Algo extraño sucedió después de su disculpa muy pública a Hermione.
Los estudiantes lo miraban raro.
Especialmente las estudiantes.
No solo eso, sino que las estudiantes lo saludaban en el pasillo cuando pasaba, lo cual ya era lo suficientemente extraño; no es que no hicieran eso a todos los demás miembros del personal, sino que nunca le había pasado a él. Por lo general, se encogían tratando de que no las notara.
De repente, parecían poner atención a cada palabra que decía en clase, y más de una vez estaba seguro de que las estudiantes le estaban pidiendo que revisara su trabajo solo para que él fuera a su lado.
Podría haber jurado que una chica pareció derretirse.
Fue francamente extraño.
Lo había mencionado de pasada a Hermione que le preocupaba que hubiera habido algún tipo de incidente en las cocinas, que hubieran puesto algo en la comida o una broma a gran escala y ella casi se había caído de su silla de la risa.
"¿Qué te pasa, mujer ridícula?"
"Oh... oh, Dios mío, Sev... esto es demasiado... ¿en serio no lo sabes?"
"¿Saber qué?"
Ella no podía hablar por la risas y él empezaba a molestarse.
"Severus, desde tus disculpas en el Gran Comedor te están haciendo ver como un gran héroe melancólico pero romántico, tipo Heathcliff*... ¿no lo entiendes?"
Su cara estaba en blanco mientras agitaba la cabeza.
¿De que demonios estaba hablando ella?
"Están tratando de llamar tu atención porque les gustas. Eres el crush número uno de esta escuela"
El color llenó su cara.
"Estás bromeando conmigo"
Ella no pudo evitar que la risa se escapara una vez más ante la mirada en su rostro.
"Hablo en serio... Puede que tenga algo de competencia."
Mordiendo su labio, ella lo estudió a través de sus pestañas, y él no pudo evitar avanzar hacia ella.
Dijo una palabra antes de atraparla en un beso.
"Nunca."
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El día de San Valentín se acercaba rápidamente, junto con el baile de San Valentín.
Severus estaba agitado.
No ayudaba el hecho de que seguía atrapando a Gerard observándolo desde el otro lado de la mesa con una mirada intensa en la cara.
Le hizo una mueca de desprecio al hombre y apuñaló su desayuno.
Odiaba el día de San Valentín con pasión.
Hermione se inclinó y le susurró
"¿Qué te hizo ese tocino?"
Soltando un gruñido enfadado, respondió:
"Me insulta con su presencia"
Ella se rió en respuesta.
"Bueno, si no lo quieres..."
Ella se movió hacia él como para sacar el tocino de su plato y él prácticamente le gruñó.
Riéndose, ella le empujó la rodilla con la suya.
"Cómelo, no necesitas matarlo, ya está muerto."
Con el ceño fruncido, se comió el tocino.
No porque ella le hubiera dicho que lo hiciera, sino porque él quería algo que lo distrajera.
Odiaba el día de San Valentín.
Aborrecía toda la parafernalia.
Entonces, ¿por qué quería comprarle flores, joyas o algo más bonito?
¿Por qué estaba enfadado porque ambos serían chaperones en el baile de los años inferiores y él no podría bailar con ella?
Se había decidido que habría dos bailes de San Valentín, una para los alumnos d año y otro para los de quinto año y superiores.
Ella se había negado a asistir al baile de los años superiores, en su lugar había optado por ser chaperona en el de los más jóvenes.
En realidad, ella le había dicho que si no podía bailar con él, entonces no quería ir, y que preferiría pasar la noche con él, incluso si era haciéndole de chaperones.
La había acercado a él y abrazado con fuerza cuando ella se lo había dicho.
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Desde que Hermione había mencionado en broma que se casaría con él, era todo en lo que había podido pensar.
¿Quería él casarse con ella?
¿Quería ella casarse con él?
¿Quería siquiera casarse en primer lugar?
¿En serio diría ella que sí si él alguna vez se lo pidiera?
Lo dudaba.
