¡Hola!

Capítulo 04: Letra D (Yuta X Maki)

Thefa: Dios

Deysi: Diamante

El anime Jujutsu no Kaisen pertenece al mangaka Gege Akutami, yo solo tomo los personajes por diversión.


Maki se encontraba esperando en el aeropuerto apoyada contra una de las barandillas que separaba las filas de los viajantes que estaban en espera de pesar sus pertenencias con las personas que esperaban la llegada de algún familiar o conocido.

Se sentía ansiosa, solo han pasado dos semanas desde que Yuta fue enviado a una misión en el extranjero, pero aun así solían mantener comunicación en sus tiempos libres, se escribían para saludarse y se mandaban fotos y videos de cualquier cosa. En las noches escuchaba su voz contándole todo su día, le encantaba escucharlo. Era el cierre perfecto para su día.

Maki temía volverse dependiente, ella lo ama, Yuta sabe que ella lo ama se lo dijo una vez que cumplieron 6 meses de relación, pero estar sintiendo que lo necesitaba cada día más le comenzaba a generar pánico.

Ellos no tienen una vida normal y más allá que sus trabajos los hacen colgar entre la vida y la muerte. La vida misma traía ello.

¿Acaso Yuta tendría los mismos temores? ¿Él también tendría miedo de perderla? No puede sacar el tema tan fácilmente, sobre todo porque conoce su trágica historia donde perdió al primer amor de su vida a consecuencia de un accidente de auto. Tristemente era algo tan común, la muerte es algo que pisa los talones de todos, pero ellos como hechiceros jugaban a pisar sombras con ella.

No concibe la idea de estar con nadie más, no imagina que alguien más la deslumbre como Yuta lo hizo, es la única persona a la que podría amar ¿y si ella es quien muere primero? ¿Yuta se enamoraría de alguien más? Eso no le preocupa, al contrario, le inquietaba pensar que él podría quedarse atado a la sombra de su muerte, así como lo hizo con Rika. Aún después de derrotar a Sukuna sabe que Yuta batallo mucho con sus sentimientos por ella. Aunque a ella en ese momento no le importaba mucho, era feliz con ver que él estaba bien y no se había hecho ilusiones con ser correspondida.

Solo quería verlo feliz, sea cual sea la fuente de su felicidad, así sea a lado de otra persona.


Quien diría que nuestra Maki era pura de corazón —bromeó Panda antes de volar por los cielos. Después de que Maki aprovecho el pequeño cuerpo del animal al cargarlo y darle una vuelta y lo pateó avergonzada.


Lo reconoce, su corazón se acelera al verlo, al escuchar su voz saludándola. Trata de no babear al verlo en batalla, porque se ve increíble. Su novio era el mejor, no solo por la seriedad que mostraba ante las misiones, sino porque cuando estaban solos mantenían un trato juguetón y amigable, él era cariñoso en varios momentos y seductor cuando quería "comérsela a besos".


Ambos rieron cuando ella le dijo eso, luego de sentirse asfixiada ante tantas caricias dadas, sentía que la comerían y Yuta afirmó en cierta forma que sí y sin ninguna vergüenza la miró a los ojos y soltó:

Siento que debo hacer más, lo que me produces hace que quiera más de ti, incluso si ahora mismo hiciéramos el amor creo que querría más —sintió una caricia en sus mejillas —Creo que te amo demasiado.

Yuta beso sus manos con cariño, luego de eso lo vio sonrojarse y empezó a balbucear como si repasará las palabras recién dichas.

No digo que deberíamos hacerlo, es posible que no estés lista, no digo que debas estarlo porque yo tampoco lo estoy —sacudió la cabeza atolondrado — No digo que no sepa cómo, ósea tampoco digo que tenga experiencia. —Soltó sus manos para taparse el rostro —Lo que quiero decir es que si sucede debería ser algo más romántico ¿no? Y no estamos preparados...


Mas que vergüenza, le provocó risa, Maki miró a las personas observarla, aclaro su garganta avergonzada por la carcajada que soltó estando sola, fue gracioso ver a Yuta nervioso por propiciar un comentario sobre sexo, quien diría que luego de su primera vez se volvería todo un coqueto.

