío, ya no parecía tan útil.
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Los justicieros que quedaron fuera de combate, tuvieron que ser auxiliados por la gente de Olliver que pudieron llegar antes que las autoridades y servicios médicos. En su sede y con ayuda de Canario Negro y Chloe, fueron atendidos. Con los recursos de Queen, que no eran pocos, sobre todo los mecánicos y científicos, que requería Cyborg.
Olliver se encontraba descansando en una camilla, pero la rubia no sintió ninguna lástima por su estado y lo increpó.
–¡¿Por qué demonios hiciste eso, Olliver?!
–…
Chloe colocó los brazos en jarras y gruñó.
–Si deseabas que Clark se alejé totalmente de nosotros, lo has logrado y no solo eso. Lex nos destruirá y lo sabes.
–Hablaré con Clark. Puede pelear por la custodia de su hijo con mi ayuda.
–Oh mira, conseguiste comprobar que es su hijo, que gran paso.
–No lo entiendes Chloe. Es su hijo biológico y él lo sabe. No debemos dejar a ese niño creciendo con Lex. Podemos colocarlo con Clark.
–Déjalo ya, Olliver. No sabes nada del niño y la relación que tiene con Lex o lo sabes perfectamente y estás obsesionado con quitárselo.
–¿Y no crees que es lo mejor? ¿Imagínate a un ser tan poderoso como Clark, siendo criado por un Luthor?
La rubia titubeó un minuto, pero apretó los labios y se retiró, si no se iba, temía que Olliver la convenciera de sus locuras.
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Tess estaba parada frente al ventanal de la oficina. Su furioso taconeo demostraban su humor. Clark entró y saludó:
–Hola Tess.
La pelirroja se giró y asintió en su dirección.
–Clark, me hubiera gustado dejarte lo de esta noticia a ti, pero quiero que cubras lo de la búsqueda de esos tipos llamados Justicieros. La denuncia ya se hizo y tienen orden de captura.
–Me alegra que los hayan denunciado.–admitió el moreno.
–Así es Clark. No pueden esconderse detrás de esa captura que hicieron. El grupo delictivo que persiguieron, fueron orillados a dirigirse a ese restaurante y según sus antecedentes, no son tan peligrosos.
–Entiendo.–Masculló el moreno, seguro de que la intención de Olliver era ir por Lex y Conner.–Voy a la comisaría.
Clark salió del edificio, pero contrario a lo que dijo, fue al departamento de Chloe. Llegó al mismo tiempo que ella estaba abriendo su puerta.
–Oh… Clark…
El mencionado notó el titubeó en la voz de la rubia y supo que ella ya sabía sobre el motivo de su visita. Chloe abrió y dejó de ese modo, en clara invitación para que Clark pasara. Dentro del lugar, ella dejó su bolsa y fue a la cocina para servir dos vasos con agua y los llevó a su pequeña sala.
Clark vio todo lo que ella hizo, más no hizo intento de sentarse.
–¿Sabes dónde están?
–Si y tú también, sin embargo, no veo el caso para que vayas.
–No ves el caso, porque no era tu familia a los que lastimaron.
–Eso no es justo, Clark.
–Lo que no es justo es que quieran intervenir en mi vida, hasta ese grado.
–Es porque nos importas.
–Eso no justifica nada. La amistad que les di no es para que abusen de ese modo. Y conforme a eso, consideré que es mejor alejarme de ustedes…
–¿Y acercarte a Lex? Eso es lo que él quiere.–interrumpió Chloe.
Clark frunció el ceño y luego sonrió.–Yo quisiera eso, pero dudo que Lex siquiera me quiera ver, y más, después de esto.
–Clark, ¿Conner es tu hijo?
Clark no contestó, en su lugar se fue de ahí rumbo a la guarida de Los Justicieros. Ese asunto debía quedar claro para todos ellos.
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En cuanto Lex y Conner, llegaron al pent-house, la vigilancia se incrementó para evitar que los reporteros se acercaran. Lex llevó a Conner hasta su habitación y lo acostó para que descansara mejor, luego el se dio un baño y buscó ropa cómoda, para esperar a que Tess y Duncan llegaran.
El primero en hacerlo fue Duncan, que en cuanto entró, caminó veloz hasta la sala. Al ver a Lex bien, dejó salir un suspiro de alivio y se dejó caer en el sillón frente a su amigo.
