Capitulo 18.
-Hola que tal, ¿Puedo sentarme aquí?
Naoki escuchó una voz grave pero serena, miró hacia donde provenía y se dio cuenta que era el tipo que acompañaba a Kotoko en la mañana. Aunque podía decirle llanamente que no, prefirió encogerse de hombros como señal que no le importaba — aunque fuera todo lo contrario—.
Teniendo al "enemigo" cerca, podía descubrir cosas que desconocía de Kotoko, por ejemplo, por que a Kobe, que hizo esos dos años, si acaso lo había olvidado y él era su nueva pareja. Solo pensar en lo último le hacía darle un vuelco al corazón, sentía sus entrañas oprimirse al solo hecho de pensar que su Kotoko ya no lo quería. Estaba consciente que se lo tendría merecido, pero, guardaba las esperanzas que ella siguiera amándolo, aunque fuera un poco.
Parecía muy posesivo al morirse de celos porque otro sujeto la besara, le tomara de la mano, entre otras cosas, lo ponía histérico. Aún así, tenía que guardarse sus emociones para después, tal vez no fuera un experto en ese campo, pero, quiso ser más consciente de todas sus emociones, a partir de que Kotoko se fuera.
—Se que no nos conocemos — volvió a hablarle el nuevo — soy Joe Cheng, no conozco a muchos por aquí, me preguntaba si podíamos ser compañeros de estudio hasta que me adapte.
Naoki lo miró, le extendió la mano para presentarse.
—Irie Naoki — dijo — por supuesto.
—Mucho gusto Irie san, será un placer convivir contigo.
No se necesitaba ser muy listo para darse cuenta que aquellas palabras iban cargadas de algo más que simple cortesía.
—Espero lo mismo — dijo queriendo parecer indiferente ante la presencia de aquel sujeto. —¿Eres de china? — preguntó Naoki.
—No, soy japonés, solo que mi padre es chino y mi mamá Japonesa, vivía en Kobe pero por una situación personal tuve que mudarme a Tokio.
—¿Puedo preguntar la razón?
Sabía que era demasiado obvio su interés, sin embargo, hizo a un lado un momento su orgullo.
—Es algo muy personal, pero puedo decirte que estoy aquí acompañando a alguien muy especial para mí.
Tenía ganas de decirle que ya sabía que estaba con Kotoko, quería pedirle una explicación, exigirle que se alejara de ella, pero con qué derecho iba a interferir en su vida, estaba totalmente frustrado.
—Kotoko me habló de ti — dijo Joe mirándolo, con una sonrisa que le dio escalofríos.
—¿Qué te dijo?
—Aparte que eres un patán sin corazón, me dijo que eras un joven brillante, inteligente y talentoso para casi cualquier cosa — Joe le sonrió amable — Es una verdadera coincidencia que compartamos clases, me gustaría conocerte más al ex de mi Kotorin.
Naoki lo miró enarcando una ceja, ¿A qué se debía tal comentario? Y sobretodo, ¿por qué le llama "su Kotorin" a ella?
—¿Tu qué?
Preguntó indignado, si sus ojos fueran llamas, ya estaría calcinando aquel tipo con cara de niño bueno, Jiro le sonrió, pero antes que contestara cualquier cosa, entró el profesor de farmacología y ambos solo intercambiaron miradas, Naoki fulminándolo y Joe con sorna.
Agradeció a la vida por darle una memoria fotográfica y poder retener cuanto quisiera sin el menor esfuerzo, pues la voz de aquel tipo diciendo "Kotorin" le sonaba en la mente a cada rato.
—¿Vas a las prácticas hoy en el hospital? — Joe le preguntó amable mientras recogía sus cosas.
Para su mala suerte no solo tenían las mismas clases, sino también tenía que soportarlo en el hospital.
Le respondió escuetamente con un gesto.
—Nos vemos allá entonces, oye... — le estaba por decir algo cuando sonó su celular.
