🎶🎶🎶[ /YkJvHe3KK2c]🎶🎶🎶
🎶Se muestra una vista de la Luna llena y en la distancia, la figura de una bestia con forma de león gruñendo🎶
🎶Se muestra a los miembros de Akatsuki caminando juntos en una formación perfecta, con sus capas rojas ondeando detrás de ellos🎶
🎶Kakuzu se muestra en una batalla intensa con ANBU Raiz liderados por Sumire Shimura mientras Hidan lucha contra Danzo Shimura🎶
🎶Itachi aparece junto a Sasori, Deidara, Obito, y Konan luchando contra El Saboteador🎶
🎶Zabuza y Haku se encuentran en una batalla acuática contra Guren, mientras que Pain y Konan luchan contra Chino Chinoike🎶
🎶Naruto y Kurama aparecen en una secuencia de ataque conjunta. Mientras, Yakumo Kurama creaba una mortal obra maestra que cobra vida🎶
🎶Kisame y Zetsu se muestran luchando juntos en una secuencia contra Orochimaru y sus seguidores. Jugo, Suigetsu y Karin🎶
🎶Se muestra la Bestia Explosiva NUE emergiendo del suelo y atacando a los miembros de Akatsuki🎶
🎶Minato Namikaze, el Cuarto Hokage, está rodeado por los demás Kages. A, Mei Tarumi, Gaara y Oonoki. Un rayo dorado cae en medio🎶
🎶Se muestra a los miembros de Akatsuki luchando contra la Bestia Explosiva NUE en una secuencia intensa y emocionante🎶
🎶La música alcanza su clímax mientras se muestra a los miembros de Akatsuki en una pose de batalla lista para enfrentar a sus enemigos🎶
...
Capítulo 30: ¡Golpe de Estado!
🎶[ /Rj0F7_BKERU]🎶
{Dos días después...}
El Consejo de Konoha estaba reunido en la gran sala de deliberaciones. Las luces tenues proyectaban sombras alargadas sobre los rostros tensos de los presentes.
En el centro de la mesa redonda, el Daimyō de la Nación del Fuego estaba sentado, observando atentamente a los líderes de la aldea.
Minato Namikaze, el Cuarto Hokage, estaba a su lado, con el semblante grave. A su izquierda, Kushina Uzumaki, escuchaba en silencio, con los ojos atentos a cada movimiento de los consejeros.
Danzo Shimura, con su habitual porte rígido, estaba de pie en un rincón, esperando el momento justo para hablar. Sus dos aliados más cercanos, los ancianos Homura Mitokado y Koharu Utatane, estaban sentados a su lado, como siempre, apoyando su cada palabra. A pesar del aire de formalidad en la sala, la tensión era palpable.
El Daimyō miró a Minato, esperando que continuara su defensa. Habían pasado minutos discutiendo las acciones recientes de Akatsuki, los ataques a Konoha, y la vulnerabilidad creciente de la aldea.
Minato serio, con voz firme - Como Hokage, he dado prioridad a la protección de la aldea y sus habitantes. Los ataques de Akatsuki y los de Chino Chinoike han sido imprevistos, pero no insuperables. Con el tiempo adecuado y las medidas correctas, reconstruiremos Konoha y mejoraremos nuestras defensas. Es importante mantener la estabilidad, no dejar que el miedo nuble nuestro juicio.
El Daimyō asintió, pero su expresión no cambió. Era evidente que sus dudas aún persistían.
Daimyō seriamente cruza los brazos – Hokage-Sama, entiendo tu posición. Pero los fondos destinados para la reconstrucción no pueden ser infinitos. Ya ha habido un ataque devastador, y ahora otro. Las pérdidas económicas son significativas, y no debo mencionar las pérdidas de vidas civiles y de Ninjas... ¿Cómo podemos asegurar que esto no vuelva a ocurrir?
Antes de que Minato pudiera responder, Danzō Shimura se inclinó hacia adelante, con su tono frío y calculador, dispuesto a tomar el control de la conversación.
Danzō habla con voz firme, casi imperceptiblemente amenazante.
- La realidad, Daimyō-Sama, es que Konoha no puede seguir bajo un liderazgo que depende de la "esperanza" y la "paciencia". Cada ataque que hemos sufrido ha debilitado nuestra posición en el mundo Ninja. Nuestras defensas son insuficientes, nuestra seguridad, frágil. El enemigo ya ha demostrado que puede penetrar nuestras murallas, no una, sino dos veces.
Los ojos de Danzō recorrieron la sala, asegurándose de que todos lo escucharan claramente. Hablaba despacio, con un tono calculado que reflejaba años de manipulación política.
Sonríe levemente de lado, dirigiéndose a los demás.
- Lo que Konoha necesita no es esperanza. Lo que necesitamos es una fuerza real. Una seguridad infalible. Y la Raíz, bajo mi mando, puede ofrecer esa seguridad. Ya hemos demostrado ser capaces de actuar sin vacilaciones, sin ataduras emocionales.
Las palabras de Danzō cayeron pesadamente sobre la mesa, como un veneno sutil que comenzaba a hacer efecto. Los miembros del Consejo murmuraban entre sí, claramente divididos. Algunos apoyaban a Minato por su liderazgo justo, mientras que otros comenzaban a ver la aparente efectividad de las palabras de Danzō.
Kushina observaba desde su asiento, el ceño fruncido. La tranquilidad aparente de Danzō siempre le había causado desconfianza, y ahora lo veía claramente: el hombre estaba moviendo las piezas del tablero a su favor, manipulando el miedo de los presentes.
Minato se levantó ligeramente, sintiendo el rumbo de la conversación. No podía permitir que Danzō tomara el control, sabía lo que eso significaría para la aldea.
Minato serio, controlando su tono - La aldea no puede estar bajo el control de una fuerza militarizada que actúe sin el consentimiento de los demás. No podemos sacrificar la libertad de Konoha por una seguridad que solo sirve para alimentar el poder personal de un solo hombre.
Danzō mantuvo su expresión fría, pero su voz seguía siendo convincente, manipuladora.
Danzō con una leve inclinación - No se trata de poder personal, Hokage-Sama, sino de la supervivencia de nuestra aldea. Los enemigos están ahí fuera, esperando una oportunidad para atacar de nuevo. Y hemos demostrado ser incapaces de proteger nuestras fronteras de manera efectiva. Bajo mi liderazgo, Konoha será fuerte, invulnerable. No habrá más ataques, no habrá más vulnerabilidad. Necesitamos una mano firme. Es hora de actuar con decisión.
El Daimyō, visiblemente inclinado hacia las palabras de Danzō, se volvió hacia Minato, buscando una respuesta definitiva.
- El pueblo necesita una seguridad tangible, Hokage. Hasta ahora, solo hemos visto fallos. ¿Qué medidas puedes ofrecer que garanticen que Konoha no vuelva a caer bajo ataque?
Minato iba a responder, pero en ese momento, se dio cuenta de algo.
Había algo más oscuro en juego. Los movimientos de Danzō eran demasiado calculados, demasiado precisos. Sabía que estaba perdiendo la disputa, que el Consejo estaba inclinándose a favor de Danzō.
Y, lo peor de todo, el Daimyō estaba más del lado de Danzō de lo que parecía.
Minato susurra rápidamente a Kushina, sin dejar de mirar al Daimyō - Kushina, asegúrate de que Harui y Menma estén a salvo.
Kushina, con una expresión de sorpresa y preocupación, se volvió hacia su esposo, manteniendo la calma mientras disimuladamente lo miraba.
- ¿Por qué dices eso? ¿Qué pasa?
Minato le dedicó una mirada seria, cargada de la certeza de lo que estaba ocurriendo. No necesitaba explicar más.
- Voy a perder esta disputa. Danzō va a tomar el control, y cuando lo haga, los nuestros estarán en peligro. Tienes que actuar ahora, mientras puedas.
Kushina sintió un escalofrío recorrerle la espalda. Sabía que Minato no diría algo así a la ligera. A pesar del miedo que empezaba a apoderarse de ella, asintió con la cabeza, entendiendo la gravedad de la situación.
Kushina, tratando de mantener la compostura - Entendido.
Con una calma tensa, Kushina se levantó lentamente de su asiento, fingiendo una excusa cualquiera, y salió de la sala de reuniones con pasos firmes pero controlados.
Su mente ya estaba corriendo, planeando cómo llegar a sus hijos sin levantar sospechas.
Sin embargo, Danzō, siempre atento a cada detalle, no perdió de vista sus movimientos.
Cuando Kushina salió de la sala, sus ojos astutos se volvieron hacia una de las sombras en la esquina de la sala. Sumire Kakei, su nieta, estaba oculta entre las columnas, observando cuidadosamente la reunión desde las sombras, tal como Danzō le había ordenado.
la miró directamente, apenas un parpadeo en su expresión, pero lo suficiente para que Sumire entendiera lo que debía hacer. Sin hacer un solo ruido, desapareció entre las sombras, siguiendo a Kushina con precisión.
- (Así que ha comenzado...) – Pensó Danzō, observando la salida de Kushina.
✋[Fin de Música]✋
Volvió su atención a la mesa, sabiendo que el juego estaba a su favor. Solo quedaba esperar el momento adecuado para derribar el último obstáculo: Minato Namikaze.
El Daimyō, tras varios minutos de deliberación interna, se aclaró la garganta, rompiendo el silencio de la sala. Todos los ojos se posaron sobre él.
Habla con firmeza - Después de considerar todas las circunstancias y los argumentos expuestos por ambos lados, debo tomar una decisión que, aunque difícil, es necesaria para asegurar la estabilidad de la aldea. Minato Namikaze, tu liderazgo ha sido admirable, pero en estos tiempos de crisis, necesitamos una mano más firme, una fuerza que no se deje llevar por sentimentalismos.
Minato apretó los puños, manteniéndose erguido, pero su corazón latía con fuerza. Sabía que esto era un golpe mortal a su mandato como Hokage.
- Lamento informarte que he decidido retirar mi apoyo como Daimyō a tu liderazgo. Konoha debe ser dirigida por alguien que pueda tomar decisiones más contundentes, y creo que Danzō Shimura tiene las herramientas necesarias para llevar a cabo esa tarea.
🎶[ /OfCo0dkKMbU]🎶
El anuncio cayó como una sentencia de muerte.
Los miembros del consejo, que aún no se habían pronunciado, comenzaron a murmurar entre sí, visiblemente divididos.
Tsunade, quien había estado tratando de mantener la calma, golpeó la mesa con el puño.
