Capítulo 7.
Laboratorio Privado, Caebanong.
"Tu sangre posee las cualidades para potenciar a un individuo de forma limitada. Lo que te hicieron durante tu cautiverio no fue nada sencillo, Aurora" dijo Alfonso levantando su vista del microscopio donde miraba una muestra de sangre de la Bruja de la Calamidad.
Sentada en una silla cerca a él, estaba la hermosa mujer que solo sostenía su mano en su mentón y jugaba con una computadora. Siendo que aprendió teniendo como guía al joven genio de habla hispana.
"No me acuerdo mucho de lo que me hicieron, como dije. Pero si dices que mi sangre puede hacer tal cosa. ¿No hay efectos secundarios?".
"Lo más parecido sería una dependencia de ella para mantener su vitalidad alargada durante un determinado periodo de tiempo pero no veo nada más allá de eso. Requerirá de más pruebas para ello.-Sintió una bola de papel que le golpeo el ojo pero solo lo ignoro.- Por lo que debere de tomar más muestras de sangre tuya para el caso".
"Tomaste solo veinte hace una hora…".
"Y a todas las tengo en diferentes pruebas. Mira, nunca dije que sería sencillo comprobar lo que tu sangre hace a las personas. Aun estoy sopesando lo que en verdad puede llegar a hacer en pruebas con clones sin mente que estoy creando en tubos de crecimiento acelerado."
Aurora iba a hablar cuando una consola cercana emite un pitido de alarma. Curioso, Alfonso se quita sus guantes y los tira a un contenedor de incineración cercano. Toca unas pocas teclas y revisa la información que llega. Abre los ojos al ver que sucedió.
Abre un canal de forma inmediata a Alfa en la Tierra."Alfa, requiero de un equipo de excavación y salvamento profesional en las siguientes coordenadas que te estoy enviando. Cid ha sufrido un atentado.-Más alarmas suenan y Alfonso mira cómo más pings suenan de emergencias similares por todo el globo terráqueo.-Oh mierda. Ragnarok, enviar los equipos de respuesta rápida más cercanos para ayudar a los sitios de ataque terrorista. Prepara la enfermería de abordo por sí Cid está herido. Alfa, ve rápido".
"Comprendido. Partimos de inmediato" dijo y cortó la comunicación.
"¿Qué ocurre?" pregunta Aurora acercándose detrás de Alfonso, para ver por encima de su hombro.
Sin responder directamente, el joven solo proyectó un holograma de la Tierra en su magnitud completa, mostrando los puntos rojos donde sucedieron ataques de parte de sus enemigos, los Illuminati.
"La guerra ha iniciado".
…..
Sintiendo pesado sus párpados, Cid solo hizo una mueca de dolor al ver pocas luces pero también tosio por la gran cantidad de polvo que se amontonaba en el aire. Miro un poco mejor con magia en sus ojos, notando lo que había sucedido luego de la explosión.
Obviamente estaba sepultado bajo una tonelada de escombros de cemento y metal, además de que estaba inmovil pero al ver a Shiina y a la otra chica a salvo le hizo suspirar de alivio. Haciendo una mueca al ver que una barra de metal le dieron de lleno en su abdomen, justamente en su hígado.
Hizo una mueca al ver la sangre salir de debajo de él y acumularse en un charco, por lo que en sí mover la varilla no era una opción ahora mismo. Retrajo lo que quedaba de su nanotraje e intentó parar el sangrado como pudo hasta que recibiera ayuda médica avanzada.
¿Qué demonios fue ese sujeto? No recuerdo nunca haber visto algo como lo que le hicieron. Obviamente el enemigo se ha mejorado.-Escupió un poco de sangre.-Debere ver luego como pedir a Draco de que analise lo que fue eso.
Por ahora solo debo hallar la forma de poder salir de aquí.
Intentó moverse un poco, pero con sus dos brazos protegiendo a las dos chicas inconscientes aun. Sus opciones eran muy limitadas. Usó su magia para mover uno de los pilares un poco solo para que el sitio se tambaleara un poco y más polvo callese, así que no lo intentó de nuevo por temor de provocar un colapso aún mayo que los matara definitivamente esta vez.
"Kagenou-kun" dijo una débil voz mientras que Cid miró como Hiyori abría sus ojos, tosió un poco y miro confundida un momento antes de que recordase todo lo que pasó, con el temor llenando sus ojos.
