Capítulo III: ¡Sirviéndote el almuerzo, nya!
¡Rrrrringg!
- ¡Wooo-hooo!.- Festejó Eddy, poniéndose de pie de su asiento, lanzándose hacia la puerta en dirección al pasillo, corriendo emocionado.- ¡Al fin, llegó la hora del almuerzo!.- Exclamó, mientras que se quedaba esperando a que llegaran sus otros dos amigos, los cuales salieron del salón de clases y de ahí, los tres Eds junto a los demás chicos se dirigieron a la Cafetería. Mientras tanto, las cinco chicas solo pudieron seguirlos, pensando que alcanzarían su destino que era aquella zona de la escuela.
Una vez que todos arribaron, formaron una fila para el almuerzo, excepto las cinco nuevas chicas, ya que habían traído lo suyo para comer ese día. Cada quien tomó asiento con sus respectivas amistades y zonas. Los tres Eds pronto notaron que las nuevas estudiantes estaban sentadas a unos pocos metros de distancia de donde se hallaban. Eddy parecía estar un poco sorprendido. ¿Por qué habían escogido sentarse allí, un tanto apartadas del resto?. Pronto, puso sus ojos sobre Corina, solamente para ver qué se había traído de almuerzo: Tenía una manzana, un apetitoso sándwich y una gran galleta con unos chips de chocolate junto unos trocitos de caramelos mentolados horneados en ello. Todo parecía haber sido hecho de forma casero. Así como también tenía un termo que contenía té de algún tipo.
Doble D notó a su amigo, quien no paraba de mirar a las nuevas estudiantes, en especial a Corina.
- ¿Eddy?.- Le llamó el chico de gorro negro al otro.
- ¿Hmm?.- Murmuró, un tanto distraído, sin prestarle atención a lo que Doble D le estaba hablando hasta que se giró para ver qué necesitaba.
- ¿Por qué no estás comiendo?. Es poco salubre no alimentarse en estas horas del día.- Le aconsejó, preocupado por el repentino comportamiento tan aislado y silencioso de su amigo.
- No tengo hambre.- Fue la respuesta que dio Eddy, girándose, otra vez, para ver a esa chica de nombre Corina.
Doble D enarcó una ceja, sorprendido, aún más, por lo que acababa de presenciar junto a Ed. Ambos se miraron. ¿Qué estaba ocurriendo?. Hasta hacia pocas horas, Eddy se mostró emocionado por realizar un proyecto de estafas con los futuros estudiantes pero no se esperó que se tratara de un grupo de chicas y ahora estaba en ese estado tan reservado.
- "Qué raro. ¿Por qué actúa así?".- Se preguntó el genio del grupo, preocupado.
Mientras tanto, con las chicas "Mews":
- ¡Yum!.- Exclamó Kikki mientras comía su almuerzo.- ¡Qué delicia de comida que prepararon Elliot y Wesley!.
- Sí, parece que hicieron un gran esfuerzo para ello.- Sostuvo Zoe mientras comía su sándwich.
Renée, por su parte, notó a Bridget, quien estaba actuando un poco extraña, casi de forma inusual.
- ¿Hay algo malo en tu comida, Bridget?.- Le preguntó la citada a la otra.
- N...No...E...No es eso.- Fue la respuesta tartamuda de la chica, quien parecía distante.
Zoe notó, pronto, que la Bridget estaba mirando hacia uno de esos tres chicos del otro lado de la Cafetería allí sentados. Era uno con una gorra negra y de ahí ella comenzó a indagar, a unir las piezas.
- Oigan, ¿por qué no nos presentamos a los demás estudiantes y les damos nuestros nombres?.- Propuso la pelirroja a sus amigas, quienes se miraron confundidas.
- ¡¿Y por qué deberíamos hacerlo?!.- Cuestionó Corina un poco enojada.- Estamos aquí para encontrar al enemigo, no para hacer amistades.
- Bueno, si necesitamos investigar a alguien aquí y que pueda estar relacionado con la nueva amenaza, sería bueno aprendernos sus nombres, ¿no lo crees?.- Alegó Zoe a su amiga peli azul.
- Para mí está bien.- Apoyó Renée con un movimiento de cabeza, asintiendo a favor de lo aportado por la chica y siendo observada con sorpresa, ya que ella, usualmente, no era de hacer ese tipo de actos de presentación ante los demás.
- Bueno, sí está bien con lo que Renée ha hecho, supongo que también estará bien para mí.- Sostuvo Corina, poniéndose de pie y con un tono más tranquilo en su voz.
- ¡Perfecto, entonces es un hecho!.- Se mostró Zoe complacida y fue seguida por las demás hacia aquella mesa donde se encontraban esos tres chicos, los Eds.
Volviendo con los tres amigos, Doble D había conseguido que Eddy comiera de su almuerzo y así no tener problemas con las siguientes horas de clase pero cuando su amigo estaba por darle un sorbo a su leche fresca en cartón, se detuvo al ver que tanto él como sus dos amigos vieron llegar a aquellas nuevas estudiantes. El chico de baja estatura se quedó en shock cuando las vio acercarse, como si su alma fuera arrancada, preguntándose por qué iban hacia ellos. Doble D y Ed notaron el pánico en sus ojos, observando que él veía la llegada de las citadas hacia su mesa.
