FRAGMENTOS
¡Hola! ¡Nuevo capítulo!
- Annie Perez: ¡Qué bueno que te alegró la noche! :) La reacción de Koga será crucial; podría ser comprensivo o enojarse, dependiendo de cómo se maneje la situación. Y sobre el embarazo de Kagura, un "embarazo fantasma" es un giro intrigante que puede dar mucho juego a la historia. Pero aún no se sabe con exactitud si se trató de eso no... jaja solo puedo decir que 'todo puede pasar' ¡Gracias por acompañarme en cada capítulo, nos leemos en el siguiente!
- Cbt1996: ¡Me alegra mucho que te haya gustado la doble actualización! Es cierto, la reacción de Koga puede ser un punto tenso, y Moroha realmente toca el corazón con su tristeza. Sobre Sesshomaru, parece que necesita una charla seria, ¡y a veces un golpe de realidad puede ayudar! Por otro lado, el desarrollo de Koga es maravilloso; su madurez y amor por Kagome son muy conmovedores. También siento que Kagura merece un final feliz, y que Kagome esté a su lado es un gran apoyo... :( Tus teorías sobre Kagura y Naraku son intrigantes. Estoy deseando ver cómo se desenvuelven todos estos hilos en la historia jeje ¡Gracias por tus palabras y por compartir tus pensamientos! Estoy aquí para más capítulos y más drama.
- Eline HiguTaisho: Espero que disfrutes mucho el capítulo. Estoy aquí si quieres comentar sobre lo que te parezca. ¡Feliz lectura!
- Kayla Lynnet: ¡Qué reviews tan emocionantes! Me alegra que hayas disfrutado de los momentos familiares y que te haya impactado la trama. Es cierto, la situación de Moroha es desgarradora y refleja la complejidad de ser tan pequeña en medio de tanto drama. Tus teorías son intrigantes y muestran cuánto estás pensando en la historia ;) La idea de que Kagura pueda haber escapado o fingido su embarazo añade una capa de misterio, y sería fascinante ver cómo se desarrolla eso. Y, por supuesto, las reacciones de Koga y Sesshomaru son cruciales para el desarrollo de la trama. ¡Me encantaría saber qué piensas del siguiente capítulo! Manténme al tanto de tus reacciones :D ¡Y por su puerto sigue disfrutando de la lectura!
- Karii Taisho: ¡Hola, hola! Tienes toda la razón, la situación es bastante complicada y los enredos entre los personajes hacen que todo sea aún más emocionante. La forma en que InuYasha está planeando su futuro es un buen indicio de que está listo para asumir responsabilidades y proteger a su familia, ya que claro, la relación de Kagome con InuYasha es fundamental para su desarrollo, y me alegra que se sienta cómoda compartiendo sus preocupaciones con él. Por otro lado, es genial que Koga haya decidido ayudar a Kagome; eso abre muchas posibilidades para sus planes y la dinámica de la historia. Y con todo lo que está sucediendo, definitivamente hay espacio para que surjan sorpresas y giros inesperados jeje Así mismo, la angustia de Kagura es palpable, y su situación familiar es muy dolorosa. La idea de que Naraku pueda estar detrás de todo esto y que podría haber engañado a todos con un plan tan maquiavélico es intrigante ;) Veremos qué pasa... Por cierto, ¡Tienes un buen ojo para los detalles! Aprecio tus palabras de ánimo; significa mucho para mí. ¡Espero que disfrutes del siguiente capítulo! ¡Nos leemos pronto!
