GEGE NO KITARO NO UTA
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Ge... Ge...
Gegege no ge...
Asa wa nedoko de gugugu
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Tanoshiina...
Tanoshiina...
Obake nya gakkou mo
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Shiken mo nanni mo nai
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Ge... Ge...
Gegege no ge...
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Minna de utaou
Gegege no ge...
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Ge... Ge...
Gegege no ge...
Hiru wa nonbiri osanpoda
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Tanoshiina...
Tanoshiina...
Obake nya kaisha mo
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Shigoto mo nanni mo nai
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Ge... Ge...
Gegege no ge...
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Minna de utaou
Gegege no ge...
...
Ge... Ge...
Gegege no ge...
Yoru wa hakaba de undoukai
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Tanoshiina...
Tanoshiina...
Obake wa shinanai
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Byouki mo nanni mo nai
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Ge... Ge..
Gegege no ge...
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Minna de utaou
Gegege no ge...
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Minna de utaou
Gegege no ge...
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Minna de utaou
Gegege no ge...
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Minna de utaou
Gegege no ge...
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Minna de utaou
Gegege no ge...
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Minna de utaou
Gegege no ge...
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Minna de utaou
Gegege no ge...
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Minna de utaou
Gegege no ge...
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HOY PRESENTAMOS:
DÍA DE BRUJAS EN EDO
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31 de Octubre.
Estación de bomberos Nicogumi
Distrito Megumi
Era el acostumbrado 31 de Octubre, día de Halloween, cuando...
Yoshimune, la Shogun de Edo como primera mujer en el cargo, estaba saliendo de incógnita del palacio y paseando entre la ciudad a buenas horas de la tarde, alrededor de las cinco o seis de la tarde. La pelirrosa quien estaba vestida inicialmente con su saco escolar azul oscura, chamarra rosada, corbata de moño azul, falda azul clara a cuadros, calcetines negros y zapatos escolares marrón (Uniforme escolar de Otonokizaka) estaba caminando en el barrio Megumi, camino a la estación de bomberos.
La pelirrosa con su mochila de cara de gatito entró al lugar y justamente se encontró con caras familiares, de hecho, no eran las frecuentes que se topaba en la estación. Estaban en el sitio, una chica pelinegra de cabello recogido y ojos rojos sentada en la mesa del pequeño comedor y un número de entre tres o cuatro personas alrededor del comedor.
Los adultos a su alrededor eran, un hombre adulto de entre unos 30 a 40 años, tenía el pelo erizado y los ojos marrones púrpura. Llevaba una camisa con mangas de color oro enrollada, un chaleco de color café sobre ella, así como pantalones de mezclilla. Por último tenía un sombrero de vaquero.
El segundo adulto era de edad aparente de 30 años o más, pelinegro, alto, de complexión muy delgada tirando a flaco, y usaba gafas oscuras.
El último adulto era el más joven de todos, era un peliazul bajito y gordito.
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Kokoro Yazawa
Segunda al mando del Nicogumi
Hermana menor de Nikogoro
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Miembros de la pandilla Alpha
Zander y Ed
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Paleóntologo
Spike Taylor
Padre del líder del Equipo D
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Kokoro, la segunda mayor de los Yazawa como el doctor Taylor y los dos tercios de la Pandilla Alpha estaban sentados en el comedor mientras veían algo en un computador portátil. Fue en eso que Yoshimune, bajo la identidad de Shino Tokuda, irrumpió mientras se acercaba a sus varias amistades que se hizo con el tiempo desde que se hizo Shogun.
-Kokoro, Doctor Taylor... ¿Qué están haciendo, chicos?
Los mencionados al oír la voz de la pelirrosa, se voltearon y dibujaron una sonrisa en el rostro.
-¡Hola, Shin-san!- Saludaron al unísono.
-Hola, ¿Qué es eso?