Alzó la vista hacia el panel del aeropuerto que anunciaba el vuelo de Yuta, anunciaba su llegada.

Se sentía un poco nerviosa, no sabía que reacción tendría Yuta cuando le cuente lo que sucedió en su ausencia. Tenía un poco de temor en molestarlo, en que se pelearan justo cuando lo vería luego de extrañarlo tanto.

Antes de irse de viaje Yuta mencionó el tema de casarse, todo surgió cuando él recibió una invitación de bodas donde su hermana. Comentó que sería un buen momento para presentarla con sus familiares a lo que ella aceptó confiada, aunque con un mar de nervios por dentro. ¿De verdad la llevaría? Su novia, la que estaba llena de cicatrices por quemaduras en todo su cuerpo y rostro.


Vio la emoción en los ojos de Yuta cuando le dijo que no tenía problemas para asistir. Sintió las caricias de esas manos en las suyas y sus pensamientos sobre su apariencia se disiparon cuando lo escuchó murmurar:

¿Sería grosero anunciar que también nos casaremos?

Abrió los ojos al meditar lo recién escuchado y se giró a verlo de inmediato, Yuta centró su mirada en ella.

¿Crees que mi hermana se moleste? —Pregunto tranquilo.

No se —respondió casual —pero...— lo agarro de sus mejillas y las estiro — ¿es esa es tu manera de pedirme matrimonio?

Lo sientooo —se disculpó.

Maki lo soltó fingiendo molestia e intentó cruzarse de brazos, pero Yuta la agarró de la mano izquierda, dándole un beso en su dedo anular.

¿Entonces nos casamos? —Pregunto muy seguro.

Maki se quedó mirándolo, esa seriedad con la que le hablaba era tan distinta al día que lo conoció, se sentía hipnotizada, nunca se cansaba de verlo.

No debe ser así ¿no? —Yuta empezó a sudar —debería ser más romántico ¿no? Y debería tener un anillo —busco en sus bolsillos creyendo que aparecería uno mágicamente. —Maki, ¿te casarías conmigo? —Pregunto efusivamente —Prometo que te haré muy feliz. Solo quiero estar contigo, eres la mujer más fuerte y valiente que conozco, eres hermosa y determinada. Eres todo lo que quiero en esta vida y si Dios me diera a escoger le pediría conocerte y casarme contigo en todas mis vidas.

Se quedó sin aliento, a veces pensaba que se casaría a la fuerza o mejor dicho la casarían con algún hombre misógino del clan, pero más fuerte con ella. Nunca se imaginó que un chico tan tierno y fuerte rogaría por un sí suyo y que escucharía promesas tan dulces y sinceras.

Sí, sí me casaré contigo —se limpió una lágrima traicionera.

Maki ¿son lágrimas de felicidad? —preguntó Yuta acariciando las mejillas de la peliverde —¿o estás disconforme porque no tengo un anillo? —trago saliva nervioso.

No seas tonto, no estoy llorando —evito verlo.

Yuta sonrió entendiendo el comportamiento de su ahora prometida.

¿Puedo besarte? —preguntó con delicadeza.

Maki se giró y lo besó colocando sus manos en el pecho del pelinegro haciendo que terminaran recostados en el sofá.

Te amo —soltó el pelinegro antes de repartir besos por todo el rostro de su prometida, se levantó para sentarse en el sofá. Siguió repartiendo besos en esa posición y se quedó en los labios de la peliverde buen tiempo.

Era un momento lleno de romance hasta que Yuta recibió la llamada de la profesora Utahime que cortésmente le informaba de una misión en Rusia.

¿Rusia? —Pregunto de forma retórica — ¿Rusia? Tú no sabes ruso.

Hay un traductor —explicó Yuta —me iré por dos semanas.

Maki lo miró molesta.

Es una misión de investigación y negociación por unos artículos —explicó Yuta al notar el silencio de su novia.

Maki lo miró pensativa.

Nunca he ido a Rusia —sonrió.

¿Quieres ir? —Yuta preguntó feliz, se volvió a sentar a lado de su prometida agarrándola de la cintura —sería una bonita luna de miel adelantada —susurro.

