De repente, Inori fue hacia la ventana para abrirla pero en eso comenzó a gritar tan fuerte, haciendo que las féminas dieran sus miradas hacia él.

-Ino, ¿Ocurre algo?- Preguntó Candy que junto con Kurome y Tokaku fueron hacia la ventana.

-¿Qué pasa Inori?- Preguntó Matsuri

-Onee-chan, Dono... En el cielo...- El pequeño peliazul señaló al cielo nocturno a lo que la raijin y compañía miraron hacia el lugar dando con algo extraño.

Candy movió sus listones rojos con tal de aclarar su visión.

-Chicas, ¿Soy yo o eso que veo es una calabaza?

-¿Qué dices?

-Si, creo que es una calabaza.

En efecto, había una calabaza clásica de Halloween que estaba volando por el cielo y parecía que se dirigía hacia destino desconocido.

-Esa cosa va hacia el distrito Kitaro- Murmuró Candy- ¿Por que siento que será algo muy malo?

De repente, los listones rojos de Candy empezaron a moverse mientras se escuchaba lo que parecía ser el tono musical a lo que todas las presentes se impresionaron sobretodo Kurome y Tokaku.

-¿Que mierdas estoy escuchando?- La raijin empezaba a cabrearse nuevamente.

-Ya lo recuerdo. ¡Esa es la música que sonaba en el puesto de esa vendedora ambulante!- Exclamó Tokaku- Esa tipa lo ponía en alto volumen mientras decía algo sobre los sueños o algo así.

-Ya que lo dices, Azuma... Esa caja musical sonaba cuando yo me enfrenté a Kitayama y le dí muerte.- Dijo Kurome.

-¿Es cierto lo que dicen? ¿Esa musiquita la escucharon?

-Sí, Dono.- Asintieron las dos chicas.

-Dono...- Matsuri fue sostenida por su pequeño hermano con tal de estar sentada en el futón- Esa fue la canción con la que esa tipa vestida de bruja apareció y nos atacó de repente.

-¿Qué?- La rubia quedó en shock mientras que Kurome y Tokaku asintieron. Luego de eso con seriedad a su sicaria peliazul- Tokaku... ¿Me puedes decir de nuevo como esa tipa vendedora?

-Sí. Era una peliazul de yukata oscuro con bufanda y anteojos.

-Y la que apareció y nos preguntó sobre su paradero, era parecida solo que tenía un vestido de bruja pero casi no se mostraba el rostro- Dijo Kurome.

Candy de repente se le vino cuando la niña que le dio la paleta dijo acerca de una vendedora vestida de bruja que repartía paletas, que Yoshimune y Yuzu la perseguían y luego lo que dijo Tokaku acerca de la vendedora de yukata negro como de las paletas que eran hechas con narcóticos... Parecía que comenzaba a juntar piezas.

-¿Inazuma? ¿Que sucede?- Preguntó Zoe notando como la raijin estaba en silencio hasta que el dichoso tono musical terminó.

Luego de eso, una sombra apareció detrás de Matsuri y compañía, Zoe y Úrsula dieron un grito de susto mientras que las tres sicarias del Inazuma Bugeicho y el menor no mostraban reacción alguna ante esa presencia.

-¡Nino-chan!- Exclamó Inori mientras estaba con una sonrisa.

-¿Que es lo que pasa, Nino?- Preguntó Kurome mientras la sombra se puso de pie.

Era una persona encapuchada como vestida de ropas tácticas negras, de cabello rosado y una mariposa negra en cada sien.

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Ninja del Inazuma Bugeicho

Nino Nakano

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La persona llamada como Nino se bajó la máscara de su pasamontañas con tal de hablar a sus amigas.

-Nakamas, algo muy extraño está pasando en el distrito Kitaro, exactamente en el barrio Gegegenoge.

Candy se volteó con cara seria mientras que la ninja de cabello rosa se arrodilló ante su presencia.

-En ese barrio fue donde me enfrenté con esos monstruos y ese kaiju. Ninochin, ¿Que es lo que pasa allá?

-Candy-dono, en el barrio Gegegenoge, todos los niños de ese barrio están saliendo de sus casas y todos vestidos con sus uniformes escolares. En un principio pensé que habría un evento o clases nocturnas pero no están yendo a los colegios.

-¿Y a dónde se dirigen los niños?

