Capítulo 5

Naoki no podía creer las notas de Kotoko, eran tan malas que estaban para llorar. Eran inverosímiles las ridículas calificaciones que obtenía en algo tan sencillo como historia. Apenas llevaban unos días oficialmente como novios y al ver como era su rendimiento en la escuela, le dieron ganas de revocar su título como novia.

Aunque para su fortuna, Watanabe se había mantenido al margen de la situación, dándole espacio para seguir con el plan a su manera. Tal vez, solo estaba esperando el momento indicado para entrometerse de nuevo.

La idiotez de Kotoko era un problema, si iba a salir con ella, debía hacer algo al respecto a sus calificaciones porque no quería que su novia quedara como la mayor idiota, es más, pasar la vergüenza de que lo relacionaran toda su vida con alguien que no fue admitido en la universidad del instituto, donde prácticamente podía ir cualquiera que hubiese estudiado en la preparatoria Tonan.

—No importa que planes tengas, a partir de hoy seré tu tutor — le dijo Naoki al momento de entrar a la escuela.

—¡Pero Irie Kun! — protestó Kotoko haciendo un puchero —había quedado con las chicas a ir al cine.

Naoki la miró con el ceño fruncido, realmente esa muchacha le daba más prioridad a cosas irrelevantes que a su preparación académica, lo cual le molestó. Debería agradecer que se estaba ofreciendo para enseñarle, si por él fuera, nunca se hubiese prestado a apoyarle. Si no fuera por la apuesta, ni siquiera estuvieran teniendo esa conversación, por lo tanto, Kotoko debería sentirse bendecida por hacerle perder su valioso tiempo intentando que una tonta como ella mejorara.

—Por si no lo entendiste Kotoko, te lo vuelvo a decir — su voz tomó una tonalidad imperativa, tanto que erizó la piel de ella — no me interesan tus planes, a partir de hoy voy a ayudarte. De por sí tengo que soportar todos esos estúpidos rumores, no quiero que mi novia siga siendo considerada una idiota.

Tenía semanas que no la llamaba de aquella forma, se sintió herida ante esa manera tan despectiva de nombrarla. Agachó la mirada y asintió, tratando de que no se le escaparan lágrimas.

Naoki se dio cuenta que la había ofendido, a pesar que sintió un poco de culpa, rodó los ojos mientras se acercaba a ella tomándola de los hombros, guiando una de sus manos a su barbilla para levantarle el rostro y obligarla a mirarlo.

—Kotoko — le dijo contemplandola fijamente a los ojos — lo hago por tu bien.

Kotoko le sonrió, ella comprendió que no debía sentirse afligida ante sus palabras, sabía que él era un hombre cortante y no apto para las sutilezas, simplemente se convenció así misma que si él no la quisiera, no se preocuparía por ella. Aparte que tenía el derecho de pretender que ella fuera un poco más aplicada, tal vez no como él, pero demostrar una mejoría aunque fuera mínima.

—Está bien Irie kun, me esforzaré por ti — le dijo sonriendo — ¡Y tal vez entre al top 100! — dijo Kotoko con demasiada efusividad, alzando los brazos en señal de determinación.

—Necesitaríamos intervención divina para que eso sucediera. — la miró serio, sorprendido ante su actitud tan efusiva y determinada. — Por el momento, cancela tus actividades con ellos, no te prohibiré hablarles, sin embargo, creo que debes enfocarte en estos momentos más al estudio y ellos hacen todo menos que prepararse para los exámenes finales.

—De acuerdo Irie kun, ¡estudiaremos juntos! — dijo Kotoko dando saltitos llenos de emoción.

Naoki chasqueó la lengua exasperado ante tanta efusividad, por lo menos haría que ella tuviera unas calificaciones, tal vez no sobresalientes, pero si un poco mejores antes de salir de la preparatoria. Si la iba a usar de todas maneras, algo que le dejara a cambio le parecía justo.

