Miró alrededor. No estaba buscando a nadie, no estaba buscando nada. Sólo estaba mirando. Y lo que podía abarcar con su mirada, sólo se podía describir como desolador.
Apenas habían pasado 48 horas, desde que el mundo había cambiado. Al menos el mundo mágico. Habían ganado, eso eran lo que todos estaban celebrando. Pero desde estas vistas, y echando una mirada al pasado, se había perdido mucho, demasiado.
Oyó un ruido muy ligero detrás suya, y al girar la cabeza no vio a nadie. Pero sí escuchó las pisadas.
-. ¡Hola Ginny! – susurró una voz que conocía muy bien. Giró la cabeza hacia el otro lado, donde le susurró la voz, y poco a poco apareció el cuerpo.
-. ¡Hola Harry! – devolvió como en un suspiro.
-. Te he estado buscando
-. Lo siento, cuando me he despertado y he visto a todo el mundo tan feliz y eufórico… no sé, ha sido superior a mí. He venido aquí, a relajarme y pensar
-. Sé a que te refieres, me a pasado lo mismo. Por eso te buscaba, tenía la impresión de que tú lo entenderías – Harry terminó con un amago de sonrisa, que Ginny vio y le correspondió
Harry le tomó la mano y se quedaron mirando el horizonte unos momentos.
-. Ginny, no sé cómo hablar de esto. Fui yo quién termino para no ponerte en peligro y aún así casi te pierdo – Ginny abrió la boca para hablar – Espera, déjame que continúe antes de que pierda el valor – Tomó aire y continuó – Éramos sólo los tres, y durante un periodo de tiempo, sólo Hermione y yo, pero todos los días y, sobre todo, todas las noches sólo eras tú, Ginny. Lo que sentía por ti, no ha cambiado e incluso diría que es más fuerte, aunque no te haya visto casi por un año – Volvió a coger aire – Pero si – se atragantó – pero si tus sentimientos han cambiado, lo entenderé. Lo entenderé perfectamente, por que estás en tu derecho de estar enfadada conmigo, o de no sentir ya nada por mi – Bajó la cabeza y esperó.
Ginny, le miró mientras hablaba y vio como se derrotaba él solo al finalizar. No le gustó nada lo que veía. Levantó la mano y la posó en su barbilla para que levantara de nuevo la cabeza.
-. ¿Dónde está el chico que me besó enfrente de toda la sala común? ¿Enfrente de mi hermano, que déjame decirte, es el más irracional que tengo y enfrente de mi exnovio?
-. Creo que un poco preocupado de estar enfrente del Weasley más temido – Y Ginny, no pudo evitar reírse. Reírse de verdad, como hacía meses que no lo hacía. Harry sonrió correspondiendo la sonrisa de Ginny.
-. Buena salida Potter. Pero Harry, en serio. He estado enamorada de ti, tanto tiempo y de tantas formas – suspiró – Me alegro saber que no te has olvidado de mí, como yo tampoco me he olvidado de ti. – Se lanzó a sus brazos para poder abrazarlo – He estado muy preocupada por ti, todo este tiempo. Me alegro de que estes aquí conmigo.
-. Yo también Ginny, yo también. – respondió Harry mientras abrazaba más fuerte a Ginny.
Pasarón las horas y siguieron en su lugar en los terrenos de Hogwarts, apartados de todos mientras se ponían al día de todo lo vivido por ambos en estos meses separados.
-. Alguien se acerca – comentó Harry, viendo una figura aproximándose, vestida de gris oscura y con la capucha puesta.
-. ¿Quién es? No la reconozco – Dijo Ginny, y Harry levantó los hombros en señal de que tampoco reconocía a la persona que se acercaba
Cuando estaba a unos diez pasos, la figura se quitó la capucha.
-. ¡Señora Malfoy! – exclamaron los dos sorprendidos.
-. Señor Potter, señorita Weasley – respondió la señora Malfoy.
