Los derechos de las obras originales pertenecen a Kugane Maruyama, Noboru Yamaguchi y Hasbro respectivamente, esta es una obra con el fin de entretener y de ser posible sacar una sonrisa, agradezco nuevamente a 'The Hat Man', por haberme dado permiso de usar material de su historia en la mía, y no, lo siento, esta vez ya no aparecerá Turing Test, en esta historia ya no trataré su trabajo, pero algunos elementos prevalecen dada la línea argumental formada en la historia anterior, solo haré referencias, pero se las recomiendo es una historia bastante buena.
NOTAS
EEA = Eight Edge Assassins, (abreviaré porque es un gorro escribirlo cada vez Xd)
DK = Death Knight
SD = Shadow Demon
SE = Supresor emocional de no muerto.
Que tal a todos mis lectores, he aquí el primer capítulo de la nueva 'Sidestory' se centrara en lo que sucede a Tiffania tras bambalinas hasta el punto en que su papel como maga del vacío afecte a la historia y dejará ver más de como funciona el Imperio Hechicero, en sí no agregara nada nuevo a la historia, pero dará a conocer más trasfondo que la historia principal.
Los Días Tranquilos de Tiffania
1ª Parte
Una mañana que había iniciado como cualquier otra, y la hora de la comida había llegado sin ninguna novedad, ella preparó con amor y dedicación los alimentos para todos los pequeños que cariñosamente la llaman hermana, Tiffania Westwood estaba segura de que sería un día más como cualquier otro alrededor de su pequeña cabaña en lo profundo del bosque.
Entonces los ruidos extraños comenzaron, algunos días una gran cantidad de combates resonaban en el aire a distintas distancias, el sonido del choque del acero, el sonido de cañones siendo disparados y otros muy extraños que ella jamás había oído, pero estaba segura que debería provenir de algún tipo de batalla.
Lo peor era que algunos días el olor de la pólvora llegaba hasta su acogedora cabaña, robando la paz de su entorno, pero el día más aterrador fue uno en el que incluso el olor a sangre permeaba el aire del bosque.
AN: En este punto es donde el combate en tierra de reconquista contra el Imperio avanzaba al interior de Albión.
Ese día en especial le costó bastante trabajo poder dormir, logrando apenas unos minutos de sueño, ya que el olor a sangre del aire le hizo tener horrendas pesadillas originadas de los recuerdos de cuando su madre, Shajar, había sido brutalmente asesinada en su antigua casa, mientras ella estaba oculta en el armario.
Y no es como si no supiese nada sobre la guerra que se estaba librando en la isla, varias veces había escuchado sobre la rebelión iniciada por el sacerdote Oliver Cromwell en contra de la familia real de Albión cuando se colaba en el mercado de Saxe Gotha, en busca de ropas u otras cosas que no se podían obtener del bosque.
Para su buena suerte, el olor se disipó completamente tras un par de días y los sonidos de combate se escuchaban cada vez más lejanos, pero, aun así, decidió que lo mejor sería esperar más tiempo antes de aventurarse fuera del bosque.
Al final, no se alejó de su cabaña hasta que pasó casi una semana completa sin que se escuchara ningún ruido extraño o amenazador, por lo que se envolvió en su manto de viaje y se dispuso a salir, no sin antes advertir a los niños de no dejar la cabaña en su ausencia.
Apenas se había alejado algunos mails de distancia de la cabaña cuando registró un ruido penas audible de pasto siendo aplastado, lo que la congeló.
Inmediatamente comenzó a alejarse del camino, buscando un escondite, con la esperanza de ganar tiempo suficiente para ocultarse, sin embargo, tras haber dado unos cuantos pasos, una voz extraña resonó en el bosque.
"¡EY!, ¡PARECE QUE HAY ALGUEN POR AQUÍ!"
Al escuchar el grito, Tiffa corrió con todas sus fuerzas, tratando de alejar a sus perseguidores de los niños en la cabaña, pero sus perseguidores fueron mucho más rápidos, tras tan solo un par de minutos, una figura humanoide le cortó el paso.
Se trataba de una extraña criatura de apariencia reptiliana de tonos grisáceos que usaba armadura y sostenía en sus manos un arco con una flecha lista para ser lanzada y apuntando hacia su pecho.
"¡Alto ahí!, ¡en el nombre del rey hechicero le ordeno que se identifique y enuncie su motivo para estar aquí!"
Por la sorpresa, la joven rubia casi pierde el equilibrio y al ver el arma apuntándole el miedo la inundo.
*GAHSPH*
'¿Qué clase de criatura es esta? Jamás había visto algo similar.' -pensaba nerviosa al dar un paso atrás-
"Se encuentra rodeada, no haga ningún movimiento más."
Girándose de inmediato al escuchar la voz a su espalda Tiffania se sorprendió nuevamente al ver más criaturas desconocidas.
Una criatura tenía orejas de perro y la piel visible estaba cubierta por un fino pelaje, esta sostenía una espada corta, a la derecha de esta se encontraba un ser humanoide con rasgos faciales equinos, cabellera corta de color verde pasto y pelaje color ocre, el cual sostenía en sus manos una cuerda que giraba lentamente por encima de su cabeza, mientras que el ultimo parecía compartir los coleres de su pelaje y cabellera con los venados comunes e incluso tenía un par de pequeñas cornamentas adornando su cabeza , sin embargo, por su figura esvelta y el ligero abultamiento en el pecho parecía ser la única especie de hembra entre las criaturas, mas su mirada no tenía nada frágil y la postura con la que mantenía su lanza lista para embestirla era bastante amenazadora para la joven semi elfa.
De inmediato giro a su derecha corriendo.
*THUNK* *RAASSSHH*
Pero de inmediato su túnica fue clavada al árbol tras el cual trataba de perder a sus perseguidores, haciendo que esta se rasgara parcialmente y el lazo que la ataba alrededor de su cuello se rompiera, mas eso no le importo en el momento, tenía que escapar a como diera lugar, mas todos sus esfuerzos fueron en vano.
Tras avanzar un par de metros, Tiffania perdió el sentido tras recibir un golpe firme en la nuca, lo único que alcanzó a escuchar fue el grito victorioso de sus captores.
"¡LA TENGO!"
Fue a causa de un choque abrupto contra el suelo y los gritos que resonaron alrededor de la joven semi elfa, que la conciencia regreso a ella.
Lo primero que notó fue que tanto sus manos como sus pies estaban atados, forzándose a abrir los ojos notó que ahora había el doble de criaturas a su alrededor incluso algunas eran de otras especies diferentes a las anteriores, pero su horror y desesperación la hizo abrir los ojos por completo cuando dos palabras llegaron a sus oídos, 'cabaña' y 'niños' esto finalmente le permitió reconocer donde se encontraba, bastante cerca de su cabaña.
Sin pensarlo dos veces, Tiffa recitó rápidamente su hechizo de olvido, rogando estar actuando antes de que las criaturas hicieran algún daño a los niños, por un momento las armaduras de todas las criaturas se iluminaron en un tenue tono dorado tras lo cual la luz se disipó en motas por el aire.
"¡Detengan al prisionero!"
Sin embargo, antes de que pudiera decirles a las criaturas que se fueran, dos de las criaturas se abalanzaron sobre ella, uno era el de rasgos equinos que había visto antes, este la tacleo sosteniéndole boca abajo contra el suelo, mientras que el otro tenía rasgos felinos y la tomo por el cabello mientras sostenía un cuchillo en su cuello, lo único que ambos compartían era el collar que brillaba en un tono rojo.
"¡¿Qué demonios hiciste?!, ¡¿Qué hace esa magia que acabas de lanzar?!, ¡Confiesa ahora o te abro el cuello!"
"¡Kyaaa!, S-solo los hice olvidar, ¡lo juro no le hice ningún daño!, ¡por favor no me lastime!" -gritó aterrada Tiffania-
Al momento siguiente le giraron forzadamente la cabeza y forzaron un liquido de sabor dulce en su boca mientras le cubrían la nariz, forzándola a tragar y lo siguiente que supo fue solo oscuridad.
