Disclaimer: Naruto solo pertenece a Kishimoto. Este fic está inspirado en la película gladiador y la serie Spartacus. Esta historia contendrá temas fuertes de gore, violencia y lemon, abstenerse de leer personas sensibles.
Capítulo 6: Descenso al infierno y la liberación de Kotone
El Raikage estaba molesto por los informes que recibía de sus científicos e ingenieros. A pesar de toda la información recolectada aun no eran capaces si quiera de duplicar con éxito los resultados de la implantación de la marca de maldición a la misma tasa que lo hizo Orochimaru; pues mientras Orochimaru perdía nueve personas al instalar un sello de manera exitosa en una persona, ellos perdían 29 personas para obtener el mismo resultado. Además, por lo que había oído, Orochimaru había estado diseñando un método para identificar a aquellos individuos que podían soportar una marca de maldición para ahorrar esfuerzo, tiempo y recursos a la hora de expandir su ejército. Ellos no estaban ni siquiera cerca de igualarlo.
—¿Aun así quiere continuar? Él es muy famoso —dijo uno de los shinobis que le estaban informando al Raikage de los resultados.
—Soporto a una bestia con colas, soportara esto. Además, no importa lo famoso que se vuelva. Él es un esclavo bajo mis órdenes, si decido ejecutarlo nadie debería de dudar de mi decisión —dijo el Raikage de manera arrogante mientras ordenaba traer a los sujetos con los que Kumo experimentaría para refinar el proceso para producir nuevos sujetos con marcas de maldición.
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Naruto se encontraba dormido al lado de Kotone, tal y como habían planeado han demostrado señales afectivas entre si al público y a los guardias con la intención de dar a conocer una "relación sentimental" que se ha establecido entre ambos. Naruto se ha encontrado sumamente preocupado por la futura seguridad de Kotone, sobre todo porque será una futura madre; Kotone por otro lado solo sueña con poder escapar y encontrarse con su hijo, aunque aún sin tener claro el porqué de esta necesidad, tampoco le importaría terminar muerta en el proceso. Sin previo aviso abren la celda en la que se encuentra la pareja y la despiertan.
—¡Tú, levántate y vístete! —dice un shinobi de Kumo a un desnudo Naruto mientras mira descaradamente a la kunoichi, la cual también esta desnuda. Naruto obedece pensando que nuevamente va a pelear en alguna arena de la aldea, especialmente porque en esta época hay varios comerciantes importantes y políticos del país visitando la aldea precisamente para disfrutar de una buena batalla entre gladiadores.
Todo va normalmente, lo colocan a él dentro de una caja de un metro por un metro y tiene que esperar de manera muy incómoda dentro de la caja en lo que llega a su destino, sin embargo, en esta ocasión pasa mucho más tiempo de lo acostumbrado. Al sacarlo de la caja lo colocan en una jaula ligeramente más amplia y tirada por un shinobi medianamente corpulento. Naruto se pone muy nervioso cuando sospecha que lo han sacado de la aldea oculta, pues no sabe a ciencia cierta a donde se dirige o el por qué lo llevan a ese lugar desconocido. Su vida como shinobi y como gladiador le ha enseñado a mantener la calma y pensar detenidamente en todas las posibilidades para evitar realizar acciones desesperadas de algún tipo, especialmente cuando aparte de tener el tiempo de hacerlo, no puede hacer nada más.
Al momento de que ambos llegan a la entrada de una cueva, un shinobi con bata sale de esta y acompaña adentro al prisionero, todavía dentro de una jaula, con la ayuda de shinobis de las instalaciones. Naruto se dio cuenta de que no era escoltado únicamente por un shinobi, sino por dos equipos. Esta situación lo puso más nervioso y daba por hecho que cualquier cosa que le vayan a hacer en ese desconocido lugar no podría ser nada bueno. Lamentablemente tenía razón.
Lo sacaron de la jaula y lo sometieron amarrándolo con cadenas especiales a una mesa de operaciones. Naruto obviamente se retorció y lucho recibiendo golpes debido a esa resistencia. Naruto oyó el nombre de varios jutsus antes de sentir un horrible dolor en el cuello y una sensación familiar que no conseguía identificar, el dolor se extendió del cuello a todo su cuerpo y no supo más de sí mismo por que el dolor no cesaba y era demasiado intenso. Sintió que su cuerpo cambiaba de alguna manera, pero era incapaz de tener un pensamiento coherente de cualquier tipo, ni siquiera podía pensar en dejar de sentir dolor. Naruto cerró los ojos viendo a los indiferentes shinobis.
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Naruto se despertó sumamente desorientado y alarmado, sentía que su cuerpo era de alguna manera diferente y también se dio cuenta de que pensaba en cosas sumamente raras según sus recuerdos, no tardo en deducir que lo que sea que le hayan hecho afecto no solo su cuerpo, si no su mente y su manera de pensar.
—¡Despertaste! —dijo de repente una kunoichi con el uniforme estándar de la aldea de Kumo mientras se acercaba, Naruto mostro esa sonrisa que lo caracterizaba cuando era shinobi de Konoha, y pronto la cambio a la sonrisa que tenía cuando sobrevivía a una de esas absurdas luchas de gladiadores.
—¿Te sientes bien? ¿Entiendes lo que digo? No esperábamos que nadie despertara hasta dentro de una semana —dijo la kunoichi acercándose con confianza para examinar a un Naruto recién despertado. Por lo que le habían informado a ella, los sujetos sobrevivientes siempre se encontraban debilitados y eran incapaces de coordinar movimientos, y en la mayoría de los casos se volvían completamente locos.
Naruto acerco lentamente su mano al cuello de la kunocihi mientras esta lo miraba sorprendida, su sorpresa paso a terror cuando Naruto apretó su mano alrededor de su cuello y sonrió de manera siniestra mientras hacía esto. No paso ni un minuto cuando él sintió como algo lo electrocutaba, y lejos de calmarse sintió una incontrolable furia recorrer su cuerpo y se abalanzo sin pensar en contra del shinobi, pero las rejas de la jaula en la que se encontraba lo detuvieron. Naruto siguió intentando alcanzar a los shinobis mientras solo podía pensar en cómo asesinarlos, y lo mucho que disfrutaría al hacerlo. En algún momento se dio cuenta de lo que había pensado, retomo el control de su cuerpo y se colocó en posición fetal en medio de la jaula.
—De verdad que es fuerte. ¿Será por el hecho de que fue un Jinchūriki? —preguntó el shinobi mientras la kunoichi todavía se recuperaba del ataque sorpresivo que sufrió.
