Dentro de una ducha, un hombre desnudo se encontraba bajo el agua que mojaba todo su cuerpo musculoso y tonificado. Tenía su habitual semblante estoico e indiferente. Este hombre no era otro que D, quien se estaba aseando mientras estaba sumido en sus pensamientos. En la parte superior izquierda de la espalda de D, casi llegando al hombro, se encontraba una extraña marca de color negro. Tenía un diseño geométrico que combinaba la forma de un círculo incompleto, similar a un anillo roto, este círculo tenía una serie de runas antiguas inscritas en su interior. En el centro del anillo había una pequeña espiral en constante movimiento. Esta era su marca de nacimiento, una marca que D escondía al mundo, una marca que era inherente a su linaje... Una marca que el gobierno mundial temía. Para D, esta marca fue una maldición desde el día que nació, fue el responsable de la muerte de todos sus seres queridos.
D cerró el agua y salió de la ducha para envolverse la parte inferior de su cuerpo con una toalla, mientras que usaba otra más pequeña para secarse el cabello. D uso esa misma toalla para ocultar su marca de nacimiento, quería evitar preguntas incómodas o, en el peor de los casos, que alguien lo reconozca apenas vea su marca.
D salió del baño, saliendo directamente a la sala de almacenamiento. D se dirigió hasta donde estaba su ropa, se puso unos bóxers negros junto con su pantalón carmesí oscuro, abrochandose su cinturón y poniéndose sus botas altas negras. D luego miró dónde estaba el resto de su ropa, junto a ella, estaba el libro que D había estado leyendo antes, cuando esa mujer había subido sin permiso al barco. D miró el libro con melancolía y una pequeña sonrisa se formó en su rostro. Recuerda perfectamente como fue que consiguió este libro. Había sido un regalo... Un regalo de alguien muy especial para él.
Flashback
Un pequeño niño de 10 años con cabello negro, piel clara y ojos verdes se encontraba leyendo un libro dentro de una biblioteca. Este libro contenía poemas de estilo gótico, tristes, melancólicos, existenciales, etc. El niño estaba muy enfrascado leyendo el libro que no se dió cuenta del hombre que se había acercado a él.
—¿Que estás haciendo, Dante? —Le preguntó el hombre al niño. Este hombre tenía alrededor de 30 años de edad, su cabello era rojo y tenía una barba de chivo del mismo color. Vestía con atuendos típicos de un pirata, pero lo que más destacaba de él era su abrigo Justacorps de color rojo carmesí.
Dante se sobresaltó cuando escuchó la voz del hombre e inmediatamente lo miró
—¡Morgan! No me asustes así... —Morgan soltó una risa cuando vió su reacción.
—Perdóname, chico, no pude evitarlo... Estabas tan enfrascado leyendo ese libro que no podía desaprovechar la oportunidad de darte un buen susto —Dante le hizo un puchero infantil ante sus palabras, lo que provocó una sonrisa en Morgan— Entonces, ¿Me vas a decir que estás leyendo?
Dante miró el libro y respondió con un poco de vergüenza y timidez.
—Es... Un libro de poemas.
—¡Je! ¿En serio? Déjame ver. —Morgan inmediatamente le quitó el libro de las manos a Dante y empezó a leer el contenido.
—¡Oye! —Dante intentó quitarle el libro a Morgan, pero sus esfuerzos fueron inútiles.
—Vaya, chico, ¿Estos poemas no son un poco oscuros para ti? Deberías leer algo más alegre. —Dijo Morgan con un tono humorístico.
—¡Cállate, viejo! ¡Devuélvemelo! —Exclamó Dante intentando quitarle el libro, pero Morgan lo evitó con facilidad.
—Veamos... Ah, este dice "En sombras grises la luna tiembla, silencio eterno en un cosmos cruel, donde los dioses olvidaron nombres y el viento susurra: "nada es real" —Morgan leía mientras Dante todavía seguía intentando quitarle el libro— Las estrellas, huecas, murmuran frío, en el abismo no hay ni fe ni fin, somos cenizas de sueños muertos, espectros errantes, sin alma ni fin. —Dante se había detenido para escucharlo— La oscuridad se burla de todo, el caos ríe, y el tiempo es vil, somos polvo en un vasto vacío, carne que arde... Y nada más" —Terminó de leer Morgan para mirar al chico— Bastante oscuro para mi gusto... Pero es interesante.
Dante estaba mirando hacia otro lado con las mejillas sonrojadas por la vergüenza
—Lo que sea... ¿Me lo devolveras?
Morgan le sonrió al niño y le palmeó la cabeza de forma paternal.
—¿Te gusta este libro, Dante?
Dante se quedó en silencio por varios segundos hasta que asintió con la cabeza.
—Si... —Morgan sonrió ante su respuesta.
—Espérame aquí, ¿Si? No tardaré mucho. —Dijo Morgan mientras salía de la biblioteca con el libro en su mano. Dante no entendía a dónde iba Morgan con el libro, pero hizo lo que le dijo y esperó dentro de la biblioteca sentándose en la silla frente a la mesa con algo de impaciencia mientras esperaba a Morgan.
30 minutos después, Morgan había vuelto con el libro en su mano. Dante se levantó rápidamente apenas lo vió entrar y se acercó a él con el ceño fruncido.
—¡Tardaste mucho! —Le dijo Dante haciéndole un puchero.
—Discúlpame, chico, llevó algo más de tiempo, pero valió la pena. —Le dijo Morgan con una sonrisa. Dante no entendía a qué se refería. Al ver su confusión, Morgan le mostró el libro que tenía en su mano, la tapa era de color rojo carmesí oscuro con un marco elegante de color negro y otras decoraciones del mismo color. En el centro estaba la letra "D" en grande, escrita en negro con un diseño elegante y formal.
Dante miró el libro con los ojos muy abiertos mientras lo sostuvo en su mano.
—Morgan... ¿Esto es...?
—Si, es el libro que tanto te gustaba, simplemente le hice algunas modificaciones con la ayuda de Steve. —Le dijo Morgan con una sonrisa— La letra "D" en el centro por supuesto hace alusión a tu nombre, significa que te pertenece, y como el rojo carmesí es tu color favorito, decidí pintarlo de ese color.
—Morgan... No tenías que... —Decía Dante mientras sus ojos lagrimeaban de felicidad. Morgan le palmeó la cabeza al niño paternalmente mientras le sonreía.
—Ese libro ahora es tuyo, Dante... —Morgan le guiñó un ojo— Consideralo mi regalo de cumpleaños adelantado. Dante le dió una sonrisa enorme al hombre.
—Gracias, Morgan... —Dante luego abrió los ojos con sorpresa— ¡Espera! Aún no hemos pagado por este libro... —Morgan soltó una carcajada.
—Somos piratas, chico, ¿Desde cuándo pagamos por las cosas? —Le dijo con una sonrisa— Vamos, los demás nos esperan —Dante asintió y caminó junto a Morgan hasta la salida de la biblioteca.
—Algún día te haré yo mismo un regalo, Morgan... —Le dijo Dante mientras caminaba a su lado. Morgan se rió ante su comentario.
—¿Sabes cuál sería un regalo perfecto para mí? Whisky y mujeres. —Le respondió Morgan con una sonrisa sardónica. Dante simplemente hizo un puchero.
—Maldito borracho pervertido... —Dijo Dante provocando una risa en Morgan.
—¡Oye! ¡Esa es una ofensa hacía tu padre adoptivo! —Dijo Morgan molestia fingida mientras palmeaba la cabeza de Dante— ¡Seguramente en el futuro serás como yo, chico! —Dante resoplo burlonamente.
—¡Lo dudo! —Dante y Morgan caminaban juntos hacía el barco entre risas y bromas. Dante sostenía su nuevo libro entre sus brazos con una sonrisa llena de felicidad.
Fin del flashback
De vuelta en el presente, D miraba su libro con una sonrisa. D siempre se esforzaba para mantener el libro en óptimas condiciones y nunca dejaba que el tiempo marchitara el regalo que le hizo Morgan, este libro era muy importante para él y un recuerdo de su antíguo capitán y figura paterna.
—Morgan... No sabes cuánto desearía poder volver a hablar contigo, aunque sea por unos segundos. —D dejo el libro a un lado mientras se aguantaba las lágrimas, a D no le gustaba revivir esos recuerdos, por más que no pudiera evitarlo... Todavía no ha llegado a superar su muerte.
D se puso su suéter negro y posteriormente su camisa negra, y el chaleco carmesí oscuro por último. D tomó su abrigo y se lo puso, y por último, se puso su sombrero rojo oscuro de ala ancha, ensombreciendo sus ojos fríos. D se dirigió a otra parte de la habitación donde estaba su espada y al lado dos pistolas gemelas que D tomó en sus manos.
Las pistolas eran de estilo M1911 con recámara para el cartucho .45 ACP. Ambas pistolas tienen gatillos de estilo pivotante y cuentan con sistemas de mira personalizados; la pistola negra utiliza un conjunto de miras de objetivo, mientras que la pistola blanca utiliza un par de miras de combate. Ambos cuentan con compensadores de boca con orificios que reducen el retroceso y contrarrestan el movimiento de la boca del cañón. Ambos cañones se extienden a través de los compensadores y tienen orificios para coincidir con los cortes de los compensadores. Utilizan correderas personalizadas que se han engrosado y reforzado notablemente a lo largo de los rieles de recorrido de la corredera y alrededor de la recámara y el mecanismo de disparo. Tiene rieles atornillados a la parte delantera de ambos bastidores, estos rieles se utilizan para mantener los compensadores en su lugar. Cuentan con almohadillas de impacto. Ambos tienen liberadores de cargador, martillos, interruptores de seguridad y gatillos chapados en oro. La pistola negra cuenta con un protector de gatillo en forma de gancho para dos manos, mientras que la blanca utiliza un protector de gatillo redondeado más tradicional. El puerto de expulsión de la pistola negra está ubicado en el lado izquierdo del arma, ya que está diseñado para usarse con la mano izquierda. Por último, ambas armas tienen un extractor externo. El lado que mira hacia adentro de la corredera de cada arma (la derecha de la negra y la izquierda de la blanca) tiene grabado "Ombra & Luce" en letra cursiva. Los lados que miran hacia afuera tienen grabada una dedicatoria a D que dice "For Francis Drake" seguido debajo "By .45 Art Works". La pistola negra para zurdos, Ombra, está diseñada para apuntar a larga distancia y brindar comodidad. Mientras que la pistola blanca para diestros, Luce, fue construida a medida para disparar rápidamente y tiempos de desenfundado rápidos.
Francis Drake era el alias que D ha utilizado para pasar desapercibido sin que el gobierno mundial lo reconozca. Lo adoptó luego de la muerte de Morgan como tributo a él, ya que el nombre de su antíguo capitán era Francis Morgan. El nombre Drake perteneció al hijo biológico de Morgan, que murió meses después de haber nacido.
D guardó sus pistolas dentro de su abrigo, su espada la dejó en su lugar, no la necesitaba por ahora. Salió de la sala de almacenamiento. Una vez que salió, inmediatamente vió a Luffy, Zoro, Usopp y Sanji (Y también el pato Karoo) sentados tomando una copa de algún refresco. Luffy dirigió su mirada al hombre estoico y lo llamó.
—¡Hey, D! ¡Ven a beber con nosotros! —Le dijo Luffy levantando su copa— ¡Ésto está delicioso!
Sanji se acercó a él con una copa en la mano y se la ofreció a D.
—Toma, ésto es para ti —Le dijo con una sonrisa. D enarcó una ceja pero aún así agarró la copa.
—¿Qué es esto? —Preguntó D mientras miraba la extraña bebida.
—Mí bebida especial. —D levantó una ceja ante su respuesta— Pruebala.
D miró la bebida por unos segundos y luego tomó un sorbo. D abrió ligeramente los ojos, era deliciosa.
—No está mal... ¿Lo hiciste tú? —Le preguntó D ocultando su sorpresa.
—Por supuesto. Soy el cocinero de este barco. —Le dijo Sanji, quien sonrió ante su aprobación.
—Ya veo. —Dijo D sin decir nada más mientras tomaba otro sorbo mientras que Sanji volvió con sus amigos. D se apoyó en la borda mientras observaba el paisaje. Luego miró hacía donde estaba el grupo. Fue raro ver como el pato bebía varias copas en menos de dos segundos. Karoo llegó a un punto en el que no aguanto más y cayó al suelo de tanto beber, el grupo se estuvo riendo por un rato. D se quedó inexpresivo mientras observaba la escena. Eran mocosos... Pero se notaba que todos aquí eran muy unidos. Los recuerdos de su tiempo con la tripulación de Morgan volvieron a su mente otra vez, pero D los descartó rápidamente y deslizó su mirada hacía el océano.