- ¡Esto es una locura! ¡Danzō no puede ser Hokage! ¡Esto no es lo que la aldea necesita!
Homura Mitokado y Koharu Utatane, los dos ancianos de Konoha, permanecían en silencio, sus rostros inexpresivos, claramente alineados con Danzō. Los murmullos crecían, pero antes de que cualquiera pudiera pronunciarse claramente, una serie de sombras rápidas atravesaron la sala.
Los ANBU de la Raíz se desplegaron en un instante, moviéndose con precisión quirúrgica. Antes de que los líderes de los clanes pudieran reaccionar, fueron inmovilizados, reducidos por completo sin ser asesinados, pero con sellos y técnicas que les impedían moverse.
Shikaku Nara, líder del clan Nara, fue el primero en notar lo que estaba ocurriendo, pero antes de que pudiera hacer algo, un ANBU de la Raíz lo sujetó con una técnica de paralización que dejó su cuerpo rígido.
Shikaku trata de resistir - ¡Maldita sea... esto no puede estar pasando!
Uno por uno, los líderes de los clanes fueron neutralizados. Los Yamanaka, Akimichi, Hyūga, todos fueron reducidos sin dificultad por la fuerza de élite de la Raíz.
Las máscaras de los ANBU reflejaban la frialdad de su misión.
Minato, viendo lo que estaba sucediendo, intentó moverse, pero antes de que pudiera reaccionar completamente, Danzō hizo un gesto casi imperceptible, y tres ANBU aparecieron a su alrededor.
- ¡No voy a caer sin luchar!
Minato activó el Hiraishin, intentando evitar el asedio. En un parpadeo, desapareció de su lugar original, reapareciendo detrás de Danzō con un kunai en mano. Pero Danzō estaba preparado.
Danzō, con tono de burla - Demasiado predecible, Hokage.
Antes de que Minato pudiera atacar, Torune Aburame lo interceptó, ejecutando un golpe preciso en su cuello.
Minato, a pesar de su velocidad y habilidades, fue momentáneamente desorientado por el veneno del ANBU.
Aparece fugazmente Fū Yamanaka golpeándolo en el costado, afectando su equilibrio. Con un último ataque coordinado de ambos guardaespaldas, Minato fue incapacitado.
Minato jadea, cayendo de rodillas - Esto... No puede... Estar pasando...
El Hokage cayó al suelo, K.O, mientras Danzō observaba la escena con una expresión fría y calculadora.
- Ahora, Konoha puede comenzar su verdadero renacimiento.
✋[Fin de Música]✋
.
{Mientras...}
Mientras tanto, en las calles de Konoha, Natsuki caminaba tranquilamente por el área de reconstrucción de la aldea. Sostenía una pequeña bolsa de compras en la mano, como si solo hubiera salido a hacer un recado cotidiano. Las calles estaban más silenciosas de lo normal, aunque el ruido constante de martillos y herramientas de construcción resonaba en la distancia.
El caos de los ataques recientes aún era visible en los edificios dañados, pero la reconstrucción había avanzado considerablemente.
La Uchiha miraba a su alrededor, aparentemente tranquila, pero algo en su interior no estaba bien. Sentía una incomodidad creciente, una sensación que no podía ignorar.
- (Algo no está bien... No puedo ponerle nombre, pero hay algo raro en el aire. No es solo el silencio. Es... Otra cosa)
Caminaba por una calle parcialmente reconstruida, observando cómo los aldeanos se movían de un lado a otro con la reconstrucción. Pero el movimiento en los tejados, las sombras que se deslizaban en silencio, la hicieron detenerse un momento.
Ella con los ojos entrecerrados, los ve - Esos son... ANBU. ¿Qué están haciendo aquí? Algo está mal...
Su Sharingan se activó inconscientemente, percibiendo mejor los movimientos en las sombras. Era extraño. Los ANBU de la Raíz estaban movilizándose como si estuvieran en plena operación, pero no había señales de combate ni de una misión clara.
Decidió apresurar el paso, encaminándose hacia el hospital, donde su madre, Mikoto, seguía recuperándose.
No podía ignorar la sensación de peligro que la rodeaba.
.
🍥{Con Kushina} 🍥
Al mismo tiempo, Kushina había salido discretamente del consejo, su corazón latiendo con fuerza mientras caminaba rápidamente por las calles de Konoha.
Sabía que tenía que actuar rápido, más rápido de lo que jamás había imaginado.
Minato había sido claro en sus palabras, y aunque no había querido creerlo en un principio, sentía que algo muy grave estaba a punto de suceder.
Llegó a casa, sus manos temblando ligeramente mientras sacaba las llaves y abría la puerta de su hogar.
🎶[ /QGrKQIEb-G0]🎶
Al cruzar el umbral, su expresión cambió de inmediato. Ya no era la esposa del Hokage ni la madre protectora. Ahora, era una Kunoichi veterana en plena alerta.
Kushina grita con tono severo - ¡Harui, Menma!
Ambos niños salieron rápidamente de sus habitaciones, sorprendidos por la urgencia en la voz de su madre.
Menma confundido - ¿Mamá? ¿Qué está pasando?
Harui, perceptiva, notó la expresión en el rostro de Kushina y su voz tembló ligeramente.
Ella, preocupada - Mamá... ¿qué ocurre?
Sin responderles de inmediato, Kushina caminó directamente hacia una esquina de la sala de estar. Se agachó y levantó la alfombra, revelando una pequeña escotilla oculta en el suelo. Con un rápido movimiento, la abrió, dejando ver un túnel que se perdía en la oscuridad.
- Escuchen bien. Ambos tienen que irse. Este túnel los llevará a la metrópolis más cercana a Konoha. No hay tiempo que perder.
Menma, con los puños apretados, dio un paso hacia adelante.
- ¡No! No podemos irnos, mamá. Tenemos que quedarnos y ayudarte con lo que sea que este pasando. ¡No podemos huir como cobardes!
Harui asintió, aunque sus ojos estaban llenos de incertidumbre. Habla suavemente, pero firme.
- Menma tiene razón. No podemos dejarte sola.
Kushina se detuvo, cerrando los ojos un momento para calmarse. La frustración y el miedo la llenaban, pero no podía mostrarlo. Sabía que la situación era grave y que sus hijos debían sobrevivir.
Kushina ordeno con tono severo, casi militar - ¡Se los prohíbo! Esto no es negociable. Como su madre y como Jōnin de Konoha, les ordeno que hagan lo que les estoy pidiendo. No hay lugar para heroísmos aquí. ¡Su vida es lo más importante ahora!
Menma y Harui se miraron, sorprendidos por la dureza en la voz de su madre. Ninguno de los dos había visto a Kushina tan autoritaria desde los entrenamientos familiares. Incluso Menma, siempre terco, sintió la seriedad de la situación y bajó la cabeza, apretando los puños con impotencia.
Harui murmura, pero sin dejar de mirarla - Pero, mamá... ¿y tú? ¿Qué vas a hacer? No podemos simplemente... Irnos.
Kushina se detuvo un momento, suavizando su expresión al ver la angustia en los rostros de sus hijos.
Se arrodilló frente a ellos y les colocó una mano en cada hombro, intentando mantener la calma mientras su corazón latía con fuerza.
Habla con voz más suave, pero firme - Yo me encargaré de lo que sea necesario. Debo ocuparme de otros asuntos aquí, pero luego los alcanzaré. Les prometo que nos encontraremos en la metrópolis. Por favor, confíen en mí.
Menma, a pesar de su resistencia inicial, sintió la urgencia y sinceridad en la voz de su madre. Sabía que discutir más solo haría todo más difícil. Suspiró y asintió lentamente.
Menma frustrado, pero resignado - Está bien, mamá... Pero ten cuidado.
Harui no dijo nada, pero sus ojos brillaban con preocupación mientras asentía también.
Kushina abrazó a sus hijos con fuerza, sintiendo el peso del peligro que los rodeaba.
Sabía que no podía decirles todo lo que estaba ocurriendo, pero necesitaba que estuvieran a salvo, lejos de lo que estaba por suceder.
Kushina les susurra mientras los abraza - Los amo más de lo que pueden imaginar. Ahora vayan, y manténganse juntos.
Los dos asintieron en silencio y, uno tras otro, bajaron por la escotilla hacia el túnel oculto. Kushina cerró la tapa, asegurándose de que todo quedara en su lugar antes de quedarse un momento inmóvil.
Sabía que había tomado la mejor decisión para ellos.
✋[Fin de Música]✋
Se levantó rápidamente, apartando el miedo que la paralizaba, y volvió a centrarse en la misión que tenía por delante. Había otros asuntos que atender antes de poder reunirse con sus hijos, y no había tiempo que perder.
Pero mientras se disponía a salir de la casa, un leve movimiento en la esquina de su visión la detuvo. Kushina giró bruscamente hacia la ventana, y por el rabillo del ojo, vio una sombra moverse rápidamente entre los edificios.
Murmura, con el ceño fruncido.
— Danzō... ¿Qué es lo que estás tramando?
Se dio cuenta de que no estaba sola. Sumire Kakei, la nieta de Danzō, estaba siguiendo sus pasos.
Había sido observada desde que salió del consejo, y ahora lo confirmaba.
La casa de Kushina estaba inmersa en un silencio inquietante, interrumpido solo por el murmullo del viento que se filtraba por las grietas de las ventanas.
A pesar de la tensión, Kushina mantenía su compostura, respirando profundamente mientras se preparaba para lo inevitable. Sabía que estaba rodeada; lo había sentido incluso antes de ver las sombras moverse alrededor de su hogar.
Ella murmura para sí misma con sarcasmo, intentando calmarse.
- ¿Rodeada por ANBU de la Raíz? ¡Vaya día que me tocó! Y yo que solo pensaba que esto sería una reunión aburrida...
Un pequeño grupo de ANBU de la Raíz se posicionó fuera de la casa, sus movimientos disciplinados y sincronizados.
Entre ellos, Sumire Kakei sostenía un altavoz. Levantó el dispositivo con calma, pero su tono al hablar reflejaba la misma frialdad que su abuelo.
Ella presiona el altavoz, con voz firme - ¡Kushina Uzumaki, estás rodeada. Te ordeno que salgas de la casa sin oponer resistencia. ¡No hay necesidad de violencia!
El eco de las palabras resonó en la calle vacía. Kushina se mantuvo inmóvil, mirando de reojo la ventana sin acercarse. Sabía que estaban buscando debilitarla emocionalmente, pero tenía que concentrarse. No podía mostrar signos de rendición, ni mucho menos darles la satisfacción de una salida fácil.