-No lo sé con exactitud, Dono, pero... Todos ellos a las zonas de las granjas, donde de hecho, dicen que hace unos momentos se ha avistado un ovni.

-¿Un Ovni?

-Uno en forma de calabaza de Halloween.

-Ya veo- Ahora con los niños que salían de sus casas, la calabaza que vieron hace unos instante, las granjas y el ovni... Parecía que comenzaba a juntar bastante bien las piezas- Tregear... Tenmacho... Oficina de Minamimachi... Peliazul...

-¿Dono?

-Ninochi y Kurome, irán conmigo- Ordenó la raijin a lo que las mencionadas asintieron- Tokaku, quédate en el hospital. No quiero hacer preocupar a Haru.

-De acuerdo, Dono- Asintió la ninja peliazul.

La rubia ahora miraban a las dos féminas usuarias de Dinosaurios.

-Úrsula-chan, quiero que me pases a tu dino y sus cartas de movimiento.

-¿A Terry y sus cartas? Candy, ¿Que pretendes?- Preguntó la peliverde.

La raijin calló por unos segundos y miró a la mandamás de la Pandilla Alpha.

-Creo que ya sé quien está detrás de todo, las paletas, lo que le hicieron a Matsu, esa caja musical, esa calabaza, todo. Y para eso creo que volveré a pelear contra alguien y al igual que con ese kaiju, será la manera de hacerlo.

-¿Sabes quién es esa bruja?

-Sí y otra cosa- La rubia chasqueó los dientes- No me gusta esto pero creo que tendré que salvar y ayudar a esa bastarda.

-¿Qué?

-Solo dame a Terry y sus cartas.

-De acuerdo- Úrsula sacó de su chaqueta una pequeña baraja mientras que la medalla de la rubia brillaba y se convertía en una driver.

-Ninochin, mi caja de Candy Capsulas

-Sí- La ninja le pasó una pequeña caja blanca de plástico y la rubia se lo colocó en su cadera derecha mientras en su mano izquierda tenia al dino de la Pandilla Alpha y sus cartas de movimiento.

En eso comenzó a sonar el Dino Lector de Zoe como el de Úrsula.

-Muy bien... ¡Kuro, Ninochi, Zoe, Ancianita! ¡Vengan conmigo!

-¡¿De nuevo eso?!- Otra vena roja se preguntaba en la cabeza de la peliverde.

Las cuatro mencionadas se acercaron a Candy, la raijin envolvió las caderas de Úrsula y Zoe que estaban a su lado mientras que Nino y Kurome estaban detrás suyo con una mano al hombro. Los listones de la raijin comenzaron a iluminarse a la par que sus ojos azules y luego de eso desaparecieron con ese sonidito de teletransportación de Dragon Ball.

Tokaku y Matsuri estaban solas en la habitación mientras que Inori preguntaba a la ninja peliazul.

-Tokaku-san, Onee-chan... ¿Candy-Dono estará bien?

Una sonrisa se dibujó en el rostro de la peliazul.

-Por supuesto que ella estará bien. Después de todo, ella es un león dorado y no hay nadie que le pueda ganarle.

El niño sonrió bastante emocionado, la persona quien tenía el sueño de ser Shogun prácticamente era invencible.

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En la estación de bomberos de Nicogumi

En plena estación de bomberos estaban un grupo de personas las cuales desempeñaban el turno nocturno de la estación cuando de pronto escucharon lo que parecía ser una especie de tono de cajita musical aunque eso no le tomaron de mucha importancia.

No contaban que en medio de eso, alguien estaba caminando como si estuviera en trance a la par que esa extraña música de cajita musical sonaba más fuerte. Unos pies humanos caminaban tranquilamente el asfalto de baldosas mientras que los gendarmes nocturnos seguían en su labor.

Un muchacho castaño de pequeña frente y ojos azules, de entre unos 12 y 15 años estaba viendo en su celular cuando notó una presencia. El muchacho guardó su celular y fue a ver que pasaba hasta que se topó con una chica castaña con ojos de color carmín la cual estaba vestida de prayera gris y pantalón táctico negro.

El chico se le acercó a la joven.

-Kokoa-sama...- El chico puso una mano sobre el hombro, la joven no mostró reacción alguna- Kokoa-sama, ¿Que tiene? ¿Por que está actuando así?

En eso vino un muchacho alto de cabello rapado y complexión algo corpulenta.

-¿Genzo?