"Le di una porción de sueño, eso debe mantenerla fuera al menos una hora." -Dijo el felino- "Ya puedes soltarla Quick Step."
"Con un demonio, nos tomó por sorpresa, jamás se me hubiera ocurrido que fuera capaz de usar magia mental," -Dijo el ahora nombrado Quick Step- "mientras la ato adecuadamente revisa el estado de los otros Tom, sácalos del trance de ser posible, esperemos no estén muy afectados o hayan olvidado demasiado."
"Si, si, también debemos avisar cuanto antes de lo sucedido al puesto de control." -dijo el felino dándose la vuelta-
*Shigh* "Ni me lo recuerdes, espero que esta metida de pata quede solo en una llamada de atención." -se quejó el equino mientras ataba las manos de Tiffa detrás de la espalda-
-O-
Cunado finalmente despertó, Tiffania se sentía extrañamente descansada, pero cuando se quiso estirar se dio cuenta de que no podía mover ninguna de sus extremidades, lo que la asusto haciéndola abrir los ojos de inmediato.
Le tomó un momento a sus ojos adaptarse al brillo del sol, pero cuando finalmente pudo ver con claridad se dio cuenta que estaba dentro de una especie de jaula, detrás de ella podía ver una especie de carpa y a su derecha se encontraba la ciudad, lo suficientemente cerca como para diferenciar las criaturas de los humanos.
"Así que finalmente despertaste, la poción de sueño debería haber durado una hora como mínimo, parece que tu resistencia mágica está un poco por encima de la media."
La repentina voz a su espalda la sorprendió haciendo que perdiera su precario equilibrio, cayendo boca abajo.
Un jalón de sus tobillos la arrastro dolorosamente por el suelo de la jaula, pegando su espalda contra las barras y el sonido de una daga siendo desenvainada la hizo temer por su vida, cerrando sus ojos con fuerza.
Pero el dolor del corte nunca llegó, en vez de eso sus muñecas fueron liberadas, al igual que sus tobillos, pero antes de que ella pudiera preguntar el por qué, la criatura retrocedió un par de pasos y tomo una postura de guardia.
Hablando con una mirada amenazadora, el que parecía ser una especie de hombre lagarto habló con voz dura.
"Ahora mas te vale cerrar la boca y no hacer ningún ruido a menos que se te dirija la palabra, ¿has entendido?"
Un rápido asentimiento es toda la respuesta que dio por miedo.
'Chicos, lo siento por no haber sido capaz de protegerlos.' -pensaba mientras lagrimas comenzaban a rodar por sus mejillas-
Mientras lloraba en silencio por los niños que cuidaba, el tiempo paso volando para la semi elfa por lo que no se percató de dos nuevos individuos estaban cerca de ella
"¿Mhn?"
"¿Huh?"
¿Y ahora que voy a hacer?, *Snif* he sido capturada y me han traído a la ciudad, *snif* ¿van a matarme?, ¿me trajeron a la ciudad para matarme frente a todos? *uuuuhuu* ¿Por qué? ¡no lo entiendo!, ¡nunca le he hecho daño a nadie *snif* ¡¿Por qué me quieren matar?!, ¡no lo entiendo!, * snif* ¡¿Por qué no funciono la magia que me enseño mi madre somo siempre lo había hecho?!
""¿Una elfa?""
"No, una elfa no," -expreso el mayordomo tras un par de segundos más de observación- "una semi elfa."
Al escuchar las voces, Tiffania levanto su mirada llena de temor, siempre recordaba las palabras de su madre, que jamás debía mostrarse en público, que si la veían podrían matarla solo por su apariencia, que jamás dejara el bosque.
Por un momento su mirada se posó sobre la imponente figura del elegante hombre frente a ella, pese a su blanca cabellera y barba, así como las arrugas en su rostro, la figura del hombre imponía respeto cual un gran guerrero, su cuerpo, bajo las ropas era claramente firme como la roca, no como se esperaría de alguien de esa edad, y sus ojos eran los de un depredador, cual un halcón mirando todo desde las alturas.
Viendo la reacción temerosa de la joven, Sebas comenzó a tener dudas, pero fue sacado de sus pensamientos por la pregunta de la rubia que finalmente había visto a su co-guardian
"¿U-un elfo?, pero, ¿Qué no se supone que nunca dejan el desierto?"
"Ahem," -Sebas aclaro su garganta para atraer la atención de la chica- "Semi elfa, cuál es tu nombre."
Volviendo nuevamente su mirada al hombre al frente, recordó su penosa situación y las lágrimas se volvieron a acumular en sus ojos.
"T-t-tiffania, T-tiffania W-westwood, señor."
La fiera mirada del hombre la asusto y cuando lo vio sacar algo de dentro de su saco con un brillo metálico se apresuro a postrarse, sin importarle el hecho de golpear su frente contra el suelo metálico provocando un leve sangrado.
¡¿UN CUCHILLO?! *GHASPH* "¡No por favor no me mate!, ¡le juro que me iré de Albión!, ¡perdóneme por favor!, ¡jamás le he hecho daño a nadie!, ¡por favor se lo ruego tenga piedad de mí!, ¡POR FAVOHOHOHORRRRR!"
Hummn, su terror parece bastante genuino, si realmente tiene el nivel necesario para usar 'control amnesia', escapar de esa reja sería lo más fácil del mundo, ¿será posible que este fingiendo?, mmnh, bueno con esta tarjeta será fácil averiguarlo, tanto si funciona normal mente como si no. -pensó el mayordomo al ver el genuino terror de la joven-
*FUUUHHHHHHHOOOOOOSSSSHH*
"¡GYAAAAAAHHHHHHH!"
Asustada Tiffania mantuvo sus ojos cerrados con fuerza mientras cubría su cabeza con sus manos, pero en lugar del ataque que esperaba, lo que la alcanzó fueron palabras.
"Dígame su nombre completo, no debe ocultar nada."
"T-Tiffania, Tiffania Westwood, ese es mi nombre completo, ¡se lo juro!"
La mirada severa del hombre la mantenía intimidada, ya que parecía juzgar sus palabras como mentiras pese a que ella decía la verdad.
"¿Quiénes son o fueron tus padres?"
"Mi madre se llamaba Shajar Westwood, era una elfa, mi padre se llamaba Montaru, pero no recuerdo su apellido claramente, solo sé que era un noble de Albión."
"Se te acusa de haber intentado usar magia de control mental en los súbditos de Ainz-sama, ¿que tienes que decir en tu defensa?"
*Ghasph* "¡¿Control mental?!, ¡no de ninguna manera!, yo no tengo tal poder, solo soy capaz de hacer olvidar algunas horas a todos a mi alrededor, p-p-pero se le juro, ¡jamás le he hecho daño a nadie ni suelo dejar el bosque, solo protejo a los niños huérfanos que viven conmigo en el bosque… *GHASPH* ¡LOS NIÑOS!"
'¡Oh no!, ¡los pequeños! ¡¿qué va a ser de ellos sin mí?!' -pensaba alarmada-
"¡Por favor mi señor, se lo ruego!, esos niños son inocentes de todo, son huérfanos de las batallas que no tenían a nadie que se preocupe por ellos, le suplico que no les haga daño, ¡haga de mi lo que quiera, pero no les haga daño por favor!"
Las suplicas de Tiffa parecían estar cayendo en oídos sordos, la mirada del hombre se mantenía afilada y reflejando sospecha, tras algunos momentos el hombre se dio la vuelta y se alejó algunos pasos de su celda, tras lo cual el joven elfo vestido de niña sacó algo de sus ropas y lo arrojo haciendo imposible para ella el escuchar su conversación.
"No tiene de que preocuparse, los niños han sido llevados al nuevo orfanato, ahí recibirán todo lo que necesitan, por decreto de Ainz-sama los inocentes no deben sufrir, solo los culpables reciben castigos adecuados al crimen cometido."
