Capítulo 11.

El ambiente estaba cargado por la tensión que se sentía en el pasillo donde se encontraba en el tablón de los anuncios. Las voces de los alumnos de la Tonan se escuchaban alborotadas, había gritos de júbilo, exclamaciones de decepción, risas y llanto.

Kotoko tenía miedo de ver aquel temible muro de corcho donde colocaban los nombres de los 100 alumnos más sobresalientes del mes. A pesar que había estudiado como nunca en su vida, temía más por el hecho que Naoki bajara su promedio y dejara de ser el número uno de todo el colegio. Así que con sus manos empuñadas se acercó temerosa para buscar primero el nombre de su novio, respiró hondo mientras caminaba mirando al suelo para no tropezarse y no ver directamente a la pizarra. Volvió a inhalar oxígeno y miró los primeros puestos de la lista, viendo el nombre de su genio, coronando como siempre la lista con la puntuación perfecta.

Saltó gritando de alegría como si de ella se tratara. Alguien la abrazó por detrás deteniendo su celebración.

—Hola… — escuchó la voz de Naoki.

Ella volteó a abrazarlo mientras sonreía emocionada porque no había estropeado la puntuación de su novio por su culpa. Si él quedaba en segundo lugar, jamás se lo hubiese perdonado.

—¡Quedaste en primer lugar como siempre! — respondió alegre.

—¿No has visto toda la lista verdad? — Dijo mientras tomaba entre sus manos el rostro de Kotoko, ella lo miró confundida — Tú igual estás en la lista.

Sorprendida, se soltó rápidamente y corrió hasta el final del tablón de anuncios, viendo en el puesto noventa y nueve su nombre. Quiso llorar pero se contuvo, sintió de nuevo los brazos de Naoki rodearla, dándole un beso en la mejilla.

—Felicidades — le dio otro beso — te lo mereces.

La gente vio el ambiente tan romántico e íntimo que envolvía a los tórtolos que todos miraron con curiosidad a la peculiar pareja. El guapo genio, abrazando a una tonta de la clase "F".


Después de la euforia en la primera hora de la mañana, los alumnos no paraban de hablar acerca de la pareja del genio Irie Naoki. Muchas niñas se sentían decepcionadas, otras celosas, pues como podía ser que un chico tan perfecto como él, se fijara en una ordinaria como Kotoko, aun así, la mayoría de los estudiantes admiraban su tenacidad, pues era la primera alumna de la clase F en salir en el tablón de los anuncios, desbancando a jóvenes de clases más altas que la suya.

Kinnosuke se sentía feliz por su amiga, había sido su primer amor y la quería todavía, pero se había convencido que nunca lo aceptaría como algo más que su mejor amigo, así que decidió ser como su hermano que la cuidaría y apoyaría en todo.

En cuanto comenzó el receso, se acercó a ella y a sus amigas para festejar el triunfo de Kotoko, salieron hacia el patio y ahí él no aguantó las ganas de abrazarla y saltando en círculos con ella. Kotoko se sorprendió de la acción de su amigo, aunque disfrutó el momento riendo con él. Cuando Kin chan la soltó, chocaron sus manos con camarería.

Satomi señaló a Kotoko hacia su espalda y ella al voltear, miro a su novio quien la veía con un semblante gélido, apretando la mandíbula. Ella lo saludó sonriendo, pero él la miro solo con desdén. Miró a Kinnosuke y como si solo se hubiese equivocado de lugar, se dio la media vuelta sin dirigirle la palabra a nadie. Preocupada, corrió Kotoko hacia él, no entendía su actitud y no le gustaba verlo tan perturbado.

—¿Irie kun te encuentras bien? — preguntaba agitada mientras caminaba tratando de llevar su paso.

—Estoy perfecto — respondió de forma seca y frívola.

—No te creo — comenzó a correr Kotoko para ponerse frente a él — ¡detente por favor, dime que pasa! — preguntó mientras lograba con mucho esfuerzo detener a su novio por la camisa.

—Me importa poco lo que creas Aihara — se soltó de su agarre, mirándola fríamente — deja de estorbarme el paso — la empujó hacia un lado, sin medir su fuerza, haciendo que Kotoko se cayera.

