Capítulo XII: Las Hora del Juicio- Hora I- Los secuestros de aquellos a los que amas

Eran las 20:30 PM, la noche había caído sobre Peach Creek y mientras que se veía actividad en "The Lane", allí se podía ver a los Eds junto a Hotaru, Ami y Rei. No parecían, aquellos tres amigos, ir para cumplir con alguna estafa, ya que eso no formaba de la "agenda" de ese día. Juntos habían decidido ir al "Lago del Destino/Destiny Lake". Éste se hallaba ubicado entre los Bosques y el antiguo "Parque de Caravanas" junto al "Cul-De-Sac" y mientras caminaban para ese destino, no vieron que tres pares de ojos los estaban vigilando, siguiendo cada uno de sus pasos por esos senderos forestales: Allí se hallaban Weiss, Russo y Midori, vigilando a los presentes.

Weiss tenía una mirada severa en su rostro, por lo que se haría cargo de Doble D. Russo, por su parte, tenía una mirada de pura maldad al disfrutar de esa "reunión" con aquellos dos. Finalmente, Midori, quien estaba muy preocupada al respecto, viendo que no quería hacerlo pero, si no cumplía con las órdenes de Lady Ultima, ésta le quitaría su alma, convirtiéndola en una "Marioneta" bajo su poder.


Para cuando los presentes arribaron al Lago Destino, las aguas brillaban bajo la luz del Crepúsculo, el Astro Rey que se ocultaba pero no todo era belleza y tranquilidad. Había algo en el aire, algo que llamó la atención de Rei cuando entraron en el perímetro de ese espejo de agua y las playas que la conformaban, de forma natural.

- ¿Qué sucede, Rei?.- Preguntó el chico a la peli negra medianoche al verla que dejó de caminar a su lado, cosa que se expandió aquello a los demás.

- Algo se acerca.- Alertó la citada con un tono de voz que demostraba estar en alerta, igual que un Ejército cuando se prepara para la futura batalla.

- ¿Como qué?.- Se acercó Ed hacia ellos, mientras que Rei registraba la zona, sin dejar de prestarle atención, incluso, a los más pequeños detalles como las rocas o sombras que proyectaban los últimos rayos del Sol sobre los árboles.

- No lo sé, pero lo puedo sentir.- Sostuvo ella cuando, de repente, la tragedia se hizo presente.

- Estás en lo correcto, Mars.- Dijo una voz que salía de la Nada.

De repente, una misteriosa fuerza sobrenatural arrojó a los seis adolescentes en diferentes zonas, sin darles tiempo a reaccionar, dividiéndolos en tres grupos de dos. Doble D y Ami terminaron en el lado izquierdo, Eddy y Rei estaban en la Entrada y, por último, Ed y Hotaru se hallaban en el Sector Derecho. La fuerza que los empujó, también los hizo estrellarse contra el suelo y derrapar por el césped, quedando, algunos de ellos, noqueados por un par de segundos.


- Whoa.- Gruñó Ed al recobrarse de aquella caída libre contra la superficie, mientras que se levantaba del suelo. Notó que Hotaru estaba a su derecha, poniéndose de pie después de lo ocurrido.- ¿Estás bien?.- Le preguntó a la chica.

- Sí, estoy bien.- Respondió ella, una vez que consiguió levantarse.-

- ¿Sabes lo que acaba de pasar?.- Lanzó Ed otra interrogante a la joven pero ella negó con la cabeza.

- No, pero se sintió como si una fuerza nos hubiera separado a...- No tuvo tiempo para completar su oración, ya que una voz femenina se hizo presente.

- Por buenas razones.- Alegó ésta misteriosa recién llegada justo cuando un "Portal" de color verde iba cobrando forma, rasgando la Realidad y de ahí se podía ver a una chica de cabellos y ojos verdes que salía de allí. Llevaba un uniforme militar gris, botas negras y una capa del primer color en su espalda. Aquello llevó a que Ed y Hotaru adquirieran posiciones de guardia y ataque.