—¡Miren, es un delfín! —Les gritó Sanji a los demás mientras miraban a un delfín saltando por el agua. D no mostró interés en el delfín y siguió bebiendo de su bebida. Sin embargo, todos menos D se sorprendieron cuando el delfín saltó por encima del Going Merry y vieron lo gigante que era. Luffy dió la orden para que salieran de ahí y enseguida toda la tripulación empezó a moverse hacía diferentes direcciones para desplegar las velas por completo y dirigir el barco. D y Vivi no hicieron nada, D seguía en el mismo lugar con su rostro inexpresivo mientras que Viví observaba sorprendida a la tripulación.
Luffy dió la orden de subir a la ola para librarse del delfín. El barco hizo eso y la ola los llevó lejos del delfín. Una vez estuvo todo tranquilo, Luffy le habló a su navegante.
—¡Nami! ¿Que rumbo debe tomar el barco? —Le preguntó Luffy.
—Espera un segundo, voy a ver. —Nami observó su Log Pose por un rato y sonrió— ¡Todo a babor!
—¡Entendido! —Gritaron los demás. El barco dobló y zarpó hacía su próximo destino. D se había acostado encima de la borda con su sombrero tapando su rostro con las manos detrás de su cabeza. A diferencia de los demás, no estaba demasiado entusiasmado en la próxima isla, Little Garden era bastante aburrida una vez que la conocías. Los demás estaban parados en la proa mientras que Luffy estaba sentado encima del mascarón, todos veían como se acercaban poco a poco a su próximo destino. Todos ellos, sobre todo Luffy, estaban emocionados por pisar la próxima isla.
—Little Garden tampoco es que sea la gran cosa... —Murmuró D con aburrimiento mientras cerraba los ojos para tomar una siesta, definitivamente será un viaje largo hasta Arabasta, si bien esta tripulación no le caía mal, estaba deseando acabar con todo ésto rápido. Por ahora solo podía esperar, y dormir hará las cosas mucho más rápido.
El barco se había adentrado en la isla, todos menos D estaban reunidos en la proa observando el paisaje boscoso. D estaba profundamente dormido, pero aún dormido, siempre estaba atento a todo gracias a su Haki.
—¡Así que esto es Little Garden! —Dijo Luffy mientras miraba el interior de la isla.
—¡¿Que tiene de pequeño?! —Preguntó Zoro observando que la isla no hacía ninguna alusión a su nombre.
—Este sitio no encaja con su lindo nombre. —Estuvo de acuerdo Nami.
—Es como una isla sin explorar. No tiene más que una densa jungla. —Expresó con miedo Usopp.
—Hay que tener cuidado. —Expresó Vivi— Me preocupa lo que nos dijo Miss All Sunday.
—¡¿E-Estas diciendo que puede aparecer un monstruo?! —Usopp le preguntó a Vivi nervioso.
—Quién sabe. —Dijo Luffy despreocupadamente.
—¡Vayamos a nuestro siguiente destino sin atracar en esta isla! —Dijo Usopp con miedo.
—Pero el registro no se puede almacenar tan rápido. —Le explicó Nami.
—Además, pronto tendremos que abastecernos con comida. —Explicó Sanji— No conseguimos nada en la última ciudad que visitamos.
—Ahí hay una desembocadura de un río. —Levantó la voz Zoro para avisarle a los demás. Los demás se inclinaron para ver dónde señalaba Zoro. Poco a poco el barco se iba adentrando más en la isla.
—Espero haya un restaurante de carne. —Expresó Luffy con felicidad.
—¡No va a haber nada de eso! —Le espetó Sanji a su capitán.
—Pero dijiste que íbamos a reabastecernos de comida. —Le dijo Luffy haciendo un puchero.
—¡Reuniremos comida para prepararla luego! —Le explicó Sanji a su tonto capitán— ¿En qué diablos estás pensando?
—Pero es peligroso desembarcar. —Les dijo Nami. Luego señaló hacía unas plantas— Además, miren esas plantas, no había visto nada así ni en las enciclopedias. —Derrepente el sonido gutural de un ave se escuchó con fuerza a su alrededor, lo que provocó que Nami y Usopp se asustaran y se taparan los oídos. El sonido provocó que D despertará de su sueño, enfurruñado porque su siesta se vió interrumpida.
—Maldito pájaro... —Murmuró D con molestia mientras se sentaba en la borda. D se levantó y subió a la proa junto a los demás. Vivi lo miró.
—¡D! Despertaste. —Expresó Vivi cuando lo vió.
—Lamentablemente. —Respondió D con indiferencia. D luego observó como un pájaro gigante se acercaba detrás de Sanji quien no se dió cuenta. D pensó en usar su Haki para ahuyentarlo... Pero decidió no hacerlo, quería divertirse un rato. Usopp y Nami se alejaron apenas vieron cuando se acercaba el pájaro. Sanji no entendió porque reaccionaron así.
—¿Eh?, ¿Que ocurre? —Preguntó Sanji sin entender. D, con una sonrisa irónica, le señaló a Sanji detrás de él, quien rápidamente se dió la vuelta para ver al pájaro que estaba a muy pocos centímetros de él. Rápidamente lo esquivó y el pájaro se fue volando— ¡¿Qué querías hacer, maldito pájaro?! —Le gritó Sanji al ave que se alejaba.
—Seguramente parecías un festín para él. —Respondió D sarcásticamente.
—¿Era un lagarto? Me pregunto si estará bueno. —Dijo Luffy mirando al ave alejarse.
—...Claramente era un ave, mocoso. —Respondió D de forma indiferente. De repente se escuchó una gran explosión que sacudió toda la isla.
—¿Ese es el típico sonido que se oye en una jungla? —Preguntó Nami asustada.
—Claramente era un volcán... Y los volcanes abundan en las junglas. —Explicó D con aburrimiento. De repente todos vieron como un enorme tigre salía de entre los árboles y seguía el barco.
—¿Un tigre? —Expresó Nami con miedo
—Eso parece. —Dijo D con sarcasmo, claramente para nada intimidado por la presencia del tigre.
—¡Es enorme! —Gritó Usopp aterrorizado.
—Eres un gran observador. —Le dijo D a Usopp usando otra vez un tono sarcástico. Ambos se alejaron hacía la otra parte de la proa mientras miraban con terror al tigre. D, en cambió, se acercó más para mirar al tigre fijamente a los ojos mientras se apoyaba en la borda— Hey, parece que quieres comernos. —Le dijo al tigre— Hagamos un trato, te doy de comer a estos mocosos y a cambio me liberas, ¿Que dices? —Preguntó sarcásticamente.
—¡Oye, oye! ¡¿Que estás diciendo?! —Le gritó Usopp aterrorizado.
—¡¿Por qué no te ofreces tú mejor como alimento?! —Le gritó Nami aterrorizada y enojada a la vez.
Sin embargo, el tigre sin previo aviso rugió de dolor y cayó muerto al suelo. D se rió entre dientes.
—Es una pena. —Dijo él manteniendo su sonrisa irónica bajo el ala de su sombrero.
—¡¿Qué?! ¡¿Qué ocurrió?! —Preguntó Nami con nervios mientras miraba el cadáver del tigre— ¡No es normal! ¡Esto no es para nada normal! —Se dió la vuelta para mirar a los demás— ¡¿Por qué un tigre, uno de los reyes de la selva, cayó cubierto de sangre?!
—Quien sabe. —Dijo D con aburrimiento mientras se apoyaba en la borda.
—Se ha decidido que no desembarcaremos en esta isla, ¿Verdad? —Dijo Usopp levantando su dedo índice mientras sudaba con miedo.
—Esperaremos en silencio en el barco hasta que se haya almacenado el registro y... Nos iremos de la isla lo antes posible. —Dijo Nami con nervios— Tenemos que llegar a Arabasta cuanto antes...
Varios minutos después, Zoro tiró el ancla y el barco se detuvo. D se apoyó en la borda mientras tenía un cigarrillo colgando de sus labios. Luffy tenía una sonrisa gigante en su rostro mientras se reía temblando de emoción.
—¡Sanji, hazme la comida! —Le dijo Luffy a su cocinero.
—¿La comida? —Dijo Sanji mirando a su capitán con los ojos abiertos. ¿Por qué le pedía algo así de repente?
—¡Si! ¡Para recuperar las energías! —Respondió Luffy para luego darse la vuelta— ¡Un "almuerzo pirata" con mucha carne y verduras! ¡Puedo oler las aventuras en el aire!
—¡E-Espera un segundo! —Nami le gritó— ¡¿A dónde vas?!
—¡De aventura! —Dijo Luffy con una sonrisa gigante— ¿Quieres venir? ¡Aventura! ¡Aventura! —Nami y Usopp lloraron de forma exagerada ante el entusiasmo de Luffy— ¡Sanji, hazme la comida!
—De acuerdo. Aguarda un poco. —Le dijo Sanji mientras bajaba las escaleras de la proa.
—Oye, ¿Puedo ir contigo? —Le preguntó Vivi a Luffy.
—¡Claro! ¡Ven, ven! —Le dijo Luffy con impaciencia.
—¡No le sigas el juego! —Le espetó Nami a Vivi.
—Bueno, puede que empiece a pensar demasiado si me quedo aquí parada. —Explicó Vivi— Saldré a despejar mi mente hasta que se haya almacenado el registro.
—¡No puede ser! ¡Con Luffy no hay problema, pero será demasiado peligroso para ti! —Le dijo Nami.
—Es ahí donde entro yo —Habló D con su tono aburrido e indiferente. Las dos mujeres miraron a D con los ojos abiertos.
—¿Eh? ¿Vendrás conmigo? —Vivi le preguntó a D quien había tirado el cigarro al suelo y lo había pisado.
—Le hice una promesa a ese tipo Igaram. —Vivi abrió mucho los ojos al escuchar eso— Por lo tanto, es mi deber cuidar de ti hasta que lleguemos a Arabasta y acabemos con Crocodile y su pandilla de energúmenos. —D bajó las escaleras para ir a buscar su espada en la sala de almacenamiento
—No tienes que hacerlo. —Le dijo Vivi haciendo que D detuviera su caminata— No quiero causarte molestias... Puedo cuidar de mí misma.
—¿Entonces para que pediste mi ayuda? —Preguntó D en un tono directo. Vivi se quedó en silencio sin saber que responder— Si podías cuidar de ti misma y no querías causarme molestias, entonces no deberías haber pedido mi ayuda en primer lugar, princesa. —D siguió con su camino, dejando a Vivi quien se mordía los labios. D tenía razón, estaba siendo una tonta al decirle eso cuando justamente fue ella quien solicito su ayuda.
Minutos después, Luffy, Vivi arriba de Karoo y D con su espada en su espalda estaban listos para irse. Sanji le ató una mochila azul a Luffy y luego ató un mini barril con una pajilla en el cuello de Karoo.
—Bien. Ahí tienen dos almuerzos piratas y una bebida especial solo para Karoo. —Dijo Sanji con una sonrisa.
—Bien. —Dijo Luffy para luego subirse encima de la borda y saltar aterrizando en la tierra. D fue el siguiente y de un solo salto aterrizó en la isla. Karoo fue el último en saltar hacia la isla.
—¡Nos vemos luego! —Les dijo Vivi a los que estaban subidos al barco. Karoo y Luffy corrieron a la par, mientras que D todavía no se había movido— ¡Volveremos en un rato!
—Tch, ¿Por qué tanta prisa? —Murmuró D con molestia para luego desaparecer en un borrón para sorpresa de los demás.
—¡Q-Qué rápido! —Exclamó Usopp al ver la inhumana velocidad con la que desapareció D. Nami y Sanji asintieron de acuerdo.
Karoo, D y Luffy estaban corriendo a la par hasta que Luffy se detuvo en una laguna. D se detuvo apenas vió a Luffy detenerse. Y Karoo junto a Vivi se acercaron a ellos.
—¿Que pasa? —Preguntó Vivi.
—Eso mismo me pregunto yo. —Respondió D con aburrimiento.
—¡Miren esto! ¡Hay un molusco que parece un calamar! —Dijo Luffy mirando al molusco para después agarrarlo. D se quedó inexpresivo, preguntándose por qué le emociona tanto un molusco que parece un calamar...
—¿Tienes 5 años o qué? —Preguntó D indiferentemente. Luffy ignoró su pregunta y les mostró el calamar a ambos.
—¡Es un molusco calamar! —Les dijo Luffy. D suspiró con fastidió. Vivi se acercó para mirarlo más de cerca.
—Se parece mucho a una amonita. —Dijo Vivi mientras miraba al molusco.
—Es un molusco calamar, ¿No? —Preguntó Luffy. D ya se estaba arrepintiendo de haber venido.
