23/09/24
Capítulo 2: ¡Mi lucha!
DISCLAIMER: Los personajes de The Loud House no me pertenecen. Son propiedad de sus respectivos dueños y cualquier uso que se les dé aquí no busca remuneración alguna. Esta historia está escrita con fines lúdicos.
Confieso que mi intención en un principio era simplemente que esta fuera una historia de un solo capítulo ya que la trama original la he desarrollado en mi fanfic spider-kid Loud, sin embargo, he decidido continuarla por ser el one-shot más popular de los que he subido, esta historia será independiente a la original, espero en verdad que como lectores disfruten de la historia.
Guest: Gracias
J0nas Naguera: trate de darle ese ambiente de "suspenso" dando pistas a lo largo del capítulo para que todo culminara con el relato de Rita, que, sumado al título, da una idea de lo ocurrido antes de que se explique de forma clara la problemática abordada. Gracias por comentar también en este fanfic, me animan mucho tus análisis, saludos
Dimitri Gómez: Temía que a muchos les desagradara la personalidad de Lily, me tranquiliza tu opinión acerca del planteamiento del personaje. Espero poder hacer un buen fanfic, agradezco tu comentario, saludos.
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Capítulo 2:
10 años atrás….
¿Por qué la gente muere?, ¿por qué los buenos se van?, aquellas preguntas atormentaban la cabeza de la pequeña genio, quien había comenzado una exhaustiva investigación para dar respuesta a sus preguntas, a pesar de su corta edad y de que esos temas solían ser de interés para un sector de la población adulto, ella ya había intentado alargar la vida de su abuelito Pop-pop para que este pudiera acompañarla a lo largo de los diferentes logros académicos que obtendría a medida que creciera, la idea de que uno de sus seres queridos faltaran era algo que ella no podía concebir, aunque había centrado todas sus preocupaciones en sus familiares que pertenecían a la tercera edad, ¡grave error!, una científica debe considerar todos los posibles escenarios y desenlaces futuros antes de que estos ocurran para poder construir posibles soluciones, solo una mente mediocre vive el hoy sin tomar en cuenta el futuro, aquello le había costado la vida a su unidad fraternal mayor número seis y ese era un error imperdonable, que sólo podría corregir abordando el tema desde una perspectiva científica que la ayudaría a prevenir que aquello se volviera a repetir con cualquiera de sus hermanas.
Su investigación había arrojado algunos detalles interesantes: desde la perspectiva histórica, a lo largo de los siglos, personas poderosas habían mandado a sus sabios crear pociones para conseguir la vida eterna, algunos métodos más extraños y asquerosos que otros, pero todos teniendo en común que sus resultados no eran positivos. Desde el punto de vista científico tampoco quedaba clara la respuesta a la pregunta ¿por qué morimos?, la conclusión era que la senescencia y la muerte celular constituían un mecanismo de defensa, evitando que células que acumulaban daños en el ADN puedan proliferarse, dado que las células dañadas pueden convertirse en oncogénicas y aumentar el riesgo de cáncer.
Su pizarrón estaba lleno de notas, diagramas, cuadros sinópticos y mapas conceptuales, pero a pesar de poder explicar la teoría de la relatividad de Albert Einstein a los dos años de edad, sin importar que comprendía El Capital de Marx desde los tres años, a pesar de tener un doctorado, a pesar de sus múltiples inventos y descubrimientos, A PESAR DE DAR CLASES EN LA UNIVERSIDAD CON TAN SOLO CUATRO AÑOS, A PESAR DE SER LA NIÑA MÁS LISTA DEL ESTADO Y POSIBLEMENTE DE TODA NORTEAMÉRICA, ¡¿POR QUE NO PODÍA ENTENDER UN TEMA TAN USUAL COMO LA MUERTE?!. Su desesperación por respuestas era tanta que incluso recurrió a fuentes que le parecían poco confiables y que si Darwin tuviera la posibilidad de verla, seguramente se retorcería en su tumba: desde el punto de vista religioso, la ideología respecto a la muerte estaba dividida, algunas religiones sostenían que al momento de morir, las personas reencarnaban en animales, aves, plantas u otras personas ¿habría reencarnado Lincoln en una pequeña liebre blanca?, en ese caso tendría asaltar cada uno de los zoológicos de la ciudad para encontrarlo, otras religiones sostenían que los buenos iban al cielo y los malos al infierno, de hecho, su unidad maternal les había dicho durante el entierro que el ser espiritual coloquialmente conocido como Dios, se había llevado a su unidad fraternal masculina número seis al cielo porque supuestamente necesitaba de un angelito. No es que ella creyera en algo tan absurdo como un gigantesco hombre barbón que fuera omnipotente y omnipresente, pero…. si realmente era un ser amoroso ¿cómo podía arrebatarle a su hermano?, ¿acaso no le importaba su sufrimiento?, ¿cuántas lágrimas habían derramado por Lincoln? Un Dios que usará su poder para crear a seres humanos, sabiendo de antemano que morirían, desde el punto de vista de Lisa, no sería ni sabio, ni justo ni amoroso, sus normas, serían inferiores a las de muchos humanos. El relato del pecado original tampoco convencía del todo a la pequeña genio, ¿qué culpa tenía Lincoln de que Adán y Eva comieran de la manzana o el fruto prohibido?, acaso todos debían morir por culpa del egoísmo de dos individuos que ni siquiera sabían lo que era lo bueno y lo malo. El hijo de Dios había dado su vida por toda la humanidad, pero ¿de qué exactamente los había rescatado?, las personas seguían muriendo. Quizá había algo que la genio ignoraba acerca del propósito divino, pero prefería seguir dudando de la existencia de un creador inteligente antes que creer en un ser todopoderoso que fuera apático al sufrimiento humano. Sin duda la respuesta que buscaba la joven Loud no se encontraba en la teología y mucho menos en la religión, pero entonces…. ¿dónde más podía buscar?