- Valentinehigurashi: ¡Hola! Entiendo completamente lo que sientes; esos momentos de tensión y dolor son los que hacen que la historia sea tan intensa y emocionante. La lucha interna de los personajes, especialmente de Sesshomaru, resuena profundamente. Y los flashbacks de Inu y Kagome tienen una forma hermosa de entrelazar sus historias y crear conexiones en la historia, así que estoy feliz de que te gusten. ¡Y claro que haré una precuela! Me alegra que estés tan entusiasmada por ello; eso me motiva aún más a escribirla. Solo que ahora mi único enemigo es el tiempo :( Sin embargo, trato de no dejar que gane... ¡Gracias por tus palabras de ánimo sobre mis estudios! Significan mucho y me empujan a seguir adelante. Me alegra saber que para ti todo está fluyendo como debe de ser; ¡espero que encuentres ese equilibrio que necesitas pronto! Sigo trabajando en la historia y aprecio tu apoyo constante :) Estoy emocionada por las revelaciones que vendrán, especialmente sobre... Kagura. ¡Nos leemos pronto! jeje
- joiscar: ¡Vaya, qué montaña rusa de emociones! Es genial que Kag haya podido hablar con Koga; esa comunicación es clave para que todos se unan y enfrenten a Naraku. Entiendo tu tristeza por Kagura; su historia ha sido realmente desgarradora, pero dejaré esto en suspenso... ya que 'todo puede pasar' jeje. Me encanta tu intuición sobre Rin; seguro será de gran ayuda para Sesshomaru en este momento difícil. Y como dices, nada será fácil, pero es emocionante ver cómo todos están dispuestos a unirse para enfrentar a Naraku. El camino será complicado, pero la fuerza de su unidad seguramente los ayudará. Por otro lado, tus teorías y sentimientos sobre los personajes hacen que todo sea aún más intenso :) ¡No puedo esperar a ver cómo se desarrollan las cosas! ¡Gracias por seguir acompañándome en esta historia! Nos leemos.
- moroha23iki: ¡Sí! Es totalmente comprensible que sientas que Kagura podría no estar realmente muerta; la trama está llena de sorpresas, y a veces los personajes pueden encontrar formas inesperadas de salir de situaciones difíciles ;) ;) Y también me alegra que Kagome haya podido hablar con Koga; su apoyo es crucial en este momento, y realmente espero que logren mantener sus planes en secreto de Naraku ¡Por favor que así sea! La tensión es palpable, y estoy segura de que este capítulo traerá más giros inesperados. ¡No puedo esperar a que lo leas y compartas tus pensamientos!
- Rosa. Taisho: ¡Hola, linda! Entiendo totalmente esas mil emociones. La revelación de Koga sobre la verdad ha traído un giro emocionante a la historia, y es genial que vaya a apoyar a Kagome. La promesa de Inuyasha a Kikyo añade una capa más de tensión, y eso hace que todo sea aún más complicado. ¡Y tu idea de Koga escondiendo a Kagura es muy interesante! Definitivamente sería una pareja curiosa ;) ;) ;) (me leíste la mente jaja) Por otro lado, la muerte de Kagura y la revelación de que no estaba embarazada han dejado a todos en shock ¿Qué pasó aquí? ¡Qué giro tan inesperado! Estoy segura de que el próximo capítulo tendrá más sorpresas y las respuestas que tanto necesitas. ¡No puedo esperar a que lo leas y compartas tus pensamientos! Saludos.
- Lin Lu Lo Li: ¡Hola! Entiendo tu angustia por todo lo que está sucediendo. Inuyasha definitivamente ha tenido que enfrentarse a momentos difíciles al escuchar que se casa en solo dos días. y es comprensible que tanto él como Kagome se sientan alerta, sobre todo después de todo lo que han pasado. Sin duda Inuyasha tiene que ser fuerte y firme, es lo que se espera de él. Por otro lado, la situación de Kagura ha dejado a todos impactados, y su muerte, junto con la revelación de que no estaba embarazada, ha añadido un peso emocional enorme a la historia. Pobre Sesshomaru, efectivamente, está pasando por mucho, y me imagino que su estado mental y emocional ahora será complicado. Sin embargo, vuelvo a repetir 'todo puede pasar' así que atentas en todo jeje. Será interesante ver cómo se desarrolla todo esto y qué camino tomará cada uno de los personajes. ¡Mantén la esperanza! Cada capítulo promete traer más sorpresas. ¡Espero que estés lista para lo que viene!
¡Hola otra vez!
