Muy buenas tardes! Espero que estén muy bien, muchas gracias por estar aquí una vez más.

Les recuerdo que los personajes no son de mi propiedad, que la historia es completamente mía y NO es para menores de edad, lo hago simplemente por diversión.

GRACIAS POR SU COMPRENSIÓN.

DESTINO

CAPÍTULO 14

Candy se refugió en los brazos de Anthony en cuanto lo sintió cerca, pudo sentirlo cercano por su aroma, ya que las lágrimas empañaban su visión clara.

-No llores por favor pecosa… - Le dijo mientras besaba su frente, acomodando detrás de sus orejas esos rizos que aún estaban ocultos en el gorro que la protegía del frío. – Eres mucho más linda cuando ríes… - Le dijo nuevamente. Candy sintió que todo el aire que tenía en sus pulmones desaparecía, aquella ternura que Anthony le demostraba era una ternura que ella jamás había conocido en su vida, le parecía imposible que alguien provocara en ella todos esos sentimientos de amor, ternura, seguridad, pertenencia, todo al mismo tiempo y aún le era más imposible que fuese ella quien hubiera despertado en alguien más un sentimiento tan genuino y tan transparente como el que Anthony le demostraba.

-Es que nunca… - Decía Candy aferrándose a su pecho, buscando calmar las emociones que la asaltaban, ella no era una llorona, ese era el trabajo Annie, ella era la fuerte, la positiva, la que siempre veía el lado bueno de las cosas a pesar de las tempestades, la que protegía, la que estaba siempre ahí de pie para todos los demás, sobre todo para su hermana, pero con Anthony no se sentía así, con Anthony se sentía hermosa, importante, valiosa, delicada, frágil y al mismo tiempo poderosa… con él se sentía mujer… completamente una mujer, capaz de despertar el más puro poder del amor.

-¿Nunca qué pequeña…? – Le preguntó con ternura, sin importar que no solo era Annie la que estaba ahí, sino que Cassie había llegado también a ver la reacción de la rubia a tan hermoso gesto.

-Nadie me había regalado nunca flores. – Dijo Candy ante la sorpresa de Anthony, quien no podía comprender cómo era posible que nadie hubiera tenido un detalle tan simple como ese.

-Creo que nunca las habías aceptado. – Dijo Annie con una sonrisa traviesa. Candy abrió sus ojos recordando que no estaban solos.

-Entonces soy muy afortunado de ser el primero que te regala flores y que las aceptas... – Dijo Anthony con una sonrisa. Candy lo miró fijamente, sus ojos seguían brillando majestuosos y las ganas de fundirse en sus labios aparecieron de nuevo y ambos se resistieron a ese impulso.

-¿Quieres un chocolate? – Preguntó Cassie, quien sostenía una caja de chocolates que Anthony le había obsequiado por ayudarle a escoger las flores y por haberle abierto el departamento para colocar toda la florería en su interior.

Candy tomó un chocolate y lo compartió con Anthony, quien le dio un mordisco pequeño para permitir que la rubia comiera la mayor parte, no era que tuviera ganas de comer chocolate, pero cuando vio los labios de Candy saborear aquella pieza oscura deseo ser ese dulce amargo el que tuviera el privilegio de acariciar su boca.

Candy preparó una vez más un poco de chocolate caliente con malvaviscos, estaba segura que Anthony no despreciaría una buena taza del líquido que ella preparaba con tanto gusto para todos.

-Creo que ya es hora de irme. – Dijo Anthony una vez que se dio cuenta que Candy estaba comenzando a quedarse dormida.

-No… - Dijo la rubia abrazándose a él. Annie y Cassie sonrieron porque sabían que ya no había nada qué hacer por la pecosa, cuando caía en un profundo sueño nadie podía despertarla.

-Creo que ya se durmió. – Dijo Cassie con una sonrisa. Anthony la veía enamorado, con ternura, ya no llevaba el uniforme de enfermera, se había ido a cambiar horas antes y el vestido rojo que llevaba hacía resaltar lo blanco de su piel. - ¿Nos ayudas a llevarla a su habitación? – Preguntó la rubia ojiazul para sorpresa de Annie. – Lo siento pero Candy no se despierta para nada y es difícil llevarla hasta la habitación. – Dijo excusándose por su atrevimiento, pero sabía que era eso o permitir que Candy durmiera nuevamente en el sofá.

-No hay problema. – Dijo Anthony poniéndose de pie para tomar entre sus brazos el delicado y esbelto cuerpo de la pecosa.