-Verás, Shin-san, es que hemos detectado un campo magnético pero en esta ocasión parece uno muy grande- Explicó Kokoro mientras la pelirrosa estaba viendo la pantalla del laptop de la estación, a lo que aprovechó a preguntarle al arqueólogo a su lado- Doctor Taylor, ¿Que cree que sea eso? ¿Acaso es una señal de los demonios de fuego?
-Puede ser una posibilidad pero generalmente pueden ser obra de un monstruo- respondió el hombre entrado en sus cuarenta años.
-¿Está diciendo que finalmente un kaiju hizo aparición en Edo?- Preguntó Yoshimune a lo que el hombre castaño asintió-Por cierto, ¿Y mamá y los demás?
-Onee-chan y los demás fueron a atender unas emergencias que ocurrieron en toda la capital, desde la mañana- Respondió Kokoro- Todos los elementos se mueven por todos los 888 distritos ya que octubre es un mes frecuente para que los demonios de fuego como incendiarios causen de las suyas.
-Ya veo, ¿Y Max y los demás?
-Fueron con un grupo aprovechando una señal que se detectó en mi laboratorio- Dijo el señor Taylor- Ya sabes como son Max y sus amigos cuando detectan algo. Si no es un dinosaurio, puede ser un kaiju.
-Entonces, Úrsula está con mamá ya que no la veo por ningún lado.
De repente, algo sonó desde el computador portátil a lo que Yoshimune y compañía dirigieron sus miradas.
-Campo magnético en el distrito 209- dijo la lugarteniente- Shin-san, señor Taylor. Ya que ustedes son los últimos en llegar les doy la misión de investigar.
-¡Sí señor!- Los cuatro se pusieron de pie e iban camino hacia el último para tomar un auto pero en eso los irrumpió un hombre bajito de estatura y de pequeño bigote como ojos pequeños como vestido de etiqueta azul.
-¡Esperen un momento!
-¡Ay!- Los cuatro se llevaron un susto- Ah, Jonathan. ¿Qué ocurre?
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Jonathan
Androide y sirviente de Rex Owen
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-Lamento mi interrupción, señor Taylor- El peligris hizo una reverencia- Pero si van a salir para investigar, les recomiendo que primero deben cambiarse de ropa.
-¿Y eso por qué?
-¡Claro!- Exclamó Yoshimune mientras le llegó un golpe de recuerdo- Hoy es 31 de Octubre.
-¡Ah cierto! Es Halloween, ¿Cómo se nos había olvidado?- Dijo el arqueólogo entre risas junto con los dos idiotas de la Pandilla Alpha.
-Exacto, hoy es día de brujas. La gente se sorprendería si los viera usando el uniforme del Nicogumi.
-¿Entonces nos iremos disfrazados?- Preguntó Zander, el flacucho del grupo.
-Exacto, de hecho, la señora Nikogoro y los demás elementos fueron de esa manera para atender la emergencia- Aclaró el androide- Igualmente por ser una festividad, tienen que ir de manera apropiada para armonizar con los demás.
-Sobre eso no hay problema- En eso Yoshimune usando su magia creó una lluvia de escarcha sobre ella misma y demás amigos dando con ella vestida de brujita, el arqueólogo de pie grande, y los dos de vampiro y Frankenstein- No hay situación que una chica mágica no pueda solucionar.
-Guau, realmente nos vemos de pelos... lo digo por ti Pie Grande- Rió Ed el gordito.
-No te preocupes, Ed, pero al final nos vemos geniales, me siento como para chupar sangre- Dijo Zander que se mostraba que estaba llevando traje de etiqueta, capa roja y unos colmillos.
-Pero Shin-san se lleva el crédito con el disfraz de brujita que se puso- Dijo el doctor Taylor señalando a la pelirrosa.
Los tres hombres miraron a la chica mágica quien presumía de su disfraz y solo reía por eso. La chica tenía un sombrero ancho de bruja morado, camiseta blanca de manga larga con detalles negros, falda morada, medias largas hasta el muslo y zapatillas marrón. Y el toque final era una varita mágica en su mano derecha.
-Pues solo me puse lo más sencillo y común para este día, además, pensé en ponerme un traje negro de bruja, orejas de gato, ya saben, para parecerme a Blair, pero creo que está bien.