-Suneo, ¡Algo le pasa a Kokoa-sama!

Los dos bomberos amigos de Yoshimune fueron a tratar de reaccionar a la segunda hermana menor de su líder.

-¡Kokoa-sama!

-¡Kokoa-sama!

La mencionada se desplomó bocarriba entre los brazos del pequeño Genzo mientras que Suneo gritaba en voz alta y los demás que estaban en la estación en el turno nocturno llegaban a donde estaban su nakama.

La hermana menor de Nikogoro se desmayó mientras hacían la guardia nocturna.

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En la enfermería...

Más tarde, Kokoa, la segunda hermana menor de Nico, estaba en el cuarto de enfermería mientras a su lado estaban Kokoro que era la segunda al mando de la estación junto con Genzo, Suneo y el doctor Taylor, ya que el equipo D y los dos idiotas de la pandilla con algunos elementos del Nicogumi buscaban a su amiga Shino por tierra y agua en el distrito Kitaro.

-¿Dijiste paletas?- Kokoro quedó boquiabierta luego de escuchar el relato de su hermana menor.

-Sí. Una anciana disfrazada de bruja les estaba dando paletas a los niños pero en eso un grupo de doshin de la oficina de Minamimachi la amenazaron con que quitara su puesto y se fue.

-¿Y a ti te dio una?

-¿Y te la comiste?- Preguntó ahora el doctor Taylor.

La castaña asintió con la cabeza mientras que uno de los dos jóvenes hikeshi hizo un facepalm.

-Ya que lo dices...- El arqueólogo se puso una mano al mentón- Aihara dijo que ella y Shin-san estaban pidiendo dulces y se toparon con una vendedora vestida de bruja pero luego Shin-san le rompió el vidrio, la bruja huyó y ambas la persiguieron y desde entonces no se ha visto a Shin-san.

-Ya que lo dice, doc- Suneo, el fortachón dijo- Hace unos días vi a una tipa extraña vendiendo dulces en las calles pero uno de esos sujetos del Inazuma Bugeicho le tumbó el puesto y le hizo un reclamo y la señora se fue.

-Dicen que los que venden drogas se hacen pasar por vendedores para darles paletas- Habló Genzo, el bajito- Hasta los rumores dicen que les echan drogas.

-Ya que lo dices... Puede ser que esa vendedora sea una contrabandista y esas paletas eran hechas con un narcótico que los hace caer en sonámbulismo- Teorizó el arqueologo.

-Doctor Taylor, ¿Entonces los niños que las han comido estarán igual a como le pasó a Kokoa?- Preguntó la lugarteniente de Nikogoro

-Es lo más probable aunque quien sabe si en verdad algunos dulces estén hechos con drogas o que tan fuertes pueden llegar a ser.

-Entonces, iré a contactar a la Oficina de Minamimachi. Ooka-sama sabrá que hacer en estos casos.- Kokoro sacó su celular y contactó a la Oficina del Bugyo de Minamimachi aunque también aprovechó para hacerle unas llamadas perdidas a Yoshimune.

-Doctor, ¿Shin-san estaba con ustedes?

-Sí, Kokoa. Ella vino en la tarde y fue con nosotros al distrito Kitaro, ya que se manifestó un campo magnetico, posiblemente el surgimiento de uno o más kaijus. Pero cuando lo encontramos, en la cerca que está al final del barrio Gegegenoge, ella no estaba.

-¿Y si Shin-san se enfrentó con uno de esos kaijus?

-Quizás...- El gesto del Doctor Taylor estaba sombrío- O puede ser que se topó con Inazuma Candy y esa tipa le haya hecho algo. Nunca se debe confiar en alguien como esa raijin.

-¿Qué? ¡No diga eso, doc!- Comenzó a reclamar Genzo.

-Es verdad. No creo que alguien como Shin-san la maten fácilmente esos guerrilleros- Dijo Suneo.

-Chicos, entiendo como se sienten. Yo también estoy preocupado por Shin-san pero puede haber posibilidades de que la haya pasado algo.

-Solo espero que esté muy bien. Sería muy triste sobretodo para Oneechan si algo le pasara a ella.

-Kokoa. Hablando de tu hermana... Ella...

-¡Señorita Kokoro! ¡Doctor Taylor! ¡Vengan a ver esto!- Irrumpió el androide a lo que los mencionados y elementos fueron a la sala de juntas.