–¡Oh Dios, Lex!
–Si créeme, también estoy a punto de gritar.
Duncan miró al otro y con seriedad, dijo.
–Déjalo salir.
Lex volteó un poco y finalmente, inclinó la cabeza y lloró, si bien no gritó, si sollozó por varios minutos. Duncan se acercó y conociendo a su amigo, no se atrevió a abrazarlo, solo se acercó para que Lex sintiera su presencia. Ambos sabían que ese llanto fue la válvula de escape para el miedo, furia y tensión que sintió Lex, por la posibilidad de que Conner hubiera sido lastimado. Duncan apretó los labios y cuando escuchó que el llanto se calmó un poco, habló…
–Haré caer su imperio, usaré todos mis recursos… todos…–Lex no dijo nada, porque igualmente deseaba destruir a Queen. – Jor-El me proporcionó imágenes, vídeos y el modo de entrar a ciertos archivos. Industrias Queen aparece como promotora de ese grupo de Justicieros. Así que también son responsables de los ataques que estos han hecho a LexCorp y a otras empresas. Y para sepultarlos definitivamente, conseguí algunos testigos que trabajaron en sus laboratorios, ellos aseguran que hay varios proyectos que fueron robados de otros laboratorios como LuthorCorp, Industrias Wayne y LexCorp.
Lex miró a su amigo y sonrió de lado.–¿ Conseguiste?
Duncan se encogió de hombros.–De verdad no debió meterse con ustedes.
Lex asintió y en ese momento la puerta se la entrada se abrió dando paso a Tess, que se apresuró hacia Lex y se sentó para abrazarlo.
–Estás bien.
–Si.
–¿Conner?
–Durmiendo y bien.
–Gracias a Dios, así solo tendré que destruir a Queen y no matarlo.
–Oh, vaya.
Lex vio a la pelirroja y notó en esos ojos Luthor que hablaba totalmente en serio.
Tess se sentó erguida e informó.–Por el momento, estoy en la caza de ese grupo de inadaptados. Las noticias de primera plana son que atacaron a unos ladrones de poca monta sin preocuparse por lastimar a civiles, entre ellos, niños. Del mismo modo se ha colocado la incertidumbre de que fueran tras gente importante por alguna Vendetta personal. Que Bruce Wane estuviera en el lugar ayudó.
Lex se recargó en el sillón.
–Y vaya que ayudó. Duncan fue a servir tres vasos de whisky y los llevó para cada uno. Los engranajes de LexCorp se estaban moviendo para aplastar a quienes los atacaron.
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No hubo intercambio de palabras innecesarias. Clark avanzó hasta donde Olliver se encontraba haciendo a un lado a quien se atrevió a ponerse en su camino, no deseaba herir a inocentes, pero tampoco iba en plan pacífico.
El rubio trató de incorporarse, pero Clark lo detuvo colocando una mano en su cuello.
–No solo te lo advertí, ahí te di la oportunidad de alejarte y no me tomaste en serio o simplemente me ves como un idiota que no se defenderá o defenderá a sus seres queridos. Tengo tantas ganas de apretar tu cuello hasta que lo escuche crujir…
Olliver abrió los ojos cuál platos y es que Clark ni siquiera estaba usando su fuerza, pero el oxígeno ya no llegaba a su cuerpo.
Clark lo soltó y en cuanto lo hizo, Olliver tosió exhalando desesperado.
–No habrá próxima vez, Olliver. Aléjate de ellos.
Advirtió Clark y se dio la vuelta para retirarse.
El otro hizo un enorme esfuerzo, pero finalmente pudo hablar.
–Yo puedo… proporcionarte… los recursos para… que tengas… la custodia… de tu hijo…
Clark se detuvo y se giró, con la vista calorífica mostrándose en sus ojos.
–Ni yo, ni nadie debe separar a Lex de Conner.
–¿Tanto derecho tiene?
–El más importante y único…, él lo dio a luz.
Clark dirigió su vista hacia las máquinas que medían los signos vitales de Olliver, calcinándolas. Con esa muestra de destrucción en su contra, ya sería muy necio de parte del Queen si seguía insistiendo ¿No?
Clark se retiró y con el humor un poco más sereno, decidió ir a agradecer a cierto empresario por la gran ayuda que le proporcionó no solo a él, si no también a Lex y a Conner.
…
Gracias por leer.