Solo Yuta la encendía cuando estaba molesta, iba a comenzar a besarlo cuando era ella quien recibió una llamada, se separó del pelinegro quien hizo un puchero el cual desapareció al ver el nombre de la Profesora Utahime.

Creo que la luna de miel será en otro momento —dijo al colgar la llamada.

Tenía programada una misión en uno de los pueblos abandonados de Kyoto.

Su misión duró tres días y aunque pensaba en irse para alcanzar a Yuta, la empezaron a llamar para pequeñas misiones.

Decidió quedarse en Japón a esperar su regreso, su mente estaba tranquila hasta que salió a merendar a una cafetería con Nobara. Ella fue la primera persona en enterarse de su reciente compromiso.

¿Casarse? ¿Van a casarse? —grito emocionada llamando la atención de los demás.

Shhh —siseó —eres la única que lo sabe.

¿Soy la única que lo sabe? —la miró incrédula.

¿Vas a anunciar todo lo que digo? —sonrió divertida al ver la emoción de su amiga.

Y ¿cómo lo harán?

No hemos hablado sobre eso, aún no regresa de Rusia y todos los días terminamos hablando de cosas diferentes, no ha salido el tema de planeación de la boda.

Nobara la miró enternecida.

Lo extrañas ¿no?

Si —tosió un poco incómoda de mostrarse abierta con sus sentimientos románticos.

Es un gran paso en su relación y para cada uno como persona.

¿A qué te refieres?

Tú darás un gran paso al compromiso y él ha superado por completo a su primer amor de la infancia —comentó.

Maki miró su batido, Rika era un tema que había tocado con Yuta varias veces, él hablaba de ella como una anécdota, la más memorable de su vida.

"—La recuerdo con felicidad, después de todo ella y yo nos despedimos bien —escucho una vez que el pelinegro conversaba con Panda e Inumaki —No creí que me enamoraría de nuevo, pero Maki — dijo refiriéndose a ella —es tan deslumbrante como un diamante —la comparo — no pude evitarlo — sonrió tontamente."


Reflexionó sobre lo comentado por Nobara, ella no era una persona muy devota, pero sabía que Yuta guardaba mucho respeto a las personas fallecidas, visitaba las tumbas y oraba por el alma de los fallecidos.

Con esto en mente decidió visitar la tumba de Rika, viajó a la prefectura de Miyagi, el lugar donde nació Yuta, no fue muy difícil sacar la información de donde se encontraba la tumba familiar de los Orimoto. Llegó con unas flores blancas notando que la tumba se encontraba un poco descuidada, si no se equivocaba y calculaba bien los tiempos seguramente la última persona en ir y limpiarla fue Yuta, pidió unos baldes, un trapo y lo limpió. Prendió un incienso y rezó.

Dejó las flores y se despidió.

Tenía una sensación extraña, como si hubiera ido con la ex novia de su novio a sacarle en cara que ella se casaría con él.

¿Yuta se molestaría al saber que ella fue a ver a Rika para decirle que se casarían? Se sentía un poco culpable, aunque Rika ya tenía el descanso eterno sintió la necesidad de conversar con ella, decirle que sería ella quien lo cuidaría, que trataría de hacerlo feliz cada día.

Que, si alguna vez renacen, ojalá pudieran llevarse bien y ser amigas junto a los otros.

¿Maki? —escuchó su nombre desde los labios de Yuta.

—¿Qué haces aquí? —Pregunto sorprendida.

—¿Eh? Acabo de llegar — la miro preocupado — este es el aeropuerto —sonrió —tú ¿qué haces aquí? —la miró divertido.

—Vine a recogerte ¿no es obvio? —contestó avergonzada y molesta.

—Estabas distraída —se acercó para abrazarla respondiendo lo que ella debía decir.

Maki asintió recibiendo el abrazo, estaba feliz de sentir el calor y el suave perfume de su prometido inundar sus sentidos.

—Te tengo una sorpresa —susurro el pelinegro.

—Por supuesto, dijiste que traería muchos chocolates.

Yuta jalo el maletín de ruedas.

—Todo está aquí ¡Vamos!