Sé que he estado algo desaparecida, ¿qué les digo? El tiempo es mi peor enemigo y la universidad es su aliada jaja
Trato de no dejarme vencer, pero supongo que 'hay días y días' Sin embargo, aquí les traigo una nueva actualización esperando que la disfruten.
¿Solo una? ¿Qué paso, Xiony, por qué solo una?
Jaja perdón, no me alcanzó tiempo para traer doble actualización, sin embargo, prometo compensárselos trayendo un nuevo fragmento de "Ensueño" Ya que quiero aclarar el porqué de "Osito" jajaja ya lo entenderán cuando lean el capítulo
Como ya es de esperar, espero que disfruten este capítulo tanto como los demás. Nos leemos...
Atte. XideVill
Disclaimer: Los personajes de esta historia son de Rumiko Takahashi.
CAPÍTULO 21.
INUYASHA
Myoga y yo manteníamos la mirada, incrédulos ante la situación. La impotencia se hacía palpable, y ambos sabíamos que nada sería igual después de este momento.
–¿Qué…?
–Hermano, por favor…
–Hazte a un lado, Inuyasha –Sesshomaru me apartó para acercarse a Myoga– ¿Qué fue lo que dijiste?
Myoga parecía confundido, intentando comprender lo que acababa de suceder. La tensión en el aire era densa; ambos sabíamos que dijera lo que dijera, Sesshomaru explotaría.
–¡Dilo! –exigió mirándolo fijamente– Repite lo que dijiste sobre ella.
–Según los informes, Kagura Hirano nunca estuvo embarazada, no hay rastro de pérdida o… concepción. Nunca estuvo…
–Basta… –dijo en voz baja— No quiero oírte más...
–Sesshomaru…
Sin duda, cada uno de nosotros cargaba un peso diferente, pero en ese momento, sus ojos parecían odiarme.
No dijo nada, mantuvo la compostura y se marchó. Dejando un silencio pesado.
KAGOME
–¿Qué pasa, bonita? ¿No puedes dormir?
Miré a Koga, que me observaba desde el umbral de la puerta.
–No es eso… bueno… –dejé escapar un suspiro– Tal vez pienses que estoy loca, pero... tengo miedo de que algo malo haya sucedido.
–¿Lo dices por tu amiga? –comentó sentándose junto a mí.
–Eso, sumado a que Naraku te haya llamado pidiéndote que me mantuvieras aquí. ¿Y si le hizo algo a Kagura?
–Tranquila, no pienses en eso.
–No puedo, todo es tan sospechoso que…
En ese momento, sonó mi celular y corrí a responderlo, dejando a Koga solo en el sofá.
–Hola…
–Kagome.
–Inuyasha…
Koga se levantó de inmediato.
–Dime dónde estás.
–¿Qué ocurre? ¿Sucedió algo?
–¿Están en casa de Naraku? –cuestionó serio y aquello me alarmó.
–No… estoy en casa de Koga ¿por qué…?
–Pásamelo.
–¿Eh…?
–Pásamelo, Kagome.
–Pero…
–Amor, confía en mí por favor.
Miré a Koga de reojo y, sin decir una palabra, le pasé el celular. Él lo tomó al instante y sin dudar.
–¿Qué es lo que quieres, Taisho? –soltó sin más.
Me tensé de inmediato al verlo sonreír con confianza antes de volver a responder.
–Así es, me lo dijo. Sé que es Kagome… tranquilo, no pienso sobrepasarme –Di un paso hacia él pero me detuvo con una señal de mano– Al menos que ella me lo pida…
–Koga.
Soltó una risa mientras me miraba.
–No aguantas bromas, Taisho. Jamás caería tan bajo, conozco el respeto… ¿Un favor? –cuestionó de pronto– ¿Qué…?
El silencio que se hizo presente fue abrumador, y todo empeoró cuando la sonrisa desapareció del rostro de Koga.
–¿Qué ocurre? –cuestioné preocupada– Koga…
.
Habían pasado horas. Horas desde que me enteré de la verdad y no pude hacer nada; horas desde que el dolor se apoderaba de mí mientras algo en mi interior ardía.