Ella no sabia lo que era ese 'Orfanato', pero saber que era un lugar que proveería todo lo necesario para los chicos la calmaba un poco.
"Señorita Westwood, ¿qué hechizo fue el que intento usar sobre los Ranger's que la encontraron y por qué?"
"¿He?, ¡AH!, este se llama 'Mind Wipe', me permite destruir memorias sobre eventos específicos que han sucedido en un cierto límite de tiempo, y también puede usarse para eliminar control mental o hechizos similares en la mente de alguien." 'cielos, nunca nadie me había hablado con tanta educación' -pensaba sorprendida la joven-
"E-en cuanto al porque, esa ha sido siempre la manera en que me he mantenido oculta de los humanos, siempre que alguien me descubre lo hago olvidar que me vio y lo mando de regreso por donde vino… me… ¿me van a castigar por ello?"
Tras su pregunta, el ver que el rostro del hombre finalmente se relajaba en una sonrisa por más leve que esta fuera, finalmente calmaba su acelerado corazón.
"Es poco probable, probablemente no lo sepas por tu aislamiento, pero hace poco este territorio cambio de gobernante, antes, algo como eso no merecería ninguna atención, pero ahora, bajo las leyes del Imperio hechicero que son enseñadas a todos los ciudadanos, si lo es, cuando menos si se hace sin la autorización o autoridad correspondiente."
"Esto… ¿el nuevo gobernante de Albión es este 'Ainz-sama' que han mencionado antes?" -pregunto tímidamente Tiffania-
"¡Es Ainz Ooal Gown-sama para ti!"
El repentino grito del joven elfo, aunado a la profunda sensación de terror que le infundía su mirada furiosa, provocó que Tiffa casi cayera de espaldas dentro de la reja y la hizo orinarse del miedo.
"Mare-dono, estoy seguro de que la señorita Westwood no lo dijo de esa manera con la intención de ser irrespetuosa, sino más bien por autentica ignorancia, ¿no es así?"
En cuanto vio la línea salva vidas la elfa se lanzó sobre ella con todo su ser.
"¡SI!, s-s-siento m-m-mucho si f-f-fui i-i-irrespetuosa, ¡l-l-le j-j-juro que n-n-no era m-m-mi int-t-tencion j-j-joven M-m-mare!"
"¡Oh!, y-ya veo, ¡siento h-haber sacado conclusiones precipitadas!" -dijo el joven elfo, poniéndose totalmente rígido tras darse inmediatamente la vuelta-
La reacción del joven elfo causo que Sebas levantara una ceja y dirigiera su vista a donde hace un momento se centró la del joven guardián.
Con lo asustada que se encontraba, Tiffa no se percato del rubor en el rostro del joven elfo o de la curiosa interacción entre el mismo y el mayordomo hasta que el primero desapareció en un haz de luz abruptamente.
"Señorita Westwood, ¿Por qué está usando esas ropas?"
"¿He?" -dijo la joven recuperándose lentamente del miedo que había sentido- "estas… estas son ropas… tradicionales élficas, mi madre usaba similares, ¿hay algún problema con ellas?, ¿son desagradables?"
"¡Oh!, me disculpo si le hice creer que esa era la intención de mi pregunta, solo lo pregunté por qué me parecieron conocidas." -dijo el mayordomo abriendo la puerta de la reja finalmente-
"Oh, ya veo." -contesto la chica tomando la mano que le ofrecía el mayordomo para ponerse de pie-
"Mi nombre es Sebas Tian, pero usted puede llamarme simplemente Sebas," -dijo el mayordomo con una sonrisa amable- "ahora, creo que sería prudente que le llevara a donde pueda ponerse presentable, usted no está bajo arresto, o tiene cargos criminales, el encarcelamiento era solo una precaución temporal mientras identificábamos si representaba alguna amenaza."
Procesando las amables palabras del hombre frente a ella, finalmente registro la humedad en sus muslos, miro hacia abajo y se puso roja hasta la punta de sus puntiagudas orejas.
"S-se lo agradecería profundamente."
Sin poder levantar el rostro de la vergüenza, Tiffania se dejó guiar hasta la tienda de campaña que fungía como balneario comunal para el grupo de exploradores.
Al entrar en la tienda que fungía como balneario, Tiffa se topó con una escena extraña, tras haber ingresado por el lado con cortinas de color rosa, el espacio dentro de la tienda era muchas veces mayor al que se apreciaba desde afuera, el piso estaba cubierto con una estructurade madera en forma de 'U' en los costados había cubículos metálicos de diferentes tamaños, con canastas dentro y al fondo una gran bañera de madera con agua de la que se podía ver el vapor elevarse.
Tras un momento de mirar todo a su alrededor con asombro, la joven recordó las instrucciones del mayordomo, tomando a canasta de uno de los cubículos más pequeños, tomando de esta la toalla y sandalias que se encontraban dentro para su uso, se desnudó rápidamente, colocando sus prendas sucias en la pequeña canasta y la volvió a colocar en su lugar.
Al pasar la puerta de cristal que tenia una textura que no dejaba ver hacia el interior al estar cerrada, pudo ubicar lo que le había mencionado Sebas, pequeñas cubetas de madera y unos botes trasparentes con un líquido viscoso dentro.
"El señor Sebas dijo que el líquido viscoso debía frotarse sobre la piel y que ayudaría a limpiar adecuadamente, que solo había que presionar la parte superior suavemente para que saliera un poco."
Tomando la esponja que estaba dentro de la cubeta, coloco jabón sobre esta y comenzó a frotarla, maravillándose por lo rápido que hacía espuma.
"¡WOHAAA! Está haciendo bastante espuma *ghasph* *snif snif* ¡Y tiene un aroma encantador!"
Tomándose su tiempo, la joven disfruto del agradable masaje que le proporcionaba la suave esponja, no irritaba su piel, ni siquiera en sus zonas más sensibles, como sus pezones orejas o zona intima, recordando las palabras del mayordomo, tomó agua de la bañera con la cubeta y procedió a enjuagar su cuerpo.
"Si mal no recuerdo, el señor Sebas me dijo que los líquidos opacos eran para lavar el cabello."
Tomando un poco de jabón en sus manos, de un bote que tenía un liquido blanco con olor a Jasmín.
"¡WOHA este hace aún más espuma que el otro!" -dijo emocionada-
Pero en su emoción, la espuma callo sobre su rostro entrando en sus ojos.
"¡AAARRGGHH! ¡ARDE ARDE ARDE ARDE!" *SPLASH*
Por lo que de inmediato se enjuago con abundante agua para aliviar el ardor en sus ojos.
"Huuh, ahora ya sé por qué me dijo que tuviera cuidado de que no me cayera en los ojos."
Habiendo terminado de lavar su cuerpo, la joven decidió que era hora de entrar en la bañera.
"Mhhhnnnnhhgg, *shigh* que agradable."
Dentro de la bañera, por todo el perímetro, había pequeños bancos sumergidos de variadas alturas y tras un poco de prueba y error, encontró el más adecuado para ella, que le permitía recargar la cabeza en el borde de la bañera sin riesgo de resbalarse, por lo que decidió cerrar los ojos y relajarse un par de minutos en la agradable agua caliente.
Su relajación fue abruptamente interrumpida poco después por la sensación de asfixia, había dormitado y se había hundido accidentalmente.
*COUGH COUGH* *GHASPH* "Heee fuuu heeee fffuuu." 'Oh cielos que vergüenza me quede dormida' -pensó asustada-
Mas al revisar sus manos se tranquilizó un poco, aun no había estado demasiado tiempo en el agua, sus manos apenas comenzaban a arrugarse.
"Lo mejor es que salga cuanto antes, creo que ya tomé demasiado tiempo."
Sin dudarlo, salió de la bañera y tomando la toalla que dejo anteriormente colgada en un gancho cercano de la pared se secó apresuradamente y salió hacia los cubículos.
*Ghasph* "¡Mi ropa!, ¡No está!, ¡¿Dónde está mi ropa?!"
