NT: Me gustaría publicar más seguido pero no quiero quedarme sin capítulos que publicar jajaja a veces me quedo sin inspiración, y ni siquiera he llegado al nudo de la historia xD ¡Gracias por leer! Trataré de publicar más seguido, y de escribir muchos más para no quedarme sin nada. Ahora... viene Yuuji despertando sus sentimientos uvu va a estar muy confundido al principio.

Capítulo 8

A la mañana siguiente…

"Sukuna" Kaori abrazó a su hijo, "¿Dónde estuviste, eh? ¿Te portaste bien?"

Sukuna le sonríe "Muy bien" miente, si supiera su madre todo lo que hizo seguro la mataba de decepción.

Estuvo en una orgía pequeña con sus amigos, bebió tanto y se drogó, mandó al hospital o quizás a la tumba a un desconocido, violó a un chico joven y luego lo convenció de convertirlo en su chico de alquiler. ¡Qué gran fin de semana! y no sentía culpa o remordimiento, después de todo, todo eso lo hizo su verdadero yo, no debería reprimirse a sí mismo.

Se sentó a desayunar en silencio, su padre comenzó a hablar sobre las noticias del día, no le importaba. Yuuji bajó y también se sentó, miró a Sukuna y este solo le sonrió.

"Buenos días" dice Yuuji, sintiendo escalofríos, ¿acaso Sukuna asistió a un retiro espiritual y ahora se volvió amable? Es muy poco creíble.

Kaori se sienta, ya están completos para desayunar, "¿Vas a salir hoy Yuuji?"

Justo cuando iba a responder, Sukuna lo hace por él.

"Está castigado, ya lo sabe"

Sí, es imposible que Sukuna haya cambiado de la noche a la mañana.

"Hoy pasaremos el día en casa" agrega.

Yuuji se queda callado. Quería contarle a sus padres sobre el próximo juego que tendrían, pero mejor no, o Sukuna sacaría alguna excusa para no permitirle jugar.

"Oh, cierto" su madre ya había visto su pequeña herida, Yuuji le mintió cuando le preguntó "Te ha quedado una marca, deberíamos comprarte una crema cicatrizadora"

"No se le ve tan mal" responde nuevamente Sukuna como si estuvieran hablando con él, pero no es algo que a Kaori le importe.

"¿Lo crees?"

"Si, un recuerdo de que debe aprender a hacer las cosas bien" se burla Sukuna.

Ahí está de nuevo, el viejo Sukuna regresando ¿pero ahora se siente comediante o algo así?

"Y bien, ¿qué harán hoy? ¿Descansaste lo suficiente Sukuna? Hasta hoy viniste a casa" le dice Kaori.

Sukuna asiente "Descansé lo suficiente, gracias madre" le sonríe.

Su madre le devuelve la sonrisa "Eres un buen hijo" le dice.

Yuuji nunca ha escuchado esa frase dirigida hacía él, siente un poco de celos, siempre los halagos son para Sukuna, no importa lo que haga, de alguna manera se ha ganado la confianza de sus padres.

"Y sobre qué haremos hoy, podemos ver películas, también puedo ayudar a Yuuji con sus tareas"

¿Debe ser broma, no? Nunca se ha interesado por ayudarlo a hacer las tareas, es un hipócrita.

"¡Eso es genial!" Su madre aplaude suavemente "Desde que Satoru Gojo nos visitó, estoy más segura de que Yuuji será un gran profesional como tú" su madre sigue adulándolo, pero la mención de Satoru hizo que la expresión de Sukuna cambiara, aunque fuese por unos segundos. La expresión de asco fue lo que Yuuji notó, ¿pasó algo entre ellos en el pasado? No es común que a Sukuna le moleste tanto una persona que hace tiempo no ve ni tampoco es como si tuvieran una relación cercana actual, solo es el maestro de Yuuji, ni siquiera tiene que tratar con él.

El día transcurrió con normalidad. Yuuji comenzó a hacer sus tareas, Sukuna en realidad no le ayudó solo dijo eso frente a sus padres para ganarse los elogios, al terminar sus tareas decidió jugar un rato videojuegos, aunque sus amigos le pidieron salir, él les dijo que estaba castigado y no podía salir, por el momento no quería hacer enojar a Sukuna, aunque la mayoría de las veces él no lo hacía enojar.