Entró a su salón y se sentó en su mesa como siempre, miró por la ventana pensando realmente en nada. Por el rabillo del ojo, vio como una persona se sentaba enfrente de él. Volteó la mirada y se encontró a Watanabe observándolo divertido.

—Te he estado estudiado estos días y no eres mal novio.

—Sabía que tarde o temprano volverías solo para hablarme del tema — Naoki lo miró con una ceja enarcada

—Es que, últimamente te has vuelto un objeto a estudiar bastante atractivo para mí — ahogó una risa Watanabe — dime — acercó a él para asegurarse que nadie más lo escuchara — ¿ya llegaste a segunda base?

Si una de las cosas que más le molestaban a Naoki era la insistencia de las personas, con Watanabe debería ganarse el cielo por la paciencia que le tenía.

—Aún no — respondió rodando los ojos — y tampoco creo que tengamos mucho tiempo, seré su tutor a partir de hoy, esa chica realmente es…

Watanabe comenzó a reírse como si él hubiera contado un chiste gracioso, Naoki le miró confundido, no sabía que parte de lo que le había dicho le causaba tanta gracia.

—¿No te has dado cuenta verdad? — se burló — ¿y te dices un genio?

—¿Tienes una información que yo no tenga Watanabe?

—Vas a ser su tutor, eso quiere decir que pasarás tiempo con ella al salir de la escuela — Naoki comenzó a entender a lo que se refería, sin embargo, dejó que terminara — Por lo que sé, el padre de la idiota trabaja todo el día y ella, la mayoría del tiempo está sola en su casa.

—Creo que entiendo tu punto…

—Irie — le miró serio — ¡En cualquier día de estos perderás la virginidad!

Watanabe dijo tan emocionado que los demás compañeros lograron escucharle, acto que hizo que todos los voltearan a ver, siendo presas de risas burlonas. Naoki quería desaparecer de ahí, ahora no solo era avergonzado por su novia, sino también por su amigo… ¿Es que acaso estaba pagando algo que hizo en su vida pasada?

—Me emocioné de más Naoki — comenzó a reírse — lo siento.

Naoki lo fulminó con la mirada, miró a sus demás compañeros que aún tenían esas estúpidas sonrisas en sus caras. Sacó un libro de su mochila y comenzó a leerlo esperando distraer su mente.

Pasaron las clases sin anomalías, salvo ese evento bochornoso, que por lo visto, habían olvidado sus compañeros.

Se dirigía la puerta principal para esperar a Kotoko, cuando la vio bajo unas escaleras del edificio donde se localizaba su aula de clases, sin embargo, se dio cuenta que no estaba sola sino, acompañada por un muchacho que claramente estaba nervioso. Se dio cuenta al instante de las intenciones de aquel estudiante y un sentimiento extraño comenzó a arder en su pecho. Arrugó el entrecejo con asco, ¿cómo se atrevía aquel muchacho ordinario dirigirle la palabra a su novia?

Él chico era un poco más alto que él, delgado, con cabellos negros y alborotados. No se veía como una persona extraordinaria, sino alguien demasiado común para su buen gusto. Sigilosamente caminó hacia ellos, guardando la suficiente distancia como para escuchar lo que estaban hablando.

—Takeo kun ¿Qué querías decirme? — escuchó Naoki que le preguntaba Kotoko.

—Kotoko, sé que no soy un genio ni rico como Irie Naoki, pero me gustaría en serio que me consideraras una opción. — Irie apretó un puño tan fuerte que sus nudillos se pusieron blancos de la fuerza que ejercía, su boca formaba una línea y estuvo a punto de perder el control cuando vio que aquella persona le tomaba la mano a su novia, dándole un pequeño beso en el dorso. — Kotoko, me gustas.

No pudo soportar más, perdió los estribos al ver esa escena. Kotoko estaba a punto de decir algo cuando vio a Naoki que se acercaba a ellos con cara de pocos amigos.

