Aviso: Éste capítulo contiene material para adultos, se recomienda discreción.


Capítulo 7.

Las clases habían transcurrido con normalidad, como era habitual, solo con escuchar una vez las lecciones se quedaban grabadas en la mente de Naoki para siempre, por lo tanto, en cuanto les pidieron realizar uno que otro ejercicio, como era costumbre, él era el primero en terminar todo con presteza. Sin embargo, estaba algo curioso sobre lo que Watanabe quería mostrarle o qué era lo que quería estudiar con él; sabía que esa petición viniendo de su compañero, no era nada buena.

A la hora de la salida se encontró con Kotoko, estaba con sus amigas y con aquel tipo de la boca grande que lo miraba con odio y resentimiento. Ella estaba a punto de despedirse de sus acompañantes cuando escuchó que Naoki le decía:

—Kotoko, hoy no podremos estudiar, sé que te prometí ayudarte pero me surgió un compromiso. Tal vez, podamos hacerlo mañana.

Sin inmutarse o verla decepcionada, ella contestó:

—De acuerdo Irie kun — dijo emocionada — nos vemos mañana.

Naoki se quedó sorprendido por la actitud tan jovial de su novia, pues en seguida armó un plan con sus amigas para ir al centro comercial y disfrutar de un helado. Tuvo que apretar la mandíbula y soportar que aquel tipo con acento de Kanzai las acompañara, mirandola como siempre embobado. Tenía unas ganas tremendas de cancelar su compromiso con Watanabe para evitar que ese tipo estuviera cerca de ella, revoloteando a su alrededor como una mosca.

Una vez que avisó a su novia, caminó hacia la salida de la escuela para encontrarse con su amigo, quien lo esperaba en una banca debajo de un árbol leyendo un libro. Se veía tan inocente que por un momento se le escapó una sonrisa irónica a Naoki; pensar que era un hombre con una mente muy retorcida debajo de ese semblante inocente, parecía un chiste de mal gusto.

—¿Nos vamos? — le dijo Watanabe en cuanto vio que se acercaba

—Sí, aunque sigo sin entender para que quieres que estudiemos en tu casa, eres casi tan inteligente como yo, tienes altas calificaciones, eres el segundo mejor. — Lo miró indiferente — que te traes entre manos.

Watanabe sonrió ante la perspicacia de Naoki, sabía que era algo que él no se tragaría tan fácilmente, sin embargo, debía hacerlo por el bien de la apuesta. Así que guardó su libro y comenzó a caminar en dirección a la puerta, seguido por Naoki.

—¿No puedo acaso pedir un tiempo de calidad? Somos amigos Naoki y no tengo las mismas capacidades que tú. Solo quiero estudiar algo que igual te va a beneficiar — le sonrió

—Podemos ir a la biblioteca entonces si ese es el caso.

—Es que es algo que solamente puedo mostrarte en mi casa, en otro lugar no sería apropiado. — Dijo Watanabe como si nada — ¿Acaso esa tonta ha robado completamente a mi mejor amigo?

Naoki lo miró serio, no iba a permitir que le pusiera sobrenombres a su pareja, bastante tenía con cargar con el remordimiento de estar con ella solo por una apuesta.

—No quiero volver a escuchar que le llamas de esa manera a mi novia — el tono que usó Naoki desconcertó un poco a Watanabe, sin embargo, él solo sonrió.

—De que te preocupas amigo, de todas formas, no es como si realmente la quisieras o fuera de verdad tu novia, o me equivoco.

Watanabe no se dejaba intimidar y mucho menos engañar. Sabía que algo no andaba bien en el juego y podía casi jurar que a Naoki ya comenzaba a gustarle su novia. Algo mal para él porque una de las condiciones había sido no enamorarse, y al parecer, Watanabe estaba a punto de ganar.

—No te equivocas, pero simplemente, ya bastante mal me siento por jugar con ella, ponerle sobrenombres está de más — mintió

Su amigo lo miró dubitativo, pero se encogió de hombros, probablemente él al final de cuentas sentía un poco de compasión por su novia, era totalmente respetable que quisiera defenderla, de todas maneras, a él le importaba poco lo que sucediera o no con Kotoko.

—Entonces, vamos a mi casa…

—De acuerdo, aunque siento que no debes estar tramando nada bueno.

Para la sorpresa de Naoki, el camino hacia la casa de Watanabe fue entretenido, platicaron amenamente, mejor que en la escuela. A pesar de haber estado juntos los tres años, nunca habían salido de esa forma pues naturalmente, a Naoki no le interesaba socializar más allá que lo necesario. Aunque claro, dependía igual de las actividades extra curriculares que en ocasiones le obligaba a integrarse a su grupo.