—En definitiva, Spectra es un sujeto bastante rudo —dijo la kuniochi observando como Naruto se apretaba la cabeza buscando controlar sus pensamientos—, no me sorprende que estuviera en nuestro libro bingo. Sea lo que sea que le haya pasado debe de informarse a nuestro superior.
—Me pregunto si será perteneciente al antiguo y casi extinto Clan Uzumaki. Ya sabes, el militar, y no los clanes civiles con el mismo apellido —se preguntó el shinobi a sí mismo.
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Tal vez fuera por el embarazo, por no haber entrenado y asesinado en un largo tiempo, o por tener la marca de maldición bloqueada, pero Kotone se encontraba preocupada por Naruto. Para ella era nuevo sentirse tan ansiosa por el bienestar de alguien; la situación más parecida que había vivido era cuando estaba por fallar una misión, y siempre podía esforzarse más para cumplir la misión y liberar la tensión, pero en esta ocasión no podía hacer nada, y lo sabía. Todas estos pensamientos y emociones solo la frustraban e incrementaban su ansiedad. Durante breves periodos de tiempo conseguía dejar de pensar y sentir esas cosas tan solo para preocuparse por la incertidumbre de su destino si de verdad Naruto había muerto.
La puerta de su celda se abre de repente tan solo para ver como traen a Naruto inconsciente, lo arrojan al suelo y le dicen a la kunoichi prisionera unas últimas y perturbadoras palabras:
—Buena suerte, a ver cuánto tiempo duras viva.
Kotone se pone en alerta y se acerca a un inconsciente Naruto, tan solo para abrir sus ojos llenos de terror y apartarse lo más posible de él al ver lo que tiene en su cuello; una marca de maldición. Puesto que tiene menos de 24 horas desde que dicha marca se hizo, Kotone piensa que él va a morir para la madrugada, sin embargo, se extraña al percatarse de que no tiene fiebre ni se está convulsionando. Aun cuando Orochimartu en persona te instalaba el sello con todo cuidado pasabas un tiempo inconsciente, con fiebre y calosfríos, en el mejor de los casos, los cuales eran raros.
—Admito que eres inhumanamente resistente —dijo Kotone para sí misma. Aun así, no podía bajar la guardia. Si se despertaba probablemente sufriría todos los cambios psicológicos que la mayoría de los sujetos con marca de maldición padecían; su agresividad y su crueldad se verían aumentadas, y perdería su autocontrol con suma facilidad, de por si él no tenía mucho, era bastante impulsivo.
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Naruto se despertó en su celda y vio a la kunoichi acurrucada, pero alcanzo a distinguir su vigilante mirada y supo que acercarse de manera brusca sería mala idea. —¡Buenos días Kotone! —dijo Naruto al levantarse con una amplia sonrisa, algo que inquieto al instante a su acompañante. A una velocidad sobrehumana para alguien que se supone tiene el chakra sellado se acercó a la kunoichi y le disloco la muñeca. Kotone dejó caer un cuchillo improvisado que tenía. —Qué mala eres, y yo que creí que éramos amigos —dijo mientras ponía una sonrisa ligeramente malvada y golpeaba en el vientre a la pobre mujer.
Ella se dobló del dolor y supo que no saldría viva de ahí. Naruto le agarro de los cabellos y la empezó a asfixiar con su antebrazo. Kotone hacia lo posible para respirar, pero todo parecía inútil. —No vas a morir tan fácilmente o si —dijo Naruto mientras se reía. Kotone no esperaba que conservara el uso de la razón tras haberse despertado por primera vez con el sello maldito, siempre que se despertaban estaban completamente locos y casi nunca hacían ataques planeados, organizados o con algún objetivo fuera de asesinar seres vivos. Pensó en una última jugada desesperada e hizo ademanes de querer hablar.
—¿¡Últimas palabras!? Ok, no soy malo —dijo Naruto mientras aflojaba ligeramente el agarre sobre el cuello de la kunoichi.
—Es… tuyo… —dijo sin que Naruto entendiera lo que ella quería decir.
—¿Qué es mío? —preguntó Naruto con confusión.
Kotone desvió su mano sana hacia su vientre y Naruto abrió sus ojos de manera desmesurada. Soltó a Kotone de repente y se fue a acurrucar a un rincón, lejos de ella, mientras se sostenía la cabeza con fuerza. Kotone permaneció hincada mientras recuperaba el aliento.
—Perdón —dijo Naruto con voz baja—, no sé lo que me está pasando.
Una vez más Kotone quedo un tanto impresionada con Naruto; eran raros los sujetos con marca de maldición que podían recuperar su autocontrol cuando se volvían locos, y en la mayoría de esos raros casos, o eran personas que tenían cerca a seres queridos muy importantes, o tenían cerca a sus peores enemigos. No sabía cómo Naruto recupero su autocontrol, pero agradecía que lo hubiera hecho, ella ya se daba por muerta.
—No te preocupes —dijo Kotone intentando tranquilizar a Naruto—, siempre pasa lo mismo cuando alguien adquiere una marca de maldición. En tu caso puede ser peor teniendo en cuenta que utilizaron un método poco refinado —dijo recordando brevemente sus lecturas acerca de los primeros sujetos con marca de maldición.
—¿Y ahora qué hago? —dijo Naruto mientras sus pensamientos únicamente eran de desesperación y comenzaba a llorar.
—Para empezar, tranquilízate. Llorar nunca ha ayudado a nadie —dijo ella recordando toda su vida y una de las primeras lecciones que le enseñaron cuando fue reclutada—. La energía natural afecta de distinto modo a las personas; adquirida de esta manera obliga a todo el cuerpo a adaptarse a este brusco cambio, causando mutaciones en todo el cuerpo, incluyendo el cerebro; esto afecta la mente y los procesos de pensamiento. En el caso de la marca de maldición, nos vuelven psicóticos hasta cierto punto, pero con algo de meditación y entrenamiento se disminuyen sus efectos.
—¿Energía natural? —pregunta Naruto desconcertado, mirando a Kotone y exigiendo una respuesta.
—La marca de maldición es un atajo para adquirir energía natural y es la síntesis de una habilidad usada por un clan que actualmente está muy reducido —dijo Kotone con cierto resentimiento—, por cierto, todo esto es secreto, así que por favor no se lo cuentes a nadie —dijo ella sin importarle realmente que fuera información clasificada, no le importaba desde que murió Orochimaru, pero por alguna razón que ella desconoce, no quiere que los ninjas de Kumo adquieran toda esa información tan fácilmente.
—¿Creí que ya les habías contado toda esta información? —dijo Naruto desconcertado.
—Nunca me preguntaron acerca de la marca de maldición. Probablemente ya sepan todo esto de todos modos, pero si no, me gustaría que les costara trabajo obtenerla —dijo ella con un tono neutro.
