- . My Hero Academia: Pactos de sangre: Parte 1 -

Summary completo: Seis años después de su supuesta muerte, Himiko Toga regresa de las sombras, con un plan retorcido que amenaza con desenterrar los secretos más oscuros y profundos que Izuku, Ochako, Bakugo y Todoroki han ocultado en lo más profundo de sus corazones. En medio de un tormentoso interrogatorio, se revelan confesiones que desafían sus lealtades y exponen los sentimientos nunca dichos y los obliga a enfrentarse al motivo real por el que se alejaron después de terminar la academia ¿Por qué Deku y Uraraka nunca dieron el siguiente paso? ¿Qué sentían realmente Bakugo y Todoroki por Midoriya? En un juego cruel donde el amor y la verdad se entrelazan, las respuestas podrían destruir todo hasta llevarlos por caminos completamente separados.

**Advertencia: Historia con temas ligeros de IzuxOcha/ BakuxOcha/ BakuxDeku/ TodoxDeku**


En la oscuridad de una habitación iluminada sólo por luces tenues, dos figuras se encontraban frente a frente, inmovilizadas dentro de cápsulas de metal. Solo sus cabezas sobresalían, exponiéndolos a la incertidumbre de su destino. Izuku Midoriya, el antiguo héroe y ahora profesor de la UA, luchaba por mantener la calma, pero la angustia era evidente en sus ojos verdes. Frente a él, Ochako Uraraka, su antigua compañera y amiga de años, intentaba entender la situación.

Izuku, a pesar de todo, esbozó una débil sonrisa "Uravity… quiero decir, Uraraka… qué bueno verte. Ha pasado tiempo. Lástima que sea en estas circunstancias", murmuró, su voz temblorosa, cargada de una tristeza que reflejaba todo lo que habían pasado juntos.

Ochako bajó la mirada, la culpa reflejada en sus ojos marrones. "Deku. Lamento mucho que te veas envuelto en esto. Ahora que eres profesor, estas cosas no debían pasarte"

"No digas eso", respondió Izuku, sacudiendo la cabeza con suavidad. "No podemos descartar que se trate de un viejo seguidor de la época de Shigaraki y All for One. Tal vez esto sea por mi culpa"

De repente, una voz áspera interrumpió el reencuentro. "¿Quieren callarse de una maldita vez? La cabeza me está matando", gruñó Bakugo, visiblemente irritado, cuando un pequeño reflector sobre su cabeza se encendió, revelando su expresión molesta.

"Kachan?!" exclamó Izuku, sorprendido al darse cuenta de que su viejo amigo también estaba atrapado con ellos.

Un suave quejido se escuchó al fondo y un ultimo reflector se encendió, revelando una cuarta figura. Todoroki apenas parecía despertar con pesadumbre.

"¡Todotoki!, ¿estas bien? preguntó Midoriya con evidente preocupación, inclinándose lo poco que podía dentro de la cápsula, tratando de ver a su amigo.

"Creo que si" Contestó Todoroki "Aunque siento como si me hubieran drogado con algo. La cabeza me da vueltas.

"Si. Ahora que lo mencionas yo también me siento mareado" admitió Izuku, compartiendo la extraña sensación que lo invadía, como si su mente estuviera envuelta en neblina.

"Y yo" se les unió Uraraka, quien estaba luchando por mantenerse enfocada, su mirada un tanto perdida.

"Tampoco recuerdo cómo me atraparon. Seguro que fue algo demasiado rápido" intentó recordar Todoroki pero el esfuerzo de pensar pareció empeorar su dolor de cabeza.

"¡¿Y entonces de que rayos te sirvió subir al puesto número diez, si te dejaste atrapar tan fácilmente?! ¡Infeliz mitad y mitad!" le reprochó Bakugo, aunque su propio dolor de cabeza lo hizo detenerse bruscamente.

