"Madrugada"
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—¿No puedes dormir?
—¡Ash! — la pelirroja saltó en su lugar y se puso una mano en el pecho— Arceus, me asustaste.
—Lo siento.
—En fin, no— respondió— solo venía por un vaso de agua— ella señaló el vaso casi vacío que se encontraba en la mesa— por surte había dejado el vaso en la mesa, abría botado toda el agua ¿Y tú? ¿Qué haces aquí?
—Los ronquidos de Brock no me dejaban dormir— dijo él, mientras soltaba un suspiro.
Misty se rio y negó con la cabeza. Tomó nuevamente el vaso y se terminó el líquido transparente, se acercó al lavaplatos, lo lavó y lo dejó secando a un lado.
—¿Y qué harás? —preguntó Misty luego de unos minutos en silencio— ¿Volverás? ¿O dormirás en el sofá?
—Volveré, pero en un momento— él se encogió de hombros y soltó un suspiro— voy a aprovechar que ahora estoy despierto para tomar un poco de aire fresco.
—Ash— Ella le frunció el ceño, señaló la ventana de la cocina con su mano— afuera está nevando.
—¿Y?
—Por el amor a Arceus, te vas a enfermar— se acercó a él y lo tomó del brazo— no seas estúpido, mañana aprovecha el día para tomar aire fresco.
—No es para tanto, me pondré una chaqueta— dijo señalando la prenda que se encontraba descansando arriba del sillón del salón principal.
—No seas estúpido— repitió— si quieres nos quedamos en la puerta de entrada, pero no salgas a dar una vuelta.
—¿Nos quedamos? — él alzó una ceja, con una leve sonrisa asomándose por sus labios.
—Quiero vigilarte— aclaró— estoy segura de que, si te dejo solo, saldrás y no volverás hasta las seis de la mañana a la casa.
—No, yo creo que volvería a las tres o cuatro de la mañana.
—Son la una de la mañana.
—Lo sé.
Misty solo volteó los ojos y se dirigió a la entrada de la casa. Ash la siguió de cerca, con una sonrisa en los labios. Mientras pasaban por al lado del sillón, aprovechó de tomar la chaqueta.
Cuando llegaron, vieron el pequeño sofá de exterior que se había puesto ahí hace poco, la pareja se sentó en el sitio y el pelinegro dejó la chaqueta en las piernas de ambos, simulando un cobertor.
Ambos eran muy conscientes de la cercanía del otro, pues, como el sofá era pequeño, apenas podían moverse sin rozar sus hombros o sus piernas.
—Esto es absurdo— Misty fue la primera en romper el silencio.
—Sí, quizás sí— Ash se encogió de hombros, riendo— pero yo no te obligué a venir, tú lo hiciste solita.
Ella soltó un bufido, pero no lo negó. Luego de unos segundos, la entrenadora volvió a hablar.
—Y…— dijo dudosa, se volteó a verlo, alzó su mano y tocó su hombro. Ash sintió un escalofrío, que no tenía nada que ver con el frío que hacía en esa época— ¿Cómo estás? ¿Mejor? Sé que, aunque hemos estado hablando a diario por el Pokenav…— hizo una leve pausa— no es lo mismo que decir las cosas en persona o incluso en una videollamada.
—Te lo dije, Mist— él apoyó su mano derecha sobre la izquierda de ella y la acarició levemente— ese día me hiciste sentir mucho mejor. Ya no me siento del todo mal— Él desvió un poco la mirada hacia el paisaje nocturno que tenían al frente— hay momentos que pienso en lo malo que fuera perder la liga, pero— la volvió a mirar y nuevamente acarició su mano— ya sé que no me hará mejor o peor persona ser el campeón o no de esta región— Misty asintió, regalándole una sonrisa honesta— y, además— Ash se rio. La pelirroja de inmediato se preparó para la babosada que diría su amigo a continuación— fui, soy y seré el mejor entrenador del mundo. Eso es lo que creo que dijiste esa noche ¿Verdad?
Misty rodó los ojos, pero se rio.
—Yo no dije eso— negó con la cabeza— yo dije que no se te subieran los humos a la cabeza— ella bajó la mano del hombro de él, pero la mano del pelinegro la siguió a su regazo en un impulso— por lo visto no me hiciste caso en ese tema.
—Mi memoria a veces falla— él se encogió de hombros.
—¿Es una memoria selectiva? — preguntó ella, alzando una ceja.
—Sip.
