Los personajes usados en esta historia son propiedad de Rumiko Takahashi, yo los utilizo únicamente con intenciones de entretenimiento sin fines de lucro.
El museo y la galería de arte de la Fundación Kuno es una de las mas renombradas del país nipon, en ella se presentan obras de todas las corrientes, da cabida a artistas de diferentes partes del mundo, pero principalmente a japoneses, su éxito es tal que muchos pintores incipientes y expertos buscan un lugar en ella para exponer o vender sus trabajos entre los coleccionistas de las artes plásticas, el prestigio de este lugar es debido a la colaboración conjunta de la dueña Kodachi Kuno y la curadora Akane Tendo, una extraña dupla considerando que hace solo cinco años los duelos entre ellas eran comunes a causa del compromiso con Ranma, pero todo cambió después de aquel extraño, fatídico y triste día en que el azabache desapareció.
La semana ha sido muy agetreada, una gran cantidad de cuadros han llegado para exposiciones y subastas a compradores de alto poder adquisitivo, pero en medio de tanta tarea un peculiar cliente se ha presentado para solicitar sea valuada una rara pintura adquirida recientemente sobre la cual, asegura, nadie ha podido descifrar su técnica de trabajo o autor, además de que pocos han soportado tenerla con ellos el tiempo suficiente para esclarecer el misterio.
- ¡Akane!, el señor Tamashii es una persona muy excéntrica, si logras decifrar la pintura que nos trajo no habrá duda de que eres la mejor curadora de todo el país - Expresó la mujer de negro y ondulado cabello que resaltan unos grandes ojos oliva.
- ¡Claro, Kodachi!, hoy mismo comienzo a trabajar en eso, solo estoy terminando de ordenar algunos pendientes - confirmó la historiadora del arte con una bella sonrisa y un ligero brillo en sus castaños ojos.
Justo como lo prometió esa misma tarde Akane comenzó a centrar su atención en la nueva pieza, al tener tanto trabajo optó por quedarse una hora más después del cierre de la galería para revisar con calma el dichoso cuadro, con pereza bostezó a la vez que sacudió su azulado pelo y sorbió un poco de café de un termo, cuidadosa colocó la pintura sobre un caballete y quitó la cubierta que le protegía, al mirarla la joven quedo impactada, la imagen en si era sencilla, se trataba de una pareja caminando entre la gente que se reúne en una plaza, el ambiente es lugubre, algo extraño al notar que representa un festival, cualquiera hubiese usado tonos alegres para aquella escena pero este no es el caso, otro aspecto que sorprendió a Tendo fue ver el rostro sin expresión que la mayoría de personajes muestra.
- ¡A quien sea que se le ocurriera pintar un festival como si fuera un velorio es un genio! - pensó la joven de ojos avellana.
Lo que más llamó la atención de la curadora es que el cuadro es prácticamente una fotografía, si no fuera por dos ligeras pinceladas que sobresalen del relieve cualquiera juraria que aquello no es un dibujo, además observarla le provocó un extraño sentimiento de dolor e incomodidad, no entiende por que pero a su mente vino el recuerdo de su prometido, por mucho tiempo a luchado para no deshacerse ante la frustración de no saber que fue de él, por años se ha mantenido fuerte para no llorar pero ese misterioso cuadro tuvo el poder de hacerla derramar lágrimas al instante; molesta por esa situación supone que el cansancio es el culpable de su malestar, asi que decide marcharse a casa y continuar con su labor hasta al día siguiente.
En el dojo todo parece más tranquilo, Kasumi aún atiende las labores domésticas pero ya no es soltera, hace tres años se caso con el doctor Toffu en una ceremonia muy sencilla, nadie estaba de humor para celebrar, ni los novios mismos, y apesar de que esa boda es una de las pocas alegrías que la familia ha experimentado ultimamente, ambos esposos se sienten un poco culpables de estar juntos después de que Akane pasó muchisimo tiempo en total agonía, pero Soun insistió en que casarse era la mejor opción, cuando Ranma no fue encontrado Nodoka enloqueció y su hija menor se sumió en una profunda ansiedad depresiva, Toffu y Ukyo se convirtieron en las personas más cercanas, atendiendo y ayudando a los Tendo, prácticamente pasaban el día en el lugar atendiendo los males fisicos y mentales que comenzaron a invadir a la familia, en agradecimiento al apoyo que el galeno brindó a la familia y al ver como incluso la mas fuerte de sus hijas se veia afectada por lo acontecido, sonriendo solamente en presencia del médico, fue lo que motivó al lider de la familia a hablar con el joven para pedirle sincerarse respecto a sus sentimientos por Kasumi, al ya no estar presente el hijo de su mejor amigo necesitaba desesperadamente alguien que pudiera ver por su familia si algo le ocurria.
