En el medio del mar, con el cielo teñido de negro bajo la luz del cuarto menguante, dos personas navegaban en un bote, uno de ellos, un anciano barbudo de aproximadamente 60 años, usaba el remo para mover el bote, mientras que el otro, un hombre de 29 años, se encontraba acostado con las manos detrás de su cabeza y su sombrero de ala ancha rojo oscuro tapando su rostro. El hombre se veía despreocupado y relajado, como si el mar silencioso no lo asustara en lo absoluto.

—¿Ya hemos llegado? —Preguntó perezosamente el hombre que estaba acostado.

—Ya casi —Gruñó el anciano mientras seguía remando— Todavía no entiendo para qué quieres ir a esa isla, está lleno de cazarrecompensas —el anciano le dirigió una mirada— Apenas te vean, definitivamente querrán tu cabeza.

El hombre dió un resoplido

—Me encantaría ver cómo lo intentan. —Dijo sarcásticamente con indiferencia. El anciano sudó ante la despreocupación del hombre, pero decidió no hacerle caso. Poco a poco estaban empezando a acercarse a una isla que tenía montañas parecidas a cactus gigantes.

El anciano navegó hasta el río de entrada, y se adentró lo suficiente como para que nadie los viera

—Aquí estamos... Whisky Peak

—Ya era hora. —Dijo el hombre con un tono aburrido mientras se levantaba, agarrando su sombrero y poniéndoselo en la cabeza. El hombre inspeccionó la zona, estaba todo apagado y silencioso... Pero a lo lejos pudo avistar una carabela con un Jolly Roger con un sombrero de paja... Supuso que era un barco pirata— Parece que ya hay otros que cayeron en la trampa de esta ciudad antes que nosotros. —Dijo el hombre con una sonrisa irónica.

—Pobres desgraciados... —Dijo el anciano mientras miraba el barco— ¿Realmente vas a adentrarte aquí, D?

—Tu trabajo no es hacer preguntas. —El hombre, conocido como "D" le lanzó una bolsa llena de Berries al anciano y pegó un salto bastante alto para aterrizar en la isla. El hombre le dió una última mirada al anciano— Será mejor que te vayas. —Le dijo el hombre para finalmente alejarse.

—Mocosos... —Gruñó el anciano empezando a remar para irse de la isla.

El hombre empezó a caminar despreocupadamente por la ciudad silenciosa. Este hombre, D, o como así se hacía llamar, era un hombre de 29 años de al menos unos 190 cm de alto, con piel clara, ojos verdes y cabello negro semi-largo peinado hacía abajo, con su flequillo tapando parcialmente sus ojos. D vestía con pantalones rojos carmesí oscuros, botas altas negras, guantes negros y un cinturón de cuero negro con una hebilla con forma de calavera. Usaba un abrigo extra largo de color rojo carmesí oscuro sin faldones, con mangas largas que terminaban en puños negros y con el cuello vuelto hacía arriba, el abrigo tenía una longitud que rozaba el suelo. Debajo del abrigo, usaba un suéter negro con cuello alto junto con una camisa negra de manga larga, con un chaleco rojo carmesí oscuro con broches negros encima. Por último, un sombrero de ala ancha de color rojo carmesí oscuro con decoraciones negras se apoyaba sobre su cabeza, ensombreciendo su rostro estoico. En su espalda, D llevaba una espada larga de casi 2 metros de largo, con una hoja de doble filo extremadamente pesada para un humano ordinario. La hoja tiene un acabado oscuro, hecho con un metal ennegrecido con detalles afilados. La empuñadura es larga, con un diseño en espiral que termina en una cruz de guarda afilada, con picos que parecen garras, mientras que el pomo de la espada tiene la forma de una calavera que mira a ambos lados de la hoja, con una púa larga metálica que sobresale de la cabeza.

D siguió caminando sin preocuparse por el entorno. Sabía que esta ciudad estaba dominada por Baroque Works, esa era la razón principal por la que estaba aquí. Hace varios días, una carta le había llegado a D, pidiéndole su ayuda para acabar con Baroque Works y su líder, a quien llamaban Mr. 0. D se habría negado inmediatamente de no ser porque en la carta decía que esté "Mr. 0" era uno de los Shichibukai, Crocodile, quien junto con su organización había tomado el control de Arabasta. Sabiendo ésto, el hombre de rojo aceptó, no por el bien de su corazón, sino porque hacer público que una de las mascotas del gobierno mundial estaba esclavizando a una nación entera los haría quedar bastante mal... Y D aprovecharía completamente eso.

Sin embargo, no sabía exactamente quién había mandado la carta. Solo sabía que se hacía llamar "Miss Wednesday" lo que le hizo intuir a D que esta persona era una infiltrada. Dejando eso de lado, la carta decía que viniera exactamente aquí, ¿Por qué? Quizás esté a punto de averiguarlo.

Durante su caminata, D avistó un par de edificios iluminados. D pudo sentir la presencia de múltiples personas adentro, supuso que era algún tipo de bar, y supuso que ahí estaban los piratas que habían caído en la trampa de esta ciudad. Todo estaba demasiado tranquilo... Ni un rastro de la persona que lo contacto. Por ahora decidió dirigirse a un callejón y sacar un cigarrillo para ponérselo en su boca y encenderlo para empezar a fumar. D dió una larga calada y libero el humo medio minuto después.

—Que aburrido tener que esperar, espero que no me hayan jugado una broma, porque de lo contrario... —Murmuró para sí mismo. Sin embargo, su Haki de observación le avisó sobre una presencia que salía de aquel bar. D no necesito acercarse para escuchar lo que decía.

—La Roca Cactus se ve hermosa bailando a la luz de la luna. —Dijo un hombre que estaba con las manos entrelazadas en su espalda.

—Eres todo un poeta, Igarappoi. —Dijo una de las personas que D sintió que estaban sentadas en el techo, detrás del hombre— No, Mr. 8.

—Ah, son ustedes. —Dijo Igarappoi sin mirarlos directamente. Ambos bajaron del techo y le dieron una mirada al hombre.

—¿Qué ha sido de ellos? —Preguntó una chica de cabello celeste. D supuso que hablaba de los piratas, fumo un poco más de su cigarro mientras seguía escuchando en silencio.

—Cayeron... —Igarappoi se dió la vuelta para mirarlos— ...al infierno.

—¿Al infierno, eh? —Pensó sarcásticamente mientras dejaba salir humo de su boca. D sintió que otra presencia salía del edificio, tenía aspecto de monja.

—Rayos... —Dijo la mujer con aspecto de monja saliendo por la puerta— Como eran tan testarudos, tuve que añadir alcohol en sus bebidas. Si no, todavía estarían en pie divirtiéndose. —La mujer empezó a quitarse su atuendo de monja mientras hablaba— Pero, ¿Era realmente necesario hacer algo tan elaborado? Solo era un grupo de cinco mocosos. Deberíamos haberlos atacado en el puerto. La ciudad apenas tiene comida, aunque tampoco esperaba que pudiéramos comer la carne de la ballena. —Una vez se quitó su atuendo, se reveló a una mujer de aspecto bastante musculoso que dejaría en ridículo incluso a la mayoría de hombres musculosos, su piel era morena y su cabello rosado.

—¡No hace falta que lo digas así! —Dijo el hombre de cabello naranja vestido de verde y con una corona en la cabeza— ¡Hicimos todo cuánto pudimos!

—Cálmense. —Les dijo Igarappoi— Miren esto. Los he investigado con detenimiento —Igarappoi sacó un cartel de se busca. D uso su Haki de observación para ver el cartel que pertenecía a un niño con un sombrero de paja.

—Monkey D. Luffy... ¿Eh? —La recompensa por él no le impresionó en lo absoluto... Ha visto recompensas mucho más altas. Pero aún así, era bastante alta para un novato, tenía que admitir.

—¡¿30 millones de Berries?! —Gritaron la morena, el de cabello naranja y la de cabello celeste al mismo tiempo al ver la recompensa. D lanzó una burla, se nota que ni siquiera han visto las enormes recompensas de los piratas del paraíso, sin mencionar los del nuevo mundo.

—Es absurdo juzgar la habilidad de un pirata basándose en su aspecto, Miss Mon... —Igarappoi se aclaró la garganta de manera extraña— Miss Monday.

—Lo siento. —Se disculpó la morena que ahora sabía que se llamaba Miss Monday.

—Pero ya está todo preparado. Parece que podemos enviarle un buen informe al jefe —Dijo Igarappoi— Confisquen todo el dinero y las cosas de valor que tengan.

—¿Y que hay de ellos? —Preguntó Miss Monday.

—¿Que haremos? —Preguntó el de cabello naranja.

—Si los matamos, la recompensa bajará un 30%. —Dijo Igarappoi— El gobierno quiere realizar ejecuciones públicas. —Todos se quedaron en un silencio incómodo por varios segundos, hasta que Igarappoi lo rompió— ¡Vayan! ¡Capturenlos vivos! —D había terminado de fumar su cigarrillo y tiró la colilla al suelo para pisarlo. D no se perdió la otra presencia que apareció en el techo.

—Oye, lo siento mucho, pero... —Los cuatro miembros de Baroque Works se sorprendieron ante la nueva voz que apareció— ¿Te importaría dejarlos dormir? Están cansados por el viaje de este mediodía.

Varios hombres salieron del bar desesperados

—¡Mr. 8, Miss Monday! ¡El tipo de la faja escapó de la sala!

—Está ahí. —Dijo la de cabello celeste mientras miraba al hombre de cabello verde sentado en el techo.

—Desgraciado... —Dijo Igarappoi mirando con dagas al hombre— ¡Pensaba que estabas completamente dormido!

D sonrió bajo el ala de su sombrero.

—Parece que está por comenzar el espectáculo...

—Los espadachines no cometen el error de bajar tanto la guardia. —Dijo el espadachín de cabello verde. D resoplo, supuso que no todos eran tontos en esa tripulación. Varios cazarrecompensas se reunieron alistando sus armas para prepararse para la pelea que se viene. El espadachín se levantó con una de sus espadas en mano— Así que este es un nido de cazarrecompensas. Embaucan a los piratas animados que acaban de entrar en el Grand Line. Parece que hay unos cien cazarrecompensas... Lucharé contra todos ustedes... ¡Baroque Works!