Alarmada buscó por todos lados, pero no podía encontrar nada, la canasta en la cual anteriormente había dejado su ropa, se encontraba visiblemente vacía, estaba por comenzar a llorar cuando finalmente tomó la canasta y se percató de que realmente no estaba completamente vacía, dentro se encontraba el anillo que le dejó su madre, que era lo que verdaderamente le preocupaba que hubiese sido robado.
"Un momento, si se robaron mis cosas, ¿Por qué no se robaron el anillo?"
Llegando a la conclusión de que algo así no tenia sentido, la joven se armó de coraje y se envolvió en la toalla para cubrir su cuerpo, asomándose fuera de la carpa ligeramente, de inmediato encontró al mayordomo.
"Esto, ¿Sebas-sama?" -dijo la rubia asomando la cabeza por la solapa de la tienda-
"Dígame señorita Tiffania, ¿hay algún problema?"
"Esto, mi ropa, ¿sabe dónde está?"
"Lo siento, como se había ensuciado me tome la libertad de pedir que la asearan, dentro de algunas horas estará como nueva."
"Oh, ya veo, ¿y si alguien necesita usar el baño?, ¿Qué hago mientras tanto?"
"No tiene de que preocuparse, hace un rato, cuando entro para asearse, le pedí a una de las hembras en el grupo que le consiguiera un cambio de ropa para que use mientras tanto, no debe de tardar en llegar."
"L-lamento mucho las molestias que le estoy causando S-sebas-sama."
"No es ninguna molestia, y puede llamarme simplemente Sebas."
"Umu, l-lo intentare."
En ese momento, una criatura bípeda de apariencia marsupial con púas por cabellera, ataviada en ropas de explorador, traía abrazado contra su pecho un montón de tela.
"¡Ah!, veo que ya termino, aquí está la ropa que me pidió Sebas-sama."
"Muchas gracias Cespi, aunque me temo que tendré que quitarte algo más de tu tiempo, ¿sería mucha molestia que le enseñaras a ponerse las prendas?, hasta donde se ella nunca ha usado… ese tipo de vestimentas."
A Tiffa le pareció bastante curiosa la expresión en el rostro de la criatura, por un momento solo había confusión, después sorpresa y finalmente entendimiento.
*Ghasph* "Pobrecilla, de seguro nunca ha estado completamente cómoda, ¡No se preocupe Sebas-sama!, ¡yo me encargo!"
La elfa fue empujada dentro por la criatura sin perder tiempo. Cespi se metió a la tienda de campaña, empujando dentro a la elfa.
"Muy bien, traje algunas opciones, veamos que te queda mejor." -Exclamó la chica puercoespín-
"Siento mucho los problemas que le he causado señorita Cespi."
"No es ningún problema querida, y puedes llamarme simplemente Cespi, solo soy una ciudadana común y corriente del imperio, quítate la toalla, primero que nada hay que ver que ropa interior te queda mejooooor." -Dijo la joven puercoespín girándose con unas pantaletas en una mano y un sostén en la otra-
La imagen frente a ella la había dejado sin palabras.
'Por el supremo, ¡es la primera vez que veo unas mamas tan grandes!, ¿no le dolerá la espalda constantemente con tremendo par?'
Sintiéndose consciente de su desnudez por la mirada fija sobre ella, Tiffa cubrió sus pechos con una mano y antebrazo mientras que cubría su entrepierna con la otra mano.
"Esto… ¿sucede algo?"
"¡Ah!, n-no, lo siento me distraje un momento," -dijo la joven puercoespín, mirando el sostén en su mano y volteando a ver nuevamente el pecho de la elfa- "traje varios pares de pantis de diferentes estilos, probemos todas para ver con cual te sientes más cómoda." -termino, arrojando el sostén de copa C que estaba por ofrecer y tomando mas pantaletas en su lugar-
La primera que se probó fue una pantaleta clásica de color amarillo suave, sin embargo le quedo muy ajustada, la segunda que se probó era tipo bóxer de color vino, le ajustaba bien pero las costuras internas y el encaje le molestaban en la cadera, la tercera que se probó era de corte bikini de un color azul rey y por alguna razón tenía un corte circular cerca de la cintura en la parte trasera, esta le incomodaba la sensación de la tela amontonándose entre sus glúteos al caminar, la cuarta que se probó era tipo tanga de color rosa neón, esta le resultó bastante cómoda, la tela era bastante suave y elástica ajustándose suavemente a su cuerpo, estaba por seleccionar esta, cuando Cespi le ofreció otra más.
"Pruébate esta, es la última, a ver con cual estas más cómoda."
Encogiéndose de hombros, Tiffa se puso la prenda nueva y de inmediato se sonrojó, esta prenda era peor que no usar nada como era su costumbre, era de color rojo intenso y se trataba de algo llamado G-string, la prenda apenas si tenía tela, la gran mayoría de su vello púbico se podía ver alrededor del pequeño triangulo al frente y la prenda se clavaba en su zona intima, estimulándola con cada paso.
"N-nno, cero que la anterior es la mejor, si definitivamente." -dijo mientras frotaba ligeramente sus muslos-
"Bien, con eso decidido, ahora hay que ocuparnos de la parte de arriba, afortunada o desafortunadamente tu talla automáticamente nos da la elección."
Rebuscando entre varios sostenes, sacó uno sin adornos de color rojo vino, tras ponérselo, Cespi le explico como ajustarlo cómodamente, como ponérselo y quitárselo fácilmente, así como también la manera de elegir uno de talla adecuada cuando decida comprar por su cuenta ya que para sorpresa de la joven puercoespín, el sostén donado por una Yak resulto ser al menos una talla muy pequeña de copa para la rubia.
Lo siguiente fue seleccionar entre varios pantalones y leggins, si bien estos últimos se le veían bastante bien, ella los sintió bastante indecentes, se sentía muy expuesta y de los pantalones, solo dos le quedaron, el primero era de lona de un color beige que le ajustaba muy bien en todas las medidas pero tenía un gran defecto, en la parte trasera dejaba al descubierto la mitad de su posterior ya que había sido donado por una mujer lagarto, el segundo eran unos jeans roídos que si bien le quedaban algo holgados de la cintura, ajustaban bien en la cadera evitando que bajaran demasiado, por lo que decidió seleccionar estos últimos.
Ya solo quedaba seleccionar una prenda.
"Estas tres definitivamente no sirven," -Dijo Cespi mientras removía tres prendas del montón- "comencemos con esta."
Tiffania que ahora ya estaba usando ropa interior y un pantalón, miro la prenda que le ofrecía la otra joven, se trataba de una camisa blanca de cuello en corte V de manga corta, tras un momento de seguir instrucciones, finalmente se la puso correctamente.
"Si bien me queda un poco ajustada en el área del pecho es bastante cómoda y fresca." -Dijo la rubia-
"¿No te parece muy dedlgada?"
"Un poco, pero gracias a la prenda que llamas sostén, no es un problema, no se ve nada vergonzoso."
"Dejemos esa de lado por lo pronto, pruébate esta." -dijo Cespi ofreciendo una prenda de estampado cuadriculado-
Se trataba de una camisa de botones al frente de manga larga en colores rojo y negro y algo gruesa, si bien le quedaba perfectamente en los hombros y el abdomen, la prenda simplemente no cerraba en el pecho, ambas chicas se miraron a los ojos y negaron al mismo tiempo, definitivamente no, la ultima prenda que se probó la rubia consistía en una tela que abrazaba su cintura y cuello pero dejaba su espalda completamente descubierta, el color le había encantado, era verde pasto y ligeramente reflejante pero lamentablemente dejaba demasiado expuestos los lados de sus pechos.
'Ooofff, se supone que ese estilo de prendas es para que quede holgada y cubra bien el frente, pero a ella apenas si le entró y así como le queda con solo caminar se le van a salir las mamas de la tela.'
"Hemm, esta esta muy bonita, pero creo que es mejor que use la primera, no creo que esta me cubra adecuadamente."