Así fue como descubrió que la mente de su amigo no solo se reducía a tener citas, sexo y alcohol, sino que igual le interesaban las leyes. Aparte del buen salario que podría ganar, dedicarse a las legislaciones y especializarse como abogado comercial, le hacía ponerse un poco envidioso pues su amigo, a pesar de todo, era un hombre con una meta fija y no andaría intentando descubrir o dejándose guiar por el camino ya estipulado que sus padres habían marcado como lo era para Naoki. Era aburrido no tener un verdadero desafío.

Aunque Shigeki Irie estaba emocionado y decidido a que él tomara las riendas de la empresa y lo sustituyera en el momento indicado, dedicarse a ello toda su vida no le entusiasmaba demasiado, prefería hacer otra cosa, descubrir algo por lo que si valiera la pena perder su tiempo en una universidad. Tal vez no estaba seguro de qué hacer con su vida, pero, al menos tenía algo en claro, no quería sustituir a su padre.

Después de unos minutos, llegaron a casa de Watanabe, la cual era una casa de dos pisos pintada al exterior de verde limón que hacía contraste con el tejado café. Era una casa con diseño occidental, contaba con un patio frontal grande que tenía aparcado un coche. Al entrar, se descalzaron y Naoki se colocó las pantuflas que le dio Watanabe. Casi al instante, la madre de su amigo salió a recibirlo, llevándose la sorpresa que llevaba a un acompañante.

La señora Watanabe les dio la bienvenida y les preguntó si querían bocadillos a lo que su hijo le respondió que no, pues debían estudiar y bajarían en cuanto la comida estuviera lista. Así que subieron a la recámara de Watanabe, al entrar, dejaron sus pertenencias en una esquina y se sentaron frente al ordenador.

—Bueno Naoki, ponte cómodo que vamos a estudiar.

—Dime rápido que necesitas repasar para que empecemos. — apuró Naoki.

—Tranquilo genio — sonrió divertido — Primero hay que asegurar que nadie nos molestará.

Watanabe caminó hacia la puerta para echarle seguro, sonriéndole a Naoki de manera extraña. Esto le puso algo nervioso pues, no había necesidad de asegurar la puerta…

—Ahora sí, nadie nos molestará…

Se sentó a un lado de Naoki y este frunció el ceño intrigado por el motivo por el cual tenía que acomodarse precisamente en ese lugar, sin embargo, no indagó mucho en el tema y simplemente dejó que Watanabe comenzara.

—Ten — le pasó un cojín.

—¿Para qué me das esto?

—Lo vas a necesitar, créeme — le dio una sonrisa perversa.

Naoki se encogió de hombros, no entendía la función del cojín, así que lo dejó a un lado para cuando Watanabe le explicara el motivo por el cual se lo había proporcionado. Suspiró ante la idea de estar perdiendo su tiempo con tonterías de su amigo, pues en lugar de sacar sus libros, abrió el explorador y comenzó a teclear la dirección de una dirección web algo inusual, al menos para él.

Aunque no pasó mucho tiempo en darse cuenta de qué iba todo, pues comenzó ver en la pantalla varios recuadros donde se mostraban diferentes escenas donde habían personas desnudas, teniendo relaciones sexuales. Watanabe había ingresado a una página pornográfica.

—Empecemos la lección — Naoki lo miró sorprendido — ¿con qué te gustaría comenzar? Hay interracial, amateur, bondage, anal, doble penetración, gay, lésbico… — lo miró socarronamente.

—Watanabe… ¿Esto es en serio? — dijo atónico Irie

—¡Claro que sí! Si te decía que íbamos a ver porno no ibas a querer venir, así que fue una pequeña mentira.

—Me voy, no quiero ver ese tipo de material — Naoki se levantó, agarró sus cosas.

—Tal vez Kotoko se decepcione al no llegar al orgasmo — Naoki lo volteó a ver con el ceño fruncido — digo, una mujer siempre espera que sea el hombre quien las guíe. Estarás de acuerdo que un ciego no puede guiar a otro ciego.

Naoki lo miró fijamente, era inaudito que ése tipo se atreviera a mostrarle ese tipo de material tan vulgar, él no estaba tan necesitado como para tener que recurrir a medios digitales para desfogar sus necesidades, tampoco tenía una imaginación tan activa como para crearse fantasías.

—No me interesa

Naoki estaba por abrir la puerta cuando escuchó hablar a Watanabe.

—Está bien, como desees… Solo no te enojes cuando yo le enseñe a Kotoko uno que otro truco, digo, la prepararé bien para ti — Watanabe le sonrió con malicia.

Naoki sintió que la furia se apoderaba de él, solo con pensar que su retorcido amigo le hiciera algo a Kotoko lo ponía de malas, tal vez se estaba dejando manipular pero con tal de alejarla de sus garras sería capaz de todo. Al fin y al cabo, quien quería ser su primera vez era él y así iba a ser, aunque tuviera que soportar ver lo que fuera que quisiera mostrarle Watanabe.