-Aun así, te ves genial, Shin-san
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Más tarde...
En el distrito 209 o distrito Kitaro
Barrio Gegegenoge
El doctor Taylor estaba conduciendo su automóvil negro mientras con él en el piloto estaba Yoshimune y en el asiento trasero estaban Zander y Ed, recién los cuatro habían pedido algo en una burger de ese distrito.
En eso, Zander apareció detrás de Yoshimune quien fingió sentirse aterrada aunque la risa le terminó ganando.
-¡No es justo, Shin-san!- Se quejó el flacucho del grupo.
-Jajaja, lo siento Zander. Pero aun así te queda muy bien el disfraz de vampiro- le dedicó una sonrisa al sujeto quien se sonrojó por eso.
-Es Noche de Brujas y que debemos disfrazarnos y eso pero...- Eddy el gordito del grupo se quedó callado- ¿Es lo correcto? Digo, nosotros al igual que Max y Úrsula somos miembros del Nicogumi, más por Úrsula que es una de sus amiguis. Solo espero que no termine como el año pasado cuando se emborrachó con Zoe y Nikogoro y fueron a la oficina del bugyo.
-Nah, no lo creo, Eddy- Dijo Zander- La señorita Ooka es diferente al bugyo anterior desde que la reina Yoshimune se hizo Shogun por lo que en ese sentido, ya Nikogoro y sus amistades están advertidas, y es obvio que con eso Nico se toma muy serio su cargo, y desde entonces somos uno de los mejores escuadrones.
-Y sobre los disfraces, ya sabes que cuando hay una tradición es fuerte es inevitable no seguirla- Comentó el señor Taylor- El Halloween es todo un acontecimiento en el distrito Kitaro. Algún día, la noche de brujas será tan popular en Edo como ya lo es la Navidad.
Los cuatro emprendieron marcha hasta que el auto se paró en una zona especifica del distrito y los cuatro se bajaron y se dividieron en dos grupos, Yoshimune por cuenta propia al ser "Chica mágica agente del gobierno" y el doctor Taylor con los dos tercios de la pandilla Alpha. Aunque esos últimos ignoraban algo y es que...
Yoshimune nunca iría sola, pues como siempre, sus inseparables gatitos ninja.
-Sukehachi, Osono, les encargo que investiguen por su cuenta.
-¿Y usted su alteza?- Preguntó Osono, la gatita negra de ojos rojos.
-Yo sé cuidarme sola- La pelirrosa se vio su vestuario de brujita- Recuerden que antes que ser la Shogun, soy la chica mágica Mirakurun.
Los dos gatitos, conociendo desde que eran cachorros a su dueña y señora, asintieron y fueron aprovechando la multitud que estaba manifestándose ya comenzadas las siete u ocho de la noche, y el barrio Gegegenoge como lo dictaban las tradiciones, era uno de los primeros lugares donde se daba en marcha la tradición octubrina.
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Como era costumbre en el 31 de octubre, los niños del barrio Gegegenoge salían disfrazados con capas, máscaras, bolsas de papel, armas a la mano de plástico y entre otras cosas, pero siempre con la calabaza en la mano izquierda. Los infantes iban de puerta a puerta sea de viviendas o negocios haciendo el cántico tradicional de dulce o truco hasta que recibían los dulces o golosinas o habían casos donde los negocios aprovechando la festividad hacían sus descuentos por lo que obviamente había mucha gente comprando.
No había lugar donde no estaba abarrotado de gente y entre la muchedumbre estaba una chica pelirrosa la cual estaba viendo con una sonrisa la euforia que se sentía en el ambiente, sobretodo si eso hacía feliz a la gente.
Yoshimune iba vestida de sombrero negro y ancho de bruja, su cabello en dos grandes coletas, camiseta blanca de manga larga con detalles negros en cada manga, falda morada corta, medias largas hasta el muslo y zapatos marrón. Toda esa indumentaria era la que usaba cuando era antes una simple chica mágica que defendía Wakayama, la capital de la prefectura de su mismo nombre.