Luego de jugar, bajó y vio a sus padres y a Sukuna viendo películas, estaban riendo a gusto, él solo quería ir por algo de comer a la cocina así que pasó y fue a buscar helado en el refrigerador.

"Mocoso" se sorprendió cuando Sukuna llegó a la cocina.

"Vamos a hacer un trato, ¿bien?"

Yuuji escucha curioso, que Sukuna tomara la iniciativa de conversar como una persona civilizada y no solo castigar o regañar, es algo nuevo.

"¿Qué trato?"

"No importa lo que sea, debes avisarme, si te enfermas, si vas a salir más temprano o más tarde, simplemente avísame"

Yuuji no quería esto, pero al menos no se trataba de irlo a recoger siempre a la escuela. No es tan complicado enviarle un mensaje, así que aceptó.

"De acuerdo"

"Bien, serás un buen hermano menor y yo trataré de ser un buen hermano mayor"

¿Trataré? ¿Tanto le cuesta?

Esto debe ser una especie de alucinación, ¿por qué Sukuna está siendo diferente? No quería pensar demasiado en el motivo, algo había pasado en esa salida de Sukuna de dos días, tal vez está tomando consejos de alguien más o reflexionó sobre su forma de actuar, no lo sabe ni quiere saber.

"Si, de acuerdo" Yuuji sostiene el helado con ambas manos, Sukuna lo mira.

"Vamos, ven a ver película con nosotros" se acerca, Yuuji retrocede, ¿lo hizo por instinto?

Sukuna se da cuenta y se ríe, no dice nada, le agradaba que le tenga miedo, coloca su mano alrededor y lo lleva a la sala, lo hace sentarse a su lado y también le abre el vaso de helado que estaba sosteniendo.

"Vamos a ver película en familia" le dice Sukuna, más que una sugerencia parecía una orden.

Yuuji estaba un poco tenso, sabía que algo no estaba bien, pero tuvo que concentrarse en la película para relajarse un poco, para ignorar la presencia de Sukuna a su lado que parecía que lo tenía atado al sillón.

Yuuji no se dio cuenta, pero se había hecho de noche y en algún momento se quedó dormido, cuando abrió los ojos estaba acostado en el sillón, su cabeza apoyada en la pierna de Sukuna. Los dedos del mayor jugaban con su cabello pero se quedó quieto, su madre veía la televisión y su padre también estaba quedándose dormido.

¿En qué momento se quedó dormido y por qué estaba acostado? De repente tuvo un sentimiento nostálgico, recordando cuando era pequeño, cuando tenía tan solo 6 años o menos que también se quedaba dormido viendo películas en familia. Sukuna le dejaba apoyar su cabeza en su pierna, a veces lo abrigaba con una manta y le acariciaba la cabeza hasta que la película terminaba, luego su mamá o papá lo llevaba a la cama a dormir, o a veces el mismo Sukuna.

Era un buen momento de su vida, deseaba que hubiera sido así siempre, pero ahora aunque Sukuna demostrara un mínimo de afecto lo hacía dudar, y en lugar de tranquilizarlo, le daba miedo.

Su madre lo miró y le sonrió "Yuuji, ¿estás despierto?" Pregunta

Yuuji cierra los ojos, Sukuna aparta su mano "Ve a dormir a tu cuarto mocoso, ya se me durmió la pierna" mueve su pierna haciendo que Yuuji se levante un poco incómodo. Bueno, si tanto le molesta hubiera quitado su pierna hace mucho y lo hubiera despertado, pero suponía que no lo hizo porque sus padres estaban presentes.

"¿Quieres que te lleve cargado como cuando eras un bebé?" le dice Kaori en tono de juego, Yuuji se ruboriza y niega con la cabeza, se levanta y se acerca a su madre dándole un abrazo "Buenas noches".

"Buenas noches, despídete de papá y hermano"

"No soy un bebé, basta" Yuuji está avergonzado, solo dice buenas noches y se va a su habitación.