—¡¿Cómo conoces el nombre de nuestra compañía?! —Exclamó Igarappoi con sorpresa. Los demás quedaron igual de sorprendidos.

—Antes me dedicaba a algo parecido, así que su compañía me reclutó una vez, obviamente, me negué. —Dijo el espadachín— Los empleados no conocen los nombres de los demás y tienen nombres en clave. Obviamente, el paradero del jefe y su identidad son un misterio hasta para ellos. Baroque Works es un grupo criminal que sigue ciegamente sus órdenes. —D no pudo evitar estar de acuerdo con eso. Aunque él ya sabía que era Crocodile el que estaba detrás de todo— ¿Era un secreto? —Preguntó el espadachín con una sonrisa oscura.

—Qué sorpresa... Si ya conoces nuestros secretos, tendremos que borrarte del mapa. —Dijo Igarappoi con una mirada ensombrecida— Añadiremos otra tumba a las Rocas Cactus. —Igarappoi luego señaló al espadachín mientras daba la orden— ¡Matenlo! —Sin embargo, todos se quedaron boquiabiertos cuando vieron que el espadachín desapareció.

—De-desapareció... —Dijo la de cabello azul con la misma expresión de sorpresa que sus compañeros.

—¡¿Donde demonios se metió?! —Preguntó Igarappoi mientras él y los demás miraban para todos lados buscándolo.

—Idiotas... Está metido entre ustedes —Pensó D habiendo sabido desde el principio donde estaba el espadachín.

Y como si hubieran leído su mente, todos los miembros de Baroque Works se sorprendieron cuando vieron que el espadachín estaba entre ellos.

—Bueno... ¿Empezamos? —Les dijo el espadachín con una sonrisa. Todos los miembros inmediatamente levantaron sus mosquetes para dispararle, sin embargo, el espadachín volvió a desaparecer y las balas terminaron impactando entre ellos... Básicamente se mataron mutuamente sin quererlo.

—Que inteligente. —Murmuró el hombre de rojo. D desapareció en un borrón para luego aparecer dentro de un edificio y apoyarse cerca de una ventana— Desde aquí será suficiente para ver el espectáculo...


Y vaya que el espectáculo fue decepcionante, básicamente se resume en que el espadachín acabó con todos ellos fácilmente... Menos mal que él no participo, hubiera sido una pérdida de tiempo pelear con tipos tan débiles.

D vió al espadachín empuñando dos de sus tres espadas, mirando al resto de los miembros de Baroque Works que quedaban. Igarappoi habló sobre que la marina cometió un error con el póster de se busca, pensando que esos 30 millones era por el espadachín. D resoplo con burla, el gobierno casi nunca se equivocaba, y sería muy tonto cometer un error así. D ya se estaba aburriendo de mantenerse al márgen, el tipo de cabello naranja estaba parloteando sobre que cuánto menor sea su número mayor será su nivel de poder. El tipo de cabello naranja se presentó como Mr. 9... En ese caso era el más debilucho. Luego señaló a Igarappoi como Mr. 8, ya lo había mencionado antes. Sin embargo su interés se incrementó cuando nombró a la mujer de cabello celeste como Miss Wednesday.

—Así que era ella. —Murmuró D mientras analizaba detenidamente a la mujer... Se le hacía bastante familiar... Se parecía mucho a la hija de Cobra— Ah... Ya veo. —Todo estaba empezando a tener sentido para el hombre de rojo. La mujer era la princesa de Arabasta, Nefertari Vivi. Tiene sentido que le haya pedido su ayuda para salvar su país.

D observó la pelea con una expresión de aburrimiento en su rostro. Mr. 9 no le presentó ni siquiera un desafío al espadachín.

—Como pensé, un debilucho. —Murmuró el hombre de rojo. Luego vió a Miss Wednesday (Mejor dicho, la princesa Vivi) haciéndole una técnica de seducción al espadachín usando perfumes, que inesperadamente para D, estaba funcionando— ¿Enserio? Solo usó perfume... D inmediatamente pensó que el tipo debía ser virgen. Vivi intentó atacar a Zoro mientras estaba subida en su pato... Pero para conveniencia del espadachín, el pato se pasó de la raya y ambos se cayeron del techo— ...Esto no podría ser más ridículo. —El espadachín hizo un comentario diciendo que le daba vergüenza luchar contra ellos, y D estaba de acuerdo con eso, si verlo ya era vergonzoso, no se imaginaba en su lugar.

Sin embargo, el espadachín fue atacado por Igarappoi usando su trompeta que hacía que salieran balas de su cabello.

Que cabello más extraño... —se acercó para ver mejor, obviamente escondiéndose en las sombras. El espadachín había escapado haciendo un agujero en el techo y escapando por la puerta de la casa. Luego Mr. 9 salió de los escombros con un grito exagerado y se enfrentó al espadachín quien estaba escondido en un callejón. El tipo luego le lanzó una cadena al peliverde, enganchandola en su brazo izquierdo— Que patético. —Pensó el hombre de rojo con indiferencia, podría haberlo esquivado fácilmente. El espadachín luego fue rodeado por los otros dos. La princesa tenía a un chico regordete durmiendo con ella y amenazó al espadachín con quitarle la vida— ...¿Ese niño es el capitán? —D no entendía como ese mocoso era el líder de aquel espadachín... Pero prefirió no prejuzgar, como había dicho el tipo de la trompeta antes, no había que juzgar a alguien por su apariencia.

Igarappoi se preparó para disparar. D se preguntó si debería intervenir... Pero eligió no hacerlo, quería ver cómo se las arreglaba el espadachín. D había elegido bien, ya que el espadachín inmediatamente usó a Mr. 9 como escudo humano contra las balas y luego lo lanzó hacía Viví. Impactando contra ella y su pato y salvando al niño regordete. Igarappoi le intentó disparar una vez más pero el espadachín corrió y usó la panza de su capitán como trampolín para saltar hasta Igarappoi y cortarlo con su espada.

—Nada mal... —Murmuró D con una impresión ocultada bajo su fachada estoica. El hombre cayó derrotado y el espadachín se sentó en el techo para relajarse. El niño regordete con el sombrero de paja se despertó y se preguntó por qué estaba afuera... Y luego se volvió a dormir— Que niño más extraño...

D dejó de prestarles atención y se concentró en la princesa y sus compañeros caídos. Frente a ellos aparecieron dos personas a las que Igarappoi nombró cómo Mr. 5 y Miss Valentine. El hombre de rojo intuyó que estaban en problemas. Se acercó un poco más para escuchar la conversación.

—¿Están perdiendo el tiempo? —Les preguntó Mr. 5, mientras que su compañera, Miss Valentine, se reía de ellos.

—Aquí se ve la diferencia entre su nivel y el nuestro, ¿No? —Les dijo Miss Valentine en un tono burlón.

—¿Vinieron para reírse de nosotros? —Les preguntó Igarappoi con un tono molesto.

—Si, para eso también. —Respondió Mr. 5 mientras que su compañera se volvía a reír. De verdad que su risa ya le estaba pareciendo fastidiosa al hombre de rojo.

—Por supuesto, vinimos aquí para nuestra misión. —Les dijo Miss Valentine manteniendo su sonrisa irritante.

—Muchas gracias... Si nos ayudan, ese hombre no será rival para nosotros. —Dijo Mr. 9 intentando levantarse.

—Es verdad. Por favor, derroten a ese espadachín ahora mismo. —Les suplicó Miss Wednesday.

—¿Ah? Basta de chistes sin gracia. ¿Que los ayudemos? —Preguntó Mr. 5 de manera irónica.

—¿Acaso creen que vinimos hasta los confines del Grand Line solo para eso? —Les dijo Miss Valentine.

—¿Qué? ¿Para qué misión vinieron entonces? —Les preguntó Mr 9.

—¿De verdad no lo sabes? —Le preguntó Mr. 5 sarcásticamente— Son unos criminales tan importantes como para que nos mande el jefe a tratar con ellos. El jefe dijo lo siguiente: "Han descubierto mis secretos". La verdad no sé de qué secretos estaba hablando, pero el lema de nuestra compañía es "misterio" —D resoplo burlonamente. Si, vaya que son misteriosos— No importa de quién sea la identidad, la norma dice que no hay que husmear. Si alguien descubre los secretos del jefe, ha cometido un pecado que se paga con la muerte.

—Y cuando investigamos detenidamente quién descubrió sus secretos... —Miss Valentine volvió a reírse de forma fastidiosa, a D ya le estaba dando dolor de cabeza con solo escucharla— Qué casualidad... Descubrimos que un pez gordo de cierto reino se infiltró en Baroque Works.

D ya sabía a lo que se refería, la habían descubierto... Era obvio que en algún momento iba a pasar. Mr 9 se levantó y dijo que aunque tuviera una corona no era un rey ni nada parecido. El hombre de rojo suspiró.

—No están hablando de ti, bufón. —Pensó con aburrimiento.

—¡No hablaba de ti! —Le exclamó Miss Valentine, hablando por D.

—Los pecadores que ahora mismo desaparecieron del reino de Arabasta... —Sin embargo, Mr. 5 fue interrumpido cuando Igarappoi uso sus escopetas de su cabello para dispararles.

—¡No dejaré que le pongan un dedo encima a la princesa! —Les gritó Igarappoi— ¡Lo juro por mi puesto de capitán de la guardia del reino de Arabasta!

—¡Igaram! —Gritó Vivi mientras veía lo que hacía Igarappoi... No, Igaram.

D suspiró negando con la cabeza. Ese fue un mal movimiento.

—Igaram, el capitán de la guardia del reino de Arabasta. Y la princesa Nefertari Vivi. En nombre del jefe de Baroque Works, debemos eliminarlos. —Terminó de decir Mr. 5.