Antes de que Sumire pudiera hablar nuevamente, otra figura emergió de entre los ANBU.
Su postura autoritaria y presencia imponente dejaron claro que no era un simple subordinado. Tanuki Shigaraki, hijo de Danzō y padre de Sumire, tomó el altavoz de su hija, ajustándolo mientras sus ojos escaneaban la casa.
- Sumire, cambia de objetivo. Natsuki Uchiha sigue por ahí. Llévate a algunos hombres y encuéntrala. Deja que nosotros nos encarguemos de esto.
Sumire asintió, y con un rápido movimiento, seleccionó a un grupo de ANBU para que la acompañaran. Antes de partir, lanzó una última mirada hacia la casa donde estaba Kushina, como si deseara estar ahí para participar en la captura. Luego desapareció entre las sombras, sus movimientos ágiles y precisos mientras comenzaba su nueva misión.
Tanuki era mucho más calmado, con tono convincente a través del altavoz – Kushina-San, entiendo que no quieras salir. Pero quiero asegurarme de que tú y tus hijos estén a salvo. Sal con ellos, no hagas esto más difícil de lo que ya es. No tienes por qué sufrir si cooperas.
Desde el interior de la casa, Kushina escuchaba cada palabra. Su rostro no mostraba emoción alguna, pero internamente sentía cómo la furia crecía dentro de ella.
No necesitaba su compasión ni su manipulación. Se concentró en sus respiraciones, manteniéndose alejada de las ventanas y puertas, mientras planeaba su próximo movimiento.
Tanuki perdía la paciencia - ¡Kushina-San, te lo digo por última vez! Sal ahora, o entraremos por la fuerza. No quiero hacer esto más violento de lo que ya es.
Repentinamente, un libro salió rompiendo una de las ventanas, cayendo a los pies del hijo de Danzō. Tanuki lo sostiene y lee el titulo "El Arte de PUDRETE IDIOTA" lo último escrito infantilmente sobre cinta de papel.
Tanuki cerró el puño, molesto por la falta de respeto, y lanzó un gesto brusco hacia sus subordinados
.
🎶[ /qeSNaUUGimk]🎶
{Kushina Uzumaki Vs ANBU Raíz}
- ¡Entren! ¡No dejen que escape! - Rugió, su voz resonando con autoridad - ¡Captúrenla viva!
Los ANBU de la Raíz se movieron como sombras en la noche.
Un escuadrón se posicionó frente a la puerta principal, mientras otros se deslizaban silenciosamente hacia las ventanas, sus máscaras blancas brillando tenuemente bajo la luz de la luna. Los especialistas comenzaron a colocar sellos explosivos estratégicamente, sus manos moviéndose con precisión practicada.
Kushina, en el interior, sentía cada latido de su corazón. Sus ojos violetas recorrieron la habitación, evaluando rápidamente la situación.
- (No puedo permitir que me capturen. Menma y Harui necesitan tiempo)
- Si quieren una pelea... - Murmuró, su largo cabello rojo comenzando a flotar como si tuviera vida propia - Les daré una que nunca olvidarán.
De su espalda emergieron las legendarias Cadenas de Diamantina Uzumaki, brillando con un resplandor dorado que iluminó toda la estancia. Las cadenas se desplegaron como serpientes de luz, cada una moviéndose con vida propia, respondiendo a la voluntad de su maestra.
💥💥¡BOOM! 💥💥
La puerta principal estalló en una lluvia de astillas. Los ANBU se precipitaron al interior, pero Kushina ya estaba en movimiento.
- ¡Formación defensiva! - Gritó uno de los ANBU.
- ¡Demasiado lentos! - Respondió Kushina.
Con un movimiento fluido de su muñeca, una cadena serpenteó por el suelo y se elevó como un látigo dorado, golpeando al primer ANBU en el pecho. El impacto lo envió volando contra la pared con un crujido sordo.
- Esas... Cadenas... – Jadeo el ANBU antes de desplomarse - Son más fuertes... de lo que...
Dos más atacaron desde los flancos. Uno lanzó una ráfaga de Shuriken mientras el otro formaba sellos a toda velocidad.
- ¡Katon: Gōkakyū no Jutsu! - Una bola de fuego masiva iluminó la habitación.
Kushina sonrió, sus cadenas formando una barrera giratoria a su alrededor. Las Shuriken rebotaron inofensivamente mientras el fuego se dividía alrededor de su defensa.
- ¿Eso es todo? - Provocó, sus ojos brillando con determinación - ¡Déjenme mostrarles lo que una verdadera Kunoichi puede hacer!
Sus cadenas se multiplicaron, llenando la sala como una red dorada.
Con movimientos precisos, comenzó a contraatacar. Una cadena atrapó a un ANBU por el tobillo y lo azotó contra el suelo. Otra se enroscó alrededor de la Katana de un atacante, arrancándosela de las manos antes de usarla para bloquear a tres más que venían por detrás.
- ¡N-Necesitamos refuerzos! - Gritó uno de los ANBU.
- ¡No escapará de esto! - Otro comenzó a tejer un jutsus.
Kushina sintió el Chakra condensándose a su alrededor. Rápidamente, concentró su energía en las cadenas.
- ¡Uzumaki Fūinjutsu: Kongō Fūsa! - Las cadenas brillaron con más intensidad, formando una cúpula protectora que destrozó el Jutsu el ANBU antes de que pudiera completarse.
Tanuki, observando desde fuera, apretó los puños con frustración - ¡Maldición! ¡Cambien a formación omega! ¡Ataquen todos a la vez!
Los ANBU restantes se reagruparon, preparándose para un asalto coordinado. Kushina los observó, su respiración controlada a pesar del esfuerzo.
Sabía que estaba en desventaja numérica, pero también sabía que tenía que ganar tiempo.
- Lo siento casa... - Murmuró, formando un nuevo sello con sus manos.
Las cadenas se extendieron súbitamente hacia las paredes y el techo, entrelazándose como una red de energía pura.
- ¡Se está preparando para algo! - Advirtió un ANBU.
- ¡Deténganla!
Pero era demasiado tarde. Con un grito de esfuerzo, Kushina tiró de todas las cadenas a la vez. Las paredes crujieron, el techo comenzó a agrietarse.
- ¡Uzumaki Ryu: Hakai no Kusari!
La estructura entera se estremeció. Las paredes cedieron bajo la presión de las cadenas, creando una explosión controlada que levantó una nube de polvo y escombros. Los ANBU saltaron hacia atrás, cubriéndose de la lluvia de debris.
Cuando el polvo comenzó a asentarse, Kushina ya no estaba allí. En su lugar, un enorme agujero en la pared trasera de la casa marcaba su ruta de escape, mientras las últimas chispas doradas de sus cadenas se desvanecían.
Tanuki se acercó al borde del agujero, con una mezcla de frustración y admiración que sentía.
- Así que este es el poder de una verdadera Uzumaki... - Murmuró, observando la destrucción a su alrededor - Interesante...
✋[Fin de Música]✋
.
⌬{Cuarteles de ANBU Raíz}⌬
En el corazón de la Raíz, una sala oscura y silenciosa aguardaba instrucciones.
Las máscaras de los ANBU reflejaban la luz tenue de las antorchas que apenas iluminaban las paredes. Todos estaban de pie, inmóviles, aguardando las órdenes de su líder. En el centro de la sala, rodeado por la sombra, estaba Danzō Shimura, con su mirada fría y calculadora.
Los planes ya estaban en marcha.
Minato había sido reducido, los líderes de los clanes importantes inmovilizados, y la resistencia dentro del Consejo había sido eliminada. Ahora, solo quedaba una cosa: eliminar cualquier resistencia antes de que pudiera organizarse. Konoha iba a ser tomada desde dentro, sin que el pueblo siquiera se diera cuenta.
🎶[ /ZlrwW2nlF2c]🎶
Danzō caminaba lentamente por la sala, sus pasos resonando en el silencio absoluto. Su voz se alzó, serena pero imponente, con un tono que no dejaba lugar a dudas.
- Hoy... Konoha renacerá bajo un nuevo liderazgo. Un liderazgo que no se guía por la debilidad de la compasión, sino por la fuerza de la razón. Hemos sido testigos de la incompetencia, de la fragilidad que pone a nuestra aldea en peligro. Y hoy, Raíz tomará el control que siempre debió tener. Hoy, la seguridad y el poder serán restaurados.
Los ANBU de la Raíz se mantuvieron inmóviles, pero la tensión en la sala se intensificó. Sabían que estaban a punto de llevar a cabo la operación más importante de sus vidas.
Danzō continua con tono decidido - No habrá piedad para los que se opongan. No habrá espacio para la resistencia. Konoha ha sido vulnerable por demasiado tiempo, y es nuestro deber eliminar cualquier rastro de debilidad. Aquellos que se aferren al antiguo régimen serán tratados como traidores, porque... No hay lugar para el fracaso. No fallarán, porque no les he enseñado a fallar.
Danzō levantó la mano y, con un gesto, indicó el despliegue inmediato. Mira a sus ANBU, su voz más baja pero aún firme.
- Vayan. Silencien toda resistencia antes de que puedan siquiera levantar la voz. De ahora en adelante, Konoha pertenece a Raíz.
Sin más palabras, los ANBU de la Raíz comenzaron a desaparecer en las sombras, como espectros listos para cumplir con su misión. Se desplegaron por toda la aldea, ocultándose en los tejados, entre los árboles, y dentro de las sombras de los callejones. El golpe de estado estaba en marcha, y nadie que estuviera en el camino de Danzō tendría oportunidad de reaccionar.
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Kakashi Hatake se encontraba en una de las torres de vigilancia, observando la reconstrucción de la aldea con su típico aire tranquilo. Might Guy, su eterno rival y compañero, estaba a su lado, charlando animadamente sobre entrenamientos, sin saber que el peligro se acercaba.
Guy sonríe mientras estira sus piernas.
- ¡Kakashi! No te distraigas tanto con la paz. ¡Necesitas estar listo para cuando te rete de nuevo! ¡El entrenamiento nunca debe parar!
Kakashi susurra con un aire indiferente - Claro, Guy, lo que di... - Luego se detuvo, sintiendo algo extraño en el aire - Espera... Algo no está bien.
Antes de que pudieran reaccionar, las sombras se movieron a su alrededor. En un parpadeo, un grupo de ANBU de la Raíz se lanzó desde las sombras, rodeándolos por completo.