Al menos fue una noche tranquila y normal. Debería ser así siempre pero ha pasado tanto tiempo desde que hicieron algo en familia que se siente extraño, solía hacer caso a su madre cuando estaba mucho más pequeño, abrazaba a su mamá y le daba un beso en la mejilla diciéndole Buenas noches, luego iba con su padre dándole un abrazo y luego hacia su hermano abrazándolo más fuerte del cuello, aunque luego Sukuna siempre le pellizcaba las mejillas y lo mandaba a dormir. Yuuji dejó de hacer eso cuando entró en la pubertad, le daba vergüenza y además ya casi no se reunían a ver películas, y Sukuna por la universidad dejó de estar presente en casa.

Aunque esta noche había sido diferente, todavía le daba vergüenza admitir que quería volver a ser un pequeño y que su familia lo protegiera y consintiera, debe asumir que ya está grande y debería comportarse más como un adulto.

...

Una nueva semana dió inicio. La misma rutina de siempre, solo que está vez Yuuji dedicó más tiempo al entrenamiento, y Sukuna estuvo alejado este tiempo, por supuesto que cumplió con el acuerdo de avisarle que saldría más temprano o más tarde.

Los días transcurrieron con normalidad, aunque en horas de la cena seguía existiendo la tensión por culpa de los comentarios de Sukuna, al menos esta vez no parecía estar involucrándose demasiado. Tal vez se trataba de mantener la calma antes de la tormenta, pero Yuuji no pensó en esto, su único objetivo era entrenar para el juego que tendrían dentro de poco.

Finalmente el día había llegado.

Yuuji avisó a Sukuna que el domingo tendrán el juego, no porque quisiera que asistiera simplemente estaba cumpliendo con el trato, pero ese día Sukuna incluso le dijo a sus padres y aunque ellos no asistieron, Sukuna le dijo que lo iría a recoger.

Por un momento pensó que Sukuna finalmente había cambiado, ¿solo era una ilusión?

"Aahh qué ansiosa estoy" menciona Nobara emocionada por el juego, "Las chicas del otro equipo se ven muy fuertes, ¡esto me emociona más!"

"Hm, se ven más altas que tú" dice Yuuji, ganándose así una llave de Nobara.

"¡Qué dijiste pedazo de basura!" Bromean un poco entre sí, Megumi solo sonríe mirándolos como unos niños. Estaban en los bancos esperando que diera inicio el juego.

Toji se acercó y todos hicieron un círculo para hablar.

"Este es el primer juego desde que soy su entrenador, espero demuestren los frutos del entrenamiento, sé que vamos a ganar, ustedes son fuertes y por supuesto, fueron entrenados por mi"

Como siempre, Toji no podía evitar elogiarse a sí mismo, y algunos estudiantes solo se rieron, excepto Megumi que lo miró con ojos rayados. Es un petulante.

"Sus maestros, sus familias y el público están viéndolos, así que demuestren de lo que son capaces. Aunque este juego solo es para entrenamiento, no significa que no debe apuntar a la victoria ¿entendido?"

"¡Entendido!"

"Bien, ¡A jugar!" Exclama Toji, y todos gritan emocionados corriendo a la cancha para ir a saludar al otro equipo.

Toji sonríe. Bien, le gusta su trabajo. Su mirada se dirige hacia el público y levanta la mano saludando a alguien en específico.

Tch, ese bastardo. Piensa Satoru, sabía que el bastardo lo estaba saludando.

Satoru nunca ha ido a los entrenamientos desde que Toji es el entrenador, no quería ver ni encontrarse con ese hombre, pero esta vez debía estar presente en el partido de sus estudiantes, sobre todo en el de su querido Yuuji, aunque tuviera que volver a ver a Toji. Ese indeseable.

En cuanto lo vio en las gradas lo saludó con esa sonrisa petulante, conociendo el pasado que tuvieron, Satoru solo podía sentir repulsión, no podía soportar que su Itadori estuviera cerca de ese hombre. Antes solía ir a verlos entrenar aunque fuera por un rato, ahora debía sacrificar su deseo de ver a Yuuji en su lindo uniforme de beisbolista con tal de evitar ver a ese hombre.

El juego dio inicio, el sonido de la pelota siendo golpeada por el bate llenó el pequeño estadio y el bullicio también atraía a espectadores que pasaban cerca, el ambiente era muy animoso, y pronto hasta había cantos entre el público animando a los chicos y chicas.