Quizás aquellos tiempos de chica mágica no volverían pero era difícil evitarse la nostalgia y más aún con la gente siendo feliz y sin ningún peligro que los invadiera. Al menos era lo principal que quería la reina desde que tomó el trono, ver a la gente feliz por siempre.
La chica prefirió dejarse de lado lo que estaba haciendo y decidió irse con un grupo de niños que pasaba por ahí. A veces no estaría mal permitirse un rato de pequeño egoísmo.
(...)
Yoshimune vio que alguien disfrazado de esqueleto estaba llamando a un grupo de niños los cuales asintieron y fueron hacia una casa la cual estaba decorada con motivo del Halloween, a lo que ella se unió al grupo para pedir dulces.
-¡Queremos dulces! ¡Queremos dulces! ¡Queremos dulces!
En eso salió una mujer pelirroja de una edad entre 25 y 30 años. La mujer dibujó una sonrisa mientras veía a los niños haciendo su cántico.
-Awww... Pero que lindos monstruos- La mujer tenía una canastilla llena de abarrotes entre sus manos a lo que se los dio al grupo de infantes- Tengan y repartan.
-¡Muchas gracias, señora!
-De nada, niños. Es su día, así que se lo merecen.
Uno de los infantes tomó la canastilla y luego los infantes hicieron reverencia a la mujer.
Luego de eso, la mujer se despidió mientras el grupo de niños luego de repartir los abarrotes se fue hasta la siguiente casa para recibir más dulces solamente quedando Yoshimune y la mujer hasta que finalmente ésta entró a su vivienda y cerró la puerta. La pelirrosa posteriormente se fue del lugar.
Una sonrisa se asomó en su rostro mientras veía de nuevo a otro grupo de niños que corrían totalmente alegres con sus calabazas en mano y llenas de caramelos. La pelirrosa decidió correr junto con ellos pero en eso se tropezó con alguien a lo que la Shogun se levantó rápidamente para ver que había alguien con un disfraz o pijama de un solo conjunto de un tigre.
La persona disfrazada era una chica rubia de ojos verdes.
-¿Aihara?
-¿Tokuda-san?- La rubia parecía que era otra amistad de Yoshimune- Cuanto tiempo sin verte, jajaja.
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Líder del grupo Citrus
Yuzu Aihara
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-Yuzu-san, eso fue la semana pasada cuando nos enfrentamos contra el comerciante Musashiya y su grupo de yakuzas.
-Sí, es verdad pero jamás me esperé verte y disfrazada de esa manera- La agente de gobierno vio de reojo a la chica mágica la cual se sonrojó en medio de risas.
-Por cierto, Yuzu-san, ¿Que haces aquí en el distrito Kitaro?
-Es que estaba investigando a un funcionario de ahí. Un hatamoto de apellido Genba Yamane, el cual se dicen rumores que tiene una mina ilegal... Pero...- La agente frunció el ceño
-¿Que pasa Yuzu-san?
-Esos malditos del Inazuma Bugeicho supieron antes que nosotras el Grupo Citrus, no solo asesinaron a Yamane sino que asesinaron a sus hombres y liberaron a los trabajadores de la mina Suzaki. Es como si ellos de repente supieran a quienes investigar y acabar antes que cualquier fuerza del gobierno.
-Es cierto, olvidé que desde que la reina Yoshimune tomó el trono, Inazuma Candy y su grupo tienen apoyo popular de manera lenta como segura.
-Tengo la sospecha de que alguien dentro del gobierno o un agente como yo les está dando información, por algo ellos se anteponen a lo que hacemos nosotros en cualquier momento. ¿Puede creer que en este mes aparte de Yamane, se asesinó a Gyobu Kurosaka y Daigaku Takayanagi? Ambos tenían investigación por corrupción.
-Ya veo.
-¿Y tú que haces en el distrito? ¿También investigabas a alguien?
-No- Yoshimune negó con la cabeza- Es que como es Halloween tomé el día libre para descansar e igualmente festejar como se debe este día.