Cid intentó calmarla como pudo pero la otra chica también estaba moviéndose, signo de que estaba despertando de su inconsciencia. Cuando creyó que no podía mejorar esto, sintió que su celular vibraba, no pudiendo alcanzarlo sin tener que soltar a las dos chicas y calles más profundo, pido a Shiina que pudiese sacarlo de su bolsillo.
Ella aceptó algo tímida, y metió una de sus manos en el bolsillo del chico, sacando enseguida el móvil, presionando para aceptar la llamada.
"Cid, ¿me puedes oír?", La voz de Alfonso sonó como una señal del mismo cielo para los tres chicos ahora despiertos.
"Te oigo Draco. No sabes que tan feliz me hace oír tu voz ahora mismo".
Arriba, a varias docenas de metros del trío de jóvenes. Alfonso estaba con unos auriculares oyendo la voz de Cid y suspirando al ver que estaba vivo, o al menos lo estaba por ahora. Si la decadencia de la sangre que veía era una señal clara de lo mal que estaba su amigo.
A su alrededor estaban los trabajadores de Mitsugoshi trabajando laboriosamente, sacando restos, moviendo a personas afectadas por la explosión, dando comida y agua, además de dar primeros auxilios a quienes estaban heridos. Cerca al chico estaba Alfa dirigiendo la cosa, mientras que un auto estaba llegando al sitio.
"La cosa no pinta bien aquí arriba, Cid. No solo la librería fue derribada por completo sino al menos media manzana también, y un colapso del suelo los dejo mas a fondo, por lo que demoramos un poco en llegar a vosotros. Por ahora estamos abriendo un conducto para que les pueda llegar aire y comida para que no mueran de hambre" dijo Alfonso cuando una agitada Horikita Suzune llega a su lado, con la mirada preocupada.
"Haz lo que tengas que hacer, bro. ¿Y cómo están mis padres y hermana?".
Dudando un poco, Alfonso responde resignado."El atentado no fue solo contra ti, Cid. Tus padres están bien, pero siguen en Marruecos. En cuanto a Claire, ella está atrapada en el centro comercial donde estaba de compras con Nina, me han dicho que han podido contactar con ella, Nina la salvó de una muerte segura pero ella resultó malherida.
Ahora las están intentando sacar de allí. Pero tomará su rato como aquí.-un ingeniero le paso una tableta, le agradeció y le dejó, ir leyó el informe y solo maldijo en voz baja, pidió a una de las chicas de Mitsugoshi cercana de que pidiera equipo de corte de plasma y trajes anti-quemados de alta gama. La chica asintió y fue a pedirlos.- Tomará al menos unas horas poder sacarlos de forma segura cuando hagamos un túnel seguro, pero el suelo es muy inestable por la explosión, así que debemos de ser delicados…".
Un leve temblor sacudió la zona, preocupando a Alfonso, quien ordenó que los equipos de excavación y rescate que aceleraran el paso pero con sumo cuidado. No debían de perturbar más el suelo para evitar derrumbes peligrosos para la vida de las personas enterradas vivas bajo tierra.
"Aquí está Horikita. Te dejo con ella, debo de coordinar la operación sino me temo que solo ocasionan más problemas que soluciones", se quitó los audífonos y se los paso a la hermosa chica pelinegra, que se los coloco.
Alfonso se fue a dirigir las excavaciones, y dejando a la prometida de su mejor amigo para hablar con el
"Hola Cid" saludo Horikita sin saber qué decir. Vino tan rápido como pudo, a pesar de sus objeciones su hermano la convenció de ir con su prometido mientras que el fue con sus padres para ver como estaban.
Siendo que la conferencia donde estaban fue víctima de un atentado como aquí.
"Holo Suzune" dijo débilmente Cid a Horikita, haciendo que el corazón de la chica se apretara contra su pecho por una extraña emoción, ignorando eso siguió con su charla.
"¿Cómo estás? ¿Estás herido?" pregunto preocupada por su prometido.
"Pues digamos que estoy en una encrucijada…".
"Encrucijada, tienes una barrilla que te atraviesa el abdomen, y crees que es una herida menor" dijo la voz de una chica que tenía cierto toque maternal en cierta forma para Suzune, pero se concentró más en que su prometido estaba malherido.