Me adentré en el lugar, buscando un rostro conocido, y cuando lo vi, la realidad se hizo palpable.
–Inuyasha…
En cuanto me vio, se acercó rápidamente. No hizo falta decir nada; sus brazos me envolvieron y, en ese instante, todo lo demás dejó de importar.
–No es ella… –musité entre sus brazos– No…
–Tienes que ser fuerte, Kag.
Lo aparté suavemente para buscar sus ojos. Inuyasha me miró y con una caricia cálida secó mis mejillas.
–Por favor no llores –Se agachó ligeramente para besarme– Me duele verte sufrir así.
Entonces me hundí de nuevo en su pecho. Inuyasha me hacía sentir segura en medio de tanto caos.
El favor que Koga tuvo que cumplir consistió en retenerme el tiempo suficiente para que pudiera ir a la estación sin que Naraku sospechara de mi presencia. Pero, claro, quizás hubiera sido más sencillo si no me hubiera contado antes lo que había sucedido con Kagura. Fue su error y mi tortura.
–Quiero verla –pedí, volviendo a ver ese par de ojos bonitos.
–Kag…
–¿Cómo pueden estar seguros de que es ella?
–Amor, lo es. Es ella, tenemos que aceptarlo.
–No puedo –solté en medio de mi desesperación– ¿Cómo esperas que lo acepte? ¿Cómo esperas que acepte que es Kagura si aún no la he visto? ¿Cómo esperas que acepte que ella nunca estuvo esperando un hijo de tu hermano? ¡¿Cómo?! Yo la vi, vi su desesperación, vi el amor en sus ojos, y no hablo del amor hacia tu hermano, no; vi el amor que sentía por ese bebé. No puede simplemente dejar de existir. No, no lo aceptaré.
–Sé que es difícil, pero es la verdad, Kag. No sé qué pasó ni por qué mintió, pero…
Me aparté de él de inmediato.
–¿Tú también?
–Kagome…
–No –Detuve su intento por tocarme– De tu hermano lo puedo esperar, pero tú, Inuyasha, no puedes hacer esto. Te digo que Kagura no mentiría de esa manera; sé que realmente estaba esperando un hijo.
–Está bien… Ok… –Se acercó lo suficiente para tomarme de la cintura– Perdóname, tienes razón.
Traté de liberarme, pero fue en vano.
–Pero también tienes que entender que existen exámenes que muestran lo contrario, amor. Y no podemos hacer nada contra eso.
–Claro que sí –dije con firmeza– Esa mujer, el cuerpo que dices que es de Kagura, estoy segura de que no es ella.
–Kag…
–Tienes que creerme… –susurré perdiendo la batalla contra él.
Inuyasha dejó un beso en mi frente y volvió a abrazarme.
–¿Estarías más tranquila si la ves y lo compruebas por ti misma? –Asentí con la cabeza– Muy bien, entonces vamos.
INUYASHA
Estuve con ella en todo momento, desde que entramos a la morgue hasta el instante en que quitaron las sábanas del rostro de Kagura. Kagome no pronunció palabra, pero el temblor en su cuerpo fue suficiente para entender todo lo que estaba sintiendo.
Su mano, aferrada a la mía, se estremecía cada vez más mientras sus ojos se clavaban en el rostro sin vida de Kagura. El silencio entre nosotros era pesado, lleno de dolor, de preguntas sin respuesta, y de una tristeza que parecía apoderarse de todo.
–¿Qué le pasó aquí? –preguntó mirando a Myoga– Es muy confuso… –musitó.
–Fue un golpe certero en la cabeza. No se pudo hacer nada, cuando llegaron los paramédicos ella ya estaba… –Lo miré para que no dijera algo estúpido– Lo siento, pero la encontraron sin vida.
–Lo que aún no me explico es por qué corría en medio de la pista –comenté y Kagome me miró de inmediato– ¿Por qué lo hizo sabiendo el peligro que corría?
¿Qué la llevó a tomar una decisión tan arriesgada, sabiendo que podía costarle la vida? Era una pregunta que me rondaba la cabeza, sin respuesta, y el vacío que dejaba solo hacía crecer la desconfianza.