- ¡Hola!.- Saludó Zoe con un movimiento de mano y una sonrisa en su rostro.
- Oh, hola, ummmm.- Doble D devolvió aquel saludo pero se le había escapado el nombre de la chica por unos segundos. Zoe, ¿no es así?.
- Así es, esa soy yo.- Respondió con un movimiento de cabeza.- Nosotras decidimos el venir hasta aquí para conocerlos, uno por uno, a ustedes y el de los demás, así vamos entrando en contacto y confianza, ¿no creen?.
- Me parece una muy buena idea.- Le respaldó Doble D a ella.- Mi nombre es Eddward con dos "D" pero todos me llaman "Doble D".
- ¡Yo soy Ed!.- Se presentó el fan de la Ciencia Ficción con un grito de emoción
Pronto, todas las miradas fueron hacia Eddy, quien se sintió tenso en esos momentos cuando él notó los ojos de Corina enfocados en él.
- Y...Yo soy Eddy.- Se las arregló para presentarse aunque bajo una fachada de timidez absoluta y que llegó hasta los oídos de Doble D y hasta de Kevin.
- ¿Uh?.- El pelirrojo se giró para ver qué pasaba, notando a las chicas recién llegadas que hablaban con los Eds.
Por supuesto que cualquier cosa que se produjera cerca de donde él estaba, llegaba hasta sus oídos y no la desaprovechaba. En esta oportunidad, notó que Eddy estaba totalmente encogido, asustado cuando tenía enfrente a esa chica de nombre Corina. Una sonrisa de pura maldad se dibujó en su rostro al tener nuevo "material" con el cual poder atormentar y hasta molestar a ese que tantos dolores de cabeza le había causado.
- "¡Vaya, vaya, vaya!. Pero mira qué tenemos aquí".- Pensó el bravucón de la escuela y del vecindario.
- Bueno, ha sido un gusto el poder conocerlos a todos.- Dijo Renée a los Eds, mientras que se dirigían hacia donde estaban los otros chicos.
- ¡Es verdad!.- Agradeció Kikki, mientras que seguía a la otra chica hacia las otras mesas.
Los Eds quedaron en silencio.
- Bueno, ha sido un evento sumamente interesante, ¿verdad, Caballeros?.- Rompió Doble D el silencio que se había forjado después de que se fueran las chicas.
Hubo otro segundo de pausa, como los que se dan durante una guerra o después de que se terminan los bombardeos pero uno de ellos estaba teniendo una especie de "sueños en vida" así como un suspiro que se escapaba de sus labios.
- ¿Uh?.- Se preguntaron Doble D y Ed al ver a Eddy, quien tenía una mano sobre su mentón, mirando hacia donde se estaban dirigiendo aquellas chicas.
- Corina.- Suspiró aquel nombre, siendo oído por sus otros dos amigos.
- ¿Eddy?.- El chico del gorro negro movió una mano frente al rostro del otro para captar sus movimientos con los ojos pero nada.- Hmmm, no hay respuesta.
Pronto notaron cuál era la causa de ese estado para su amigo, cosa que los tomó por sorpresa.
- ¿Será que...?.- Doble D comenzó a buscar algo en uno de sus bolsillos de los pantalones hasta sacar una moneda reluciente y que la puso, nuevamente, frente a su amigo de baja estatura.- Mira, Eddy, ¿sabes lo que es?.
Parecía que iba recobrando el sentido, volviendo a parpadear rápidamente.
- Oye, ¡¿de dónde has sacado ese Centavo sin avisarme?!.- Preguntó Eddy al volver a la normalidad.
- ¡Yay!.- Exclamó Ed, feliz.- ¡Eddy se ha recuperado!.
Doble D guardó aquel Centavo en sus bolsillos.
- Eddy, ¿por qué has actuado tan extraño?.- Quiso saber aquello a su amigo de baja estatura.- ¿Qué es?.- Interrogó el citado.
- No lo sé.- Fue su respuesta, confundido por lo que estaba experimentando, sintiéndose un poco irritado. Fue entonces que lanzó un suspiro y los miró.- Chicos, ¿recuerdan esa vez que tratábamos de llamar la atención de Nazz?.
- Sí, lo recuerdo ese día muy vagamente.- Respondió Doble D con un movimiento de cabeza, asintiendo.
- Bueno, yo...ummm...Yo...Yo estoy volviendo a tener esos mismos sentimientos por alguien otra vez y...es cuando miro a Corina.- Dijo, hablando en voz rápida pero llegó hasta sus amigos.
- Eddy...¿Estás admitiendo tus sentimientos hacia Corina? ¿De que estás sintiendo algo por ella?.- Preguntó Doble D, emocionado, habiéndose encendido esa idea en su cabeza.
- Uhh, ¿quizás?.- Alegó el joven con una de sus manos en la espalda y bajando la cabeza, avergonzado.- S...Sí, supongo.
- Awwww.- Ed lanzó un arrullo.- ¡Eddy encontró a su Chica Mermelada y él es su Chico Mantequilla de Maní!.
Tanto Doble D como Eddy no supieron cómo responder ante esa escena dada por el otro.