La voz de la medio elfa sacó a Cespi de sus pensamientos.
"Si, también estoy de acuerdo
Entre ambas se pusieron a recoger toda la ropa descartada y tras unos minutos más ambas salieron de la tienda.
"Todo está listo Sebas-sama, aunque le recomiendo llevarla a comprar ropa de su talla, los pantalones donados por una de las minotauro le quedan bien si acaso un poco largos, pero las prendas superiores necesita cambiarlas a la primera oportunidad, si ya no me necesita más, entonces con su permiso me retiro." -hizo una reverencia la joven mientras abrazaba el bulto de ropa no usada-
"Muchas gracias por todo Cespi."
A Tiffania le pareció que la joven puercoespín iba susurrando algo mientras se retiraba pero no fue capaz de escuchar lo que decía, por lo que la ignoro para centrar su atención en el mayordomo, que tenía una expresión curiosa en el rostro.
*Shigh* Es cierto que esas prendas hacen su trabajo, pero no es una apariencia adecuada para una señorita. -Pensó para sí mismo el mayordomo-
"Perfecto, dentro de algún tiempo su ropa estará limpia y seca, que le parece si aprovechamos ese tiempo para explicarle lo que ha sucedido hasta ahora en el país, así como visitar algunos comercios que es esencial que visitemos, ¿le parece?"
Tiffania tenía una gran sonrisa en el rostro, era la primera vez en su vida que era tratada con tanta amabilidad, incluso sentir su pecho tan apretado dejo de molestarle, una gran sonrisa agracio su rostro, estaba por aceptar la invitación, cuando recordó algo que enfrió instantáneamente su entusiasmo.
"¡Me!… encantaría, pero, no puedo, los pobladores deprecian a los de mi especie, me atacaran en cuanto me acerque a la ciudad." -dijo apartando la vista-
"Tal vez así fuese anteriormente," -interrumpió Sebas acariciando su barba con su mano derecha- "pero ahora las cosas son diferentes, bajo el reinado de Ainz-sama, el maltratar o hacer daño a alguien por su mera apariencia o estatus es severamente castigado, no tiene de que preocuparse, además, no ira sola, yo me encargare de que nada le pase." -terminó el mayordomo ofreciéndole la mano-
La elfa miraba la mano ofrecida con los ojos amenazando desbordarse de lágrimas, con los ojos entrecerrados y una gran sonrisa, tomó la mano del mayordomo con ambas manos.
"Entonces, me encantaría acompañarle."
-O-
Tras una amena caminata en la cual el mayordomo explicaba a la rubia cómo y por qué Albión había sido conquistado, se encontraban entrando al centro de Saxe-Gotha.
Si bien las miradas de los pobladores se posaban sobre el par, en ningún momento Tiffa había sentido animosidad dirigida a su persona y aunque le tomó un buen rato comprender el marcado cambio en el comportamiento de la gente, al final comprendió que tenia que ver con el resto de criaturas de diferentes especies que paseaban por el pueblo.
Cuando pregunto por ello, el mayordomo le contesto que bajo la protección del imperio hechicero había una gran cantidad de especies, por lo que la marginación o racismo contra cualquier individuo sin importar su raza o situación económica es un crimen.
"¡Increíble!, me es difícil creer que exista tal lugar, yo siempre pensé que un paraíso como ese solo seria posible en mis sueños." -hablo la joven con los ojos llenos de esperanza-
El mayordomo estaba por responder con una leve sonrisa, pero una voz le interrumpió.
"Pero que coincidencia Sebas, no esperaba encontrarte por aquí."
Sorprendida al ver como el mayordomo se giraba y hacia una reverencia reconociendo la voz que les habló de pronto, reconociendo por su respuesta que se trataba de una figura importante, un hombre bastante fornido que se movía con suma gracia, como un noble de alta cuna, pero podía sentir el aura de un guerrero bastante experimentado emanando de él.
"Buen día Satoru-sama, que agradable sorpresa."
"¡Oh!, pero que descortés de mi parte, espero no estar interrumpiendo tu cita." -dijo Ainz intentando sacarle una reacción al mayordomo-
"¿Cita?, ¿Qué es una cita Sebas-sama?" -pregunto curiosa la semi elfa-
La joven vio como una mueca extraña cruzó el rostro del mayordomo por un instante para inmediatamente después cambiar de tema.
"Ahem, me temo que las cosas no son lo que parecen, la señorita Westwood fue encontrada en una de las ultimas secciones exploradas de la isla, lamentablemente ella desconocía lo que había sucedido hasta ese momento en el país, por lo que reacciono pobremente y fue capturada por intentar usar magia prohibida sobre los exploradores, tras la investigación se concluyó que no representaba ningún peligro para el reino y todo fue un lamentable accidente, además, debido a algunos inconvenientes suscitados durante la interrogación, en estos momentos le llevo a alguna de las nuevas tiendas de ropa para que consiga algo más presentable."
"Ya veo." -contesto Ainz mientras leía entre líneas el reporte superficial de Sebas-
"Suzuki, ¿de dónde conoces tu a esta persona?" -pregunto Louise que había llegado a mediación de la explicación del mayordomo-
"Ahh, usted debe de ser la señorita Louise François le Blanc de la Vallière, aquella joven prodigio que invoco a Satoru-sama a este mundo."
La cara de vergüenza de la pequeña maga al recibir elogios, le pareció algo totalmente adorable a Tiffa.
"Louise, permíteme presentarte al mayordomo personal del rey hechicero, Sebas Tian."
*Ghasph*
La sorpresa fue evidente en el rostro de la joven peli rosada afianzando más la opinión que Tiffa tenia de ella.
"En Equs varias dragonesas intentaron ganar sus afectos sin éxito, de haber sabido que preferías los 'cortes cargados' le hubiera comentado a la emperatriz Twilight si no conocía de alguna Yak o Minotauro interesada, jajajaja, espera un momento, ¿o es que ibas a esperar que Aura tuviera descendientes para salir con una elfa?"
"No, no, para nada, ese no es el caso," -contesto el mayordomo, siendo la única traición de su vergüenza un ligero sonrojo en sus mejillas- "simplemente no tengo tiempo para esas cosas, solo existo para servir a Ainz-sama."
Cuando el ultimo comentario del hombre fue finalmente digerido, Tiffa no pudo evitar tener una reacción similar a la otra joven.
"¡¿HEEEE?!, ¡¿Dragonesas?!"
Pero sus pensamientos no podían estar más apartados uno del otro, mientras Tiffania veía con ojos de asombro al viejo mayordomo capaz de dominar fieros dragones, Lousie estaba roja como un tomate por no poder imaginar cómo podría funcionar algo entre un hombre y un dragón, hasta que la última parte del comentario de Suzuki fue digerida por su mente.
"¿Elfa?" *Ghasph*
La repentina exclamación de la otra joven llamó la atención de Tiffa, un instante después grito asustada al verse amenazada por la otra chica qque le apuntaba con su varita que de inmediato cubrió su cabeza con sus brazos y se agacho.
"¡GYAAAAAAA!"
Sin embargo, el temido ataque nunca llego, solo la voz indignada de la joven maga reclamando a alguien era lo que sus oídos captaban.
*POMPF* "¡OUCH!, ¡¿pero qué estás haciendo?, ¿Qué no vez que hay un elfo aquí?, ¡hay que someterlo antes de que haga daño a alguien!, ¡deja de interrumpir y ayúdame a deshacerme de este demonio!"
*POMPF*
La voz tranquila del hombre que Sebas había nombrado como Satoru, se escuchó hablar con firmeza.
"¿Demonio?"
Al ver que ningún daño parecía caer sobre ella, Tiffa timidamente abrió sus ojos y voleo a ver a los recién llegados.
El hombre grande sostenía la varita mágica de la joven maga lejos de su alcance, mientras defendía a la asustada rubia.
"¡¿Pero qué te pasa?!, ¡regrésame la varita que me dio su majestad!"