Naoki estaba por recoger su maleta cuando escuchó con quien hablaba Joe, era obvio que él quería que supiera que estaba hablando con Kotoko, aunque, el hecho de que le hablara en ese preciso momento no podía darle el crédito.
—¡Kotorin! — escuchó Naoki que decía Joe — Ya voy para allá, no te preocupes. ¿Como sigue Shigeo?
Por un momento y perdía la compostura, tenía tanta familiaridad con el padre de Kotoko que se dirigía hacia él de una manera informal.
No soportó más la conversación, solo tuvo que apartarse, no quería ni pensar la relación tan estrecha que tenía Joe con el papá de Kotoko, ¿Acaso ella en verdad había eliminado cada uno de sus sentimientos por él? Si era así tendría que conformarse con verla de lejos, siendo feliz con quien si la valore, aunque eso significara morir con una foto de ella en las manos.
Entró a su turno en el hospital para cumplir con sus deberes, Nishigaki Sensei estaba revisando el papeleo de los ingresos del turno de la mañana que parecía no darse cuenta que estaba en su oficina dejando algunos informes.
Estaba por salir cuando escuchó la voz de su tutor.
—Irie Sensei... ¿Pensaba irse sin saludar a su superior?
Naoki rodó los ojos, otros sentirían avergonzados por no haber saludado apropiadamente, pero él sabía que Nishigaki era todo menos una persona que se tomaba en serio las normas sociales.
—Estoy esperando Irie sensei...
—Buen día Nishigaki Sensei — le complació
—¿Era tan difícil para ti? — resopló, lo miró con una sonrisa burlona — afortunadamente no tendré que soportar solo tu peculiar carácter, tienes un nuevo compañero, es igual de inteligente que tu pero, es menos insoportable.
Como si se tratara de un espectro que aparece con solo mencionar su nombre, Joe se acercó a ellos saludando apropiadamente al médico.
—¿Ya ves que el IQ no está peleado con la amabilidad? — le tendió la mano sonriente — Es un placer tener a un futuro médico igual de prometedor que nuestro ilustre Irie.
—De seguro no soy tan bueno como él, sin embargo, espero podamos trabajar juntos y apoyarnos.
Irie solo los miró a los dos sin dirigir palabra, dio media vuelta retirándose a hacer cualquier cosa que le alejara de la falsa modestia de Cheng y los sermones de su mentor.
Con escalofríos aún, se dirigió a la cafetería a comprar una botella de agua, le molestaba sobremanera que la presencia de aquel sujeto le afectara demasiado, siempre se creyó superior a los demás por tener la capacidad de suprimir sus emociones a cero, pero con Kotoko y todo lo referente a ella lo descolocaban, no podía pretender ser el tipo frío con ella, jamás podría.
Estaba por tomar su compra cuando por el rabillo del ojo vio a su enfermera favorita, a su Kotoko. Bellísima era una palabra tan simple para describirla, simplemente el uniforme le quedaba natural, como si ella hubiese nacido para portarlo. No se dio cuenta que la miraba fijamente cuando escuchó que alguien carraspeaba a su lado.
— Es muy linda ¿no crees?
Joe le sonrió amablemente, yendo al encuentro de Kotoko, mirar como se le iluminaba el rostro a ella era demasiado, no podía ni siquiera soportar estar en el mismo anfiteatro sin la tentación de humillarse públicamente si eso significaba su perdón.
Respiró hondo, alejándose de aquel lugar, decidió entonces que sin importar que ella estuviera con Joe, tendría que pedirle disculpas a Shigeo, o por lo menos, hacerle saber que no tenía intención alguna de lastimarla. Había postergado el momento, no era el lugar pero, tal vez si el momento.
¡Hola! ¡Feliz 2021!
Espero tengan un año espectacular y que todos tengan mucha salud, esta pandemia nos ha tenido prisioneros a muchos jejeje pero bueno, muchisimas gracias por leerme y disculpen la tardanza por actualizar. Pero bueno, espero les guste mucho este capítulo. Espero saber de ustedes y saludarles, un abrazo.
Melu
