"ALERTA DE COSAS NO MUY BONITAS,"
Harry estaba caminando por el bosque Everfree.
El oscuro, anciano y arcano bosque era un lugar cargado de magia negra pero también sorprendentemente simple.
Un hechizo "No me notes" y la mayoría de los habitantes del bosque lo dejaban tranquilo.
La única excepción siendo los Timberwolfs, constructos auto replicantes de madera y maldiciones que toman la forma de lobos, que era fácilmente despacharles con el hechizo Bombarda.
Harry no le extrañaría que si Ron estuviera aquí los llamaría "Inferni de Madera" ya que parecen ser de naturaleza similar.
Lo que significa que si Harry es capaz de encontrar el punto de origen de estas criaturas debería ser capaz de acabar con el problema de raíz.
El problema actual es que no hay mapas del bosque Everfree debido a lo peligroso que es para los no entrenados, lo que a su vez significa que esta explorando básicamente a ciegas, su único real punto de referencia siendo la cabaña de la poni tímida, Fluttershy.
Tenias que darle algo de crédito a esa yegua por vivir tan cerca del bosque que todos en el pueblo consideraban un taboo.
Harry no pudo evitar soltar un suspiro.
Había … algo extramente familiar en ella la primera vez que Harry la vio y ahora después de unos días le era claro.
Le recordaba a si mismo... antes de ir a Hogwarts.
Los dos usaban su pelo para cubrir los ojos, saltaban al menor ruido, evitaban ser el centro de atención, tenían pocos amigos a los cuales se aferraban con fiereza entre otras cosas.
Por supuesto, Harry no tenia manera de saber si ese era el caso con la yegua.
Pero... sus ojos... sus ojos eran tan similares a los como los suyos alguna vez fue, llenos de incertidumbre e incluso algo mas oscuro... odio.
Odio a uno mismo.
…
Y no era la única.
La rosada, de nombre Pinkamena según lo que dijo su doctor de cabecera, también tenia esa mirada... y la suya era mas profunda.
Harry solo la vio por un momento cuando esta paso por enfrente de la biblioteca y lo vio sacando las viejas cosas de Twilight antes de que esta rápidamente volviera a poner la mascara de "Chica tonta hiperactiva".
Todo el pueblo se lo creyó, todos menos Harry después de todo muy pocas mascaras funcionan enfrenté de la Oculmencia... y de alguien que también uso una.
Harry se decidió a hablar con ellas después del funeral, después de todo...
Huérfanos tienen que permanecer unidos.
Punto de vista de ?
Ella se miro en el espejo.
Ojos azules.
Ella era ella.
Las otras soltaron afirmativas.
"¿Por cuanto tiempo?".- Susurraron la voz.
Las otras se callaron.
Ella no dijo nada.
"¿Por cuanto mas tiempo crees que esta charada, este juego, mas va a durar?"
Ella no dijo nada.
La voz se rio aumentando en fuerza hasta que fue la única voz una vez mas.
Ojos violetas.
"Realmente creíste que cumpliría su palabra? ¿Qué uno de nuestras Pinky promesas era mágica de alguna manera?".- La voz se burlo, tan familiar como hiriente.
Ella no dijo nada.
Las demás voces actuaron en apoyo o en contra.
"Pinky..., sabemos que no podemos continuar así, los Cake nos andado mucho y han sido mas que pacientes con nosotros pero no podemos continuar así, no después de Twilight...
Ella no reacciono.
"Sabemos Pinky que cumples un papel muy importante en esta historia pero el guion a cambiado, los eventos que sabremos ya no son los mismos ¡Ya no somos T+ la perra madre!."
Pinky no hiso nada.
Al final la voz suspiro y continuo con suavidad.
"... ya es hora Pinky, tu tiempo de jugar, de soñar, reír y cantar han acabado... es hora de crecer... , es hora de que Pinkamena despierte."
Las otras guardaron silencio, pensando, decidiendo y mostraron su acuerdo.
Pinky dejo escapar una pequeña exhalación.
"... no"
"Huh?".- La voz sonó incrédula.
"No, dije que no!, aun no! no quiero!no quierono quierono quierono quierono quierono quierono quierono quierono quierono quierono quierono quierono quierono quierono quierono quierono quierono quierono quierono quierono quierono quierono quierono quierono quierono quierono quierono quierono quierono quierono quierono quierono quierono quierono quierono quierono quierono quierono quierono quierono quierono quierono quierono quierono quierono quierono quierono quierono quierono quierono quierono quierono quiero ".- Pinky exploto en una rabieta y de un golpe rompió su espejo y salio corriendo a la calle.
Las voces gritaron exigiendo unidad.
Pinky las ignoro.
Pinky corrió uno de sus muchos escondrijos y se atiborro de azúcar.
Como siempre las voces se convirtieron en algo menos que un zumbido... excepto esa voz... esa voz.
Pinky sonrió con sus ojos azules... aun bajo esa voz.
"Tic, tac, tic, tac, tic, tac...".- Entono Diana
La señora Cake no tuvo que ser una genio para saber que algo andaba mal cuando vio a la yegua rosa salir galopando, salir llorando sin llorar, por la puerta principal.
La expresión de su esposo, la cual le siguió le dijo todo lo que tenia que saber sin embargó.
"Pinky tuvo otro de sus episodios?"
"Si... y uno muy malo."
"Oh, dulce Celestia, ¿Cuándo la pobre obtendrá un descanso?"
"... Me temo que nunca pastelito, los demonios de la mente... son del tipo que uno tiene que vencer por su cuenta... y nunca mueren."
Su repuesta aunque dicha suevamente, provoco a la yegua empezar a llorar.
"Oh, mis estrellas; sabes que la considero como si yo misma la hubiese parido y me mata verla así cada vez que sucede.".- Ella sollozó, el corazón roto y doliendo por la que consideraba como suya.
El señor Cake se acerco a su esposa y la abraso dejándole llorar en su hombro.
El semental solo pudo consolar a su estresada esposa mientras una vez mas le juraba que todo estaría bien y juraba en su mente el mas vil castigo al malnacido que lastimo a su hija de tal manera.
Victimas se reconocen entre si, después de todo.