"Jamás había visto a un demonio temblar de esa manera ante nada." -dijo Satoru sarcásticamente-
Y justo cuando parecía que la peli rosada se lanzaría sobre ella a puño limpio, esta última fue tomada del cuello de su camisa por este y suspendida en el aire.
"¡Sueltame!" -gritaba mientras trataba de zafarse-
"Umu, concuerdo con usted Satoru-sama, además tampoco había sabido nunca de uno que cuidara de esa manera de huérfanos humanos, con tanto amor que ellos lo retornasen libremente."
"Tienes toda la razón Sebas, ninguno de los que sirven al rey hechicero tiene tales cualidades."
"¡Te digo que me… ¿he?"… " ¡HEEEEEEE!"
El grito de sorpresa de la pequeña maga, llamo la atención de la rubia, viendo que la otra joven estaba siendo retenida, respirando aliviada y pudo controlarse un poco.
Sebas, con una sonrisa en el rostro le tendió la mano para ayudarla a ponerse de pie.
"E-e-estas b-b-bromeando, ¿v-verdad?, no puedo creer que su majestad tenga demonios bajo su mando, es simplemente impensable, alguien con su carisma y calidez no puede asociarse con criaturas perversas, es… ¡es simplemente imposible!"
"Si mal no recuerdo," -continuo el mayordomo, mientras que Tiffania se ocultaba detrás de él, mirando con curiosidad a los recién llegados y su salvador conversar tranquilamente- "usted ya conoció a uno y dudo que exista otro de más alta jerarquía que él de momento."
"¡No, no, nonono, yo jamás me he asociado con ningún ente demoniaco!"
'Así que incluso demonios obedecen al rey hechicero, increíble.' -pensaba la semi elfa-.
"Sabes Louise, la señorita Tiffania es originaria de Albión, por lo que, ahora que la isla pertenece al Imperio Hechicero, la vuelve una ciudadana del mismo, por lo tanto, ella cuenta con todos los derechos y obligaciones pertinentes de un ciudadano libre; en el Imperio Hechicero no existe una superioridad racial, todos sin importar su forma u origen deben obedecer la misma ley; siendo tu una noble de Triastain, ¿comprendes lo que significaría que la atacaras?"
Tiffa miraba con curiosidad las diferentes expresiones que cruzaban por el rostro de la otra joven.
"Hablando sobre la señorita Westwood, acabo de recordar, durante mi primera interacción con ella, menciono ser hija de una elfa y un duque de Albión, creo que habrá que investigar lo encontrado para ver si hay pertenencias o propiedades que sean suyas por derecho, tendré que ponerme en contacto con los Lich's a cargo de procesar los archivos de Newcastle."
Poniéndose tan pálida como un pergamino por un instante, tras haber comprendido lo que implicaría atacar a la rubia, Louise aclaro su garganta interrumpiendo la conversación de los hombres.
"Ahem, entiendo, si ella es ahora una ciudadana del Imperio Hechicero, entonces no hay ninguna necesidad de hostilidades, Suzuki, ya puedes bajarme y también regresarme mi varita."
"Bueno Sebas, no te interrumpiremos más," -dijo Ainz mientras bajaba a la pequeña maga- "puedes seguir con tu cita."
"¡Oh!, no tiene que preocuparse de eso, de hecho, todo lo contrario, agradecería poder seguir contando son su presencia; si la señorita Louise tiene algo de tiempo disponible, me gustaría pedirle su opinión con algunas prendas, estoy seguro que su opinión será mucho más útil que la mía en estos temas."
"Puede contar con mi ayuda Sebas, tengo el tiempo necesario, nosotros ya terminamos de ver la ciudad, de hecho, estábamos pensando pasar el tiempo restante descansando en la plaza, pero usarlo de esta manera es más productivo." -comento la peli rosada-
Guardando su varita, Louise tomo de la mano a Tiffa y comenzaron a caminar hacia una de las recién abiertas 'Boutique'.
Al llegar se adentraron en los pasillos de ropa mientras que los hombres se habían quedado en la entrada.
"¡Bienvenidas a la más nueva Boutique de 'Rarity for you'!, si bien aún no nos ha llegado la mayoría de los productos más exclusivos, ya contamos con un gran catálogo de piezas únicas y a la moda para ustedes, mi nombre es Soft Lace, ¿en qué les puedo ayudar?"
Tiffania se sorprendió al ver a la mujer de rasgos equinos, pero al voltear a ver a su acompañante no vio ninguna reacción de sorpresa o incredulidad.
"Buen día Soft, esta joven aquí necesita varios cambios completos, incluido los básicos interiores." -Contestó la joven maga-
*GHASPH* "Pero que horror, ¡entonces ese estilo no es por gusto! ¿acaso se perdió tu equipaje en el transporte aquí?" -preguntó la vendedora de la tienda con genuina preocupación-
Al ver la sinceridad de la mujer, la rubia comenzó a jugar nerviosamente con sus manos.
"Este… no, es más bien que yo jamás había comprado ropa ni nada parecido antes, lo que traigo puesto me lo prestaron amablemente, porque mi ropa original se ensucio por accidente." -contesto con timidez-
"Pobre cosita, no te preocupes querida, has venido al lugar mas indicado para tu primera experiencia, pasa de este lado por favor, vamos a sacarte de esos desastres y a tomar tus medidas."
"¿Medidas?, ¿a qué se refiere?"
"A tus tres medidas por supuesto, sino como sabremos tus tallas correctas, ¿o prefieres seguir igual de incomoda como creo que estas en este momento?"
*Ghasph* "¡¿Quere decir que la ropa puede ser aún más cómoda?!"
Aunque no lo mostraba, Louise también estaba interesada, ya que también para ella era la primera vez que entraba en una Boutique, su ropa siempre había sido hecha por sastres hasta ahora.
Al fondo de la tienda, pasaron un bastidor que sostenía una pesada cortina y tras este había una especie de pequeña habitación, el fondo era dominado por un gran espejo, de un lado había una gran banca y del otro una variedad de herramientas desconocidas para ambas chicas y al centro de la habitación había una especie de taburete circular de un mail de diámetro y unos treinta sant de alto.
"Bien, ahora si estamos en un área privada, fuera toda ropa." -dijo la vendedora mientras estiraba una cinta métrica en sus manos-
Por un momento Tiffa se sintió avergonzada, consciente de las personas con ella, hasta que fue calmada por la dependiente.
"No tienes de que preocuparte querida, todas somos hembras y soy una profesional, necesito saber con que voy a trabajar para darte las mejores opciones, este proceso es único a menos de que cambien tus medidas drásticamente a futuro."
Con esas palabras de aliento, la rubia respiro profundamente y comenzó a desnudarse.
Viendo como la semi elfa se despojaba de sus ropas, Louise no pudo evitar sentir envidia de la grandiosa figura de la joven, así como tampoco pudo evitar sentir incredulidad al ver el enorme busto de la joven y vergüenza por lo atrevida que era la ropa interior de la misma.
"Veamos, huhumm, y de aca… humn, por aquí, ah, si te puedo pedir que levantes tus brazos por favor, gracias… ok por último te voy a pedir que coloques tus manos bajo tus pechos y los levantes ligeramente."
"¿A-Así está bien?"
"Un poco menos… ahí esta perfecto, ahora veamos… ok ya puedes relajarte."
Acercándose al área con herramientas, la yegua comenzó a apuntar mientras hablaba.
"Tu altura es de un metro sesenta, ah cierto qui los llaman mails y sant, bueno tu altura se de 160 sant, tu cadera es de 89 sant, tu cintura es de 59 sant y tu busto es de 105 sant con una banda de 73.5 sant, lo que equivale a una copa 32 D de sostén, te daré una copia escrita de tus medidas por si alguna vez las necesitas para algún sastre fuera de Albión."
"¿Por qué solo las ocuparía fuera de Albión?" -pregunto Louise con curiosidad-
La yegua respondió mientras entregaba el papel con los apuntes a Tiffania.