- Supongo que ha llegado la hora de hacer mi trabajo que tanto odio: Recolectar las almas de la gente.- Dijo con pesar en su voz.

- ¿Y entonces por qué lo haces si no te gusta?.- Le cuestionó Ed y esa no era una mala pregunta, notando que algo serio podría tener lugar allí. Hotaru y él levantaron una ceja al oír aquellas palabras de la peli verde.

- ¡P...Porque es mi trabajo, esa es mi respuesta del por qué lo detesto!.- Dijo Midori con lamentación.- ¡Y si no lo hago, Lady Ultima va...!.- De golpe, ella comenzó a gritar del dolor, pudiéndose ver como unas Energías Oscuras emergieron y la rodearon.

- "¡¿Cómo te atreves a cuestionarme a mí y mi superioridad, Midori?!".- Exclamó una voz cargada de pura maldad, femenina, viniendo de la Nada.- "¡Supongo que ha llegado la hora para que aprendas a respetar mi autoridad como es debido!".-

Los gritos de aquella peli verde se volvieron más estridentes y hasta agonizantes hasta que desapareció, "tragada" por aquel "Portal", mientras que su alma era arrancada de su cuerpo, desapareciendo sin más hasta internarse, nuevamente, en los dominios de su Reina, mientras que Ed y Hotaru fueron testigos de esa terrible "ejecución".

- Ok...¿Qué...Qué fue lo que acabamos de ver?.- Miró a la peli negra, aterrado, mientras que ella se quedó pensativa.

- La próxima vez que nos veamos, recuerda esto, Ed: Ella será una persona diferente a la que nos topamos ahora.- Dio su advertencia de lo que podría pasar si volvían a encontrarse con ella.

- ¿Crees eso?.- Deseó saber él con preocupación, confundido.

- Créeme: Lo sé.- Advirtió la muchacha con seriedad.

De repente, oyeron un grito y el nombre de Eddy ser pronunciado.


Tres minutos antes, Doble D se hallaba mareado, levantándose con dificultad del suelo, acomodándose su gorro negro, ya que, casi, se le había salido de su cabeza, cosa que no quería que eso ocurriera. Una vez cumplida esa parte, notó, enseguida, que Ami se hallaba a su derecha, mientras que se recuperaba del impacto.

- Ami, ¿estás bien? ¿Te lastimaste?.- Preguntó a la joven nipona.

- Sí, estoy bien.- Respondió ella, poniéndose de pie y ayudándolo a él para hacer lo mismo.- ¿Qué acaba de pasar?.

- No lo sé, pero parecía como si una fuerza misteriosa nos...- De repente, Doble D dejó de hablar, ya que comenzó a sentir un dolor punzante, llevando sus manos hasta la frente, el sitio de donde provenía dicha dolencia, como si fuera Migraña.

- ¿Doble D? ¿Qué pasa? ¿Qué tienes? ¿Por qué te agarras la frente?.- Corrió Ami para auxiliarlo y ver cuál era su malestar.- ¿Te has golpeado?.

- No...Es...Es mi Cicatriz.- Dijo con la voz debilitada.- H...Ha comenzado a quemarme...Es...¡Ahhhhh!.- Gritó, preso de un dolor indescriptible.

Sin saber qué más hacer, Doble D tomó una decisión: Se sacó su gorro negro para tratar de calmar aquello pero no sirvió. Aquello llevó a que Ami se quedara impresionada y pálida; viendo que él había hecho lo impensable.

Y lo hizo: Allí estaba él con sus cabellos rubios, exponiéndolos al Mundo pero, también podía verse una cicatriz horizontal en la parte superior izquierda de su frente junto a la ceja de esa zona, cosa que no atrajo la atención de la peli azul, sino, más bien un brillo azul que emitía el signo de Mercurio, claro como el día, volviéndose de un azul oscuro.

- ¡AHHH! ¡OH DIOS!.- Exclamó el chico, preso del pánico, volviéndose a poner su gorro, cubriendo sus cabellos rubios y esa desagradable cicatriz.