Miró a Alfonso señalando puntos donde extraer escombros y tener sumo cuidado. Se mordió su labio y miro los signos vitales de Cid en una pantalla cercana, viendo que el nivel de su sangre era de alrededor del 71 por ciento y disminuye lentamente.
Trago el nudo que tenía en su garganta y volvió a hablar.
"¿Puedes sacarla sin sangrar más?".
"No puedo, siento como mis tripas han sido atravesadas…", Otro leve temblor sacudió el sitio e hizo a muchos gritar de miedo por ello.
"El suelo se debilita a un ritmo rápido. Quiero esos estabilizadores en el subsuelo para ayer joder" Maldijo en voz alta Alfonso pero menos le podia importar con al vida de su mejor amigo en juego.
"Oye, chica. Puedes hacerle un torniquete a Cid con lo que tienen a mano" podido Suzune algo esperanzada de que al menos pudieran hacer algo para ayudar a su prometido.
"Voy a ver" dijo la voz de Haruka mientras que buscaba algo en las cercanías en que hacer el torniquete.
Luego de unos minutos tensos, la voz de la chica resonó de nuevo."Encontré unos pañuelos viejos, pero es lo mejor que pude hallar" .
"Sigue mis instrucciones con suma atención" y Suzune guió a Haruka de como hacer el torniquete, mientras que Hiyori le decía como estaba Cid.
Oyendo la preocupación de la chica de biblioteca y aficionada a los libros acerca del estado del menor de los Kagenou, detallando su estado magullado y un poco pálido. Haciendo que el corazón de Horikita se tambalee de preocupación tremenda por el estado actual de su prometido.
Por favor Cid, solo aguanta un poco más.
Horas laboriosas de trabajo, sacando escombros, evacuando gente y estabilizando el suelo dieron sus frutos por fin.
"Los tengo a la vista" gritó un rescatista desde el fondo del agujero de rescate.
Alfonso, Alfa y Horikita suspiraron de alivio cuando luego de horas de espera tensa y sufrimiento. El rostro de Cid saliendo en una camilla sale por fin de aquel agujero. Seguido de unas Hiyori y Haruka con mantas y siendo cargadas por dos androides de salvamento de emergencias.
Horikita se acercó llorando hacia Cid, quien solo gimió cuando lo abrazaron con fuerza y sintió sus entrañas retorcerse por aquel repentino golpe de efecto imprevisto de su prometida.
Alfa solo miró celosa y aliviada mientras que Alfonso solo le dio una palmada ligera en el hombro a su mejor amigo. Pasándole un poco de agua para que tomara y luego se lo llevasen a la ambulancia que esperaba. No sin antes dejar a cargo a Alfonso de todo en su ausencia.
Resignado pero determinado, el hispano asintió y dejó que su mejor amigo se fuera con Suzune que era la familia más próxima que tiene ahora mismo.
"Quiero seguridad de primera para Cid y Suzune en el hospital. Nadie entra o sale sin que yo lo sepa. Capichi" dijo al jefe de seguridad de Mitsugoshi, quien asintió ante la orden y se fue a organizar las cosas necesarias.
Alfonso suspiro pesadamente, sintiendo la carga que tenía sobre sus hombros. Alfa le puso su mano en su hombro en señal de apoyo, sabiendo que la carga que ahora tenía el joven no sería sencilla. Pero siendo el mejor amigo de su señor, sabía que no los defraudaría.
"¿Ahora que hacemos, Alfonso?".
"Simple Alfa. Cazamos".
…..
Cuatro Días Después.
Alguna parte de Norteamérica.
El sonido de un vaso siendo servido se puede oír mientras de que la botella es dejada de un lado, dos cubos de hielo y la bebida es sostenida por una mano vieja que la lleva a unos labios secos. Que soltaron un suspiro de satisfacción luego de beber un poco del líquido anaranjado.
El viejo hombre se tambalea hacia el sofá de su oficina mientras que las luces de las estrellas entran por la ventana. Habiendo hecho un excelente trabajo con sus subalternos, les dejo unas pequeñas vacaciones libres.
"Jejeje. El mundo se tambalea al borde de un colapso, y muy pronto el nuevo surgirá" dijo el vejete mientras que seguía bebiendo más de su bebida con vigor.
Era uno de los altos cargos de los Illuminati y quien fue parte del proceso para los ataques terroristas en los USA y Japón por igual. Creyendo que no podrían atraparlos por el mero hecho de que todas las pruebas fueron destruidas y muchos de los implicados silenciados o comprados. Así que no temía que nadie pudiese enterarse jamás de lo que hizo.
