Inesperado

Por Tlacuilo1

Una vez toqué tu corazón,

Te sostuve entre mis brazos,

Construí un cielo para tu amor,

Hasta que te dejé caer…Por favor perdóname.

Dios te extraño como el infierno,

Puedo decir que estaba equivocado, porque el corazón puede ser ciego y frío.

Ahora vivo con el dolor cada día cada noche, mientras leo las cartas que me escribiste.

Fragmento de la canción Blind and Frozen de Beast and Black/Anton Kabanen

Clarck regresó a Smallville, pero contrario a lo que soñó las cosas seguían igual o peor. Lex se había casado y se fue sin mirar atrás y sabía que era infantil creer que el hombre mayor sentiría más que amistad por él. Lex no estaba obligado a corresponder los sentimientos de un adolescente que confundió verdadera amistad con algo más. Y para ser sinceros Lex era un adulto que a pesar de que lo trató como un igual y no como a un niño que no sabía nada, tampoco hizo otra cosa inapropiada. Esas miradas, esa amabilidad y hasta algunos roces de mano, los confundió él, no era culpa de Lex. ¿Cómo creer que siente algo más que amistad? Cuando se la pasaba hablando y suspirando por Lana, y es que ella era la elección correcta, ella era de su edad y sobre todo era una chica, fijarse en ella era todo lo que se esperaría de un chico humano normal. Sin embargo, la tranquilidad y apoyo que le dio Lex no se comparaba con nada, incluso muchas veces lo comprendió más que sus padres. Clark quisiera reír por la ironía de ser un extraterrestre, pero actuar totalmente como un adolescente humano deseando muchas cosas a la vez, pero amando solo una… la imposible.

Luego de un tiempo Lex regresó y fue una gran noticia. Por eso a pesar de lo mala que fue la experiencia para Lex al ser casi asesinado por su esposa, que haya regresado a Smallville fue maravilloso para Clark. Sintió una mezcla de placer y culpa, pues se alegró de que Helen fuera una viuda negra que hiciera volver al joven Luthor buscando tranquilidad. La amistad de ambos no sufrió cambios o por lo menos ninguno visible, pero Clark ahora sabía que ver casado a Lex no fue de su agrado y que si en sus manos estaba no se repetiría, más para conseguir eso debía crecer y mostrar que también puede ser el apoyo que Lex necesita.

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Que viera de ese modo a un chico inocente no era aceptable ni para los estándares de maldad de los Luthor. Por eso al interesarle Helen fue que decidió casarse y precisamente por lo que sentía por su amigo fue que su matrimonio fracaso tan estrepitosamente, por tener esos fines tan simples: cómo estar con alguien que te agradó para alejarse de esos malos pensamientos que tenía por un menor de edad. Razones de poco peso para casarse, pero que en su momento no le parecieron tan descabelladas. No como las que le embargaban en ese momento, ese delirio de persecución que lo llevó a ese episodio sicótico y por el que casi mata a Clark y en el que Lana salió herida. Lex quería sus recuerdos de regreso y no solo porque sospechaba que su padre tenía algo que ocultar y que seguro él supo antes, si no también presentía que había algo sobre Clark en esas memorias que lo ayudarían a estar más unidos a conocerse más. Y si bien el chico Kent seguía siendo su mejor (único) amigo, los sentimientos inapropiados de Lex por él no cambiaron al estar en esa isla, por el contrario aumentaron, debido a que experimentó el creer que nunca volvería a verlo.

Por eso Lex quería darle su confianza y compartir sus secretos para que Clark confiara. Buscó una solución y si bien Summerholt no era el lugar indicado para recuperar sus recuerdos, Lex se puso en manos de uno de sus médicos y sus tratamientos, porque lo importante era recuperar su memoria. Por suerte dio resultado y si bien las memorias que recuperó fueron las de la muerte de Lucian, unas que lo dejaron con el corazón roto, por lo menos funcionó.