–Ya no quiero estar aquí –expresó Kag– Por favor…
–Bien, tranquila.
Antes de irnos, miré a Myoga para que se encargara de todo cuando saliéramos. Él asintió y se marchó. Kagome y yo nos dirigimos al estacionamiento, pero antes de que pudiera decir algo, el sonido de una puerta de auto abriéndose interrumpió el silencio.
Miré al responsable y me detuve de inmediato. Kagome hizo lo mismo, pero, contrario a lo que esperaba, ella me soltó y fue hacia él.
–Kag…
Vi cómo él la recibía con una sonrisa, mientras que ella se esforzaba por no mostrar ninguna emoción en su expresión.
–Kagome –insistí para que me mirara.
–Me iré con Koga, es lo mejor.
–Creí que…
–¡¿Qué?! ¿Ir a tu casa y levantar aún más sospechas? No. Ya viste cómo terminó todo esto para Kagura, no pienso exponer a más personas.
–Escúchame…
–Mi hija está allá, Inuyasha, su vida es lo único que me importa ahora, por favor entiéndelo.
–¿Por qué de pronto actúas así?
–¡Tal vez porque no quiero perder a nadie más…!
La atraje hacia mí, y por más que intentó liberarse, no se lo permití. Y al parecer, Koga tampoco estaba dispuesto a intervenir en esto.
–Está bien, puedes irte con él si eso te hace sentir más tranquila –dije al fin–, pero por favor, no quiero que te subas a ese auto odiándome por lo que pasó.
–No te odio… –musitó un poco agitada.
–Entonces dame un beso.
Al principio supe que se negaría, pero, como era de esperar, esa última frase hizo que se le dibujara una pequeña sonrisa.
–Eres un tonto.
–Claro que sí –asumí mientras me dejaba envolver por la dulzura de sus labios.
–Espero no lo tomen a mal, pero yo no estoy pintado.
–Mmhh… –Kagome musitó entre el beso y aquello lo tomé como una pequeña victoria.
El sonrojo en sus mejillas apareció mientras mi sonrisa brillaba.
–Koga, lo lamento… –Se disculpó apenada.
–Temo no poder decir lo mismo –exclamé seguro.
–No me sorprende de ti, Taisho.
Sonreí mientras abrazaba a Kag por la cintura.
–Bien, supongo que no tengo más opción que pedirte que cuides de Kagome.
–Lo haré con gusto, tenlo por seguro.
Reí suavemente.
–Hablo en serio, Koga. No quiero que te sobrepases. Puedo ser bastante tolerante en algunas cosas, pero si te atreves a tocar a mi mujer, te mato.
–Inuyasha…
Koga rio en respuesta.
–Veo que algunas cosas no cambian, ¿eh, Taisho?
–Si se trata de Kagome, nada ha cambiado.
–Tranquilo –dijo él– A diferencia de ti, yo sí he madurado. Puedo ver este favor por lo que es: solo un favor, sin nada más de por medio.
–Qué bueno, porque así no tengo que sentirme obligado a romperte la cara. Ya sabes, como en los viejos tiempos.
–Ya basta los dos –intervino Kag– Esto solo demuestra que ambos siguen siendo igual de inmaduros.
–Amor, tranquila. Koga y yo solo estábamos jugando ¿Verdad?
–Sí, bonita. Después de todo, no hay nada mejor que recordar los viejos tiempos, ¿verdad, Taisho?
–Serás…
Antes de que pudiera lanzarme sobre él por haber usado ese apodo en Kagome, Koga tomó la mano de Kag y la ayudó a subir al auto.
–Siéntete afortunado de que ella esté aquí presente; de lo contrario, te habría hecho tragar esas palabras… –solté en un certero susurro cuando pasó de regreso.
Koga no dijo nada, solo sonrió antes de subir al auto. Los dejé ir para no empeorar el estado de Kagome. Sabía que necesitaba su espacio, un poco de tiempo para procesar lo que acaba de suceder.
.