Derrepente los tres sintieron unas pisadas que sacudían toda la isla. El trío miró hacía arriba para ver a un dinosaurio, específicamente a un sauropodo. Luffy y Vivi se sorprendieron mientras que D se quedó completamente inexpresivo, sin impresionarse en lo más mínimo.
—Un dinosaurio, ¿Eh? —Expresó D con aburrimiento.
—¡Entonces, esta es una isla antigua! —Exclamó Vivi con sorpresa y miedo— ¡Esta isla está atrapada en la era de los dinosaurios! —Luffy se quedó confundido mientras que D no emitió ninguna reacción— Como no había intercambios entre las islas del Grand Line debido a las complicaciones del viaje por mar, cada isla estableció su propia cultura. Hay islas que tienen una cultura extremadamente sofisticada... Y hay otras que mantienen la misma forma sin haber progresado durante miles de años. El clima aleatorio del Grand Line lo hace posible. Y, por esa razón, esta isla aún se encuentra en la era de los dinosaurios.
—Ya veo. —Dijo D con un tono aburrido— Deberías dedicarte a ser profesora de historia. —Vivi se sonrojó de la vergüenza al escuchar su comentario. ¿Realmente parecía una profesora?
Sin embargo, ambos vieron como Luffy estiraba sus brazos hacía el dinosaurio para ir hacía él.
—¡Es asombroso! —Exclamó el hombre de goma.
—¡Luffy! —Exclamó Vivi sorprendida— ¡No te lances sobre él! —Le gritó enojada. Luffy se paró sobre la cabeza del dinosaurio mientras observaba el paisaje.
—¡Qué buena vista! —Exclamó Luffy con una sonrisa mientras miraba el paisaje— Quiero comer aquí.
—¡No es el mejor momento para decir eso tan tranquilamente! —Le gritó Vivi con nervios.
—Parece estar pasándola bien. —Dijo D con una sonrisa despreocupada.
—¡Tú también no! —Le exclamó al hombre estoico.
—Así que también hay volcanes... Y también hay una montaña con unos agujeros enormes. —Dijo Luffy con una sonrisa.
—¡Es peligroso! ¡Baja de una vez! —Le gritó Vivi al hombre de goma, quien la miró confundido— ¡Aunque sea obediente, sigue siendo un dinosaurio!
—Olvídalo, no te escuchará. —Le dijo D indiferentemente.
—¡Esto no es ningún problema! —Les gritó Luffy— ¡Por cierto, allá hay unos agujeros enormes! ¡Es un paisaje de lo más extraño!
—Te lo dije. —Dijo D mientras se apoyaba en un árbol y se encendía un cigarrillo.
—¡Olvídate del paisaje y baja de una vez! —Le volvió a gritar Vivi.
—Olvídalo. —Vivi miró a D— Que el idiota de goma haga lo que quiera, dejémoslo y vayamonos de aquí, me estoy aburriendo.
—¡Pero...! —Vivi no veía bien el abandonar a Luffy, aunque a este no le importara si lo hicieran. Sin embargo, ambos escucharon el rugido del dinosaurio, aparentemente a Luffy se le ocurrió doblar la cabeza del dinosaurio contra su voluntad, lo cual obviamente no le gustó— ¡¿Cómo se atrevió?!
—Supongo que los idiotas ya nacen así. —Dijo D inexpresivamente mientras fumaba de su cigarrillo. Ambos derrepente escucharon el rugido de más dinosaurios que se acercaban, la tierra retumbaba con las pisadas. Vivi y Karoo pegaron un grito cuando el pié de uno de ellos pisó a su lado. D levantó la vista para ver a los demás dinosaurios, su expresión seguía siendo la misma. No se mostró para nada asustado— Parece que llamó a sus amigos.
—¡Luffy-san, te estoy diciendo que es peligroso! ¡Baja de una vez! —Le gritó Vivi.
—Esos dinosaurios son más altos, así que seguro que tendré mejores vistas. —Dijo Luffy con una sonrisa.
—¡Esa no es la cuestión! —Le gritó Vivi enojada. D se rió entre dientes ante el entusiasmo del chico. Luffy extendió su brazo hacía la cabeza de otro dinosaurio para subirse arriba.
—Lo sabía, desde aquí veo mejor los agujeros. —Dijo Luffy mientras miraba hacía los agujeros. Sin embargo, otro dinosaurio más grande se acercó a Luffy e intentó comérselo, pero Luffy lo esquivo y se subió arriba de su cabeza. Los demás dinosaurios intentaron comérselo y Luffy los estuvo esquivando saltando de cabeza en cabeza.
—¡Cuidado! —Gritó Vivi mientras miraba con horror. Luffy saltó sobre la cabeza de otro dinosaurio y se deslizó sobre su cuello.
—¡D! ¡Vivi! ¿Quieren venir? ¡Es muy divertido! —Les gritó Luffy.
—No, gracias. —Dijo D estoicamente mientras fumaba su cigarrillo. Vivi no respondió por lo impactada que estaba al ver a Luffy haciendo sus locuras.
Luffy se agarró una vez más sobre la cabeza de un dinosaurio que tenía varias cicatrices y se subió arriba para ver el paisaje.
—¡Desde aquí, las vistas son increíblemente buenas!
—Realmente es muy entusiasta... —Pensó D inexpresivamente. Era la primera vez en mucho tiempo que encontraba a alguien así... Eso le hacía recordar a cierta persona que todavía le dolía recordar. Sin embargo, D y Vivi abrieron los ojos cuando el dinosaurio se comió a Luffy. D no se preocupo, podía sentir que el chico estaba bien gracias a su Haki. Sin embargo, dicha princesa no pensaba lo mismo.
—¡Se lo comió! —Exclamó Vivi con terror. Sin embargo, se sorprendió cuando vió a un gigante cortarle la cabeza al dinosaurio con una espada. D se mostró curioso hacía el nuevo y enorme invitado.
—Un gigante... ¿Eh? —Le recordaba a los gigantes de Elbaf. Luffy salió de la cabeza del dinosaurio sin verse para nada preocupado. Posteriormente Luffy cayó en la mano del gigante.
El gigante se rió de forma extraña y luego miró a Luffy quien estaba confundido.
—Te estaba viendo. Qué humano tan animado, estuviste luchando contra los animales largos de la jungla. Eres el primer invitado que viene en mucho tiempo.
—¡Eres enorme! ¿Eres un humano? —Le preguntó Luffy al gigante.
—¿Me estás preguntando si soy un humano? —Posteriormente el gigante volvió a reírse de forma extraña— Soy Dorry, el guerrero más poderoso de Elbaf.
—Así que no me equivoqué, viene de Elbaf. —Pensó D con una expresión aburrida mientras miraba al gigante.
—U-Un gigante... —Dijo Vivi mientras se arrodillaba con una expresión de sorpresa— Había oído hablar de ellos, pero es la primera vez que veo uno.
—Me llamo Luffy, y soy un pirata. —Le dijo a Dorry con una sonrisa. Dorry se rió con su risa extraña.
—¿Un pirata? ¡Eso está bien! —El gigante volvió a reírse.
—¡D! ¡Ayudame a despertar a Karoo! ¡Debemos huir! —Le gritó al hombre mientras intentaba despertar a su pato desmayado. D suspiró y tiró su cigarrillo.
—Bien. —El hombre se acercó caminando de forma despreocupada con una expresión indiferente. Una vez llegó hasta ellos, D miró a Karoo inconsciente y sonrió irónicamente— Creo que está muerto.
—¡No hagas esas bromas! —Le gritó Vivi con enojo. D simplemente le sonrió de forma sarcástica.
Luffy le señaló al gigante dónde estaban ellos.
—Mira, esos de ahí son D, Vivi y Karoo. Mucho gusto.
—Luffy-san y su enorme bocaza... —Expresó Vivi con enojo.
—Relájate. —Le dijo D a la niña. Vivi lo miró— Confía en mí... Este gigante no tiene malas intenciones.
—¿Cómo estás tan seguro? —Le preguntó Vivi con escepticismo.
—Simplemente lo sé. —Le dijo de forma directa— Solo confía en mí, si tuviera malas intenciones no estaría siendo tan amistoso con Luffy en este momento. —Vivi abrió los ojos con comprensión. Podía ver la razón en sus palabras.
—Bien... Confío en ti. —Le dijo Vivi al hombre de rojo.
Varios minutos después, Dorry había llevado a Luffy y los demás hacía su "casa" que en realidad era una cueva llena de agujeros. Mientras Luffy y Dorry se reían, D estaba sentado en una roca cercana leyendo su libro con una expresión aburrida en su rostro, sin prestar atención a lo que decían. Vivi y Karoo estaban a su lado, sin querer estar al lado del gigante.
—Por cierto, ¿Por qué vives solo? —Le preguntó Luffy al gigante con la boca llena— ¿No hay una aldea ni nada de eso?
El gigante miró a Luffy con una expresión más seria.
—Sí que hay una aldea. Es una aldea de guerreros llamada Elbaf. Está en alguna parte del Grand Line... Pero en la aldea hay ciertas normas.
—¿Normas? —Preguntó Luffy aún con la boca llena.
—Por ejemplo, si empezamos una pelea en la aldea y ninguno de los dos contendientes quiere rendirse, nos juzgará el dios de Elbaf. —Explicó Dorry— El dios de Elbaf siempre otorga la protección divina al que es justo y le permite sobrevivir.
—Vaya que son anticuados. —Murmuró D sin despegar la mirada de su libro. Vivi le dió una mirada curiosa al hombre.
—El dios de Elbaf, ¿Eh? —Preguntó Luffy con curiosidad.
—Yo causé un problema y la isla ahora mismo es el escenario de un duelo entre cierto hombre y yo. —Explicó Dorry— El que es justo ganará el duelo y sobrevivirá. —El gigante se rió— Pero no hemos podido resolverlo en unos cien años. —El gigante volvió a reírse una vez más. Su risa ya le estaba pareciendo fastidiosa al hombre de rojo.
—¡¿Llevan peleando cien años?! —Preguntó Luffy sorprendido.
—No es tan sorprendente. —Le dijo Dorry con una sonrisa— Nuestra esperanza de vida es, como poco, tres veces superior a la suya. —El gigante volvió a reírse.
—Juro que si vuelve a reírse de nuevo le cortaré la lengua y se la daré de comer en contra de su voluntad... —Murmuró D con molestia sin despegar la mirada de su libro. A Vivi le agarró un poco de escalofríos su chiste. O al menos esperaba que fuera un chiste...
—Aunque sea tres veces superior, su interés por pelear debería menguar tras cien años, ¿No? ¿Que sentido tiene seguir peleando? —Dijo Vivi quien se había acercado al gigante. Mientras Vivi hablaba, el gigante se reía— ¡Es un duelo a muerte, ¿Verdad?!
Sin previo aviso, el volcán más cercano a ellos provocó una erupción. D no le dió ni la más mínima importancia, a diferencia de sus compañeros.
—¡Qué erupción volcánica tan grande! —Exclamó Luffy sorprendido por la erupción.
—Bueno, es hora de irse. —Dijo Dorry mientras se levantaba.
—Ya era hora... —Murmuró D mientras pasaba a otra página con su habitual indiferencia. Luffy miró con sorpresa al gigante.
—Cuando nos dimos cuenta, se había convertido en nuestra rutina. —Dijo Dorry mientras se ponía su escudo— La erupción de la montaña central es la señal para empezar con el duelo.
—No puede ser... Tener tanto odio como para intentar matarse mutuamente durante cien años... ¡¿Que causó este enfrentamiento?! —Exclamó Vivi.
—Para. —Le dijo Luffy a Vivi— No es eso.
—Si. Es por nuestro orgullo. —Les dijo Dorry.
—Que historia más interesante, definitivamente estoy emocionado... —Murmuró D sarcásticamente con un claro desinterés.
Dorry empezó a caminar hasta otro gigante que se dirigía hacia él y ambos chocaron sus armas provocando una onda de choque que sacudió toda la isla.
Luffy cayó al suelo por la sorpresa. Vivi lo miró preocupada.
—¿Qu-qué paso? —Le preguntó ella. Luffy dió un suspiro, su cara estaba toda sudada.
—Cielos... ¡Es increíble!
—Son muy ruidosos. —Dijo D sin haberse movido de su lugar mientras leía su libro. Vivi miró al hombre de rojo con sorpresa. Le sorprendía que ni siquiera se haya impresionado por lo que acababa de ocurrir.
La pelea entre ambos gigantes siguió por un largo rato, hasta que ambos pelmazos se golpearon sus rostros con sus escudos y cayeron derrotados al suelo, quedando en un empate.
D no se movió de su posición, de hecho estaba contento de que hayan parado, podía disfrutar del silencio otra vez. Sin embargo, esa paz se vió interrumpida cuando los dos enormes imbéciles empezaron a reírse. La expresión de D se volvió molesta.