O al menos así fue hasta ahora.
De pronto un frío de ultratumba se sintió por toda la habitación, haciendo temblar los viejos huesos del hombre de negocios. Que vistiendo una toga se levantó de improviso y regó su bebida pero no le importo cuando sus instintos más básicos le decían de una sola cosa.
Huir.
Y así lo hizo, o al menos lo intentó. La puerta se cerró de golpe, y aunque intentó abrir o llamar al personal, todo fue fútil. Nadie lo oirá pedir ayuda en sus últimos momentos de vida miserable.
"Simon Williams. Propietario de una de las sucursales más grandes de importaciones de Estados Unidos. Famoso comerciante de productos exóticos. Tu esposa no sabes de lo que formas parte por nada, o si" hablo una voz que transmitía falsa simpatía y un profundo desprecio.
"¿Quiénes eres? Quien sea que te contrató, te triplicara la paga. Solo déjame ir" dijo el hombre en un falso intento de ser valiente.
"Tsk. La basura como tu me repugnan en verdad. Pero supongo que es de familia después de todo" dijo la voz y un sonido de algo cayendo se pudo oír.
Simon pudo ver como encima de su escritorio estaba la cabeza de su hijo mayor, los ojos sin vida y la sangre que manchaba mirándolo fijamente."Debo de decir que tu hijo no fue menos que tu cuando lo visité ayer por la noche. Pero qué podía esperar de un asqueroso asesino y traficante".
En un arrebato de ira, el viejo hombre tomó un rifle de su estante y disparó a toda la sala, haciendo que las plumas volasen, libros fueran dañados y partes de madera salieran pitando de todo lado. Solo para ver que no hubiera nadie en la sala.
O al menos así lo veía él.
"Estoy detrás idiota.-Simon se golpeó pero no pudo hacer nada cuando una cuchilla doble se le perforó el pecho y lo alzó en el aire. Miró a su verdugo, solo para ver un par de ojos amatistas que tenían pura furia en ellos.-Heriste a mi amigo, y a su familia. Mataste a gente que conocí y aprecie. Así que ve esto como una justa retribución al anciano.
Y cuando veas a los demás en el infierno, diles que muy pronto enviaré a los demás con vosotros" con eso, Alfonso mato de una al hombre, dejando que su cuerpo inerte y muerto cayese al suelo.
Desactivando su espada de doble hoja sangre, Alfonso solo escupe al cadáver y va a la caja fuerte. Sin sutilezas, golpea con su puño blindado a la puerta de metal. Sacándola de un solo golpe y mirando el contenido. Cojiendo y haciendo que sus nanitos los guardasen en ellos.
Miro por última vez el sitio antes de irse en las sombras. Sabiendo que no descubren este lío hasta por la mañana del siguiente día. Una vez afuera, miro a la mansión donde estuvo hasta hace un momento.
"No esperaba que fueras tan rencoroso" dijo la voz de Alfa apareciendo desde atrás de Alfonso, con su traje negro con toques dorados que denotaba su esbelta figura que esta desarrollando.
"Bueno, nosotros los humanos podemos siempre sorprender incluso a nosotros mismos, Alfa. Zeta ha conseguido lo necesario".
Alfa solo asiente ante su líder temporal." Ha sacado todo de las computadoras, ya ha sido entregado a las autoridades. Aunque este muerto su jefe, el resto de la compañía sufrirá un duro revés a partir de mañana".
"Solo es el inicio.-Alfonso miró a la luna. Cuatro desde que su amigo ha sido internado en el hospital y se recupera de sus heridas. Sabía que Horikita no se ha apartado de su lado desde que ingresaron al hospital privado de la familia Kagerou.-Aunque el mundo está en un estado de desbalance, debemos de evitar que esto siga expandiéndose.
Esperemos que esta tenga los resultados necesarios, sino será una pelea muy corta.-Una fuerte explosión se sintió a kilómetros a la redonda, ambos jóvenes miraron hacia la ubicación donde el fuego se extendía hacia el cielo.-Tal parece que Epsilon y su grupo lograron su objetivo. Vamonos, no queda aqui por lo que pelear", dijo y activo su camuflaje activo, siendo imitado por Alfa que lo imito.