Guy gritando mientras salta hacia atrás - ¡¿Qué es esto?!
Kakashi activó su Sharingan en un instante, logrando esquivar el primer ataque, pero los ANBU eran muchos, y estaban bien organizados.
Kakashi esquiva Kunais - No es un ataque normal. Están... demasiado coordinados. Raíz... ¡Danzō!
Guy respondió rápidamente, lanzándose con un fuerte golpe directo hacia uno de los ANBU, pero más fuerzas comenzaron a llegar, superándolos en número.
Guy luchando mientras bloquea un ataque - ¡No te preocupes, Kakashi! ¡Nuestros espíritus arderán más fuerte que cualquier ataque sorpresa!
Los dos Shinobis resistieron, pero pronto se dieron cuenta de que la emboscada no era para ganar en combate, sino para inmovilizarlos y silenciarlos antes de que pudieran avisar a otros.
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Mientras tanto, Shikaku Nara caminaba rápidamente por las oficinas del Cuartel de Inteligencia, habiendo logrado salir de la reunión. No estaba seguro de que hacer ante la magnitud del problema hasta que vio a los ANBU de la Raíz moviéndose en las sombras.
- Esto no está nada bien. Debo alertar a los demás...
Pero justo cuando giraba por un corredor, un grupo de ANBU lo interceptó. Sin perder un segundo, Shikaku intentó usar su Técnica de Paralización de Sombras, pero los ANBU lo superaban en número.
ANBU de la Raíz, con voz fría, habla - No tienes a dónde ir, Nara.
Shikaku se resigna, pero manteniendo la calma - Así que, esto es lo que planeaba Danzō. Un golpe limpio... Esto complicará todo.
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En otro sector de la aldea, Tsume Inuzuka, la líder del clan Inuzuka, y Anko Mitarashi patrullaban las calles reconstruidas de Konoha. Ambas eran Ninjas ferozmente leales a Konoha, y la presencia de las sombras moviéndose entre los tejados no pasó desapercibida.
Anko murmura con desdén - Hay algo raro aquí, Tsume. No me gusta cómo se están moviendo esas ratas.
Tsume seria, con un gruñido - Raíz... No deberían estar aquí sin permiso. Esto huele mal. Muy mal.
Antes de que pudieran reaccionar por completo, fueron emboscadas. Los ANBU de la Raíz se abalanzaron sobre ellas desde los tejados, pero tanto Anko como Tsume estaban listas para pelear.
Tsume invoca a su perro de combate - ¡A por ellos, Kuromaru!
Mientras Anko usaba su velocidad y letales serpientes para contrarrestar a los ANBU.
Pero, al igual que en los otros puntos estratégicos, el objetivo no era eliminarlas, sino inmovilizarlas.
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Cerca de los terrenos de entrenamiento, Asuma Sarutobi y Kurenai Yūhi caminaban juntos.
Asuma seriamente, enciende su cigarrillo - Algo está mal. Demasiado tranquilo para mi gusto.
Kurenai mira alrededor - Lo sé... Yo también lo siento.
En ese momento, los ANBU de la Raíz surgieron de las sombras, rodeando a la pareja. Asuma sacó sus cuchillas de Chakra, Kurenai se mantenía al margen.
Sosteniendo su vientre.
Asuma grita - Así que... esto es un golpe de estado. ¡Malditos!
✋[Fin de Música]✋
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🏥{Hospital}
Natsuki Uchiha avanzaba con rapidez hacia el hospital, sus pasos ligeros pero decididos.
El ambiente en la aldea ya no era el mismo, y podía sentir la tensión en el aire. A medida que se acercaba, notó algo que le heló la sangre.
Ella murmura con preocupación - ANBU de la Raíz... ¿Qué están haciendo aquí?
Un grupo de ANBU custodiaba la entrada del hospital, sus movimientos calculados. Estaban claramente desplegados para cumplir una misión muy específica, y no podía ser por casualidad. Natsuki maldijo por lo bajo, sabiendo que el tiempo apremiaba. No podía dejar que los ANBU se interpusieran entre ella y su madre, Mikoto.
Con pasos más rápidos, intentó avanzar discretamente, pero no fue lo suficientemente rápida.
Dos ANBU la divisaron desde la esquina de su posición y la interceptaron.
Con tono autoritario - Natsuki Uchiha, detente inmediatamente. Estás bajo vigilancia directa de la Raíz.
Natsuki no respondió. En lugar de eso, activó su Sharingan sin dudar. Sabía que no tenía tiempo para explicaciones ni para hablar. Desenvainó su espada Uchiha con rapidez y se lanzó al ataque. Las estrellas rojas de su Sharingan brillaron intensamente mientras se movía entre los ANBU con una velocidad y precisión que demostraban su linaje.
En un solo movimiento, desarmó al primero de los ANBU con un golpe limpio, su espada chocando contra el Kunai enemigo y deslizándose con un movimiento fluido. Antes de que el segundo ANBU pudiera reaccionar, Natsuki le lanzó una patada directa al pecho, derribándolo contra la pared con una fuerza que lo dejó sin aire.
- ¿Qué... Demonios...?
Antes de que pudieran siquiera intentar un contraataque, Natsuki los redujo con facilidad. Su entrenamiento Uchiha y su control sobre el Sharingan eran evidentes.
- No tengo tiempo para esto.
Sin perder más tiempo, corrió por los pasillos del hospital, sus pasos resonando mientras se acercaba a la habitación de su madre. Al llegar, vio a Mikoto dormida, su respiración tranquila, y sintió una oleada de alivio que casi la derrumba.
Susurra calmadamente - Estás bien...
Se acercó lentamente a la cama de su madre, observando su rostro sereno. La tensión en su cuerpo se relajó momentáneamente. Pero la realidad volvió rápidamente, y sabía que tenía que sacarla de allí. Danzō y la Raíz seguramente intentarían hacer algo con el Sharingan de Mikoto.
Natsuki mira alrededor.
- ¿Cómo diablos voy a sacarte de aquí sin que nos detecten?
De repente, el picaporte de la puerta comenzó a moverse lentamente, un sonido que hizo que su corazón saltara. Natsuki desenfundó su espada Uchiha de nuevo, lista para lo peor. Estaba a punto de atacar cuando, para su sorpresa, vio a Kushina entrar en la habitación.
Ella con calma, levanta una mano - Baja esa espada, Natsuki. Soy yo.
- ¿Kushina-San? ¿Qué está pasando? Todo está... Raro. ANBU de la Raíz por todas partes... ¿Por qué están aquí?
Kushina cerró la puerta tras ella con rapidez, asegurándose de que nadie las estuviera escuchando. Su rostro era serio, y no perdió tiempo en dar explicaciones.
Kushina responde con voz baja, pero firme - Danzō ha dado un golpe de estado. Está tomando el control de la aldea, y los que son leales a Minato están siendo neutralizados. Estoy aquí para sacarte de Konoha. Tienes que huir.
Natsuki sintió una mezcla de shock e incredulidad. Se apartó de su madre por un momento, sus ojos brillando de rabia.
Natsuki niega con la cabeza - No voy a dejar a mi madre sola. ¡Si Danzō y la Raíz están tras el poder, pueden intentar hacerle algo por su Sharingan! No me iré.
Kushina la miró con comprensión, pero sabía que el tiempo apremiaba. Se acercó a Natsuki, poniendo una mano en su hombro.
- Te prometo que cuidaré de Mikoto. No dejaré que le pase nada. Pero tú debes irte. Si te quedas aquí, serás capturada, y no podremos hacer nada para evitarlo. Necesitamos que salgas de la aldea y te mantengas a salvo.
Natsuki apretó los puños. Quería quedarse, quería luchar, pero sabía que Kushina tenía razón. El peligro era demasiado grande, y si caía en manos de la Raíz, no podría proteger a nadie, ni siquiera a sí misma.
Kushina mira el reloj de la pared - Hay un tren que está por partir en unos minutos. Es tu mejor oportunidad para huir rápido. Tienes que tomarlo. Confía en mí, cuidaré de tu madre.
Natsuki miró a su madre dormida una última vez, sintiendo cómo la desesperación se mezclaba con la impotencia.
A regañadientes, con la voz temblando - Está bien... Pero, por favor... Cuida de ella. No dejes que le hagan nada.
Kushina la abrazó rápidamente, antes de empujarla hacia la puerta.
- Ve, Natsuki. Ve y sobrevive. Debes buscar ayuda.
*️⃣
Natsuki corría a través de los tejados de Konoha, su respiración rápida y sus pensamientos arremolinándose.
Cada paso la acercaba a la estación, pero su mente estaba en su madre y en lo que estaba dejando atrás. No podía permitirse ser capturada, no ahora.
Cuando llegó a la estación, vio cómo el tren estaba a punto de partir.
El conductor estaba dando las últimas órdenes para que los pasajeros subieran a bordo. Natsuki miró rápidamente a su alrededor, asegurándose de que no había más ANBU de la Raíz cerca. Pero justo cuando estaba por entrar al tren, su corazón dio un vuelco.
A lo lejos, en la estación, Sumire Kakei apareció con un grupo de ANBU. Su máscara y postura la delataban, pero lo que llamó la atención de Natsuki fue cómo sus ojos la reconocieron al instante.
🎶[ /5Yo5SoZcAUg]🎶
- ¿Sumire? – Pregunto, incrédula.
Sumire ordena a sus ANBU - ¡Cierren la estación! ¡No dejen que escape!
Las puertas de la estación comenzaron a cerrarse con rapidez, pero Natsuki, sin perder tiempo, se lanzó hacia adelante y entró al tren justo antes de que las puertas se cerraran por completo.
El tren comenzó a moverse lentamente, alejándose de la estación.
Natsuki jadeando, sintiendo una mezcla de alivio y ansiedad.
Pero el alivio duró poco. Desde el techo del tren, un suave sonido la alertó. Al mirar hacia arriba, vio una figura moverse con rapidez. Sumire, con su destreza, había logrado subirse al techo del tren antes de que partiera.
Sumire se desplaza por el techo del tren - ¡No te escaparás tan fácilmente, Natsuki!
Natsuki se puso en guardia. La persecución aún no había terminado.
El tren avanzaba rápidamente, dejando atrás la estación y las calles de Konoha. Las luces intermitentes del túnel parpadeaban a través de las ventanas del vagón, proyectando sombras sobre los pocos pasajeros que habían a bordo. Natsuki Uchiha se movía rápidamente entre los asientos.