—Entonces no me será tan difícil dominar el poder de esta marca —dijo Naruto mientras Kotone lo miraba desconcertada—, yo estaba entrenando para dominar la energía natural, de la misma manera que lo hacía un sensei mío —aclaro dejando aún más impresionada a Kotone.
—¿Alguien del clan Senju? —preguntó ella curiosa. Naruto negó con la cabeza y ella decidió que profundizar con el asunto no le serviría al avance de sus planes actuales—. Entonces comencemos a entrenar tu mente, en unos cinco días comienza otro evento, y probablemente te vuelvan a llamar.
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Naruto se encontraba aterrado y emocionado en partes iguales; por un lado, era la primera vez en más de dos meses de captura que saldría de la Aldea Oculta entre las Nubes o cualquier instalación perteneciente a ella, pero por el otro lado iría una vez más a un evento especial con una gran posibilidad de morir. Pareciere como si el Raikage se hubiera propuesto como su meta no solo matarlo, si no humillarlo y hacerlo sufrir; irónicamente, cada vez que sobrevivía a uno de esos eventos especiales aumentaba su fama y adquiría cierto grado de protección. Él sabía que eso no dudaría eternamente y de un momento a otro lo colocarían en una posición en la que no sobreviviría por más que se esforzara. Solo esperaba aguantar lo suficiente para que su aldea encontrara la forma de liberarlo.
El evento será en esta ocasión en una de las cuatro islas móviles de Kumo. Naruto había escuchado que las islas móviles eran en realidad tortugas gigantes que habían hecho contratos o acuerdos con varios clanes que actualmente pertenecen a Kumo.
El evento consistirá en que equipos de gladiadores comandados por Genin y vigilados por ANBU desembarcarán en la isla y comenzarán una cacería de sujetos con marcas de maldición hasta que todos los sujetos con marcas de maldición sean asesinados, o que todos los Genin queden incapacitados para liderar los pelotones de gladiadores. Naruto no posee tanta información como le gustaría: ignora cuantos Genin participaran en el evento, cuantos gladiadores comandara cada Genin, y cuantos sujetos con marca de maldición habrá en la isla. Lo único que sabe es que en esta ocasión será enviado como sujeto con marca de maldición y no como gladiador.
—Escúchame muy bien, ni siquiera intentes escapar. Si lo haces o te alejas más de cinco kilómetros de la tortuga —dijo un ninja de Kumo mostrándole un sello explosivo—. ¿Entiendes? —Naruto asintió con la cabeza.
—Estamos por desembarcar, te desearía buena suerte, pero la verdad es que odio a los ninjas de Konoha. Espero que sufras una muerte humillante y dolorosa —dijo el ninja mientras abría la jaula que lo transportaba y la arrojaba al mar aun sin que él hubiera salido.
Naruto salió de la jaula y comenzó a nadar en dirección a una isla que al parecer se movía muy lentamente. Honestamente él esperaba que hubiera bastantes sujetos con marca de maldición, o si no de verdad estaría jodido. Sonrió al pensar en que, aunque hubiera pocos sujetos con marca de maldición, los pobres Genin y los gladiadores que los acompañaban no tenían una idea de lo que les esperaba.
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Gracias a su entrenamiento truncado con la energía natural, los consejos de Kotone y un par de luchas que tuvo en las que lo obligaron a activar su sello maldito directamente al nivel dos, averiguo varias características que tenía él en su transformación. Para empezar, su transformación en la fase dos del sello maldito es la de un zorro antropomórfico completamente cubierto con pelaje naranja, algo irónico. Fuera de que su agilidad y velocidad aumentaba, él no adquiría ninguna capacidad física impresionante; lo realmente aterrador de su transformación era que conservaba y aumentaba su capacidad intelectual, lo que incluía rapidez al pensar, "frialdad" en los planes y capacidad elevada de aprendizaje. A todo lo anterior se le sumaba que ya dominaba ciertos trucos con la energía natural que absorbía, y que pudo adquirir habilidades similares a las de un Jōnin por un corto periodo de tiempo y casi indetectables para casi cualquier ninja, pues no cualquiera podía detectar la energía natural.
Naruto se había transformado en un guerrero más letal en un sentido completamente inesperado para sus captores. Su mejor habilidad de combate era su capacidad de ejecutar jutsus sin posiciones de manos y encubriendo el chakra que lograba juntar con ayuda de la energía natural. Naruto un no entendía del todo cómo funcionaba su cuerpo, la energía natural y su chakra durante la transformación, pero en estos momentos poco le importaba eso a él.
Naruto alcanzo la costa rocosa y trepo hasta llegar a una saliente en la cual decidió descansar un rato. Él sintió de repente como se le enterró una aguja que bien podría haber contenido metal fundido, pero Naruto sabía que lo habían obligado a entrar en la fase dos de la marca de maldición. Se retorció tanto por el cambio físico que volvió a caer al agua, cuando termino su transformación alcanzo otra vez la costa rocosa mientras miraba al grupo de shinobis que lo habían transportado hasta ahí, su visión también era uno de los aspectos que mejoraban. Esbozo una sonrisa que perturbo a más de uno y desapareció entre la selva que se formaba en los bordes del caparazón de la isla tortuga.
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En el otro lado de la isla, lejos de donde los sujetos con marcas de maldición están siendo liberados, 10 de los mejores Genins de la aldea junto con un equipo de 10 gladiadores por cada Genin y armamento avanzado, escoltados cada equipo por un ANBU. Este grupo se encuentra preparándose para enfrentarse a los 50 sujetos con marca de maldición que habían sido liberados por toda la isla, o por lo menos por todo el otro lado de la isla; la información que recibieron no era muy precisa en este aspecto para agregarle cierto nivel de dificultad. Ellos están colocándose 20 cámaras que transmitirán directo a Kumo todo lo que detectaran, cada ANBU y cada Genin portaría una cámara que transmite en vivo, mientras cada ANBU empacaba 10 cámaras más que servirían de repuesto.
La isla tortuga en la que se encuentran tiene la peculiaridad de que genera un ambiente que permite la transmisión casi instantánea de señales de radio y de chakra; razón por la cual la isla siempre ha sido utilizada como base de operaciones de Kumo para enviar reportes o recibir órdenes de Kumo para ser retransmitidas a la flota de guerra o para el comercio marítimo. En la punta de la montaña existe una fortaleza bien custodiada que es donde se originan y reciben las transmisiones. En este momento, en Kumo, hay decenas de televisores que transmiten en vivo a todos los lugares todo lo que captan las cámaras, incluso hay instalada una alarma de pelea, para aquellas personas que solo quieren ver las peleas entre los gladiadores y los sujetos con marcas de maldición. También hay grabadoras de chakra para registrar cada encuentro en la isla. Todo esto se debe a la gran cantidad de nobles y comerciantes importantes que se encuentran en Kumo en esos momentos.