Igaram les volvió a disparar, diciéndole a Vivi que escape. Sin embargo, Mr. 5 le lanzó algo a Igaram que inmediatamente explotó en el momento en que impacto contra él. Igaram cayó al suelo derrotado.

—¡Igaram! —Gritó Vivi preocupada al ver al capitán caído. D vió que ahora estaban en problemas, supuso que ya era momento de dejar de estar en las sombras.

—Es inútil. —Le dijo Miss Valentine desde el cielo, flotando con su paraguas en mano. Miss Valentine descendió para darle una patada a Vivi, ella lo esquivo e inmediatamente intentó atacarla, pero la mujer voladora lo esquivo fácilmente.

—Malditos monstruos... —Les dijo Vivi con una mirada de odio. Vivi luego se acercó a Igaram— Igaram, ¿Estás bien?

—Vivi-sama, no se preocupe por mí. —Le dijo Igaram levantando levemente su cabeza— Usted tiene que escapar de aquí... Hágalo por nuestra patria... Sin usted, nuestro reino de Arabasta estará... ¡Vamos, váyase!

—¿Crees que podrás escapar de nosotros? —Le preguntó Mr. 5 mientras se urgaba la nariz. Vivi se preparó para luchar, pero Mr. 9 se adelantó a ella para enfrentarse a ellos.

—No comprendo la situación, pero hemos formado equipo durante mucho tiempo. —Le dijo Mr. 9 sin mirarla— Te conseguiré algo de tiempo, ¡Vete de una vez, Miss Wednesday!

—Mr. 9... —Dijo Vivi mirándolo. D resoplo, al menos no era un cobarde. Mr. 9 se despidió de ella e hizo una voltereta avanzando hacia Mr. 5 y Miss Valentine para atacarlos. Sin embargo, Mr. 5 uso su moco y se lo disparó a Mr. 9, explotando inmediatamente con el impacto. A D le parecía asqueroso, supuso que el tipo había comido una fruta del diablo. Mr. 9 voló varios metros hasta caer hacia el agua. Vivi le gritó preocupada a su compañero caído. Vivi luego miró hacía ellos asustada e inmediatamente se subió en su pato— ¡Karoo, corre! —Inmediatamente el pato comenzó a correr para alejarse de ellos. Mr. 5 y Miss Valentine empezaron a perseguirla.

—Bien... Se acabó la hora de esconderse... Es hora de actuar. —Dijo el hombre de rojo mientras se alejaba caminando en las sombras.


D había seguido a Vivi desde las sombras, presenció cómo Miss Monday era derrotada por Mr. 5 luego de intentar defender a Vivi, Miss Valentine, después de explicar de forma innecesaria que había comido la fruta Kilo Kilo y que enterrara a Miss Monday por haberlos traicionado, aumentó su peso hasta 10.000 Kilos y aterrizó sobre Miss Monday, provocando una explosión de escombros. Vivi estaba acorralada junto a su pato, frente a ella, Mr. 5 y Miss Valentine se paraban igual de confiados como siempre.

—¿Que tal? ¿Crees que podrás sobrevivir a eso? —Le preguntó Miss Valentine con una sonrisa a Vivi.

—No podrás escapar de nosotros. —Le dijo Mr. 5

Vivi estaba temblando de miedo, pero aún así mantuvo su mirada determinada hacía ellos.

—Sobreviviré... Sobreviviré... —Murmuró Vivi— ¡Sobreviviré y regresaré a Arabasta con vida!

Mr. 5 se urgó la nariz para lanzarle otro moco explosivo. Vivi miró como el moco de Mr. 5 se acercaba a ella, Vivi cerró los ojos esperando el impacto... Ella escuchó la explosión, pero estaba intacta. Vivi abrió los ojos para ver una enorme espada negra clavada en el suelo frente a ella.

—¿Q-Qué...? ¿Una espada? —Preguntó Viví sorprendida. Mr. 5 y Miss Valentine se sorprendieron ante la inesperada aparición de la espada que bloqueó la explosión.

—Bastardo... Tuve que bloquear tu asqueroso moco con mi espada, haré que lo limpies luego —Dijo D quien estaba sentado encima de una de las casas con un rostro estoico bajo el ala de su sombrero. Vivi y los dos miembros de Baroque Works miraron al hombre de rojo sorprendidos.

—¿Quien es ese? —Preguntó Mr. 5. Miss Valentine se encogió de hombros sin saber quién es tampoco.

—¿Quien es él...? —Se preguntó Viví mientras miraba al hombre indiferente. Nunca lo había visto aquí, definitivamente no estaba con los piratas. El hombre de rojo la miró fijamente, Vivi podía sentir que irradiaba un aura oscura e inhumana.

—¿Por qué me miras así, princesa? —Le preguntó D despreocupadamente— ¿No habías pedido mis servicios para que te ayudara con esta gente patética? Porque eso es lo que estoy haciendo ahora.

—¿Tus servicios...? —Vivi lo miró confundida, pero inmediatamente abrió los ojos con sorpresa cuando lo recordó. Con solo ver su vestimenta roja era suficiente para saber de quién se trataba— ¡¿Tú eres...?! —Vivi tenía una mirada esperanzada. Recordó como hace casi una semana en un momento de desesperación había mandado una carta pidiéndole ayuda al misterioso espadachín rojo, el criminal más buscado de todo el mundo y el que le había causado problemas al gobierno mundial durante una década. Al no saberse su identidad, Vivi tuvo que contactar con varias personas que tenían conexión con el misterioso asesino de Marines. Tenía muy pocas esperanzas de que él respondiera... Pero verlo aquí le hizo saber que ahora tendría la posibilidad de salvar su reino.

D le sonrió e inmediatamente pegó un salto, aterrizando entre medio de Vivi y su espada, se paró erguido, su figura alta e intimidante llamó la atención de todos los presentes, mientras su abrigo ondeaba con el viento. D le dirigió una mirada a la princesa.

—Te he estado vigilando todo el tiempo, he de admitir. —Le dijo D, para sorpresa de Vivi. ¿Había estado aquí todo este tiempo?— No te preocupes, tu caballero de brillante armadura vino para salvarte de esos minions de ahí atrás. —Le dijo con un tono sarcástico. Vivi ignoró su sarcasmo y lo miró agradecida.

—¿Quien demonios eres? —Le preguntó Mr. 5. D le dió una mirada de reojo— Como sea... ¡Toma ésto! —Mr. 5 le lanzó otro de sus mocos explosivos. D sonrió de forma sardónica y rápidamente hizo un escupitajo hacía el moco que venía hacía ellos. La saliva viajó a toda velocidad e impactó contra el moco, haciéndolo explotar en el aire. Todos miraron sorprendidos ante lo que hizo el hombre— ¿Qué...?

—¿U-Uso su saliva? —Preguntó Viví en su mente un poco asqueada por eso, pero aún así agradeció que funcionara.

Miss Valentine floto encima de D e inmediatamente aumentó su peso hasta 10.000 kilos para caer encima del hombre estoico. D le dirigió una mirada llena de aburrimiento y, con un movimiento perezoso, agarró su pié sin esfuerzo. El suelo debajo de D se agrietó enormemente por el peso, pero al espadachín rojo no le afectó en lo absoluto. Miss Valentine lo miró con los ojos muy abiertos.

—¿Es ésto lo mejor que tiene Baroque Works? Vaya decepción. —Dijo D en un tono aburrido para luego lanzar a Miss Valentine con fuerza hacía su compañero, quien no tuvo tiempo de reaccionar debido a la velocidad con la que su compañera volaba hacía él. Miss Valentine impactó contra él con fuerza y ambos volaron varios metros hacía atrás. Los dos cayeron derrotados instantáneamente.

—Increíble... Los derrotó con facilidad. —Pensó Vivi mientras miraba a su salvador con los ojos abiertos. Definitivamente este hombre estaba a otro nivel, le hacía honor a su leyenda.

—¿Realmente vine aquí para enfrentarme a dos idiotas? Vaya pérdida de tiempo. —Dijo D mientras tomaba a Abaddon en sus manos y la envainaba en su espalda. D luego sintió la presencia del espadachín acercándose. Una vez que llegó, D lo miró de reojo— Lo siento, llegas tarde, ya acabé con ellos.

—¡¿Qué-?! ¿Quien eres tú? —Le preguntó el espadachín sorprendido. Nunca había visto a este hombre por aquí.

—¡Maldito seas! ¡No te rindes nunca! —Dijo Vivi mientras se preparaba para atacarlo, pero D agarró su brazo para detenerla. Vivi lo miró confundida.

—Creo que no ha venido a atacarnos... —D le dió una mirada al espadachín que le provocó escalofríos— ¿Verdad?

El espadachín asintió.

—Si... Vine para salvarla. —Luego miró hacía los cuerpos tirados de los dos miembros de Baroque Works— Pero veo que tú ya lo hiciste.

Antes de que D pudiera responder, una voz lo interrumpió.

—¡Te encontré! —Todos miraron hacía la nueva voz que le gritaba al espadachín, que no era más que el chico regordete con el sombrero de paja— ¡Zoro!

—Así que por fin despertó ese mocoso. —Dijo D con una expresión indiferente.

Luffy miró a Zoro con enojo.

—¡No te lo perdonaré! ¡Luchemos! —Zoro miró confundido a su capitán, sudando ante lo que le dijo. D enarcó una ceja divertido.

—¡¿Eh?! ¡¿Que tonterías estás diciendo ahora?! —Le preguntó Zoro incredulamente.

—¡Silencio! ¡Voy a patearte el trasero por ser tan ingrato! —Le gritó Luffy. D resoplo con diversión.

—Vaya par de idiotas... —Murmuró D. Ambos continuaron discutiendo. Básicamente, Luffy estaba enojado con Zoro por haber atacado a los ciudadanos que les dieron la bienvenida y les dió mucha comida deliciosa... Este niño definitivamente era demasiado idiota. D y Viví vieron como los dos empezaron a luchar descontroladamente. Los dos miembros de Baroque Works que D derrotó con facilidad se habían levantado con dificultad y empezaron a caminar hacía ellos— Parece que quieren una revancha...