En la cena Akane apenas probo bocado, la sensación que le provocó ver la pintura le revolvió el estómago, estaba muy cansada y necesitaba dormir, pero antes de hacerlo se acercó con cautela a la señora Saotome, con tristeza miró su encanecido cabello y su rostro demacrado, la perdida le hizo envejecer con rapidez, pero lo que mas le afligia era saber que desde hace años vive sin lucidez alguna, su marido no esta mejor, el hombre sinvergüenza hoy es una sombra que solo existe para tratar de mantener a Nodoka lo mas estable posible, con nostalgia la chica echa una ultima mirada, besa la frente de la que un día fue su futura suegra y se marcha.
- ¡No lo olvides!, hija, sabes que el no nos abandonaría, algo le pasó, ¡él no es un cobarde! - recitó la pobre madre y el corazón de Tendo se estrujo al saber que esas palabras son ciertas.
Por fin la peliazul está en su cama, después de tomar algunas pastillas para dormir el sueño comienza a vencerla pero su descanso no es tranquilo, algunas visiones se aconglomeran en su cabeza y una voz comienza a llamarle, en su estado onírico se mira caminando hacia Furinkan tal como lo hacía, pero todo comienza a volverse una pesadilla.
- ¡Esa voz, es Ranma! - grita angustiada en el sueño.
Una silueta muy parecida a su prometido se mueve entre las calles llamandole con insistencia.
- ¡Akane, aquí estoy!, mírame! - suplica la sombra.
- ¡Ranma!, ¿donde estás? No te vayas, ¡te necesito! - le contesta ella con desespero.
De un salto la joven se incorpora sudando y balbuseando el nombre de su amado, se siente terrible por lo experimentado, al principio de toda esta desgracia conciliar el sueño le era imposible pero gracias a las medicinas combinadas con ayuda psicológica aprendió a soportar la carga, los episodios de terrores nocturnos cedieron y su vida mejoró un poco, por desgracia parece que ha sufrido una decaída.
Por la mañana Akane regresa a su trabajo, luce fatal por el insomnio y su jefa lo nota.
- ¡Te ves muy mal!, ¿qué te ocurre? - interroga con preocupación la dueña de la galería.
- ¡No te inquietes!, solo no pude pegar los ojos anoche - explicó la curadora.
- ¡Es mejor que duermas un poco!, ve al cuarto que usamos como sala de descanso, hoy no habrá mucho movimiento, yo me encargo - indicó la azabache al recordar todo lo que su amiga enfrenta.
- ¡Estoy bien, Kodachi!, me urge más seguir trabajando con la pintura que el señor...! - intento apelar la menor de las Tendo.
- ¡Has lo que te digo!, necesito que estés lista para la tarde, hoy haremos preparativos para la subasta del viernes - la gimnasta pidió con voz de mando.
- ¡Esta bien! - asintió la empleada sin otra opción más que obedecer.
La señorita Kuno esta bastante preocupada por la ojimarron, sabe que esta sufriendo y la entiende, a ella también le costó mucho asimilar lo que pasó con Ranma, por un tiempo se negó a aceptarlo, incluso se unió a la busqueda y junto con su hermano Tatewaky ayudaron con los gastos de la investigación, pero cuando los resultados no fueron los esperados todos menos Akane comenzaron a darse por vencidos, ahi entendió que su amor por el artemarcialista no era tan grande como ella imaginaba, le dolía muchísimo la desaparición de Saotome pero ni por asomo padeció lo que la ojicafe sí, verla como lo buscaba sin descanso fue lo que la animó a abrir la fundación Kuno, la familia Tendo estaba en la ruina, se entero de eso gracias a su futura cuñada Nabiky, quien ya no buscaba dinero para su beneficio, sino para tratar de mantener a flote su hogar.