-. ¿Está todo bien? ¿Necesita algo? – preguntó Harry por educación, no sabiendo que es lo que hacía la señora Malfoy con ellos.
-. Está todo bien, más o menos. Y en realidad, creo que nos necesitamos – dijo de forma críptica.
-. ¿A qué se refiere? – preguntó preocupada Ginny
-. ¿Puedo sentarme con ustedes? – Ambos se miraron sorprendidos, al ver a la mujer elegante queriendo sentarse con ellos en el césped, pero asintieron a la dama – Gracias
Se acomodó, de forma elegante en el césped, y sacó varios pergaminos y un libro de un bolso, que, por el tamaño, debía de estar hechizado como el de Hermione en su viaje.
-. Mi marido ha sido detenido, mientras espera un juicio. No he venido hablar de este tema en particular, pero es el inicio de esta historia y de por qué estoy aquí.
-. Entonces, continúe, por favor – Respondió Harry, aliviado de no tener que pensar en Lucius Malfoy.
-. Como les decía, al ser mi marido detenido antes de llegar a nuestra casa, y esta haber estado abierta a "su jefe" y todos sus amigos. Todas las protecciones que tenía Lucius puestas en habitaciones, trampillas, pasadizos, cualquier cosa que os podáis imaginar, estaban desactivadas.
-. Si mi padre se entera de esta información estaría encantado – susurró Ginny.
-. No se engañe señorita Weasley, yo estoy encantada con esta información. Para ver en lo que mi marido me había metido durante todos estos años. Y he encontrado cosas – y vieron como un escalofrío la recorría – Pero eso es lo de menos. Lo importante es lo que encontré en una habitación, en la que por lo que deduje, mi querido marido, había sustraído todos los documentos de Dumbledore, tanto oficiales como personales.
-. ¿Cómo? – preguntó Harry indignado
-. Eso no lo sé. Hice varias pruebas, para ver si eran falsos, pero son auténticos, todos los papiros, pergaminos, diarios, etc., que se encontraban allí. No los miré todos, pero me llamó la atención estos – he hizo una señal a los que estaba a su lado – por que los tenía bajo llave
-. ¿Los ha leído? – preguntó Ginny
-. Sí, y estoy muy indignada. Quiero que ustedes dos lo lean, pero nadie más. En cuanto terminen de hacerlo, lo entenderán.
-. ¿Y cuándo terminemos? – preguntó con cautela Harry
-. Señor Potter, si es tal y como me ha descrito Draco que es, y como lo vi estos días atrás, sólo puedo imaginar una respuesta por su parte. Le pido, en realidad, les pido a ambos. Que lean estos documentos, y cuando lo hagan, vengan a mi casa para ver que curso tomar – se levantó dejado todo lo demás, incluido la bolsa en el suelo – Creo que con dos días será suficiente, pero para que vean que voy de buena fe, y estoy con ustedes, el sábado mi hijo estará fuera todo el día. Pueden ir a través de los polvos Flu. – Se giró, y empezó a alejarse de los jóvenes.
Estaban en la Sala de los Menesteres. Siguiendo las premisas de Draco Malfoy de hace unos años, solicitaron una habitación cómoda donde poder leer y estudiar unos documentos, y que sólo les dejara acceder a ellos dos.
Ayer hablaron con la señora Malfoy. Y hoy les habían soltado la bomba, en realidad, la habían leído.
-. No lo entiendo Harry, ¿por qué nos quería hacer esto? ¿por qué engañar a todo el mundo? ¿por qué hacer sufrir a todo el mundo? – decía Ginny ente lágrimas
-. No lo sé, no lo sé – repetía una y otra vez, mientras andaba de un lado a otro enfadado. Se giró al ver a Ginny llorar, y se acercó a consolarla – vamos a empezar de nuevo, y ver qué es todo lo que ha cambiado – Ginny asintió
-. En estos pergaminos, están la historia de Remus, Sirius y tu padre. – dijo Ginny, controlando las lágrimas – La historia de colagusano no está, imagino que sabía quién era, o mejor dicho qué es lo que hizo y no se molestó.