—Mr. 5... No podemos dejarnos humillar por ese hombre. —Dijo Miss Valentine mientras caminaba con dificultad al lado de su compañero que también estaba algo herido.

—Tienes razón... Nos tomó por sorpresa, pero ahora nos pondremos serios. —Dijo Mr. 5. D les envió una mirada indiferente y apática a ambos. Estos dos no servían ni para calentamiento, una simple mirada con su Haki del rey y estos dos caerían desmayados. Ambos corrieron hacía el hombre estoico, sin embargo, Luffy con su cuerpo regordete impactó contra ellos, llevándoselos por delante e impactando contra una de las casas, cortesía de Zoro quien había pateado a Luffy con anterioridad.

D no emitió ninguna reacción ante lo que pasó, por el contrario, Vivi tenía una expresión sorprendida.

—Bueno, eso funcionará. —Dijo D mientras se apoyaba sobre unas rocas y encendía un cigarrillo. Vivi miró al hombre fumando de forma despreocupada.

—¿No harás nada? —Le preguntó Viví, un poco sorprendida por su actitud indiferente.

—No soy su niñero, por mí pueden matarse y destruir todo este lugar. —D sonrió irónicamente— Además, debo admitir que es divertido ver a dos mocosos pelear. Sirve para entretenerme un rato —Dijo el hombre de rojo mientras fumaba de su cigarro. Vivi lo miró sudando gotas.

Ambos vieron como se producían varias explosiones en el lugar donde Luffy y los dos miembros de Baroque Works habían caído. Miss Valentine había salido volando del humo y se puso encima de Zoro para caer sobre él.

—¡Mr. Bushido, tienes que esquivarla! ¡Va a-! —Vivi intentó avisarle a Zoro pero este la silencio.

—¡Cállate! —Le gritó Zoro— No es el mejor momento para eso.

—No te molestes, princesa. —Dijo D mientras seguía fumando su cigarrillo. Zoro, D y Viví vieron como Luffy apareció ahora más delgado mientras tenía a Mr. 5 colgando de su mano— Debo admitirlo, el chico es fuerte.

—¡No puede ser! ¡¿Eliminó él solo a un oficial de Baroque Works?! —Exclamó Vivi sorprendida. Podía entender que D los eliminara con facilidad. Pero nunca pensó que el sombrero de paja era tan poderoso.

—Tú misma lo viste. —Le dijo D indiferentemente— Simplemente disfruta el espectáculo. —Zoro intentó calmar a Luffy y explicarle la situación, pero el mocoso idiota no lo escuchó. Miss Valentine cayó con fuerza encima de Zoro, pero este se hizo a un lado mientras tomaba su faja verde y se lo ponía en la cabeza— Ahora, esto se está poniendo interesante. —Dijo D sonriendo bajo el ala de su sombrero.

—¡Esperen! ¡¿Qué está pasando?! —Preguntó Viví sin entender lo que ocurría— ¡¿Acaso no eran compañeros?!

—Quien sabe, supongo que su única forma de hablar es luchando. —Dijo D con un tono aburrido. Ambos miraron a los dos correr hacia el otro y chocar, Zoro con sus tres espadas y Luffy con su cuerpo. Ambos estuvieron luchando por varios minutos mientras destruían todo a su paso. D ya había terminado su cigarrillo mientras seguía viendo a ambos luchar, a este punto ya se estaba aburriendo. Vivi y D vieron como Luffy y Zoro acabaron con Mr. 5 y Miss Valentine cuando intentaron atacarlos. Vivi quedó sorprendida por la fuerza de ambos. Miró a D con desesperación.

—¡¿Vas a hacer algo?! ¡A este punto se matarán! —Le exclamó Vivi al estoico hombre de rojo, quien rechistó con fastidio.

—Bien. —D dirigió su fría mirada a los dos mocosos que se preparaban para golpearse una vez más— De todos modos ya me estaba aburriendo. —Usando su Haki del rey, D detuvo a ambos con una simple mirada. Luffy y Zoro se detuvieron cuando sintieron una aterradora presión en el aire. D usó lo suficiente como para no desmayarlos. Ambos miraron a D con los ojos abiertos, quien les dirigía una mirada fría e indiferente— ¿Que tal si se detienen de una vez, mocosos? Están asustando a la dama aquí.

Zoro tragó saliva mientras miraba a D con nervios.

—S-Si... Tienes razón. —Zoro no entendía este sentimiento, ¿Por qué se sentía tan vulnerable ante su mirada?

Luffy también sentía lo mismo, no entendía porque, pero se sintió realmente débil por primera vez, ¿Que había hecho ese tipo?

Vivi se quedó sin palabras ante lo que acaba de suceder. Le dió una mirada al hombre de rojo.

—Él... Los detuvo con una sola mirada... Ni siquiera se movió... ¡Definitivamente es muy poderoso! Pensó Vivi con algo de emoción. Debía admitir que Luffy y Zoro eran fuertes, pero D estaba en una liga propia, nunca había visto nada igual antes.

Derrepente, una mujer de cabello naranja apareció y se sorprendió al ver toda la destrucción.

—¿Qué ha pasado? —Dijo ella para luego mirar a Luffy y Zoro— ¡¿Y por qué ustedes están tan golpeados?!

—Estuvimos peleando. —Le dijo Luffy de forma despreocupada. La mujer los miró con una expresión incrédula.

—¡¿Qué?! ¡¿Por qué?! ¡¿Que demonios pasa con ustedes?! —Luego miró hacía Viví— ¡Al menos consiguieron mantener a salvo a la chica! ¡Casi dejan que se nos escapen 1000 millones de Berries! —La mujer les dió una mirada dura— ¿Lo entendieron?

—¿De que están hablando? —Preguntó Viví sin entender. D se encogió de hombros— ¿Por qué me quieren salvar?

—Bueno, tenemos que hablar de eso —Le dijo la mujer de cabello naranja— ¿Que tal si haces un contrato conmigo?

—¿Un contrato? —Le preguntó Vivi confundida.


Los cinco se habían reunido en otro lugar para hablar sobre el "contrato" que le ofrecían a Vivi. D se quedó a un lado mientras fumaba otro cigarro, mientras que Zoro le explicó a Luffy el porque atacó a esos ciudadanos, el cabeza hueca pareció haber comprendido está vez.

—Bueno, ya lo oíste. —Le dijo la mujer de cabello naranja a Vivi que ahora sabía que se llamaba Nami— Cómo pago, me gustaría recibir 1000 millones de Berries... Ya viste lo fuertes que son. —Dijo hablando de Luffy y Zoro— No creo que sea un mal negocio.

—No puedo. —Le dijo Vivi para sorpresa de Nami y sus amigos. D se quedó indiferente a la conversación— Les estoy muy agradecida por haberme salvado.

—¿Por qué no? Eres una princesa, ¿No? —Le preguntó Nami— Solo son 1000 millones... —D resoplo burlonamente. Esta niña era codiciosa, por lo que veía, pero no dijo nada.

—¿Conocen el reino de Arabasta? —Les preguntó Vivi. Nami dijo que no— Es un reino pacífico considerado una gran civilización.

—Más bien, lo era. —Dijo D con un tono indiferente. Nami se sorprendió. Vivi sonrió con tristeza.

—Lo que él dijo. —Vivi le dió la razón. D dió una calada a su cigarrillo, liberando el humo segundos después.

—¿Lo era? ¿Y ahora? —Preguntó Nami.

—Estamos en plena guerra civil. —Explicó Vivi— Hace unos años empezaron a vislumbrarse indicios de una revolución. Los ciudadanos se alzaron y el reino se sumió en un completo caos... Un día, oí el nombre de una organización —Vivi alzó la mirada con enojo— ¡Baroque Works! —D se quedó en silencio mientras terminaba su cigarrillo— Descubrí que este grupo estaba manipulando a la población. Pero no había forma posible de conseguir más información aparte de esa... Y no podía hacer nada. Y le pedí ayuda a Igaram que siempre se metía en mis problemas desde que yo era niña.

—¿El viejo de los rulos? —Preguntó Luffy.

—¿Rulos? Ah, si. —Dijo Vivi— Le pregunté si había alguna forma de infiltrarse en Baroque Works, quizás de esa forma podría ver quién estaba manejándolo y descubrir su meta.

—Que princesa tan atrevida. —Dijo Zoro con una sonrisa— ¿Y bien? ¿Descubriste cual era su objetivo? —Vivi asintió a su pregunta.

—"La fundación de una nación ideal" —Dijo Nami— Eso fue lo que dijo Igaram-san. Entonces...

—Si. El jefe dice que es para crear una nación ideal... Pero es una mentira enorme —Respondió Vivi— ¡Su verdadero objetivo es apoderarse del reino de Arabasta!

—No me sorprende... —Murmuró D con indiferencia mientras fumaba lo que quedaba de su cigarro.

—¡Tengo que volver cuánto antes para contarles la verdad y detener el conflicto! —Exclamó Vivi— Si no hago algo...

—Ya veo... Así que era eso. —Dijo Nami con decepción— Por fin todo empieza a encajar... No puede haber dinero en plena guerra civil, ¿Eh?

—¿Quien está detrás de ésto? —Preguntó Luffy con una sonrisa.

—¡¿L-La identidad del jefe?! —Preguntó Vivi con miedo— ¡No deberías haber preguntado eso!

—Sabes quién es, ¿No? —Le preguntó Luffy despreocupadamente.

—¡No lo preguntes! ¡Todo menos eso! —Le suplicó Vivi— ¡Sus vidas también estarán peligro!

—¡Entonces, prefiero no saberlo! —Dijo Nami mientras se reía nerviosamente— A fin de cuentas, esos tipos pretenden hacerse con un país entero. ¡Seguro que son unas personas increíblemente peligrosas!

—¡Si, así es! —Dijo Vivi— Por muy fuertes que puedan ser, ¡Nunca podrán hacer frente a Crocodile, un miembro de los Shichibukai!

—Bien dicho, princesa. —Dijo D con una sonrisa sarcástica.