Anthony tomó a Candy entre sus brazos y su pecho danzó lleno de gozo al sentir como su cuerpo estaba tan cerca del de él. Sus manos temblaban un poco por aquel privilegio y las chicas le hacían espacio entre las rosas para que pudiera pasar. Cuando abrieron la habitación de la rubia Anthony sintió que el aroma de la joven golpeó aún más sus fosas nasales, llenándose de aquel maravilloso aroma que lo tenía tan enamorado. Olfateó sus cabellos antes de colocar su preciosa carga en el centro de la cama y besó su sien con total ternura. Una sonrisa apareció en el rostro de la rubia, como si estuviera consciente del beso recibido.

-Nosotros nos encargamos de lo demás. – Dijo Cassie agradecida al ver que Anthony se había quedado contemplando perdidamente a Candy.

-Lo siento… - Dijo Anthony apenado por haber sido descubierto, pero no podía y no quería esconder sus emociones, estaba enamorado de Candy y algo le decía que ese enamoramiento se estaba convirtiendo en algo mucho más grande y mucho más profundo en su corazón.

Anthony salió del edificio y el sol ya comenzaba a esconderse, la tormenta había cesado horas antes pero Candy no le había permitido salir hasta que fuera seguro, la verdad era que él tampoco quería irse de su lado, pero sabía que debía hacerlo por comodidad de las tres jóvenes.

Candy se quedó profundamente dormida con una sonrisa en sus labios, la noche pasó lenta y el desvelo iba quedando lentamente detrás. Sus ojos comenzaban a abrirse y un intenso aroma a rosas terminó de despertar sus sentidos.

Cuando la rubia abrió sus ojos por completo se encontró rodeada de todos los ramos que Anthony le había obsequiado, él y sus amigas se habían dedicado a despejar la sala de tantas flores y las habían colocado en su habitación, regalándole el espectáculo más hermoso que jamás había visto, sintiéndose rodeada de tantas flores como si fuese primavera.

-¡Huelen tan bien! – Dijo Candy levantándose para poder disfrutar más de cerca del aroma de las flores.

Candy estaba tan ilusionada con todas las flores en su habitación que no se había dado cuenta que el ramo más grande de todos y que estaba precisamente frente a su cama tenía una tarjeta en forma de corazón, una tarjeta que ella no había visto la tarde anterior. Se acercó hasta el ramo y tomó la tarjeta dispuesta a leer su contenido.

-"Princesa, no sé qué es lo que has hecho conmigo, pero definitivamente me tienes completamente enamorado, es la primera vez que mi corazón late de esa manera y tengo que decirlo, tú eres la causante de ello, espero poder verte mañana a la hora de la comida… Tuyo Anthony".

El corazón de Candy comenzó a latir de manera errática, se sentía ilusionada, enamorada, estaba totalmente feliz de volver a ver a Anthony, hasta que sus recuerdos la llevaron a la tarde anterior.

-¿¡Él me habrá traído a la cama!? – Se preguntó avergonzada al recordar que se había estado durmiendo en el sofá cuando él todavía estaba de visita. - ¡Qué vergüenza! – Decía Candy con el rostro completamente enrojecido por la pena.

Un vez que superó la vergüenza que sintió al recordar que se había quedado dormida se dedicó a buscar la ropa adecuada para salir a pasear con él, definitivamente hacía frío, así que decidió usar unos jeans, una blusa blanca de cuello alto, unas botas mineras que la cubrieran bien de la nieve y por supuesto un abrigo grueso de lana que permitiera guardar el calor.

-¿A dónde vamos? – Preguntó Cassie al ver que Candy se levantaba por primera vez tan temprano en domingo dispuesta a salir, ambas jóvenes sabían que Candy pagaba por no salir los domingos de la cama.

-Anthony me invitó a salir. – Respondió la rubia con un tinte rojizo en sus pómulos. Annie sonrió con cierta melancolía. - ¿Qué sucede Annie? – Preguntó Candy al ver su rostro triste.

-No es nada, Candy… - Dijo la joven de cabellos negros intentando cambiar su expresión por una más feliz, retándose ella misma por no haber controlado su sentir.

-Lo que pasa que Archie no ha venido a verla. – Dijo Cassie sin querer ocultar que Annie estaba triste porque el interés de Archie en Annie de pronto había disminuido. Aquellas palabras provocaron una tristeza en el corazón de la rubia, quien de pronto recordó al elegante joven que había pretendido a su hermana visitándola en el hospital donde trabajaba.