-Ya veo... ¿Te molestaría que vayamos a pedir dulces juntas?
-¿Luego no tendrías problemas con Mei? Me han contado de que es alguien celosa.
-No, para nada- Rió la rubia- Ella está embarazada y está al cuidado de Himeko y mamá.
-Ya veo.
-Igualmente hago tonterías a manera de investigar.
En eso, dos niñas se les acercó a Yoshimune y Yuzu las cuales quedaron impresionadas por las golosinas que tenían el dúo de infantes.
-¡Ah, que sabrosas paletas!- Exclamó la pelirrosa la cual tenía sus ojitos estrellados como si nunca hubiera visto algo igual- ¿Quién se las dio?
-Una señorita vestida de bruja- Una de las pequeñas señaló a la distancia- Está regalando paletas en el puesto de allá.
-¡Yo también quiero una paleta!- Gritó emocionada la pelirrosa que se fue corriendo hacia el puesto
-¡Oye, Tokuda-san, yo también quiero una!- Exclamó la líder del grupo Citrus que corrió con tal de alcanzar a la chica mágica.
Pero no contaban que alguien encapuchado suspendido sobre un poste de luz estaba observando a las dos agentes.
Era un agente del Inazuma Bugeicho.
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Mientras tanto...
Un puesto de dulces estaba ubicado en medio de una calle, el puesto era de una carretilla simple con los famosas paletas o piruletas de muchos colores como sabores. La música que sonaba de fondo era parecida a una pieza de caja musical y la persona que vendía era una persona vestida de bruja, de vestido de una sola pieza de color negro, pequeñas botas puntiagudas, sombrero ancho de color morado y bufanda grande que le cubría la mitad del rostro y de cabellera azul clara y ojos dorados.
La mujer estaba con un altavoz a la mano mientras que los curiosos estaban llegando por montones, sobretodo niños.
-¡VENGAN, VENGAN! ¡Que vengan los niños que tengan sueños!
Los infantes venían por doquier alrededor de la tienda, aunque eso a la bruja vendedora no le importaba.
-¡Vengan niños! ¡Si tienen muchos sueños, les daré de mis dulces!
Los niños se reunían alrededor del carrito ambulante a lo que la bruja fue a su puesto, tomó un puñado de su mercancía y les dio a cada infante un dulce para cada uno. Fue en ese tumulto donde Yuzu y Yoshimune fueron en medio de los niños para pedir a la dueña.
-¡Oiga señora!
-¡Señora!
La extraña vendedora ambulante ignoraba los gritos de las dos adolescentes, las cuales estaban casi lloriqueando por unos de sus abarrotes. Parecía que solamente les daba sus paletas a los niños.
-¡Señora! ¡Danos dos paletas!- Gritó Yoshimune.
-¡Yo una de limón!
-¡Yo de fresa!
La bruja siguió ignorando a las dos jóvenes quienes insistieron pero conforme pasaban los segundos, más niños llegaban y tenían sus paletas, parecía que literalmente todos los niños del barrio Gegegenoge llegaban y tenían sus paletas, hasta habían algunos que repetían.
Las dos chicas con una clara derrota en sus rostros se voltearon para irse sin nada pero...
De repente, Yoshimune dio dos pasos y quedó congelada, eso extrañó a Yuzu quien preguntó que le pasaba a su amiga.
-Tokuda-san, ¿Estás bien? ¿Te pasa algo?
La pelirrosa se volteó lentamente hacia el puesto de dulces, aparte de la carretilla y la caja musical a alto volumen también habían unos pequeños globos de color naranja y un espejo, de hecho, la shogun miraba al espejo.
Una risa se escuchaba desde la nada y para más rareza, una especie de aura oscura se manifestaba en el espejo.
-Es magnifico cuando un adulto va al infierno... Pero cuando un niño vaya... Jajajajaja... Es por eso que me esfuerzo.
-Rivalun...- Susurró Yoshimune.