- ¡¿Doble D?!.- Ami lo miró en shock.

- ¡Jajajaja, Doble D, finalmente te has revelado!.- Exclamó una voz familiar, una que emergía desde la Nada misma.- Me estaba preguntando por qué siempre lo ocultabas todo con ese gorro negro.

- ¿Weiss?.- Se preguntaron los dos, confundidos.

- ¿Qué estás haciendo aquí?.- Quiso saber Ami, estando en alerta por lo que podía traer ese chico.

- Jejeje, solo pasaba por aquí, para saludarlos, en especial a mi viejo rival y a la Princesa. ¿Es acaso eso un crimen?.- Señaló Weiss, levantando una mano al aire.

- ¿Rival? ¿Princesa? ¿De qué estás hablando?.- Doble D dio un paso al frente, llevando a que el peli blanco lo mirara con un poco de asombro.

- Parece que todavía no lo recuerdas, ¿no es así, Duo?. Sobre tu Pasado.- Le miró y eso llevó a que Ami se horrorizara, llevando a que un recuerdo se disparara en su mente, igual que una bala de cañón.

- No...- Quedó ella sin palabras ante ese hecho.

- Sí, así es, Princesa.- Weiss notó aquella reacción en sus palabras.- Él estuvo siempre a tu lado todo este tiempo. ¿Acaso nunca te has dado cuenta?.- Levantó su mano y con ella fue revelando su poder consigo.- Pero acabemos con estas revelaciones de una buena vez.

Una masa de Hielo fue emergiendo en la palma de su mano, tomando forma hasta convertirse en una espada larga, hecha, completamente, de ese Elemento congelado, apuntándola hacia Doble D.

- ¡Es tiempo de decir adiós, debilucho, Pequeño Duo!.- Y sin darle oportunidad alguna para defenderse, Weiss arrojó su espada como si fuera un cuchillo, ligera como una pluma, rasgando el aire, hacia el chico rubio, quien trató de esquivarla pero quedó congelado por el miedo.

- ¡DOBLE D!.- Oyó un grito, todo se congeló, el tiempo parecía que transcurría de forma lenta. Cerró los ojos, esperando a que el filo de la espada acabara con su vida pero el dolor nunca llegó. Al recobrar los sentidos, abrir los ojos, sintió que el Mundo se le hundía, como un barco al ser torpedeado por el enemigo y empezaba su proceso de zozobra. Sus ojos se quedaron pasmados, congelados cuando notó que alguien se había interpuesto en el camino de aquella arma.

Allí estaba Ami, había sido atravesada por la espalda en su hombro derecho por aquella espada de hielo.

- Por...Por favor...Weiss...No...No le hagas...nada...a él.- Fueron sus últimas antes de que la espada desapareciera de su pecho y colapsara contra el piso tras haber recibido aquel "tiro" por él.

- ¡AMI!.- El miedo hizo que Doble D gritara desde lo más profundo de su alma, cayendo de rodillas al sitio donde ella estaba, notando que la herida de aquella arma afilada era muy severa. La miró a la cara, sus ojos estaban cerrados y unas lágrimas recientes caían por sus mejillas, frescas y brillantes como Perlas, además de que se estaba volviendo pálida, perdía su color natural. Su respiración se iba haciendo más y más débil.- A...Ami...por favor...por favor...no te vayas.- Pidió el chico, tratando de ayudarla.

Weiss, por su parte, estaba en shock por lo que acababa de hacer al ver la última determinación de Ami hacia aquel chico americano.

- ¡NO! ¡¿Por qué tenía terminar así?!.- Exclamó él, adolorido hasta que una idea vino a su mente. Se puso de pie, corrió hacia donde se hallaba la chica y empujó a Doble D a un lado, contra el suelo.- ¡Sal de mi camino, Duo! ¡Ella no morirá por ti!.

Él miró, con horror y shock, cómo Weiss se llevaba a Ami y abría un "Portal Blanco", dirigiéndose hacia éste.

