Capítulo 15.

La graduación había llegado al fin y con ella, un montón de sentimientos, unos experimentaban nostalgia y los demás consuelo de que al fin las clases concluyeran. Y a pesar que algunos por sus bajas calificaciones, no podían acceder a alguna universidad ese año, para sorpresa de muchos Kotoko Aihara había sido aceptada en la escuela de enfermería, siendo una inspiración para los estudiantes de la clase F más jóvenes. En cuanto a Naoki, se había llevado elogios por parte de los maestros y aunque se decepcionaban que no estudiaría en la Todai, les complacía enormemente que decidiera estudiar medicina en la universidad Tonan, tenían la seguridad que donde fuera, él sería un gran médico en el futuro.

La ceremonia de graduación fue emotiva, muchos lloraron, se abrazaron y como era tradición, algunos jóvenes le regalaban el segundo botón de su uniforme a las chicas que les gustaban. Y las expectativas de esa experiencia estaban puestas en Naoki y Kotoko, eran la pareja del semestre. Así que había opiniones divididas, unos esperaban ver el momento en que se lo diera y otras, pedían que Naoki tuviera un poco de cordura y decidiera darle el botón a alguien más. Aunque más que un deseo, era la envidia que ella causaba en más de una.

Naoki sabía que todos querían ver ese momento, rodó los ojos cuando un grupo de chicas se le acercó a pedirle el botón, simplemente las ignoró y siguió caminando hasta donde estaba su novia.

—¿No quieres darme el botón a mí? — escuchó una voz familiar a sus espaldas.

—¿No tienes a alguien más para molestar?

—No y tampoco debería darte explicaciones en primer lugar, no se te olvide lo acordado — dijo Watanabe mientras llevaba el paso a Naoki. — ¿Me darás a mí tu segundo botón?

—No tengo intenciones de ofrecer el mentado botón, en todo caso, a quien debería dárselo es a mi novia ¿No?

—¿Y se lo darás? — preguntó curioso Watanabe.

Naoki le sonrió en forma de despedida y apresuró su paso en busca de Kotoko, al encontrarla la miró y sus ojos estaban llenos de lágrimas porque no sabía cómo controlar sus sentimientos, la abrazó, sintió las miradas de todos a su alrededor.

—No tienes que darme nada Irie kun — dijo Kotoko dándole un beso en su pecho — me conformo con saber que estás conmigo.

—¿En serio no lo quieres? — le enseñó el botón que tenía en sus manos

—¡Si lo quiero! — dijo emocionada

Sonriéndole divertido, discretamente le dio el botón para que nadie hiciera más ruido del que había en la escuela. Le dio un beso rápido en los labios y se dirigió al salón de maestros donde lo esperaba su profesor para comunicarles donde celebrarían la graduación los de su clase. No tenía muchas ganas de ir, pero tenía que cumplir con la parte de su trato, y así evitar que Watanabe tuviera oportunidad de decirle a Kotoko toda la historia. Tenía miedo de perderla y sabía que había actuado como un patán al principio, aun así no se arrepentía, porque gracias a ello pudo reconocer que la amaba, más de lo que había imaginado.

Las horas pasaron y al fin, la fiesta comenzó. Naoki se reunió con sus compañeros en el salón de eventos, notaron que había un tipo de biombo separando la sala de otra posible graduación, no le tomaron importancia. Buscó con su mirada a Watanabe y lo halló platicando con una muchacha. Le pidió que hablaran a solas y se fueron a una especie de escaleras de servicio para hablar en privado.

—¿A qué se debe tanto misterio Naoki? ¿Al fin me darás tu segundo botón? — contuvo la risa.

—Deja de decir estupideces por una vez en tu vida Watanabe, solo quiero pagar mi deuda, ten.

Le mostró una foto de él de bebé, él la tomó sonriendo con sarcasmo, misma que se borró al ver a una niña con un vestido rosa con corona de flores y unas pequeñas trencitas. Se veía muy linda la niña, Watanabe lo miró extrañado, a lo que Naoki dijo:

—Mi madre tenía la idea que tendría una niña cuando se embarazó, pero nací niño y ella me vestía así cuando era bebé, esa niña en la foto soy yo Watanabe.