-Rival... ¿Qué?- Yuzu estaba extrañada ante el repentino cambio de actitud de su amiga, pero de repente quedó sudando frío cuando de pronto notó que en el espejo de ese puesto de dulces no estaba el reflejo de la extraña vendedora ambulante.
-Vaya, vaya... Si es mi querida amiga, Mirakurun... Que tal, mi querida vieja enemiga de toda la vida y hasta en lo más profundo de mis deseos, cuanto tiempo sin verte. ¿Cómo estás?
-¿Porque la formalidad?- Yoshimune frunció el ceño- Tú y yo no somos amigas, Rivalun.
-Hm... No has cambiado en nada. Sigues siendo la misma justiciera barata de siempre... Mirakurun... ¿O quizás debería llamarte Shino Tokuda? ¿Shin-san? ¿Reina Yoshimune?
-¿Qué demonios estás haciendo en Edo?
-Simple, me sentía tan sola luego de que te fuiste de Wakayama pero escuché de que alguien que gobernaba el dominio de Kishu fue nombrada como candidata al trono que dejó el vejestorio de Ieyasu y al final resultaste ser la reina, Mirakurun.
-Incluso siendo ahora una reina, ¿aún quieres hacerme la vida imposible?
-Sabes muy bien que desde siempre has sido mi enemiga jurada, Mirakurun. Eso nunca se acabará aunque ahora estás sentada en tu trono y gobernando a una bola de idiotas.
-Si es así, ¡Entonces te daré otra lección cuando era una chica mágica! ¡Puedo ser la reina de Edo pero sigo siendo la misma chica mágica de siempre!
-¿En serio Mirakurun? Tengo entendido que tienes problemas con ratas alrededor de tu gobierno y sin mencionar que una kaiju y su grupo guerrillero te está haciendo pedazos tu labor de buena gobernante.
-¿Qué dijiste? ¿Que Inazuma Candy es una kaiju?
-Una Eleking... Pero eso no es importante, Mirakurun. No creas que me detendrás en mi intento de destruir a la humanidad y consumir lo mejor que pueda la locura que llevo en mí desde que nací.
-Eres una...
-Amenaza todo lo que quieras, Mirakurun. Tengo mil cosas en mente con tu estúpida gente a lo que comenzaré mi historia y que mejor día que festejar el inicio de mi gloria en Halloween.
-No me importa, te detendré a como de lugar, Rivalun.
-¿Qué opinas de esto, Mirakurun? Yo me quedaré haciendo de las mías mientras reparto mis paletas a todos los niños de este barrio y luego con ellos haré lo que se me venga en gana.
-¡No harás lo que se te venga la gana! Esos niños son inocentes y solo quieren pasar un momento feliz.
-¿Felicidad? Ja, realmente me pregunto si tú haces lo mismo.
-¿De qué hablas?
-Mirakurun, puede que digas que hagas felices a tus habitantes, siendo que eres la Shogun del pueblo, aquella que fue criada por esa plebeya. Y te diré una cosa, eres muy ingenua para pensar que esas personas a quienes llamas amigos son buenas personas.
-No es verdad, ellos tienen buen corazón a diferencia de ti- reclamó la pelirrosa, pero solo causó más burlas en Rivalun.
-Por eso te digo que eres muy ingenua Mirakurun. Tu madre esa es una tipa fracasada que solo guarda rencor a las personas exitosas y con mejor suerte que ella, muchos de tus sirvientes te sirven solo por miedo o solo viven por sus propias convicciones, si no, ¿Por qué habría tantas ratas en tu gobierno?
Eso molestó más a Yoshimune
-Y te diré algo, aunque hagas felices a todos como dices, no serás feliz. Es más, ¿a poco con tu madre serás feliz ocultándole secretos? ¿O acaso serás feliz notando como hay muchos corruptos a tu alrededor? O mejor aún... ¿Serás feliz ocultando tu relación amorosa con...? ¿Cómo se llama ese sucio pescador que te acompañaba? ¡Ah sí! Yoshiro Sawamura... ¡¿Crees que alguien como tú será feliz con alguien como él?! ¿Serás feliz? ¡Dime Mirakurun! ¡¿Serás feliz con ese sucio pescador?! ¡Jajajajajajajajajajajajaja!