- N...¡NO, ALTO!.- Pidió pero fue muy tarde: Ambos desaparecieron allí mismo y, para empeorar las cosas, el dolor de la cicatriz había vuelto, haciendo que el chico cayera contra el piso, preso de esa agonía que no parecía detenerse jamás, cerrando los ojos y teniendo recuerdos de todo lo vivido: Sus amigos, todas las aventuras, Weiss...la Princesa Mercury...Ami.

De pronto, abriendo los ojos, las lágrimas comenzaron a caer por sus mejillas.

- Ahora lo recuerdo...Ami.- De ahí, se fue quebrando, emocionalmente, de forma lenta, llevando a que esos sentimientos lo arrastraran consigo hasta que escuchó que alguien gritaba el nombre de Eddy.


Un minuto antes, con Rei y Eddy. El chico de baja estatura se estaba recuperando de ese impacto, sintiendo que le dolía la cabeza y se fue poniendo de pie, con suma dificultad, quitándose de encima el pasto que le cubría su remera.

- Oh, mi cabeza, me duele.- Dijo con pesar en su voz, cansado por el golpe. Acto seguido, se giró hacia la peli negra medianoche, preocupado.- Rei, Rei, ¿estás bien?.

- Sí, lo estoy.- Respondió la joven, poniéndose de pie con cuidado

- ¿Qué ha pasado? ¿Qué ha sido eso?.- Preguntó a ella, queriendo saber el motivo y causa de ese misterioso ataque.

- No estoy segura.- Rei estaba seria, mirando a su alrededor, en busca de aquella fuente y al culpable.- Pero es probable que el ataque viniera de...-

No tuvo tiempo para terminar su oración. De la nada, una gigantesca mano roja agarró a Eddy en el aire, sin tiempo para poder defenderse, sujetándolo con fuerza y en altura, llevando a que el chico quedara suspendido en el aire y ella no pudiera hacer nada al respecto.

- ¡NO, EDDY!.- Gritó Rei, horrorizada por lo que estaba viendo en esos momentos. Iba a ayudarlo cuando otra mano emergió, deteniéndola.- ¡N...No, suéltame!.

- Vaya, vaya, vaya.- Oyeron una voz desconocida que venía desde atrás.- Pero miren a quién tenemos aquí ¡pero si aquí está la miserable Sailor!.- Anunció aquella persona, quien venía desde un "Portal" de color rojo, revelándose ante ambos.- Saludos, Señorita Rei.- Aquella mano estaba sosteniendo a la chica en el aire, sin soltarla.- Mi nombre es Russo de los "Soul Busters", es un placer que nos volvamos a ver.

- ¡¿Qué?! ¡¿Tú eres ese chico llamado Russo de...!.- Lo reconoció Eddy de aquel sueño.

- ¿De tus flashbacks, Enano?.- Preguntó, desafiante y burló ante el joven.- Deberías estar agradecido de que tus recuerdos hayan vuelto, lo que me permitirá hacerte sufrir bastante antes de que te mate.

Rei abrió los ojos, sorprendida, ante la palabra "flashbacks" y uno de estos vino a su mente sobre la otra noche.

- ¡¿Príncipe Russo?!.- Lo reconoció y adquirió una postura seria.- ¡Déjanos ir o ya verás, miserable!.

- ¡Ja, como quieras!.- El enemigo lanzó una risa malvada.- ¿Sabes?. Eres realmente patética, Princesa de Marte. ¡Veamos si puedes vivir después de experimentar esto que haré!.- Sentenció, chasqueando los dedos y haciendo que la mano que sostenía a Eddy comenzó a aplastarlo, haciendo que él soltara gritos de dolor.

- ¡Eddy!.- Rei no podía hacer nada, ni siquiera su poder contra aquel enemigo, quien se reía, como un maniático, disfrutando de ese momento tan "placentero", el de ver morir a aquel Caballero que le había quitado a la Princesa que amaba. Pero, en un "acto de misericordia", si es que a eso se le podía dar dicho significado, detuvo su tortura, permitiendo que ella lo pudiera ver y así el chico se podía despedir.