—Eso es muy conveniente de tu parte— la pelirroja se inclinó hacia él, retándolo con la mirada. Él no se dejó intimidar e imitó su acción, sin darse cuenta de que así, ambos se encontrarían muy cerca el uno del otro.
—No, no lo creo, es la verdad.
Ambos se quedaron en silencio después de eso, sin embargo, solo bastaron cinco segundos para que ambos se dieran cuenta de la pequeña distancia que compartían.
Por un lado, Ash se debatió internamente ¿Debería acortar la distancia entre ellos? No tenía idea. Su ritmo cardiaco nunca había estado tan acelerado como ahora, sinceramente estaba pensado que podía estar sufriendo un ataque cardíaco en cualquier momento y era cursi pensarlo, pero no le importaba en lo absoluto, no cuando tenía a su mejor amiga así de cerca.
Y por el otro lado, Misty no sabía qué pensar ¿Realmente había bajado de su habitación? ¿Seguiría durmiendo? ¿Todo esto era un sueño? Eso era lo más lógico según ella, porque no encontraba otra razón del por qué Ash todavía no se había alejado de ella, no entendía por qué él aún no había corrido como un pequeño niño llamando a su mamá y gritando constantemente "que asco, una niña me tocó"
No podía encontrar una explicación lógica a eso.
—Mist— susurró él, mientras tragaba saliva con dificultad. La miró a los ojos y posteriormente a los labios.
Ella se fijó en ese detalle y también tragó saliva, en esos momentos solo podía respirar con dificultad, por lo que con dificultad simplemente dijo:
—Dime.
—Solo…— Ash soltó un pequeño suspiro nervioso. Él seguía haciendo pequeños círculos con su dedo en el dorso de la mano de ella, intentando calmar sus nervios— solo…— volvió a decir.
Por fin Misty aclaró sus pensamientos y se dio ánimos, tenía que ser valiente. Ella no podía ser tan estúpida como para desaprovechar esa oportunidad, Ash estaba ahí y se notaba claramente que su cercanía le afectaba, por lo que no lo pensó mucho y se acercó un poco más a él.
—¿Sí? — Sus mejillas estaban ardiendo en llamas, pero ya no le importaba.
El pelinegro se sorprendió por su acción, pero tampoco desaprovechó la oportunidad y simplemente habló de forma entrecortada.
—Si en este momento no me detienes, no respondo por lo que haga a continuación.
—No planeo detene…
—¡¿Misty?! ¡¿Dónde estás?! — en ese momento, la puerta de la entrada se abrió de golpe, dejando ver a una chica castaña con una manta de lana en sus brazos— ¿Por qué estás afuera? ¿Dónde has esta…? — No pudo terminar la pregunta al verlos así de cerca. Ella se llevó sus manos a la cara y negó con la cabeza repetidas veces— ¡Arceus! ¡Perdón! ¡No quería interrumpir nada!
Tanto la pelirroja y el pelinegro se pararon del sofá, dejando caer la chaqueta al piso. Ambos tenían las mejillas muy sonrojadas.
—¡No interrumpes! —exclamó la chica de forma exagerada—¿De qué hablas? No pasa nada, no pasó nada— volvió a decir— en fin, tengo un poco de sueño, vamos a dormir May— Ella la empujó hacia dentro de la casa y mientras iba arrastrando a su amiga, la cual se disculpaba una y otra vez con ella, se volteó a ver al muchacho, que solo pudo mirar el suelo— Adiós Ash ¡Buena charla!
Con eso dicho, Misty y May se fueron dentro de la casa.
Ash siguió mirando el suelo. Su cabeza era un completo lío, sin embargo, tenía dos cosas muy claras.
Tenía que tomar una ducha fría y… él podía jurar que a ella le gustaba él.
Una sonrisa se asomó por sus labios. Se agachó, recogió la chaqueta y soltó un suspiro de enamorado.
Mañana iba a ser un día interesante.
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Día 5 listooo
Sinceramente, este capítulo me gustó jajajaja
Sí, me convertí en lo que juré destruir XDD porque a mí nunca me gustaba que interrumpieran a la pareja ajjajaja pero va a valer la pena, créanme XDD me deja mucho para jugar en el capítulo del día 7, porque sí, voy a ser mala y dejaré la continuación de este cap en el día 7 jajsja
El día de mañana tengo algo en la cabeza, pero, no muy claro, por lo que espero que se me ocurra algo.
Como siempre, perdón si hay alguna falta de ortografía o de redacción.
En fin ¡Nos leemos!
CELMYAEPYEN_06
