Capítulo 4

Opciones.

- Ahora entiendo – El hombre entrelazó sus manos meditando la información que acababa de escuchar – Y entonces casarte con Ranma no es algo que quieras hacer – La chica se sonrojó un poco y eso fue suficiente respuesta – Bueno, supongo que sí, pero no en este momento –

- Tampoco estoy muy segura de querer ser ama de casa – Le dijo la chica

- No hay porque serlo… últimamente se está viendo más mujeres que tienen armonía entre su vida de casada y su vida laboral – Touya sacó una libreta y un lapicero – Además, no tomes el matrimonio con esos roles tan específicos para el hombre y la mujer… un matrimonio es un equipo y ambos tienen que poner de su parte para que funcione – La chica parpadeó varias veces sin entender en su totalidad lo que quería decir con aquello. El castaño se sentó a un lado de ella con los útiles y comenzó a hablar – Hagamos esto… -

"Aunque la vida de casada no te convenza ahora, puede que en algún tiempo lo haga. Por el momento tienes dudas y quieres ver si hay algo más. Lo cual, es perfectamente normal y valido. Comienza por probar con tus intereses, como las artes marciales, quizá tocar instrumentos musicales, pintar, hacer esculturas… y no solo te quedes en lo artístico. Investiga las diferentes profesiones, quizá alguna te llame la atención y te decidas por seguir ese camino. El punto es que conozcas más de lo que ahora conoces y ver si te interesaría proseguir con alguna de esas actividades"

- Suena bien – Le comentó la chica. El asintió

- A como lo veo, en realidad tienes muchas opciones – miró la libreta y escribió el nombre de su prometido – Tienes la opción de casarte con un chico fantástico y ser ama de casa, como lo desean sus papás y estará bien, será una buena vida siempre y cuando tu así lo quieras también – A un lado escribió su nombre – También la opción de buscar una profesión o algo que te apasione y dedicarte a ello dejando el tema del casamiento para cuando tu quieras ejecutarlo y con quien desees hacerlo… – Y escribió una tercera opción llamada "Akane y su esposo" – También puedes casarte con Ranma o con quien quieras y seguir haciendo lo que te guste, tu esposo deberá ser un apoyo para ti y tu para él, como te mencioné, ser un equipo para que funcione y sean felices – En ningún momento dejó de sonreírle – Hay muchas opciones Akane, no te encierres en una que aún no sucede. Eres joven y tu vida apenas va comenzando. Tus pensamientos están cambiando porque estas madurando y ese es el primer paso para buscar a donde pertenecer -

- Si… - Era verdad, no tenía una sola opción y tenía mucho tiempo para probar actividades y descubrir lo que quiere hacer.


Ranma se miraba enojado mientras tomaba la cena ese día. Su prometida estuvo teniendo más sesiones vocacionales de las que seguramente necesitaba y eso no le agradaba. Lo inquietaba en realidad. No quería decir que estaba celoso, pero si lo estaba y mucho. Tenía que admitirlo, estaba inseguro porque era una situación diferente, como la de Shinnosuke. Su querida prometida no se miraba incomoda ni huía del profesor, a diferencia de otras ocasiones y con otros hombres. Y el que se trate de un adulto le ponía mucho peor, ya que, podrían ser las preferencias de la chica Tendo.

- ¿Dónde está Akane? – El chico de la trenza siguió comiendo agresivamente sin responder - ¿Ranma? – Soun lo miró expectante.

- No lo sé – Dejó caer su plato vacío y dejo sus palillos arriba – Iré a buscarla – El hombre de bigote asintió y el chico se levantó para subir a la habitación de la chica - Oye Akane… - Tocó varias veces y ella le dejó pasar. La encontró en la cama con una libreta y mordiendo un lápiz, signo de que estaba pensando sobre algo – ¿No bajarás a cenar? – Ella respondió negativamente diciendo que estaba ocupada en ese momento – No es sano saltarse las comidas – Se sentó en la silla del escritorio.

- Lo sé, pero solo será un día, necesito hacer esto – Fue cuando el chico sintió curiosidad.