Watanabe quedó boquiabierto ante tal revelación, era bastante gracioso ver frente a él un hombre alto, serio y que parecía intimidante contrastando con la niña de la foto. Se comenzó a reír a carcajadas de Naoki.

—El brillante Naoki siendo una drag queen de bebé, ¿De casualidad no te has puesto las faldas de Kotoko?

—¡No digas sandeces! Esto era lo que querías, cumplí con mi parte, ahora nada de decirle a Kotoko sobre la apuesta.

Watanabe lo miró un rato mientras limpiaba las lágrimas que le salieron por tanto reírse.

—¿Puedo quedármela toda la noche? Cuando te vayas te la daré.

—¿Por qué?

Watanabe guardó la foto en su saco, se arrancó su segundo botón y se lo dió a Naoki.

—Te doy mi botón querida Naoki para que sepas cuánto te aprecio — dijo divertido

Naoki lo miró con exasperación por su acción tan exagerada, él le tomó la mano sobre ella el botón.

—Solo es un acto de cortesía, que tu flor femenina no se emocione — rió — al terminar el evento te devuelvo tu foto, no se lo enseñaré a nadie, lo prometo.

Naoki solo rodó los ojos, con tal de que lo dejara tranquilo, accedió a cederle la foto.

Al volver al interior del salón, se dieron cuenta que había mucho ruido y el ambiente se sentía tenso, para sorpresa de los recién llegados, los de la clase F ocupaban el lugar que estaba reservado, Naoki olvidándose de todos caminó hacia Kotoko para abrazarla.

Ignorando los reclamos de la clase A, los del F comenzaron a disfrutar el festejo comiendo lo que Ikezawa había preparado para ellos. Parecía que todo se había calmado hasta que después de un rato y alcohol de por medio, Irie escuchó lo que decía una de sus compañeras

—No puedo creer que alguien tan inteligente como Irie kun pueda estar con esa chica ordinaria.

—¿Quizá por su culpa él no irá a la Todai? Es una lástima que se deje manipular por una estudiante de su tipo.

Naoki miró a Kotoko esperando que no hubiera escuchado aquella conversación, pero se dio cuenta que si lo había hecho. Estaba por decir algo cuando Watanabe comenzó a hablar.

—Ya chicas, basta, no necesita Kotoko que la atormenten hoy que es un día especial para todos — Le sonrió a Naoki — suficiente ha tenido con ser la burla de todos éste año.

Naoki lo miró fijamente, los demás solo se rieron casi de forma disimulada.

—No siento envidia que esté con Naoki san, tengo lástima por él, que se ha dejado manipular para que estudie en la Tonan

—¿Entonces por qué aclaras algo que no te preguntaron? — respondió cortante el genio

La chica no supo que alegar, todos la miraron con condescendencia mientras Naoki se dirigía a Kotoko para irse del lugar. Sin embargo, Watanabe prosiguió.

—Pensando bien las cosas, es una lástima que Naoki haya decidido quedarse en la Tonan y no ir a otra universidad más prestigiosa, tal vez Aihara san le ha quitado la ambición — Watanabe tomó un vaso lleno de cerveza y caminó hacia el centro. — Debiste estudiar con tus amigos del F…

—¿Tienes algún problema con nosotros? — dijo Kinnosuke enojado — o tienes envidia de nosotros.

Watanabe lo miró con asco y siguió caminando hacían Naoki, Kin chan estaba por decir algo cuando Irie preguntó

—¿Cuál es tu punto Watanabe? — Naoki solo lo miraba retándolo.

—¿Mi punto? Yo no tengo, pero, tal vez tú sí. — Watanabe sacó la fotografía de su bolsillo — ¿Podrías explicarle a tu novia como es que no te has puesto su uniforme todavía?

Todos en el recinto se quedaron pasmados ante la fotografía que Watanabe mostraba a todos, en la fotografía aparecía una niña muy linda peinada con dos trensitas y un vestido rosa con una corona de flores sobre su cabeza.

—El gran genio Irie Naoki estaba acostumbrado a vestir ropa de niña en su infancia ¿Acaso no se ve adorable? Ahora dime Aihara, ¿En serio quieres seguir con un trasvesti?

