La sensación de inquietud nuevamente se sumergió cuando el conductor desvió la camioneta de la carretera asfaltada, conduciendo por una angosta y de tierra, alrededor solo había árboles.

Estrujó sus manos, no le agradaba fumar, pero había escuchado los beneficios: calmar los nervios. Ahora necesitaba uno.

— Pronto llegaremos — el conductor avisó.

Ella solo sonríe sin mirarlo, simplemente mirando al frente. Los pequeños baches hacían sacudir la camioneta, pero el conductor, no tan experto, podía manejarlo a una velocidad media.

Ella hubiera deseado conducir su camioneta, pero no tenía cabeza para estar atenta a la autopista, aunque estaba creyendo que fue una mala idea ceder las llaves, todo el camino su mente estaba divagando y haciéndose escenas irreal sobre su primer encuentro con el padre de Broly.

Pronto la camioneta se detuvo frente a una choza de madera, oculta entre el bosque.

Broly le había dicho que su padre al salir de la prisión por una condena que no le quedó muy en claro, decidió vivir lejos de la ciudad y del foco de atención.

Solo esperaba que lo que investigó sobre el padre de Broly, no fuese tan cierto. Un intento de asesinato.

De solo recordar, un horrible escalofrío recorrió todo su cuerpo. El golpe de la puerta cerrarse sacudió no solo al auto, también a ella.

Rápido bajó del auto también, y con pasos largos intentó acercarse a Broly, que iba ya subiendo el pórtico.

Tocaron el timbre y esperaron hasta que un hombre alto, igual que su novio, les abrió la puerta.

Su mirada dura, su cabello ceniza contrastaba con su piel morena. Una cicatriz muy notoria en su rostro, cortaba en línea oblicua su ojo que tenía un parche.

Trago saliva, ya no sabía si eran los nervios de conocer al suegro de su novio o si tenía delante suyo un posible asesino.

Le encantaban las películas de terror ambientadas en cabañas y bosques, pero ahora la detestaba.

— Buen día señor — saludo nerviosa, ante todo, debía fingir que no estaba nerviosa ni tenía miedo.

— Mm — su mirada evaluadora la congelo — al fin llega, entren. O serán alimentos para los osos — suelta una frívola carcajada.

Broly también ríe, una risa más cálida, empuja a la pequeña mujer para que entre.

La casa era hogareña, parecía pertenecer a un cazador. Uno muy maquiavélico, en la pared tenía adornado la cabeza de un alce adulto, y como alfombra, un oso disecado.

— Que linda decoración — menciona tensa.

— Yo mismo decore, eso implica la elaboración de la decoración — Paragus se sentía más que orgulloso — e hice la casa, primero la casa y luego la decoración — menciona con diversión.

— Jaja — Chirai ríe tontamente.

— Me he olvidado de las compras — Broly chasquea los dedos — ahora iré, papá se amable con Chirai — menciona antes de dejarlos solos.

La pequeña mujer miró con terror suplicante que no la dejara, pero la puerta se cerró, haciendo eco en ella.

— Mi hijo ha hablado mucho de ti, dijo que eras una mujer muy paciente con él — menciona acercándose a un mueble, detrás de ella —, se que has escuchado o leído la noticia, mi intento de asesinato.

— Jaja — vuelve a saltar una risa histérica, no sabía exactamente que decir.

— Debo aclarar que me enjuiciaron erróneamente — señala con rencor — Ouji era un incompetente, yo debía tener su puesto, pero él, celoso, decidió inculparme.

— ¿Ouji? — se tensó, era el apellido de uno de los amigos de Broly.

— Se que mi hijo es amigo del hijo de ese bastardo — Chirai traga saliva, la situación se estaba volviendo más tensa, y Broly no regresaba —, él me ha enseñado que el pasado es pasado — menciona ligeramente, casi con una alegría que ella no creyó — vivir en el bosque a permitido aliviar mi sed de venganza, ya sabes, arruinó mi vida. Pero eso quedó en el pasado.

— Si, eso es verdad. Velar el futuro, vivir en el presente — señala torpemente.

Paragus ríe, se acerca a ella y se apoya en el sofá. Pudo notar como los pequeños hombros se cuadraron aún más y aún no quería darle la cara. Sonríe de lado.

— Tengo algo para ti que eliminará la tensión.

— No digas eso señor — Chirai cortó sus palabras mentirosas, sus ojos se iluminaron cuando vio un portarretratos que había ignorado al entrar a la sala. Era un Broly regordete de menos de dos años — ¡Qué lindura!

— Y tengo muchas más — deja el portarretrato en la manos de ella, y va en busca del álbum de Broly.

Cuando Broly llegó, se encontró en una bochornosa situación: que su novia viera sus fotos infantiles, pero valía la pena al ver que ambos estaban compartiendo un grato momento. Se había dado cuenta que Chirai estaba tensa, en todo el viaje, y más cuando entraron a la casa. Sabía lo difícil que sería, tomando en cuenta lo que había hecho su padre, o lo que estaba apunto de hacer si no fuera que los guardias lo detuvieron.

— Desde pequeño era amantes de los animales — Paragus señala con fastidio — a mi no me gustaba, pero he aprendido a vivir con ellos — menciona mirando la cabeza de alce.

Chirai ríe incómoda. Ambos, padres e hijos, eran tan distintos pero se notaba la preocupación mutua por los dos.

Podría vivir con eso.


si te parece conocido, es porque lo he vuelto a reescribir XD, tal vez ligeramente cambie algo...

Gracias por darle una oportunidad, te mando un saludo