Capítulo 16
Si se pudiera ver la tristeza, la casa de los Irie tendría una nube negra sobre ella. Noriko Irie intentaba comprender por qué Kotoko se había marchado de aquella forma, sin decir nada o permitirle que le hiciera alguna cena de despedida, simplemente llegó llorando y sin decir ninguna palabra se encerró en su habitación. Ella por más que quería saber que pasaba ella solo se disculpaba y le decía que quería estar sola. Pasaron alrededor de diez minutos y su padre llegó a casa con cara de preocupación, Noriko le preguntó que sucedía, y al parecer, Shigeo estaba igual de confundido que ella.
Aunque moría por saber que había pasado, estaba segura que tenía que darle privacidad a padre e hija, tal vez era algo íntimo y esperaba que cuando se tranquilizara, lograr ayudarla y consolarla. Ella la quería como una hija, la conocía desde pequeña e independiente de la relación que tenía con su hijo, Kotoko se había ganado un lugar especial en su corazón.
Escuchó maletas siendo arrastradas por el pasillo y temió lo peor, se acercó a las escaleras y vio que los Aihara cargaban con sus respectivas maletas, sin llevarse otra cosa que su ropa.
—¿Qué pasa Kotoko chan? ¿Se van de vacaciones? — preguntó Noriko preocupada.
—Nos vamos Noriko — respondió Shigeo — Gracias por todas tus atenciones y disculpa que nos vayamos así, pero no te apures, siempre podrás ir al restaurante cuando quieras.
—¿Qué pasa? ¿Por qué se van así de repente? — Noriko no pudo contener sus lágrimas, sentía que le arrebataban algo de ella.
—Oba sama, usted siempre será como una madre para mí, me duele mucho tener que irme así, pero es lo mejor — Kotoko la abrazó, sintiendo mucho dolor por romperle el corazón de esa forma a Noriko - Usted siempre tendrá un lugar especial en mi vida.
—¿Hice algo mal? ¿Por qué te vas así?
—Para nada oba sama, usted no ha hecho nada — se separó de ella sintiendo como se le partía el corazón a verla llorar — simplemente pasaron cosas que me lastimaron mucho, necesito irme de aquí un tiempo, necesito recuperarme
—¿Naoki te hizo algo? No importa lo que sea, estoy segura que tiene solución.
Kotoko negó con la cabeza, volviendo a abrazarla antes de marcharse, su corazón estaba hecho trizas, y no solo por haber sido un juguete para Naoki, también porque lastimaba a Noriko, ella era como su madre y la amaba, odiaba tener que dejarla desconsolada y con un montón de preguntas, pero era mejor así, no quería contarle y que ella tuviera una mala imagen de su hijo, por lo menos, ella no le causaría esa angustia de contarle que su primogénito era un cretino que solo quiso llevarla a la cama y hacerle creer que la quería por una apuesta.
Naoki no quería salir de la habitación que era de Kotoko, se había encerrado ahí desde que había llegado de la fiesta de graduación, la había perdido, ella se había marchado sin darle la oportunidad que se disculpara, o al menos, contarle su versión de los hechos, pero, ¿Qué podía contarle? Si, en resumen, todo lo que había dicho Watanabe era cierto, a él nadie lo obligó a seguir ese plan, él al principio solo quería divertirse, satisfacer sus necesidades físicas. Había caído en su propio juego y él, estaba ahora en medio de un cuarto vacío con el aroma a su Kotoko, que le recordaba lo ruin y miserable que era.
Abrazó la almohada que le pertenecía a Kotoko y lloró, como no lo había hecho en años. Quería morirse, quería desaparecer, no merecía estar en el mismo mundo que ella, porque solo le recordaba lo imbécil y patán que había sido, y Kotoko no lo merecía, ella era única, especial, el amor de su vida, y le había roto el corazón, y él, solo podía revolcarse en su miseria.
Cuando sintió que ya no podía llorar más, salió del cuarto con la almohada en sus manos y la llevó a su recámara, así podía abrazar por lo menos, algún objeto que le recordara a su Kotoko.
Al cabo de unos días, Noriko fue al restaurante para ver a Kotoko y saber que estuviera bien, pero cual fue su sorpresa al enterarse que ella se había marchado de Tokio, su padre no quiso decirle a donde se había ido, o el porqué de su decisión. Noriko sabía que su hijo tenía algo que ver en todo esto, y aunque solo le dijo que había sido un idiota, debió ser algo muy grande como para que ella decidiera irse y mudarse a otro lugar. Aunque, no podía reclamarle a su hijo tampoco, se veía cabizbajo y se notaba que vivía por inercia, parecía una vasija vacía, y descubrió que tenía una almohada que usaba Kotoko en su cuarto, así que, si algo muy grave había pasado, él también estaba con el corazón roto.
