Apagó el auto una vez estacionado, suspira agotada, esperaba que fuese lo último en compra. Saco la lista de su bolsillo de camisa y con alegría solo faltaba las bebidas, atrás suyo, en los asientos, descansaba las compras que hizo en el supermercado.
Bajo del coche y caminó hasta el bar donde trabaja su amigo, observó que el negocio no iba tan bien.
— Muy mal día — se apoya en la mesa del barman, el tipo calvo delgado y mucho más mayor que ella, gira a verla con una sonrisa.
— Yo diría tranquilo — corrige, deja el tarro limpio en el estante —, con tu compra, he salvado el día.
— ¿Qué? — insultada miró a su amigo que extiende la mano para que le pase la tarjeta — Tu estás invitado en esa fiesta ¿Cuál sería tu aporte?
— Yo no fui el que diseñó todo está fiesta, solo seré un invitado.
— ¡Ugh! — molesta busca su tarjeta y se lo pasa de mala gana.
— Sabes, te saldría más barato si hubieras dejado a Bulma planear todo.
— Claro que no — apoyó ambas manos en su cadera — yo lo pensé primero, yo cubriré con los gastos.
— Me preguntó si es puro ego femenino o algo más — murmura divertido el mayor pasando la tarjeta en el lector, que dio luz verde — Bien, con esto tendrás que pedir un préstamo para vivir el resto del mes, al menos que vivas de la sobras del cumpleaños — le devuelve la tarjeta.
— Cállate — de mala gana lo guarda.
— Te pondré de buen humor, saldré en cinco minutos con las cosas.
— Ni una copa de la casa invita.
— Ya vete.
Chirai de mala gana volvió a su auto, ahí escuchó toda la música que deseaba a todo volumen, y bebiendo una fría bebida no alcohólica. La tarde calurosa, le estaba provocando un gran deseos de beber una rica y fría cerveza.
Un toque en la ventana la despierta de su deseo. Baja rápido para ayudar a meter las cajas.
— ¿Cuánto me has descontado? — pregunta con horror mirando las tres cajas metidas en la parte trasera de la camioneta.
— La mitad de todo esto, para que veas que soy un buen amigo.
— Uy, Lemo yo creía que serías capaz de dejar que viva debajo del puente.
— Ganas no me faltan — ríe el anciano.
...
Una vez en la casa de ambos, Chirai se dispuso a adornar la sala con todos los adornos verdes que había comprado, mientras el mayor dejaba prolijo las botanas sobre platos.
— Deberías descansar un poco — al terminar de arreglar el último bocadillo, se fijó que Chirai seguía tirando maldiciones cuál marinero, mientras luchaba con unir globos para darle forma a algo —, lo tuyo no son las decoraciones, ya te lo había dicho.
Chirai quería mandarlo a callarlo nuevamente, su humor se estaba estropeando, y debía ser un día especial, después de todo era el cumpleaños de Broly.
— Me rindo — dejo los globos, esparcidos en el suelo.
— Así le da un toque mágico — Lemo no tenía ganas de suplantar en el labor de la decoración, observó las lianas verdes adornando cada esquina, la letras de cumpleaños en la pared del fondo, la mesa larga con los bocaditos, pompones y un globo en forma de cabeza de un gato. Parecía un cumpleaños infantil.
— Podrías— la interrumpe.
— Mira la hora que es, y tú hueles apestosa — da énfasis lo último, las mejillas de Chirai se oscurecen.
— Falta solo una hora.
— Ve a darte un baño y a prepararte, los invitados pronto vendrán y si te ven tan mal, dirán que esto estaba fuera de tus manos.
Chirai pensó seriamente antes de ir a su habitación para prepararse, debía verse lo mejor posible, pero no tan deslumbrante para opacar al cumpleañero, lo suficiente para atraer su mirada.
...
Los primeros invitados hicieron acto de presencia al tocar el timbre, Chirai con una enorme sonrisa les abrió la puerta.
— Bienvenidos — aunque se congeló al escuchar risas infantiles y como entraban corriendo.
— Ay, muchas gracias por invitarnos — Bulma le entregó su saco blanco de piel sintética — oh — miro la casa ignorando que los niños estaban revoltosos mirando todo — pero que linda casa, es tan acogedora.
— Creí haber dicho que sería una fiesta sin niños — murmuró molesta caminando detrás de la mujer.
— Oh, en serio — Bulma intenta recordar y luego ríe — lo siento, pero ya están aquí. No te preocupes — la mujer va a los bocadillos.
— ¿Dónde ponemos los regalos? — Chirai miró con horror a la mujer que cargaba a una bebé de menos de un año —. Oye — Gohan le tronó los dedos.
— En esta esquina — Lemo nervioso le indica, parecía que su inquilina tendría un colapso mental — ¿Chirai?