—¿Quien? —Preguntó Luffy inocentemente. Vivi inmediatamente se tapó la boca dándose cuenta de su error. Mientras que Nami tenía una expresión de horror en su rostro.

—Lo dijiste. —Dijo Zoro con el ceño fruncido. Derrepente, todos miraron hacía el techo para ver a un ave y a una nutria, ambos con lentes. El ave salió volando con la nutria encima de ella.

—¡¿Qué eran esa ave y esa nutria?! —Le preguntó Nami a Vivi con enojo quien la agarraba de la ropa desesperadamente mientras Viví se disculpaba continuamente. D simplemente negó con la cabeza.

—Dijo "Shichibukai" —Le habló Luffy a Zoro con emoción.

—No está mal. —Respondió Zoro.

Nami siguió quejándose con Vivi por un rato más mientras Luffy se reía hasta que Nami empezó a llorar.

—Nos va a perseguir un Shichibukai nada más entrar al Grand Line... ¡Esto es demasiado para mí!

—Eso es nada comparado con lo que te encontrarás a lo largo del Grand Line, perdona que te lo diga —Dijo D con una sonrisa seca bajo el ala de su sombrero.

—¡Tú cállate! —Le gritó Nami al hombre de rojo quien solo incrementó más su sonrisa. Nami salió enojada del callejón— ¡Ha sido por poco tiempo, pero gracias por todo!

—¿A dónde vas? —Le preguntó Luffy.

—¡Aún no saben cómo soy! ¡Voy a huir! —Dijo Nami mientras caminaba enojada. Pero se detuvo cuando se encontró con el ave y la nutria de antes y le mostró cuatro dibujos de ella, Luffy, Zoro y D— ¡Que bien hecho! —Dijo Nami aplaudiendo sarcásticamente.

—Son muy buenos dibujantes. —Nami se sobresaltó cuando escuchó la voz de D detrás de ella. D se acercó a la nutria quien inmediatamente intentó escapar— Hey, quieto ahí, pequeñín. —La nutria se quedó quieta ante la penetrante y aterradora mirada de D— ¿Puedo ver eso más de cerca? —D le extendió la mano a la nutria pidiéndole exactamente su dibujo. La nutria sudó nerviosamente, sabía que eso no era un pedido. La nutria le dió su dibujo a D— Buen chico. —Inmediatamente, la libreta con el dibujo de D explotó en mil pedazos, varios pedazos de hojas caían en el aire. Nami se quedó completamente boquiabierta, preguntándose cómo había hecho eso— Ahora... —D uso su Haki del rey en la nutria y el ave, su sola mirada los hacía temblar de miedo— Si vuelven a hacer otro dibujo de mí, o me mencionan de alguna manera, me encargaré de encontrarlos a ambos y comermelos en la cena de navidad... ¿Quedó entendido? —La nutria y el ave asintieron con miedo— Buenos chicos. Ahora pueden irse. —La nutria y el ave no lo pensaron dos veces e inmediatamente se fueron volando uno arriba del otro. Nami prácticamente estaba ardiendo de ira. Inmediatamente se acercó a él y lo señaló.

—¡Eres un idiota! —Le gritó Nami con enojo— ¡Podrías haber hecho lo mismo con nuestros dibujos! ¡¿Por qué no lo hiciste?!

—Porque trabajo solo. —Dijo D indiferentemente mientras pasaba al lado de Nami de forma despreocupada— Es mejor que Crocodile no sepa que estoy detrás de él, de esa forma bajará la guardia. —Nami se giró para mirarlo confundida mientras él se alejaba. ¿De que estaba hablando? Ahora que lo pensaba, todavía no sabía quién era este tipo.

D se volvió a acercar al grupo. Vivi miró al hombre de rojo.

—Realmente te esfuerzas por mantenerte en el anonimato... ¿No es así? —Le preguntó con una sonrisa triste.

—Sí. —Respondió estoicamente— No revelaré mi nombre. Solo les pediré que se refieran a mí como "D" ¿De acuerdo?

—¿Por qué? —Le preguntó Luffy con curiosidad.

—Porque así evito que el gobierno mundial sepa quién soy. —Dijo D con indiferencia.

—¿Por qué no quieres que lo sepan? —Le preguntó Zoro igual de curioso.

—Él está en la lista negra —Respondió Vivi por él— Él es... El Espadachín Rojo.

Zoro abrió mucho los ojos con sorpresa. Luffy y Nami no entendieron a qué se refería.

—¡¿De verdad?! —Preguntó Zoro mientras miraba a D— Ahora entiendo porque me sentía tan intimidado por él... Mierda —Practicamente estaban frente al enemigo número uno del gobierno mundial, el mismísimo asesino de Marines.

—¿Eh? No entiendo. —Dijo Luffy mientras miraba la expresión de Zoro.

—¿Sabes quién es, Zoro? —Le preguntó Nami al espadachín.

—Si... El hombre más infame del Grand Line por excelencia. —Dijo Zoro mientras miraba a D— La cantidad de marinos y piratas que ha asesinado a lo largo de los años es incontable... También lo llaman el demonio del Grand Line... El sin nombre... El hombre de rojo... Y la lista sigue. Es prácticamente una leyenda infame en el mundo por los problemas que le ha causado al gobierno mundial... A día de hoy todavía no se sabe su identidad, pero se hace llamar el Espadachín Rojo, D.

—¿A-Asesino de Marines? —Preguntó Nami con un poco de miedo, luego miró hacía D— ¿Matas a los marinos? ¿Por qué?

—Porque hay muchos huevos podridos dentro del gobierno mundial —D la miró de reojo— Y porque tengo una cuenta pendiente con ellos, pero mayormente me encargo de los corruptos.

—¡Eso es genial! —Exclamó Luffy con emoción— ¡¿Eres como un justiciero?! —D ignoró su pregunta y no respondió. El nunca se consideró un héroe ni nada por el estilo, lo hacía más que nada por razones personales.

—No entiendo... ¿Que hace alguien como tú aquí? —Le preguntó Zoro con curiosidad. No veía porque alguien como el Espadachín Rojo se involucraría con Baroque Works.

—Yo... Yo le pedí ayuda. —Todos menos D miraron a Vivi con sorpresa— Fue un momento de desesperación... Pero cuando me enteré que era Crocodile el que estaba detrás de todo, sabía que no teníamos ninguna posibilidad de enfrentarlo. Fue entonces que Igaram me contó sobre el legendario cazador de marines... Me dijo que habría una posibilidad de que él esté dispuesto a ayudarnos y que posiblemente pueda derrotar a Crocodile. Por supuesto, pensamos que era una muy baja posibilidad que acepte ayudarnos, dado que trabajaba solo y para sus propios intereses personales... Pero no perdíamos nada en intentarlo. Después de todo, él es el enemigo del gobierno mundial y siempre ha aprovechado cualquier cosa con tal de desestabilizarlos o hacerlos quedar mal, y dado que Crocodile es un aliado del gobierno mundial...

—Entonces él sería el único que estaría dispuesto a ayudar. —Terminó Zoro por ella— Puedo entender ese razonamiento.

—Y tuviste razón, princesa. —Dijo D con una expresión neutra— Si no me hubieras dicho que el tal "Mr. 0" era uno de los Shichibukai, definitivamente habría tirado la carta a la basura. —Dijo de forma directa. D sonrió de forma oscura con su rostro ensombrecido bajo el ala de su sombrero— Pero ahora que sé que es Crocodile, disfrutaré de aplastar sus planes y hacer que salgan a la luz para hacer quedar al gobierno como la basura corrupta que siempre han sido. —Todos sudaron ante lo que dijo. Luffy sin embargo se mostró emocionado por el hombre.

—¡Deberías unirte a nuestra tripulación! —Le dijo Luffy— ¡Pareces muy fuerte!

—Lo siento, niño, pero no estoy interesado en jugar a los piratas contigo. —Le dijo sarcásticamente— Tengo otras cosas que hacer.

—¿Cómo cuales? Aparte de atacar a la marina —Le preguntó Zoro. D le dió una mirada de desdén y se dió la vuelta.

—No es asunto tuyo. —Dijo con indiferencia mientras se alejaba para apoyarse en una pared lejos del grupo. Todos lo miraron extrañados, pero decidieron no meterse demasiado en su vida.

—Bueno... Cambiando de tema, eso significa que estamos en la lista de buscados de Baroque Works. —Dijo Zoro con una sonrisa.

—Estoy bastante emocionado. —Dijo Luffy entre risas. D dió un resoplido. Estos niños definitivamente eran imprudentes, pero tampoco haría nada para salvarlos si es que están en problemas. Él haría lo suyo y eso es todo.

—T-Tengo ahorrados 500 mil Berries... —Dijo Vivi tratando de animar a Nami quien estaba acurrucada a un lado con la cabeza apoyada en sus rodillas.

—¡No se preocupen! —Todos miraron hacía donde venía la voz, que era la de Igaram. Se aclaró la garganta de forma extraña antes de hablar— Tranquilos, tengo un plan.

—¿Tu plan es hacer de prostituta? Definitivamente no notarán que eres un travesti. —Dijo D sarcásticamente provocando una mirada rara en los demás. Luffy lanzó una carcajada.

—¡Eres muy gracioso! —Dijo Luffy entre risas.

—¡Igaram! ¿Que haces vestido así? —Le preguntó Vivi, ignorando el comentario sarcástico de D mientras se acercaba a Igaram. Luffy también se acercó para inspeccionarlo.

—¡Amigo, te ves muy gracioso con eso! —Le dijo Luffy entre risas.

—Un idiota tras otro... —Dijo Nami mientras seguía apoyada en sus rodillas.

—Vivi-sama, escucheme con detenimiento. —Le dijo Igaram— Cuando la red de inteligencia de Baroque Works descubre algo, empiezan a llegar los perseguidores. Y, ademas, ya sabe lo que puede ocurrir si conoce los secretos de su líder...

—Unas mil personas irán detrás de ti. —Dijo Vivi con el ceño fruncido.

—Por lo tanto, me haré pasar por usted. —Dijo Igaram. D soltó una carcajada seca.