"¡Qué bueno¡ ¡Al fin despertaron todos!", resonó una voz divertida, juguetona y casi infantil desde un intercomunicador en la esquina de la habitación, junto a una cámara de seguridad que los observaba "Nuestra líder se estaba poniéndo ansiosa de hablar con ustedes! Se alegrará mucho al saber que ya puede entrar! Esperen ahí! Señora...!" dicho eso, el intercomunicador pareció apagarse de nuevo y todos se retorcieron un poco por el dolor de cabeza.

"Kachan, ¿tu tienes alguna idea de quien podría ser la responsable?" le preguntó Izuku.

Bakugo giró su cabeza con una expresión irritada "¡AH! ¿Y por qué parece que me estas culpando de esto?" respondió con un gruñido, su tono más agresivo de lo necesario.

"¡No!" se apresuró a aclarar "Es sólo que tú normalmente eres muy bueno reaccionando a ataques sorpresa y sólo pensé que podrías haber captado algo antes de ser capturado"

"Pues te equivocas esta vez. Mi mente esta en blanco. Y tampoco se quien podría ser esa tal líder. He luchado con muchas mujeres locas durante estos años, así que es difícil adivinar cuál de ellas podría estar detrás de esto."

"Ya veo" se desanimó un poco Izuku. Había tenido la ligera esperanza de poder intuir algo de importancia antes de la aparición de su secuestradora para ganarle ventaja, pero por ahora nada se veía claro. Él tampoco recordaba a ninguna villana de relevancia en su vida desde...

La puerta de la habitación se abrió con un lento destello cegador, obligando a los cuatro a entrecerrar los ojos mientras la figura de la intrusa se revelaba lentamente. Una sombra oscura se recortaba contra la luz, y cuando sus ojos finalmente se adaptaron, la reconocieron al instante.

"No puede ser…", murmuró casi sin aliento Ochako cuando su vista se acostumbró al destello, revelando a una figura más que conocida para ella. "¡Himiko Toga! ¡Pero tú moriste hace 6 años!" exclamó, el terror claramente reflejado en su rostro.

"Así es, Ochako", respondió Toga con una sonrisa anormal "Morí… y sin embargo, estoy aquí de nuevo"

Izuku, aunque paralizado por la sorpresa, intentó encontrar una explicación lógica a lo que estaba viendo "¡Debe ser el don de alguien que puede imitar la apariencia de otros, como lo hacía Twice!"

Pero Ochako, más emocional, no podía contener su incredulidad ante esa idea "¿Pero quién haría algo tan retorcido?"

"Pues cualquiera… Cualquiera podría hacerlo" opinó Toga divertida "La gente es mucho más extraña de lo que está dispuesta a admitir. Y en parte por eso estamos aquí" añadió, caminando entre ellos "Admito que podría ser cierto. Podría ser un simple loco que investigó, se obsesionó con Himiko Toga y luego se convenció de que era ella… ¿No sería interesante que fuera Saito? Que enloqueció después de ser atacado por ella? Ah, sería una historia tan interesante… y tan romántica!" dijo con aire soñador.

"¿Quién es Saito?" preguntó Todoroki, sin apartar la vista de Toga.

"El primer amor de Himiko Toga y por el cual se obsesionó después con Deku", explicó Uraraka, su voz claramente preocupada.

Toga suspiró, deteniéndose frente a ellos. "Aunque hay algo que no ajustaría fácilmente con esa historia hipotética. Y es que... tengo recuerdos de haber despertado en la morgue" el rostro de los cuatro presentes no pudo ocultar su consternación "Al parecer, después de perder grandes cantidades de sangre, mi cuerpo entra en un estado similar al de alguien muerto. Como un coma temporal. Pero después se recupera. Crea sangre nueva de alguna forma. Muy probablemente de los líquidos que hayan en mi cuerpo, porque tenía una terrible sed al despertar y la piel reseca como la de una anciana" continuó, su voz suave y casi melancólica, como si estuviera narrando un recuerdo lejano "Fue un poco como aquella vez que la Liga de Villanos atacó a los del Ejército de Liberación Paranormal. Probablemente, aunque Jin no hubiera hecho nada, mi cuerpo hubiera producido más sangre eventualmente. Aunque fue un bonito gesto de su parte. Oh, Jin..."