Kotoko sin pensarlo le dio una bofetada, le iba a arrebatar la fotografía cuando él la guardo rápidamente en el bolsillo de su pantalón

—Yo ya sabía de esas fotos, es increíble que él te la haya mostrado y si así fue, era porque te tenía confianza — dijo Kotoko mirando con rabia a Watanabe — ¿Cómo te atreves a traicionar a tu mejor amigo?

Watanabe estaba a punto de decir algo cuando Naoki lo tomó del brazo y lo llevo a las escaleras donde le había entregado la fotografía, necesitaba saber por qué había hecho ese acto tan bajo de mostrar su intimidad.

Mientras tanto, en la sala el ambiente se sentía tenso, no dejaban de murmurar cosas todos los que estaban ahí, viendo a Kotoko con fingida indulgencia, incluso le hacía sentir náuseas de la forma tan mezquina de actuar de Watanabe y pensaba lo peor, así que los siguió para intervenir si algo sucedía.

—¿Me puedes decir cuál es tu problema? — le dijo Naoki a Watanabe mientras lo soltaba frente a él — no puedo creer lo estúpido que fui.

Watanabe comenzó a reírse, era una carcajada llena de odio y rencor, lo miró fijamente extendiéndole la fotografía, Naoki se la arrebató.

—¿Mi problema? Yo no tengo ninguno mi buen amigo.

—No me vuelvas a llamar así — le dijo Naoki entre dientes.

—Bueno Irie, simplemente necesitaba algo de diversión y por supuesto, mostrar que no eres tan perfecto como todos lo piensan. Y si lo analizas bien, creo que te hice un favor.

—¡Estás loco! Pero supongo no te salió como esperabas, creo que tú querías que Kotoko me dejara ¿No es así? — Watanabe desvió la mirada — si no es así, ¿Por qué enseñaste la foto?

Naoki lo miró con incredulidad, estaba por irse cuando escuchó a Watanabe decir:

—Era todo parte del pago por la apuesta Irie no te lo tomes tan personal — le dio un golpe en el hombro — ¿Acaso creíste que solo la foto me bastaría?

—No habíamos acordado una humillación pública Watanabe.

—Pero tampoco lo dejamos descartado. Yo gané, así que yo decido. Para tu buena fortuna yo con esto tengo suficiente, ya puedes seguir disfrutando de tu premio de consolación.

—Te dije claramente que dejaras de hablar de Kotoko de esa manera. Ella no sabe nada de la apuesta, y sí, yo acepté jugar con esas condiciones baratas….

—Enamorarla y acostarte con ella — lo interrumpió — ese fue el trato y lo hiciste, que más quieres, ¿un diploma?

Naoki estaba furioso, no quería perder el control de sus emociones, pero fue imposible al ver la cara de satisfacción de Watanabe.

—No me digas que no disfrutaste al principio jugar con la idiota, perdón, con Kotoko. ¿Acaso sufriste cuando te la cogías sabiendo que ella estaba enamorada y tú solo querías ganar un juego? No te hagas el inocente ahora

—Deja de decir tonterías, ¿Qué quieres ahora? Tu ganaste, ya pagué mi parte…

Watanabe le sonrió y miró hacia donde estaba la puerta de emergencia, Naoki extrañado siguió su mirada y vio que Kotoko estaba parada en shock detrás de él, el corazón se le paralizó, ella había escuchado todo.

—¿Tú sabías que estaba ella ahí? — le dijo gritando Naoki a Watanabe — Kotoko, déjame explicarte…

—¿Solo fui eso? — dijo Kotoko con voz entrecortada — ¿En serio Naoki?

—Así es querida Kotoko, — la miró de pies a cabeza — toda tu linda relación de ensueño, sus besos apasionados, la cadena que te regaló en tu cumpleaños, el cómo te convenció para tener sexo contigo era parte de una apuesta. ¿En serio creíste que estaba enamorado de ti?