—Si, amigo... Te pareces mucho a ella —Dijo D sarcásticamente.

—E iré directamente a Arabasta con tres muñecos a bordo. —Continuó explicando Igaram mientras Luffy tocaba uno de los muñecos.

—¿Somos nosotros? —Preguntó Luffy refiriéndose a los muñecos.

—¿Harás de carnada? —Le preguntó Zoro.

—Mientras los perseguidores están ocupados conmigo, todos ustedes se dirigirán a Arabasta por la ruta normal. —Terminó de explicar Igaram.

—¡Alto ahí! —Gritó Nami llamando la atención de todos— ¡¿Quien dijo que llevaríamos a la princesa?! ¡Aún no llegamos a un acuerdo!

—¿Llevar allí a la princesa? ¿De qué hablas? —Preguntó Luffy sin entender.

—¿No te enteraste? —Preguntó Zoro mientras se levantaba— Este tipo quiere que la llevemos a casa.

—Vaya, de eso se trataba. —Dijo Luffy tranquilamente— De acuerdo.

—¡Crocodile vendrá por nosotros! —Gritó Nami sin estar de acuerdo con su decisión.

—Tch, que fastidiosa. Yo me encargaré de Crocodile, deja de quejarte. —Dijo D con un tono aburrido y molesto a la vez. Escuchar a la mujer quejarse todo el tiempo le provocaba dolores de cabeza.

—¡Tú cierra la boca! —Le gritó Nami a D, quien simplemente le devolvió una mirada llena de aburrimiento y desdén.

—¿Crocodile es muy fuerte? —Le preguntó Luffy a Igaram.

—Es uno de los siete Shichibukai. Es un pirata reconocido legalmente, por lo que no tiene recompensa por su cabeza. —Explicó Igaram— Sin embargo, la recompensa que tenía en el pasado era de 80 millones de Berries.

—¡¿80 millones?! ¡Eso es cuatro veces la recompensa de Arlong! —Gritó Nami— ¡Niegate!

—¿Lo harán? —Les preguntó Igaram.

—Si. Suena divertido. —Respondió Luffy. D suspiró.

—Les estoy agradecido. —Les dijo Igaram.

—"Suena divertido" ¿Eh? —Pensó D relajadamente— Que mocoso más interesante... No parece tenerle miedo a nada. —En ese sentido eran parecidos, debía admitir el hombre de rojo.


—Yo, Vivi, partiré por aquí. —Dijo Igaram con una voz más afeminada, tratando de imitar. D estaba apoyado en la pared con un rostro estoico que ocultaba su vergüenza ajena por el plan que tenía el hombre.

—Es una imitación perfecta. —Dijo Luffy entre carcajadas.

—Si... Son inconfundibles. —Dijo D indiferentemente con un tono sarcástico.

—¿A quién imitaba? —Preguntó Zoro sin creerselo para nada.

—Princesa, deme el Eternal Pose, por favor. —Le pidió Igaram a Vivi, quien se lo dió un segundo después.

—¿Eternal Pose? —Preguntó Nami confundida.

—¿No sabes que es? —Preguntó Igaram mirando a Nami— Se podría decir que es una versión permanente del Log Pose. Mientras que un Log Pose siempre lleva a los barcos a la siguiente isla, un Eternal Pose nunca olvida la energía magnética de la isla que tenga almacenada, por lo que siempre estará apuntando hacia esa isla. Y esta apunta hacia Arabasta.

—¿Vas a usarla para ir a Arabasta? —Le preguntó Vivi.

—¿Para qué más la usaría sinó? —Pensó D sarcásticamente mientras mantenía su expresión indiferente.

—Por favor, tome la ruta indirecta yendo de isla en isla hasta llegar a Arabasta. —Le dijo Igaram— Yo no tomé nunca esa ruta, pero debería llegar tras pasar dos o tres islas si sigue el Log. —Igaram miró a los demás— Bueno, cuiden a la princesa. —Luego fijo su mirada en D— Sobretodo usted, Espadachín Rojo, el hecho de que haya respondido a nuestro pedido de ayuda me hace estar completamente agradecido... Por favor, cuide de Vivi-sama.

D simplemente le dió una mirada indiferente bajo el ala de su sombrero.

—...Bien. —Respondió D con un tono inexpresivo.

—Igaram... —Vivi le dió una mirada triste al hombre. Igaram le sonrió.

—Supongo que será un viaje muy duro. Tenga mucho cuidado. —Le dijo Igaram. Vivi quiso detenerlo, pero se detuvo por unos segundos hasta que le extendió la mano al hombre para estrecharselo. Igaram se la estrechó.

—Lo mismo te digo. —Le dijo Vivi con una sonrisa.

Varios minutos después, todos miraron como Igaram se alejaba estando de pie en su propio barco mientras les devolvía la mirada.

—Y se fue... —Dijo Luffy con una sonrisa— ¡Fue un viejo muy gracioso hasta el final!

—Es muy confiable —Respondió Vivi con una sonrisa.

D tenía una expresión fría. Su Haki de observación le permitió ver lo que sucedería unos segundos después.

—Pobre hombre.

Y como su Haki predijo, una gigantesca explosión se provocó en donde estaba justamente el barco de Igaram. Todos miraron con los ojos muy abiertos llenos de horror. D, en cambio, mantuvo una expresión indiferente mientras miraba la explosión, sin moverse ni un poco de su lugar.

—¡No es posible! ¡¿Ya vienen por nosotros?! —Exclamó Nami mientras miraba la explosión.

—Eso parece. —Dijo D mientras seguía en su posición relajada. Su rostro seguía igual de inexpresivo, no podía decir que sentía tristeza por la muerte del hombre, no lo llegó a conocer demasiado, lo más cercano que podría sentir D es lástima. D miró a Vivi quien no emitió ninguna reacción y recordó lo que le dijo Igaram— Quizás no hayas llegado a importarme demasiado... Pero te prometo que la mantendré a salvo.

Luffy caminó hasta su sombrero de paja caído y se lo puso, su rostro ensombrecido por esta.

—¡Era un gran hombre! —Gritó Luffy mientras corría.

—¡Nami, ¿Qué dice el Log?! —Le preguntó Zoro a la navegante con desesperación.

—¡Tranquilo, lo tiene almacenado! —Nami le respondió.

—¡Tráela con nosotros! ¡Vamos a zarpar! —Zoro empezó a correr siguiendo a Luffy. Nami corrió hacía Vivi para llevársela, pero ésta no reaccionó.

—¡Vivi! —Nami le gritó repetidamente para hacerla reaccionar— ¡Deprisa! ¡Si nos encuentran, todo habrá sido en vano! —Vivi no dijo nada mientras se mordía el labio con tal fuerza que hizo que un chorro de sangre se deslizara de su boca. Nami inmediatamente la abrazo— Tranquila, te llevaremos allí. —Le dijo Nami con determinación. Los ojos de Vivi estaban empezando a lagrimear— Sé que no lo parecen, pero ellos salvaron el East Blue. ¡Solo ellos cuatro! ¿Baroque Works? ¿Crocodile? ¡Eso no es nada! —Nami sonrió— ¡Los Shichibukai no son nada!

D se quedó mirando a ambas en silencio mientras escuchaba las palabras de Nami, antes se estaba cagando del miedo por tener que enfrentarse a un Shichibukai, y ahora derrepente se sentía más confiada. Aunque D podía ver que ella todavía tenía algo de miedo, pero trataba de suprimirlo. De todos modos, D ahora tenía una mejor imagen de ella. D se recompuso y empezó a caminar hacía donde fueron los demás con las manos metidas en sus bolsillos de manera despreocupada y relajada.

—Vamos. —Les dijo D en voz alta a las chicas, pero sobretodo a Vivi— Llorar por los muertos no solucionará el problema, si no quieres que él haya muerto en vano, entonces actúa. —Dijo con frialdad mientras se alejaba. Nami miró al hombre que se alejaba con rabia. ¡No había ninguna necesidad de decirle eso!

—¡Ese hombre! ¡¿No puede tener al menos un poco de compasión?! —Nami abrazó con más fuerza a Vivi— No lo escuches, Vivi, está bien llorar.

—No. —Dijo Vivi mientras se limpiaba las lágrimas. Nami la miró con los ojos abiertos— Tiene razón... No puedo quedarme aquí llorando y que Igaram haya muerto en vano... Vamos.

—Vivi... —Nami la miró con tristeza. Si bien no estaba de acuerdo con la forma en que lo dijo D. Podía comprender a lo que se refería. Nami le asintió y empezaron a correr para salir de ahí.


En solo unos minutos, D ya se había instalado en el barco pirata de Luffy (O al menos creía que pertenecía a él, si es que el Jolly Roger con sombrero de paja le decía algo). D estaba sentado encima de la borda del barco cerca de la popa en una pose relajada con las piernas cruzadas leyendo un libro de tapa negra y roja. En la tapa estaba escrito de forma elegante la letra "D" en negro, casi abarcando toda la tapa, mientras que el fondo era rojo carmesí oscuro. D tenía una expresión indiferente mientras leía el libro, pero detrás de esa fachada estoica escondía múltiples emociones y pensamientos que nunca mostraba al mundo, se guardaba el infierno que eran sus pensamientos para sí mismo y no dejaba a nadie entrar por más que insistieran. D sintió que el pato de Vivi se había subido al barco, pero no le dió la menor importancia.

D luego sintió la presencia de Zoro acercarse y subir al barco. El espadachín miró al hombre estoico sorprendido.

—¡Tú- ¿En qué momento llegaste aquí?! —Le preguntó Zoro con sorpresa.

—¿Eso importa? —Preguntó D sin despegar sus ojos del libro— Ustedes son muy lentos. —Zoro le frunció el ceño— Deja de perder el tiempo y prepara todo para zarpar.

—Mira quién habla... —Murmuró Zoro pero decidió ignorarlo por ahora. Zoro le dió una mirada extraña al pato pero lo ignoró y empezó a subir el ancla. D se quedó en el mismo lugar mientras esperaba para zarpar. Luffy había llegado arrastrando a otros dos, uno del pie y el otro de la nariz.