—...¿Por qué acepte este trabajo? —Pensó con fastidio.
Varios minutos después, Dorry había regresado a su hogar y se sentó en el mismo lugar de antes. D había guardado su libro y se recostó con la cabeza apoyada sobre la roca con las manos detrás de su cabeza, su sombrero descansaba sobre su abdomen mientras que D tenía los ojos cerrados de forma despreocupada. Dorry lanzó su risa molesta mientras les hablaba a Luffy y Vivi.
—Ya veo. Los invitados de Broggy son sus compañeros, ¿Eh? Vi a un hombre con una nariz larga y también a una mujer.
—¡Son Usopp y Nami! Dijeron que no querían bajarse del barco, pero parece que les gustan las aventuras. —Dijo Luffy con una sonrisa.
—Entonces, se podría decir que este alcohol me lo dieron ustedes. —Les dijo Dorry.
—A propósito, Dorry-san, ¿Es cierto que se tarda un año en almacenar el registro? —Le preguntó Vivi al gigante.
—¿No vieron las calaveras humanas que están por todo el suelo? —Les preguntó el gigante— Aquellos que vienen a la isla suelen morir antes de que el registro quede almacenado. Algunos se convierten en comida para los dinosaurios. Otros sufren por el calor y la inanición. Y otros mueren por atacarnos a nosotros. Todos acaban muertos... Parece que un año en esta isla es demasiado tiempo para los humanos.
—Debería haberles avisado de antemano... —Pensó D mientras seguía con los ojos cerrados. Sabía muy bien que en esta isla se tardaba un año para almacenar el registro, pero él no se preocupó porque traía un Eternal Pose con él, lo malo, es que apuntaba a una isla que estaba más lejos que Arabasta, por lo qué no serviría de mucho en este caso, terminarían perdiendo el rumbo.
—¿Que hacemos? Aunque podamos sobrevivir un año entero, si pasa tanto tiempo no sé que será de mi reino. —Dijo Vivi con un tono de desesperación.
—Es verdad. Yo me aburriría mucho si nos quedáramos aquí un año, ¿No hay otro método? —Le preguntó Luffy al gigante.
—Tenemos un Eternal Pose, pero apunta a nuestra tierra, Elbaf. —Les explicó el gigante— En otras palabras, estamos peleando por este Eternal Pose. ¿Quieren llevársela por la fuerza?
—No quiero. Nosotros no queremos ir allí. —Le dijo Luffy— Queremos ir a la isla que viene después de esta. ¿Verdad? —Le preguntó a Vivi.
—Si... Si perdemos el rumbo hasta Arabasta, no tendrá sentido seguir avanzando. —Respondió Vivi.
—¿Ves? —Le dijo Luffy al gigante.
—¿Y por qué no avanzan aleatoriamente? —Les preguntó Dorry— Si tienen suerte, llegarán hasta allí.
—Vete a la mierda, gigante mugroso. —Pensó D con molestia.
Sin previó aviso, Luffy lanzó una carcajada luego de que todo estuviera en silencio.
—¡Ya veo! —Luffy siguió riéndose a carcajadas.
—Parece que ya se volvió loco... Pobrecito. —Pensó D mientras miraba de reojo al mocoso del sombrero de paja.
—Puede que lleguemos así, ¿No? —Le preguntó Luffy entre risas. D seguía sin entender porque se estaba riendo. Sin embargo el gigante se rió junto a él.
—Los dos son igual de estúpidos, no me sorprende que se lleven tan bien. —Pensó D mientras volvía a cerrar los ojos.
—Ahora que caigo, había alguien que se fue antes de que se almacenara el registro. —Dijo Dorry entre risas.
—¿Que le pasó? —Preguntó Luffy.
—¡No tengo ni idea! —Le respondió el gigante.
—Seguro que llegó hasta la siguiente isla. —Dijo Luffy riéndose.
—Seguro que si. —Respondió el gigante riéndose junto a él. Mientras ellos se reían, Vivi estaba temblando de ira, preguntándose que era tan gracioso.
—Vaya que son fastidiosos. ¿Pueden callarse? Estoy tratando de tomar una siesta. —Dijo D en voz alta a los dos.
—Oye, ¿Tu amigo es un poco aguafiestas, no? —Le preguntó Dorry entre risas.
—¡Sí! Siempre está con esa cara sería y dice algo como "Que molesto" —Dijo Luffy imitando la expresión y forma de hablar de D, obviamente de forma exagerada, tanto él como el gigante se rieron.
—Ni siquiera te salió. ¿Esperas que me ofenda con eso? —Preguntó D manteniendo sus ojos cerrados. Luffy y Dorry lo ignoraron y siguieron riéndose. D se quedó en silencio, no valía la pena razonar con idiotas. Una vez pararon de reírse como niños, Dorry presionó la tapa del barril que contenía el alcohol y estuvo a punto de llevar la bebida a su boca, pero fue detenido por la voz de D— Yo que tú no tomaría ese alcohol. —Dijo con los ojos cerrados. Luffy, Vivi, Dorry y Karoo miraron a D confundidos— Podría ser muy... Explosivo para tu estómago. —Dorry lo miró confundido por unos segundos hasta que luego se rió a carcajadas.
—¿Explosivo, dices? Si es así, entonces debe ser un alcohol de alta graduación, ¡Lo que significa que debe ser de primera calidad!
D se quedó varios segundos en silencio hasta que una sonrisa oscura se formó en su rostro.
—Si... Quizás tengas razón. —D no dijo nada más. Lo que el gigante no sabía es que D hablaba en el sentido literal. Pero no se esforzaría en detenerlo.
Dorry bebió el alcohol, y segundos después abrió mucho los ojos e inmediatamente una explosión se produjo dentro de su estómago, con el humo saliendo de su boca. Luffy, Vivi y Karoo miraron boquiabiertos lo que sucedió, D en cambio no emitió ninguna reacción, simplemente miró de reojo al gigante que cayó de espaldas al suelo.
—Dios mío, por eso te lo dije... —Dijo D con un tono aburrido.
—¡Señor gigante! —Gritó Luffy con horror mientras saltaba arriba del gigante.
—¡Explotó en su estómago! —Exclamó Vivi a Luffy— ¡Su rival debe haber colocado el explosivo!
Luffy miró con enojo a Vivi y saltó para ponerse frente a ella.
—¡¿Que diablos estabas mirando?! ¡Llevan peleando cien años! ¡Nunca harían algo así!
—¡¿Y quién diablos pudo...?! —Exclamó Vivi. Pero fueron interrumpidos por la voz de Dorry quien se había levantado con su espada en mano.
—Fueron ustedes, desgraciados... —Dijo Dorry con enojo para posteriormente clavar la espada en el suelo— No fue Broggy. Somos los orgullosos guerreros de Elbaf. ¿Quien podría haber hecho ésto aparte de ustedes?
—Te digo algo, grandote, ya estoy harto de ese tonto discurso sobre ser un guerrero orgulloso. —Habló D mientras se levantaba, poniéndose su sombrero. Dorry miró al hombre de rojo con furia.
—Tú... Sabías que ésto pasaría. —Le dijo con rabia— ¡Fuiste tú!
—¡Eso es imposible! ¡D estuvo con nosotros todo el tiempo! ¡No podría haber hecho algo como-! —Vivi fue interrumpida por la voz fría de D.
—¿Por quién me tomas, grandote? Si quisiera matarte, agarraría mi espada y te cortaría la cabeza directamente. No me molestaría en idear un plan poco efectivo. —Le dijo D mientras le daba una mirada fría. D tomó su espada, su mirada oculta por el ala de su sombrero— Pero si tanto quieres enfrentarme, entonces no me opondré. —Le dijo mientras apoyaba su espada en su hombro.
—D... ¿Vas a...? —Le preguntó Vivi. D ni siquiera le dirigió la mirada.
—Ustedes dos pueden irse, yo me encargo. —Dijo con indiferencia.
—...¿Vas a matarlo? —Le preguntó Luffy a D.
—Quien sabe, quizás. —Respondió D con su rostro ensombrecido por su sombrero.
—No puedo dejar que hagas eso. —Le dijo Luffy— Yo pelearé con él. Tú ve con Vivi
—No recibo órdenes de ti. —Le dijo D con frialdad— Y menos seguiré las órdenes de un mocoso. Así que puedes perderte.
—¡No dejaré que lo mates! —Le gritó Luffy al hombre de rojo. D le sonrió oscuramente al niño.
—¿Y que harás al respecto, niño? —Le preguntó D con una mirada fría.
—¡Detenganse, los dos! ¡No tienen que pelear! —Exclamó Vivi a ambos. Luffy se trono los dedos.
—Te pateare el trasero, anciano.
—Inténtalo entonces. —Le dijo D con una sonrisa de desafío.
—¡Desgraciados! ¡¿Cómo se atrevieron a hacer algo tan cobarde?! —Dorry alzó su espada para atacar a ambos haciendo un corte descendente, pero su espada fue detenida completamente por la espada negra de D, quién ni siquiera hizo un esfuerzo en detenerlo, el suelo debajo de él se resquebrajó por el impacto, pero el espadachín rojo ni siquiera se inmutó. Luffy, Vivi y sobretodo Dorry se sorprendieron ante la facilidad con la que detuvo la espada. D alzó su mirada fría para mirar a los ojos de Dorry e inmediatamente usó su Haki del rey para imponer su voluntad sobre él, Dorry abrió mucho los ojos y se desplomó en el suelo, soltando inmediatamente su espada y cayendo inconsciente. D envainó su espada en su espalda y miró a Luffy.
—¿Ves? No lo maté. Sigue vivito y coleando. —Dijo D indiferentemente.
—Increíble... —Murmuró Vivi boquiabierta mientras miraba al gigante en el suelo inconsciente— Solo bastó una mirada para detenerlo... —Vivi había escuchado antes sobre personas que podían calmar o domar tanto a personas como animales con solo una mirada, uno de ellos era Shanks el pelirrojo... ¡Uno de los Yonko!
—¡Hi-hizo eso otra vez! —Pensó Luffy con sorpresa, recordando la vez que D los había detenido a él y a Zoro usando solamente su mirada— Este hombre... ¡Es realmente increíble!
—¡¿Ambos están bien?! —Vivi se acercó a ambos preocupada.
—Perfectamente. —Respondió D con aburrimiento— No sirvió ni para calentamiento...
—¿Cómo está él? —Preguntó Luffy mirando al gigante.
—Él está bien. Sólo está inconsciente. —Les dijo D a ambos.
—¡Estoy enojado! —Exclamó Luffy— Como dijo el viejo, la explosión del alcohol no fue obra del otro gigante. ¡Y mis compañeros no harían semejante estupidez!
—Entonces, ¿Quién diablos...? —Preguntó Vivi, pero fue interrumpida por D.
—...Creo que ya sé quién fue. —Vivi y Luffy miraron a D con sorpresa— Princesa... ¿Recuerdas a esos tipos que intentaron matarte en Whisky Peak?
—Si... Mr. 5 y Miss Valentine... ¿Por qué lo preguntas? —Le preguntó Vivi.
—...¿Recuerdas el poder que tenía ese tipo Mr. 5? Usaba sus mocos para... Hacerlos explotar. —Vivi abrió mucho los ojos cuando se dió cuenta.
—¡Si...! ¡Tuvo que haber sido él! —Exclamó Vivi en comprensión— Eso significa que...
—Parece que tenemos nuevos visitantes en la isla... —Dijo D con una sonrisa oscura. Sin embargo, los tres se giraron para mirar la montaña que volvía a erupcionar.
—Si no me equivoco, esa montaña es... —Habló Vivi mirando la erupción de la montaña. Sin embargo, los tres se giraron para mirar al gigante que se estaba volviendo a levantar.
—¡Espera, viejo! —Luffy trató de detener al gigante que respiraba con dificultad— ¡No vayas!
—¡No puedes ir, Dorry-san! ¡Tienes que quedarte quieto! —Le gritó Vivi— ¡Si te fuerzas demasiado, podrías morir!
—Sí, en ese estado solo aceleraras tu muerte. —Le dijo D indiferentemente. Sin embargo, D no se esforzaría en detenerlo, si quería morir, entonces no se tomará la molestia.
—Yo, el guerrero Dorry, estoy aquí presente... Al menos... —Dorry tosió sangre— Lucharé para honrar el nombre de Elbaf.
—De nuevo con eso... —Pensó D con aburrimiento. Dorry caminó hasta la roca gigante con agujeros y con esfuerzo la levantó para acto seguido dirigirse hacía ellos. D inmediatamente tomó a Vivi del brazo y retrocedió con ella, la parte inferior del cuerpo de Luffy quedó atrapada debajo de la roca gigante.