El miedo a lo desconocido es algo natural en el ser humano, es por ello que el conocimiento es poder, aunque… Lisa se estaba desesperando. No podía hallar respuestas que la convencieran y aquello la frustraba en gran manera, sumado a los llantos de su hermana menor, quien no había dejado de llorar desde que habían regresado del hospital, para su investigación necesitaba silencio, absoluto silencio y concentración, ¿cómo podría trabajar en condiciones tan poco óptimas?
-CÁLLATE-ordenó.
Pero lejos de tranquilizarse, la pequeña Lily comenzó a llorar más fuerte hasta el punto de crispar por completo los sensibles nervios de Lisa, quien se acercó a la cuna en donde se encontraba su hermanita y empezó a mirarla con ojos llenos de rencor mientras hacía el esfuerzo de levantarla para entablar contacto visual:
-¡DIJE SILENCIO!, ojalá tú hubieras muerto, así nuestro hermano estaría vivo en lugar de escuchar tus gritos-
Aunque su corta edad le impedía entender del todo la situación, Lily pareció comprender hasta cierto punto las palabras acusatorias de su hermana mayor, así que intentó dejar de llorar, pero el gran dolor por la operación que experimentaba su pequeño cuerpo se lo impedía. La segunda hermana menor levantó su pequeño puño con la total determinación para "tranquilizar" a su pequeña hermanita, pero fue sujetada de la muñeca por su madre;
- ¿Qué pensabas hacer jovencita? - preguntó furiosa la rubia al mismo tiempo que tomaba a su hija menor entre sus brazos.
Lisa se alejó y les dio la espalda a ambas mientras respondía:
-No lo sé- su tono de voz quebradizo era peculiar viniendo de una persona que solía tener una manera de expresarse tan egocéntrica, aunque lo cierto es que no se encontraba en condiciones "normales".
-Pues tendrás mucho tiempo para reflexionarlo ya que gracias a tu actitud estás castigada sin cenar- expresó la matriarca mientras acurrucaba a Lily y salía de la alcoba.
Por lo general un regaño de su madre la habría afectado más de lo que estaba dispuesta a reconocer pero… la genio estaba tan desconectada de su realidad como si su vida se hubiera convertido en una especie de película de terror y ella solamente fuera una espectadora que no podía intervenir, de cualquier forma no tenía hambre, ¿quién podría siquiera pensar en comer en tales circunstancias?, la genio intentó volver a su investigación pero el remordimiento por casi golpear a su hermanita consumía su conciencia como un feroz fuego, la castaña se recostó en el suelo y durante un par de minutos o quizá horas (el tiempo dejaba de ser preciso) contempló el techo, parpadeando de vez en cuando para no llorar, las pisadas de sus hermanas la conectaron de nuevo a su realidad, ¿habrían podido comer ellas?. Su pequeño estómago comenzó a rugir al mismo tiempo que alguien llamó a su puerta, ella no estaba interesada en escuchar alguna reclamación por parte de sus hermanas, pero fue mucha su sorpresa cuando vio a su abuelo ingresando ante su nula respuesta con un plato en el que había dos emparedados.