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Pese a pertenecer a Kumo, los Genin tenían rivalidades debido a las fuertes competencias que tenían entre sí; ya sea aquellas motivados por la misma aldea para enfrentarlos y hacerlos crecer como guerreros, o por el hecho de pertenecer a clanes rivales. Les habían inculcado que la única vez en la que era válido aliarse era para defender a Kumogakure, el País del Rayo y los intereses de ambos; y este espectáculo no era el caso, más bien era lo contrario, quien más se luciera seria reconocido por personas importantes y toda la aldea, razón por la cual el espíritu de equipo no florecía entre los diez grupos. De no ser porque les habían prohibido atacarse entre sí, probablemente la mitad estaría pensando activamente como sabotear directamente a los otros equipos.
Cada grupo se organizó de manera diferente para realizar la cacería; tres grupos han decido partir de inmediato buscando activamente a los sujetos con marca de maldición utilizando distintas formaciones militares para pelear en la selva, que era el ambiente que se encontraba en la periferia del caparazón de la tortuga. Otros dos equipos decidieron esperar un poco más antes de internarse de lleno en la selva, planeando utilizar a los equipos que habían partido como exploradores y a los equipos que planeaban seguir después de ellos como retaguardia. Dos equipos habían decidido salir al día siguiente, otros dos decidieron evadir a los sujetos con marcas de maldición y llegar a un lugar donde fuera fácil atrincherarse y posteriormente llamar la atención de los sujetos con marcas de maldición, y el último grupo había decidido partir inmediatamente, pero utilizando barcos para llegar al lado contrario de la isla y tener mayor protagonismo al matar más presas antes que los demás, pues los gladiadores, al no manejar chakra, serían más lentos al avanzar por el terreno en un paisaje tan agreste.
Todos se están organizando ante la vista de Kumo y de tres sujetos con marca de maldición, Naruto entre ellos, pues su visión aumentada le permite observar claramente los movimientos de sus oponentes y hasta leer sus labios.
—Veo que el espíritu de equipo está por los suelos. Bien por mí, será fácil eliminarlos —dijo Naruto muy sádicamente mientras desaparecía entre el follaje. Había observado y deducido la estrategia de sus formaciones, que imprudentemente practicaban en el lugar donde habían desembarcado. También había observado que los gladiadores procedían de mazmorras de tipo C, excepto uno por equipo, que procedían de mazmorras de tipo A.
—¡Les voy a enseñar a esos arrogantes Genins a no subestimar nunca a nadie! —dijo Naruto mientras se reía maléficamente.
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Un Genin camina debajo del dosel de la selva, lo cual le daba al espacio que lo rodea una apariencia que hasta ahora no había visto, pues una tenue luz verde dominaba todo el espacio debajo del dosel. Sabía que esta tortuga era la más grande de las cuatro, aunque curiosamente la más importante de todas las grandes tortugas era la más pequeña.
—Una tortuga con una montaña en su caparazón. No me sorprende que no se mueva mucho de su localización actual —dijo aquel Genin apreciando el paisaje que lo rodea.
—Deberíamos de dejar de intentar encontrar en este ambiente a los sujetos con marca de maldición, podría ser peligroso. Sería más seguro cazar a esos sujetos en el bosque de pinos que está más arriba en la montaña —dijo el gladiador de clase A, harto de tener que caminar entre el lodo del suelo de la selva.
—Tal vez tengas razón —dijo el Genin observado que quizá salir de manera tan apresurada para buscar a esas bestias no había sido la mejor de las ideas. En parte era por el ambiente poco conocido, y también podría ser por el hecho de que había más animales y objetos peligrosos aparte de los sujetos con marcas de maldición. —Después de todo, no es tan fácil localizar a esas bestias.
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En Kumogakure se activó una alerta de pelea, una de las cámaras que enfocaba lo que había arriba del dosel de la selva observo un objeto redondo y que parecía una pelota con brazos y piernas volar en dirección al grupo. El ANBU tenía órdenes de no intervenir a menos que el Genin estuviera en peligro mortal, se preparó en caso de tener que actuar. El objeto era de color rojo intenso y aterrizo bastante cerca del grupo, el cual no estaba tan disperso.
—Vaya, ahora caen del cielo —dijo el Genin sacando su espada, impregnándola con una capa de chakra y acercándose para rematar el objetivo. El Genin le atravesó con éxito, el ANBU lo saco de ahí cuando detecto que el chakra fue absorbido por el cuerpo del sujeto, medio segundo después estallo, autodestruyéndose y eliminando todo en un radio de 10 metros, y lastimando al Genin y al ANBU. La conexión se cortó cuando las cámaras se descompusieron, causando una gran cantidad de reacciones de todo tipo entre el público, el Raikage incluido.
A 900 metros del lugar un sonriente Naruto, transformado en un zorro antropomórfico, escuchaba con su oído mejorado el alboroto causado. Naruto había capturado a un sujeto que utiliza electricidad para atacar y defenderse, en un par de horas averiguo que bajo ciertas condiciones se podía autodestruir. Él le ayudo al sujeto con marca de maldición a alcanzar el punto crítico y construyo una catapulta utilizando un tronco y un improvisado punto de apoyo. Reunió energía natural en un puño y le dio un puñetazo al tronco para disparar al sujeto con marca de maldición, no necesitaba reunir energía natural para saber que su ataque había tenido éxito.
—Uno menos —susurró siniestramente mientras se escondía para ver si alguien pasaba cerca y saber si había alguien en la isla que detectara la energía natural. Había reunido suficiente en su puño de manera indiscreta como para abarcar la detección de esa energía en toda la isla. Si nadie aparecía o se acercaba estaría 80 % seguro de que no había ninjas sensoriales capaces de detectar la energía natural.
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Ya era de noche y uno de los Genin de nombre Yosuke se había embarcado para cruzar al otro lado de la isla e instalar su campamento en el lugar donde seguro encontraría bastantes sujetos con marcas de maldición. Tal vez había perdido un día, pero habría valido la pena si para mañana llamaba la atención de todos los sujetos con marca de maldición de la zona. Había solo 50 de ellos y estaba seguro que a estas alturas cerca de 10 ya habrían muerto.