Al llegar a uno de los vagones intermedios, Natsuki se detuvo, evaluando la situación. Había varios pasajeros, algunos sentados y otros de pie, claramente confundidos por lo que estaba ocurriendo. Necesitaba despejar el área antes de que Sumire la alcanzara.
- ¡Todos al último vagón, ahora! Esto no es seguro. ¡Váyanse!
Algunos pasajeros, viendo la seriedad en sus ojos y el brillo de su Sharingan, obedecieron sin pensarlo dos veces, apresurándose hacia el fondo del tren. Pero uno de ellos, un hombre mayor, permaneció en su asiento. Miraba a Natsuki con desdén, claramente poco impresionado por su juventud.
Burlándose, cruzando los brazos - ¿Quién eres tú para darme órdenes? Apenas eres una cría...
Natsuki lo miró un segundo, su rostro cambiando de una mezcla de cansancio y frustración a una sonrisa cargada de humor oscuro. Lentamente, sacó su espada Uchiha y la dejó brillar con la luz tenue del vagón, apuntando ligeramente hacia él.
Natsuki mira al hombre con su espada en mano.
- Una cría... Que puede partirte en dos antes de que termines esa frase. ¿Te parece suficiente razón?
El hombre palideció de inmediato, tragando saliva mientras se levantaba rápidamente de su asiento.
- ¡Está bien... está bien, ya me voy!
Con eso, el vagón quedó despejado, dejando solo a Natsuki en medio de los asientos vacíos, con su espada aún desenfundada. El sonido de pasos la alertó, y giró justo a tiempo para ver a Sumire Kakei abrir la puerta que conectaba los vagones. La luz parpadeante resaltaba la máscara ANBU que Sumire llevaba colgada a un lado, dejando al descubierto su rostro tenso pero decidido.
Sumire con tono autoritario - Natsuki, entrégate. No hay necesidad de hacer esto más difícil de lo que ya es.
Se quedó de pie a unos pasos de Natsuki, su mirada gélida y evaluadora. Había algo oscuro y calculador en sus ojos, algo que Natsuki nunca había visto antes.
Natsuki se mantuvo en guardia, levantando su espada y mirándola con una mezcla de ironía y una tristeza contenida. Sabía que esta conversación era inevitable, pero no había esperado enfrentarse a una amiga de la infancia en medio de todo este caos.
- Vaya... No es manera de hablarle a una vieja amiga de la escuela. Siempre fuiste un poco más rígida, ¿no? Vamos hablar ¿Okay?
Natsuki jadeando, incrédula - ¿Qué estás haciendo? ¿Por qué estás atacando a tu propia aldea? Esto no tiene sentido... ¡Estás poniendo en peligro a gente inocente!
Sumire cruzó los brazos, su expresión impasible mientras respondía con una voz sin emoción.
- Mi lealtad ahora está con Konoha y lo que necesita realmente, no con la aldea que dejó el Cuarto Hokage. Alguien debe poner orden, y mi abuelo está haciendo lo necesario para salvar lo que queda de Konoha.
Natsuki parpadeó, sin entender del todo lo que había escuchado.
Natsuki muy confundida - ¿Tu abuelo? ¿Qué estás diciendo, Sumire? ¿Quién es tu abuelo?
Sumire dejó escapar una leve sonrisa, su mirada despectiva, como si la pregunta de Natsuki fuera infantil. Dio un paso adelante, acercándose, y con una voz fría, dejó escapar la verdad.
- ¿Realmente no lo sabes? Siempre te considere alguien intuitiva Nat... Mi abuelo es Danzō Shimura, líder de la Raíz y ahora el verdadero Hokage de Konoha. Todo lo que hago, lo hago para él... Y para el futuro de la aldea.
Natsuki retrocedió un paso, sintiendo que el mundo se derrumbaba en torno a ella. La revelación golpeó cada fibra de su ser. Intentó procesar la información, pero la traición que sentía la superaba.
- Entonces... Todo este tiempo... ¿Eras de la Raíz? ¿Sabías todo lo que estaba planeando Danzō y aun así lo apoyas? ¡Sumire, esto no está bien! ¡Nos están obligando a seguir a un tirano!
Sumire no mostró ni una pizca de arrepentimiento. En cambio, su rostro se volvió aún más frío.
Con un tono de desdén, responde - Danzō está tomando las decisiones que tú y yo no podemos ni imaginar. Él ve lo que Konoha necesita, no lo que le gusta a todos. Tal vez no lo entiendas ahora, pero nuestra aldea estaba en ruinas, Natsuki. Y yo estoy con la Raíz para cambiar eso.
Natsuki apretó los puños, sus ojos comenzando a llenarse de furia y tristeza.
- ¿Y nuestra amistad, Sumire? ¿Todos los de la academia? ¿Significa algo para ti? ¿O fue solo parte de tu deber?
Sumire la miró por un momento, pero no se inmutó. Su respuesta fue tan firme como su postura.
- Konoha es lo único que me importa. Nuestra amistad... Los de la academia, fue solo parte del camino.
Natsuki se quedó en silencio, sintiendo el peso de la traición una vez más. La chica que una vez había sido su amiga de la academia, ahora era una extraña con una lealtad enfermiza hacia el hombre que más daño había hecho a su clan. Sus ojos se endurecieron, y con un suspiro, aceptó la realidad.
- Entonces, si estás dispuesta a arruinar todo lo que queda de Konoha, de lo que significa ser Ninja... No me dejas otra opción.
Sumire sonrió, una sonrisa llena de desprecio y superioridad.
- Deberías haber sabido que los sentimientos son una debilidad. Es por eso que mi abuelo me enseñó a hacer lo necesario sin dudar. Entonces, Natsuki... - Levantó su kunai, apuntando a su antigua amiga - ...pelearé contigo sin remordimientos.
✋[Fin de Música]✋
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🎶[ /o_DxlSXjRZU]🎶
{Natsuki Uchiha Vs. Sumire Kakei}
El vagón del tren se sacudía levemente mientras avanzaba a toda velocidad por los rieles, pero en su interior, el verdadero caos estaba ocurriendo.
Sumire fue la primera en lanzarse al ataque, sus pies apenas tocando el suelo mientras corría hacia Natsuki con velocidad. En un rápido movimiento, lanzó una serie de Kunais imbuidos con Chakra, apuntando a los puntos clave del cuerpo de Natsuki.
Pero la Uchiha, con su Sharingan completamente activado, predijo el movimiento y, con un ágil giro, esquivó los Kunais, lanzándose hacia adelante con su espada Uchiha en mano.
Natsuki sonríe sarcásticamente, mientras bloquea los Kunais en el aire - ¿Es en serio? Vamos, Sumire, pensé que querías una pelea más interesante.
Sumire, sin perder la calma, aterrizó sobre uno de los asientos, apenas afectada por la burla.
- Habría sido suficiente si te hubieras rendido... Pero ya veo que eso no es una opción para ti.
Natsuki sonríe con ironía - ¿Rendirme? No está en mi vocabulario.
Ambas se lanzaron al ataque nuevamente, sus movimientos rápidos y letales. Natsuki intentó un barrido horizontal con su espada, pero Sumire lo bloqueó con un Kunai. El choque del metal resonó en el vagón, provocando una lluvia de chispas. Sin perder el impulso, Sumire empujó a Natsuki hacia atrás con un golpe directo de Taijutsu, pero Natsuki respondió con una patada baja, derribando a Sumire de su equilibrio.
Sumire rodó hacia un lado, evitó un golpe vertical de la espada, y contraatacó con un puñetazo envuelto en Chakra, directo hacia el abdomen de Natsuki. Natsuki, viéndolo venir gracias a su Sharingan, se desplazó a un lado y lanzó una ráfaga de Shurikens en un arco perfectamente sincronizado.
- ¿Sabes? Si no estuvieras intentando matarme, esto casi se sentiría como un entrenamiento en la academia.
Sumire bloqueó los Shurikens con su Kunai, pero algunos se clavaron en las paredes del vagón, haciendo saltar chispas.
- ¡Estoy aquí para capturarte, no para matarte! Aunque si insistes... Puedo cambiar eso.
Nue, una versión Chibi es invocado por Sumire, rugió desde el fondo del vagón.
Natsuki parpadea – ¿He, y eso que es? ¿Se supone que debo asustarme o algo asi?
Nue se enrolla así mismo y sale disparado hacia la Uchiha, golpeando los asientos, partiéndolo por la mitad mientras intentaba alcanzar a Natsuki.
Natsuki, con un salto acrobático hacia atrás, aterrizó sobre uno de los asientos intactos, observando cómo Nue se acercaba.
Ella lo anticipa a tiempo y le conecta un golpe de Boxeador directo. El pequeño Nue rebota adolorido hasta detenerse.
Sumire realizó una rápida secuencia de sellos, activando una técnica de barrera con la que intentó atrapar a Natsuki.
Pero ella, saltando por encima de la barrera con un movimiento ágil, aterrizó detrás de Sumire, intentando un corte horizontal con su espada. Sumire, anticipando el ataque, giró justo a tiempo y bloqueó con su Kunai. Ambas estaban cara a cara, sus miradas fijas la una en la otra.
✋[Fin de Música]✋
Sumire ligeramente frustrada - Estás siendo más problemática de lo que esperaba.
Natsuki sonríe burlona - Lo sé. Soy un maldito fastidio, ¿verdad?
Las dos intercambiaron un rápido juego de golpes de Taijutsu, sus movimientos fluidos y bien entrenados.
Natsuki, usando su Sharingan, esquivaba la mayoría de los golpes de Sumire, pero el entrenamiento ANBU de Sumire la hacía más impredecible y rápida de lo que Natsuki había anticipado. Sumire, aprovechando una pequeña apertura, logró lanzar un golpe directo al estómago de Natsuki, enviándola hacia atrás.
Natsuki chocó contra los asientos del vagón, derrumbándolos mientras se sostenía el abdomen con una mueca de dolor.
- ¡Ay... Definitivamente lo sentí!
Sumire no perdió el tiempo. Saltó hacia adelante, lista para terminar el combate, pero Natsuki, levantándose rápidamente, sacó uno de sus abanicos Uchiha y lo lanzó hacia Sumire como un proyectil, obligándola a detener su avance y esquivar.
En el momento en que Sumire evadió el abanico, Natsuki corrió hacia ella, cortando con su espada en un ataque descendente.