"Porque en el Imperio hechicero existen ciertas medidas estándar ya que la gran mayoría de las especies comparten una forma general similar, y los casos especiales están claramente divididos lo que facilita crear un estándar adicional para los mismos; por ejemplo, tu amiga aquí, las mejores tallas para ella en blusas y camisas son las XL, o las LXB que son las que tienen espacio extra para el busto, en cuanto a faldas, mientras sean de corte suelto la talla XS es ideal para ella, pero si hablamos de pantalones o cualquier prenda de corte ajustado tiene que buscar la talla XSW o S."
Mientras Louise miraba a la rubia que trataba de descifrar todo lo que decía el papel en sus manos, la vendedora salió del lugar y regreso con una variedad de modelos de sostén.
"Querida fuiste bendecida con un busto bastante grande para tu estatura y aun no me han llegado los conjuntos 'Shortstack' así que no te puedo ofrecer piezas a juego de momento, pero podemos comenzar con estos." -dijo la vendedora mostrando al menos uno docena de prendas íntimas en cada mano-
Tras un rato de medirse pantaletas y sostenes de diversos tipos, los favoritos de Tiffa fueron los que permitían mayor circulación de aire y abrazaban suavemente su cuerpo, es decir la lencería de encaje y la mayoría de los casos translucidas, selecciono un bustier, un corte regular, dos balconette, uno de copa completa que la empleada le recomendó para usar con camisetas, uno suave y firme que le recomendó para días activos, y uno que la dependienta llamó 'Sport-bra' que le recomendó para hacer ejercicio o actividades extenuantes.
En cuanto a las pantaletas, selecciono un par de tangas, tres de corte bikini y dos que la vendedora llamó 'boxer'.
Terminada la selección de ropa interior, la vendedora comenzó a traer vestidos, pantalones, blusas y camisas de diversos tipos, Louise estaba asombrada con la calidad de las costuras en las prendas y no podía creer que fueran hechas en masa y no a pedido.
Al final, de todas las opciones mostradas por la vendedora, la rubia eligió una camiseta y pantalones similares a los que le habían prestado, a excepción que los jeans nuevos no eran roídos como los anteriores, además tenían la parte baja acampanada y la camiseta era algo más gruesa, también cambio la ropa interior que le habían prestado por el sostén de corte regular y una de las pantaletas tipo bikini, por lo que ahora estaba mucho más cómoda.
Mientras la vendedora comenzaba a llevarse la ropa elegida por la semi elfa para cobrarla, esta ultima vio de reojo una sección de la tienda que le llamó la atención y tras tomar una de las hermosas prendas, regresó corriendo hasta donde estaba Louise.
"¡Señorita Louise!, ¡mire este hermoso vestido, estoy segura que se le vería muy bien!"
Escuchando la voz emocionada de la rubia, la joven maga volteo a verla y se quedó como piedra.
Ciertamente el vestido era muy bonito y se veía bastante fresco, pero había un gran problema, la sección de la que la prenda había sido tomada.
'¡Ese es un vestido de niña!, ¡¿Que esta tratando de decirme esta maldita vaca lechera?!' -pensaba mientras trataba de responder ocultando su molestia- "No, no creo que algo asi se me vea bien realmente."
"¿Eso cree?" -contesto la rubia mientras miraba de nuevo hacia la sección infantil-
Habiendo visto la interacción de ambas, Soft Lace cubrió su boca con su mano tratando de disimular su diversión.
"Sientanse libres de seguir mirando mientras preparo sus compras." *Fufufu*
Louise estaba a punto de contestar, pero fue tomada de la muñeca por la rubia que la jaló hasta la sección infantil.
"¡Gracias!, ¡Mire señorita Lousie!, estos vestidos son hermosos, por que no se prueba uno, estoy segura de que se le verán encantadores."
Tras varios minutos de humillación para la joven maga y después de lograr convencer a la rubia de que ya no tenia mas tiempo y que tal vez en otra ocasión ella compraría algo, finalmente dejaron la boutique con varias bolsas de compras que fueron pagadas por Sebas.
Y con una breve despedida final, se separaron de Satoru y Louise, que se dirigían al puerto para dejar Albión.
Regresando al campamento de los exploradores, la joven semi elfa pudo recoger sus ropas viejas, ya lavadas y regreso las prendas prestadas agradeciendo profundamente, tras lo cual pasó el resto de la tarde en compañía del mayordomo, que le mostro varias de las nuevas tiendas en la ciudad e incluso la llevó a comer a un restaurante donde servían comida deliciosa.
"¡La comida estuvo maravillosa!, ¡Muchas gracias por invitarme señor Sebas!"
Viendo como de estar bastante animada, el rostro de la rubia paso a preocupación repentinamente mientras caminaba con rumbo a Newcastle, el mayordomo levanto una ceja.
"¿Sucede algo señorita Tiffania?"
"¡NO!... bueno, es solo que siento que estoy siendo una carga para usted, ha hecho tanto por mí, me libero tras el malentendido, me… permitió asearme, me compró ropa nueva e incluso me llevo a comer a ese maravilloso lugar, ahora, por si fuera poco, dijo que tiene listo un lugar para que pase la noche, siento que no merezco todo esto, no tiene que preocuparse tanto por mí, estoy segura de que puedo encontrar donde pasar la noche."
"De ninguna manera, tras el malentendido, lo que he hecho es lo mínimo que debe hacer un siervo de Ainz-sama por sus súbditos."
"Ya veo."
Por alguna razón la respuesta impersonal y genérica la entristeció y no podía entender por qué, sin embargo, las siguientes palabras del mayordomo le llenaron el estómago de mariposas.
"Además, como un caballero, jamás podría dejar que una señorita inocente como usted sufra tales penurias mientras este en mi poder hacer algo para evitarlo."
La sonrisa amable que le dio al terminar de hablar le provoco que se sonrojara y sintiera calientes las orejas.
Unos minutos más tarde llegaron a unas oficinas en las cuales yales esperaba un carruaje de color negro azabache con un acabado de espejo y tras montar en el mismo, partieron hacia la capital de Albión.
Por el camino, Tiffania comenzaba finalmente a procesar todo lo que le había pasado en tan poco tiempo, desde que había sido encontrada por el caballero frente a ella, la vida de Tiffania había cambiado drástica y rápidamente, hace tan solo poco menos de un día, trataba de mantener ocultos y a salvo a los huérfanos que cuidaba en el bosque y de pronto extrañas criaturas sobre las que no funciono su hechizo para borrar memorias aparecieron rodeándola a punta de espada.
Ella no se podía mentir a sí misma, en ese momento estaba aterrada y las lágrimas se escapaban de sus ojos del miedo, cuando todos los niños fueron dormidos y llevados por las criaturas rogó y gritó con todas sus fuerzas que no les hicieran nada, que ella haría todo lo que quisieran si los dejaban libres, sin embargo, las criaturas no le contestaron o dirigieron la palabra.
De manera brusca le esposaron y metieron en una jaula, la subieron en una carreta y la llevaron hacia lo que parecía un campamento montado a las afueras de la ciudad de Saxe Gotha, lagrimas amargas rodaban por sus ojos pensando en lo que les pasaría a los pequeños que estaban tan encariñados con ella; rogaba con todas sus fuerzas a sus ancestros que alguien los salvara.
Al poco tiempo dos figuras se habían acercado sin que se diera cuenta, al levantar la mirada, frente a ella se encontraba el hombre mayor que ahora le acompañaba, además de un elfo de piel bastante bronceada y apariencia algo afeminada, este se encontraba ataviado en magnificas prendas femeninas, lo que la confundió por un momento y no noto que era un niño hasta que dejo de sentirse hipnotizada por el báculo que portaba, el sentimiento de naturaleza que irradiaba era indescriptible.
Ella podía recordar claramente el susto que se había llevado y como había rogado por su vida, sin embargo, solo le pregunto cosas muy básicas y también le preguntaron por la magia que utilizo, así como el por qué la había utilizado y al confesar sus intenciones, le informaron de los recientes cambios importantes en la isla.