Clark se dio cuenta y Lex no pudo ocultarle lo que hizo.

–No deberías seguir yendo a ese lugar.

–Es necesario, tengo que recuperar ese tiempo.

–Es peligroso.

Lex miró al menor y sonrió.–Nada peor que lo que me pasó en Belle Reve.

Clark ya no dijo nada más y es que de verdad se preocupaba por Lex , no era el miedo de que esté recordará que ya sabía sobre sus poderes. No tuvo otra opción que buscar ayuda con Lionel y fue en vano, este no haría nada o eso aseguró.

Clark se arriesgó a ir a Summerholt por Lex, trataría de convencerlo de no seguir, pero cuando llegó y lo vio sumergido en ese tanque se asustó y trató de sacarlo, pero se desmayó por la kryptonita antes de conseguirlo. Cuando despertó sumergido en ese tanque supo que cayó en una trampa de Lionel, gritó por ayuda y casi se dio por vencido, pero Lex llegó a sacarlo de ahí.

Lex rompió el tanque y con trabajo ayudó a levantarse a Clarck.

–…Lo siento, no puedo caminar.

–No te preocupes apoyate en mí.

Lex abrazó por la cintura al menor e hizo que el brazo de este se apoyará en su espalda para agarrarlo con la otra mano, así caminaron lentamente, Lex agradeció que Clarck no se lastimó con los pedazos de vidrio. Salieron y Lex subió a Clarck a su auto, se quitó el abrigo para cubrir al chico que estaba temblando.

–Es inútil preguntarte que hacías ahí.

–Tenía miedo de que te lastimaras.

–Y así terminaste tú, Clarck promete que no harás esto de nuevo.

–…

–¿Clark?

–No puedo prometerte eso.

–¡¿Por qué?!

–Eres muy importante para mí cómo para dejar de salvarte.

–¡Tonterías!

–...

Lex vio la tristeza que inundó el joven rostro y suspiró.

–Clarck eres joven y con un brillante futuro, tu padre tiene razón, no deberías interferir en la guerra entre mi padre y yo, no quiero que salgas lastimado.

–Lex… Tú también eres importante para mí.

Cuando dijo eso, Lex dejó de ver el camino un momento para mirar al menor. Clarck sintió que era correspondido o tal vez era su anhelo, pero era mejor comprobarlo así que sacó una mano del abrigo que lo cubría y la colocó lentamente en la pierna del mayor que tuvo que usar toda su pericia manejando para no derrapar por ese movimiento.

–¿Clarck que haces?

–Eres importante para mí, ¿lo soy para ti?

Lex inhaló y exhaló, cerró los ojos y los volvió a abrir. Clark casi quitó la mano sintiéndose torpe e inadaptado por ser rechazado, pero sintió el peso de una mano enguantada sobre la suya y vio a Lex, este sonrió un poco…

–Acompañare a mi padre en prisión por pervertir a un menor, pero definitivamente eres igual de importante para mí.

Clarck sonrió y se acomodó ahora con la mano de Lex entrelazada con la suya.

–Vamos a tu castillo.

–¿Clarck Kent no me digas que has tenido la fantasía de ser raptado por un príncipe en su Ferrari?

–Desde que te conocí.

–Quien soy yo para romper la ilusión.

Cuando llegaron al castillo. Lex lo ayudó a salir y lo guio a su habitación, sin segundas intenciones más que dejar que se bañara para calentarse. Clark estaba nervioso, pero creyó que como dio un gran paso, solo restaba ponerle su marca de propiedad a Lex. Clark conoció primero a Lex y lo presentó con sus amigos y por una vez deseaba ser egoísta y decir "yo me lo encontré yo me lo quedo". Dejó el abrigo sobre la gran cama y caminó hasta el enorme baño, Lex estaba alistando la bañera, escuchó unos pasos y giró la cabeza siendo testigo de esa desnudez hermosa y perfecta adornada por el rubor de su dueño.