Naruto había estado esperando que apareciera el barco, o los barcos, que llevarían a los valientes gladiadores y al Genin al otro lado de la isla, lástima que no llegarían. Desde que sabía la estrategia de este Genin había planeado como emboscarlo y la emboscada ya estaba en marcha. Había hecho enojar a una poderosa portadora de la marca de maldición, la cual se transformaba en un dragón oriental cubierta con escamas de color verde esmeralda; una ágil bestia en tierra, y aún más ágil, rápida y letal cuando se sumergía en un cuerpo de agua, había dejado suficientes pistas de que dirección había tomado y no tardaría en llegar, pero esa bestia con marca de maldición era solo la parte final de su emboscada.
Haciendo posiciones de manos en la seguridad de las sombras realizo un jutsu que hacía que todo el aceite de las algas se soltara, formando esta una película en la superficie del océano. Eso era especialmente malo para el grupo, ya que estaban sobre una población de sargazos* flotantes. Aparentemente solo el ANBU se percató de que algo extraño pasaba en la superficie del mar, sin embargo, la presencia de un animal de gran tamaño que se dirige rápidamente a su posición lo obligó a desviar su atención del agua. Era una suerte que la prioridad de los ANBU fuera mantener vivos a los Genin. El ANBU se dio cuenta de que una ligera capa de grasa de algas con chakra altamente inflamable los rodeaba. El grupo literalmente flotaban sobre dicha película de grasa.
Un dragón humanoide verde apareció y le lanzo una llamarada a Naruto, el cual la esquivo sumergiéndose en el océano. La segunda llamarada del dragón humanoide impacto en la superficie del agua; encendiéndola y consumiendo el oxígeno de la superficie. El ANBU saco al Genin del barco mientras este se incendiaba; los gritos de los gladiadores, el espectáculo ruidoso y la desesperación de las personas y los animales marinos, que vieron que de repente una gran cantidad de algas murieron y se "desintegraron" distrajo al dragón de su rencilla con el zorro antropomórfico. El dragón nado felizmente devorando a animales, pedazos de algas y personas por igual mientras disfrutaba del destructivo espectáculo. Naruto, por su parte, se desplazó debajo de la superficie del agua aguantando la respiración y alejándose lo más posible del sujeto con marca de maldición y del ANBU, el cual se desplazaba en dirección contraria mientras cargaba a un asustado Yosuke.
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—Es obvio que hay algún ninja en la isla que no debería de estar ahí —dijo el Raikage furioso. Él esperaba que el primer día todos los equipos sufrieran ataques y bajas, pero no se esperó la eliminación de tres de los equipos. Dos de los equipos que fueron eliminados bajo misteriosas condiciones que incluso los ANBU clasifican como hechos poco probables, a menos que alguien lo haya causado de manera planeada y premeditada, algo difícil de creer teniendo en cuenta como se comportaban los sujetos con marca de maldición. Eso sin mencionar el sellado del chakra de todos los sujetos con marca de maldición, dejándoles únicamente lo imprescindible para que se transformaran y mantuvieran la transformación.
—Quiero que inicien una búsqueda de ninjas extranjeros o rebeldes de la zona. También quiero que localicen a todos los sujetos con marcas de maldición y verifiquen que su chakra este sellado. Y también quiero un reporte del comportamiento de estos, si se están organizando necesito saberlo. No quiero fallas —dijo gritando el Raikage.
Se escuchó un "hai" general y todos los shinobis en la habitación, salvo la secretaria del Raikage, se esfumaron del lugar. —¿Debería de darle más ventajas a nuestros Genin? —preguntó el Raikage preocupado de que la posibilidad de que los Genin perdieran se vislumbrara.
—Antes de la prueba se les dijo a todos los Genin que no habría trato preferencial, que esto sería una probada de lo que realmente sería la vida de un shinobi dirigiendo tropas. Darles más ventajas solo porque están pasando cosas inesperadas sería darles un mensaje equivocado. Si ellos quieren salir victoriosos, entonces tienen que demostrar que todo su entrenamiento ha servido para algo. Esto incluso podría ser más beneficioso para ellos que simplemente ganar como se había planeado —dijo Mabui, la secretaria del Raikage. El Raikage se quedó un rato pensando en lo que dijo su secretaria, y por qué no decirlo, consejera de asuntos personales.
—Tienes razón, mientras haya batallas y muerte, al público no creo que realmente le importe que bando gane, o al menos a la mayoría del público no le importara —dijo el Raikage tranquilamente mientras se preparaba para ocuparse de asuntos más importantes. Esperaba que sus ANBU encontraran que o quien fue el causante de que tres equipos hayan sido eliminados tan fácilmente, lo neutralicen o solucionen y todo vuelva a ir según lo planeado. Sin embargo, nada iría según lo planeado para el Raikage en este evento.
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Naruto, todavía transformado en un zorro antropomórfico, se encontraba en un bosque templado que se encontraba más arriba en la montaña, lejos del mar y del punto de inicio de los gladiadores y los Genin. Había descubierto en ese bosque dos cosas; uno, los Genin y gladiadores habían forrado de trampas todo ese bosque y había encontrado a un par de personas muertas desnudas, casi seguramente sujetos con marcas de maldición, atrapados en esas trampas y rematados, sin mencionar que había encontrado pruebas de trampas activadas y rastros de heridos. Lo segundo que Naruto había descubierto era su habilidad de comunicarse con los zorros y manipularlos a su voluntad. Por lo que sabía, había dos equipos en la cercanía, uno atrincherado y otro muy reducido debido a sus búsquedas y cacerías.
Naruto reunió energía natural en una pose en la cual lucia como si estuviera descansando, detecto un ANBU que lo observaba escondido por una poderosa barrera de camuflaje, le restó importancia cuando detecto que ese agente no había detectado su actividad. Confirmo la posición de los dos equipos y la de un rio; su mente comenzó a elaborar un plan para aniquilarlos a ambos, pero desgraciadamente debía esperar a que ese ANBU que lo vigilaba se fuera.
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—Tal vez hayamos perdido la mitad de la tropa, pero cinco sujetos con marcas de maldición muertos bien valieron la pena, sin mencionar los otros dos que remate. ¡Nosotros debemos de ser el equipo que mato más sujetos con marcas de maldición! —dijo el Genin que dirigía ese equipo, riendo después de haber pronunciado esa frase. Contrario a lo esperado, los hombres que le acompañan están satisfechos de su trabajo.
—¿No crees que se enoje tu compañero Genin? A fin de cuentas, todas estas presas las atrajo él a la zona —comento uno de los gladiadores heridos que temía represalias de algún tipo. Aunque sabía que las reglas prohibían acciones violentas entre los equipos, eso no evitaba que el Genin rival y su grupo intentaran desquitarse con ellos si averiguaban por qué no han atrapado ninguna persona con marca de maldición.