-No te preocupes Annie, tal vez es por la tormenta. – Dijo Candy como excusa, cuando estaba totalmente convencida que eso no era lo que estaba pasando.

-Es lo que yo le digo, pero ya la conoces cómo es. – Dijo Cassie un poco más relajada.

-¿Quieren venir conmigo? – Preguntó Candy de pronto, los ojos de Annie se abrieron con emoción al pensar que Archie podría unirse al grupo, sin embargo no estaba segura que el joven estuviera ahí.

-No queremos importunar, Candy. – Dijo Cassie segura de declinar.

-No es molestia, no creo que a Anthony le moleste. – Dijo Candy segura de que podía invitar a ambas.

Cuando la hora llegó Anthony tocó puntual la puerta del departamento de las chicas, Candy fue la primera en levantarse para abrirle, estaba emocionada por volver a verlo.

-¡Hola! – Lo saludó con emoción. La sonrisa de Anthony le advertía que también estaba feliz de volver a verla.

-Buen día princesa… - Le dijo Anthony saludándola y al mismo tiempo trayendo a sus recuerdos la imagen de la rubia recostada en el centro de su cama, rodeada de las rosas que él mismo había colocado en su habitación antes de irse. - ¿Descansaste? – Preguntó antes de entrar al departamento.

-¡Como un bebé! – Respondió Candy con entusiasmo. Anthony sonrió y aceptó que Candy lo tomara de la mano para invitarlo a entrar.

-Me alegra escucharlo. – Le dijo acariciando su rostro con ternura, sus ojos azules parecían querer decirle algo, su mirada estaba llena de ilusión y brillo y las esmeraldas de Candy brillaban con la misma intensidad que las piedras preciosas de las cuales parecía había robado su brillo.

-Buenos días, Anthony. – Saludó Cassie con una sonrisa, Annie sonrió tímida y Anthony saludó a ambas con verdadero gusto.

-Muy buenos días señoritas. – Les dijo con una sutil reverencia, besando el dorso de su mano con respeto.

-¿A dónde iremos? – Preguntó Candy con la emoción de una niña pequeña, su emoción era difícil de ocultar y eso provocaba que Anthony sonriera feliz por la alegría que ella demostraba por estar con él.

-Quería llevarte a un pequeño picnic, en el Central Park. – Le respondió Anthony con su sonrisa. La mirada de Candy se iluminó de gozo al recordar que ella desde que había llegado quería ir y conocer aquel lugar del que tanto hablaba la gente.

La expresión en el rostro de Candy, demostró a Anthony que había elegido bien su invitación, este miró a Cassie y con una sonrisa agradeció la idea que ella le había sugerido.

-¡El central Park! – Dijo Candy llena de emoción, parecía una niña pequeña que jamás había salido de paseo. La inocencia y la chispa que Candy irradiaba, era algo con lo que Anthony estaba totalmente maravillado. Había descubierto que le encantaba verla sonreír, que le gustaba complacerla y descubrir lo que más le apasionaba o le gustaba, para él ser el encargado de proporcionárselo. – Desde que llegué quiero ir pero no me he dado el tiempo para hacerlo. – Dijo la rubia queriendo una vez más arrojarse a los brazos del rubio. - ¿Nos acompañan? – Preguntó a Annie y a Cassie, quienes abrieron los ojos sorprendidas, sin embargo a pesar de querer declinar fue imposible que sus rostros no revelaran la emoción que tenían por ir a pasear aquel domingo que si bien estaba nevado, el día parecía más cálido que los días anteriores. Ambas chicas miraron a Anthony como preguntándose qué le parecería a él aquella invitación hecha por la pecosa.

-Tengo una idea. – Dijo Anthony con esa sonrisa que lo caracterizaba, sabía bien que lo que Candy quería era disfrutar un día con sus amigas y al mismo tiempo con él, y él no podía negárselo, porque sabía que eso la haría feliz y había descubierto que lo que más lo hacía feliz a él era hacerla feliz a ella. Candy lo miró esperando que él dijera esa idea que le había surgido. - ¿Qué les parece si nos vamos todos a pasear e invito a mis primos para que nos acompañen? – Preguntó a las chicas, quienes abrieron los ojos llenos de alegría, sobre todo Annie quien al escuchar que invitaría a sus primos, quería decir que Archie iría y así ella tendría la oportunidad de volver a verlo.