-. Sí – Harry hizo una mueca de desprecio – esa parte tiene sentido. Continua – mientras cogía un pergamino y pluma, para apuntar.
-. La historia de Remus es sencilla. Indica cuándo fue mordido, las relaciones que tuvo en Hogwarts, cómo tuvo que intervenir para que, a principios de 1981, se alejara de sus amigos – aquí Harry gruñó – y lo mantuvo lejos, hasta tu tercer año. En este punto, también es una suposición mía, pero como cuando acabó de enseñar, se hizo miembro de la Orden del Fénix, Dumbledore podía controlarlo de cerca, no le hizo falta planificar
-. Es una buena teoría, y tiene sentido. También puede ser, que Remus ya no le era de utilidad, y le daba igual que es lo que hiciera con su vida – comentaba Harry mientras apuntaba. – Continua con mi padre, por favor – Hizo una raya en el pergamino y escribió James
-. Con tu padre, adjuntó un árbol genealógico, para confirmar que sois descendientes de los Peverell, en vuestro caso de Ignotus. – Ginny resopló
-. ¿Qué? – preguntó Harry
-. La de tiempo que perdió para hacer todo esto -dijo indignada. A lo que Harry reía. – Bien, habla de tus abuelos, de la niñez de tu padre, de Hogwarts. De cuando se juntó con tu madre, Lily. De su boda, tu nacimiento, cómo les comentó la profecía, pero parece por sus notas que al igual que Snape, no se la dijo completa. Y de cómo les convenció para cambiar de la Mansión Potter para ir al Valle de Godric, también explica como tuvo que utilizar una poción, en una reunión de la orden para que el resto olvidaran la Mansión.
-. Imagino que era más seguro que el "Obliviate" – apuntó Harry.
-. Aquí no lo indica, pero si ni Sirius, ni Remus te mencionaron la Mansión ni una sola vez, imagino que funcionó muy bien.
-. Tendremos que buscar que poción es – comentó Harry, mientras subrayaba en su pergamino
-. Me parece bien. Según esto, comenta que, en el testamento de tus padres, hablan de posibles tutores para ti si les ocurría algo, y que explicaba que pasó con el hechizo "Fidelius". Lo sabe por que él fue testigo, pero no pudo hacerse con él. Está en tu bóveda principal de la familia en Gringotts, por lo que, como medida de seguridad, habló con los Goblin y se creó una cámara para que accedieras mientras estudiaras y no pudieras verlo.
-. Por eso él tenía la llave, y se la dio a Hagrid – comentó Harry dándose en la cabeza.
-. Esta bien Harry, tenías 11 años, era tu primer día con la magia y todo te superaba. Me sorprende que seas capaz de acordarte de estos detalles
-. Si lo miras de esa manera… - y sonrió – Algo más sobre mi padre.
-. Lo único es que habla de un tal Max – comentó Ginny, al leer una pequeña nota
-. ¿Max? – preguntó Harry. Y se escuchó un pop a continuación en la sala. Haciéndolos levantar de sus sillas
-. Amo Harry, Max lleva muchos años esperando que el amo le llame.
-. Ehhh… Hola Max. Soy Harry, no me llames amo, por favor.
-. Pero eres el amo Harry.
-. Sí, lo es – dijo Ginny rápidamente – pero se siente incómodo, ¿puedes llamarle Harry?
-. Max puede hacer eso, y se lo dirá al resto de los elfos
-. Max, ¿Cuántos elfos tiene Harry? – volvió a preguntar Ginny, al ver a Harry un poco conmocionado por el elfo. Por lo que le contó ayer de Dobby, le debía resultar difícil
-. 9 señorita, con Max, somos 10 – dijo el elfo orgulloso.