—¿Es que acaso no te enseñaron en tu casa que no debes flirtear con novias ajenas? — dijo fríamente Naoki

—Irie san…

—Me importa poco lo que quieras decirme — Naoki lo interrumpió abruptamente.

Kotoko sintió miedo de su gélida mirada, sabía que era difícil que expresara sus sentimientos pero esta vez, claramente se le veía enojado. Y tenía toda la razón para estarlo porque ella era su novia y no tenía por qué estar a solas con otro chico.

—Y tú — se dirigió a Kotoko, ella saltó del susto — vámonos. — su voz sonó más profunda de lo normal, haciendo que ella se estremeciera ante ese tono de voz tan intimidante.

Naoki se fue sin antes fulminar con la mirada al tipo que se había atrevido a invitar a salir a su novia, ¿acaso pensaba que tenía alguna oportunidad?

Al final de cuentas, él no sabía por qué estaba tan enojado, se irritaba cada vez que miraba a Kotoko pues, una y otra vez recordaba al tipo ese declarándole sus intenciones. Si no fuera porque tenía un objetivo que cumplir, por él que se la llevara el viento.

Caminaban Naoki rápido, sin esperar a Kotoko quien le costaba trabajo llevar el ritmo de su caminar por las largas zancadas con las que avanzaba. Estaban llegando a un parque cercano cuando Kotoko no aguantó más y tuvo que detenerse, sin antes gritar su nombre en un esfuerzo para que se detuviera.

—¡Irie Kun! — Kotoko le llamó jadeando por el cansancio.

—¡¿Qué quieres?! — contestó malhumorado, volviendo su mirada a ella.

—Lo que pasó hace un momento, fue mi error. No debí encontrarme con él a solas, aunque no me imaginaba que era para eso. — Se acercó a él lentamente. Para Naoki entre más hablaba Kotoko, más se enfurecía — No lo sé, tal vez quería hablar sobre…

—¡¿Eres una idiota acaso?! —gritó — Si un chico te pide hablar a solas no es para platicar sobre el estado del tiempo precisamente. — dijo sarcástico.

—Bueno, Irie kun yo pensé…

—Mira Kotoko, sinceramente a mí que me importa, solo eres una niña tonta que hace las cosas sin pensar. — Espetó colérico — Si vas a estar coqueteando con otros, ¡mejor ve y diles que ellos sean tus tutores para que así yo no pierda mi tiempo tratando que entre algo de sentido común a esa cabeza hueca que tienes!

Naoki estaba realmente furioso, reanudó su paso, sin embargo, no sintió la presencia de su novia acompañarle, volteó a verla y se dio cuenta que ella se estaba alejando cabizbaja, vio como sus hombros se movían violentamente y dirigía una de sus manos a su rostro; probablemente estaba llorando.

Una punzada de culpabilidad surgió en su ser, era claro que estaba molesto, enojado al recordar aquel atrevimiento de ese chico, pero, no le había dado la oportunidad a ella de explicarse y, al final de cuentas, él conocía a Kotoko y sabía que podía llegar a ser muy inocente. Así que prácticamente, no tenía la culpa parecerle atractiva a otros chicos.

A pesar de no ser muy inteligente, ella era graciosa y vivaz. A cualquier hombre podía atraerle, incluso, a un genio como él.

Cerró los ojos y suspiró para calmar sus ánimos. No ganaba nada con ponerse en ese estado y hacerla sentir mal.

Caminó rápido hacia ella y le quitó el bolso. Ella lo miró sorprendida y él pudo corroborar sus sospechas, estaba llorando. Algo se movió dentro de él, una sensación vacía, no le gustaba verla en ese estado, eso era un hecho.

Entonces cayó en cuenta que, su malestar solo era producto de los celos que sentía, antes lo había experimentado, pero no a tal grado como ahora y a pesar de siempre reprimir sus sentimientos, con ella no podía ocultarlos tan fácilmente.