—¡Oye, ¿Que estás haciendo?! ¡Mueve esta roca! ¡Oye, viejo! —Le gritó Luffy al gigante mientras intentaba liberarse.
—No hay forma de parar esto. —Le dijo Dorry. Luffy se detuvo enseguida para escucharlo— Este combate comenzó... Hace más de cien años. Pero huir de una pelea que has empezado tú mismo es lo mismo que renunciar a tu título de guerrero. —Decía Dorry mientras tomaba su espada— Si dejo de ser un guerrero, dejaré de ser yo mismo. —Dorry luego miró al trío— Siento haber sospechado de ustedes... Este es el juicio de Elbaf... El dios de la guerra. No tuve su protección divina, eso es todo. —Dorry empezó a alejarse del grupo.
—¡Los dioses y la protección divina no tienen nada que ver con todo esto! ¡Si un dios te dijera que murieses, ¿Lo harías?! —Le gritó Luffy. D pensó que el chico tenía un buen punto, aquellos que seguían ciegamente lo que dictara su dios los veía como idiotas— ¡Alguien obstaculizó este duelo! ¡Un duelo que ha sido obstaculizado ya no es un duelo! ¡¿Verdad?!
—¡Silencio! —Exclamó Dorry— Ustedes, que solo han vivido una o dos décadas, no comprenderían las grandiosas palabras de Elbaf.
—Vaya que es estúpido. —Dijo D con indiferencia mientras que Luffy se quejaba de fondo— Elbaf esto, Elbaf lo otro, bla bla bla... —D dió un largo bostezo y se recostó contra la piedra gigante dónde estaba atrapado Luffy, apoyando su espada a un lado— Su tonto discurso sobre ser un guerrero me dió sueño...
Vivi miró al hombre de rojo sin palabras, ¿Ni siquiera le preocupaba Dorry? Puede que haya sido insoportable, pero no veía ninguna razón para ser tan frío... Vivi no se animó en preguntarle al respecto, sentía que el hombre no le daría una respuesta convincente, probablemente ni siquiera le respondería.
Luffy estuvo golpeando continuamente la piedra entre gritos intentando liberarse.
—¿Puedes quedarte quieto? Estoy intentando dormir. —Le dijo D recostado a su lado de forma relajada.
—¡Justo cuando me había encontrado con un guerrero asombroso...! —Gritó Luffy con rabia.
—Así es la vida, chico. —Le dijo D con los ojos cerrados, pero tanto Vivi como Luffy notaron su tono sombrío— El mundo no es color de rosas, la vida siempre te hace saber en la realidad en la que estás, cuando crees tenerlo todo... Todo eso desaparece cuando menos te lo esperas. Llega un punto en el que te acostumbras.
—D... —Dijo Vivi con un tono triste. ¿Por cuánto tuvo que pasar este hombre para pensar así?
D de repente se levantó y se acomodó su sombrero y se envainó su espada.
—Bueno, si no les importa, iré a buscar un lugar más tranquilo para adentrarme en la tierra de los sueños y estar con hermosas mujeres. —Les dijo D mientras se alejaba caminando en lo profundo del bosque con las manos metidas en sus bolsillos— No te preocupes, princesa, si sucede algo, solo pégame el grito.
Vivi siguió fijando su mirada en la figura de D que se alejaba mientras múltiples pensamientos sobre él inundaban su cabeza. Ella podía ver que detrás de esa máscara de indiferencia se escondía un hombre roto, solitario y triste. No se sabe nada sobre él más allá de lo poco que se sabe, su identidad y pasado son desconocidos así como también sus motivaciones e intenciones. Al principio ella pensaba que sería alguien malvado y vil dado los rumores que se decían sobre él... Pero no encontró nada de eso, si bien no era alguien bondadoso, tampoco era malvado... Solo encontró a un hombre cínico y melancólico que oculta todo eso bajo una fachada despreocupada, que reflejaba un cansancio que le decía que ya estaba cansado de esta vida
—D... ¿Quién eres realmente? —Vivi sabía que no obtendría ninguna respuesta a esa pregunta. Solo se quedó observando como D desaparecía en la oscuridad del bosque.
Sobre la rama de un árbol, un hombre vestido con un abrigo largo de color carmesí oscuro y sombrero de ala ancha se encontraba sentado con la espalda pegada al tronco, con la pierna izquierda caída y la derecha usándola para apoyar su brazo derecho, en su mano derecha tenía un cigarrillo encendido mientras que su rostro tenía una expresión más seria y melancólica.
Si bien por fuera se veía tranquilo, la mente de D era un caos. Su mente no dejaba de divagar sobre esos dos gigantes de Elbaf. Si bien le parecía una tontería ese código de guerrero suyo y ni hablar de sus tontas creencias en un dios divino que juzga cada una de sus batallas... De alguna manera D no podía evitar reflejarse en ellos... Dos hombres que han estado luchando por más de 100 años sin descanso... Se preguntaba si pasaría lo mismo con él.
La imagen de un hombre vestido de azul cobalto oscuro, cabello negro peinado hacía atrás y ojos verdes, junto con una expresión fría en su rostro y una Katana envainada en su mano izquierda inundaba su mente. La imagen del hombre que se lo arrebató todo... El hombre que le quitó a Morgan... Y no pudo hacer nada para detenerlo, recuerda perfectamente como ese hombre lo derrotó a pesar de haber desatado todo su poder.
Ya han pasado 11 años desde entonces... Y todavía no podía superarlo. La imagen de Morgan sonriéndole antes de que aquel hombre le quitara la vida frente a sus ojos. La imagen de los cadáveres de todos los que alguna vez fueron sus amigos, el gran barco de los piratas carmesí hecho pedazos... La tripulación de Morgan completamente destruida... Todo por su culpa. D aplastó el cigarrillo con fuerza entre sus dedos. Desde el día en que nació ha estado maldito, primero su madre, luego Morgan...
D ya no era ese mocoso débil, ahora era poderoso, y se sentía más que listo para enfrentarse a ese hombre una vez más y destruir al gobierno mundial, quienes eran los mayores responsables de sus desgracias, mataron a su madre, a Morgan... Todo lo que le hacía feliz y le daba un sentido para vivir se le fue arrebatado por ellos. Fue por esa razón que no ha parado de atacarlos por más de 11 años, buscaba venganza.
Quizás era por eso que podía simpatizar con esos gigantes, no dejaba de pensar que esos podrían llegar a ser él y el hombre de azul... Pero había una diferencia, Dorry y Broggy lo hacían porque les gustaba y disfrutaban luchar. Él lo hacía por venganza, quería destruirlo. Si luchaban durante 100 años, definitivamente no será por disfrute.
De todos modos, D no era completamente insensible, el gigante Dorry no le caía mal, y lo que hicieron con él le pareció algo bastante cobarde... Era solo que D ya estaba acostumbrado a ese tipo de cosas, ver a la gente salir lastimada, morir o incluso ver sus cadáveres... Era el pan de cada dia de D. Con el tiempo aprendió a ser frío y apático frente a la muerte o las injusticias. Aceptó la crueldad del mundo y sigue adelante porque no tiene otra opción... Pero eso no quita que en el fondo esté un poco enojado por lo que le hicieron, después de todo, si alguien más obstaculizara de esa forma el combate entre él y aquél hombre... Definitivamente se encargaría de torturarlo hasta la muerte.
Ya había pasado una hora desde que se separó de la princesa y el mocoso. D fumó lo que quedaba de su cigarrillo y lo tiró. Posteriormente se tiró al suelo y tomó a Abaddon que estaba apoyada en el tronco y la puso en su espalda.
—Bien... Se terminó el descanso. —D uso su Haki de observación para buscar a los demás... Imaginarás su sorpresa cuando sintió a todos en un mismo lugar. D resoplo— Parece que ya empezó el espectáculo... Una pena que llegue algo tarde... ¿O quizás no? —Murmuró D mientras empezaba a caminar hacía donde estaban los demás.
Estuvo caminando durante al menos 20 minutos hasta que llegó hasta donde estaba Usopp y Karoo, quienes fueron acorralados por Mr. 5 y Miss Valentine.
—Como me lo imaginaba, lo del alcohol explosivo fue obra de ese tonto. —Usopp y Karoo estaban a puntos de recibir una patada de Mr. 5, inmediatamente se produjo una explosión, pero cuando se disipó el humo, Usopp y Karoo ya no estaban ahí.
—¡¿Qu-qué...?! ¡¿Cómo-?! —Mr. 5 fue interrumpido por la voz del nuevo invitado.
—Eso estuvo cerca, un poco más y casi conviertes en pulpa roja a estos dos. —Dijo D sarcásticamente mientras tenía agarrados a Usopp y Karoo en sus manos, mientras que su abrigo ondeaba con el viento. Ambos miraron a su salvador.
—¡¿D?! —Exclamó Usopp— ¡¿E-En qué momento...?!
—No hay tiempo para preguntas inútiles, nariz larga. —D soltó a ambos y los dejó en el suelo— Quédense aquí, yo me encargo. —D caminó hasta Mr. 5 y Miss Valentine con las manos metidas en sus bolsillos.
—Tch, tú de nuevo —Dijo Mr. 5 con molestia. Se preparó para atacarlo— No importa, tenía muchas ganas de hacerte pagar por lo que nos hiciste en Whisky Peak. —Decía mientras corría hacía él para darle un puñetazo explosivo. D tenía una expresión indiferente mientras veía como se acercaba el puño a una velocidad demasiado lenta. Dió un suspiro cansado y, sin mucho esfuerzo, agarró el brazo de Mr. 5 con facilidad, deteniendo su ataque mientras su rostro estoico permanecía. Mr. 5 abrió mucho los ojos por la sorpresa, su compañera estaba boquiabierta.
—¿Se supone que ustedes son la elite de Baroque Works? Vaya decepción. —Sin ningún esfuerzo, D le rompió el brazo a Mr. 5, provocando que este gritara de dolor y agonía mientras se tiraba al suelo sosteniendo su brazo— ¿Que pasa? ¿Eso es todo lo que podías hacer? —Le preguntó D con un tono sarcástico.
—¡Mr. 5! —Gritó Miss Valentine preocupada y aterrorizada mientras miraba a su compañero en el suelo todavía gritando de dolor.
—Apenas te toque y te partiste como una ramita... Que patético. —D le dió una mirada oscura— Así que fuiste tú el que hizo lo del alcohol explosivo...
—¡¿Y-Y qué si lo hice, bastar-?! —Mr. 5 fue detenido cuando D lo agarró del cuello— ¡Gah!
—Si vas a lastimar a alguien, por lo menos hazlo de forma directa y dando la cara. —D inmediatamente le dió un poderoso golpe cargado con Haki de armadura en el estómago, provocando un daño interno. Mr. 5 tosió sangre, sentía que sus órganos eran destruidos— ¿Como se siente ahora? —Preguntó D con una voz fría. Mr. 5 no respondió, inmediatamente se quedó inconsciente por el dolor— Que patético. —D tiró a Mr. 5 al suelo como si fuera un muñeco de trapo y luego fijó su mirada en la mujer, quien rápidamente se sobresaltó con miedo por su mirada— Ahora... ¿Que hago contigo?
Miss Valentine tragó saliva mientras retrocedía, desde su punto de vista, D le parecía algo salido de las pesadillas... Un verdadero demonio.
—N-No me mates... Por favor... —Dijo ella mientras se apoyaba en el tronco del árbol.
—¿Que no te mate? —Dijo mientras lanzaba una carcajada seca— Por suerte para ustedes, no soy un asesino en serie... Pero me han hecho cabrear bastante. —D hizo un perezoso gesto con su mano, que fue suficiente para hacer que Miss Valentine caiga inconsciente.
Usopp y Karoo temblaban de miedo al ver cómo D acabó con facilidad con ambos.
—E-Es aterrador... —Karoo asintió de acuerdo. D miró de reojo a Usopp, quien se sobresaltó por su mirada, luego Usopp se levantó para mirarlo— ¿L-Lo mataste...? —Le preguntó Usopp mientras tragaba saliva.
—No. Simplemente le hice un daño interno en el estómago... Pero no lo suficiente como para matarlo. —Le dijo D con una expresión indiferente— Fue el responsable de hacer que el alcohol explote dentro del estómago de aquel gigante... Así que yo le hice sentir lo mismo, aunque lo hice a mi manera. —Usopp abrió los ojos sorprendido. ¿Había hecho justicia por Dorry?— Deja de mirarme así y vamos. —Dijo perezosamente— Tus amigos parecen estar en problemas. —Usopp salió de su trance cuando mencionó a sus amigos, inmediatamente se reincorporó y puso una cara más determinada.