- R...Re...Rei...L...Lo siento...Si...así...así termina termina pero...y...y...yo...quería...decirte...que...te quiero...mucho.- Dejó salir un suspiro final hasta que dejó de respirar.

Acto seguido, la mano que lo sostenía desapareció, dejándolo caer contra el piso como si fuera una piedra ante los ojos de la chica peli negra medianoche. Las lágrimas fueron emergiendo de sus orbes violetas, cayendo sobre el chico, quien yacía a su lado.

- ¡EDDY!.- Un grito de dolor, desesperación, angustia, provino desde lo más profundo de Rei Hino, quien trató de alcanzarlo pero fue en vano. No respondía, no respiraba, estaba quieto, frío contra el suelo. Envuelta en ira, ella se volteó para confrontar al asesino de su Caballero.- ¡NO! ¡TE VOY A MATAR, MALDITO HIJO DE...!

- No, no, no, Princesa.- Movió Russo uno de sus dedos con expresión burlona en sus ojos y rostro.- Ese no es el lenguaje que una Princesa como tú debe usar. Además, todos tenemos que morir algún día.- Chasqueó los dedos, mientras que se iban hacia el "Portal" y con la risa de Russo que se iba haciendo presente y más ante el cuerpo sin vida de Eddy.


No habían pasado ni unos minutos de más cuando todos llegaron hasta el sitio del incidente. Allí, donde los Eds junto a Ami, Rei y Hotaru habían ido y fueron atacados, ahora era un lugar donde solo había sangre, heridos y destrucción junto la desesperación causada por el enemigo.

- ¡Ese grito era de Rei!.- Reconoció Minako la voz de su amiga peli negra medianoche, siendo una de las primeras en llegar junto a Usagi, Mamoru, Kevin, Nazz y Johnny junto a los demás.

Ninguno de los presentes, incluso Kevin, Sarah, Jimmy y Rolf tenían palabras cuando llegaron, encontrándose con el cuerpo sin vida de Eddy a unos metros. Solo se encontraron a Hotaru y Ed, mientras que Doble D estaba en un estado "catatónico".

- ¡Dios Mío!.- Exclamó Usagi ante ese escenario.- ¡¿Qué pasó aquí?!.

- Fuimos emboscados por tres personas. Dos de ellas se llevaron a Ami y Rei.- Se acercó Hotaru hacia la rubia, mientras que Doble D oía aquel nombre y lanzaba un nombre bajo el hilillo de voz.

- Ami...- Murmuró con pesar en su voz al recordar lo ocurrido.

- Eddy se encontraba con Rei. No sabíamos lo que estaba pasando hasta que...él fue aplastado como si fuera una lata de gaseosa.- Siguió informando la chica que se encontraba con Ed a su lado.

Todos se quedaron helados, Kevin, por su parte, al oír eso, sintió que se estaba poniendo pálido. Detestaba a aquellos tres amigos pero que fueran atacados y puestos al borde de la Muerte era algo que nunca en su vida había pensado ni deseado.

- Esperen un minuto.- Intervino Usagi.- Creo que puedo ayudar con esto.- Dijo, mientras que era observada por Doble D, Ed, Hotaru y los otros.

- ¿Puedes ayudarlos?.- Se acercó Johnny hasta ella.

- Con mi "Guinzuishou".- La rubia tomó un Broche con forma de Corazón, de color dorado junto a dos Alas de Ángeles a sus costados, mientras que lo abría y revelaba un Cristal de forma redonda y blanco que brillaba como la Luz del Sol.

- Usagi.- Le detuvo Mamoru un momento.- ¿Sabes bien lo que pasará si lo utilizas?.

