Kakashi los había enviado a una misión. ¡Una simple misión!, ¡maldición! ¿en qué momento esa simple misión se había convertido en ese horrible desastre?.
-"Buscar el grupo de renegados, capturarlos y regresar a la aldea".
Esas fueron las instrucciones. ¿Por qué todo se había descontrolado?.
-"Toma Teme, Sakura-chan me pidió que les entregara estos medicamentos, dijo que eran para resfriados o algo así".
-¡Maldito Naruto!, ¿En qué diablos pensabas al darme estás estúpidas pastillas?.
Todo había comenzado después de recibir esos medicamentos. Hinata Hyuga y él habían salido de misión, el Hokague les había encomendado una misión tan sencilla. Desde la Guerra habían menos misiones, el peligro había pasado. Así que no tardarían mucho en terminar ese trabajo. Pero para su mala fortuna, una tormenta los atrapó, decidieron refugiarse en una cueva. Creyeron que todo estaría bien, pero parecía que el destino les estaba jugando sucio.
-Sasuke-san, creo que me siento mal.
¡Claro! ¡Su compañera de misión se había enfermado!, lo malo no era eso.
-Toma.
Ese había sido el segundo error. Usar los medicamentos que Naruto le había dado.
-Gracias.
Al poco tiempo de haber consumido esa píldoras, Hinata comenzó a comportarse demasiado rara.
Primero su temperatura había subido más de lo que ya estaba antes. Sus ojos estaban cristalinos y sus labios carnosos estaban más rojos, al igual que sus mejillas, el sudor en su cuerpo aumentaba cada vez más y su respiración no se quedaba atrás.
Él no entendía que estaba pasando, pero estaba seguro de que aquellas píldoras no eran para la gripe. Se sorprendió al ver cómo Hinata se quitaba aquel enorme abrigo que siempre llevaba, dejando ver las curvas que sus pechos marcaban a través de aquella delgada blusa de rejillas. Sus enormes pechos hacían contraste con su pequeña cintura, sin pensarlo más ella se deshizo de aquella blusa, permitiendo ver cómo sus pechos eran cubiertos con unos simples vendajes.
Siguió con sus pantalones, también se los retiró quedando en ropa interior. Pudo apreciar sus largas piernas, blancas y suaves, bien torneadas por el ejercicio.
Siguió su camino hacía delante, donde estaba él. Ahora podía entender que aquel medicamento no era eso, sino que eran afrodisíacos.
-¡Maldito Naruto!.
Volvió a repetir, cuando Hinata siguió acercándose. Él retrocedía pero el poco espacio dentro de aquella cueva no le permitían alejarse de ella.
Al verse acorralado intentó esquivarla, pero ella era demasiado rápida.
-¡Detente Hyuga!.
Le ordenaba, siendo lo más duro posible para que recobrara la conciencia de ella misma.
-Por favor Sasuke-kun, ayúdame a bajar está calor. Tengo mucha calor.
Siguió tratando de acercarse a él, Pero Sasuke hacía todo lo posible para alejarla.
Porsupuesto era demasiado atractiva, también estaba que le gustaba desde hacía mucho. Y hace poco había descubierto que estaba enamorado de ella. Pero esto era demasiado incluso para él, no podían hacerlo de esa manera, probablemente ella se arrepentiría, tampoco era un aprovechado.
-Sasuke-kun...
Su voz se escuchaba demasiado atrevida. A él le parecía demasiado sexi verla y escucharla de esa forma, lo que le provocaba que él también entrara en ese ambiente. Sin embargo, así no es como quería conquistarla.
-Estoy enamorada de ti...
La miró más sorprendido aún, ¿había escuchado bien?.
La vió bajar la mirada, al parecer estaba demasiado avergonzada. La tomó de los hombros y ella alzó la mirada hacía su rostro.
-¿Eso es cierto?.
Su corazón palpitaba como loco, sentía como si le fuera a dar un paro cardíaco, comenzó a sentir el rostro caliente, el sudor comenzó a aparecer en su cuerpo y el calor se expandía, su entrepierna comenzaba a doler y fue donde cayó en cuenta.
El afrodisíaco también comenzaba a hacer efecto en su cuerpo, entrando a su recuerdo cuando tomo también una píldora para evitar enfermarse.
Cerró los ojos por el dolor que sintió en la espalda después de caer al suelo. Al abrirlos comenzó a darse cuenta de lo que estaba pasando. Aún si tenía todos esos efectos en su cuerpo, podía pensar en lo que estaba ocurriendo.