—¡S-Si! —Exclamó Usopp. D levantó una ceja al ver su determinación, pero no le dió importancia y caminó hasta donde estaban Luffy y los demás, con Usopp y Karoo siguiéndolo detrás. Una vez que llegó, vió a Luffy parado sin hacer nada mientras que Zoro, Vivi y Nami estaban parados en algún tipo de monumento hecho de cera con una copa giratoria con velas encendidas apiladas en forma de círculo.
—Oye, mocoso, ¿Que estás haciendo? —Preguntó D mientras caminaba con las manos metidas en sus bolsillos— Tus amigos necesitan ayuda, deja de perder el tiempo.
—¡D! —Gritó Vivi con una sonrisa. D le devolvió una sonrisa ligera.
—Hey, princesa, lamentó la demora. —Luego miró a Luffy— ¿Saben que le pasa al mocoso?
—¡No lo sé, dice que no tiene ganas de ayudarnos! —Le explicó Nami. D levantó una ceja con curiosidad.
—¡Es obra de Miss Golden Week! —Le dijo Vivi. D no entendía a quien se refería— La niña detras de Luffy... —D luego miró a la niña de cabello rojo— Es una pintora realista que puede crear los verdaderos colores de las emociones... Su refinado sentido del color puede manipular las mentes de la gente con sus pinturas. —D luego miró la pintura negra en la que estaba parado Luffy.
—Ya veo. Una habilidad que puede manipular la mente de los demás... Es una habilidad interesante. —D caminó hacía la niña que le dirigió una mirada inocente— ¿Así que ésto es obra tuya, eh?
—Sí. —Le dijo mientras se comía una galleta. D le dió una sonrisa y le palmeó la cabeza.
—Bueno, diviértete con el mocoso, yo iré a por los demás. —D pasó a su lado para dirigirse hacía el monumento de cera— Por cierto, no te gastes en usar esa habilidad conmigo, no funcionará. —La niña bajó su pincel de inmediato, sentía que estaba diciendo la verdad. D se detuvo frente al monumento y lo miró con una pose relajada— De acuerdo... ¿Cómo debería destruir ésto?
—¡No te quedes ahí parado y haz algo! —Le gritó Nami— ¡Nos estamos convirtiendo en figuras de cera!
—Niña impaciente, ¿Eh? —Dijo sarcásticamente.
—¡D! ¡Este no es momento para-! —Vivi se detuvo cuando sintió que se caía, lo cual hizo que gritara de sorpresa. Instantáneamente fue atrapada por D junto a Nami, mientras que Zoro cayó de cara al suelo. El monumento en donde estaban atrapados fue cortado en millones de pedazos en menos de un milisegundo, reduciéndose a nada.
—...Increíble. —Dijo Miss Golden Week mientras comía una galleta, mirando como el monumento de cera caía en pedazos.
—¡Idiota! ¡¿Por qué no me atrapaste?! —Le exclamó Zoro al hombre de rojo una vez que se levantó.
—Estás bien, no lo necesitabas. —D bajó a ambas chicas. Vivi, Nami y Zoro miraron el monumento destruido con perplejidad.
—Esto... ¿Lo hiciste tú? —Le preguntó Zoro.
—¿Quién más si no? —Respondió D indiferentemente. Zoro se quedó sin palabras, ni siquiera lo había visto desenvainar su espada.
—¡Tú! —D giró levemente su cabeza para mirar a una gigantesca armadura de cera donde salía la cabeza de un hombre con una mecha encendida en su cabello mirarlo con rabia— ¡¿Que hiciste con mi Candle Service Set?!
—...¿Quien es ese? —Preguntó D con una cara de póker en su rostro.
—Ese es... Mr. 3. —Le dijo Vivi. D resoplo.
—Así que tú hiciste eso... Discúlpame, pero reprobaste la carrera de arte, así que me deshice de esa cosa. —Respondió D con sarcasmo mientras lo miraba con una pose relajada— Así qué... Mr. 3, supongo que eres más fuerte que esos otros dos payasos.
—¡Así es! ¡Y soy invencible de esta forma! —Dijo Mr. 3 con una sonrisa— ¡Esta armadura es tan dura como el hierro y me envuelve como si fuera terciopelo! Mi forma actual... ¡No tiene defectos!
—"Tan dura como el hierro" ¿Eh? Eso significa que es demasiado frágil entonces. —Dijo D con un tono aburrido.
Mr. 3 frunció el ceño con enojo al escuchar eso.
—¡¿C-Cómo te atreves?! ¡Miss Golden Week, realiza un trabajo artístico sobre mí! —Le dijo a la niña que se había acercado a su compañero— ¡Le mostraré a este idiota lo invencible que soy!
—El mismo discurso de siempre... —Murmuró D con aburrimiento.
—¿Y podré descansar después? —Le preguntó la niña.
—¡Por supuesto! ¡Preferiría que te mantuvieras al margen de esto! —Le dijo Mr. 3. Miss Golden Week asintió y uso su pintura para pintar su armadura con una combinación de rojo y morado. Al menos ahora tenía más estilo, pensó D.
—¡Que genial! —Gritó Luffy de emoción al ver la armadura de Mr. 3. Luffy ya se había liberado de la habilidad de manipulación de la niña gracias a sus amigos.
D tenía una mirada indiferente en su rostro mientras observaba lo que tenía delante.
—No está mal, te iría bien en un circo. —Dijo sarcásticamente con un tono aburrido. Mr. 3 frunció el ceño ante su indiferencia.
—¡Ya verás! —Mr. 3 se acercó a D agitando el puño derecho y lanzandole un golpe al hombre estoico. D saltó un segundo antes de que el golpe lo alcanzará, el puño se clavó en la tierra, D estaba arriba del puño con una pose relajada mirando a Mr. 3 con aburrimiento— ¡¿Qué?!
—¿Eso es todo? —Preguntó D con aburrimiento. Mr. 3 inmediatamente levantó el puño donde estaba parado D, quien inmediatamente saltó a una velocidad imperceptible para aterrizar detrás de él— Quizás esa armadura sea impenetrable, pero eres demasiado lento.
—¡Cállate! —Mr. 3 se volvió a abalanzar hacía él agitando ambos brazos y destruyendo parte de la tierra donde él estaba parado. D se había vuelto a mover, desapareciendo de la vista— ¡¿Donde está?!
—Detrás de ti. —Le dijo Miss Golden Week. Mr. 3 se giró inmediatamente para encontrar a D quien había desenfundado a Ombra y le apuntó directamente al hombre. Mr. 3 abrió los ojos con sorpresa y antes de que pudiera hacer algo, D apretó el gatillo, el disparo sonó con fuerza y poder, la bala iba a toda velocidad, y una vez que impactó en la armadura, esta explotó e hizo retroceder a Mr. 3. Su armadura derrepente empezó a derretirse.
—¡Imposible! —Gritó Mr. 3. D sopló el humo que salía del cañón.
—¡¿E-Esa es una pistola?! —Exclamó Nami sorprendida.
—¡¿También es un pistolero?! —Preguntó Zoro incredulamente.
—¡Nunca había visto una pistola así! —Exclamó Usopp sorprendido.
—¡Que increíble! —Gritó Luffy emocionado para sorpresa de nadie.
Mr. 3 salió de la armadura y empezó a correr hacía el bosque junto a su compañera.
—¡M-Me las pagarás! —Sin embargo, ambos se detuvieron cuando una bala rozó entre medio de ellos.
—Yo no haría eso si fuera tú. —Dijo D con indiferencia mientras les apuntaba con la pistola negra. Mr. 3 giró su cabeza temblando con nervios. D sonrió— Hey, mocoso, te toca. —Habló dirigiéndose a Luffy, quien dió una risita en respuesta.
—¡Gracias, anciano! —Luffy estiró su brazo derecho hacía atrás— Gomu Gomu no... —Mr. 3 miró con los ojos muy abiertos el puño que se dirigía hacía él— ¡Pistol! —Gritó Luffy mientras su puño conectaba con el rostro de Mr. 3, mandándolo a volar varios metros hacía el bosque.
—Que decepción, pensé que me entretendrían un poco más. —D guardó a Ombra dentro de su abrigo y luego miró a la niña que trataba de escabullirse— Alto ahí, pequeña dama. —La niña se detuvo de repente, sobresaltada por la voz del hombre que se acercaba caminando hacía ella. La niña lo miró un poco nerviosa pero se sobresaltó cuando D le palmeó la cabeza— No me mires así, niña, no voy a morderte.
—¿N-No me harás nada? —Le preguntó Miss Golden Week.
—No soy partidario de lastimar niños. —Le dijo D con un rostro indiferente— Pero aún así eres el enemigo, así qué... Duerme. —Apenas dijo eso, la niña cayó inconsciente, pero D la atrapó y la cargó en sus brazos— Dulces sueños, pequeña. —Dijo con una sonrisa.
Nami miró con una sonrisa al hombre que estaba apoyando a la niña en un árbol con cuidado.
—Saben... Él no es tan malo como parece. —Dijo Nami. Los demás asintieron también con una sonrisa.
—¡Opino lo mismo! ¡Él hizo justicia por el amigo del maestro Broggy! —Los demás miraron a Usopp con los ojos abiertos.
—¿Eh? ¿De qué hablas, Usopp? —Le preguntó Nami.
—Deberían haberlo visto... Acabó con ese tipo de las gafas y su compañera muy fácilmente... —Les explicó Usopp a los demás— Y no sé que fue lo que hizo exactamente, pero dijo que le hizo un daño interno en el estómago, aunque no lo suficiente como para matarlo... Según él. —Al resto le agarró escalofríos al escuchar eso, sonaba doloroso— Pero dijo que lo hizo para hacerle sentir lo mismo que a Dorry-san... Sus métodos serán brutales, ¡Pero tiene todo mi respeto!
—En ese caso, también tiene el mío. —Dijo Zoro con una sonrisa.
—¡Ese viejo es genial! ¡Definitivamente lo quiero en mi tripulación! —Dijo Luffy con una sonrisa.
Vivi miró al hombre también con una sonrisa. Los rumores sobre él lo tachaban como un asesino sádico y sin escrúpulos... Pero desde que ha estado viajando con él, nunca vió a ese monstruo del que tanto hablaban, tuvo varias oportunidades de matar a los enemigos, o incluso a Dorry, cuando dijo que quizás lo haría... Pero nunca hizo nada de eso. Vivi podía ver que bajo su indiferencia, se encontraba alguien compasivo, solo que no lo demostraba abiertamente.
Luego de que todos se hayan reunido, vieron como Broggy estaba sentado mientras lloraba desconsoladamente por la muerte de Dorry, sus lágrimas parecían cascadas. D tenía una expresión de molestia mientras fumaba de su cigarrillo.
—Que ruidoso... —Murmuró D.
—¡Oigan! ¡Miren detrás de él! —Les señaló Luffy— ¡Es un arcoiris! —Todos menos D y Zoro se tapaban los oídos por lo inmenso que sonaba su llanto desconsolador.
—¡Incluso sus llantos son enormes! —Dijo Nami mientras se tapaba los oídos.
—Parece una cascada. —Estuvo de acuerdo Zoro.
—¡Comprendo cómo te sientes, maestro Broggy! —Dijo Usopp con lágrimas.
El rostro de D estaba oscurecido por su sombrero mientras fumaba su cigarrillo... Su Haki le decía que Dorry no estaba muerto, solo estaba inconsciente, pero no diría nada, ya que sentía que estaba despertando poco a poco.
Mientras Broggy seguía llorando, Dorry se estaba despertando de a poco, una vez que lo hizo, tomó su espada y la clavó en el suelo para levantarse con dificultad. Broggy inmediatamente paró de llorar y miró a Dorry sorprendido con ojos saltones. El resto también se sorprendió, D solamente esbozó una sonrisa. Broggy miró a su amigo con los ojos abiertos
—¡Dorry! ¿Por qué...? —Preguntó sin entender como su amigo seguía vivo.
—Parece que caí inconsciente... Probablemente fuera a causa de las armas... —Le dijo Dorry con una mirada cansada.
—Que conveniente. —Murmuró D sarcásticamente, todavía con una pequeña sonrisa en su rostro.
—¿Las armas? ¡Claro! —Exclamó Usopp limpiándose las lágrimas— Ni siquiera las armas de Elbaf podrían aguantar a dos gigantes luchando a muerte durante cien años seguidos. —Usopp suspiró— Qué locura... ¡Es un milagro enorme!
—Oye, Broggy, no me abraces. Me duelen las heridas. —Le dijo Dorry mientras era aplastado por el abrazo de su amigo quien se reía de felicidad.
—¡Cuánto me alegro de que estés vivo, amigo! —Dijo Broggy para luego reírse, Dorry se rió junto a él.
—Eso no tiene nada de milagro. Eso es lo natural. —Dijo Zoro sonriendo— El hecho de que esas armas sigan intactas después de cien años es una locura mayor. Igual que sus dueños.