Uraraka intentaba procesar sus palabras rápidamente, mientras su mente se llenaba de confusión "¿Y por qué?!" logró decir, con la voz temblorosa "¿Por qué, si es verdad que eres Himiko Toga, no viniste a verme? Pensé que habíamos arreglado las cosas al final! He llorado por muchos años tu muerte! Yo… nunca pude superarlo!"

Toga la miró fijamente, su expresión inicialmente fría, pero luego curvó sus labios en una sonrisa que parecía un intento fallido de ser comprensiva "Eso es fácil de contestar, Ochako. Y eso fue porque te estaba dando tiempo para actuar. Pero, a pesar de que simbólicamente te entregué mi sangre para que tú siguieras viviendo, tú la has desperdiciado todos estos años. ¡Has desperdiciado nuestra vida! ¡Y eso me molesta!"

Izuku intentó contener su enojo ante ese comentario, pero no pudo evitar que su voz se alzara. "¡Eso no es verdad!" exclamó, su voz llena de convicción "Uravity se ha esforzado mucho para ayudar a los niños como tú y como Shigaraki, ¡Para que no sufran el mismo destino que ustedes dos! ¡Ha honrado de forma incansable tu memoria y tu sacrificio por salvarla al final!"

Toga, sin embargo, no parecía conmovida en absoluto "¿Los niños? Creo que no podrían importarme menos", respondió mientras se paseaba ahora como si intentara reprimir una gran ansiedad que la consumía por dentro. "No. Aún no lo entiendo… ¿Por qué después de tanto sacrificio y sufrimiento? Después de una guerra. Y después de que todo mejorara. Después de que me dijiste que ambas las sonrisas ¿Por qué nunca le dijiste a Izuku como te sentías realmente?" preguntó, de repente, con una intensidad que sorprendió a todos ¡¿Por qué nunca le dijiste que lo amabas?! ¡Por qué?!"

Izuku quedó en shock por la declaración, mientras que Uraraka apretó los dientes y desvió la mirada al suelo, incapaz de responder o de poder mirarlo.

"¡¿Es eso?!" gritó Bakugo furioso, su voz llena de frustración e ira "¡¿Solo por esa estupidez nos secuestraste?!"

"¡No te atrevas a decir que fue SOLO por eso!" le gritó Toga directamente a la cara, pero un momento después, su expresión cambió por completo, y se mostró mucho más tierna "Por otra parte, creo que no puedo ser tan dura contigo, Bakugo. Después de todo, tú y yo tenemos cosas en común", dijo, pasando un dedo por su mejilla, mientras Bakugo la miraba como si estuviera dispuesto a morderla si se descuidaba un poco.

"¿Qué podría yo tener en común con una psicópata?"gruñó Bakugo.

Toga sonrió, con un destello travieso en sus ojos. "Creo que si lo sabes"

Bakugo desvió la mirada y apretó un poco los dientes.

"Rayos. Si te refieres a que los dos nos gusta Uravity, es así de simple", respondió Bakugo, con una sinceridad que dejó a todos algo sorprendidos.

Toga dio un paso atrás, ligeramente impactada. "Oh, pensé que te incomodaría admitirlo frente a Izuku. Después de todo, ustedes son o eran buenos amigos", le cuestionó, observándolo con una mezcla de curiosidad y diversión.

Por un momento, las miradas de Izuku y Bakugo se entrecruzaron, llenas de una tensión palpable como si una conversación silenciosa se llevara a cabo entre ellos, hasta que Izuku bajó la cabeza, evitando el contacto visual.

"¡JA! Medio mundo lo sabe ya! Llevamos saliendo bastante tiempo! Habría que vivir bajo una roca para no estar al tanto!", respondió Bakugo sin tapujos. Tal vez intentando demostrarle a Toga que seria realmente difícil incomodarlo.