Sintió el cuerpo de Hinata frotarse con el suyo. Estaba encima de él y podía sentir cada curva de su cuerpo, se sentó en su abdomen y pudo apreciar sus pechos de otro ángulo.
No podía pensar bien, su cuerpo reaccionaba de manera automática al tacto femenino. Hinata de pronto se inclinó hacia él y sin más sintió sus labios pegados a los de él. Demasiado suaves, agradables. Y sin pensarlo mucho, mandó todo al carajo.
Se levantó y sin terminar el beso comenzó a quitarse la ropa, acostó a Hinata provocando que quedara debajo de él. Terminó de desvestirse y comenzó a besar el cuello de Hinata, siguiendo el camino más abajo. Le ayudó a deshacerse de aquellas estorbosas vendas y por fin pudo ver aquellos hermosos montes.
Los tomó con ambas manos y comenzó a acariciarlos. Chupando y lamiendo cada parte que pudiera. Sentía como el dolor en su entrepierna aumentaba cada que escuchaba los gemidos de placer de una Hinata sonrojada.
-¡P-por favor Sasuke!, ¡hazme tuya!.
Al escucharla decir aquello, no pudo evitarlo más y buscó su entrada con la punta de su pene. Al sentirla comenzó a introducir su miembro.
-¡Estás, demasiado apretada!.
Siguió entrando con dificultad, cuando lo hizo completamente sintió como su interior lo apretaba.
Se inclinó para tomar sus labios y así poder aminorar un poco el dolor que estaba seguro ella sentía.
-Tranquila, pronto te vas a acostumbrar.
Siguió besando sus labios y de vez en cuando bajaba a su cuello y pechos. Su piel era demasiado suave dejando en claro que era una verdadera princesa.
Sasuke sintió como Hinata comenzaba a mover sus caderas. Al parecer ya había pasado el dolor. Era el momento del placer.
También comenzó a mover sus caderas, saliendo y entrando de ella lo más despacio que podía, sabía que podía hacerle daño si lo hacía más rápido.
-S-Sasuke... m-mas rápido... ¡Agggh!
Obedeció a su orden y aumento la velocidad, no podía evitar disfrutar junto con ella. Sus gemidos se acompasaban con las embestidas.
-Hinata...
La llamó, ella alzó la cabeza buscando la mirada oscura de aquel hombre.
-Ya eres mía.
Terminó con una sonrisa, quería dejarle en claro que a partir de ese día ella no volvería a separarse de él.
Hinata iba a mencionar algo pero Sasuke dió una estocada demasiado fuerte que provocó que su espalda nuevamente se arqueara y que Hinata enterrara sus uñas en la espalda del contrario para aguantar aquella oleada de placer.
-Sasuke...
Gimió su nombre cuando sintió que su abdomen se relajó. Sus piernas temblaban, sentía que sus fuerzas se habían ido de su cuerpo.
Pensaba que todo se había terminado pero estaba equivocada. Sintió nuevamente como el miembro de Sasuke volvía a salir y entrar en ella, estaba segura de que su miembro palpitaba en su interior. Intentaba controlar sus gemidos pero no podía, sentía como si estos escaparan solos.
-Hinata...
Sasuke también gimió su nombre, permitiendo que todos sus fluidos quedarán en el interior de Hinata.
Ella podía sentir las contracciones de su interior, sentía como apretaba el miembro de Sasuke y como el mismo seguía dejando sus fluidos dentro suyo.
Sasuke salió por completo de ella y se acostó a su lado. Los cubrió con su enorme capa y después de un par de besos y sin agregar palabras quedaron inconscientes.
Sasuke abrió los ojos, sentía un poco de incomodidad en la espalda por el suelo rocoso. Pero también podía sentir el cuerpo cálido de Hinata. Tenía su espalda pegada a su pecho.
Con una sonrisa comenzó a besar su cuello, también comenzó a tocar sus pechos. Escuchando los gemidos de protesta de su compañera. Con una sonrisa aumentó las caricias, se levantó un poco para alcanzar sus labios y lo hizo.
Se apartó cuando sintió a Hinata tensarse.
-¡Sasuke!.
Se apartó un poco para poder darse la vuelta y verlo a la cara demasiado avergonzada.
-¡L-lo siento!.
Alarmada se trató de disculpar, no podía verlo a los ojos y se cubrió la cara con las manos.
-Hinata... ¿acaso, lo que me dijiste no era cierto?.
Estaba confundido, pero estaba decidido, aún si Hinata no sentía lo mismo que el, se encargaría de que eso cambiara.