-¡YA CÁLLATE!- Yoshimune lanzó su vara mágica al espejo rompiéndolo y mientras los cristales caían al suelo, se notaba la furia e ira en los ojos de la pelirrosa.
-¿Tokuda-san?- Yuzu se quedó en silencio mirando ese espectáculo.
Esa acción hizo que los niños quedaran en silencio y Yuzu estaba en shock ante la actuación rara de su amiga.
La extraña bruja al ver que el espejo de su puesto fue destrozado en su totalidad, decidió tomar la palanca de su carretilla mientras que unos niños se iban en silencio y otros fueron a probar sus paletas.
-Bueno, ya fue demasiado por el día de hoy. Fuera de aquí- La extraña vendedora ambulante tomó su carretilla y se fue de largo.
-¡No escaparás Rivalun!
La bruja seguida de Yoshimune se fueron en polvorrosa dando comienzo a la persecución mientras que Yuzu al presenciar aquello decidió seguir a las dos.
-¡Tokuda-san! ¿Adónde vas?- Exclamó la rubia de ojos verdes que sin perder tiempo, fue tras su amiga y la bruja.
Pero nuevamente no contaba que entre los niños estaba ese ser enmascarado de hace unos momentos el cual estaba sacando su celular y posiblemente marcaba hacia su líder o uno de sus comandantes.
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Mientras tanto, a una distancia muy lejana.
Una persecución se estaba llevando acabo hasta un puente peatonal, la extraña bruja entre risas llevaba su carretilla de trabajo mientras que Yoshimune con furia en su rostro corría desesperadamente con tal de acabar con Rivalun y por último estaba Yuzu que corría tras su amiga como en parte saber quién diablos era esa extraña vendedora ambulante.
La persecución fue hacía la entrada subterránea del puente peatonal y dando con el largo camino por todo el lugar debajo del puente hasta la salida la cual era el final de dicho puente. La bruja sorprendente llevaba su carretilla sin problemas mientras que la shogun no dejaba de perseguir a quien fue alguna vez su peor enemiga.
Mientras tanto, Yuzu estaba corriendo con tal de alcanzar a su amiga pero de repente cayó al suelo. La rubia se paró del suelo mientras se sobaba la nariz.
-Mierda, que caída.
Pero cuando se puso de pie, miró que no estaba nadie. Había perdido el rastro de su amiga y la extraña bruja.
-¡Demonios!- Gruñó la agente rubia.
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Mientras tanto, en una calle concurrida del Barrio Gegegenoge.
Eran eso de las ocho o nueve de la noche.
La gente estaba adornando con sus disfraces las calles cuando de pronto un grupo de camionetas negras con una cara de león estampado en ellas llegaban en fila hasta que pararon su marcha y descendieron hombres vestidos de uniforme táctico negro, rostros cubiertos en pasamontañas negros y con katanas envainadas a la espalda.
Eran el famoso grupo armado como guerrilla que desde hace meses se hizo notar por su serie de actos cuestionables pero a pesar de ello eran alabados y respetados por la gente civil, de hecho, hasta habían rumores de que eran el brazo armado de la nueva shogun.
Eran el Inazuma Bugeicho, liderados por su fundadora y comandante en jefe, Inazuma Candy, el León Dorado de Yoshiwara.
La gente al ver al grupo vestido de negro, se reunió para hacer una reverencia alrededor del grupo que caminaba a paso firme ya que posiblemente irían a buscar a alguien malvado a quien eliminar. En eso, un niño pequeño disfrazado de abejita se presentó hacia la persona que lideraba el grupo, la cual estaba vestida de uniforme táctico, anteojos de sol, pasamontañas negro y bandana dorada sobre la cabeza sin olvidar unos mechones de cabello rubio.