—Tú lo has dicho. —Respondió D mientras fumaba de su cigarro.
—¡Hoy es un día maravilloso! ¡Te lo agradezco, dios de Elbaf! —Gritó Broggy con alegría.
—Oye, Broggy, ¿Hacerme un corte y dejarme inconsciente te alegró? —Le preguntó Dorry sarcásticamente.
—¡Idiota! ¡No me refería a eso! —Broggy le pegó en el codo a Dorry, lo cual le provocó dolor.
—¡No me golpees en las heridas! —Luego ambos empezaron a golpearse mientras se reían. Dorry le preguntó con una sonrisa— ¡¿Quieres pelea?!
—¡Sí, barreré el suelo contigo! —Le respondió Broggy, ambos levantándose mientras chocaban cabezas.
—¡¿Por qué siguen peleándose?! —Preguntó Nami enojada.
Todos se reunieron en la casa de uno de los gigantes, D estaba descansando con la cabeza apoyada sobre sus manos encima de una roca, con su sombrero tapando sus ojos. Podría estar durmiendo de no ser por la estruendosa risa de Dorry.
—¡Habíamos olvidado por completo lo de la recompensa por nuestras cabezas! —Dijo Dorry sonriendo.
—Pero yo era el motivo original por el que vinieron a la isla... —Vivi paró de hablar cuando Nami jaló su mejilla— ¡Duele!
—¡No digas eso! —Le dijo Nami con el ceño fruncido.
—¡Es verdad, Vivi! ¿Por qué estás tan desanimada? —Dijo Luffy mientras tenía una galleta en la boca— ¿Quieres una galleta? —Le preguntó mientras le ofrecía una.
—¿De dónde las sacaron? —Preguntó Nami con una gota de sudor.
D miró de reojo a Luffy y Usopp mientras se peleaban por una galleta.
—Son como niños... —Pensó el hombre de rojo, pero de alguna manera ya se estaba acostumbrando a este grupo... Su optimismo de alguna manera hacía efecto en él y le hacía olvidar la oscuridad del mundo aunque sea un rato... Aunque seguía pensando que todavía eran demasiado ingenuos, pero no era quien para arruinar el ambiente.
—Nos salvaron, así que queremos darles las gracias de algún modo... —Les dijo Broggy.
—En ese caso, hagan algo con nuestro Log Pose. —Les dijo Luffy quien se paró en la roca donde se apoyaba D.
—Tch, que ruidoso... —Murmuró D con molestia.
—Me temo que eso es lo único con lo que no podemos ayudarlos. —Les dijo Dorry.
—¡Nami-san, Vivi-chwan! ¡Y los otros! —Dijo Sanji acercándose con una sonrisa.
—Apareció nuestro salvador... —Murmuró D sarcásticamente con los ojos cerrados.
—¡Ah, Sanji! —Luffy se dió la vuelta para saludar a su cocinero, mientras que Usopp y Karoo lo miraban furiosos.
—¡Están bien! ¡Menos mal! —Les gritó Sanji con felicidad.
—Ese cretino aparece cuando ya no necesitamos su ayuda... —Dijo Usopp con rabia.
—¡¿Qué es esto?! ¡¿Tú eres Mr. 3?! —Dijo Sanji quien miraba a los dos gigantes.
—Oye, ¿Por qué sabes sobre Mr. 3? —Le preguntó Nami al cocinero, quien en vez de responderle la miró con corazones en sus ojos.
—¡Nami-san! ¡Estás realmente hermosa! —Le dijo Sanji con una sonrisa.
—Te hizo una pregunta, idiota... —Murmuró D con aburrimiento.
—¿Quieres que te golpee? —Le amenazó Nami.
—Tranquila, Nami-san. Te resfriarás si vas vestida así. —Sanji se quitó la camisa y se acercó para envolverla— Toma esto.
—Gracias. —Le dijo Nami.
Sanji luego se sentó y se dirigió a los demás.
—Y, obviando eso, acabo de hablar con Mr. 0 mediante un Den Den Mushi. —Les dijo Sanji a los demás.
—¡¿Hablaste con el jefe?! —Le preguntó Vivi.
—Sí. Encontré un escondite muy extraño en plena jungla. —Explicó Sanji— Pensó que yo era Mr. 3, así que le dije que los había eliminado a todos.
—¿Ahora cree que estamos muertos? —Preguntó Vivi con alivio.
—Lo dudo, princesa. —Los demás miraron a D— Crocodile es cualquier cosa menos un tonto... Quizás simplemente le siguió el juego, no hay que confiarse demasiado. —D le dió a Sanji una mirada de reojo— ¿Crocodile no mostró dudas sobre ti?
—Bueno... No, eso creo. Aunque se enojó un poco porque creyó que le mentí... Pero no pareció dudar de mí. —Le dijo Sanji.
D se quedó en silencio por un largo rato hasta que volvió a hablar.
—Ya veo. De todos modos no podemos bajar la guardia tan fácilmente... Seguramente Crocodile esté sospechando en este momento.
—¡Oh, vamos! Creo que estás sobre pensando demasiado. —Le dijo Sanji tratando hacer sentir más seguros a los demás y a sí mismo.
—Dices eso porque no lo conoces... Créeme, Crocodile no es ningún idiota, al contrario, es un bastardo inteligente. ¿Por qué piensas que tiene el control de toda una organización y está a punto de apoderarse de un país entero? —Sanji y los demás se quedaron en silencio, tenían que admitir que D tenía un buen punto— No podemos simplemente creer que porque le dijiste que estamos muertos ya no estamos en la mira, probablemente ya esté enviando a otro de sus agentes.
—Tiene razón... Yo misma puedo confirmar sus palabras. —Suspiró Vivi.
—¡¿Que hacemos entonces?! ¡Ni siquiera podemos salir de la isla! —Exclamó Usopp con lágrimas.
—¿Que no podemos? ¿Nos quedan cosas por hacer en la isla? —Sanji se puso a rebuscar en su bolsillo— Justo que había conseguido esto... —Sanji sacó un Eternal Pose de su bolsillo, mostrándosela a los demás, quienes quedaron completamente boquiabiertos al verlo— ¿Que ocurre? —Les preguntó sin entender.
—Por una vez hiciste algo bien... Cocinero pervertido. —Murmuró D con los ojos cerrados.
—¡Es un Eternal Pose que apunta hacia Arabasta! —Gritó Luffy para luego celebrar junto a Usopp y los demás. D suspiró con una sonrisa. Vivi corrió hacía Sanji para abrazarlo.
—¡Gracias, Sanji-san! ¡Estaba realmente preocupada! —Le dijo Vivi con felicidad.
—¡No hay de que! —Dijo Sanji con corazones en sus ojos— ¡Me alegro de haberte hecho tan feliz!
—¡Bien! ¡Hagamos una fiesta con galletas de arroz! —Gritó Luffy haciendo un brindis con Nami.
—¡Tenemos un problema, Luffy! —Le dijo Usopp mientras se acercaba— ¡Solo nos quedan tres! —Decía mientras sacaba tres galletas de la bolsa— ¡Así no podremos hacer ninguna fiesta!
—¡Ya saben que no es momento para esto, ¿Verdad?! —Les preguntó Nami— ¡Vamos, capitán! ¡No tenemos tiempo que perder!
D se levantó de su lugar y se acomodó el sombrero.
—Bien, los esperaré en el barco. —Dijo mientras se alejaba en dirección al barco con las manos en su bolsillo. Vivi miró como D se alejaba en la oscuridad del bosque.
—Que hombre más solitario... —Pensó ella mientras una expresión melancólica se formaba en su rostro.
D había llegado al Going Merry en menos de 10 minutos, D agarró su espada y la apoyó contra la borda, para finalmente sentarse y hacer lo mismo. Se quitó su sombrero y se pasó la mano sobre su cabello negro, revelando sus ojos verdes apagados y cansados
—Vaya día... —D aprovechó para disfrutar la soledad antes de que el grupo de idiotas llegara.
D miró el cielo azul y pensó que haría luego de que acaben con Crocodile... Seguramente volvería al nuevo mundo para buscar más información sobre el hombre de azul o simplemente acabar con más piratas y marinos... Sinceramente D no tenía un objetivo fijo más allá de la búsqueda de venganza contra el gobierno mundial, todo este tiempo ha sentido que solo ha estado dando vueltas en círculos, y eso lo frustraba... ¿Cuánto más seguiría así? D sentía que la vida perdía cada vez más color y sentido para él.
—¿Realmente estoy yendo por el camino correcto? —Pensó él con melancolía, a este punto, sentía que suicidarse le daría la paz que buscaba... ¿Pero qué tan cierto era eso? Si el infierno existe, entonces él definitivamente tendría el pase vip... Se preguntaba porque demonios seguía luchando si al final no ha conseguido nada haciendo eso en estos últimos 11 años... ¿Seguía valiendo la pena el esfuerzo?— Solo el destino lo dirá... —D se puso su sombrero y se recostó apoyando su cabeza contra la borda, su sombrero tapando su rostro y sus manos entrelazadas en su abdomen— No sirve de nada seguir pensando en eso... Es mejor que duerma.
Sin embargo, no contó con que Luffy y los demás llegarían para perturbar su paz.
—¡Oh, ahí estás, anciano! —La voz de Luffy hizo que D gruñera con molestia— ¡Olvidaste despedirte de los dos viejos!
—Tch, cierra la boca y déjame dormir. —Le gruñó D— Eres fastidioso.
—Pero siempre duermes. —Le dijo Luffy entre risas.
—Quizás porque quiero escapar de la realidad. —Respondió D con molestia— Ahora déjame en paz.
Luffy estuvo a punto de decir algo más pero fue detenido por el puño de Nami.
—¡Te dijo que lo dejes en paz, idiota, ¿Es que no sabes escuchar?! —Le gritó Nami a su capitán quien estaba tirado en el suelo con un moretón en su cabeza.
—...Gracias. —Le dijo D mientras trataba de volver a relajarse. Nami le sonrió al hombre.
—De nada. Parecías cansado. —Le dijo Nami. D no dijo más nada y siguió en silencio mientras Nami se subía a la popa. Escuchó a Zoro y Sanji discutir de fondo, pero no les prestó atención. De repente sintió a alguien sentarse a su lado.
—¿D? —Le preguntó Vivi— ¿Te sientes bien?
—Perfectamente, princesa. —Respondió D con indiferencia, obviamente no estaba bien, pero tampoco quería hablar de sus problemas— ¿Necesitas algo?
—...Quería hacerte una pregunta. —Vivi tomó su silencio como una señal para que siga— En aquél momento, cuando estábamos con Dorry-san, le advertiste de que no tomara ese alcohol... ¿Cómo lo supiste?
D se quedó unos segundos en silencio, supuso que no podía no responder a este punto.
—Soy un usuario de Haki. —Respondió D.
—¿Haki? —Preguntó Vivi con un poco de confusión, le parecía muy familiar esa palabra, pero no sabía exactamente qué significaba.
—El Haki... Es un poder que te permite aprovechar tu propia energía espiritual, los usuarios de Haki son muy comunes en el nuevo mundo. —Le explicó D— El Haki se divide en tres tipos, Haki de observación, Haki de armadura y Haki del rey... En ese momento, mi Haki de observación me permitió ver lo que pasaría en el futuro... Supongo que ahora ya te das una idea.
—Eso es... Increíble. —Le dijo Vivi— Espera, ¿Eso significa que siempre sabes lo que va a pasar?
—...En efecto, si. —Respondió D.
—Ya veo... Y esa técnica que usaste para calmar a Dorry-san, ¿También fue Haki? —Le preguntó ella, de repente se veía más interesada por el tema.
—Si. En ese momento use el Haki del rey para imponer mi voluntad sobre él... —Respondió D con pereza.
—Vaya... Entiendo. —Dijo Vivi en comprensión— Dijiste que es muy común en el nuevo mundo... ¿Que hay de aquí?
—En el paraíso los usuarios de Haki son muy raros, casi inexistentes... —Explicó D— En el nuevo mundo, usar Haki es una obligación, si no eres un usuario de Haki, no duraras mucho ahí.
—Entonces... ¿Eso significa que eres el más poderoso de todos nosotros? —Preguntó Vivi con sorpresa— ¿Incluso... Incluso más que Crocodile?
—Crocodile no tiene conocimiento del Haki que yo sepa, así que... Si, soy más poderoso que él —Le confesó D.
—Eso... Eso es... —Vivi suspiró profundamente de alivio— Significa que, contigo aquí, hay esperanza de salvar a mi país de las manos de Crocodile... Si lo que dices es cierto, entonces Crocodile no será ni un desafío para ti.