Al llegar a casa, aún era de noche, pero no dudaba de que pronto amanecería. Tal vez un buen baño de agua tibia era justo lo que necesitaba para recargar energías.
Al salir del baño, me encontré con Sesshomaru sentado en el borde de la cama, mirándome sin ninguna expresión.
–¿Qué haces aquí? –cuestioné secándome el pelo con una toalla– Por un momento creí que eras, Kikyo.
–¿No crees que es extraño? –preguntó de pronto– Hace poco te esforzabas tanto en tratar convencerme de que todo esto no era más que un plan de Naraku y que ella era parte de eso, al igual que Kikyo. Me dijiste que no confiara, y lo hice; me empujaste hasta tal punto de rechazar mi paternidad. ¿Y ahora qué? ¿Vienes y me dices que olvide todo eso y que sí, en realidad sí era mi hijo? ¿Qué es todo esto? Es que no lo entiendo.
–¿Qué quieres decir?
–Sabes muy bien lo que quiero decir. No hace falta que te lo explique, ¿o sí?
–¿Me estás culpando por lo que pasó?
Sesshomaru se levantó de pronto.
–Sí, claro que te culpo por lo que pasó. ¡Te culpo por eso y por todo lo que provocaste!
–¡Vaya! ¿Ahora me harás responsable de tus acciones?
–¡Sí! ¡Si no hubieras sembrado la duda en mí, ahora todo seguiría igual y nada de esto habría sucedido!
–Dime –solté serio– En algún momento ¿Te dije que te acostaras con Rin? ¿Acaso siquiera lo insinué? ¡¿En algún momento te orillé a eso?! ¿Te obligué acaso a ser una mierda de persona con Kagura? ¡Dime! ¿Qué más hice que hicieras? ¡¿De qué más soy culpable según tu pequeño cerebro?!
Dio un paso hacia mí dispuesto a todo.
–¿Qué está pasando? Sus gritos se escuchan en toda la casa –intervino nuestra madre, interrumpiendo cualquier intento de agresión– Sesshomaru, Inuyasha, hijos por favor, no es el momento…
–Madre, por favor déjanos solos, este no es asunto tuyo.
–Pero hijo…
–¡Solo vete!
–¡No le hables así a nuestra madre, pedazo de idiota! –advertí severo.
–No, Inuyasha ¡Ey!–Mi madre me detuvo antes de que pudiera golpearlo–. Basta, por favor… –Izayoi solo intentaba calmar los ánimos.
–¡Es suficiente!
Todos miramos la imponente figura de mi padre en la puerta.
–Izayoi…
No necesitó decir nada más; mi madre me soltó y se fue junto a mi padre.
–Les recuerdo que, a pesar de todo, somos una familia. Puede que tengamos diferencias que nos lleven a discutir, y lo entiendo muy bien, pero no permitiré que esas diferencias lastimen a su madre.
–Cariño…
–Creí que había sido claro contigo, Sesshomaru. Cuando viniste aquí y presentaste a esa mujer, revelando que serían padres, te comportaste como un hombre. Fuiste sincero, y a pesar de la sorpresa, me sentí orgulloso de ti.
–Padre…
–Sin embargo, ahora… ¿cómo es posible que te hayas acostado con otra mujer?
Al igual que él, preferí guardar silencio.
–Te hablé sobre la responsabilidad que implica tener una familia; conversamos sobre eso y mucho más. ¿Qué fue lo que pasó?
–¿Y qué más da? –soltó áspero– ¿De qué sirve que me reproches ahora? Si ella está… muerta, si todo fue una mentira y ese bebé nunca existió.
–De haber existido, eso no borra tus decisiones. Te involucraste con alguien más; son tus acciones las que me disgustan, especialmente cuando creí haberte educado correctamente.
–Cariño, no…
–Déjalo, madre. Deja que siga siendo injusto conmigo –dijo Sesshomaru, mirándome–, mientras que para otros es totalmente complaciente.
Lo vi salir de la habitación, dejando a mi madre con una expresión de tristeza. La preocupación y el dolor eran evidentes en su rostro, y sabía que se sentía impotente al no poder ayudar a su hijo.