–Me siento un poco débil, ¿Me ayudarás a lavarme?

Lex tragó, sin embargo, asintió y le dio la mano a Clarck para que entrara a la bañera, ésta era lo suficientemente grande para los dos, así que Lex correspondió la valentía del menor y se desnudó para acompañarlo.

Con caricias delicadas por parte de Lex e inexpertas por parte de Clark el baño pronto se convirtió en un intercambio de besos tranquilos, pero interminables.

Lex alejó a Clark:

–Vamos a secarnos.

El menor se levantó.

–Vamos.

Y Lex sonrió al notar que el menor ya no estaba para nada débil o nunca lo estuvo.

Se secaron y Lex no soltó la mano de Clark, la diferencia de estaturas era un buen contraste. Lex ayudó a Clarck a recostarse y se subió sobre él para recorrer con los dedos la piel bronceada de este y aún preguntó:

–¿Estás seguro?

–Quiero… quiero que seas mío. No sé nada, pero… ¿Puedo?

Lex sonrió, y volvió a sus caricias, nunca dejó que nadie lo tomara, pero era Clark y no le podía negar nada. Con mucho cariño se fueron tocando, reconociéndose e intercambiando caricias besos y hasta una que otra pequeña mordida.

Clarck por fin estaba cumpliendo sus fantasías, siendo guiado por Lex con paciencia y amor. Lex abrió las piernas en una clara invitación. Clark tocó el miembro erguido de su amante y se ganó un gemido que lo hizo poner más empeño en masturbarlo. Escuchando entre súplicas que tomara el aceite del cajón, el menor obedeció.

–Usa tus dedos y el lubricante…,

Clark alistó al mayor sin perder detalle de las reacciones de este. Creyendo que no aguantaría mucho ni Lex tampoco, Clark comenzó a entrar y se mordió los labios para soportar y no sucumbir a ese maravilloso y aterciopelado interior. Lex gimió ante la intromisión del granjero que no era pequeño, pero la delicadeza con que avanzaba lo estaba volviendo loco y se movió para de una vez enterrarlo en su interior. Lex gimió de dolor, pero exhaló aire, escuchó a Clarck quejarse y preguntar:

–¿Estás bien?

–…Excelente…

Ronroneó Lex y el menor se animó por esa respuesta y comenzó a moverse. Sudor, gemidos y la cama moviéndose, Clark detuvo a Lex de las caderas, pues este ya tenía enredadas las piernas en su espalda. Se besaron sin dejar de moverse. Lex se aferró a Clark y este lo sostuvo, se hincó llevándolo con él para que las estocadas fueran más profundas, Lex coló una de sus manos para tocarse, pero su amante lo impidió para hacerlo él. Fueron unas pocas caricias y Lex llegó al orgasmo ensuciando el pecho de ambos, Clarck siguió un rato más, pero Lex no lo apresuró y solo cuando sintió el semen de Clark llenarlo recordó que no habían usado protección, muy extraño en él que jamás la olvidaba, pero eso se debía a lo mucho que deseaba estar con Clark Kent, sin olvidar que los dos estaban limpios.

Clark salió de Lex con cuidado y lo recostó, luego se acomodó a su lado y antes de dormir le marcó a Pete para que lo cubriera con sus padres, luego abrazó a Lex para quedarse dormidos.

Al día siguiente Clark despertó y no vio a Lex a su lado, no quiso desilusionarse y… Lex salió del baño sonriendo.

–Para haber vivido en una granja toda tu vida eres un dormilón.

–Es que alguien me dejó agotado.

–¿Ah si? recuerdo que no fui yo quien despertó en la madrugada para otra ronda.

Clark sonrió radiante y estiró la mano para que Lex la tomara y así lo jaló para abrazarlo y besarlo, pues se alegró de que Lex no se hubiera arrepentido de lo que pasó entre ellos.