Una vez que llegaron al departamento de Yuta se sentó en el sofá y empezó a jugar con sus propias manos, sin saber en qué posición de espera colocarlas, detuvo sus movimientos al verlo salir de su habitación con una toalla en su cuello, secándose el cabello recién bañado. Rápidamente se recostó tratando de verse relajada.

—Maki ¿estás bien? —preguntó el pelinegro preocupado.

—Sí.

—¿Segura? te ves algo nerviosa —la analizo — ¿pasó algo?

—No pasó nada. Solo quería contarte algo.

Yuta se sentó a su lado tomando su mano.

—Puedes contarme cualquier cosa.

—Fui a visitar a Rika —soltó rápidamente para luego mirarlo a los ojos.

—¿Su tumba? —pregunto un poco confundido.

—Sí.

—¡Oh! ¿Por qué? —Pregunto curioso.

—Fui a presentar mis respetos —se quedó en silencio esperando que Yuta dijera algo, pero solo la miraba esperando que dijera algo más. —Le dije que nos casaremos —soltó la mano de Yuta, pero rápidamente él volvió a tomarla.

—Estás celosa de Rika —afirmó.

—¡Claro que no! —exclamó.

—Fuiste a decirle que nos casaremos a mi ex—se río.

—Oye, estoy hablando en serio —vio como Yuta soltaba unas carcajadas tapándose la boca —¿no estás molesto?

—¿Molesto? —Se sorprendió —mi prometida fue a dar sus respetos a alguien que fue importante para mí —la miro enternecido — ¿o acaso la insultaste?

—¡Claro que no!

—¿La amenazaste? ¿O la maldijiste?

—Obvio que no —ahora se exaltó ella —¿crees que haría eso?

—Se que no, por eso no estoy molesto, creo que fuiste a conversar con ella y decirle que nos casaremos, estoy feliz que hayas hablado con ella —la abrazo por los hombros dándole un beso en la mejilla —te extrañe.

—Yo también —lo miro antes de recibir más cariños del pelinegro — pero también me queje con ella porque no me diste ningún anillo —se burló —le dije: ¿Cómo es posible que tú dándole el ejemplo de darle un anillo para casarse, no haga eso conmigo?

—¿Le dijiste eso? —Se sintió muy apenado, mirando el anillo con el que invocada a Rika —Espera —le dijo antes de ir a su habitación y regresar nervioso.

—No aceptaré un anillo de chocolate —gritó —no me importa si es un chocolate europeo.

Yuta se arrodilló haciendo que Maki lo mirara sorprendida.

—Maki, sé que debería hacer esto de una manera más romántica, pero te prometo que la boda será como tu prefieras, es solo que ya no puedo esperar más —aclaro su garganta mientras sacaba una caja de terciopelo negro, la abrió mostrando un anillo plateado delgado, pero con un diamante que resaltaba demasiado. La piedra era tres veces más grande que la que usaba Yuta para invocar a Rika, eran diferentes en estilos, tamaños y formas ¡Rayos el diamante se veía muy grande! —¿te casarías conmigo?

Siguió mirando anonadada el anillo, impresionada por el diamante deslumbrante.

—¿Maki? —Pregunto temeroso al notar que su pareja no respondía su pregunta

—¡Acepto! —Vio los ojos de Yuta brillar al sacar el anillo de la caja y lo colocó en el dedo anular de su ahora oficialmente prometida. La beso en los labios apenas coloco el anillo en el dedo anular.

—¿Te gusta? —preguntó al separarse de ella.

—Es increíble —dijo —nunca pensé que me comprarías algo así, miró nuevamente la joya, pero esta vez adornando su mano.

—Por cierto, ya no se puede devolver —sonrió travieso —tendríamos que viajar a Rusia.

—Tramposo —lo empujó divertida.

—Oye tu fuiste a presumirle a la ex de tu prometido que se casaría contigo —la miro confiado —Maki está celosa —cantó.

—Cállate y no estoy celosa.

—No tienes que estarlo, porque te amo —la beso en la mejilla y dio una lamida al lóbulo de su oreja.

Maki soltó un gemido involuntario.

—También te amo —dijo antes de dejarse llevar por los besos que descendían por todo su cuello.


Muchas gracias por leer.