—¡Oye, ya los traje! —Le gritó Luffy al espadachín, refiriéndose a los dos hombres que arrastraba.

—¡Suban! ¡Estamos listos para irnos! —Les gritó Zoro. Luffy miró a sus dos compañeros detrás que estaban inconcientes.

—¿Eh? ¡Siguen dormidos! —Dijo Luffy. Pero no le dió importancia y arrastró a sus dos compañeros al barco.

—¡No tenemos tiempo para buscarlo! —Grito la voz de Nami. Zoro miró a Nami y a Vivi que habían llegado.

—¡Pero no puedo dejarlo aquí! —Le respondió Vivi a la navegante.

—¿Que ocurre? —Les preguntó Zoro a ambas. Nami dirigió su mirada al espadachín.

—¡Dice que su pato desapareció! —Le explicó Nami— ¡No viene a pesar de que está silbando!

Zoro señaló a su derecha, donde se posaba el pato de Vivi.

—¿Es este? —El pato levantó su ala saludando.

—¡¿Estaba ahí?! —Exclamaron ambas con enojo.

—Vino antes que yo. —Respondió Zoro.

—Y después que yo. —Murmuró D todavía con los ojos puestos en su libro.

Una vez Nami y Vivi subieron al barco, este comenzó a zarpar para salir al mar. Zoro caminó hacía Vivi mientras le preguntaba cuánta gente va a perseguirlos, a lo que Vivi respondió que no lo sabía.

—Hay unas 2000 personas dentro de Baroque Works, y he oído que cerca de aquí hay bastantes ciudades como esta. —Respondió Vivi.

—¡¿Y podrían enviar a 1000 personas?! —Preguntó Nami. Los otros dos tipos que Luffy había traído se despertaron completamente confundidos porque estaban arriba del barco que se estaba moviendo. Ambos se quejaron diciendo que se querían quedar una noche más, el rubio porque había chicas preciosas y el nariz larga porque era una ciudad divertida. D no emitió ninguna reacción, pero en su mente estaba pensando en lo idiotas que eran. Luffy y Zoro los ignoraron y Nami golpeó a ambos para que se callaran.

—Oye, explícaselo todo. —Le dijo Zoro a Nami.

—Sí, recién lo hice. —Le respondió Nami.

—Que velocidad. —Dijo Zoro completamente incrédulo.

—Sí. Es que omití las partes complejas. —Respondió con una sonrisa.

D ignoró completamente a todos mientras seguía leyendo su libro, pasando página una vez terminaba de leer una.

—Pronto saldremos de la isla. —Avisó Vivi a los demás.

—¡Es asombroso! ¡Ahora hay niebla! —Grito Luffy emocionado. D se preguntó que tenía de emocionante que haya niebla, pero lo ignoró y siguió con su lectura.

—Pronto amanecerá. —Dijo Nami con una sonrisa mientras miraba el paisaje.

—Menos mal que escapamos de nuestros perseguidores. —Dijo una nueva voz que pertenecía a una mujer. D no se sorprendió en absoluto ya que había detectado su presencia desde antes de subir al barco. D sonrió ligeramente con sarcasmo.

—Tienes razón. Tuvimos mucha suerte. —Respondió D con un tono sarcástico, sin quitar su mirada del libro. La mujer le sonrió al hombre estoico y le siguió el juego.

—Debemos tener cuidado para no estrellarnos contra las rocas. —Dijo la mujer.

—Cierto. Sería un verdadero desastre que chocaramos contra una. —Respondió D siguiendo también el juego.

—Definitivamente. —Dijo la mujer.

Todos los demás se dieron lentamente la vuelta para presenciar a una mujer de cabello negro con un sombrero de vaquero sentada en la borda de la popa frente a ellos en una pose relajada.

—Bonito barco. —Dijo la mujer.

—He visto mejores... —Murmuró D sin dirigirle la mirada a la nueva visitante. Los demás abrieron los ojos con sorpresa al verla.

—¡¿Qui-quién eres?! —Exclamó Zoro al verla mientras se preparaba para desenvainar una de sus espadas.

—¡T-Tú eres...! —Decía Vivi mientras miraba a la mujer.

—Miss Wednesday, hace no mucho me encontré con Mr. 8. —Le dijo la mujer con una sonrisa

—Así que fuiste tú... Debo admitirlo, esa explosión fue un espectáculo visual. —Dijo D de forma indiferente mientras pasaba a otra página.

La mujer le sonrió al hombre de rojo.

—Gracias, puedo hacer más como esa si quieres... Solo para ti. —Le dijo la mujer. D se rió entre dientes sin quitar la vista de su libro.

—Solo para mí, ¿Eh? —Dijo D mientras seguía leyendo— ¿Cuánto cuestan las entradas para tal espectáculo?

—Oh, es gratis... Aunque solo se puede ver una sola vez. —Le dijo la mujer con una sonrisa.

—Oye, deja de conversar con el enemigo... —Le dijo Zoro al hombre de rojo quien ni siquiera le dirigió la mirada.

—¡Mataste a Igaram! —Le dijo Vivi con odio.

—¡¿A quién le importa eso?! —Grito Luffy mientras señalaba a la mujer— ¡¿Que diablos haces en este barco?! ¡¿Quien eres?!

—¡¿Que estás haciendo aquí, Miss All Sunday?! —Le gritó Vivi a la mujer, ahora conocida como Miss All Sunday.

—¿Miss All Sunday? ¿Con qué número está emparejada? —Le preguntó Nami.

—¡Es la compañera de Mr. 0, el jefe! —Respondió Vivi.

—¡¿Con Crocodile?! —Preguntó Nami con miedo.

—¿Es mala? —Preguntó Luffy.

—Ella es la única que conoce la identidad del jefe. —Explicó Vivi— Descubrimos quién era el jefe al seguirla a ella.

—Para ser exactos, dejé que ustedes me siguieran a mí. —Corrigió Miss All Sunday.

—Entonces es buena. —Dijo Luffy inocentemente de forma despreocupada.

—¡Eso ya lo sé! —Le exclamó Vivi— También fuiste tú la que le dijo que descubrimos su identidad, ¿No?

—Exacto. —Respondió tranquilamente la mujer.

—¡Entonces es mala! —Dijo Luffy con una mueca enojada. D no hizo ninguna reacción, pero por dentro se preguntaba cómo es que el mocoso llegó al Grand Line con lo tonto que es.

—Cállate un poco. —Le dijo Zoro a su capitán idiota.

—¡¿Qué has venido a hacer aquí?! —Le preguntó Vivi a la mujer sonriente.

—Buena pregunta. —Respondió Miss All Sunday— Se lo estaban tomando tan en serio que al final tuve que participar en esto. La idea de una princesa esforzándose para salvar a su reino mientras se convierte en la enemiga de Baroque Works... Me resulta tan ridícula...

Vivi empezó a mirarla con más odio.

—¡No me subestimes! —Gritó ella mientras Zoro y Nami desenfundaban sus armas y los otros dos que estaban inconcientes le apuntaron a la mujer a cada lado, el rubio usando una pistola y el nariz larga usando un tirachinas.

D no se movió de su lugar, simplemente dio una sonrisa bajo el ala de su sombrero.

—Vaya, los hiciste enojar. —Dijo D sarcásticamente— Siendote sincero, yo no los subestimaria. —D pasó a otra página— Estos niños tienen lo suyo.

—Eso veo. —Respondió la mujer de forma tranquila.

—¡Sanji! ¡¿Sabes lo que estás haciendo?! —Le preguntó el nariz larga al rubio que ahora sabe que se llama Sanji.

—La verdad es que no. —Respondió Sanji— Solo sentí que mi amada Miss Wednesday está en peligro.

—Les agradecería que no me apuntarán con unos objetos tan peligrosos. —Dijo la mujer mientras los demás eran desarmados sin que la mujer haga nada. Sanji y el nariz larga fueron tirados al piso.

—Una fruta del diablo, ¿Eh? —Dijo D indiferentemente mientras pasaba a otra página.

—¿Cuál? ¡¿Cuál es su poder?! —Exclamó Nami sorprendida.

—Quien sabe. —Respondió D con un tono aburrido.

—¡Oh! ¡Ahora que me fijo, eres una auténtica belleza! —Dijo Sanji mirando con ojos de corazones a la mujer mientras se levantaba.

—Se nota que aún eres virgen. —Murmuró D sarcásticamente mientras pasaba a otra página. Miss All Sunday lanzó una risita ante su comentario.

—Vamos, no se precipiten. —Dijo la mujer calmadamente— Aún no he dado ninguna órden. No tengo motivos para pelear. —El sombrero de paja de Luffy voló hacía la mujer, el niño se sorprendió— Así que tú eres el famoso capitán con el sombrero de paja... —Dijo la mujer mirando a Luffy— Monkey D. Luffy.

—¡Oye, devuélveme mi sombrero! —Le gritó Luffy enojado— ¡¿Quieres pelear?!

—Qué mala suerte tienen. —Les dijo la mujer mientras se ponía el sombrero de paja sobre su otro sombrero— Recogieron a la princesa a la que pretende matar la organización Baroque Works... Y también la princesa que es protegida por un grupo de simples piratas... Pero lo más desafortunado de todo es el rumbo que indica su Log Pose. —Nami miró su Log Pose con nervios— El nombre de la siguiente isla es...

—Little Garden. —Terminó D por ella mientras pasaba a otra página. La mujer sonrió.

—Exactamente... Ni siquiera necesitamos hacer nada porque morirán antes de llegar a Arabasta.

—¡No me importa! ¡Devuélveme mi sombrero! —Le gritó Luffy enojado.

—¡De eso nada! ¡Eres una idiota! —Le gritó el nariz larga que se escondía detrás del mástil.

—Que ruidosos... —Murmuró D estoicamente con un tono molesto.

—¿No les parece que dejarse destruir es una estupidez? —Les dijo la mujer mientras le devolvía el sombrero de paja a Luffy y le daba un Eternal Pose a Vivi.