El niño pequeño hizo una reverencia hacia la persona que lideraba el escuadrón a lo que ésta se quitó los anteojos mostrando unos ojos azules que brillaban como el cielo.
-Hola pequeño, ¿Cómo estás?- Su voz era femenina.
-Bien
-¿Pasó algo?
-Sí- el niño abejorro asintió. No había ni rastro de miedo al ver la apariencia tanto de la chica de ojos azules y de los hombres uniformados de negro- Una señora bruja estaba dándonos muchas paletas. A mí me dio dos porque le dije que mi hermano tenía muchos sueños.
-¿Muchos sueños?
-Sí. Pero ya comí muchos dulces por lo que le doy las dos paletas- En eso el niño con toda su inocencia le dio sus dos abarrotes hacia esa persona de ojos azules
-¡Oye, ten más respetos!- Uno de los uniformados iba a encarar al infante, pero justo cuando estaba por hacerlo, una corriente eléctrica atravesó su cuerpo dejándolo quieto y no solo eso, sino que sintió algo extraño en su cuerpo.
-Es un niño, no tienes que ser así- Dijo la chica de ojos azules y cuyo ceño estaba fruncido.
-Pero, Dono...- La corriente fue fuerte lo que lo dejó en el suelo con dolor.
-Es un niño, si vuelves a comportarte así, me veré obligada a darte con todo mi poder eléctrico ya que ellos son inocentes y no tienen que ver, así que compórtate como tal, ¿entendido?
-S-Sí Candy-dono.
Luego de eso, la persona bajó la parte baja del pasamontañas mostrando un lindo rostro femenino de piel blanca.
-Chiquito, ¿Por qué me das eso?
-Porque usted es la shogun- Respondió el pequeño.
La rubia se inclinó hacia el pequeño el cual rió cuando la chica puso su mano sobre la cabeza y la acarició haciendo reír al niño.
-Y tu eres amable, pequeño. Gracias.
El chico se fue en medio de brinquitos mientras una niña vestida de gatita fue hacia la rubia.
-Dono, una señora bruja estaba vendiendo dulces y alguien le rompió el espejo.
-¿Qué? ¿Qué dices?
-Venga- La infante tomó de la mano a la rubia y la llevó hacia donde estaban los trozos de espejo tirados en el suelo.
-¿Y eso? ¿Qué pasó?
-Es que una señora estaba vendiendo paletas y yo quería una, pero una bruja malvada y un tigre muy grande le rompieron y la bruja se echó a correr y encontré eso- La niña le dio a la rubia lo que parecía ser una varita con una estrella amarilla y pequeñas alas.
La rubia miró el artefacto y luego de eso se lo dio a la pequeña.
-Muchas gracias, linda. ¿Sabes que pasó después?
-Sí. La señora se fue corriendo y la bruja y el tigre también.
-Una bruja y un tigre. Ok. Gracias, pequeña.
La niña se fue del lugar mientras que la rubia se puso de pie y habló frente a sus hombres.
-Escuchen, yo iré tras esas dos personas. No perdonaré nunca algo hacia los vendedores ambulantes.
-Pero Dono, la necesitamos a usted para acabar con Yoshiro Kitayama que vive en el distrito Kitaro- Habló un uniformado de piel morena y ojos azules oscuros.
-Lo sé, Wave. Pero creo que en esta ocasión alguien de mi confianza los liderará- En eso fue hacia una persona de ojos negros y le dio la paleta- Kurome-chan, tú llevarás al grupo mientras no estoy y te doy la paleta.
-Como ordene, Candy-dono- La siempre guardaespaldas de la raijin aceptó el dulce e hizo el saludo militar lo mismo que sus hombres.
Kurome y los demás uniformados se fueron corriendo mientras que Candy fue la pequeña vestida de gatito.
-¿Sabes por dónde se fueron?
-Por allá- Señaló la pequeña.
-Muy bien. Gracias pequeña.
La chica se posicionó como si estuviera en una competencia de atletismo y se echó a correr rápidamente con tal de alcanzar a Yoshimune, después de todo la shogun era la piedra más grande en sus zapatos.