Sumire, aunque logró desviar la espada con su Kunai, no pudo evitar el impacto de la fuerza del golpe, lo que la hizo retroceder. Con un gesto rápido, Sumire realizó sellos con una sola mano y lanzó un ataque de agua comprimida, un Jutsu de alta presión que destrozó el asiento a su alrededor y voló por el vagón hacia Natsuki.
Natsuki levanta ambos abanicos para bloquear el ataque.
- ¡Oye. Estás destrozando el tren!
El ataque de agua comprimida golpeó los abanicos de Natsuki, pero logró desviar parte del impacto. Aun así, el vagón tembló por la fuerza del Jutsu, y varias ventanas del tren se rompieron, dejando que el viento nocturno aullara a través de las grietas.
- ¡Danzō debe estar pagando mucho por los daños en propiedad pública!
Sumire se mantenía seria, con los ojos enfocados en su oponente.
- ¡No me preocupa el tren! ¡Solo tú!
El combate continuaba, y ambas estaban cada vez más agotadas. Cada ataque, cada jutsu, destruía más del vagón del tren, que ahora estaba en ruinas, con asientos rotos, ventanas destrozadas y el suelo lleno de escombros.
Finalmente, ambas aterrizaron en lados opuestos del vagón, respirando con dificultad. Las luces parpadeaban aún más intermitentemente, y la destrucción en su entorno les recordó lo igualadas que estaban.
- ¿Sabes, Sumire? Esto sería mucho más fácil si solo te relajaras y admitieras que estoy ganando.
Sumire sonríe fríamente - Sueña, Natsuki. Todavía estoy calentando.
Ambas se prepararon para el siguiente asalto, sabiendo que el combate no estaba ni cerca de terminar. El vagón se había convertido en un campo de batalla improvisado, y ninguna de las dos estaba dispuesta a ceder.
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雨{Ame no Kuni}雨
️{Amegakure} ️
La lluvia constante de Amegakure caía sobre los edificios oscuros, creando pequeños riachuelos en las calles de la aldea. Las gotas golpeaban con furia, como si la misma ciudad sintiera el peso del caos que estaba por venir.
Karyū, uno de los más fieles amigos de Chino, caminaba rápidamente por las calles desiertas, su rostro tenso mientras intentaba mantener la calma.
Sabía que Akatsuki ya sospechaba de él. Desde que su vínculo con Chino y Fūshin se había hecho evidente, sus movimientos dentro de la aldea habían sido vigilados. Sentía la presión sobre sus hombros, y ahora su única opción era huir antes de que lo capturaran.
Karyū apura el paso, con los ojos nerviosos - Debo salir antes de que sea demasiado tarde... No puedo fallarle a Chino...
Las calles estaban vacías, salvo por el sonido de la lluvia y el ocasional relámpago que iluminaba el cielo. Al girar en una intersección, Karyū aumentó su velocidad, ya imaginando su camino hacia la salida de la aldea.
Pero lo que no notó fue a los tres miembros de Akatsuki que ya lo habían visto.
Haku, Hidan, y Kakuzu estaban cerca, observando desde un tejado.
[ /fQ_5CPZfOW4]
Hidan sonríe burlón, mirando a Karyū desde la distancia - Miren quién intenta huir. ¿Qué piensan, amigos? ¿Lo atrapamos ya o lo dejamos correr un poquito más?
Kakuzu dice frío y calculador, sin dejar de mirarlo - Atrapémoslo rápido. Vale más vivo que muerto, por ahora.
Haku habla con voz suave pero firme - No tiene sentido alargarlo. Ya está acorralado.
Sin embargo, dejaron que Karyū siguiera corriendo por unos momentos más, como un gato que juega con su presa.
Karyū, sin percatarse de que ya estaba siendo observado, giró en una esquina y, al hacerlo, chocó de frente contra una figura imponente.
Levantó la vista rápidamente y vio el rostro severo de Kakuzu, que lo miraba desde arriba con una sonrisa fría y amenazante.
- ¡Buenas noches! ¿Te dirigías a algún lugar? ¿A tu propia tumba, talvez?
- ¡HHAAA!
Karyū dio un salto hacia atrás, su respiración acelerada. El miedo lo paralizó por un segundo, pero sin decir una palabra, giró rápidamente para intentar escapar. Apenas había dado unos pasos cuando sintió un golpe fuerte en la espalda. Hidan había aparecido detrás de él, usando la parte plana de su guadaña para derribarlo al suelo.
- ¡Vaya, amigo, lo siento! Quizás deberías prestar más atención a dónde corres. No querrás chocar con alguien como Kakuzu, ya sabes.
Karyū gimió de dolor, tratando de levantarse, pero algo estaba mal. Sus pies no respondían.
Mirando hacia abajo, vio con horror que sus pies estaban congelados, cubiertos por una capa de hielo que lo mantenía inmóvil.
Haku, con su tranquila elegancia, apareció detrás de él, su mano extendida después de haber lanzado el Jutsu de hielo.
Ella habla con tono amable pero frío - No intentes huir. Será más fácil si no lo haces.
Karyū luchaba contra el pánico mientras los tres lo rodeaban. Sabía que no tenía escapatoria. Hidan se arrodilló frente a él, sonriendo de manera siniestra mientras sostenía su guadaña casualmente sobre el hombro.
- Bien, vamos a explicarte cómo funcionan las cosas. Tienes tres maneras de hacer esto. Número uno: hablas y nos cuentas todo lo que necesitamos saber. Número dos: no hablas, y tenemos que sacarte la información a la mala. Y la número tres... - Hidan acercó su rostro al de Karyū, sus ojos brillando con malicia - ...Hablas, pero descubrimos que mentiste. Créeme, esa es la peor opción de todas.
Karyū intentó mantener la compostura, pero el miedo se reflejaba en sus ojos.
El nervioso, con voz temblorosa, pregunta - ¿No hay una... Opción más amable?
Haku inclinó la cabeza ligeramente, como si lo estuviera considerando, y luego respondió con una expresión de falsa reflexión.
- Bueno, si fueras más cooperativo desde el principio... Quizás podría convencer a Itachi de que sea un poco más amable.
Antes de que Karyū pudiera procesar lo que estaba pasando, sintió una fuerte presión en su mente. Itachi Uchiha había aparecido en silencio detrás de él, activando su Sharingan. Los ojos rojos de Itachi brillaban intensamente mientras se acercaba a Karyū, sin darle tiempo para resistirse. En un segundo, Itachi lo sumió en un Genjutsu, invadiendo su mente.
Itachi comenta con voz fría y controlada - No necesitamos que hables. Solo tus recuerdos.
El mundo de Karyū se desvaneció, y fue arrastrado hacia sus propias memorias. Las escenas de su pasado empezaron a desfilar ante él como una película rota.
Itachi observó cada momento importante. Vio a Chino dándole instrucciones para supervisar Amegakure mientras ella viajaba a Konoha.
Vio las imágenes de las personas-bombas explotando en distintas áreas, y la desesperación de Karyū al no poder contactar con Chino durante el caos.
Luego, Itachi vio a Chino finalmente contactándolo, informándole que su reunión con Danzō había sido exitosa.
Itachi lo hizo regresar a la realidad, cortando el Genjutsu con una frialdad característica. Karyū, sudando y temblando, jadeó al volver a la conciencia. Sentía como si hubieran hurgado en lo más profundo de su mente.
Itachi, mirándolo sin emoción, se agachó para quedar a su altura.
Con voz tranquila, pero severa - Sabemos lo que intentas hacer, pero ahora me lo dirás de tu propia boca. ¿Qué estaba planeando Chino con ?
Karyū tragó saliva, mirando a su alrededor. Los ojos de Hidan, Kakuzu, Haku, e Itachi estaban fijos en él. Sabía que no tenía más opción.
✋[Fin de Música]✋
- La reunión... Fue para sellar un acuerdo. Danzō prometió que Chino y Fūshin se vengaran de Konoha a cambio de... De usar las habilidades del Ketsuryūgan para el proyecto NUE. Lo que están haciendo en Konoha es solo el comienzo. Danzō quiere más poder, y Chino se lo está dando. No solo ella, Orochimaru también quiere una parte.
Hidan soltó una carcajada mientras se levantaba, claramente disfrutando de la situación.
- Bueno, ¿no es interesante? ¡La Raíz, Orochimaru y sus sequitos de dejarse morder el cuello y la chica loca están juntos en esto!
- Esto complicará las cosas. tiene recursos y aliados, pero ahora sabemos lo que está tramando.
Itachi, sin decir nada más, se levantó y asintió a Haku. Con un gesto rápido, Haku descongeló los pies de Karyū, liberándolo de su prisión de hielo.
- A partir de ahora estas bajo custodia de Amegakure – Mubi y Oboro aparecen y sujetan a Karyū de los brazos – Llévenselo.
Itachi, Haku, Hidan, y Kakuzu se quedaron observando por un momento antes de empezar a planear sus próximos movimientos.
- Debemos regresar a la Torre Akatsuki, y planificar que haremos.
Los tres asienten y a paso tranquilo caminan hacia su hogar.
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火{Hi no Kuni}火
{Konoha}
El caos en Konoha había dejado cicatrices visibles. Aunque en algunos sectores los ANBU de la Raíz habían tomado el control sin resistencia, en otras partes de la aldea se veían signos de luchas y violencia. Los edificios dañados y los rastros de Ninjas heridos mostraban lo drástico que había sido el golpe de estado.
Ahora, en un lugar apartado de la aldea, un grupo de Ninjas se había reunido, muchos con heridas leves y rostros llenos de frustración e incertidumbre.
Kakashi, Asuma, Guy, Shikaku, y varios otros Shinobis estaban entre la multitud, sus ojos enfocados en lo que estaba ocurriendo. La ausencia de información los dejaba aún más inquietos. Entre murmullos, los Ninjas comenzaron a exigir respuestas.
- ¡Queremos ver al Cuarto Hokage! ¿Dónde está Minato-San?
- ¡¿Qué está pasando en la aldea?!
Los murmullos y las exigencias crecían cuando, de repente, la figura de Tanuki Shigaraki apareció desde las sombras, caminando con calma hacia el centro de la reunión.
Su presencia impuso silencio entre los presentes, aunque no por respeto, sino por el temor que emanaba de su porte y su control absoluto sobre la situación.
- Tranquilos. Entiendo que están confundidos y preocupados, pero vengo a calmar la situación. Konoha está bajo control.
Los murmullos disminuyeron, pero el ambiente seguía cargado de tensión. Kakashi Hatake, que estaba al frente del grupo, cruzó los brazos mientras fruncía el ceño. No confiaba en la Raíz, y mucho menos en Tanuki.