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En la sala de la casa de Nico...

Jonathan estaba conectando la laptop al televisor LCD mientras que el Doctor Taylor, Kokoro y demás elementos del Nicogumi estaban sentados en los sofás como alrededor del sofá. La pantalla del televisor daba lo que era un área rectangular en color verde.

-¿Este es el centro del campo magnetico que se manifestó hace unas horas?- Preguntó la segunda al mando al arqueologo.

-Exacto, Kokoro. Ese campo queda ubicado en la cerca que divide los barrios Gegegenoge y Okiku. No sabemos si el espacio verde sea propiedad privada pero delimita esos dos barrios.

-En efecto, este es el centro donde se manifestaron esos monstruos, de hecho, mis sensores registraron que alguien con el poder de dos dinosaurios le dio pelea a un kaiju- Dijo el androide de bigote y cabello blanco- Fijense en eso.

Con la pantalla, de repente todo el centro del area rectangular comenzaba a deslizarse hacia abajo dando con un cono descendente. El doctor Taylor quedó sudando frío, algo que extrañó a Kokoro y los gendarmes.

-¿Qué pasa Doctor?

-Kokoro... Esto lo que estamos viendo es... Este lugar es un agujero negro.

-¿Qué? ¿Un agujero negro?

Luego de eso, Jonathan cambió de canal dando con una emisión de último momento, aquello estaba ocurriendo en el barrio Gegegenoge en el distrito Kitaro. Las cámaras registraban como una horda de niños caminando en sus uniformes escolares caminaban hacia la zona de las granjas mientras se escuchaba de fondo esa melodía de caja musical y a la lejanía había una luz naranja.

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En el barrio Gegegenoge

En la cerca que delimita ese barrio con el de Okiku...

Rex, Ace, Sukehachi y Osono se camuflaron entre los niños para saber que pasaba hasta que finalmente la horda infantil dio con lo que eran las zonas de las granjas, o sea, los mismo lugares donde los dos ninjas de la Shogun batieron duelo con dos monstruos de Rivalun.

Rex y Ace seguían transformados en infantes mientras que los dos ninjas estaban en sus forma gatuna deteniendose los cuatro ninjas por un momento. Los dos felinos salieron corriendo por un atajo rápido hasta que finalmente dieron con el lugar.

-Sukehachi, ¿No es ese el lugar donde se manifestó ese campo magnetico?

-Si, es este lugar donde Inazuma Candy con el poder de dos Dino Lectores derrotó a uno de esos kaijus.

De repente, una luz anaranjada se manifestó para luego apagarse en negro y de repente una especie de aterradora calabaza de Halloween con una corona en la cabeza, estaba emergiendo del suelo. Los dos gatos estaban en shock mientras que Rex y su dino los alcanzaron, estos volviendo a la normalidad.

-¿Qué demonios es esto?- Murmuró el chico rubio mientras el pequeño carnotauro estaba garlando temiendo lo peor.

(...)

Los niños al llegar a las granjas se dividieron en dos grandes filas rectas, una de niños de pequeños y otra de niños grandes. Uno por uno entraba a la boca de la aterradora calabaza que parecía ser la entrada mientras que alguien estaba sentado en la corona que tenía la cabeza del ovni.

Era Rivalun quien estaba de pie en su trono mientras sostenía fuertemente su bastón.

Mientras tanto, una nave helicóptero estilo Dragon Ball Z estaba volando por el cielo nocturno hasta aterrizar en el lugar mientras que una especie de luz se manifestó cuando la nave aterrizó en el campo.

De esa nave bajaron Kokoro, el Doctor Taylor, Genzo, Suneo, Zander, Ed, Max y otros trece bomberos del Nicogumi. Todos ellos estaban usando overoles negros (Exceptuando al Doctor Taylor, Max y los dos idiotas de la Pandilla Alpha) con la insignia hiragana Nico en la espalda de color magenta fuerte y llevaban lo que parecían ser de esas armas parecidas a armamentos pesados de fuego. Literalmente Kokoro y sus hombres estaban haciendo una referencia a los famosos Cazafantasmas.

De la luz que se manifestó a la par de la nave-helicoptero del Nicogumi, estaban Candy, Kurome, Nino, Úrsula y Zoe. La rubia tenía en su mano derecha una especie de cápsula pero se la guardó en el bolsillo de su pantalón táctico negro.