- Lo sé, Mamoru pero no lo usaré todo, solo para poder ayudarlos y que vuelvan a la vida.- Respondió ella, mientras que se acercaba al cuerpo exánime de Eddy, apareciendo una Luna de color plateado en su frente.- ¡"SILVER ETERNAL MOON...POWER"!.- Una luz brillante emergió desde el Cristal.- ¡Espero que el "Guinzuishou" pueda traerlos a la vida!.- Exclamó y aquellas energías bañaron el cuerpo de Eddy.- ¡"MOON HEALING...ACTIVATION"!.- Pronto, el chico de baja estatura comenzó a respirar, abrir sus ojos y sanando las heridas.

Una vez que aquella Luz curativa desapareció, terminado su trabajo, Eddy comenzó a levantarse despacio, siendo asistido por los chicos de Peach Creek y las amigas de Usagi y Mamoru. La rubia, por su parte, cayó de rodillas, cosa que alertó a Mamoru.

- ¡Usagi! ¡¿Te sobrexcediste?!.- Preguntó él con preocupación en su voz.

- S...Solo un poco. No te preocupes, Mamoru. Lo importante es que Eddy está recuperándose.- Respondió ella con tranquilidad en su voz

- ¿Qué es lo has hecho?.- Quiso saber Nazz al respecto.

- Ella le ha dado una dosis de su energía vital para su amigo pueda recuperarse. Puede ser peligroso si se sobreexcede en la transferencia.- Explicó Minako a la rubia americana.

De ahí, escuchando un gruñido de dolor, notaron que Eddy ya estaba despierto, con los ojos abiertos.

- Amigo...¿Qu...Qué pasó?. Esto es como si me hubiera pasado un camión encima.- Dijo Eddy pero, al mirar a los presentes, notó que faltaba alguien, llevando a que los recuerdos de hacía unos minutos estallaran en su mente como una bomba de relojería, en especial cuando oyó los gritos y el llanto de Rei junto a la risa malvada de Russo.- Rei...¡No, no otra vez, no lo permitiré!.- Se puso de pie, tenía aquella imagen de la chica que le sonreía y reía a su lado, como en los viejos tiempos de cuando él fue su Caballero. Era una imagen que le transmitía una calidez llena de cariño y amor a su corazón y mente. Todos miraron, por su parte, a algo que iba emergiendo en su frente: El signo astronómico del Fuego, el Planeta Marte así como también el cambio en su vestimenta y que, además, traía consigo una espada enfundada a un cinturón.

- ¡Whoa!.- Exclamó el chico, asombrado por la repentina transformación pero no había tiempo para alardes y preguntas. Se volvió serio y miró hacia el frente, teniendo que cumplir con una misión.- Iré a por Russo y los "Soul Busters". Rei debe de encontrarse allí.- Dijo, listo para ponerse en marcha.

- ¡Espera, Eddy!.- Intentaron los chicos y los otros en detenerlo.

- ¡Pero nada!.- Se giró éste con severidad en su voz.- ¡La tengo que encontrar!.- Exclamó y comenzó a correr hacia los bosques, dejando a los presentes atrás.

- ¿Alguien más necesita poder para ir al frente?.- Se acercó Usagi hacia ellos, mientras que el Cristal comenzó a emitir una intensa Luz sobre Doble D (azul oscuro), Kevin (dorado), Nazz (agua marina) y Johnny (amarillo brillante) junto a Ed.

Los chicos como Doble D y Ed habían recibido aquellas ropas que eran parecidas a las de "Tuxedo Mask", al igual que Kevin y Johnny, mientras que Nazz obtuvo el uniforme de "Sailor Neptune", sosteniendo el "Espejo Submarino, mientras que Serena, Mamoru, Minako, Hotaru y Minako fueron a sus versiones originales.

- Tenemos que seguir a Eddy. Puede que, gracias a él, consigamos dar con quienes se llevaron a Ami y Rei.- Ordenó Sailor Saturn a los demás.

- ¡Entendido!.- Respondieron ante aquel llamado y pusieron rumbo hacia su destino, dejando el "Lago Destino" con los otros que se quedarían a esperarlos.