Dejando atrás la incertidumbre de lo que ocurriría a continuación.
…..
Suzune suspiro mientras estaba sentada en una silla. Al lado suyo estaba postrado en una cama y bajo anestesia un malherido Cid Kagenou. El cual desde hace cuatro días atrás, luego de recibir una cirugía compleja por los médicos privados de la Familia Kagenou, se ha mantenido en coma inducido para evitar que agonizaba por el constante dolor.
La hermosa pelinegra suspira al menos saber que sus padres estaban a salvo y con su hermano en Marruecos. Pero que no regresan en al menos una semana o más, los vuelos estaban restringidos por temor que fueron los objetivos de otros ataques como el 9/11 de las Torres Gemelas hace más de una década.
"Por favor, despierta Cid" murmuró para sí misma la Horikita que miró los regalos que estaban en una mesa cercana. Todos provenientes de conocidos cercanos a la familia Kagenou.
Regalos de la familia Horikita enviada por sus padres y hermano, la familia Kyrruin(cosa que alborota los nervios de Suzune por la mujer que era Fuuka), Matsushita, entre otras familias y allegados.
Reinald…bueno, hasta donde Suzune sabía estaba el abuelo de Cid internado a solo unos pocos niveles por encima de ellos en una sala sellada y especializada. Había salido vivo de su atentado pero luego colapsó misteriosamente, trasladándolo de emergencia a este sitio en la primera oportunidad posible.
El ataque por todo el mundo ha generado una nueva ola de incertidumbre sobre los responsables de los ataques, por lo que en sí mismo todos estaban en alerta máxima y atentos en todas partes. Pánico y miedo era lo que había en todas las ciudades y poblados de ser el próximo sitio donde atacar.
Y misteriosamente, muertes y corrupciones eran desvelados solo unas pocas horas luego del ataque inicial en todo el mundo.¿Tendrá relación alguna? fue algo que se cuestionaba la hermosa chica, bostezando de cansancio pero firme de seguir al lado de su prometido, se dejó tomar un poco de jugo para reponer un poco de fuerzas.
Un golpe en la puerta indicó que alguien quería pasar, dio un rápido si sonoro y cerró la puerta de la habitación. Entrando Amasawa con una canasta de frutas en sus manos."Hola Horikita-sempai. Esto es de parte de Shiina-Sempai. Dijo que lamentaba no poder entregarlas en persona pero la seguridad no la dejaba pasar sin más."
Indicando donde dejarlas, la chica las dejó al lado de otros regalos de recuperación de otras personas. Mirando con sus ojos preocupados al inconsciente Kagenou menor que no ha dado signos de despertar, a pesar de haber sido atendido de todas sus heridas.
Pero según Alfonso que lo visitó el segundo día luego del atentado de forma imprevista, debía de descansar y poder recuperarse con naturalidad en poco tiempo. No pudo decir más porque tenía que atender muchas de las cosas de Mitsugoshi con muchos de los ejecutivos muertos o desaparecidos, así como de la ajetreada Luna que estaba hasta el tope de papeles y peticiones de todo el mundo.
Ichika se sorprendió al ver cómo el joven genio logró en menos de unas horas poder organizar todo, y no solo eso, sino mejorar la emisión de pedidos y peticiones de tal forma que no agobia a Luna. Quien le agradeció profundamente, dejando que ella descansara mientras que él se encargó de todo, no cree que el joven haya descansado nada en los últimos días, si las ojeras que tenía eran evidencia de eso.
Pero no lo cuestiono para nada, aparte que le dio la tarea de cuidar de Cid junto a la llamada como Victoria. Una joven que parecía como ella, fanática a su ídolo y que tenía una mirada preocupada por el estado del joven. No se ha movido ni un centímetro de su sitio afuera de la puerta de la habitación de Cid desde el primer minuto que llegó y montó guardia.
Admiraba la tenacidad de la joven, y por eso ella ha hecho su parte de asegurarse que no haya más sospechosos de atentados, y que las dos jóvenes que Cid salvó estuviesen bien.
Por lo que sabía, Haruka Hasebe, como se llamaba la chica de pelo azul y grandes atributos, fue dada de alta hace apenas unas horas del hospital donde estuvo alojada. Todo corre por cuenta de la familia Kagenou.
Y así, las dos jóvenes estuvieron al lado de Cid mientras esperaban con impaciencia de que despertara por fin de su letargo.