-¡Dono, es esa calabaza que vimos hace rato!- Exclamó la guardaespaldas pelinegra a la calabaza que estaba prácticamente en el centro del campo verde.

La raijin estaba en silencio mientras veía con gesto duro a la calabaza, más especificamente a la persona que estaba encima de ella, sentada en su trono.

-Con tan solo verte, puedo saber quien eres, maldita bruja que vende dulces- Murmuró la raijin.

(...)

Rivalun estaba sentada en un trono que era precisamente la corona que estaba sobre la cabeza de su nave Calabaza mientras veía que el número de niños que venían hacia la entrada de su nave. La malvada bruja peliazul se puso de pie e invocó con su magia un megáfono y comenzó a hablar por el aparato mientras esbozaba una sonrisa malvada.

-¡NIÑOS Y NIÑAS! ¡ESTA HERMOSA CALABAZA LOS LLEVARÁ AL MUNDO DE LOS SUEÑOS!- Aquello era una vil mentira, bueno, originalmente la peliazul planeaba llevarlos a ese mundo pero por culpa de Yoshimune cambió sus intenciones a último momento.

-¿Que demonios dijo? ¿El mundo de los sueños?- Sukehachi quedó en shock lo mismo que Osono y compañía.

Todos los niños del barrio Gegegenoge eran en realidad una gran cantidad de personas que serían sacrificios humanos para la resurrección de los monstruos que estaban sepultados en el famoso cementerio de monstruos, ubicado en algún lugar de lo más profundo de la galaxia.

La bruja al ver que había una gran cantidad de infantes reunidos, comenzó a reírse como una bruja maniatica, su risa se escuchó por todo el lugar a lo que los elementos del Nicogumi y las dos sicarias del Inazuma Bugeicho fueron a tratar de evitar que los niños fueran hacia la calabaza.

Luego de su risa malvada, Rivalun comenzó a hablar como si fuera a hacer su monólogo de villana.

-Los adultos siempre perturban a los niños y se acostumbran de robarles sus sueños y su libertad. Tanta es su interferencia que al final, cuando los niños crezcan dejan de soñar para siempre y terminan siendo al igual que sus padres, un cúmulo de personas aburridas que gozan de sus vidas mediocres.

Nuevamente la bruja se puso a reírse mientras veía la interferencia de Kokoro y compañía.

Mientras con Kokoro y sus efectivos trataban de apartar y alejar a los niños de la calabaza pero era completamente inútil porque más niños venían hacia la calabaza y estaban completamente a su merced, eso en buena parte gracias al narcótico que se usó en las paletas. Ahora los niños que la comieron estaban bajo su control mental y nada ni nadie podía detenerlos.

-¡Niños! ¡Despierten niños!- Gritaba la segunda al mando de Nicogumi con tal de hacerlos entrar en razón- ¡Despierten por favor! ¡Despierten todos! ¡Despierten!

Pero por más que intentaban evitar como alejar a los niños era insuficiente. No solo los infantes estaban en estado de somnolencia por la droga sino que algunos tenían fuerza sobrehumana a lo que empujaban y golpeaban a los bomberos incluso los dos idiotas de la Pandilla Alpha eran saco de boxeo a manos de una pequeña turba de niños.

Kurome y Nino, dos de las confiables sicarias del Inazuma Bugeicho asintieron entre sí y desenvainaron sus katanas, las voltearon al lado inverso.

-Si no puede a las buenas, entonces se hace a las malas- Dijo la guardaespaldas de Candy.

La ninja pelirrosa y la pelinegra comenzaron a golpear con sus armas a los niños, eso en un intento para librarlos del control mental.

Kokoro al ver eso, comenzó a reclamarles.

-¡¿Qué carajos están haciendo?! ¡Deténganse de una vez!

La ninja pelirrosa preguntó a su compañera pelinegra.

-¿Y esa quién es?

-¿Ella? Otra de las hermanas de Kotaro.

-Ya veo.

-¡Oye, hermanita menor!- Kurome se volteó para ver a la lugarteniente de Nikogoro- Lo siento, pero tenemos que hacer esto, así podremos devolverlos a la normalidad.

-¡Así no se resuelve esto! ¡¿Están idiotas o qué?! ¡Esto no está nada bien!- La chica reclamaba hasta que notó la fría mirada de la guardaespaldas.