—Puede ser. —Respondió con indiferencia— Pero ten en cuenta esto, princesa... No siempre estaré aquí para salvarte. —Vivi lo miró con los ojos abiertos— Un día, alguien igual o incluso peor que Crocodile podría pisar tu país y querer reclamarla... En ese momento yo ya no estaré ahí para ayudarte, ¿Qué pensaras hacer al respecto?
—Yo... —Vivi no supo que responder. Esa posibilidad era muy real, Arabasta no estaría a salvo del todo una vez que Crocodile se vaya.
—Es por eso que debes hacerte más fuerte y prepararte para cualquier peligro que se ponga en tu camino. —Le dijo D— No puedes seguir dependiendo de otra persona para salvar a tu país... Tienes que saber protegerte a ti misma. —D le dió una mirada oscurecida por su sombrero— Si bien ahora mismo no puedes hacer tal cosa... Llegará un momento en el que tengas que ponerte en el frente y enfrentar cualquier peligro que amenace a tu país... Recuerda que no acepté ayudarte por pura bondad, sino porque arruinar los planes de Crocodile me daba un beneficio propio, perdona que te lo diga. Eso significa que si acontece otro peligro que amenace a tu país... Pedir mi ayuda de nuevo será una pérdida de tiempo para ti.
Vivi se quedó en silencio mientras procesaba sus palabras. D tenía razón, todavía se olvidaba que él no había aceptado ayudarla por la bondad de su corazón, tenía que volverse más fuerte como para poder proteger su país, porque sabía que la posibilidad de que D la vuelva a ayudar es casi nula. No, no podía seguir dependiendo de otros, tenía que hacerlo ella misma.
—Tienes razón, D... Soy débil e incompetente ahora mismo...
—...No, no lo eres. —Vivi lo miró sorprendida— El hecho de que te hayas arriesgado a infiltrarte en una organización como Baroque Works, sabiendo que en cualquier momento podrían descubrirte, habla mucho de tu valentía y fuerza de voluntad... Hiciste cuánto pudiste para salvar a tu país, a pesar de que estabas poniendo en riesgo tu vida. La fortaleza física no lo es todo, princesa... No hay duda de que tienes una mente y voluntad muy fuertes, así que no te digas eso. —D volvió a cerrar los ojos— Todos tenemos nuestras debilidades que debemos superar, tú tienes las tuyas... Yo tengo las mías. En tu caso, no necesitas fortaleza física, sino más fortaleza estratégica y mental... Créeme, una vez mejores en eso, nadie será capaz de vencerte.
Vivi le sonrió al hombre de rojo, sus palabras hicieron que recuperará la confianza en sí misma, de alguna forma, Vivi estaba sintiendo admiración por este hombre, por fuera parece alguien apático y que no le importa la situación, pero por dentro claramente era distinto, era inteligente y claramente estaba atento a todo en todo momento, e intervenía solo cuando era necesario... Era fuerte, inteligente y maduro, aunque se ve que la vida no lo ha tratado muy bien, todavía sigue aquí, y la apoya incluso cuando él parece estar pasando por su propio infierno.
—Gracias... D. —Dijo Vivi con una sonrisa— No sé cómo agradecerte por todo lo que estás haciendo ahora.
—No tienes que hacerlo, no lo merezco, después de todo lo estoy haciendo por mis propios intereses. —Le respondió D con un tono perezoso.
Si bien Vivi sabía que eso era cierto, aún así él la estaba ayudando, a ella y a los demás, incluso cuando no tiene razones para hacerlo... Lo hace.
—Y aún así, nos ayudas a todos, ayudaste a detener a Mr. 3, me salvaste de Mr. 5 y Miss Valentine... E incluso hiciste justicia por Dorry-san. —D le dirigió una mirada curiosa ante eso último— Usopp-san nos lo dijo... Lo que hiciste con Mr. 5.
—Ah, ¿Eso? —Dijo con indiferencia— Simplemente estaba enojado. Nada más... Nada menos...
—Te molestó que le hicieran eso a Dorry-san, ¿No es así? —Preguntó Vivi con una sonrisa. D no respondió, pero sabía que su silencio quería decir que estaba en lo correcto— Si bien no te conozco personalmente, ni tampoco tu pasado, D... Sé que no eres una mala persona, sé que, en el fondo... Te preocupas por los demás. —D no respondió nada más, no quería darle la razón... Pero tampoco lo iba a negar, lo único que se le ocurría era mantenerse en silencio. Las palabras eran innecesarias para ambos— Bien, dejaré de molestarte por ahora... Debes estar cansado. —Vivi se levantó de su lugar y decidió darle su espacio a D. Una vez que se fue, D esbozó una pequeña sonrisa bajo su sombrero.
—Que niña más interesante... —Pensó D mientras cerraba los ojos para intentar dormir. Sin embargo, la discusión entre Zoro y Sanji por su estúpida competición le impedían tal cosa, lo cual provocó una clara molestia en el hombre de rojo, pero no lo expresó, ya había gastado suficientes energías.
—¿Hasta cuándo van a seguir así? —Les preguntó Nami a los dos idiotas— ¡No lo llevaremos todo, así que corten lo que sea necesario para zarpar de una vez!
—¡Sí, Nami-san! —Le gritó Sanji con una sonrisa.
—¡Oye, Usopp! Está claro que el ganador soy yo, ¿No? —Le preguntó Zoro a su amigo de nariz larga.
—Me da igual. —Respondió Usopp con molestia.
—¿No pueden dejarlo en empate? —Les preguntó Vivi.
—¡No hay empates en una competición! —Respondió Zoro.
—Que infantil... —Murmuró D con desdén.
—¡Dense prisa! —Les gritó Nami con un tono estricto, lo cual pareció funcionar. Enseguida todos empezaron a desplegar las velas y elevar el ancla, preparándose para zarpar.
—¡En marcha! —Luffy gritó antes de que el barco comenzara a moverse para zarpar.
—Dijeron que si íbamos en línea recta, llegaríamos a la parte occidental de la isla. —Explicó Nami a los demás.
—Oigan, ¿No podíamos haber metido más carne en el barco? —Se quejó Luffy.
—¿Que diablos tiene este chico con la carne? —Se preguntó D quien estaba distanciado de los demás.
—¡Eso era imposible! ¡No podíamos conservar más que eso! —Le explicó Sanji.
—¡¿Quieres que se hunda el barco?! —Le preguntó Nami irónicamente.
El barco estuvo navegando por unos minutos hasta que se acercaban a la salida, ahí, la tripulación vió a dos enormes figuras paradas al lado de la salida de espaldas.
—¡Son los viejos! —Señaló Luffy a los demás— ¡Vinieron para despedirse de nosotros!
—Más adelante hay un gran obstáculo... —Le dijo Broggy a la tripulación.
—que evita que la gente que viene a esta isla llegue a la siguiente. —Terminó Dorry por él. Esto dejo desconcertado a los demás— Ustedes lucharon desesperadamente para proteger nuestro orgullo.
—Por lo tanto, no importa qué enemigo pueda haber... —Siguió Broggy.
—No dejaremos que destruya su orgullo, amigos. —Terminó de decir Dorry.
—Que generosos... —Murmuró D perezosamente.
—¡Tengan fe en nosotros y sigan adelante! —Les gritó Broggy— ¡Da igual lo que ocurra, sigan adelante!
—¡Entendido! —Les gritó Luffy.
—¿Que está pasando? —Preguntó Zoro.
—¿Qué es lo que entendiste? —Le preguntó Usopp a su capitán.
—¡Iremos hacia delante pase lo que pase! —Le gritó Luffy a su tripulación.
Una vez que el barco atravesó la salida, pasando al lado de los gigantes, estos sacaron sus armas.
—Esta es la despedida. —Les dijo Broggy.
—Espero que nos volvamos a ver —Les dijo Dorry.
—Seguro. —Dijo Broggy.
—¡Miren! ¡Ahí delante! —Señaló Nami hacía un gigantesco monstruo marino rojo que estaba saliendo del mar.
—¡Aquí estás, devorador de islas! —Dijo Dorry mirando a la bestia.
—¡Les despejarnos el camino, en nombre de Elbaf! —Les dijo Broggy.
Delante del barco, un gigantesco pez rojo apareció, haciendo que toda la tripulación se asuste... Excepto D, quien simplemente observó curioso.
—¿Qué es esto? ¿Un pez de colores? —Preguntó Luffy mientras miraba al pez.
—¿U-Un pez de colores gigante? —Preguntó Usopp temblando de miedo y sudando a mares— ¿Po-por qué me suena eso?
—¡Maneja el timón, deprisa! —Le gritó Nami a Usopp— ¡Nos va a comer!
—No hagas nada. —Habló D en voz alta con despreocupación, llamando la atención de los dos— Dijeron que sigamos adelante... Confiemos en ellos.
—¡Tiene razón! —Gritó Usopp estando de acuerdo— ¡Hay que seguir en línea recta, ¿Verdad, Luffy?!
—¡Por supuesto! —Respondió Luffy.
—¡No digan tonterías! ¡No va a pasar lo mismo que con Laboon! —Les gritó Nami.
—Ya lo sé. Cálmate. —Le dijo Luffy sentado en el mascarón de proa— Toma, dejaré que te comas la última galleta de arroz. —Luffy le tiró la galleta a Nami.
—¡No la quiero! —Aún así Nami la agarró— ¡Si no viramos el barco, nos van a com-!
—¿Puedes hacer más silencio? Estoy tratando de tomar una siesta. —La cortó D con un tono aburrido. Nami miró a D con dagas.
—Nami, no insistas. —Le dijo Zoro luego de abrir la puerta a su lado para que Karoo se esconda. Nami se quedó en silencio mientras comía la galleta con lágrimas.
—¡Luffy, ¿Podemos confiar en esos tipos?! —Le gritó Sanji.
—¡Sí! —Respondió Luffy tranquilamente.
—¡¿Estás loco?! ¡¿De verdad vamos a lanzarnos hacía esa bestia?! —Le gritó Vivi.
—Princesa. —Vivi inmediatamente miró a D— ...Todo estará bien. —Vivi dudo por un segundo pero decidió confiar en el hombre de rojo.
—¡No! ¡Ya es demasiado tarde! —Gritó Nami con miedo mientras el barco estaba adentrándose a la boca gigante del pez. Una vez entraron, el pez cerró su boca. D observó el interior mientras se tapaba la nariz.
—Tch, que olor más desagradable. —Dijo D con molestia.
—¡Adelante! ¡Adelante! —Gritó Usopp con lágrimas.
—¡¿Que estás diciendo?! ¡Ya nos comió! —Le gritó Nami a Usopp.
—¡Adelante! ¡Adelante! —Gritó Luffy con una sonrisa.
D de repente sintió una oleada de poder venir hacía ellos.
—...Ya veo, ¿Así que eran usuarios de Haki?
El ataque atravesó al pez, dejando un gran agujero en la cabeza del monstruo y haciendo que el Going Merry saliera disparado hacía afuera. Todos quedaron sorprendidos y algunos sonrieron, D solo esbozó una sonrisa bajo su sombrero.
—¡Salimos volando! —Gritó Luffy con emoción— ¡No miren atrás! ¡Iremos hacía adelante! —Luffy miró el mar que fue separado por el ataque de los gigantes— ¡Es enorme! ¡Es increíblemente grande!
—Cortaron el mismísimo mar... —Dijo Usopp emocionado— ¡Esta es la fuerza de los guerreros de Elbaf! ¡Es increíble! —D suspiró con cansancio, se emocionaban por poco— ¡Chicos, algún día iré a Elbaf, la aldea de los guerreros! —D resoplo al escuchar eso, si no estaba equivocado, Elbaf se encontraba en algún lugar del nuevo mundo, él nunca visitó ese país, pero conoció a algunas personas que fueron a Elbaf y le contaron algunas cosas interesantes. D observó a Luffy y Usopp bailando mientras cantaban sobre Elbaf y gigantes. D no pudo evitar esbozar una pequeña sonrisa.
—Este grupo... No es tan malo. —Pensó D mientras observaba a la tripulación, definitivamente había algo en este grupo, sobre todo en Luffy, que no sabía muy bien como explicarlo... Era muy difícil para él tomar al mocoso en serio, pero su optimismo y entusiasmo... Eran contagiosos. Eran un grupo de mocosos, por supuesto... Pero D podía ver que había mucho compañerismo y camaradería entre ellos... Tal como lo fue alguna vez la tripulación de Morgan— No... No pienses en eso. —La sonrisa de D había desaparecido, siempre que recordaba a Morgan nunca podía quitar la imagen de su muerte de su cabeza... ¿Por qué esta gente le recordaba tanto a ellos? Eso provocaba un miedo en D... Miedo de que está tripulación sufra el mismo destino que los piratas de Morgan— Que Dios no lo quiera así... —D cerró los ojos para relajarse y dormir, rezando para que eso nunca le suceda a estos niños... No se lo merecen.