-N-no, es decir, si... -lo miró a los ojos aún avergonzada pero con una mirada decidida -Estoy enamorada de ti Sasuke.
Sus miradas no se apartaban uno del otro. Sasuke con una sonrisa se acercó y tomó sus labios.
Hinata correspondió y el ambiente cambió. Sasuke volvió a colocarla debajo de él y sin más se introdujo en ella.
Hinata no supo porque lo hizo pero en un instante ya estaba encima de él. Sasuke se había sorprendido por un instante pero después una sonrisa ladina apareció en sus labios. Nunca una mujer había intentado controlarlo. Él siempre era el que dominaba en la cama.
Sintió como sus manos eran tomadas por unas más pequeñas para ser colocadas encima de su cabeza, sin poner fuerza permitió que ella tomara el control.
Comenzó a mover sus caderas y ella también comenzó a bajar sus besos hacia el cuello y pecho del contrario.
Aumentó el ritmo de sus caderas mientras entrelazaba sus dedos con los del contrario y así apretarlos para poder aguantar las oleadas de placer que le hacía sentir.
Sasuke también sentía como el placer aumentaba cada vez más. Podía ver a Hinata moverse encima de él, como sus pechos se balanceaban y tocaban su rostro.
Hinata aumentó la velocidad y arqueó su espalda hacía atrás, alejándose de Sasuke, colocando sus brazos hacia atrás para tener más soporte. Sasuke se sentó y tomó las caderas de Hinata, ayudando con el vaivén.
Ambos gemían con fuerza, casi gritando, no sabiendo como aguantar el placer que sentían.
-Yo también te amo Hinata...
Lo dijo al oído después de abrazarla y sentir como su interior lo apretaba, dejando sus fluidos dentro de ella nuevamente.
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Abría los ojos, todo su cuerpo se sentía cansado, pesado, como si algo o alguien estuviera encima de ella. Sonrió al darse cuenta de que era lo segundo. Miró hacia abajo y efectivamente, una cabellera negra fue lo que vió. Tenía su cara entre sus pechos, se avergonzó y prefirió dejarlo así.
Comenzó a acariciar la cabellera de su compañero para despertarlo poco a poco. Sintió como se movía lentamente dando señales de que estaba despertando. Creyó que se alejaría de ella pero lo que hizo fue lo contrario. Apretó el abrazo en el que la tenía prisionera y enterró aún más su cara en sus pechos para después abrir sus piernas y meterse en ellas, quedando completamente encima de su torso, permitiendo que sus cuerpos se tocaran.
-Me encanta despertar abrazado a ti, oliendo tu aroma, sintiendo tu piel.
Le dijo, provocando que la piel de Hinata se erizará por el contacto de su aliento.
-A mi también.
Sasuke se levantó un poco para poder besar a Hinata, para después enterrar su cara en su cuello, respirando profundamente.
-Debemos levantarnos, probablemente el Hokague nos llame a una misión.
-Otro rato más.
Le protestó. Hinata se rió levemente por lo infantil que podía ser el oscuro Uchiha.
-¡Ahh!.
Hinata gritó por la impresión y la sensación que Sasuke le causó al chupar con fuerza uno de sus pezones.
-¡S-Sasuke!.
Se quejó. Miró hacía abajo y se encontró con el rostro divertido de Sasuke.
-Para... ¡Ahhh!
Volvió a protestar pero Sasuke la interrumpió cuando la penetró en una estocada.
-Ya no aguantaba...
Sasuke sentía como Hinata tenia contracciones, provocando que su miembro sufriera deliciosos masajes.
Comenzó a entrar y salir de ella, en un vaiven rítmico.
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Habían pasado algunos meses desde que habían comenzado a salir, después del accidente con el afrodisíaco.
-¡Teme! ¡Hina!.
Ambos iban de camino a la torre Hokague, habían sido llamados. Cuando Naruto los encontró.
-¿Que quieres Usurantokachi?
Sasuke estaba molesto, justo iba a tomar la mano de Hinata para caminar mas juntos y corroborar su relación.
-Sakura-chan me pidió que les diera estos medicamentos, dijo que eran para sus próximas misiones.
Ambos azabaches se miraron y Hinata después de sonrojarse apartó la mirada.
-Está bien, creo que los necesitaremos.
Sasuke aceptó la bolsa y con una sonrisa ladina tomó a Hinata de la mano y siguieron con su camino.
-Preparate Hinata, porque no vamos a descansar en este viaje.
Hinata solo asintió y se permitió ser arrastrada.