Yuuji estaba feliz, estaba disfrutando de este momento, solo era un juego local y parecía que su sueño se había convertido en realidad, no quería imaginar cómo sería jugar a nivel nacional e incluso más allá, convertirse en un jugador de las grandes ligas, esto solo era un pequeño paso.

Su escuela se llevó la victoria, todos celebraron con gritos y abrazos, entre todos arrojaron el tanque de agua sobre el entrenador como una señal de que había hecho un buen trabajo. Toji los felicitó a todos, muchos se acercaron a agradecerle e incluso abrazarlo.

Megumi estaba sorprendido de que su padre estuviera siendo admirado por otros chicos, bueno, debía admitir que su padre era bueno siendo el entrenador, él lo sabía pero se negaba a reconocerlo, sintió varios sentimientos en su pecho, ¿acaso está orgulloso de su padre? No, no es para tanto, solo fue un juego local. Pero el sentimiento de orgullo al ver a sus compañeros agradecer a su padre era inevitable, así que se acercó a él y le dio la gracias a su modo, inclinándose y alejándose lo más rápido que podía.

Toji sonrió, su hijo es tan frívolo, no lo podía culpar, después de todo es su culpa que él sea así.

"¡Entrenador!" De repente Yuuji se acercó abrazándolo de la cintura con fuerza "Gracias entrenador Toji"

Toji lo miró sorprendido. Este chico es demasiado amable, aunque los otros estudiantes también lo habían abrazado, esos no fueron tan significativos como el de Yuuji que se aferraba a él y lo abrazó durante más tiempo, o tal vez fue su imaginación.

"Buen trabajo" Toji le revolvió el cabello mirándolo, el chico levantó la mirada sonriéndole y si no estuviera en público le hubiera sostenido su linda cara acariciándola y tal vez le hubiera besado en la frente o en su mejilla, ¿no puede dejar de ser tan lindo este chico?

Yuuji se separa al darse cuenta de que llevaba mucho tiempo abrazándolo, se avergüenza y se disculpa "Lo siento entrenador, estoy muy feliz" ciertamente era una alegría la que invadía a Yuuji, hacía tiempo no se divertía tanto.

"Vamos a celebrar esta noche, ayúdame a recoger más tarde, ¿bien?" le dice Toji, aunque su intención era muy obvia, quería quedarse a solas con el chico.

Los padres de los estudiantes y parte del público bajaron de las gradas a felicitar a sus chicos. Satoru Gojo felicitó a cada uno, pero él quería llegar a su favorito.

"¡Yuuji-chan!" Exclamó al verlo, Yuuji se sorprendió y cuando menos se lo esperaba ya Satoru lo tenía en sus brazos frotando su mejilla contra su cabello "Lo hiciste muy bien Yuuji, estoy orgulloso de ti"

"Haa… Sensei, me aprietas muy fuerte" Yuuji estaba sonriendo demasiado, parecía irreal tanto afecto y su corazón latía demasiado fuerte y rápido, le gustaba recibir este tipo de trato, se sentía tan querido.

"Tu sensei está muy orgulloso de ti, no lo olvides" Satoru le agarra de las mejillas "Te mereces un premio"

Para Satoru Gojo un premio sería darle un beso en este instante, dejarse llevar finalmente por sus sentimientos y demostrar a Yuuji cuánto lo quiere, pero no debería, está en público y seguramente se lo llevarían preso en el instante.

Yuuji se sonroja notando su mirada llena de afecto, ¿no es demasiado para un profesor mostrar tanto cariño a un estudiante? ¿O estaba imaginando de más? Tal vez era la alegría y emoción del momento, pero juraba que su sensei lo estaba mirando con ojos diferentes, y que estaba apunto de hacer algo.

Su corazón comenzó a latir muy fuerte, y las manos de Satoru se sentían cálidas, así que las quitó de sus mejillas y apartó su cara avergonzado "No digas cosas vergonzosas sensei"

Satoru se sorprende un poco, mirando la timidez del chico y luego sonríe. Si no estuviera en público, ya se hubiera comido a este chico.

"No seas tímido, deberías estar orgulloso de ti mismo"

Sus amigos se acercan, abrazando a Yuuji, más bien alejándolo de Satoru.