- ¿Dónde está el Cuarto Hokage? Si Konoha está bajo control, ¿por qué no está él aquí, hablándonos?
Tanuki lo miró con una ligera sonrisa que no alcanzó sus ojos. Había una frialdad calculada en su respuesta.
- El Cuarto Hokage está a salvo, junto al Sandaime. Ambos están siendo cuidados de manera adecuada. Pero ahora, por órdenes directas del Daimyō, Danzō Shimura ha tomado el liderazgo de Konoha. Es por el bien de la aldea, para garantizar nuestra seguridad y estabilidad.
Kakashi se quedó inmóvil por un momento, sus ojos entrecerrándose con sospecha. La mención del Sandaime y de Minato en un mismo lugar no le sonaba bien.
Sin embargo, antes de que pudiera reaccionar, una figura conocida emergió entre la multitud de ANBU: Danzō Shimura. Su presencia silenció de inmediato cualquier protesta.
[ /7-8UPt3Ody4]🎶
Caminó con calma, cada uno de sus pasos proyectando autoridad. Su mirada fría recorrió a los Ninjas presentes, y, cuando habló, su voz era como el viento helado, inquebrantable y calculada.
Con voz autoritaria, pero controlada - Konoha ha sido débil durante demasiado tiempo. Nuestros enemigos nos han atacado, y hemos pagado con sangre nuestra falta de preparación. Pero ya no más.
La multitud de Ninjas lo observaba, algunos con miedo, otros con desdén. Kakashi, siempre alerta, no podía dejar de estudiar cada palabra y gesto del hombre que ahora se autoproclamaba el nuevo líder de Konoha.
Danzō continua, con tono más oscuro - Minato Namikaze fue un Hokage admirable, pero las decisiones blandas no salvarán a nuestra aldea. Solo con una mano firme, sin la debilidad de la compasión, podemos restaurar el verdadero poder de Konoha. No necesitamos sentimentalismos, necesitamos orden, control. Y yo les ofreceré eso. A cambio, les ofrezco lo que todos ustedes realmente anhelan: seguridad, prosperidad, y una aldea indomable.
Hubo un murmullo entre la multitud, pero Kakashi no se dejó llevar por las palabras de Danzō. La frialdad con la que hablaba, la manera en que descartaba el liderazgo anterior, todo le resultaba insidioso.
Kakashi se cruza los brazos, con una sonrisa burlona bajo su mascara - ¿Y qué pasa con aquellos que no quieran seguir tus ideales, Danzō? ¿Nos ofreces una compensación justa, o simplemente nos verás como obstáculos?
Danzō giró su mirada hacia Kakashi, sin perder la calma. Su expresión no cambió, pero sus palabras adquirieron un matiz más perturbador.
Habla con un tono perturbadoramente calmado):
- No es cuestión de querer, Kakashi. Es cuestión de lo que Konoha necesita. Y, al final, todos ustedes... - Hizo una pausa, permitiendo que sus palabras penetraran profundamente en la mente de los presentes - Me seguirán, ya sea por elección o por necesidad.
Kakashi iba a responder, pero antes de que pudiera hacerlo, Danzō levantó su brazo. En ese momento, un aire frío recorrió el lugar. El ojo de Danzō, cubierto por su venda, comenzó a brillar intensamente. Sin previo aviso, desató el poder del KOTOAMATSUKAMI, el Genjutsu más poderoso del difunto Shisui Uchiha.
El ambiente cambió de inmediato.
Los Ninjas presentes comenzaron a sentirse extraños, como si una pesada niebla cubriera sus mentes. Sus pensamientos se volvieron confusos, y una abrumadora necesidad de obedecer a Danzō comenzó a invadir sus voluntades.
El, con voz baja y oscura, su frase resonando en la mente de todos - No siempre necesitas fuerza para gobernar... A veces solo necesitas la voluntad de los demás.
Kakashi intentó resistir, sintiendo cómo su voluntad se desmoronaba poco a poco bajo el poder de Kotoamatsukami. Intentó gritar, advertir a los demás, pero su cuerpo se negaba a obedecer. Uno por uno, los Ninjas empezaron a inclinarse ante Danzō, sus expresiones vacías, sus voluntades completamente sometidas.
Ve cómo todos caían bajo su control, sonrió levemente.
- Ahora... Konoha será verdaderamente mía.
✋[Fin de Música]✋
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El tren vibraba mientras avanzaba a toda velocidad, pero dentro del vagón, la batalla continuaba con la misma intensidad. Natsuki Uchiha y Sumire Kakei mantenían su combate feroz, sus habilidades igualadas, cada golpe y técnica siendo contrarrestados por la otra. La determinación en ambas era palpable, y cada una luchaba con un objetivo claro en mente.
De repente, Sumire se detuvo por un momento, su rostro mostrando una sonrisa cínica mientras miraba a Natsuki.
- Dime, Natsuki... ¿a dónde te lleva tu moral? Se que no matas, ¿cierto?
Natsuki frunció el ceño, manteniéndose en guardia. No estaba segura de qué planeaba Sumire, pero la frialdad en su voz no auguraba nada bueno. Entonces, Sumire alzó su mano y apuntó con el dedo hacia la cabina del conductor. Con un giro de su muñeca, comenzó a formar una esfera de agua condensada, brillando en su palma con una presión peligrosa.
Sumire dice con malicia - Entonces, vamos a ver cuánto vale tu moralidad.
Natsuki sintió el peligro de inmediato y levantó la mano, extendiéndola en dirección a Sumire.
Exclama, con urgencia - ¡No lo hagas, Sumire! ¡Deja a los civiles fuera de esto!
- Puedes detenerme – Mira su espada – Hazlo – Alienta, sínicamente. Natsuki aprieta sus dientes y el mango de su espada.
- N-No, no lo hare.
- Eso pensé.
🎶[ /PmvqOx1wY3E]🎶
Repentinamente dispara el proyectil esférico de agua a toda velocidad hacia la cabina del conductor. La esfera atravesó los controles y parte de los cristales frontales de la cabina antes de impactar contra el conductor. El hombre soltó un grito de dolor y cayó hacia un costado, herido de gravedad.
Sumire, sin perder más tiempo, corre hacia Nue y lo sostiene en sus manos, seguido, salta por una ventana abierta y abandonó el tren con agilidad, dejando a Natsuki enfrentándose a las consecuencias de su ataque.
La Uchiha corre hacia la cabina del conductor. Al llegar, encontró al conductor apoyado en el panel de controles, sangrando por la herida abierta en su hombro y brazo.
Se expresa con preocupación mientras lo revisa - ¡Aguanta, te sacaré de aquí!
Mientras observaba la situación, vio que la esfera de agua había dañado también parte del sistema de control. Varias luces parpadeaban y, al mirar más de cerca, notó que los frenos de emergencia estaban inactivos.
Natsuki levantó al conductor y lo cargó, moviéndose rápidamente entre los vagones mientras el tren continuaba avanzando a toda velocidad. Al llegar al último vagón, los pasajeros, al ver al conductor herido, comenzaron a entrar en pánico.
- ¿Qué está pasando? ¡¿Qué le pasó al conductor?!
- ¡Estamos acelerando demasiado!
Natsuki bajó cuidadosamente al conductor y, mientras revisaba sus heridas superficialmente, miró a los pasajeros con determinación.
Natsuki habla con voz autoritaria - Escúchenme todos, el tren está dañado. Busquen a un médico o alguien que pueda ayudar a este hombre una vez que estén seguros. Yo haré lo necesario para desacelerar el tren.
Los pasajeros asintieron nerviosamente, algunos ya buscando materiales de primeros auxilios.
Natsuki volvió al penúltimo vagón, desenfundando su espada con decisión. Con un fuerte movimiento, cortó la conexión entre el último vagón y el resto del tren. A través de la ventana trasera, observó cómo el vagón se alejaba, reduciendo su velocidad progresivamente hasta detenerse, lo que le dio un pequeño alivio. Al menos, los pasajeros estarían a salvo.
Natsuki corrió de vuelta hacia la cabina, tomando asiento frente a los controles y evaluando rápidamente el panel. No tenía experiencia con trenes, pero sabía que necesitaba algún tipo de comunicación para alertar a la estación siguiente.
Al observar el panel de control, encontró un sistema de comunicación básico. Tomó el micrófono y, después de unos segundos de intentar comprender su funcionamiento, pulsó el botón de transmisión.
Habla con voz tensa, hablando al sistema de comunicación - ¡Aquí... Natsuki Uchiha, soy una pasajera a bordo! ¡El tren está fuera de control, el conductor está herido, y hay daños graves en los sistemas de frenado! Necesito que alguien me escuche... repito, ¡el tren se va a descarrilar!
Un momento de silencio siguió al mensaje, y Natsuki miró desesperadamente el panel de GPS, notando la proximidad de una curva cerrada en la vía férrea.
Ella piensa rápidamente, mientras mira la curva en la pantalla.
- Si llego a esa curva sin reducir la velocidad... No habrá manera de evitar el descarrilamiento.
Una voz finalmente respondió a través del sistema de comunicación.
- ¡Entendido, pasajera! Estamos recibiendo su señal... Pero nuestra única opción es reducir la velocidad desde la cabina. ¿Puede manejar el control manual?
- ¡No estoy segura, pero lo intentaré!
Miró el panel, evaluando las palancas y botones. Con la poca información que tenía, intentó identificar el control del acelerador y comenzó a manipular las palancas para reducir la velocidad. Sin embargo, el daño causado por el ataque de Sumire limitaba sus opciones; los frenos primarios seguían inactivos.
Ella habla a través del comunicador - Los frenos de emergencia están completamente dañados. Si logro ralentizarlo manualmente, ¿hay alguna forma de que ustedes puedan ayudar a reducir la velocidad desde allá?
- Vamos a intentar desviar la vía, pero con esa velocidad no podremos garantizar una parada segura antes de la curva. Haga lo que pueda desde allí, y le daremos más instrucciones.
Natsuki asintió, manteniendo su mirada fija en los controles mientras sentía la presión aumentar. A pesar del caos y la falta de conocimientos técnicos, sabía que tenía que concentrarse y hacer todo lo posible por evitar una tragedia.
Natsuki se habla para sí misma, en un susurro - Siempre en el peor lugar y en el peor momento...
Apretó las palancas y ajustó los controles manuales, intentando reducir la aceleración. El tren disminuyó levemente la velocidad, pero la curva se acercaba rápidamente en el mapa del GPS, y cada segundo contaba.