Obviamente estaba bromeando, y ninguna bruja querría cargar con él para siempre.
Podía admitir libremente que la amaba y aceptar que ella también lo amaba a él.
Pero eso no significaba que estarían juntos para siempre.
Muchas parejas se amaba y terminaban con otras personas, a pesar de que él nunca amaría a otra.
Y Severus era un hombre chapado a la antigua, el matrimonio era para siempre.
Mientras preparaba el té, la estudió.
Ella estaba acostada en su sofá, con ambas piernas colgadas sobre un reposabrazos, un tomo pesado levitando sobre ella y Odín descansando sobre su vientre. Una mano estaba pasando la página, la otra estaba acariciando distraídamente a Odín.
Desde el susto que se llevaron en Año Nuevo, el pájaro había estado más apegado a ella de lo habitual.
Acicalandola constantemente como un tonto enfermo de amor e incluso trayéndole trozos de comida.
Sacudiendo la cabeza, regresó al sofá y ella se inclinó hacia adelante para permitirle sentarse.
Una vez que él se sentó, ella volvió a poner la cabeza en su regazo donde había estado anteriormente.
Él levitó su libro para poder usar una mano para su té.
La otra la usó para acariciar su cabello.
Ella le dio una sonrisa y le besó la mano cuando pasó cerca del costado de su cara.
Tragando el nudo en su garganta, pensó decididamente para sí mismo.
No. No te engañes, el matrimonio no es para ti, no es para nosotros.
Seré feliz con lo que tengo, mientras lo tenga.
Y cuando quiera irse, la dejaré ir.
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Desafortunadamente, parecía que, una vez más, el destino no iba a hacer que su elección fuera fácil para él.
Entraron caminando uno al lado del otro a la sala del personal y la encontraron en un caos total, con el sonido de un bebé gritando.
El rostro atribulado de Vector estaba meciendo un bulto en sus brazos, Hooch parecía agotada y el resto del personal estaba sentado dentro de una barrera para evitar el sonido, haciendo todo lo posible por parecer demasiado ocupados como para atender al bebé.
"¿Qué rayos está pasando, mujer?"
"A mi hermana se le ha pedido que dé una conferencia como invitada en Beauxbatons y su niñera está enferma, así que me preguntó si podía cuidarla durante el día, estaba dormida cuando la trajo de París, pero ahora no deja de llorar."
"Diría que es mitad mandrágora, ¿qué estás haciendo para molestarla tanto?"
"¡No lo sé! Belle dijo que solo necesitaba hablarle cuando se pusiera inquieta, pero nada funciona y Emelie no deja de llorar."
La mujer lucía agotada y al borde de las lágrimas, además de parecer que podría caer desmayada en cualquier momento por el estrés.
Hermione fue y tomó al bebé de sus brazos, y Severus arrastró a Vector a un asiento.
"Siéntate antes de que te caigas, mujer, podría tener cólicos, ¿por qué no llamas a Poppy para...?"
Sus palabras se cortaron cuando de repente todos los ojos estaban puestos en Hermione, que se balanceaba suavemente y había comenzado a cantarle al bebé.
"Fais dodo bebe mon petit... Fais dodo mon cheri"
Los gritos de la bebé se apagaron hasta convertirse en un sollozo casi instantáneamente ante la suave voz de la chica, y luego agarró un mechón del cabello de Hermione en su puño gordito.
"Fais dodo, t'auras du lolo
Maman est en haut
Qui fait des gâteaux"
Ella caminó hacia los asientos y se sentó en el sillón que normalmente él ocupaba cerca del fuego, la bebé suspiró suavemente.
"Papa est en bas
Qui fait du chocolat
Fais dodo bebe mon petit... Fais dodo mon cheri"
La bebé estaba profundamente dormida en sus brazos, con un puño en la boca y otro aferrado al cabello de Hermione.
Hermione, ahora sentada, continuó meciéndola suavemente en sus brazos mientras le sonreía.
"Bueno... Joder", comentó Hooch.
Él no podía decir nada.
Estaba demasiado concentrado en la chica sentada en la silla.