Au podía recordar claramente la abrumadora rabia que el joven elfo había irradiado al no referirse con el suficiente respeto al nuevo rey, le seguía dando escalofríos.
Recordando estos sucesos no pudo evitar bajar la mirada avergonzada, del miedo, ella se había orinado encima, sin embargo, la vergüenza fue de corta duración ya que la mirada baja puso en su línea de visión la ropa que el amable caballero le había comprado tras permitirle limpiarse después de su vergonzoso incidente.
Él es ciertamente una persona buena y amable, ¿Qué es esta cálida sensación en mi pecho? -pensó con un ligero rubor en sus mejillas Tiffa-
Tocando la camiseta ligeramente holgada que cubría su pecho con aprecio, debajo de esta podía sentir la prenda que sostenía sus senos suavemente, dándole un soporte y comodidad que nunca había sentido antes.
Si en definitiva es alguien amable, me protegió durante nuestra visita a la ciudad, alejó a cualquiera que se acercara con malas intenciones e incluso hizo arrestar a los que realmente intentaron atacarme, no me descuidó ni siquiera cuando me llevo a comprar estas ropas tan cómodas y no solo me compro este juego. -giro su mirada a la bolsa sobre el asiento junto a ella-
En la bolsa se encontraban sus ropas originales que había recogido cuando ya estuvieron limpias, así como las múltiples prendas que le compró.
'También fue divertido contar con la compañía de la señorita Louise jijiji.'
Recordando a la peli rosada que le había ayudado en la Boutique, pensó en como le había dicho que compraría ropa para ella en otra ocasión, lo que trajo a su mente la preocupación sobre qué haría de ahora en adelante, después de todo, no estaba segura si podría regresar a su cabaña, además de que ahora ya no estaría con ella ninguno de los niños y podía ver como avanzaban rápidamente por la campiña.
"Humm, e-esto, señor Sebas, puedo preguntar, ¿Qué va a ser de mi a partir de ahora?" -Se pudo escuchar la tímida voz de Tiffania hacer eco en el cómodo carruaje-
"¿Mhn?, ah, eso, ¿no lo había mencionado?, en estos momentos nos dirigimos hacia la capital, la habitación que le tengo preparada para su descanso se encuentra en Newcastle, es el único lugar donde puedo asegurar una habitacion de huéspedes sin dificultad."
"¿Newcastle?, ¿Qué no es ese el nombre que recibe el castillo principal de Albión?, ¿de verdad está bien para mi entrar a tan importante lugar?, ¿no se meterá en problemas por mi culpa?" -preguntó muy preocupada-
"Fufufufufufufu."
"Puedo entender perfectamente su preocupación, pero no tiene por qué sentirse nerviosa, en cuanto le comuniqué todo lo sucedido a mi amo, usted fue puesta directamente bajo mi supervisión, asegurar su protección y bienestar es lo mínimo que puedo hacer para cumplir con las ordenes de mi amo."
¿He?, ¿pero en qué momento?, no lo vi mandar ninguna carta o usar cualquier otra forma de comunicación mientras paseábamos por el pueblo. -se preguntó con duda a sí misma-
"Además," -continuo Sebas- "hay que asegurarnos de que descanse debidamente, después de todo, a partir de mañana usted estará bastante ocupada."
Escuchando las palabras del hombre frente a ella, Tiffania inclinó ligeramente la cabeza a un lado mientras su mirada preguntaba claramente '¿a qué se refiere?'
"Usted es ahora una ciudadana del Imperio hechicero, el día de mañana me encargaré de explicarle todo lo que eso conlleva, así como obtenerle la papelería y registro necesarios."
"¿Registro?"
"Si, sería lo que le identificara ante cualquier funcionario como una ciudadana del imperio sin la menor duda."
"¿Imperio?, pensé que se trataba de un Reino, ¿acaso escuche mal anteriormente?" -pregunto la rubia poniendo un dedo en su mejilla-
"Entiendo su confusión vera, mi amo, Ainz Ooal Gown-sama, comanda un sin número de territorios, por lo que, para no confundir a los ciudadanos, la capital es llamada el Reino hechicero, mientras que a todo lo que comanda se le considera el Imperio hechicero."
"Oh, ya veo, …mmmhn, eso de cierto modo tiene sentido, ¿me permite hacer una pregunta?"
"Por supuesto, contestare todo lo que me sea posible."
"¿Exactamente cuantas razas están bajo la protección del rey hechicero?" -preguntó con curiosidad la joven-
"Hmmm, Esa pregunta es algo complicada de responder," -contestó el mayordomo mientras acariciaba su barba- "si mal no recuerdo según el ultimo censo del Imperio, creo que había cerca de sesenta especies y sub especies, aunque no puedo asegurar de momento el número exacto, ya que la hibridación se sigue dando hoy en día, dando nacimiento a nuevas variantes e incluso especies completamente nuevas."
A la joven rubia le tomó un momento comprender la magnitud de dicho número, pero tras unos segundos mas fue capaz de razonar las palabras del mayordomo.
"Increíble, ¿no hay problemas con tantas especies diferentes viviendo en un mismo país?, quiero decir, ¿no hay choques entre culturas?"
"Lo lamento, pero me temo que no comprendo del todo su pregunta." -contestó confundido Sebas-
"Quiero decir, si no hay problemas por roces entre culturas, supongo que se debe a que las poblaciones son relativamente pequeñas, ¿no es así?"
"¡Ah! Creo haber entendido dende esta el problema, vera señorita Tiffania, el Imperio Hechicero no se encuentra en este mundo."
"¿Huh?"
"Equs es el nombre del mundo del que hemos venido, solo tiene una luna, a diferencia de este que tiene dos, en nuestro mundo hay tres continentes principales y una multitud de islas de diversos tamaños, el segundo reino mas grande de nuestro mundo se llama Equestria y ocupa aproximadamente dos tercios del continente mas pequeño, el resto de Equs esta bajo el dominio de mi amo, o son reinos vasallos del Imperio."
*Ghasph*
La sorpresa e incredulidad de la semi elfa estaba escrita por todo su rostro.
"Si mal no recuerdo el último censo la población actual del Imperio es de casi cuatro mil trecientos millones de habitantes lo que es poco más del sesenta por ciento de la población de nuestro mudo."
"¡IMPOSIBLE!" -gritó incrédula- "Se trata de una broma ¿verdad?, ¡pero que bromista es usted Sebas! Jejejejeje-"
La risa incrédula de la joven fue interrumpida por el mayordomo.
"Siento mucho si lo ha parecido, pero le aseguro que no estoy bromeado, ciertamente si agregamos la población de Albión el censo debe haber aumentado de manera considerable, pero no lo sabremos con exactitud hasta que sea realizado como es debido."
Ante las palabras del mayordomo, Tiffa comenzó a caer en un espiral de preguntas que no estaba segura de querer saber la respuesta, hasta que perdió el sentido por la sobrecarga mental.
'¡Simplemente imposible!, ¿Cómo podría alimentar a tantas personas? ¿Cómo es que mantienen el orden? ¡¿Cómo… como…com…'
La cadena de grandes revelaciones en el viaje, fue demasiado para la semi elfa, tras haber perdido el sentido non despertó hasta que llegaron a su destino.
Cuando el carruaje en el que viajaban finalmente llegó al castillo, todo lo que había escuchado le tenía tan anonadada, que todo lo que sucedió desde que descendió del mismo, donde fue guiada hasta su habitación en el ala noreste por Sebas que le ofrecía su brazo para que se mantuviera en pie, mientras una sirvienta que parecía estar hecha totalmente de cristal a excepción de sus ropas, llevaba las compras de la rubia, hasta que estuvo finalmente acostada en la cama más cómoda en que jamás había dormido, paso en un borrón sin registrarse en su memoria.
Esa noche sus sueños estuvieron plagados de cosas absurdas.
Si desean ignorar esta historia no se perderan de nada realmente importante, aunque apreciaria mucho dejen algun comentario, excelente dia a todos. XD