La avariciosa hermana de en medio un día se acerco al adinerado Tatewaky suplicando su apoyo, ese acto conmovió al kendoista que gustoso accedió y de la cercanía nació el amor, pero a diferencia de Kasumi ella no quiso casarse, en su lugar prefirió unirse a la policía para tratar de investigar por su cuenta este y otros casos, sentía que era su forma de apoyar. Con el panorama tan complicado para los Tendo y los Saotome el rayo azul junto con la rosa negra le propusieron a Akane aprender a ser curadora con un reconocido hombre del ramo, si lo hacia nadie la apartaria de la busqueda de su prometido pero tendría un empleo seguro para solventar sus gastos y los de su padre, asi fue como la peliazul accedió a trabajar con la que un día fuera su rival.
En el cuarto de descanso la curadora no luce muy contenta por haber sido mandada a reposar, pero al recapacitar agradece que le brinden ese tiempo para dormir, sin mucha demora el sueño la invade con profundidad, en medio de su letargo una serie de caricias encienden su cuerpo, unas fuertes manos recorren desde su cadera hasta las rodillas y traviesas se deslizan por debajo de la falda alcanzando el botón del placer que se esconde entre sus muslos, mordiendose los labios para no gritar abre los ojos con rapidez y mira lo que más anhela, Ranma esta junto a ella tocandola como lo hizo varias veces antes de esfumarse como humo, él se agacha para alcanzar sus labios y besarla con ardor mientras sus dedos se adentran en lo profundo de su entraña arrancandole gemidos de placer, el rostro del azabache luce sonrojado y sensual, acercandose al oido de su acompañante le susurra con una mezcla de orgullo y tristeza.
- ¡No me olvides, Akane!, aún busco la manera de volver a ti, me alagra saber que sigues siendo tan mía como la primera vez, no voy a parar hasta que me encuentres y me mires con tus hermosos ojos castaños -
En ese instante Tendo despertó agitada, sudando y llorando, se preguntaba que demonios había sido ese sueño, daría cualquier cosa porque todo fuera real, pero no lo es, el extraño sueño la inquieta al percatarse que su falda esta alzada y su braga bajada, eso supera su cordura, espantada se levantó buscando que no hubiese alguien en la habitación jugandole una broma de pésimo gusto, pues al tocarla esa persona estaba atentando contra su integridad, pero por mas que revoloteo no encontró nada, consternada decidió salir y tratar de dejar todo como una mala pasada de su mente, recuerda haber escuchado que cuando se sufre un trauma severo el cerebro provoca alisunaciones muy reales en respuesta a la experiencia vivida, lo más seguro es que ella misma alzó su ropa como parte de su sueño, nadie se atrevería a hacerle algo en ese lugar con tanta seguridad, esta convencida de que todo fue un producto de su imaginación pues solo ella y Ranma saben que se entregaron al deseo de su amor poco antes de su desaparición, aquello era un secreto que guardaron para ellos y lo confesarian en cuanto Saotome encarará a las otras prometidas.
Tratando de olvidar el extraño suceso Akane opta por continuar la investigación de la valiosa pintura, los resultasos de las pruebas practicadas han llegado, el cuadro si está hecho a mano con distintos materiales, en su composición hay rastros de tintes vegetales, minerales y sangre, eso sin duda deja atonita a la curadora que cada vez queda más desconcertada e interesada por el cuadro, sin embargo aunque su atención es grande, no puede evitar sentir una especie de angustia que le impide dejar de contemplarlo, pero cansada y recordando que debe iniciar los preparativos de la subasta deja la pieza y se va a donde su amiga de ojos esmeralda se encuentra.