El fuego lanzaba una cálida luz a su alrededor, parecía que estaba brillando.
La pura sonrisa de afecto en su cara mientras calmaba al bebé en sus brazos hizo que le doliera el pecho.
Y de repente se dio cuenta con toda la fuerza de su corazón.
Él quería esto.
Él quería esto con ella.
Quería quedarse con ella, casarse con ella.
Quería ponerle un anillo en el dedo, que tuviera su apellido al final de su nombre y llenar su vientre de bebés.
Lo quería todo.
Pero ella era demasiado buena para alguien como él, y ninguna mujer querría tener a sus hijos.
Pero eso no le impidió desearlo, y desear fue lo que hizo
No pudo evitar caminar hacia ella y sentarse en el reposabrazos del sillón, mirando hacia la pequeña en sus brazos.
"De repente perdió su herencia mandrágora al estar en tus brazos."
Hermione sonrió y le dio un empujoncito con el hombro, pero luego se quedó inclinada hacia su costado.
"Me di cuenta de algo que Vector no."
"¿Oh?"
"Ella es francesa."
Levantó una ceja.
"Ella no es exactamente una gran conversadora a esta edad, Granger."
La chica se rió suavemente y la bebé se movió y suspiró en sus brazos.
"No, pero ha crecido en Francia y se le habla en francés, puede que no entienda las palabras, pero todo el idioma es diferente, el tono, la inflexión... todo lo que decimos sonaría extraño para ella".
Dios, ella realmente es una pequeña empollona inteligente.
Él extendió la mano y acarició la mejilla suave de la bebé con un dedo y fue recompensado con un pequeño sonido de contentamiento y un bostezo de la bebé y una sonrisa radiante de Hermione.
"¿Te sientes nostálgico Severus?" Hooch rompió el silencio.
Sus ojos levantaron la vista para ver que todo el personal tenía sus ojos puestos en los tres, con diversas expresiones en sus rostros.
Luchando contra el color que subía a su cara, se puso de pie, rompiendo el momento entre ellos.
"Difícilmente... Solo pienso en lo preferible que es tenerlos no verbales, y preguntándome si podemos hacer algo para que los estudiantes sean iguales."
"Bueno, no sé tú, pero estoy segura de que no me molestaría que Hermione me cantara así para hacerme dormir ".
Hooch le lanzó un guiño a Hermione, quien respondió sin levantar la vista de la nena en sus brazos.
"Juega bien tus cartas."
Eso hizo que Hooch ladrara una risa, solo para que Vector le pusiera una mano sobre la boca y la mirara feo cuando la bebé se movió inquieta.
Mirarla de nuevo, sentada en ese cálido brillo, de repente fue demasiado.
Era lo que quería, pero lo que nunca tendría.
Sintió las lágrimas que se abrían camino a la superficie y tuvo que irse, antes de hacer el ridículo.
"Tengo algo de trabajo que atender, quédate aquí si puedes ser de ayuda, podemos seguir donde nos quedamos mañana,"
Y con eso salió rápidamente de la habitación.
Nota de la autora: Lo que cantaba Hermione es una canción de cuna francesa, conocida como Fais Dodo.
Las primeras palabras que se usan aquí se traducen como "Duérmete, mi pequeño bebé, duerme, mi amor".
La versión de la canción que usé aquí es más bien cajún, me inspiré en un episodio de True Blood. Como no puedo publicar enlaces directos, solo busquen "True Blood Lafayette and the Ghost" en YouTube y salten hasta el segundo 38. Realmente lo recomiendo, dura solo unos segundos, pero la voz de la mujer realmente se me quedó grabada.
Mientras que pueden buscar en Google la versión original de la canción y la letra es ligeramente diferente en la versión original en francés.
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Nota de la traductora: *Heathcliff es una referencia al personaje de la novela de Emily Brontë, Cumbres Borrascosas.
Y bueno, Severus ha reconocido ante sí mismo que quiere un futuro con Hermione, pero no cree que ella quiera lo mismo con él. Ustedes que opinan?