—Ni se te ocurra…

—Solo digo mi amigo que, sería placentero jugar con esa boquita tan pequeña…

—Te lo advierto Watanabe…

—Lo dejaré pasar si te sientas a mi lado… — dijo mientras daba palmadas en la silla junto a él.

—De acuerdo, pero no quiero oír sobre el tema ni que lo menciones. — Naoki se sentó a regañadientes en el lugar que le indicó el rubio.

—Lo juro — Watanabe se puso una mano en su corazón y la otra la levantó al aire. — entonces comencemos con tus lecciones. Cómo es tu primera vez comencemos con amateur. Son personas normales que deciden grabarse y subirlo a la red, es una película casera por así llamarlo.

—Como sea.

El muchacho le dio click al primer video que aparecía en la categoría Amateur, le bajó el volumen para que no escuchara su madre lo que estaban viendo.

En el video aparecía un chico y una chica, se veían jóvenes como alrededor de veinte años, se besaban mientras el hombre le acariciaba el sexo de la chica. Poco a poco ellos se iban desvistiendo hasta quedar completamente desnudos.

Para Naoki era algo incómodo ver el pene erecto de otro hombre, así que desvió la mirada un momento, sin embargo, continuó viendo la escena. Los jóvenes seguían besándose apasionadamente, el chico comenzó a bajar a los pechos de su pareja y comenzó a succionarlos y lamerlos lentamente, muy bajito se escuchaban gemidos de placer de la chica.

La boca de Naoki se secó por un momento, tuvo que tragar saliva para aliviar la sensación de sequedad en su garganta, entonces comenzó a ver la posibilidad de hacerle eso a Kotoko, comenzar a bajar lentamente hasta ese lugar en sus piernas, así como el chico del video estaba haciendo.

La chica al sentir la boca de su pareja comenzó a gemir más fuerte y a agarrar las sábanas, se imaginó a Kotoko en esa misma situación, él lamiendo su sexo, provocándole grandes arcadas y ella tratando de ahogar sus gemidos mientras apretaba las fundas de su cama.

Estaba imaginándose más cosas cuando Watanabe le tocó el brazo, y él divertido le señaló hacia sus pantalones. Naoki se avergonzó pues notó una evidente erección, entonces el entendió para qué era el cojín, lo tomó y escondió su abultada entrepierna.

Continuó mirando el video, tratando de no pensar en nada pero era imposible pues, cuando volvió su mirada a la pantalla, él protagonista del video, estaba penetrando de manera lenta y constante a su pareja, ella gemía fuerte, se notaba que estaba disfrutando tener relaciones con ese hombre.

Con todas sus fuerzas, Naoki intentaba calmar sus hormonas, obviamente estaba teniendo urgencia de liberar esa presión en sus genitales, sin embargo, no era ni el lugar ni el momento.

—Creo que ya viste demasiado — le puso pausa Watanabe al video y escribió Blowjob en el buscador — es momento que te enseñe algo mejor.

—Ya he tenido suficiente Watanabe — dijo Naoki molesto — no necesito más

—Oh amigo, ya sé que te sientes avergonzado por tu erección pero, no te preocupes, entre hombres es normal.

La sonrisa de su compañero le dio mala espina, su tono al hablarle podía hacer que él mal interpretara las cosas.

—Solo un poco más, debo explicarte las artes del sexo — Watanabe le dio clic a uno video que aparecía en la pantalla.

Naoki suspiró exasperado y rodó los ojos.

La escena comenzó, era un video originado tal vez en una productora que se dedicaba a hacer películas para adultos, pues se notaba la calidad de filmación a comparación del video anterior. Los actores en escena era una chica de rasgos asiáticos y un hombre corpulento de piel oscura, se veía realmente disparejo pues la chica era muy delgada, y el hombre, musculoso y alto.

La película comenzó con ellos en un cuarto, viéndose de manera coqueta y sugerente. El hombre se acercó a ella y empezó a besarla mientras le tocaba un pecho. Con gemidos exagerados, la mujer acariciaba el bulto que se le formaba en su pantalón, calentando más al hombre de color que aparecía en el video. Con una sonrisa coqueta, la asiática bajó hacia el regazo del tipo, quitando toda la ropa que tría, dejando al descubierto el miembro del actor, el cual era de un tamaño impresionante.

Naoki desvió la mirada, no es que se sintiera humillado ante ese pene de tales proporciones, él también tenía lo suyo a pesar de ser asiático, pero ver desnudo a otro hombre, teniendo relaciones sexuales o, en el caso de la escena, recibiendo una felación, no eran de sus cosas favoritas en el mundo.