-. ¿Vivís en la Mansión Potter? – preguntó Ginny
-. Sí, señorita. La hemos cuidado y limpiado todos los días, tal y como nos pidieron los amos James y Lily
-. Max, ¿por qué nunca te has presentado antes? – preguntó en voz baja Harry
-. Max no podía. El señor Dumbledore, hizo algo que impedía que Max o sus compañeros se acercaran al joven amo, al menos que él nos llamara. – dijo triste
-. Harry – susurró Ginny - ¿quieres ir a la mansión?
-. No lo sé – suspiró Harry – Quiero terminar primero todo esto, y ver a dónde nos lleva
-. Me parece bien
-. Max – dijo de repente Harry - ¿puedes entrar en la bóveda Potter de Gringotts?
-. Max puede hacerlo, está vinculado con la familia.
-. ¡Genial!, ¿puedes entrar y buscar el testamente de mis padres? Si está ahí, tráenoslo y luego puedes volver a la mansión – Max chasqueó los dedos, y a los 5 minutos volvió a sonar un pop, avisando de su regreso y entregando un sobre a Harry
-. No se olvide de nosotros, de Max y del resto – dijo agachando la cabeza avergonzado.
-. No lo haré, lo prometo – Harry le puso una mana en el hombro enfatizando sus palabras. Max sonrío y volvió a chasquear los dedos, abandonando la sala de nuevo.
-. Eso ha sido muy noble de tu parte – comentó Ginny. A lo que Harry sonrío
-. No es la primera vez que me lo dices
-. Sí, pero eres mi noble – y le dio un suave beso – Abre el testamento, Harry. Así verificamos si toda esta locura es verdad – Harry asintió, y comenzó a leer el documento. Una vez que terminó, se sentó derrotado y arrastró a Ginny con él.
-. Es todo cierto – dijo Harry – hablan de cómo cambiaron a Sirius por Peter. Y hay una lista de las personas que deberían de haberme cuidado, en caso de su fallecimiento. Sirius es el primero, incluso está tu familia, los Weasley y los Prewett. – Ginny apoyó su frente con la de Harry – terminemos con esto, para ver que es lo que quiere la señora Malfoy. – Ginny asintió, y se fue a su sitio
-. El último en este documento es Sirius – y tragó saliva. Harry le cogió la mano y le dio un apretón – Con él no habla mucho de sus antepasados, sólo comenta que tiene padres y un hermano pequeño "interesante"
-. Imagino que le interesaría por que se hizo Mortífago – apuntó Harry, a lo que Ginny asintió.
-. Habla de sus años en Hogwarts, en los apuntes de Sirius si comenta que se hizo animago, y las formas tanto de él como de Peter y la de tu padre. Aquí, es donde viene lo surrealista, comenta que se casó con Ginevra Prewett. ¡Harry!, mi madre era la única chica, luego estaban los gemelos que fallecieron en la primera guerra. ¿De dónde sale esta persona? – dijo Ginny nerviosa
-. Ya hemos leído los otros documentos Ginny, ya lo sabes – la volvió agarrar de la mano para tranquilizarla – vamos paso a paso, para poder desenredar todo esto – Ginny respiró un par de veces para tranquilizarse y le devolvió el apretón a Harry
-. Está bien, está bien – soltó la mano de Harry y recogió el pergamino – Parece que se casarón después que tus padres, y que tuvieron una hija el 11 de agosto de 1981, a la que Sirius llamó Ginevra Black, en honor a su madre, ya que falleció durante el parto – en este punto a Ginny se le quebró un poco la voz y un par de lágrimas se le escaparon – Tal y como pone aquí, y leo literalmente "para continuar con la línea de tiempo y los hechos que nos interesan", convenció de alguna forma a Sirius para cambiar el guardián con Peter, y decírselo a James. También insinuó a Peter, como realizar el acto que llevó a Sirius a Azkaban e incluso dejar en la mente de Sirius una sed de venganza para que, si les pasaba algo a James y Lily, hiciera todo de forma precipitada, sin pensar. Una vez realizado todo el show, volvió a utilizar la poción con las personas que sabían la existencia de las dos Ginevra, tanto Prewett como Black. Una la hizo desaparecer de la memoria de todos, y a la otra le dio otra vida.