Uraraka seguía mirando al suelo, pero sus ojos no veían el presente. Su mente estaba atrapada en un recuerdo, uno que se había enterrado en lo más profundo de su ser, pero que ahora regresaba con una fuerza arrolladora. Era una tarde lluviosa con granizo, Sus ojos estaban enrojecidos por el llanto. Al entrar, lo encontró allí solo, sentado justo a la ventana, con la mirada perdida y el rostro endurecido como siempre. No había esperado encontrar a nadie ahí y Uraraka apenas podía contener sus emociones. Se dejó caer en una silla frente a él, mientras le explicaba lo que le pasaba, sin esperar realmente que le importara demasiado, pero necesitaba desahogarse con alguien.

Bakugo, siempre tan directo, para su sorpresa, no dijo nada en esa ocasión y hasta la rodeó con sus brazos en cierto momento en que ella se puso de pie para gritar algo que se había estado guardando. El abrazo fue tenso al principio como si intentará evitar que se saliera de control, pero luego, poco a poco, se volvió más sincero y más cálido.

Entonces, con la lluvia como telón de fondo, Bakugo le señaló su cuello, con una cicatriz apenas visible entre la piel y el músculo. La tormenta parecía intensificarse, el viento aullando con una furia que resonaba en el salón vacío. Uraraka, aún confundida por lo que él pretendía y aceptaba, lo observo con bastante sorpresa pero él solo siguió señalándose, sin decir una palabra. O al menos así lo recordaba ahora.

Las imágenes se repetían rápidamente en un torbellino: La lluvia, el llanto, el abrazo, el cuello. La lluvia, el llanto, el abrazo, el cuello. La lluvia, el llanto, el abrazo, el cuello, y luego, el momento en que, con una mezcla de miedo y determinación, se inclinó hacia él. Sus labios tocaron la piel de su cuello, y luego, sus dientes se hundieron con fuerza. Sintió el sabor metálico de la sangre, y un estremecimiento recorrió su propio cuerpo.

Bakugo, por su parte, no hizo ningún ruido, ni mostró signos de dolor. Simplemente la dejó continuar chupando su sangre, su expresión inquebrantable mientras decía: "Sabes que él no podría hacerlo. Su cuerpo se ha vuelto muy débil desde que perdió sus quirks, y creo que el idiota ya ha pasado por demasiadas cosas para una sola vida. No importa si yo me debilito un poco de vez en cuando. Igual conseguiré ser el número uno algún día"

El sonido del granizo en su memoria empezó a difuminarse, trayendola de vuelta al presente, y se encontró con que Himiko Toga seguía hablando.

"Bueno. Entonces pasemos a la segunda pregunta ¿Y quién más te gusta, además de Ochako?" cuestionó Toga de repente "Por que hay alguien más, ¿no es así? y puede que tenga incluso un lugar más especial en tu corazón"

Izuku volvió a levantar la vista hacia Bakugo.

"No sé de qué hablas. Puedo ser muchas cosas, excepto un maldito infiel", negó Bakugo malhumorado, aunque un momento después comenzó a toser de manera insistente, como si de repente tuviera algo atorado en la garganta y aunque intentó aclarase no pareció funcionar.

"Oh ¿Quieres un vaso de agua?" preguntó jugando Himiko Toga.

"¿Que tipo de droga nos diste?!" exigió saber Todoroki, intuyendo que eso estaba relacionado con lo que le pasaba a Bakugo ahora.

"Sólo tranquilizantes especiales para evitar que usen sus quirks" admitió Toga con una calma contrastante a la situación "La verdad es que no quisiera tener que pelear contra cuatro... perdón, tres héroes y un intento de profesor al mismo tiempo. Debo reconocer que estoy algo oxidada en los combates y la mitad de ustedes han mejorado mucho como para no tomarlos en serio"

Bakugo continuaba intentando aclarar su garganta.