Todo ha quedado en orden en la galería, la peliazul nuevamente se va a casa, cena con su familia, como cada noche visita a Nodoka con la esperanza de mirarla mejor, después sube a su cuarto, el abrazo de morfo no tarda en surtir efecto, la curadora está profundamente dormida y uno de sus sueños eroticos vuelve a apoderarse de ella, asi ocurre las siguientes cinco noches, lo que altera la psique de la chica que comienza a creer que ha enloquecido, pero antes de correr a un hospital psiquiátrico llama a su hermana para preguntarle si hay algún avance que esclarezca la desaparición de su prometido, por desgracia la respuesta nuevamente es negativa, a continuación se comunica con su viejo amigo Ryoga que se marchó a China en compañía de Ukyo para seguir indagando sobre una posible pista acerca del paradero del azabache.
- ¡Hola, Akane, me da gusto saludarte!, ¿necesitas algo? - interroga Hibiky al notar la exaltación de la chica.
- ¡Ryoga, gracias por ir hasta ese país solo para seguir buscando a Ranma!, ¿Necesitan más dinero? - preguntó la de ojos marron.
- ¡No, Akane!, aún tenemos suficiente, ¿por qué te oyes tan alterada? - cuestiono el chico cerdo.
- ¡El esta en algún lugar, lo sé!, por favor, ¡no te rindas! - los sollozos pudieron escucharse con claridad.
- ¡No voy a rendirme, Akane! pero tienes que calmarte, ¿Pasó algo? - insistía el joven.
- ¡Prometo contartelo, pero primero necesito aclarar mi mente! - agregó la de cabellera zafiro y Ryoga supuso que solo se trataba de uno de los episodios de depresión que aún experimente su amiga.
Con el paso de los días las extrañas visiones aumentan y Akane imagina que la demencia que afecta a Nodoka está alcanzandola, eso la preocupa, pero al recordar las raras frases que su amado le susurra en cada sueño, siente por un instante que tal vez no es un delirio sino un mensaje. Para despejar su cabeza Tendo pidió dos dias libres que le servirían para meditar, tras mucho pensar ha tomado una decisión, mañana finalmente se presentará a trabajar, ya tiene listo el dictamen que entregará sobre la pintura, lo mejor será deshacerse de una buena vez de aquel cuadro que fue el culpable de que sus emociones se descontrolaran tan abruptamente.
Con la seguridad de que todo mejorará al entregar la pintura, la curadora descansa aliviada en su habitación, pero para pesar suyo el sueño de esa noche sobrepasa con creces a los anteriores, comenzó sintiendo el delicado toque de las yemas dactilares que acaricia con suavidad su rostro, poco a poco el tacto descendió hasta posarse sobre sus exquisitos senos, con cuidado desabotonan la pijama que los envuelven dejándolos al descubierto, sin misericordia las manos que los recorren y masajean comienzan a bajar hasta su vientre mientras una lengua lame y succiona los rosados pezones, Akane no puede evitar dejar que las deliciosas sensaciones la controlen, anhela con todo el corazón que al abrir los ojos sea Ranma quien le acompaña, desea con todo su ser volver a sentir la pasión que le generaba fusionar su cuerpo al de su prometido en una danza llena de amor y entrega, para suerte o desgracia suya la voz que le llama confirma lo que esperaba.
- ¡Akane, por fin llegué a ti!, mírame, ¡te necesito!, no me alejes ahora que te encontré!, quiero que sepas que no me fui por voluntad, ¡Te amo! -
Las palabras fueron una bomba que logró sacar a la joven de su letargo, esta vez no hubo gritos ni sudor, solo llanto, no puede más con aquel tormento, mañana entregará el cuadro a su dueño, después buscará ayuda y por último reiniciará la búsqueda de su amado, será la última vez que lo haga, si no aparece estará preparada para acabar con todo, su vida no puede seguir de esa forma corcomiendose de duda y tristeza.
Continuará...
Espero llegar a tiempo a la entrega de fanfics y fandoms referente a la epoco de halloween y día de muertos, desde hace dos semanas quise comenzar a escribir mi aportación pero por una razón u otra no pude hacerlo hasta ahora, espero les esté gustando esta historia que contara con dos capítulos además de que incluirá algunos fics más, por el tiempo quizá sean solo tres historias, ojalá todo salga como lo planeo y nos vemos en el final.