-. Y así es como se convierte una persona de Ginevra Black a Ginevra Weasley – sentenció Harry
-. ¿Pero cómo le pudo hacer esto a mi madre? Mi madre adoraba a Dumbledore, no tenía dudas de ese hombre, ni de sus valores o de su integridad. La hizo olvidar a una hermana, toda su vida, todas sus convivencias, todo.
-. Aún no lo sabemos. No sé si decirte que, al entregarte a ella, pensó que compensaba lo que hacía, no lo sé
-. Adoro a mis hermanos y a mis padres, pero después de leer esto – y Ginny suspiró – ahora siento que ha sido falso, impuesto, no sé cómo explicarlo
-. Te entiendo, cuando leí que todo lo del guardián secreto fue orquestado por él y no por una serie de catástrofes, me pone enfermo – gruñó Harry. Ginny volvió a respirar un par de veces más y continuó.
-. Según esto, que escapara de Azkaban no estaba en sus planes. Parece que no lo quería en medio, de ahí que Snape se interpusiera cuando custodiabais a colagusano al castillo. Lo de salvar a Sirius, era un punto extra para quedar bien contigo. – Harry gruñía mientras tomaba apuntes, con más énfasis de lo normal – Por eso en el 96, en tu quinto año, otra vez consiguió eliminarle.
-. ¿Por qué era tan importante eliminar a Sirius? Era un convicto, no podía tener mi tutela, y no sabía de tu existencia, se la arrebató. No podía estar o tenernos de ninguna manera
-. Es lo que no entiendo Harry, aquí hay mucha información, pero parece que hay otros datos que se nos faltan
-. Está bien – ahora fue el turno de Harry de suspirar – continua.
-. En las notas de Dumbledore, explica la manipulación y los engaños que utilizó para que sucediera. Desde actuar fríamente contigo para que Tom pudiera acceder a ti, manipular a Kreacher, o incluso tiene el nombre de Snape, pero no hace referencia a qué es lo que hizo o qué es lo que le hizo. – Esperó a que Harry terminara de escribir
-. Vale, en este pergamino está lo que creo que es importante – se lo pasó a Ginny para que lo leyera. Cuando lo hizo se lo devolvió.
-. Ahora prefiero tomar notas y que tú leas, si no te importa – le dijo a Harry. Este asintió
-. De acuerdo. Los siguientes pergaminos hablan de mi madre, de Snape, y de tu madre – Ginny suspiró - ¿preparada? – a lo que Ginny asintió – Por lo que leo, la parte de mi madre es similar a la de mi padre, hay un árbol genealógico, pero no hay ningún nombre relevante o mágico, imagino que quería saber si mi tía era la única pariente viva que me quedaba. Los padres de mi madre, parece que murieron cuando ella estaba en séptimo grado en Hogwarts, y ambos eran hijos únicos.
-. Sí un primo segundo o un tío tercero no creo que le valieran como excusa, aunque serían mejor que esos sujetos – refunfuño Ginny
-. Exactamente, no sé para que molestarse. Seguimos, la vida de mi madre en Hogwarts a excepción del fallecimiento de mis abuelos es normal. Se hace Inefable, se casa con mi padre, y aquí hay una nota sobre el guardián secreto "ella no se fiaba"
-. Parece que el arde sobre la inteligencia de tu madre era bien merecido – comentó Ginny. Harry asintió.