Su llanto fue el impulso que tomó mi padre para abrazarla. Ella se dejó llevar, buscando consuelo en su abrazo mientras él intentaba calmar su angustia. Fue un momento que mostró la fragilidad de ambos y a la vez su fuerza.
.
Cuando el sol inundó la casa con su luz, decidí bajar a ver cómo estaba Moroha. En medio de todo lo malo, me había olvidado por completo de ella.
Su risa fue lo primero que escuché antes de abrir la puerta, y al hacerlo, la vi en brazos de Sango, mientras Miroku la hacía reír con una corona de princesa en la cabeza.
–Le queda bien, su alteza –dije tratando de contener la risa.
–¡Papi!
Moroha se deslizó de los brazos de Sango y corrió hacia mí. Al cargarla, besé sus mejillas y me dejé envolver por su dulce aroma.
–Sí, muy gracioso –Se quejó mi amigo mientras se quitaba la corona– ¿Así es cómo me pagas por haber cuidado de tu hija?
Sonreí.
–Creí habérselo pedido a Sango, ¿qué hace él aquí? –cuestioné dejando un beso de saludo en la mejilla de Sango.
–Bueno…
–¿Y dejarla venir sola? ¿Te has vuelto loco? Le hice una promesa a Kag, solo la estoy cumpliendo.
–Sí, pero a veces eres asfixiante –declaró la mujer.
–Anoche, no escuché que te quejaras.
Abrí los ojos mientras intentaba tapar los oídos de Moroha, pero claro, para ella todo era risas.
–¡Solo cállate! –soltó Sango con un ligero sonrojo.
–Ok, no preguntaré –intervine con una sonrisa– Con ver a mi hija sana y contenta me basta.
–No pasó nada –aseguró Sango.
–Dije que no preguntaré.
–No. Hazlo –animó Miroku, mientras se acercaba y rodeaba discretamente la cintura de Sango– Con confianza…
Con una reacción instantánea, Sango lo apartó de inmediato.
–Idiota, te voy a…
–Papi, tengo hambre.
Salvado por la campana.
La risa de Miroku no tardó en aparecer, y se intensificó aún más al ver a Moroha.
–¿Ya te he dicho que amo a tu hija? –murmuró al tocarle las mejillas.
–Ni creas que te has salvado, osito. Juro que lo pagarás –amenazó la mujer y yo miré de inmediato a mi amigo.
–¿Osito? –cuestioné.
–Sí… bueno…
Sonreí, y ahora era él quien intentaba ocultar su sonrojo.
KAGOME
–¿Ya te vas? –cuestioné al entrar a la habitación y verlo atar su cabello en una coleta alta.
–¿Necesitas algo?
Negué lentamente.
–No es eso. Solo que… me preguntaba cuándo ibas a hablar con Naraku. La noticia de Kagura seguramente lo afectó, y supongo que será tema en revistas y programas de televisión.
–Ten por seguro que lo será.
–Y eso deja la noticia de nuestra boda en el aire. Quiero decir que se espera que la familia Hirano muestre su duelo y tome la sabia decisión de suspenderla, ¿no crees?
–Para ser honesto, también he pensado en eso. No te preocupes, hablaré con mi padre. La boda se postergará; espero que sea el tiempo necesario para acabar con Naraku.
Sonreí cuando él lo hizo.
–Por lo pronto ¿Quieres que te lleve a algún lugar? –ofreció.
–¿Qué harás después de hablar con tu padre?
Koga me miró confundido.
–Pensaba en ir al trabajo, pero eso depende.
–¿Depende de qué? –pregunté animada.
–De lo que me vayas a pedir.
–¿Por qué piensas que te quiero pedir algo?
Koga se acercó con las llaves de su auto en la mano.
–Porque comienzo a conocerte, bonita, y sé que quieres algo.
Sonreí al verme descubierta. Para ser honesta, no era muy buena mintiendo.
–Quiero que me lleves a un lugar.
–¿A casa de los Taisho?
Negué de inmediato.
–No, de hecho, este lugar queda un poco lejos de aquí.