Naoki no se dio cuenta de su acción hasta que una voz masculina le gritó.

—¡Irie! ¡Qué diablos te pasa! — Al reconocer la voz de aquel sujeto, su mandíbula se tensó por la furia que sentía, misma que se bajó de inmediato la ver a Kotoko mirándolo sorprendida en el suelo, con los ojos llenos de lágrimas. — ¡Te estoy hablando! — kinnosuke insitió

Naoki se sintió culpable al ver a su novia llena de tierra, mirándolo con miedo, dolor e incluso decepción. Intentó acercarse para levantarla pero sus piernas no respondían. Por fuera su semblante era inescrutable, por dentro estaba lleno de emociones incontrolables.

Logró dar un paso, pero Kinnosuke se adelantó, levantando a Kotoko y ayudándole a limpiarse un poco. Ella estaba en shock, no podía hacer otra cosa más que sollozar, viendo fijamente a Naoki. Él se desarmó completamente al verla tan vulnerable y caminó hacia ella, pero Kotoko solo negó con la cabeza corriendo hacia sus amigas quienes estaban sorprendidas por la actitud del genio.

Kinnosuke se acercó hacia él y lo tomó de la camisa, conteniendo el coraje que sentía al ver como ese pedante trataba a la chica que él quería.

—Ser su novio, no te da derecho a maltratarla de esa forma. — dijo Kinnosuke en un tono grave — Te rompería la cara ahorita mismo, pero eso me traería problemas y no lo vales. Al menos que Kotoko te quiera cerca, te pediré que mantengas tu distancia con ella.

—No eres nadie para decirme que hacer o no — respondió impasible Naoki — suéltame.

—Soy su amigo, eso me da el suficiente derecho para ponerte un alto — lo soltó — y aunque seas su novio, si puedo hacer que ella te deje, lo haré.

Diciendo esto Kinnosuke dio media vuelta para volver a su salón de clases y consolar a su amiga. Estaba lleno de furia y con ganas de regresar para darle una paliza a ese genio que tanto le desagradaba. Si al principio estaba en desacuerdo, ahora era impensable dejar que Kotoko siguiera a lado de ese petulante.

Naoki por su lado, cerró los ojos y respiró hondo al darse cuenta de su error. Sería bastante comprensible que Kotoko lo dejara, idea que no le agradó. No podía soportar la idea de perderla, no quería que se apartara de su vida nunca. Le pediría perdón, le rogaría que no lo dejara, sobretodo, si tenía que llevarse a la tumba el verdadero motivo por el cual él comenzó su relación con ella, lo haría. De Watannabe se encargaría después.

Sin embargo, lo que el genio no se imaginaba era que Watannabe, observaba todo desde una ventana que había en un pasillo, entretenido por la escena que acababa de montar su amigo. Ya se encargaría él de evitar que Kotoko lo perdonara pues, ya se estaba cansando de la hipocresía de Naoki y su estúpido intento de mantenerlo al margen. Porque al final de cuentas, sería una lástima que Kotoko se enterara de cierta apuesta que había hecho con él, al iniciar el nuevo ciclo escolar.


HOLAAAAAAA!

Perdón por la espera y mi equivocación de la vez pasada. Me sentí mal por haberlos abandonado y dejar un poco en hiatus esta historia. Les cuento que he estado escribiendo cuentos en un diario y haciendo otras cosas fuera del fanfiction. Esos cuentos no los he publicado en ninguna otra plataforma, pero quiero saber si les interesaría darles un vistazo para saber si les gusta igual que mis fanfics.

Es un capítulo corto y algo intenso, pero hay que ponerle más candela al asunto que tanto romance luego cansa jajajajaja.

Espero les guste mucho este capítulo y puedan darme su opínión. Espero no tardarme tanto con el otro y que podamos volver a tomar el ritmo que teníamos.

Gracias por leerme y por su apoyo, por su espera y por estar al pendiente en mis otras historias. Los quiero un montón aunque no los conozca jajajaja.

No olviden dejarme Review que saben que me encanta leerles y responderles!