Sin embargo, su perspectiva cambió un poco al ver que la chica, comenzaba a lamer y a introducirse en su boca el falo de aquel hombre, succionando y lamiendo una y otra vez. Haciendo que él gimiera y dijera unas cuantas palabras llenas de placer, claro un poco exageradas pero al final de cuentas, se notaba que disfrutaba el blowjob que estaba recibiendo.

Naoki teniendo que cuenta que su imaginación estaba inusualmente activa, empezó a proyectar sus deseos en esa escena, con Kotoko desnuda y a su merced, guiando su boca a su miembro para enseñarle como hacerle una felación, sentir su lengua y sus dientes rozándole su erección mientras disfrutaba de aquel acto. Debía ser algo placentero poder experimentar por primera vez su boca y por qué no, igual venirse en ella, dejando que probara su sabor, de tal manera que él igual estaba dispuesto a hacerlo con ella. Entonces una vez más sintió como su miembro se tensaba con mayor intensidad. Haciendo que comenzara a dolerle un poco por no satisfacer sus necesidades en el instante.

—Creo que te has calentado mucho ¿no es asi? —dijo Watanabe poniéndole pausa al video

—No es así — contestó con voz ronca.

—No mientas Naoki, quizá tu rostro me mienta pero eso — señaló de nuevo a sus pantalones — eso no.

Naoki se dio cuenta que el cojín se le había caído, desvió la mirada un poco avergonzado y fastidiado por la situación en la que su amigo lo había puesto, aunque en verdad, estaba muy estimulado pero no por los videos, sino por su pecaminosa imaginación que había despertado su novia. Imaginándola desnuda, disfrutando de sus embestidas.

—Mira, como soy un amigo generoso te voy a dar un poco de satisfacción a tus deseos carnales — Watanabe se paró de su asiento y se acercó a él, Naoki frunció el ceño.

—¿A que te refieres? — dijo nervioso

—Entra a mi baño y auto complácete, te espero abajo para que comamos.

Naoki estaba a punto de replicar cuando su amigo salió de la habitación.

Él estaba realmente muy excitado, era la primera vez que sentía esa clase de urgencias, así que decidió hacerle caso a su amigo.

Entró en el baño que estaba en el cuarto de su amigo, se bajó los pantalones y calzoncillos y se sentó en el retrete, por un momento se cuestionó si en verdad era necesario hacerlo, pero observó su miembro erecto, obviamente lo había visto de esa manera antes, era algo involuntario en las mañanas, sin embargo, no había tenido la urgente necesidad de saciar sus deseos.

Tomó su miembro y comenzó a mover su mano de arriba a abajo, primero lentamente y luego aumentando su intensidad, el calor que sentía comenzó a expandirse por todos lados, haciendo que su corazón comenzara a palpitar velozmente. Sentía placer, era indescriptible la sensación que estaba experimentando en ese momento. Entonces, acompañado de un espasmo, comenzó a liberarse ferozmente. Si así se sentía masturbarse, no imaginaba como era sosteniendo relaciones sexuales.

Se limpió y quitó lo que había salpicado, se vistió, lavó sus manos y bajó más tranquilo hacia donde estaba su amigo, quien lo miró burlón mientras se sentaba a su lado frente al plato de comida. Se sentía avergonzado y aliviado a la vez, no podía decirle que su idea fue mala porque al final de cuentas, aunque sabía cómo empezar y no era idiota, podía sin sus clases, tener relaciones con su novia, pero darle ideas de como complacerla era algo que tal vez después le agradecería.

Si no fuera porque sabía que su amigo era un mujeriego, hubiera jurado que tal vez lo llevó a su casa para poder examinarlo mejor. Si su amigo fuera gay, la situación hubiese sido diferente, y pensaría que tal vez él quería lanzarle una indirecta y no era una especie de clases de sexo como se lo había planteado.

A final de cuentas, en teoría, podía decir que ya sabía un poco de cómo satisfacer a su Kotoko.


Disculpen por la demora, he estado un poco ocupada pero al fin tienen mi actualización.

Solo para aclarar, este capítulo me dio mucha pena y risa escribirlo, quería quitar esa imagen tan inmaculada de nuestro hombre jajajajaja. En fin, es solo una de las cosas que le van a pasar a este desgraciado.

Espero poder subir pronto el próximo capítulo.

Gracias por leerme, déjenme un review, saben que me gusta leerles.

Lalaland: Y se va a quemar el desgraciado jajaja pero no te preocupes, cuando sea tiempo, sufrirá este niño mimado por jugar con el corazón de Kotoko. Espero te guste este capítulo :)

Caro: JAJAJAJAJAJA! lo que se le vendrá, por menso. Poco a poco te irás dando cuenta de cómo esta su situación porque bueno, él se está encariñando con ella (de nuevo).

En el próximo capítulo hablaré sobre la relación que tenían Kotoko y Naoki de niños, y por qué ellos se separaron. Espero y les guste.

Hasta la próxima.

Meli :D