-¿No hay problema? – Preguntó Cassie, quien era la que había dado la idea a Anthony de pasear con Candy por ese lugar tan grande y visitado por los neoyorkinos y turistas.

-De ninguna manera. – Dijo Anthony sincero, no era como había hecho los planes, pero sabía que con ellos la rubia sería feliz. Candy lo miró conmovida y agradecida por permitir que los acompañaran.

Annie y Cassie se dirigieron cada una a su habitación para cambiarse de ropa y prepararse para el picnic que recién las invitaban.

-Gracias… - Le dijo Candy a Anthony mirándolo a los ojos. Su mirada acuosa enterneció a Anthony.

-No tienes nada qué agradecer princesa. – Le dijo llamándola con ternura con ese mote que ya parecía era de ella. Anthony posó su frente sobre la de ella y sus narices rosaron permitiéndole a ambos beber sus alientos. – Me gusta verte sonreír. – Le dijo enamorado. Candy contuvo el aliento e inclinó su rostro hacia el frente para ofrecer su boca en un nuevo beso, beso que ambos tenían ganas de repetir.

Anthony se acercó a ella con lentitud, con sutileza, temiendo en su mente tomar aquello que se le ofrecía pero que él aún no podía reclamar como derecho porque ella no era su novia. De pronto se sintió frustrado al recordar que ese era el plan que tenía entre manos cuando organizó aquel picnic.

-¡Estamos listas…! – Dijo Cassie guardando silencio de pronto, cuando se dio cuenta que había interrumpido el beso entre los rubios. Se cubrió su rostro enrojecido y se dio la media vuelta para evitar avergonzarse más de lo que ya estaba. - ¡No vi nada! – Dijo realmente apenada.

Candy sonrió tímida a Anthony, quien le sonrió resignado a esa nueva interrupción, pero al mismo tiempo sentía un alivio en su pecho porque antes de volver a besarla quería asegurarse que ella fuese su novia y no solo una amiga que le permitía besarla cuando ambos lo deseaban.

-¡Perdón! – Dijo Cassie con un movimiento de sus labios a Anthony, a modo de súplica, el rubio le sonrió tranquilo para evitar que la joven se siguiera martirizando por su interrupción.

-Ya podemos irnos. – Dijo Annie, quien se había esmerado para ponerse bonita para su adorado Archie.

-¡Te ves hermosa, Annie! – Dijo Candy con emoción, alabando a su hermana porque sabía el motivo por el cual se había puesto tan bonita.

-Archie se arrepentirá por no haberte venido a buscar antes. – Dijo Cassie una vez más pecando de imprudente. El comentario de la rubia ojiazul provocó en Annie un sonrojo tan intenso que era imposible de ocultar.

-Archie ha estado un poco indispuesto. – Dijo Anthony en respuesta de lo que había dicho Cassie, comentario que hizo que Annie se preocupara de inmediato por su novio.

-¿Ha estado enfermo? – Preguntó Annie preocupada por él.

-Nada de cuidado. – Dijo Anthony seguro que el malestar de su primo era pasajero. Annie se relajó un poco con la nueva información, ya que eso justificaba la ausencia de su novio esos dos días.

-¿Iremos por tus primos?- Preguntó Candy a Anthony.

-Les pudiera hablar por teléfono y esperar a que vengan hasta aquí. – Respondió Anthony para saber si estaban de acuerdo con ello.

-En la recepción hay teléfono. – Dijo Cassie casi de inmediato.

Anthony de inmediato se ofreció a ir hasta la recepción del edificio para llamar a sus primos e invitarlos a ese nuevo plan que había surgido, mientras las chicas se dedicaban a preparar más comida de la que seguramente Anthony tenía lista solo para ellos dos.

Esperaron al menos una hora en lo que Stear y Archie llegaron para iniciar aquel domingo en el que no tenían nada planeado.

-Buen día. – Dijo Annie con una sonrisa tímida al ver a su novio. Archie le sonrió con ternura al ver que su novia estaba muy linda esa mañana.

-Buen día damita. – Le dijo Archie besando el dorso de su mano con delicadeza, el tono rojo de Annie se encendió de pronto en su rostro, haciendo que sus ojos azules resaltaran aún más.

-¿Estás mejor? – Preguntó ante la confusión de Archie. – Anthony me dijo que habías estado indispuesto. – Aclaró la pelinegra para que su novio comprendiera que había sido excusado por su ausencia. Archie miró a Anthony y le agradeció con una mirada cómplice que era normal entre ellos. El rubio asintió aceptando su agradecimiento.