—¿Por qué se enojarían? Ellos deberían de salir de su trinchera y patrullar en vez de encerrarse esperando que su botín llegue sin ningún esfuerzo. Si ellos no previnieron que esto les podría pasar es su culpa. Este es un ejercicio de persecución, no puedes encerrarte y simplemente creer que eso sería una buena estrategia para ganar. El objetivo es cazar más sujetos con marcas de maldición, no sobrevivir con tus fuerzas lo más intactas posibles —dijo el Genin a todos los gladiadores que le quedaban, los cuales únicamente escucharon sin decir nada.
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—Solo hemos atrapado un sujeto con marca de maldición, uno solo —dijo el Genin que lideraba ese equipo de gladiadores, extrañándose de que su estrategia produjera tan pocos resultados. No había habido más ataques pese a todo el ruido que hacían y el movimiento que producían.
El plan era bueno, atrincherarse en un lugar con los gladiadores bien posicionados, trampas que alerten la presencia de intrusos y un estímulo que atraiga a sujetos psicóticos de los alrededores; pero a pesar de su esfuerzo solo habían tenido una captura. —De verdad no entiendo que es lo que está saliendo mal, debería de haber más presas a estas alturas.
Después de meditarlo un poco decidió salir de su escondite a patrullar varias zonas cercanas. —¡Atención todo el mundo, prepárense, en una hora vamos a salir a patrullar! ¡Nos dividiremos en grupos para abarcar más espacio! —los gladiadores únicamente asintieron a las órdenes dadas.
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«Todo listo» Naruto pensó para sí mismo. Después de que se hubo retirado el ANBU Naruto puso en marcha el plan que había diseñado para emboscar a los dos equipos. De manera simultánea atraería la atención del "equipo satélite" e inundaría la base de los sujetos atrincherados. Lo primero lo lograría atrayendo la atención de los sobrevivientes utilizando uno de los sujetos con marca de maldición atraídos a la trampa, sus zorros serían los encargados de liberarlo de su prisión llegado el momento, estaba seguro que lo había dejado lo suficientemente alterado para que el no saliera por su propia cuenta; lo segundo lo lograría desbordando un rio y un lago cercano utilizando la energía natural.
Naruto había modificado la trampa para que el individuo capturado se desplazara hacia la base de los gladiadores atrincherados, y los zorros que controla serían los que activaran el mecanismo para mover al sujeto atrapado a sus señales. El sujeto con marca de maldición "avanzará" de manera intermitente. Si todo salía bien, el sujeto de marca de maldición no solo se liberaría, si no que obtendría un aumento de poder que sería suficiente para matar a ambos equipos.
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Yuzuyu era una de las mejores Genin de su generación, pero era catalogada como floja, ya que ella no había dado una buena razón para comenzar su cacería un día después de que comenzara la prueba. Ella prefería definirse a sí misma como alguien estratégica. Por lo que ella entendía, esta prueba era solo para presumir el poder de sus Genin y no afectaría negativamente su carrera ninja. Tal vez sus otros compañeros pudieran lucirse con jutsus increíbles, pero ella sobresalía gracias a su pensamiento lógico y estratégico, por lo tanto, su futuro shinobi estaba más seguro manteniendo sus habilidades escondidas que presumiéndolas. Su otro compañero, aquel que también decidió empezar su cacería un día después, por otro lado, era un shinobi astuto y oportunista; y eso compensaba con creces su falta de inteligencia o su mediocre habilidad con jutsus de cualquier tipo.
—¿Todavía quedan sujetos con marcas de maldición? —preguntó Yuzuyu a su compañero con un tono indiferente.
—Al menos queda la mitad de los sujetos con marcas de maldición, y la mitad de los equipos Genin —dijo su compañero con una sonrisa traviesa. Yuzuyu se quedó impresionada.
—¿La mitad de los Genin han sido descalificados? —preguntó Yuzuyu queriendo cerciorarse de haber oído bien.
—Por lo que sé, un equipo tuvo la mala suerte de ser rodeado por 20 sujetos con marcas de maldición, a otro le cayó un sujeto con marca de maldición "sobrecargado" que exploto, otro equipo fue descalificado cuando el mar se incendió, y otros dos sufrieron el infortunio de que "alguien" cavo un canal del lago y del rio cercano e inundo la zona en donde se encontraban dos equipos en disputa. En este último caso la situación se tornó especialmente mala cuando uno de los sujetos con marca de maldición en las cercanías lanzo ataques de relámpago sumamente peligrosos y el agua que llego a la zona que se inundó se encontró especialmente cargada de sales minerales —terminó de contar el Genin.
—¿Alguien de nuestros compañeros murió? —preguntó Yuzuyu, su compañero solo asintió.
Yuzuyu estaba feliz de no haber subestimado a estos monstruos, como seguramente lo hicieron todos sus demás compañeros. Es decir, había cierta lógica; si lo gladiadores vencieron a pesar de estar en igualdad numérica, con su actual ventaja numérica y todas las otras ventajas a su favor deberían de terminar este evento fácilmente y sin tantas bajas, especialmente bajas ninjas, sobre todo si había ANBU cuidando a los candidatos.
Yuzuyu suspiro, había algo en este evento que no parecía encajar. Tal vez ella solo tendría algunas sospechas que podrían catalogarse como producto de la paranoia si el evento ya hubiera terminado y este fuera el resultado final, pero no era así. De hecho, el evento iba a la "mitad del camino". Yuzuyu tiene la necesidad de averiguar más detalles de las circunstancias en las que perdieron sus compañeros, algo que puede preguntar a su guardaespaldas ANBU… si realiza una tarea especifica.
—En marcha, y no se les ocurra bajar la guardia. Esta actividad, más que una cacería competitiva, parece más un ejercicio de lucha contra guerrillas —dijo Yuzuyu a sus subordinados.
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Naruto había oído que llamarían a refuerzos shinobis con la intención de que ayudaran en la vigilancia y la búsqueda de intrusos. Él había actuado como los demás sujetos de marca de maldición, detectara a alguien en las cercanías o no. Para quitarse sospechas que cayeran sobre su persona Naruto había utilizado a varios zorros de las islas con el fin de "estabilizar" un poco el comportamiento de los demás sujetos con marcas de maldición.
Naruto honestamente no sabía bien lo que hacía, solo intentaba hacer con los sujetos con marca de maldición lo que instintivamente podía hacer con los zorros de la isla. Solo que en vez de hacerlo directamente y arriesgarse a ser atacado, lo intentaba hacer a través de los zorros. Los resultados de su experimento eran muy variables, no había tomado el control de ningún sujeto de marca de maldición, pero lo que había logrado era aumentar ligeramente la autoconciencia y/o la inteligencia de los sujetos con marcas de maldición.