-Puede que no te gusten nuestros métodos, pero si no te gusta vernos hacer esto, entonces cierra la boca. Las cosas no se resuelven siempre a las buenas y puede que sean niños, pero eso no quita que estén bajo control mental- Con una seña indicó a Nino que siguiera golpeando a más niños

Kurome empuño su espada y lentamente la volteó al filo correcto frente a Kokoro la cual comenzaba a experimentar el miedo viendo como la guardaespaldas dibujaba una sonrisa que se hacía más macabra mientras el brillo de su katana se hacía presente sobre su rostro.

-Kokoro...

La mencionada se volteó mientras que Kurome volteó rápidamente su arma blanca al lado inverso y chasqueó los dientes.

-Tuviste suerte en que no te matara, idiota.- La pelinegra se fue rápidamente a seguir su labor mientras la pelinegra menor miraba a la persona que de una manera le salvó la vida.

-Úrsula...

-Entiende como te sientes, yo tampoco no estoy de acuerdo con los métodos del Inazuma Bugeicho pero a veces tienes que hacer cosas duras si quieres que todo salga bien- La peliverde señaló a varios tratando en vano de apartar a los niños que pudieran pero en algunos casos los niños les respondían a los golpes- Míralos, si ellos deciden matar a otros niños o a cualquiera de tus compañeros, ¿no harás nada? Hay que sacarlos de eso antes de que hagan algo terrible.

-Úrsula...

-Sí Niikichi estuviera también diría lo mismo.

La peliverde sacó de sus ropas una de chanclas de plástico y se fue a golpear a los niños de tan singular manera mientras que la segunda al mando del Nicogumi dio un suspiro y se añadió al grupo de mujeres que doblegaban a los golpes a los niños.

(...)

Mientras tanto, Rivalun se entretenía riéndose al ver que por más que los Nicogumi y el Inazuma Bugeicho hacían algo al al respecto, sus intentos eran completamente inútiles ya que muchos más niños venían y entraban a su nave calabaza con el falso pretexto de ir al Mundo de los Sueños cuando en realidad todos ellos eran sacrificios preparados para la resurrección de aquellos monstruos sepultados en aquel lugar en la galaxia llamado Cementerio de Monstruos.

-Finalmente... ¡lo he conseguido!- la peliazul exclamaba en tono maléfico- Genial, puedo oler el miedo de los niños pensando ingenuamente que irán al mundo de los sueños cuando en realidad solo irán al infierno, ¡Jajajajaja!

-¡Estoy en casa, perras!

-¿Eh?

Varios destellos eléctricos junto con el sonidito de teletransportación de Dragon Ball aparecieron en la escena y en un momento, Candy apareció delante de Rivalun

-Ya llegó por quien lloraban.

-¡Tú! ¡Maldita raijin!- La malvada bruja apretó sus puños mientras su expresión era de furia- ¡Mataste a mi kaiju Rangifer! ¡¿Cómo alguien como tú puede tener el poder de dos dinosaurios?! ¡¿Acaso no eres una humana?!

-Sea lo que digas, no me importa- La raijin señaló con el dedo a la peliazul- Pero sí nena, esta belleza 1000% guapa y 100% sexy que ves aquí está para patearte ese plano culo.

-¡No tengo plano el culo! Al menos las veces que me lo he visto me gusta el tamaño

-Jejeje...

Rivalun al decir eso se sacudió su cabeza mientras Candy se reía.

-¿Qué haces aquí, Inazuma Candy?

-Sencillo, calzoncillo. Vengo a liberar a los niños que has drogado y secuestrado con engaños de llevarlos al mundo de los sueños.

La peliazul se rió burlonamente mientras que la raijin decidió endurecer su mirada.

-Pff, jajajajaja... Y ¿crees que podrás? Estos niños no sirven para nada, de hecho, sus vidas no me interesan. Ellos son solo un medio para alimentar mi propósito.

-¡Deja de decir eso!- La rubia clavó su mirada azul sobre el rostro encapuchado de la bruja- Eres una víbora rastrera... ¿Cómo puedo llamarte?- Sus ojos azules comenzaron a iluminarse- ¿Rivalun? ¿Tregear?... ¿Tadasuke Ooka Echizen?

-¡...! - Rivalun se quedó en silencio.

-Una vendedora ambulante vestida de yukata negra o vestida de bruja que durante todo octubre reparte paletas a los niños en las entradas en los colegios con el pretexto de que son para los que tienen y mantengan sus sueños... Todo eso con el propósito de drogarlos y con engaños hacer algo horrible con ellos.