—¡Cállate Watanabe! Kotoko, lo que siento por ti es verdadero — caminó hacia ella con el corazón desbocado — te amo

Kotoko estaba tan anonadada que no sabía que decir, ahora todo tenía sentido su cambio tan repentino, cuando se preguntaba si era sincero, ella en el fondo sabía que había algo extraño y que todo este tiempo había sido una mentira, sintió las manos de Naoki tocando su rostro y ella se alejó de inmediato

—¡Suéltame Naoki! — gritó — ahora entiendo todo, ¡fue una maldita mentira y yo fui tan estúpida que lo creí!

—No me sorprende de la idiota de la clase F, pero…

—Watanabe, si sabes lo que te conviene déjanos en paz

—¿O que vas a hacer querido? ¿No ves que ella ya descubrió que toda su relación de ensueño solo fue un plan mezquino para quitarle la virginidad?

Naoki jamás había perdido la compostura, por muy enojado que estuviera sabía controlarse, pero esta vez él simplemente estaba tan furioso que no pensó dos veces en pegarle un puñetazo en la cara a Watanabe, tirándolo al piso con la nariz sangrando.

—No sé como pude seguirte ese maldito juego, espero jamás volver a verte

—¡Pero tú ahora solo me tienes a mí Irie! — dijo Watanabe mientras se limpiaba la sangre

Naoki quiso decirle algo a Kotoko pero ella había salido corriendo del lugar, él fue tras ella sin importarle que lo vieran, corrió lo más rápido que pudo logrando alcanzarla.

—Escúchame Kotoko…

—No tengo nada que escucharte Naoki, ya fue suficiente, ¿Qué tanto daño me tienes que hacer para ser feliz? — ella no podía contener sus lágrimas, el dolor que sentía era muy profundo, mucho más que cuando él dejó de ser su amigo en su infancia.

—Te amo, créeme, no fue mi intención hacerte daño aunque es cierto, al principio era una apuesta y te juro que quería parar, pero descubrí que mis sentimientos por ti eran tan grandes que me daba miedo perderte, te lo iba a decir…

—Claro — le interrumpió — me lo ibas a decir acaso ¿Cuándo te aburrieras de mí y decidieras que no soy la gran cosa para ti?

—Mi amor…

Sintió una cachetada y vio como Kotoko se quitaba la cadena que le había regalado él en su cumpleaños, tirándola en el suelo.

—No quiero volver a verte Naoki, eres tan despreciable.

Naoki estaba a punto de decir algo cuando ella hizo la parada a un taxi y se subió sin escucharlo, su peor miedo se había hecho realidad, ella no le creería absolutamente nada de lo que dijera, le había mentido, había jugado con su confianza, ya una vez le había hecho sufrir y ahora, podría perderla para siempre.

Él se sintió frustrado, no podía hacer más que caminar a su casa para tranquilizarse y esperar que Kotoko estuviera dispuesta a escucharlo, tenía que convencerla que todo lo que sentía por ella era real.

Al llegar a su casa, respiró profundamente para poder enfrentar la situación y esperar que ella le perdonara, pero al pasar por la puerta su madre lo recibió llorando, y él presintió lo peor, Yuuki se acercó a su hermano con los ojos llorosos y le dijo algo que le rompió el corazón en mil pedazos.

—Kotoko se fue, llegó llorando y se encerró en su cuarto, supongo hizo sus maletas y el señor aihara vino por ella y sus cosas también, no quiso despedirse de nadie y mi mamá, aunque intentó hablar con ella, pero solo le dijo que la amaba como una madre y que jamás la olvidaría.

—Se fue mi Kotoko chan Oniichan — le dijo su mamá abrazándolo — dime que sabes a donde se fue, ¿qué pasó hijo?

—Fui un idiota mamá.

La había perdido para siempre.


HOLAAAA! QUE TAL? CÓMO VAN EN LA CUARENTENA? ESPERO TODOS ESTÉN BIEN Y NO SE ENFERMEN NI USTEDES NI SU FAMILIA.

CUANTO SUFRÍ ESCRIBIENDO ESTO Y QUERIENDO MATAR AL WATANABE JJAJAJA Y NAOKI SE MERECE ESO Y MAAAS!

ESPERO LES HAYA GUSTADO EL CAPÍTULO Y DEJENME UN REVIEW PARA PODER CONOCER SUS OPINIONES, UN BESO Y UN ABRAZO

MELINA.