"Sensei, deja de molestar a Itadori" se queja Nobara.

"No se pongan celosos, todos lo hicieron muy bien" se acerca abrazandolos "Mis estudiantes favoritos"

"Megumi y Nobara luchan contra los abrazos de Satoru mientras todos ríen.

Más tarde, cuando ya la mayoría del público se había ido, todos fueron a cambiarse y ayudaron a recoger las cosas, Toji pidió pizza para celebrar y se quedaron a comer en el campo, luego cada uno se fue a sus casas. Por supuesto, Megumi y Junpei decidieron esperar a Yuuji quien se ofreció a guardar las cosas con el entrenador, aunque Megumi no estaba de acuerdo con que estuviera a solas con Toji, pero no podía evitarlo, no si Junpei estaba presente ya que él no veía nada extraño, y no quería que Junpei se preocupara.

"Vamos a esperar afuera, mi madre pasará a recogerme" menciona Junpei.

"Si, voy a llevar esto al almacén" dice Yuuji cargando la caja de las pelotas.

Toji ya estaba en el almacén, Megumi también debía esperar, se iría con su padre ya que era demasiado tarde, aunque preferiría irse solo, pero también estaba Yuuji y no podía dejarlo solo, tampoco sabía si Sukuna vendría a recogerlo, lo más probable era que sí, pero el único auto que vio al salir fue el de la mamá de Junpei.

"Mi padre no tardará, puedes irte" le dice Megumi.

La mamá de Junpei dice "No, no, no puedo dejarte solo aquí, esperemos que regrese"

Era cierto, la calle estaba sola, y eran más de las 11 de la noche, no sería bueno dejar a un chico solo aunque su padre vendría dentro de un momento.

Mientras esperaban hablaban del juego de hoy, la madre de Junpei solo había podido llegar al final del juego debido a su trabajo así que no vio mucho.

Toji estaba esperando en el almacén que Yuuji trajera las pelotas, una vez lo vio llegar, le quitó la caja y la guardó, cerrando el almacén con llave.

"Vamos" le dice Toji colocando su mano alrededor de su hombro y caminando.

"¿Cuándo será el próximo juego entrenador?" Pregunta Yuuji

Toji lo mira "¿Ya quieres jugar el próximo?"

Yuuji asiente sonriendo "Si, fue emocionante"

Toji no puede evitar mirar su rostro de perfil, es un chico tan ingenuo y bonito, le gustaría corromperlo un poco pero no quiere asustarlo, quiere acercarse y ganarse su confianza pero también quiere jugar con él e intimidarlo.

"Espera" deja de caminar, Yuuji lo mira con sus ojos bien abiertos "Lo hiciste bien palo de rosa"

Palo de rosa es el apodo que más usa Toji para referirse a él, por el color de su cabello, es un tono muy bonito.

"Ah, gracias" Yuuji ríe suavemente.

"No quiero que Megumi se ponga celoso pero eres uno de los mejores estudiantes que he tenido" en realidad sabe perfectamente que su hijo no se pondría celoso si elogia a su mejor amigo, solo quería hacerle saber a Yuuji que es importante, "si quieres ser un jugador profesional, cuenta conmigo".

Bien, debería ser suficiente con esto, ganarse la confianza del chico con palabras motivadoras y hacerle saber que está para él, sabe estos trucos, los ha usado muchas veces con otros chicos, también sabe que con chicos de esta edad es más fácil hacerles creer que solo quieren apoyarlos y que no hay otras intenciones más personales.

Yuuji sonríe, es de las primeras personas adultas que le anima a seguir su sueño y piensa apoyarlo, casi siente que va a llorar "Gra, gracias..."

Toji se da cuenta, bueno, este chico tiene un lado vulnerable. No le pareció ver a ningún miembro de su familia en el público acompañándolo, y por lo que sabía de Megumi, su familia no estaba de acuerdo con que jugara béisbol, también recuerda esa queja que había presentado su hermano mayor al director. Toji se da cuenta de que este chico no tiene el apoyo de su familia a pesar de ser un niño rico.

"¿Qué tienes?" Le pregunta en un tono bajo, poniéndose un poco a su altura. Debería aprovechar esto a su favor.