Este aumento de habilidades cognitivas no era muy intenso, pero si era lo suficiente para ser notado si alguien conocía la naturaleza de los sujetos con marca de maldición. En vez de atacarse entre sí, los sujetos con marca de maldición tenían más posibilidades de tolerarse, cooperar o agredirse sin ser tan violentos. Además, como efecto secundario no deseado, pero si agradable, los sujetos con marca de maldición que habían sido afectados no siempre adquirían este aumento de habilidades cognoscitivas de manera inmediata o uniforme, podían adquirirlas tanto gradualmente como inmediatamente.
Naruto ignora porque su técnica funciona de esta manera, o siquiera el por qué su técnica afecta a los sujetos con marcas de maldición. Naruto ha probado su técnica que permite esclavizar zorros con otros animales, tanto terrestres como marinos, pero no funcionó ni afectó a ningún otro animal diferente.
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Los shinobis de Kumo veían a dos sujetos con marcas de maldición atacar a un grupo de gladiadores, ellos notaron que a diferencia del día anterior o de antier, los sujetos con marca de maldición no se atacaban entre sí, no se coordinaban ni trabajaban en equipo, pero de momento se ignoraban, como si estuvieran conscientes de que era mejor eliminar primero la amenaza en común y luego pelearse entre ellos.
—¿Cuándo comenzó a suceder esto? —preguntó uno de los ninjas que fungían como los refuerzos recién llegados.
—No estoy seguro. Cuando llegaron el sujeto número 25 lastimo al sujeto 40, si no se mataron en ese momento fue porque el sujeto 40 era una criatura completamente acuática, una especie de tiburón humanoide que es incapaz de respirar fuera del agua, mientras el sujeto 25 es una especie de planta —respondió el ANBU antes de intervenir y salvar al Genin de una muerte lenta y dolorosa, o de una operación que igualmente requeriría una recuperación lenta y dolorosa.
El sujeto con marca de maldición conocido como sujeto 25 se transforma en una especie de planta con forma humanoide. Su principal característica es que puede regenerar sus heridas o partes mutiladas, resiste mucho daño y puede, por no encontrar un mejor termino, diferenciar sus apéndices en diversos órganos vegetales. Sus piernas pueden ser tanto troncos como un conjunto de enredaderas entrelazadas entre sí, y lo mismo para el resto de su cuerpo. Otra característica notable de este sujeto con marca de maldición es que puede engendrar "retoños vegetales" con capacidad de movimiento independiente. Esta característica se había ignorado debido a que este sujeto con marca de maldición, igual que los otros sujetos con marca de maldición, se volvían terriblemente hostiles en contra de cualquier criatura que se moviera activamente, incluyendo sus propios retoños, pero desde ayer había dejado de atacarlos.
Uno de los ataques del sujeto 25 es inyectar semillas con su tallo en el interior de un animal. Estas semillas varían en tamaño, pero todas germinan dentro del huésped, matándolo y usándolo como abono. Incluso ahora los ninjas pueden ver varios cadáveres animales despedazados adheridos a varias de las plantas que siguen al sujeto 25.
El ninja que llego como refuerzo observo que llegaban más… plantas-esbirros. —¿Algún otro sujeto con marca de maldición ha obtenido ayuda de otras criaturas?
—Uno ha comenzado a contenerse lo suficiente para evitar atacar a zorros que se acercan a este sujeto, otro busco activamente ovejas para formar una especie de rebaño e hizo que derrotar a este sujeto con marca de maldición sea prácticamente imposible para cualquier grupo Genin acompañado de los gladiadores que dirige, otro se topó con un banco de peces y se ha rodeado de ellos, incluso parece haber logrado que estos peces se adapten al agua dulce en donde mora la mayor parte del tiempo. Me han llegado reportes no confirmados de que otro sujeto que controla ciertas acciones de las aves que lo rodean, y un último sujeto con marca de maldición parece haberse fusionado con varias especies de hongos de la zona —le respondió el ANBU.
—¿Fusionado? —preguntó el Jōnin desconcertado.
—Probablemente el Raikage suspenda la cacería este día. Una vez los Genin aprendan que hay situaciones donde es imposible ganar ya no habrá incentivos para seguir con este evento.
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Yuzuyu escuchaba todo lo que ocurría de la boca del ANBU que la cuidaba. Su misión para acceder a la consulta de información ANBU había sido encontrar el rebaño de ovejas fugitivas. Se supone que solo recibiría información muy escueta acerca de la situación general de sus compañeros o de las presas que debía de capturar, pero en su lugar le entregaron un informe detallado de la situación actual, o al menos a ella le pareció un informe muy detallado. En su búsqueda por encontrar el rebaño de ovejas se encontró con dos sujetos con marca de maldición que mato con relativa dificultad, como resultado de ambas batallas uno de sus subordinados gladiadores perdió la vida y otro resulto demasiado herido como para seguir peleando.
Yuzuyu observo desde lejos el rebaño de ovejas y a un sujeto con marca de maldición cubierto con lana, con excepción de sus enormes garras y las bocas llenas de dientes enormes, deformes y de bordes filosos; de hecho, de no ser por su lengua inusualmente larga y gruesa que estaba en todo momento fuera de una de sus bocas ella hubiera tenido que estar más cerca para haber distinguido que este sujeto con marca de maldición no era una oveja muy grande.
Yuzuyu y sus subordinados decidieron huir cuando observo como el sujeto con marca de maldición lanzo un ataque eléctrico que, de alguna manera que ella no puede entender, amplifico con ayuda del rebaño de ovejas con el que se encuentra. La magnitud del ataque la impresiono, pero fue el hecho de que el ANBU al lado de ella decidió intervenir lo que le dio a entender que ese ataque era realmente peligroso. Mientras se alejaban de la zona se oyeron una serie de gritos desgarradores a lo lejos, apenas perceptibles ante el rugido del ataque eléctrico chocando contra otros jutsus de alto rango que probablemente fueron realizados por los ANBU que los cuidan.
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«Malditos sean todos.» Pensó Naruto mientras intentaba vendarse una herida en su muslo. Había intentado emboscar a uno de los gladiadores y retirarse, como había sido su estrategia de ataque superficial para lidiar con tan molestos gladiadores. Hasta ahora esta táctica le ayudaba, pues al parecer ellos no esperaban que los sujetos con marca de maldición se comportaran de esta manera. «Las formaciones y estrategias que los Genin implementan apuntaba a que esperaban que siguiera atacando, independientemente de si el ataque que había realizado había tenido éxito o no, o si la situación en la que me encontraba era desventajosa» pensó Naruto mientras reflexionaba el cambio de tácticas que los Genin venían implementando. Al parecer el flujo de información entre los ninjas novatos es más amplio de lo que él esperaba y de lo que dejaron ver los ninjas de rangos superiores. «Sin embargo, en esta ocasión ya tenían contemplado que huiría después de mi ataque, aun cuando no habían visto mis tácticas antes.»