-Me siento mucho mejor. – Dijo Archie abrazando a su novia sintiéndose culpable por haberla abandonado dos días sin siquiera darle una explicación. Candy lo miró incómoda y este bajó la mirada apenado cuando divisó lo hermosa que se veía la rubia.

-Me alegra mucho. – Dijo Annie verdaderamente feliz de que su novio estuviera bien.

-Bien, es hora de irnos. – Dijo Stear quien al igual que Anthony tenía la intención de pasar un día agradable. Archie asintió y ofreciendo su brazo a su novia, avanzaron hasta la salida.

Annie se abrazó del brazo de Archie sintiéndose dichosa de estar con él, un sentimiento de culpa asaltaba a Archie, quien recordaba las palabras dichas por Candy, cuando había tenido el atrevimiento de llevarle una rosa con la intención de mostrarle su interés por ella.

-Si no la amas aléjate de ella… no la lastimes… - Resonaban las palabras de Candy una y otra vez en su cabeza, por ese motivo él había estado evitando a la joven, sin embargo se le olvidaba un pequeño detalle, él se había precipitado y se le había declarado, pidiéndole que fuese su novia sin medir la consecuencias de lo que esto implicaría.

Archie podía sentir que la mirada de Candy era de reproche, de recriminación, imaginándose que la rubia no lo tendría en un buen concepto después de su terrible atrevimiento.

-Bien, creo que nosotros iremos solo de mal tercio. – Dijo Stear ofreciendo su brazo a Cassie, quien lo tomó divertida por su comentario.

-No me importa siempre y cuando no te sientas incómodo. – Dijo Cassie mientras caminaba con el inventor.

-De ninguna manera. – Explicó Stear más tranquilo al ver que la actitud de la joven Britter, era una actitud amistosa fuera del romance o el interés romántico en él. – Ambos sabemos que estoy comprometido y eso hace que me sienta más relajado porque sé que no hay nada de malo en tener una amiga. – Dijo el inventor con una gran sonrisa.

-Que afortunada es tu prometida. – Dijo Cassie admirando que Stear era un chico honesto y sincero. - ¿Dónde se encuentra ella? – Preguntó animada para saber acerca de la prometida de Stear.

-Se encuentra en Inglaterra, pero espero que pronto llegará. – Dijo seguro de que la guerra estaba desplazando a las familias del viejo continente.

-Entonces pronto me quedaré sin acompañante. – Dijo Cassie simulando un puchero por saber que pronto sería la prometida de Stear la que acompañara a sus amigas y sus respectivos novios.

El timbre del ascensor se dejó escuchar, y antes de que los seis jóvenes ingresaran, la figura alta y esbelta de Terry se dejó venir hacia ellos.

-¡Vaya! – Dijo en señal de burla a las parejas que estaban frente a él. – Que agradable sorpresa. – Dijo de nuevo el castaño observando a Candy detenidamente, para después poner su mirada en Anthony, quien lo miró molesto por su atrevimiento.

-Lamento no poder decir lo mismo. – Dijo Archie de inmediato, impidiendo que Anthony respondiera como debía por su atrevimiento. Terry lo miró de soslayo ignorando su comentario, mientras Annie se aferraba más al brazo de Archie y este la protegía.

Anthony se puso frente a Candy para evitar que el actor siguiera poniéndola incómoda con su mirada tan poco caballerosa, mientras Cassie lo miraba maravillada porque tenía un par de días sin verlo.

-¡Buen día! – Cassie fue la única que se atrevió a saludarlo con gusto, provocando que los cinco restantes se dieran cuenta de la emoción que Terry causaba en ella.

-¿A dónde van si se puede saber? – Preguntó Terry dirigiendo su mirada a la rubia ojiazul, a sabiendas que aquella joven le diría todo lo que quería saber al respecto de la salida de la rubia de ojos verdes y Anthony.

-Iremos al Central Park… ¿Quieres venir? – Preguntó Cassie casi de inmediato, logrando que todos los demás pegaran un salto sorprendidos por aquella invitación que había hecho la joven, deseando que aquel rebelde que visiblemente estaba trasnochado declinara la oferta.

-¿Por qué no? – Dijo Terry entrando junto a ellos antes de que las puertas del elevador se cerraran. La única que sonreía era Cassie, quien miraba a Terry con unos ojos brillantes e iluminados.