"Hm no" Yuuji solo niega, se le quiebra un poco la voz recordando las palabras desalentadoras de Sukuna, "Solo... nunca nadie me había dicho eso"

Ah, es tan inocente.

Toji quiere reírse, pero no puede hacer eso, simplemente acerca su mano acariciando la mejilla del chico "Bueno, me alegro que al fin escuches que alguien te apoya, cualquier problema que tengas, puedes venir a mí"

Está sembrando la semilla, la confianza es vital, si el chico confía en él sería más fácil llevar a cabo sus próximos movimientos.

Yuuji asiente, le agrada recibir un trato cariñoso de personas que admira, él sigue admirando a Toji por ser un buen entrenador, sabe que no lo conoce bien y que tiene un pasado dudoso, pero en estos momentos Toji representa un modelo a seguir para cumplir sus sueños, no puede pensar en nada malo acerca de esto o de cómo de repente este hombre que no conoce, está acariciando su mejilla y acercándose hasta abrazarlo.

El peli rosa envuelve sus brazos alrededor, apoyando su cara contra el amplio pecho del hombre, las manos de Toji acarician su espalda, lo tiene tan cerca y tan vulnerable, desearía hacer más pero no es el momento. Este chico es tan dócil, tan manejable, tan tentador, su mano quiere deslizarse más abajo de su espalda baja, pero se resiste, en cambio la mueve hacia la nuca del chico acariciando con sus dedos suavemente, su piel es tan suave, debería parar o tendrá un problema con cierta parte de su cuerpo.

Yuuji se siente tan a gusto que ignora que la forma en que este hombre lo toca no es apropiada, está feliz, no quiere separarse, es como si le estuviera dando permiso pero en realidad solo se siente bien.

Luego de unos cuantos minutos, Megumi ve llegar a su padre y a Yuuji, se despiden de Junpei y su madre. Toji cierra la reja con llave.

"¿No vienen por ti, Itadori?" Le pregunta Megumi

"Se supone que sí, pero... no lo sé" Yuuji revisa su celular, le había dicho a Sukuna que podía pasar a recogerlo a las 10, pero ya eran las 11:30 a.m., casi media noche, tal vez sí vino a recogerlo pero se aburrió de esperar y se fue.

"Vamos, no vas a quedarte solo aquí" le dice Megumi y ambos comienzan a caminar.

Toji los sigue desde atrás, Megumi se siente seguro con su padre, después de todo es grande y cualquier delincuente que intente acercarse para robarles o molestarlos se asustaría con solo ver a Toji, bueno, esto es una de las ventajas de tenerlo como su padre.

Yuuji y Megumi hablan del juego, mientras Toji parecía el guardaespaldas de ambos, las calles estaban solas, pasaban algunos autos y motocicletas, a esta hora no había servicio de transporte, pero a Toji y Megumi no les preocupaba porque su casa estaba cerca, sólo les preocupaba Yuuji, él vive muy lejos y no iban a dejar que se fuera solo, imposible, ni tampoco iban a dejar que se quedara esperando a que lo vinieran a recoger.

"Puedes quedarte en mi casa por esta noche" sugiere Megumi.

"¿Está bien?" Pregunta Yuuji mirando hacia atrás a Toji.

Por supuesto que está bien, palo de rosa. Con las ganas que tiene de llevarlo a la cama, arroparlo y darle un beso de buenas noches.

Toji solo asiente.

Megumi ni siquiera miró a su padre, no necesitaba su permiso porque igual iba a aceptar. Siguieron caminando unas cuadras más.

De repente escucharon un auto acercándose. Yuuji se gira dándose cuenta de que se trataba de su hermano, "Ah, es Sukuna"

Megumi también se giró, Toji miró el auto que se acercó demasiado a ellos. El vidrio de la ventana se bajó

"Entra al auto mocoso" le dice en un tono de regaño, ignorando la presencia de los otros dos.

"Ah sí"

Toji sonríe "Se dice, gracias por cuidar de mi hermano" menciona mirando a Sukuna, Sukuna lo mira de reojo y no le dice nada.

"Entra rápido" exige y sube el vidrio nuevamente.