Naoki al recibir la noticia que se había marchado, solo asintió y no dijo más, Noriko quería saber que había pasado, pero él no lo permitía, siempre le contestaba que había sido un idiota y que se merecía que ella se marchara sin decirle nada. Noriko dejó de presionarlo, cuando estuviera preparado, él se lo diría.
Naoki por su parte, siguió sus planes de convertirse en médico y entró a la facultad de medicina sin problema alguno. Curiosamente, leyendo libros de medicina se sentía cerca de Kotoko, pensaba si tal vez ella necesitaba ayuda o si estaría llorando porque no le entendía a algo.
Y así pasaron dos años, él yendo a la universidad, estudiando para ser médico, sin saber nada más que lo que Shigeo le decía a sus padres, cosas como que ella estudiaba enfermería y que le iba bien en la universidad. Él no se atrevía a ir al Aihara, no tenía el valor de enfrentar al padre de Kotoko.
Una tarde sonó el teléfono, su madre atendió y el corazón de Naoki se paralizó al escuchar quien llamaba.
—¡Kotoko! Tiempo sin escuchar tu voz — dijo su mamá emocionada, él sin darse cuenta caminó hacia donde ella estaba| — no te preocupes hija, nosotros vamos a ver a tu padre… Si, tu regresa tranquila que nosotros nos ocupamos de él ¿Tienes donde quedarte?, De acuerdo Kotoko chan, te extrañamos. — colgó el teléfono, secándose las lágrimas con su mandil.
—¿Que pasó mamá? — preguntó Shigeki
—El señor Aihara está en el hospital, Kotoko chan me dijo que a causa del exceso de trabajo le dio varios micro infartos y lo tienen en observación.
—¿En qué hospital mamá? — preguntó Naoki
—En el universitario, en donde estás haciendo tus prácticas, me dijo que su podíamos ver por él en lo que tramita su traslado para la universidad de Tonan, va a regresar Onii chan.
Naoki sonrió, la volvería a ver y estudiaría en su misma universidad, así él tendría la oportunidad de explicarle las cosas, hacer todo lo posible para que ella lo perdonara y volver a estar juntos.
—¿Te dijo donde se va a quedar Kotoko chan? — preguntó Shigeki.
—Me dijo que tenía donde quedarse cuando regresara, solo eso dijo, tenemos que ir al hospital a ver al señor Aihara.
Kotoko regresaría después de todo ese tiempo y él, quería estar preparado para volver a conquistarla, para volver a besarla y decirle lo mucho que la amaba. Pero extrañamente, después de esa llamada, él no había escuchado noticias de ella, aunque estaba consciente que su madre hablaba todos los días con ella.
Naoki estaba caminando por el campus después de terminar su primera clase, quería ir a la cafetería por algo de tomar, tenía una hora libre ese día. Se dirigía a su destino cuando vio a dos personas caminar juntas y sonriendo, uno era un chico más alto que él, llevaba una bata colgada en uno de sus brazos y un maletin en la mano. Tenía cabello negro y lacio, algunos mechones caían en su cara, el tipo parecía un idol, las chicas que estaban por el pasillo se quedaban embobadas a su paso, como si se tratara de Kim Hyun Joong, a decir verdad, era el único que conocía gracias a Kotoko. Y a su lado caminaba una chica bajita, pelirroja, ella igual era muy guapa, la miró mejor y el corazón se le detuvo en ese momento, aquella chica era Kotoko, no vestía uniforme de enfermera, ni tenía el estilo infantil con el que se vestía anteriormente, vestía de una forma muy maduro que hacía que resaltara su silueta, estaba preciosa.
Comenzó a caminar hacia ella para saludarla, por lo menos para preguntarle si estaba bien, pero se detuvo al ver como el tipo le daba un beso en la mejilla cuando la dejó frente a la dirección. Ella entró en aquella oficina y él siguió su camino pasando a su lado. Naoki sintió un vacío en su estómago, estaba enojado, furioso, aunque, esperó el tiempo suficiente afuera de la dirección, solo para verla de nuevo.
¡Hola que tal! Espero y estén pasando una cuarentena con salud y con muchos ánimos, espero y todos en su familia estén bien y terminemos este año lleno de sorpresas con mucho amor y salud sobretodo.
Espero y les guste este capítulo, les cuento que tuve insomnio y fue una desvelada productiva jajajaja, muchas gracias por sus comentarios y por leer mis historias, me siento muy feliz de poder compartir con ustedes un poquito de esto.
Gracias por su apoyo y no olviden dejarme un review para que pueda saber que les gustó, como sintieron el capítulo, opiniones, traumas o sugerencias. Un abrazo a todos y disculpen si no les respondo sus comentarios, luego se me olvida.
Besos.
Meli :)