–¿Qué tan lejos?
Miré la ventana y sonreí.
–Tal vez necesitemos llevar abrigos.
.
La ansiedad se apoderaba de mí. Esperar nunca había sido mi fuerte; de hecho, esperar era mi tortura. Koga aún no llegaba, y con cada segundo que pasaba, la inquietud crecía dentro de mí, como un nudo en el estómago que se apretaba cada vez más.
Miraba el reloj una y otra vez, preguntándome si había olvidado nuestro acuerdo o si algo había salido mal. La incertidumbre me consumía, y mi mente comenzaba a divagar en pensamientos oscuros que no podía controlar.
La puerta se abrió y de inmediato me levanté del sillón.
–Lo lamento. Mi padre no dejaba de hablar.
Solté un suspiro pesado antes de ir a su encuentro.
–Lo bueno es que ya estás aquí.
–¿Estás lista? –preguntó mirándome y fijándose especialmente en la pequeña maleta que tenía en las manos– Kag…
–No preguntes –le corté– Te lo contaré en el camino.
–Como quieras, pero primero déjame ir por mi abrigo.
–No hace falta, aquí lo tengo –comenté mientras se lo mostraba.
Ambos subimos al auto, y en cuanto arrancó, sentí que mi corazón se salía del pecho. Koga y yo no dijimos nada durante largos minutos, lo cual estuvo bien, ya que me dio la oportunidad de pensar en cómo abordar todo este asunto.
La tensión en el aire era palpable, y cada segundo de silencio me permitía formular las palabras en mi mente, aunque aún no estaba segura de cómo transmitirle todo lo que pasaba.
–Mi padre está de acuerdo.
–¿Eh?
Koga me miró y luego volvió a fijar la vista en la carretera.
–Sobre la boda –añadió– Él también considera necesario postergar la boda; después de todo, él más que nadie entiende el dolor de perder a una hija. Cree que Kagura representa ese mismo tipo de pérdida para Naraku, y piensa que la familia necesita tiempo para sanar antes de celebrar algo tan importante.
–Me alegra que lo entienda, aunque Naraku no merece ese tipo de consideración por parte de tu padre, no después de todo lo que ha hecho –comenté dolida– Sus acciones han causado demasiado sufrimiento y dolor a quienes lo rodean, y me resulta bastante frustrante pensar que aún puede recibir compasión.
–Lo sé, a mí también me hierve la sangre. Sé que esa mujer también sufría por las acciones de Naraku; yo mismo lo vi aquella noche. Las lágrimas en su rostro, la desesperación en su mirada… aún lo recuerdo. No creí que terminaría así.
Solté un suspiro, aferrándome a lo único que me mantenía consciente en este momento: una arrugada nota adhesiva. Sus bordes desgastados y las letras borrosas luchaban por cumplir su propósito.
–Anoche… –solté en un susurro–. Cuando vi el cuerpo de Kagura, algo dentro de mí se negaba a aceptar lo que mis ojos estaban viendo.
–Sé que es difícil.
–Lo fue, al menos hasta que vi su rostro –Miré a Koga– No era ella.
Este frenó de inmediato y me miró sin despegar las manos del volante.
–¿Qué…?
–Acepto que suena una locura, pero es la verdad. La mujer que vi tenía la cabeza destrozada, casi no podía reconocerla. Claro, había un aire a Kagura en su rostro, pero en el fondo, no sentía que fuera ella.
–Kag…
–Y los resultados decían que no estaba embarazada, imposible. Kagura sí estaba embarazada…
–Espera un momento –Me detuvo de inmediato– ¿Embarazada? –cuestionó sorprendido.
Claro, él no lo sabía.
Sonreí al mirarlo.
–Sí, Kagura estaba esperando un bebé.
Koga solo se quedó mirándome, sin decir palabra alguna. Sus ojos reflejaban una mezcla de sorpresa y preocupación, como si estuviera buscando la manera de entender lo que acababa de compartir.
–¿A dónde estamos yendo? –cuestionó serio.
–A encontrarnos con la verdadera Kagura.
Continuará...