Yuuji rápidamente abre la puerta de atrás "Buenas noches entrenador, gracias Megumi, nos vemos mañana" se despide.

"Buenas noches, descansa" le dice Megumi.

Toji es más osado, sabía que iba a enojar al grosero del hermano mayor, "Buenas noches palo de rosa, buen trabajo hoy, ten dulces sueños"

Megumi incluso no se lo creía, siendo tan amable, sabía que solo estaba molestando, así que solo suspiró.

A Yuuji se le escapa una risa, cierra la puerta y se avergüenza, se había olvidado que seguramente Sukuna se había enojado.

Una vez cerró la puerta el auto arrancó con fuerza que le hizo pegarse al asiento trasero, solo ahí se dio cuenta de que no debió haberse reírse como un tonto.

Sukuna no dijo nada en todo el camino, ni siquiera le preguntó cómo le fue en el juego, bueno, igual no esperaba que le preguntara, pero sí podía ver que Sukuna estaba muy molesto. No sabía si por el juego o por esto último de Toji. A través de los mensajes no podía saber si Sukuna estaba enojado, pero seguramente era porque tenía que irlo a recoger casi a medianoche como si fuera su chófer personal.

Una vez llegaron a casa, Sukuna no se bajó solo le dijo "Bájate"

"Hm, tú..."

"Que te bajes y te vayas a dormir de una puta vez" le grita Sukuna.

Yuuji asiente, abre la puerta y se baja del auto, una vez cierra la puerta, Sukuna acelera y da la vuelta, Yuuji se aparta rápidamente, ¿a dónde va Sukuna a esta hora?

Se sorprendió viendo cómo se alejaba el auto, conduciendo a gran velocidad, Yuuji se sintió asustado por un momento. Mientras estaban en el auto juraba que cuando llegaran a casa Sukuna lo iba a regañar o incluso a volver a golpear porque estaba conduciendo muy rápido y seguramente acumulando la rabia para llegar a casa.

Pero esta vez no fue así. Yuuji se sintió aliviado, con su bolso en la espalda, abrió la puerta de la casa y subió a su habitación, le puso seguro a la puerta por si acaso y se reposó antes de darse un corto baño para meterse a la cama.

No se preocupó por dónde había ido Sukuna, al menos no sería regañado, así que se relajó un poco recordando la noche, había sido un gran juego y recordó los momentos con una sonrisa de felicidad, casi no podía dormir debido a esto.

Luego recordó a Gojo-sensei, sintiendo sus mejillas ponerse calientes y se cubrió con la almohada, ¿por qué su sensei tenía que decir y hacer cosas tan vergonzosas? Había jurado que su corazón latió tan fuerte fue por la alegría del momento, ¿pero por qué ahora también? Se sentía confundido. Luego recordó las palabras de su entrenador, en ese momento se sintió tan conmovido que resistió las ganas de llorar, eran demasiadas emociones mezcladas.

"Haa..." suspira y cierra sus ojos, incluso todavía siente la calidez de las manos y el cuerpo del entrenador, recordó los dedos acariciando su nuca y su espalda, Yuuji sintió su corazón latir demasiado, tocó su pecho aún con los ojos cerrados.

"Cálmate, ¿qué es esto?" Piensa sintiéndose un poco angustiado, era una nueva emoción, nunca la ha experimentado, sus mejillas se sienten tan calientes, ¿por qué estaba recordando específicamente los abrazos de su profesor y de su entrenador?

Se sintió bien recibir afecto de ambos, no pensó mal en ese momento, pero ahora siente un peso enorme en su estómago, un cosquilleo que recorre todo su cuerpo calentando sus sentidos. ¿Qué es esto?

Yuuji rodó de un lado al otro, abrazando con fuerza un peluche grande que adornaba su cama, envolviendo su pierna alrededor de este, tenía que calmarse o no podría dormir, simplemente debía dejar de pensar en ello. Volvió a acostarse recto, con sus ojos cerrados tratando de pensar en cosas diferentes, como en el juego en sí y pronto se sintió somnoliento, el sueño había llegado.