"¿Entonces que le esta pasando a Kachan?" pidió saber Izuku.

Toga lo miró de perfil divertida, "Mientras estaban inconscientes, un nuevo amigo mío utilizó su quirk en ustedes. Es muy simple. Si no dicen la verdad que hay en sus corazones, poco a poco tendrán problemas para respirar y eventualmente morirán" luego se señaló a si misma "¡Me pareció tan emocionante que le pedí que lo utilizara también en mi! Por otro lado, la excepción fuiste tu Ochako, dado que planeo obtener la verdad de ti de una forma muy especial"

Bakugo continuó tosiendo, mientras los otros tres lo miraban preocupados, sin saber qué hacer.

"Ah, pero quiten esas caras", intentó tranquilizarlos falsamente Himiko Toga "Dudo que sean tan tercos para dejarse morir así como así. Además nos conocemos desde hace bastante tiempo, por lo que no deberían haber secretos entre nosotros"

"Toga..." pronunció Uraraka molesta, pero ella pretendió no escucharla.

"Entonces lo preguntare una vez más para que puedas respirar" se acerco de nuevo a Bakugo "¿A quien más quieres ademas de Ochako?"

"¡Veras... cuando te ponga... las manos encima... maldita enferma!" intentó amenazarla Bakugo, pero en el proceso se quedo con menos aire y ahora parecía como si le aplastaran la garganta.

"¡Kachan!" lo llamó Izuku.

Por su parte Todoroki apretó los dientes, al parecer perdiendo un poco los estribos.

"¡Deja de lado el maldito dramatismo para otro momento! ¡Ya todos lo sabemos!" expresó de pronto Todoroki viendo como Bakugo se quedaba cada vez con menos aire y se ponía algo morado.

"Te lo preguntare una vez mas" se acercó de nuevo Toga a Bakugo "¿A quien más quieres ademas de Ochako?"

Bakugo cerró los ojos con fuerza, antes de intentar hablar.

"Agh...De...k...u!"

Tan pronto los sonidos salieron de su boca, Bakugo al fin pareció recuperar la capacidad para tomar aire. Por su parte Izuku lució igual de conmocionado como con la primera declaración y su movimiento de ojos evidenciaba que ahora estaban pensando muchas cosas.

Bakugo desvió la mirada, frunciendo el ceño y respirando con dificultad. "No te emociones...ni por un momento... maldito... nerd" dijo con el primer respiro que pudo reunir.

"Vaya. Y dicen que yo soy la rara. Pero a diferencia de ustedes cuatro soy la única que ha expresado sus sentimientos abiertamente y sin complejos. ¿O alguien más esta dispuesto a hacerlo en este momento? Quieren hablar de lo ha pasado entre ustedes o tendremos que continuar con esto?"

Los cuatro apretaron los dientes y desviaron la mirada en diferentes direcciones. Las imágenes en la mente nebulosa de cada uno comenzaron a emerger.

Izuku recordó un instante que había quedado marcado en su memoria. En un salón de clases vacío, Bakugo y Uraraka se abrazaban con una ternura que contrastaba con la crudeza del ambiente de afuera. El sonido de la lluvia con granizo tamborileaba contra las ventanas, creando una melodía triste que acompañaba la imagen. Izuku, con un paraguas plegable en una mano y un sobre en la otra, observaba desde la puerta entreabierta, sintiendo que ese momento fugaz y lleno de calidez era a la vez una dolorosa señal de lo que nunca sería y se retiró de ahí.

En otra parte del tiempo, Uraraka recordó una tarde de otoño cuando había llegado algo temprano a la casa de Todoroki para una reunión grupal. Las luces estaban apagadas, y en el silencio acogedor y fresco, Deku y Todoroki estaban sentados juntos en el piso de madera, frente al jardín estilo japonés de la casa, observando las hojas caer. Junto al suave tintineo de una campanilla de viento, Deku colocó su mano sobre la de Todoroki, y sus manos se movieron juntas lentamente hasta sujetarse con cierta ternura. Uraraka, al igual que una sombra silenciosa, presenció la escena, consciente de la belleza de ese momento, pero al mismo tiempo del vacío que sentía en su propio corazón.