-. Parece que sí, algo no le debió de gustar. El cambio de ubicación, o que cambiaran la persona, no lo sé, pero algo no le gustó. Lástima que no se fiara de sus instintos – se lamentó Harry, y ahora Ginny fue quién le sujetó la mano para darle un apretón. Le sonrió y continuó – Y sobre mi madre no hay nada más – dijo mientras esperaba a que Ginny escribiera, leyó el pergamino y vio una pequeña nota – Espera, aquí pone que mi madre y la tuya eran mejores amigas, estuvieron en Gryffindor y fue allí donde se conocieron
-. Esto es increíble – dijo indignada – aunque no me sorprende, tanto los Prewett como los Weasley han sido Gryffindor durante muchas generaciones, es difícil cambiar la tradición.
-. Pero no imposible – apuntó Harry – mira Sirius, cambió la tradición, y el sombrero me quería poner en otra casa en Slytherin, nada más.
-. Bueno… – susurró Ginny – a mi también me propuso Slytherin el sombrero. En ese momento pensé que estaba loco, pero leyendo esto, creo que tiene sentido.
-. Ahora sabemos cómo hacerle cambiar de opinión – y sonrió para aligerar el ambiente. Funcionó, por que Ginny le devolvió la sonrisa de forma maliciosa.
-. Continua con mi madre, por favor
-. Muy bien – comentó Harry – Viene el árbol genealógico de los Prevett, se remonta a muchas generaciones, pero no reconozco ningún nombre importante. Según esto el nombre completo de tu madre es Ginevra Mary Prevett, nació 3 de febrero de 1960. Por lo que Molly era la mayor de 1949, luego tu madre y por último los gemelos de 1964. Según lo que pone Dumbledore, tus abuelos fallecieron a cuando los gemelos tenían 4 años. Molly acababa de salir de Hogwarts y se convirtió en madre de sus hermanos, se casó con Arthur y al año siguiente tuvieron a Bill
-. Que locura, no me extraña que pudiera dominarnos a todos, tiene práctica desde los 17 años – Harry no lo pudo evitar y comenzó a reírse a carcajada limpia a lo que Ginny le siguió – Tu ríete, pero no teníamos ninguna posibilidad contra ella
-. No me extraña, con sus hermanos, y luego el resto de vosotros… es normal, ha tenido experiencia de sobra y se debe saber todos los trucos y artimañas posibles.
-. Te diré, los pobres Fred y George no sabían por dónde les venía – y suspiró recordando a sus hermanos
-. En fin – intentó continuar Harry, para evitar pensar en Fred – Luego sigue y habla de Hogwarts, entró en Gryffindor, junto con mi madre. Parece que hizo mejores migas con los merodeadores que mi madre al principio, pero siempre iba con ella. La relación con Sirius fue desde sexto año, y se comprometieron en la fiesta de graduación de Hogwarts, era inefable junto con mi madre. El resto es más o menos normal, tranquilo diría. Se casaron vivían en un apartamento en Londres, participaban en la orden, y en un momento se quedaron embarazados – tomó un respiro – Aquí es cuando Dumbledore, comenta su fallecimiento, parece que te adelantaste, pero hubo un ataque en el ministerio, por suerte a ti no te afecto, pero tu madre, al igual que la mía te protegió para salvarte y por eso falleció
-. ¿Crees que es una de las razones por las que pude soportar tanto a Tom? – preguntó a Ginny
-. Puede ser. La protección fue distinta, pero el propósito era el mismo, que ambos viviéramos. Tom no me podía tocar porque él causó la muerte de mi madre, en tu caso, puede que te protegía de cualquier mal que te acechara.