—¿Un Eternal Pose? —Preguntó Vivi.

—Con eso podrán atravesar Little Garden. —Explicó la mujer— Apunta a una isla que está justo antes que Arabasta: la Isla Vacía. Ninguno de nuestros empleados conoce la ruta, así que no los perseguirá nadie.

D se rió entre dientes. Sabía muy bien que se trataba de una trampa, no existe ninguna isla llamada así... Pero decidió seguirle el juego.

—Estás siendo muy generosa con nosotros, preciosa, me pregunto porqué... —Dijo D sarcásticamente.

—Quien sabe... Quizás no quiero que un hombre tan guapo como tú muera. —Le respondió al Espadachín Rojo con una sonrisa.

—Me subestimas, cariño. —Dijo D quien sonrió bajo el ala de su sombrero.

—¿Es así...? Ni siquiera has despegado tu mirada de ese libro para mirarme, me pregunto que contiene que te tiene tan atrapado. —La mujer estuvo tentada a quitarle el libro de su mano... Pero su instinto le decía que por nada del mundo lo hiciera.

—Perdóname, cariño, simplemente estoy matando el tiempo. —Dijo D con una expresión indiferente— Hasta ahora no ha pasado nada de mi interés... Excepto por tu aparición, pero fuera de eso, nada más.

La mujer no dijo más nada mientras lo miraba. Ciertamente le parecía un hombre enigmático, nunca se mostró nervioso o preocupado... Cómo si realmente esto no significara nada para él. Se preguntaba si simplemente era confiado o si ocultaba un poder inmenso bajo su fachada indiferente... Probablemente lo sabrá muy pronto. Los demás miraron con extrañeza la interacción entre los dos. Parecía como si se estuvieran... ¿Coqueteando?

—Sin embargo... Él tiene razón. ¡¿Por qué nos das esto?! —Le preguntó Vivi a la mujer.

—Es una trampa, ¿Verdad? —Preguntó Zoro.

—Quien sabe... —Respondió la mujer.

Luffy se acercó hasta Vivi y tomó la Eternal Pose de su mano.

—¡¿A quién le importa eso?! —Gritó Luffy mientras aplastaba la Eternal Pose, destruyendola por completo. Nami inmediatamente le dió una patada en el rostro con furia.

—¡¿Eres idiota?! —Le gritó a su capitán— ¡Se tomó la molestia de mostrarnos una ruta mucho mejor! —Nami señaló a la mujer— ¡¿Qué pasaría si esa mujer fuera buena en realidad?!

—Yo no sería tan confiado. Creo que hizo lo correcto... Estoy con el mocoso. —Dijo D sin despegar la mirada de su libro.

—¡Tú no tienes derecho a opinar! —Le gritó Nami al hombre estoico, quien ni siquiera le dirigió la mirada.

—¡Tú no eres la que decide el rumbo de este barco! —Dijo Luffy mirando hacía Miss All Sunday.

—Bueno. Ya lo escuchaste, cariño. —Dijo D mientras pasaba a otra página— Lo siento, pero tomaremos el camino largo.

—Ya veo. Es una pena. —Dijo ella con una sonrisa.

—¡Rayos! —Le gritó Nami a su capitán.

—¡Esa mujer acabó con el viejo de los rulos, así que la odio! —Dijo Luffy frunciendo el ceño.

—No me desagrada la gente tan entusiasta. —Dijo la mujer mientras empezaba a caminar— Nos volveremos a ver si sobreviven. —Dijo mientras los miraba de reojo.

—¡No quiero! —Grito Luffy. Provocando una risita en la mujer. Luego miró a D quien ni siquiera se molestó en levantar su mirada

—Sobretodo espero verte a ti, guapo, admito que eres el más interesante de aquí. —Le dijo la mujer con una sonrisa.

D se quedó un rato en silencio hasta que se rió entre dientes y por primera vez le dirigió una mirada indiferente oscurecida bajo su sombrero.

—Igualmente, cariño. —La mujer sonrió cuando por fin pudo cruzar miradas con él.

—Oigan... ¿Pueden parar...? —Dijo Zoro sudando gotas con incomodidad ante el coqueteo que ambos se lanzaban.

Sanji miró al hombre de rojo con enojo

—¡Oye! ¡Yo ví primero a esa hermosa damisela, bastardo! —D ni siquiera le dirigió la mirada, concentrándose en su libro— ¡No me ignores! —Le gritó Sanji todavía más enojado. Cómo era de esperar, D lo siguió ignorando.

La mujer saltó del barco aterrizando sobre una tortuga gigante.

—¡Vámonos, Bunchi! —Los demás se apoyaron en la borda para mirar a la tortuga con sorpresa.

—¡¿Qu-qué es eso?! —Preguntó Zoro mirando a la tortuga.

—¡¿Es un rey de los mares?! —Preguntó el nariz larga— ¡No, no lo es!

—¡Es una tortuga! —Todos menos D gritaron sorprendidos

—¡Que tortuga tan grande! —Exclamó Luffy.

—Cómo se nota que aún siguen siendo mocosos... —D extrañamente sonrió de manera genuina... Varios recuerdos del pasado vinieron a su mente... Cuando era un mocoso ingenuo como ellos. Sin embargo, así como su sonrisa apareció, rápidamente desapareció, volviendo a su habitual expresión estoica pero más sombría de lo habitual— Pero ya no soy ese mocoso.

—¡No sé en qué está pensando esa mujer! — Dijo Vivi quien se desplomó en el suelo.

—Entonces, no tiene sentido pensar en ello. —Le dijo Nami.

—Además, ya tenemos a alguien así en este barco. —Dijo Zoro, claramente refiriéndose a Luffy.

—¡Oye, explica la situación! ¡Nada de ésto tiene sentido! —Exclamó el nariz larga.

—¡Miss Wednesday! ¡¿Acaso te uniste a la tripulación?! —Le preguntó Sanji. Luego miró al hombre de rojo y lo señaló— ¡¿Y quién es él?! ¡Nunca lo he visto! —D dió un suspiro mientras seguía con su lectura.

—Niños... —Pensó D con una expresión estoica. Luego dirigió su mirada hacía donde se había ido la mujer con su tortuga. No sabía porqué, pero a D le resultaba familiar— ¿Donde la he visto antes?


—Ya veo. —Dijo Sanji con un cigarrillo en la boca— Es una lástima que me lo haya perdido, pero aún tengo tiempo para lucirme. —Sanji miró a Vivi— Tranquila. Ahora que despertó el príncipe durmiente, tu seguridad está garantizada.

—Te hubieras quedado dormido... No habría habido diferencia. —Dijo D con un tono aburrido mientras estaba acostado apoyado en la barandilla con las manos detrás de su cabeza, se había quitado el abrigo y su sombrero tapaba su rostro.

—Cállate, bastardo. ¡Todavía no te perdone por haber coqueteado con esa mujer! —Le exclamó Sanji al hombre despreocupado— ¡Como dije, yo la ví primero!

—Si tú lo dices. —Le respondió D indiferentemente— No estoy interesado en esa mujer, así que haz lo que quieras.

—¡Menos mal que me quedé dormido! —Exclamó el nariz larga que ahora sabía que se llamaba Usopp.

—Nami-san, ¿Estás celosa? —Le preguntó Sanji a la navegante.

—En absoluto. —Le respondió Nami.

—¿De verdad es buena idea que esté en este barco? —Dijo Vivi llamando la atención de los demás— Solo les daré problemas...

—¿Que dices? ¡Ya sabemos quién eres! —Dijo Nami acercándose a ella mientras tocaba su frente con su dedo índice— ¡Si no querías darnos problemas, lo tendrías que haber hecho desde el principio!

—Lo siento. —Le dijo Vivi.

—¿Verdad, Luffy? —Le preguntó Nami a su capitán.

—¡Si! ¡Tengo hambre! —Gritó Luffy con emoción. D se quedó en silencio mientras intentaba dormir.

—Vaya grupete... —Pensó D mientras su mente viajaba al pasado— De alguna manera... Este chico me recuerda a ti, Morgan. —Pensó el espadachín rojo refiriéndose a Luffy. Sin embargo, D descarto esos recuerdos rápidamente. No era algo que le gustara recordar.

—Bueno, parece que nuestro siguiente destino ya está decidido. —Dijo Zoro.

—Little Garden, ¿Eh? —Preguntó Sanji.

—¿Vamos a estar bien allí? —Preguntó Usopp nerviosamente.

—Quien sabe —Expresó D con aburrimiento.

—Ni idea —Dijo Luffy un segundo después— ¡En marcha, muchachos! —Algunos gritaron "¡Si!" D no fue uno de ellos, para ese momento ya se había quedado dormido.


En otra parte del mar, Miss All Sunday estaba sentada encima de su tortuga mientras miraba el paisaje.

—Little Garden será digno de ver... —Murmuró ella.

Sus pensamientos luego se dirigieron al estoico hombre vestido de rojo, ella no mentía cuando dijo que le parecía interesante... Había algo en su indiferencia que llamaba su atención, todos los demás reaccionaron y se asustaron, pero él... Parecía no importarle en lo absoluto, incluso ella podía decir que él supo antes que todos los demás que ella había subido al barco, y ni siquiera despegó su mirada de aquel libro. Era como si supiera que ella no haría nada contra ellos... Y aún si hubiera hecho algo, sentía que aquel hombre la hubiera detenido sin ni siquiera moverse de su lugar. No sabía porqué, pero ese hombre le parecía muy familiar, su forma de vestir concordaba con las descripciones de un misterioso criminal que ha estado provocando dolores de cabeza al gobierno mundial durante más de una década. No podía confirmar si se trataba de ese hombre, pero si fuera él, entonces esos piratas tienen a un aliado muy poderoso...

Pero fue cuando cruzaron miradas que realmente pudo ver algo en él... Una mirada llena de oscuridad que ocultaba más de lo que dejaba ver.

—Que hombre más interesante... Me pregunto que es lo que ocultas detrás de esa mirada... —Pensó ella con una sonrisa.