- Pero… no tenemos exámenes en estos días, ¿Qué es lo que estudias? – Se asomó un poco a la libreta queriendo saber. Ella se rio.

- No estoy estudiando… - Recordó lo que su profesor le comentó de sus calificaciones y pensó que en realidad si debería de estudiar un poco más – Es otra cosa –

- ¿Y que es? – Ella lo miró por un momento ¿Ahora si la escuchará si le explicaba? Y ¿La entendería? – ¿Es una lista? – Quizá solo le diría eso, lo que hacía actualmente

- Hago un listado de cosas que me gustaría probar – El parpadeó varias veces antes de enarcar una ceja. Esto era producto de esas sesiones vocacionales.

- ¿Cómo cuáles? – Ahora si vio la libreta – Cantar, pintar, bailar… y ¿Cómo las harás? ¿Te meterás a clases después de la escuela? – Ella asintió – Ya veo ¿Y tienes tiempo para ello? Usualmente siempre estamos ocupados con… -

- Peleas… - Le respondió la chica – Ocupados con peleas entre nosotros o con tus prometidas y enemigos – El de la trenza se quedó mudo, era cierto. – Y no son actividades que me interesen… De ahora en adelante ocuparé mi tiempo en cosas que me gusten y que verdaderamente sean productivas –

Se quedó callado, solo observándola. Definitivamente esto era a causa de las sesiones con ese profesor, pero no es como que pudiera decir algo al respecto, después de todo era razonable el querer probar cosas nuevas.

Sintió una opresión en su pecho, aunque entendía, sentía que había algo más. Y por el momento, lo que más le dolía, era que ya no pasarían tanto tiempo juntos.


Ranma abrió sus ojos con lentitud, no tenía muchas ganas de despertar ese día. Se levantó con mucha flojera y por un momento se preguntó porque su prometida no lo despertó pero, rápidamente dejó de lado ese pensamiento ya que supuso que era por ser sábado.

- Al menos hoy no se verá con ese – Se dijo a sí mismo. Rápidamente bajo para tomar el desayuno y se dio cuenta de que era el último en hacerlo – Kasumi, ¿Ya comieron todos? – La mayor de los Tendo asintió – ¿Akane también?

- No, ella no, debe seguir dormida –

- Qué raro – comentó el chico al sentarse y comenzar a comer.

- No, últimamente se despierta tarde –

- Pero se le hará tarde para desayunar –

- No suele hacerlo Ranma, no suele comer por las mañanas – Le comentó la chica – Al menos no desde hace un tiempo. Lo hace entre semana cuando se levanta para ir a la escuela, pero en fines de semana no lo hace, se levanta tarde y suele pasar mucho tiempo en su habitación – El chico se extrañó, eso no sonaba a su prometida.

- Es muy raro eso ¿no? ¿Por qué no me lo habías dicho? – Kasumi se encogió de hombros.

- Supongo que trae muchos pendientes que se duerme tarde y por eso se levanta hasta esas horas. No quiero molestarla... y siempre ha sido muy responsable con su salud. Confío en que lo regulará ella sola, además… - Ella lo miró – No preguntaste – Casi se cae de espaldas cuando le dijo eso último.

Suspiró y se resignó. Tomó su desayuno y volvió a su habitación. A decir verdad, él no tenía planes para ese día así que podría dormir un poco más. Se recostó e intentó hacerlo, pero la situación que estaba viviendo con su prometida le inquietaba demasiado y no lo dejaba dormir.

- ¡Ya me voy! – Se escuchó el grito de su prometida desde abajo. Abrió los ojos y supuso que había dormitado un poco ya que el sol en la ventaba era diferente que antes.

Se levantó de un salto y se asomó por la ventana. Akane salía de la residencia Tendo con total tranquilidad bajo la mirada curiosa de su prometido. Sin embargo, su mente divago y miró las piernas tan largas que se le miraban a la chica con esos pantaloncillos cortos. Su rostro se coloreo y rápidamente se alejó de la ventana.

En que rayos estaba pensando.