Naruto no pudo reflexionar mucho más, o quejarse, ya que cayo inconsciente sin previo aviso. Un ANBU apareció a su lado, y antes de que si quiera pudiera percibir bien lo que pasaba a su alrededor fue noqueado y transportado a la costa, para ser encerrado en una jaula que lo transportaría fuera de la isla.
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Kotone se encuentra sumamente frustrada. Iban a mandarla a los prostíbulos, y no precisamente a los burdeles "bonitos". Supuso que si alguien tan positivo como Naruto se encontró tan desanimado cuando le comento que él podía "liberarla" era por una buena razón. Al parecer, ella no tuvo en cuenta que, a diferencia de ella, Naruto, de alguna manera se ganó la molestia o el odio de uno o varios altos mandos de la aldea. Curiosamente, tal vez lo mejor para ella era que Naruto muriera. Si Naruto moría, tal vez a ella no la enviarían a los prostíbulos de los barrios bajos de la capital y la colocarían con otro gladiador. Probablemente no sería un buen gladiador, sin gran renombre, no sería liberada en el corto plazo, pero sufriría mucho menos que en los prostíbulos, con posibilidades inciertas de escape al largo plazo, y habría muchas menos posibilidades de morir.
Cuando un par de ninjas depositaron a un Naruto muy malherido en su celda supuso que ella no iba a tener tanta suerte. Ella podría matarlo cuando durmiera, pero eso no garantizaba que a ella la trataran bien, más bien garantizaba todo lo contrario. «Lo que daría por tener un veneno débil», pensó ella con amargura.
—Kotone —dijo Naruto abrazándola y frotándole la espalda. Kotone se dio cuenta de dos cosas; Naruto tiene una fiebre alta, y le está transmitiendo un mensaje de algo que aprendió en su última batalla. Al parecer Naruto le estaba diciendo que podía activar su sello de marca de maldición durante un tiempo limitado, aún con su chakra sellado, o colocar una técnica incompleta que activa la marca de maldición cuando ella quisiera, aún cuando ella no puede manejar chakra porque también está sellado. Kotone sabía que tenía una perfecta oportunidad de probar esta técnica en unos días. Decidió intentarlo, no tenía nada que perder.
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Naruto se encuentra enojado, la herida de su muslo izquierdo no se recuperaba perfectamente. A él no le importa si le queda una cicatriz, pero si la herida al final no sana bien y le deja sensible la zona o le resta movilidad y/o velocidad, entonces ahí hay un gran problema. Además, le habían quitado a Kotone, sabía que era idiota desarrollar cariño o cualquier tipo de sentimiento afectivo hacia una kunoichi enemiga en su situación, pero él no había podido evitar encariñarse con ella. Solo cuando se la llevaron y comprendió que no volvería a verla, él reflexiono acerca de lo que le importaba y que se volvería la madre de su hijo. Tan concentrado estaba en sobrevivir que se le olvido por completo que traería a un niño al mundo, un niño que él no conocería.
Naruto sabía que si escapaba o lo liberaban nunca podría encontrarla, una Jōnin con su habilidad seguro sabía desaparecer. Si ella lograba escapar, que estaba seguro de que lo lograría, huiría a forjar su propio destino. Ignoraba que razón la impulsaba a seguir viviendo, pero notaba que esa razón era cada vez era más fuerte, y cuando ella recuperara el control de su futuro, él está seguro de que ella se concentrara en esa razón para vivir y, eventualmente, se olvidara de su pasado, incluyéndolo a él. Kotone no lo buscara, y apostaría lo que fuera a que después de algunos años ni siquiera se acordaría de él.
Naruto se frustro con ella debido a que ella si recuperara el control de su futuro y su libertad, curiosamente, y por las mismas razones, también sentía una leve felicidad. Al final Naruto rezo una oración para traer bienestar a Kotone y al hijo o hija que nunca conocerá.
—¿A qué no adivinas shinobi de Konoha? —dijo uno de los guardias a través de la puerta—. Tu zorra murió horriblemente. Cuanto lo lamento —dijo el guardia, riendo burlonamente al decir esta última frase.
Aunque Naruto tuvo sus dudas, él sabía que el guardia mentía. Sea cierto o no la muerte de Kotone, eso enfada a Naruto, pues ella ya es libre. Una parte de Naruto se siente mal por pensar de esa forma, pero cada día que pasa Naruto es corrompido tanto por su desesperada situación como por la marca de maldición que le colocaron.
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Una anciana Kotone se despertó un tanto alterada. Su familia la veía como una mujer adulta muy amargada, y aunque no tuviera más de 50 años de edad, todos decían a sus espaldas que ella tenía el corazón de una mujer de 80 años; seco y sin sentimientos. La verdad es que conforme ha crecido Kotone ha adquirido más comprensión de sus sentimientos y ha aprendido a manifestar mejor sus emociones, también ha entendido mejor las consecuencias de sus acciones en las emociones de sus seres queridos. Sus hijos la comprendían mejor de lo que a ella le gustaría, y al igual que ella, eran más huraños e insensibles que la mayoría de las personas con las que conviven.
Hace unos días ha nacido su tercer nieto, y ella había propuesto un nombre: Naruto. Su hijo menor la miro raro, y ella tardo unos minutos en caer en cuenta de que el nombre que ella proponía para su nieto era el nombre del padre de Oka, su hijo menor. Hace años que no había pensado en él, y a duras penas se acordaba que tenía pelo rubio, si recordaba más o menos la forma de su rostro, era por que el rostro de Oka se parecía mucho al de su padre. Si ella recordaba a Naruto, era únicamente por que él le había ayudado a escapar y a activar su marca de maldición por antepenúltima vez en su vida hasta el momento. Ella soñó otra vez aquella ocasión cuando se le presento la oportunidad perfecta para escapar; sucedió cuando varios de sus carceleros decidieron desviarse algunos kilómetros para "divertirse" con ella a medio camino de su destino. Su forma en el nivel dos de su marca de maldición es un murciélago humanoide, y lo que hizo todavía la altera, hoy en día logra demostrar lo mucho que le afecta usar su marca de maldición en el segundo nivel. «Hace años que no soñaba con ese evento.» Pensó Kotone antes de acostarse y volverse a dormir, teniendo sueños más agradables en esta ocasión.
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Especie de alga marina pluricelular.