Lisa se cruzó de brazos y bajó la mirada, no podía ver a Pop-pop a los ojos, este observó por un par de segundos su pizarra, llena de apuntes y diagramas, a pesar de no comprender nada de aquellos números y letras, si entendió lo que intentaba su pequeña nieta, por lo que se sentó junto a ella y le entregó aquel plato con emparedados. Al principio estaba renuente a comerlos, pero el rugir de sus tripas la hizo cambiar de opinión, así que de mala forma tomó el primero y rápidamente se percató de que estaba cortado en isósceles. Pop-pop había hecho un gran esfuerzo por preparar sándwiches similares a los que le solía preparar Lincoln para ella (Poca jalea, sin orillas y cortado en isósceles con el tamaño perfecto de un bocado), sin embargo, a pesar de que todos los requisitos eran cumplidos con extremada exactitud, por alguna razón aquel platillo no sabía igual, esto finalmente rompió a la pequeña, que no tardó en quebrarse y pedir con sus brazos extendidos el consuelo por medio de un abrazo reconfortador de su abuelito, quien no dudó en responder a su súplica rodeando su pequeño torso con la suficiente delicadeza de no lastimarla. Quería decirle algo, tener las palabras exactas para tranquilizarla, pero no podía ser optimista ante tan terrible situación:
Aquella noche, Lisa derramó cientos de lágrimas sobre el hombro de su abuelo hasta que se quedó profundamente dormida por el cansancio, sin darse cuenta:
De pronto se visualizó un poco más pequeña, cuando tenía cerca de tres años, pese a sus diagnósticos sus padres habían decidido tener otra bebé. Muchas personas consideran la inteligencia como un don, una preciada cualidad con la que pocos privilegiados cuentan, sin embargo, pocos se detienen a pensar que la inteligencia suele conllevar consigo un profundo aislamiento social que solo se agudiza con el tiempo. Pues desde que era una bebe, Lisa sentía que no encajaba con el dinamismo que demostraba su familia día con día, a sus hermanas no les interesaba ayudarla en sus prácticas experimentales (seguramente porque no las comprendían) y la única manera en que sus hermanas se involucraban en sus experimentos era por que sus padres las obligaban debido a que ella era la menor, pero ahora, ella ya no era la hermana más pequeña, ahora toda la atención de sus hermanos y padres estaría dirigida a cuidar a la nueva integrante de la familia, aquello la atemorizaba pero sobre todo la entristecía. Mientras los demás estaban embobados con Lily en la cocina, ella se apresuró a subir a su habitación, que ahora tendría que compartir con la nueva bebé. No quería mostrarse débil por lo que comenzó a trabajar en su más reciente proyecto, sin embargo, para ejecutarlo necesitaba de un ayudante, pero ¿quién podría ser si todos estaban hipnotizados con la nueva bebé?, ¿que tenía de especial?, sólo era una pequeña máquina generadora de pañales sucios y llantos. Lo positivo era que Lisa conocía a alguien que sencillamente era incapaz de decir "no".
Lisa regañaba a su hermano mayor por no aprenderse aun los nombres del instrumental de laboratorio, se los había repetido muchas veces y a pesar de tener 10 años él era incapaz de reconocer la obvia diferencia entre un matraz y un tubo de ensayo. Su hermana estaba de un pésimo humor, más de lo normal, el peli blanco pensó en cuál podría ser la posible razón de aquello y no tardó mucho en descubrirlo:
-Durante tres años fui el hermano menor al igual que tú Lisa, solía ser el centro de atención de las chicas y de mamá y papá, aunque todo eso cambió cuando Lucy nació. Todos estaban tan ocupados con la nueva bebé que yo pase a un segundo plano-
Lisa ni siquiera miraba a su hermano, estaba ocupada con su experimento y no tenía tiempo para escuchar tonterías, a pesar de su aparente indiferencia, Lincoln insistió:
-Al principio me sentí desplazado, pero con el tiempo comprendí que el hecho de que Lucy requiriera más atención y cuidados, no significaba que las chicas o mamá y papá me amaran menos-
En ese momento la castaña dejó a un lado su instrumental de laboratorio y centro toda su atención en su unidad fraternal mayor número seis
-Temo quedarme sola Lincoln, a todos les gusta asistir a los partidos de Lynn, a los conciertos de Luna y nadie parece tener problemas en ir a los concursos de moda de Lola. Ser la hermana menor era lo que me hacía especial y ahora…. no tengo nada para destacar, a todos les aburre mis cátedras y mucho menos les llama la atención ayudarme en mis experimentos, si lo hacen es por obligación, no porque realmente quieran pasar tiempo conmigo- reconoció finalmente la genio.
-Eso no es cierto Lisa y aunque así fuera prometo que tú siempre serás mi pequeña genio y sabes que…. ¡jamás estarás sola!, cuando estés exponiendo un nuevo descubrimiento, cuando recibas un premio, solo debes mirar a la primera fila y tu hermano mayor estará ahí para apoyarte y por la intensidad de cada uno de mis aplausos comprenderás lo orgulloso que estaré de ti así como lo estoy ahora-
Normalmente Lisa no manifestaba las necias emociones humanas, pero no pudo evitar abrazar a su hermano con todas sus fuerzas, quizá ella era más inteligente, pero gracias a él había comprendido una valiosa lección que no se encontraba en ninguno de sus libros de química o matemáticas avanzada.
La pequeña Lisa estaba recostada en posición fetal en su cama, su abuelo la había cobijado y se despidió de ella con un dulce beso en la frente antes de salir la alcoba apagando la luz y cerrando con la mayor sutileza del mundo la puerta tras de sí para no despertar a su nieta.
Él no lo noto, pero ella derramó una pequeña lágrima mientras aún dormía, reflejo involuntario por la partida del hermano que la había enseñado con paciencia a través de los años a ser un poco más humana y que había dejado en su corazón un enorme cráter que difícilmente podría sanar.
Continuará…