-. Tiene sentido – susurró
-. Lo que no explica es por qué la tuvo que borrar, y a ti "eliminar" tal y cómo eras
-. Sigamos, quizás encontremos respuestas leyendo detenidamente – dijo Ginny
-. El último es Snape. Habla de su infancia, que por lo que veo fue también bastante mala, de su amistad con mi madre cuando eran niños. Y de cuando llegó a Hogwarts – paró para que Ginny se pusiera al día con las notas – Aquí es donde se pone interesante, parece que de alguna forma influenció tanto en Snape, como en otros Slytherin para que no miraran con malos ojos la propaganda de Tom. Los sentimientos por mi madre parece que interferían de alguna manera, así que provocó el accidente de "sangre sucia" que hizo que mi madre dejara de hablar con Snape. Cuando termino el colegio, siguió con los planes de Dumbledore, pero lo necesitaba en sus filas, por lo que de vez en cuando le daba alguna pista de dónde se encontraba, de ahí que se produjera el accidente de la profecía y que fuera Snape el que lo escuchara, fue tras un chivatazo del propio Dumbledore de dónde se encontraba, lo que el mismo Dumbledore, no se espera es que le soltaran una profecía, por lo que a una señal de su hermano echaron a Snape, para que sólo escuchara la primera parte
-. Tantos títeres… ¿y para qué? – dijo Ginny una vez terminó de apuntar
-. Aún no lo sabemos, esperemos tener respuestas a todo este caos – dijo Harry – El resto de las notas, es exactamente como los recuerdos que me dio el propio Snape. Y eso ya te los conté ayer y los hemos vuelto a leer hoy, no hay nada nuevo.
-. Vale, los pergaminos están leídos, otra vez. Y ahora sólo nos queda su diario
-. El diario, por lo que estoy viendo, sólo es una extensión de los pergaminos, pero no arroja nada más de información. Si quieres hoy lo vuelvo a leer yo, y mañana lo lees de nuevo tú, por si hay algo que se nos haya escapado, de los propios resúmenes de Dumbledore
-. Perfecto, mañana por la tarde al ser viernes, nos deja tiempo para repasar y estar preparados para hablar con la señora Malfoy.
-. Suena a un plan
Tal y como acordaron hicieron vida normal el jueves y el viernes, teniendo tiempo para leer el diario. La gente estaba haciendo planes para organizar funerales, la vuelta al ministerio o la reforma del colegio, por lo que pasaban desapercibidos.
A una señal de Harry volvieron a la Sala de los Menesteres, pidiendo la misma sala.
-. ¿Lo has terminado? – preguntó Harry
-. Si antes del almuerzo, te has fijado que faltan hojas
-. Eso me ha aparecido, pero no parecen que están arrancadas – comentó Harry
-. No hace falta, hay un hechizo que sacas las hojas de cualquier libro, es como si la hoja no hubiera estado nunca en el libro- comentó Ginny – se lo he visto usar a Percy un montón de veces, cuando hacía una redacción mal. Eliminaba la hoja, y luego la tiraba al fuego
-. Me gusta más el método muggle, quita estrés y frustración cuando arrancas la hoja – Ginny se rio a lo dicho por Harry
-. Seguro que sí. Ahora en serio, si no fuera por cómo está redactada las páginas anteriores no me hubiera dado cuenta de que falta algo más
-. Sus últimas notas fueron cuando se puso el anillo, puede que tampoco estuviera al 100% con esa maldición – dijo Harry
-. Una teoría tan buena como la mía. El resto del diario habla de la fecha en la que realizó qué o tal cosa, pero no de datos importantes como la poción de la memoria o de si hay algún antídoto.
-. Yo tampoco he visto nada. Me he dado cuenta de que es más detallista en algunos datos, que pone en los pergaminos, pero no especifica que hizo. Como por ejemplo que les hizo a los elfos de la mansión Potter, la poción, cómo pudo engañar o convencer a Peter para matar a los muggles de los que acusaron a Sirius, y más cosas. Entra en detalles, pero no a profundidad.
-. No, no lo hace – Ginny se acercó a Harry y se sentó en su regazo – Sólo nos queda esperar saber qué es lo que quiere la señora Malfoy, porque vamos ¿no?
-. Sí, si queremos resolver esto, creo que nos puede dar respuestas o al menos podemos encontrarlas en el cuarto donde encontró esto
-. Está bien. Ahora propongo, guardar todo esto en el bolso y pasar un momento de calidad con mi novio ¿Qué te parece?
-. Me parece perfecto – y se acercó a besarla, comenzando su momento de calidad.