Natsuki vuelve hablar al comunicador - ¡Lo tengo un poco más lento! Pero sigue siendo demasiado rápido para la curva... Si no logro reducir más, nos descarrilaremos en el poblado al final de la curva.
El operador de la estación trata de mantener la calma.
- Manténgase en los controles. Vamos a activar un desvío de emergencia para dirigir el tren hacia una vía secundaria que lleva al campo. Evitaremos el poblado, pero tendrá que desacelerar más antes de la curva. ¡Manténgase alerta!
Natsuki, respirando profundamente, mantuvo las manos firmes sobre los controles. A pesar de la desesperación y el miedo, su determinación brillaba mientras trataba de sostener el tren en un control mínimo.
Ella murmura para sí misma, decidida - No voy a dejar que termine así.
El tren continuaba su frenético descenso, pero, con un último ajuste de los controles, logró reducir un poco más la velocidad. Al ver cómo la curva se acercaba peligrosamente en el GPS, supo que cada segundo contaba.
- Estoy reduciendo, pero necesito un último impulso para frenarlo antes de la curva...
La respuesta del operador fue firme y directa.
- Te ayudaremos con el desvío final. Aguanta.
El tren rugía con fuerza mientras avanzaba peligrosamente hacia la curva. Natsuki luchaba por mantener el control, manipulaba las palancas con manos temblorosas y agotadas.
Con un esfuerzo final, logró que el tren comenzara a girar, pero la brusquedad del movimiento fue tal que el vagón entero se inclinó peligrosamente hacia un lado.
Natsuki murmura para sí, jadeante - Solo... Un poco más...
Sin embargo, el control que tenía no fue suficiente.
El tren, al tomar la curva a una velocidad tan alta, comenzó a sacudirse violentamente, inclinándose de un lado a otro. Natsuki se sujetó con fuerza, sintiendo cómo la inercia intentaba arrancarla de su lugar. Al final, la estructura no pudo soportar la tensión y el tren comenzó a descarrilarse, con el sonido del metal desgarrado resonando en el aire.
✋[Fin de Música]✋
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草{Kusa no Kuni}草
{Kusagakure no Sato}
Los controladores observaban la situación en sus pantallas. Uno de ellos maldijo, golpeando la mesa con el puño mientras veía cómo el tren cruzaba la frontera y se adentraba en territorio de Ame no Kuni.
Frustrado, levantando la voz - ¡Maldición! Ya no tenemos jurisdicción sobre el tren, ha pasado a territorio de Ame no Kuni. Debemos informarlos de inmediato.
Su compañero asiente, mientras toma el teléfono.
- Yo me encargaré. También enviaré un equipo de Ninjas para revisar el vagón que esa chica separó. Con suerte, los pasajeros estarán a salvo.
Los demás controladores asintieron, sus rostros tensos mientras observaban las últimas señales de comunicación del tren, ya fuera de su alcance.
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雨{Ame no Kuni}雨
Finalmente, el tren descarrilado se deslizó entre los campos fronterizos de Ame no Kuni. Los vagones volcaron, uno tras otro, mientras el sonido ensordecedor del metal retorciéndose y el chirrido de las ruedas llenaban el aire. Natsuki, atrapada entre los restos del vagón y el panel de controles, sentía el impacto de cada vuelco. Cuando finalmente el tren se detuvo, el silencio cubrió la escena.
Natsuki, herida y adolorida, intentó mantenerse despierta, pero la sangre brotaba de varias heridas y su visión comenzó a nublarse.
Ella se pregunta en un susurro, en un último esfuerzo por estar consciente.
- Je... Je. Lo... ¿Lo hice bien... Papa?
Pero sus fuerzas la abandonaron. A pesar de su determinación, sus párpados se cerraron, y se desplomó, inconsciente, entre los escombros.
️{Amegakure}️
Mientras tanto, en una de las torres de Amegakure, Aoi Rokushō y Ajisai estaban siendo informados de la situación. La noticia de un tren descarrilado y que ahora cruzaba los límites de Amegakure los alarmó. Aunque los detalles eran vagos, sabían que algo grave había ocurrido en la frontera.
Un Ninja vigilante rápidamente, con tono serio informa - Un tren descarrilado acaba de cruzar la frontera de Amegakure. No sabemos la causa exacta, pero se sospecha que pudo haber sido un acto de sabotaje. Estamos confirmando si hay sobrevivientes.
Aoi frunció el ceño, dándose la vuelta para dirigirse hacia la salida.
Aoi, sin esperar más - No perderemos tiempo. Ajisai, vamos a ver qué sucedió. Si hay algún responsable de esto, lo encontraremos.
Ajisai asintió, sus ojos mostrando una mezcla de preocupación y determinación. Ambos salieron rápidamente hacia el lugar del accidente, manteniéndose atentos mientras se acercaban a la escena.
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El tren en ruinas estaba rodeado de humo y restos metálicos desperdigados. Los vagones destrozados y los cristales rotos eran prueba de la magnitud del accidente. Aoi y Ajisai se movían con rapidez entre los escombros, inspeccionando los restos en busca de alguna señal de vida.
Aoi mira alrededor con escepticismo - A juzgar por el estado de este tren, dudo que alguien haya sobrevivido...
Ajisai lo interrumpió, llamándolo con un tono urgente.
- ¡Aoi! ¡Aquí, he encontrado a alguien!
Aoi giró rápidamente y corrió hacia Ajisai, quien estaba arrodillada junto a una figura entre los restos de la cabina. Natsuki yacía inconsciente, su rostro y ropas cubiertos de polvo y sangre. Su respiración era débil, pero estaba viva.
- Vaya, parece que esta chica es más dura de lo que parece.
Ajisai, sin perder tiempo, se arrodilló junto a Natsuki y la levantó con cuidado. Aoi la ayudó, y entre los dos sostuvieron a Natsuki por los brazos, llevándola fuera de los restos del tren con rapidez.
Ajisai determinada, mientras apoya a Natsuki - Debemos llevarla de regreso a Amegakure. Con suerte, podrá decirnos qué ocurrió aquí.
- Si... - Pero Aoi ve la chaqueta de Natsuki - ¡Wow, mira eso, es el símbolo del Clan Uchiha! ¿C-Crees que tenga algún vínculo con Itachi?
- ¡No lo sé! Pero en caso de que si lo tenga, no quisiera estar cerca de ella en caso de que se muera. ¡Muévete!
Ambos comenzaron su marcha de regreso, apresurándose a medida que sostenían a Natsuki entre ellos. La lluvia empezaba a caer nuevamente, cubriéndolos con un manto de gotas, mientras Amegakure se erguía en la distancia como un refugio seguro.
✋[Fin de Música]✋
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🎶[ /8LP7wEsIVH8]🎶
雷{Kaminari no Kuni}雷
️{Kumogakure}️
En el alto salón de reuniones de Kumogakure, el Raikage A estaba de pie frente a una ventana, observando la vasta extensión de montañas y nubes que rodeaban la aldea.
Su mirada dura reflejaba la tensión acumulada durante los recientes eventos que habían afectado no solo a su aldea, sino también a la estabilidad del País. A su lado, su asistente de confianza, Mabui, sostenía varios pergaminos y documentos mientras le informaba del estado actual de Kumogakure.
Ella habla con voz tranquila y profesional - Raikage-Sama, las reconstrucciones en las áreas afectadas de Kumogakure están avanzando según lo planeado. Las estructuras principales estarán reparadas dentro de unas semanas, y se espera que las aldeas periféricas también recuperen su estabilidad.
El Raikage asintió, pero su rostro permaneció sombrío. Su atención, sin embargo, cambió de inmediato cuando Mabui mencionó lo siguiente.
Ella hace una pausa antes de continuar - También tenemos un informe actualizado sobre el número de víctimas. Afortunadamente, la cifra de muertes se ha mantenido baja gracias a las rápidas evacuaciones. Sin embargo, Raikage-Sama... Aún no tenemos información sobre el paradero de Killer B.
Al escuchar el nombre de su hermano, el rostro de A se endureció aún más, y sus puños se apretaron. La ausencia de Killer B había sido un golpe particularmente personal para él.
Raikage A gruñe con evidente frustración - ¡Ese idiota! Siempre corriendo por su cuenta... ¿Pero dónde demonios está? ¿No puede quedarse un día sin meterse en problemas?
Mabui bajó la mirada momentáneamente, comprendiendo la frustración de su líder. Luego, recogió su aplomo y continuó, con un tono más grave.
- Aunque no hay pruebas definitivas, se sospecha firmemente de la participación de Akatsuki en la desaparición de Killer B. Hemos identificado ciertos patrones y reportes que indican que su grupo estuvo involucrado en el ataque. Y no solo eso, también supuestas confirmaciones corroboran el secuestro de los demás Jinchūriki de las Grandes Aldeas Ninjas.
La mención de Akatsuki provocó una chispa de ira en el Raikage. Dio un golpe seco sobre la mesa, haciendo que los pergaminos y documentos temblaran por el impacto.
Con tono despectivo y una mirada decidida.
- ¡Akatsuki! ¡Un grupo de renegados, cobardes que se esconden en las sombras y atacan como ratas! ¡¿Creen que pueden atacar a Kumogakure y desaparecer sin enfrentar las consecuencias?! ¡No permitiré que ni un solo miembro de esa organización escape!
Mabui asintió, escuchando atentamente mientras el Raikage continuaba hablando.
- Es el momento de que los líderes de todas las aldeas vean esto como una amenaza unificada. Akatsuki ha mostrado su intención de interferir con cada una de nuestras naciones. No podemos permitir que sigan actuando libremente. Iniciaremos los preparativos... Para una Cumbre de los Cinco Kage.
Mabui con voz firme, comprendiendo la gravedad de la decisión - Comprendo, Raikage-Sama. Enviaremos las convocatorias a las otras aldeas y organizaremos las medidas de seguridad. Esta cumbre debe ser un mensaje de unidad contra Akatsuki.
El Raikage asintió, cruzando los brazos mientras su mirada se fijaba en el horizonte. La ira y la determinación eran visibles en su rostro. Sabía que convocar una cumbre de este tipo no solo significaba una alianza temporal, sino también un compromiso compartido de combatir una amenaza creciente.
Raikage A murmurando para sí, con una expresión oscura.
- Akatsuki se ha entrometido demasiado, pero no saben lo que les espera...
✋[Fin de Música]✋
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CONTINUARA...
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