Bakugo evocó una escena de un día nevado en la que estaba junto a Todoroki, cargando dos pilas grandes de hojas de exámenes camino a la dirección. Ambos miraban hacia abajo las escaleras de emergencia de la escuela. Observaban cómo Deku y Uraraka giraban abrazados en medio del patio, con grandes sonrisas y rodeados por copos de nieve. La visión era tan delicada y etérea como la nieve misma, y mientras el frío del exterior se hacía presente, el calor del abrazo entre Deku y Uraraka contrastaba con la distancia que Bakugo sentía de ambos.

Finalmente, Todoroki recordó a Midoriya llorando frente a Bakugo en una cama de hospital, una escena que desnudaba la cruda realidad de los sentimientos más arraigados en su corazón. Midoriya, abatido y lleno de tristeza, estaba quebrado por la presencia inconsciente de su amigo, una imagen que permanecía grabada en la mente de Todoroki como un recordatorio constante de la importancia que tenía Bakugo para Midoriya.

En cada uno de estos recuerdos, se entrelazaban el amor y la tristeza, creando un tapiz de emociones que reflejaban lo que una vez fue y lo que nunca podría ser, atrapando a cada uno en un ciclo de anhelos y resignación.

Bastante molestos, y al parecer tratando de buscar alguna salida esa situación, todos guardaron silencio.

"Asi que nadie se ofrece de voluntario para sacar lo que hay en sus corazones. Entonces supongo que tendremos que seguir con el pobre de Bakugo. Aunque... la siguiente pregunta podría ser igual de mortal, así que preparate"

"¡Ya déjalo en paz!", pidió Izuku, con la voz llena de desesperación y por su parte Shoto apretó los dientes.

"No. Lo siento, Izuku", se negó Toga, su tono frío y decidida "Pero la siguiente pregunta es algo que seguramente nos hemos hecho tanto Ochako como yo, ¿verdad? ¿sabes a que me refiero?"

"Toga, no tienes que hacer esto!" pidió Uraraka, su voz intentado ser razonable "Una vez dijiste que esperabas que tú y yo pudiéramos hablar de amor como si fuéramos buenas amigas. Déjalos ir, y te prometo que hablaremos con calma todo el tiempo que quieras, hasta que tu corazón al fin esté tranquilo. Ellos tres no tienen nada que ver. Fui yo la que te decepcione con mis decisiones"

Toga fingió pensarlo por unos segundos, paseando frente a ella "Cierto es que tu eres la que me has decepcionado más que todos, y eso incluye a Saito y a Deku, pero mi respuesta es no. Creo que mi manera de hacerlo es la correcta", concluyó, acercándose de nuevo a Bakugo.

"Agh" se quejo al verla a su lado.

"Y dime, Bakugo, entre los dos, Izuku u Ochako, ¿a cuál prefieres?"

"Ja ¿Esa es tu gran pregunta?" se burlo "¡Pues te diré sin complejos! Los dos son igual de idiotas! Así que me dan lo mismo! Se que realmente no podría elegir entre ninguno de los dos aunque quisiera"

Tanto Deku como Uraraka se sorprendieron.

"Vaya. Ningún rastro de duda y no comenzaste a ahogarte por lo que debe de ser cierto" lo observo Toga de cerca, pero se quito cuando Bakugo pareció querer escupir. Entonces, con su sonrisa torcida, lanzó otra pregunta al aire: "¿Y quién es la persona más importante para ti, Izuku?"

Izuku miro por un momento a sus tres amigos, y apretó de nuevo los dientes rehusándose a responder.

"Tal vez debí comentarles que si abstienen a contestar, sufrirán los mismos efectos como si mintieran" advirtió Toga.