-...

-Y encima, alguien que pertenece a la oficina de Minamimachi y que libera presos de la cárcel de Tenmacho, los convierte en monstruos y los envía para matarme o quizás a esa idiota de Yoshimune... Solo alguien tiene el poder de hacer eso- La raijin sacó de sus bolsillos de su pantalón lo que podía ser un envoltorio de papel- ¿Sabes que es eso?

-Es un simple envoltorio de papel.

-Es cierto pero el papel en sí, no es cualquier papel. Ese papel es washi.

-¡...!

-El washi es materia fina y echa de flora local como la mora turca, la flor ganpi, el bonsai de árbol, bambú, cáñamo, arroz y trigo. El washi generalmente es más resistente que cualquier tipo de papal y suele tener una larga vida útil. Se utiliza en varias artes tradicionales y en la elaboración de varios productos de la vida diaria como son ropa, lámparas y juguetes.

-¿Y que tiene que ver un miserable papel conmigo?

-Porque gracias a los análisis de uno de mis hombres, ese envoltorio proviene de la Provincia de Echizen, la cual en el Nihon alterno, es el norte de la prefectura de Fukui. Tengo entendido que la capital de esa provincia es Takefu, ¿O me equivoco?

-¡...!- Rivalun comenzaba a sudar frío ante las conclusiones que daba Candy.

-Y con tan solo eso, ya puedo saber quien eres...- Una sonrisa se dibujó en el rostro de la rubia- Bugyo de Minamimachi, Tadasuke Ooka Echizen... La mano derecha de la shogun.

Rápidamente Candy acercó una mano para bajarle la bufanda del rostro de Rivalun. Era un rostro de tez blanca y ojos avellana tirando a miel.

-T-Tú... Maldita, ¿Cómo supiste mi identidad?

-Con solo escuchar oficina de Minamimachi fue suficiente para saber luego de que uno de mis hombres lidiara con una vendedora ambulante y encontrara ese papel. Pero eso para mí es lo de menos...- Ahora la mirada de Candy era una llena de furia y odio- Tú atacaste a uno de mis hombres... ¡No perdonaré lo que le hiciste a Matsuri!- Su puño derecho estaba cargado de electricidad.

Rivalun trataba de articular palabra pero la mirada de Candy como la electricidad que estaba desplegando en su puño... Parecía que en sí, ella no era para nada humana.

-Puedes herirme e insultarme todo lo que quieras, no me importa, después de todo soy un monstruo... Pero... ¡No permitiré que hagas daño a las personas que quiero mucho! ¡Tampoco no permitiré que lastimes almas inocentes!

-¡...!

-¡RASALAS PUNCH!

Como si se tratase de un león en ataque, la velocidad de Candy tomó desprevenida a Rivalun y acabó con un derechazo en el rostro de la peliazul y la estrelló fuertemente en el suelo.

(...)

De repente, los niños dejaron de moverse como si estuvieran saliendo de un trance.

-¿Dónde estoy?

-¿Qué está pasando?

Todos los niños estaban mirando a todos lados sin saber en donde estaban, momento que tomaron Kokoro y sus bomberos para alejarlos de la calabaza mientras otros iban hacia ella para ver si habían más niños y sacarlos.

(...)

-¿Q-Qué fue eso? ¿C-Como me golpeó?- Rivalun se tomó su cara la cual había sido golpeada. De la zona lastimada, salían unos cuantos destellos eléctricos dando a entender que el golpe no fue nada bonito.

Pero cuando se limpió la boca de repente, sus pupilas de miel se quedaron hacia atrás mientras comenzaba a temblar como si tuviera convulsiones. Su mano tenía lo que podía ser una pequeña mancha roja... Y no era cualquier mancha roja... Aquello era...

-¿Q-que... Que es eso?

La mirada de Rivalun... No, la mirada de Tadasuke estaba enfocada en la mancha y luego una gota cayó... Era una gota que caía de la comisura de los labios.

-¡AAAAAAAAAAHHHHHHHHHHGGGGGGGGGG! ¡SAAAAAAAAAANGREEEEEEEEEE! ¡ES MI PROPIA SANGRE! ¡AAAAAAAAAAHHHHHHHHHHGGGGGGGGGG! ¡SAAAAAAAAAANGREEEEEEEEEE!