Kotoko bajó la mirada esperando otras palabras hirientes, pero lo que sucedió le alivió un poco el dolor que sentía en el pecho pues, Naoki le dio un pequeño beso en los labios, desarmándola por completo.

—Entiendo que eres muy inocente y no tienes malos pensamientos, muchas personas te pueden engañar fácilmente y eso me molesta un poco — él estaba en la lista, lo cual no le agradó. — Solo lo diré una vez, ¿De acuerdo? — Ella asintió — Lo siento. Ahora dime, ¿Dónde estudiamos?

El rostro de ella se iluminó y le brindó una linda sonrisa que derritió un poco el corazón de Naoki, él prefería verla sonriendo que llorando. Kotoko se limpió el resto de las lágrimas y le dijo:

—Podemos ir a mi casa — él se tensó — mi padre está en el restaurante y llega tarde, tendremos un lugar silencioso y calmado. — Tragó saliva, Watanabe tenía razón, ser su tutor le podía dar la oportunidad de acostarse con ella pero, sentía que era demasiado pronto como para dar ese paso.

Ella comenzaba a buscar en su bolso mientras le decía algo que él no escuchaba pues, su mente se distrajo con imágenes de ella desnuda, bajo de él, gimiendo mientras él la penetraba haciéndola suya lentamente. Se humedeció los labios y se dio cuenta que comenzaba a hacer mucho calor. Sintió que le apretaba un poco el pantalón en la entrepierna y agradeció que su abrigo le cubriera lo suficiente para que no se notara su erección.

—¿Estás bien? — preguntó Kotoko al ver que no le respondía

—Sí… este… ¿Qué me decías? — Naoki frunció el ceño, era la primera vez que se quedaba tan distraído en sus ensoñaciones, no era propio de él.

—Te decía que se me olvidaron las llaves en mi casillero, tendré que ir a pedirle sus copias a mi padre. — en cuanto dijo eso Kotoko, Naoki suspiró aliviado — Si quieres podemos comer algo ahí — sugirió.

—Mejor vamos a mi casa — él no quería llevarla a su hogar todavía, pero en este caso era inevitable. Quería dejar pasar un poco más de tiempo para tener relaciones sexuales con ella. — Mi madre estará encantada también de verte.

—¡Es cierto!, tu mamá es tan linda — Kotoko estaba feliz de poder llamarle suegra — está bien vayamos, te prometo que mañana no olvidaré mis llaves.

Naoki no sabía por qué, pero esperaba que las olvidara igual al día siguiente. No significaba que no tuviera ánimos de intimar con ella, simplemente no sabría por dónde comenzar, estaba algo nervioso ante la idea tener sexo con ella y no cumplir con sus expectativas.


HOLAAAAAAA, PERDÓN POR LA TARDANZA PERO HE ESTADO MUY OCUPADA Y EL CARGADOR DE MI LAPTOP SE LE OCURRIÓ ROMPERSE, POR SUERTE ME PRESTARON UNO, PRONTO COMPRARÉ OTRO CARGADOR.

EN FIN, ESPERO LES GUSTE ÉSTE CAPÍTULO Y SÉ SOBRE EL TEMA DE LOS SENTIMIENTOS, PERO EN UNO DE LOS PRÓXIMOS CAPÍTULOS ENTENDERÁN POR QUÉ NAOKI FUE MÁS CONSCIENTE DE LO QUE SENTÍA.

RECUERDEN DEJARME UN REVIEW, SABEN QUE ME GUSTA LEERLES Y SABER LO QUE OPINAN DE LA HISTORIA.

GRACIAS POR SUS COMENTARIOS ANTERIORES, DISCULPEN POR NO RESPONDERLES PERSONALMENTE.

EN FIN, ESPERO LO HAYAN DISFRUTADO AL IGUAL QUE YO.

BESOS. MELINA