No sabía si ya estaba soñando, pero la sensación era tan real, sentía manos tocando su rostro con suavidad, su cabello, y su abdomen, lentamente esas manos tocaron sus piernas, subiendo por su muslo interno, tocando cerca de su entrepierna. Aún tenía sus ojos cerrados, era como estar entre despierto y dormido, no lo sabía, pero se sentía bien.

Sintió las yemas de los dedos rozando su nuca tan suave, tan delicado, las manos que sentía en sus muslos lentamente estaban separando sus piernas, y de repente sintió su miembro ponerse duro, mientras otra mano subía por su abdomen debajo de su camiseta, subiendo despacio hasta su pecho, la palma de la mano rozando su frutilla hasta llegar a su cuello, su barbilla y sentir dos manos sobre sus mejillas. Sintió unos labios rozando los suyos con suavidad, en su sueño quiso devolver el beso, pero no hubo beso, en cambio una lengua trazó sus labios y luego sintió besos en su rostro. De repente, una mano envolvió su miembro, apretando poco a poco y…

"Haa..." Yuuji abre sus ojos, mirando a todas partes, no había nadie, la habitación aún está oscura, sintió la incomodidad en su entrepierna. No puede ser, está duro y goteando, ¿un sueño húmedo?

Yuuji se siente muy avergonzado, es la primera vez que tiene un sueño húmedo, por supuesto que antes se había puesto duro y se había tocado por curiosidad, pero esta vez es diferente, su cuerpo reaccionó por un sueño en el que estaba siendo tocado, no fue por su propia cuenta, por curiosidad o por la sensación agradable que le provocaba, sino por un simple sueño. El pelirosa desliza su mano hacia su miembro acariciándolo "ngh...".

Debía terminar lo que su sueño empezó, y aunque era consciente, todavía tenía sueño, pero su mente le estaba jugando una broma. Cuando se masturbaba por curiosidad no había pensado en ningún objeto de deseo en esos momentos, solo disfrutaba de la sensación y el placer, luego vio pornografía y se excitó con las modelos pero su objetivo también era la sensación, pero ahora...

Ahora su mente estaba jugando sucio.

"Haa..." Yuuji comienza a mover su mano más rápido, mientras gotas de preseminal salían cada vez más seguido, tenía sus ojos cerrados recordando su sueño. Lo único que le vino a su mente fue estar siendo abrazado por su entrenador y su profesor, en su mente las manos que le tocaban eran de esos dos hombres, estaba excitado y no podía parar "Ahh... haa"

Una vez llegó su orgasmo, cubrió su cara con su almohada, después de experimentar tal éxtasis las lágrimas comenzaron a salir en silencio, pidiendo disculpas en su mente.

Lo siento... lo siento. Su cuerpo estaba temblando, se sentía muy mal, acaba de masturbarse pensando en dos hombres que conoce, eso está mal, se siente tan sucio, tan pervertido, solo es un chico de 15 años y acaba de tener pensamientos obscenos sobre su entrenador y su maestro, algo estaba mal con él, no debería haber hecho eso.

"Snif... hn, perdón" susurra, la almohada estaba húmeda por sus lágrimas, y también del semen en su mano que limpió desesperadamente contra esta, estaba sucio, tan sucio. Dios, estaba tan mal, ¿cómo pudo haber hecho eso?

Yuuji sigue llorando, solo es un chico experimentando el placer y la atracción sexual hacia otras personas, pero ¿por qué hacía otros hombres y peor aún hacía hombres que solo debería ver como ejemplos y no de forma romántica? No, no, no puede gustarles de esa manera, es incorrecto, ¿qué pensarían de él?

Que es un pervertido, un mal chico y un desviado.

¿cómo iba a mirarlos a la cara? Aunque ellos no lo supieran nunca, él sí lo sabía, y no iba a ser capaz de volver a verlos de la misma forma.

Yuuji solloza, era peor aún, acaba de masturbarse pensando en ser tocado inapropiadamente por los dos, por lo menos uno, pero ¿por qué por los dos? Es un pecador, es un chico lascivo y merece ser castigado.

Yuuji vuelve a sentirse peor, vuelve a llorar y ya no sabía qué sentir al respecto, qué noche tan extraña para él.

Pobre chico, solo quiere ser amado por su profesor y su entrenador, qué lamentable, qué pervertido y qué insaciable.

...sentirse culpable, solo quería liberarse.