–Un secreto, por lo menos hasta que seas mayor de edad.–advirtió el mayor.

–Si.

–No quiero que tu padre me cace con su escopeta.

–En todo caso sería el tuyo.

–Al contrario, Lionel me metería a la cárcel sin pestañear.

Se levantaron y luego de desayunar el moreno se despidió con un besó de Lex.

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Clark y Lex pasaron tiempo juntos, pero no el que quisieran, pues Lex se dedicó a buscar pruebas en contra de su padre y Clark batalló con las manipulaciones de Jor-el. Y por sobre esos contratiempos y en esos ratos robados, la pareja buscó entregarse cuando había oportunidad.

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Desde que Lex se propuso hacer caer a su padre, sabía que este no lo haría sin luchar. Chloe fue una gran aliada a pesar de su edad o precisamente por ello, por la ingenuidad de buscar la verdad sin medir consecuencias. El final estuvo cerca y Lex suspiró aliviado, hizo todo eso para ser libre y a su vez que los Kent se liberarán de Lionel. Deseaba esperar por Clark y consideraba que el menor pensaba lo mismo. Una vida normal de estudiante para su chico, Lex esperaría lo que fuera necesario.

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Lana se iba, Chloe estaba muy metida en el caso de Lionel y Clark se estaba sintiendo abandonado, pero estar con Lex compensaba eso, por ello cuando Pete le dijo que se mudaba con su madre, Clark quiso refugiarse en el cariño de Lex y fue al castillo. Lex lo puso al tanto de los avances en el caso contra su padre.

–Yo atestiguare en su contra.

–¿Tú?

–Escuche a tu padre decir que no importaba que quedarás como vegetal con los electroshocks.

–¿Cómo?

–Quise ayudarte a salir de ahí, pero no lo logré.

–¡Sabías lo de mis abuelos!

–…

Lex quiso sentirse traicionado, sin embargo, también le ocultó cosas a Clark y por eso se decidió a decirle todo.

–Ven.

Lex lo guio hasta su laboratorio y le mostró las cosas sobre las cuevas, el carro y toda su investigación. Clark de pronto se sintió morir, todo eso Lex lo fue acumulando durante esos dos años de supuesta amistad y en las últimas semanas de relación.

–¡¿Me has investigado todo este tiempo?!

–No Clark…

–¡¿Dos años de amistad y de lo que sea y solo para esto?!

–¿De lo que sea?

–…

Lex trató de explicarse, detener a su chico, pero este estaba muy herido y ni siquiera quiso escuchar nada, saliendo veloz de ahí.

Las lágrimas no se detuvieron a pesar de la velocidad con la que corrió. Clark no podía creer que Lex lo hubiera engañado de ese modo para utilizarlo, y es que de pronto se vio de nuevo como el tonto que amarraron en un maizal para humillarlo, no culpó a Lex, no completamente, él fue el pueblerino que se deslumbró con el millonario que le dio su amistad. Dolía y mucho, pero se juró que no sería de nuevo al que usarán y desecharán.

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La gente entró para ver el juicio de Lionel Luthor, pero Lex solo esperaba que Clark llegará y no tanto por qué declarará, simplemente para verlo, tratar de hablar con él, lo amaba y no deseaba perderlo por un malentendido. El granjero llegó, pero ignoró olímpicamente a Lex y este no pudo hacer mucho, pues el juicio ya estaba empezando.

Luego de su testimonio Lex trató de hablar con Clark, pero este desapareció. No se dio por vencido y fue a dónde seguro su chico estaría: En el aeropuerto despidiendo a Lana. Lex llegó y vio a la chica, más de Clark no había señales, luego de despedirse de ella se alejó decepcionado .

Al otro lado de la calle Clark sintió otra traición de Lex. Y por eso que Jor-el lo convenciera para ir con él no fue difícil.