Izuku ya lo sentía. El aire se hacía más denso, casi imposible de inhalar. No quería responder, no podía. Se negaba a elegir, a colocar a uno de sus amigos por encima de los demás. Pero el peso del quirk que habían utilizado en él comenzó a aplastarlo, robándole el aliento, mientras el dolor se reflejaba en su rostro.

Bakugo, siempre directo, estalló primero. "¡Elígela de una maldita vez! ¡¿O acaso ya no recuerdas que le contaste a All Might que la amabas cuando aún estábamos en la academia?!"

Uraraka pareció contener un gran dolor por la expresión en su rostro, mientras la presión en el pecho de Izuku se hizo más fuerte. Recordaba ese momento, la confusión en su corazón cuando había hablado con All Might en la sala de profesores sobre sus sentimientos hacia Uraraka. Era claro que Kachan había escuchado su conversación, tal vez a escondidas pensando que le ocultaban algo o sin querer. Uraraka había estado a su lado en tantos momentos, había compartido con él tanto dolor y tanta alegría. Pero ahora ya habían pasado varios años y con los ojos de todos puestos en él, la situación era más complicada.

"No!" gritó de pronto Uraraka "¡Recuerda cómo te sentiste cuando pensaste que Bakugo había muerto! ¡Y también todas esas veces que se ha herido de gravedad! ¡Es obvio que él es la persona más importante para ti! ¡Creo que siempre lo he sabido! ¡Ya no tienes que ocultarlo!" Uraraka trató de hacerlo confesar, su voz cargada de dolor, pero también de comprensión.

Las palabras de Uraraka lo golpearon con fuerza. Su mente estaba llena de recuerdos, de todas las veces que Kachan había estado a punto de morir, de la desesperación que sentía cada vez que su amigo acababa en el hospital e iba a visitarlo.

Todoroki, quien hasta ahora había guardado silencio, alzó la voz con determinación. "¡Elige a alguno de los dos de una vez, Midoriya!" gritó con una intensidad que Izuku no le había escuchado en mucho tiempo.

Varios recuerdos junto a Todoroki empezaron a desfilar por su cabeza. Era indiscutible que Todoroki se había vuelto el más cercano de sus amigos en los últimos años, e incluso más desde el último año en la academia cuando las cosas se habían puesto raras con Kachan y Uraraka. Y para Todoroki también había sido muy duro cuando al fin habían desconectado a su hermano Toya de las máquinas, después de haber permanecido vivo mas tiempo del que le habían pronosticado al principio.

Todos lo llamaron de nuevo al mismo tiempo con gritos.

"¡No puedo! ¡No puedo elegir a ninguno de los tres!" gritó finalmente, con la voz rota por el dolor y la desesperación. Pudo volver a respirar pero la presión en su pecho se intensificó por un instante, haciéndolo llorar. En el fondo de su ser sabía que había dicho la verdad. No podía elegir, porque en su corazón, todos eran igualmente importantes, todos eran esenciales para él.

Esa imagen pareció alejarse como un lejano recuerdo cubierto de un manto de una espesa neblina.


Cuatro años más tarde, sentado en la sala de profesores, Izuku miraba por la ventana el movimiento de las hojas de un árbol cercano, el sol brillando entre las ramas mientras la brisa las agitaba suavemente. Un suspiro escapó de sus labios mientras recordaba aquella noche llena de confesiones y dolor.

Fue así como Himiko Toga nos condeno a todos esa noche, a una vida solitaria. Tal vez como una forma de hacernos comprender como ella se había sentido todos esos años. Después de todo, cuando despertó de ese sueño de muerte, se encontró con que una parte de sus amigos habían muerto y la otra parte estaban encerrados y seguramente nunca los podría volver a ver.


Notas de la autora.-

Muchas gracias por leer hasta aquí. Espero continuar pronto estas historias! Sus comentarios siempre son bienvenidos! Muchas gracias por leer, seguir y darle like. Siempre me hace sonreír.