— Lo van a arruinar — su rostro se retorció en una mueca nerviosa, mirando como los dos niños seguían correteando.
Aunque pronto Vegeta sujeta a ambos niños por la parte detrás del cuello de su camiseta.
— Quédense quietos o los dejaré en el auto encerrados y sin torta ni dulce — amenaza el adulto.
— No señor Vegeta — pidió Goten con ojos aguados.
— Papá te prometo que nos portaremos bien — intento parecer lo más confiado.
— Vamos Vegeta, son solo niños — Goku fue al rescate de los niños —, deja que se diviertan, después de todo es una fiesta.
— Jmp — los ojos de Vegeta se dirigieron directamente a los anfitriones, Lemo sonríe nervioso, Chirai, tensa, negó con la cabeza, que no los deje ir.
— Los estaré vigilando — sentencia a los infantes que los arroja al suelo.
— ¡Auch! — Goten cayó de cara al suelo, Trunks de trasero.
— Tu papá da mucho miedo — musitó el infante a su amigo.
Los invitados llegaron lentamente, y se acomodaron en lugares cómodos, esperando a que el cumpleañero llegue. Chirai parecía de las más histéricas organizadoras, velando que ningún adorno sea sacado por los infantes o por los padres de la bebé que parecía una muy caprichosa, pues no dejaba de llorar por tener la mariposa de globo.
— Un adorno menos, no hará la diferencia — dijo Milk que lo saca de la pared para darse a su nieta que ríe contenta.
— pero — Chirai miró afligida, todo estaba siendo un desastre. Su mirada pilló a Bulma que estaba bebiendo sin preocupaciones, charlando con uno de los invitados, tan animadamente —, de seguro que es obra de esa mujer — murmuró furiosa.
— ¡Ya viene el cumpleañeros! — se escuchó la voz de Lemo mientras guarda su celular — Todos a sus puestos y callados — pidió.
Chirai horrorizada sacó su celular y miró, tenía tres llamadas y mensajes del padre de Broly, se avergonzó. Ella era la que debía estar atenta a la llamada, al mensaje, para preparar la sorpresa.
— Chirai — Lemo tocó su hombro.
— Apaguen la luz, o no será sorpresa.
Frunció el ceño al escuchar la voz animada de Bulma, molesta camino hasta el interruptor. Apagó la luz, y el silencio duró unos segundos, puesto se escuchó la risas de los niños, y el gorgoteo de la bebé.
— ¡Cállense! — demandó en un tono bajo Vegeta.
Era su preferido, y eso que antes no le agradaba para nada, pero ahora parecía su mejor aliado.
Su corazón se precipitó cuando pudo escuchar perfectamente los pasos de los hombres, el murmullo y la risa refrescante de Broly. Suspira al imaginarse que pronto podría ver su hermosa sonrisa angelical, y terminaría en un abrazo por su esfuerzo.
De pronto la luz se encendió, haciéndola despertar, Broly ya estaba adentro y los invitados habían arrojado papelitos de colores y gritaban muchas felicitaciones.
Broly se mostró genuinamente sorprendido, agradece de corazón, y noto una pequeña lágrima en la esquina de su ojo. Era tan noble.
— Felicidades gradulon — Bulma le da una palmada en su hombro —, por cierto, deberías agradecer está fiesta a la linda de Chirai, se ha preocupado por hacer esta sorpresa — la mujer dichosa le guiña un ojo mientras se retira.
Chirai se sintió avergonzada cuando la mirada de él cayó sobre su cuerpo.
— Muchas gracias Chirai — Broly le sonríe, algo inquieto sin saber cómo realmente agradecerle sin incomodarla.
— N-no es nada, es decir, es tu cumpleaños — le da una enorme sonrisa — solo una vez se cumplen treinta años — asegura.
Broly ríe y sin dejarse llevar por la etiqueta, que recién estaba aprendiendo, la abraza.
— Oye, tranquilízate, o la vas a estrangular.
La carcajada de los invitados avergonzaron a Broly que deja en libertad a Chirai, que parecía mareada por el afecto, era mejor de lo que se había imaginado.
Apretó sus mejillas que ardían.
— Parece que necesitas de esto — Lemo le pasa un botella de cerveza, Chirai no lo rechazó, sus piernas parecían que pronto se iban a doblegar, aún podía sentir los brazos fuerte sobre su cuerpo.
— Es tan lindo — murmuró luego de beber un buen sorbo de cerveza, mirando desde la lejanía a Broly que charlaba con su amigo.
Lo he vuelto a escribir, este fic ya lo había publicado hace años atrás, sin embargo, cuando me borraron la cuenta, no tenía respaldo. Estoy feliz de volver a reescribir mis anteriores fic's ¡Yea!