-Hazte para allá, ¡Apestas! – Dijo Archie empujando a Terry para alejarlo de Annie y por consiguiente de Candy, quien se sentía muy incómoda por la presencia del actor al igual que todos los demás, sabía que no había sido una buena idea que Cassie lo invitara y así lo hizo saber con su mirada.

-¿Qué? – Preguntaba Cassie con la mirada a Candy, quien le reprochaba lo que había hecho. Candy negó molesta y Annie miraba a Terry queriendo ocultarse en el abrigo de Archie.

-¡Bu! – Le dijo Terry con burla, aquel sonido burlesco hizo que Annie brincara un poco y eso terminó de molestar a Archie y a Anthony.

-¡Eres un imbécil! – Dijo Archie quien buscaba sacar el coraje que tenía en su pecho.

-¡Tranquilo Archie! ¿Qué no ves que eso es lo que busca? – Dijo Anthony interponiéndose entre su primo y el actor y al mismo tiempo en la vista que este dirigía a Candy.

-Lo que busco no es precisamente eso. – Dijo mirando a Candy por encima del hombro de Anthony, quien de inmediato reaccionó enfrentando a Terry de frente.

-Ten un poco más de respeto, Grandchester. – Dijo Anthony intentando controlar su temperamento. Terry sonrió de lado mirando a Candy, después a una Annie asustada y por último a una Cassie quien le suplicaba que se controlara.

-Solo porque estoy rodeado de señoritas… - Dijo Terry con sarcasmo, indicando que todos eran unas niñas.

-¡Señorita tu abuela! – Dijo Archie tomando a Terry por la solapa para enfrentarlo, sin importarle ya que estuviera su novia y las otras dos chicas dentro del elevador.

Las puertas del ascensor se abrieron en ese momento y Archie sacó a Terry del reducido espacio, buscando una pelea para sacar la frustración que tenía dentro.

-¡Archie por favor! – Dijo Annie con temor, pero Archie no la escuchó.

Anthony y Stear de inmediato se dejaron ir para agarrar al actor y a Archie, quien demostraba que estaba realmente molesto por que estuviera ahí.

-¡Suéltame! – Gritó Terry cuando sintió que las manos de Anthony lo tomaban por los brazos, para alejarlo de Archie.

Terry podía conocer a Anthony, no era la primera vez que este detenía una pelea entre él y su primo, tampoco era la primera vez que se enfrentara a una pelea con él, así que su intención era girarse tomándolo desprevenido y así golpearlo para vengarse de que hubiera puesto los ojos en la pequeña pecosa.

Anthony esperaba aquella reacción de Terry, no era la primera vez que lo atacaba de esa forma y lo tomó por el brazo inmovilizándolo para ponerlo contra la pared, antes de que el rebelde hiciera algo para tomarlo por sorpresa.

-¿Y se supone que eres un caballero inglés? – Le preguntó Anthony con molestia al adivinar la traición que cometería.

-¡Suéltame! – Decía Terry molesto por haber sido él el que había sido tomado por sorpresa.

-¡Anthony! – Dijo Candy sorprendida porque no quería que se enfrentara en una pelea. Anthony miró a Candy y por consideración a ella aflojó su agarre. Terry aventó sus brazos y se acomodó el cuello de su camisa.

-¿Estás bien? – Preguntó Cassie preocupada por el actor.

-¡Estoy bien! – Dijo Terry advirtiendo con la mirada a Anthony. El rebelde pasó la vista por todos los presentes y pudo ver molestia en los ojos de Candy, temor en los de Annie y una profunda pena en los ojos azules de Cassie, por alguna razón sintió culpa al ver a Cassie, ya que ella era la única que se había tomado la molestia de invitarlo. – Ya no tengo ganas de ir con ustedes. – Dijo mirando a todos con cierto desprecio, dándose la media vuelta para presionar nuevamente el botón de subir del elevador.

Anthony se quedó mirando al actor, quien también lo veía molesto, se sentía celoso, quería partir su cara, sin embargo comprendía que estaba frente a tres damas que no tenían la culpa de pasar un mal rato por su culpa, después de todo a pesar de lo que todos pudieran creer él si era un caballero inglés. Terry lo miró por última vez y recordó la vez que él mismo había hecho referencia a su condición de caballero, hacía mucho tiempo, allá en el San Pablo, cuando se enfrentaba nuevamente a Archie frente a Elisa y sus amigas, él le había reprochado que no era de caballeros pelear frente a las damas y ahora él era reprendido por lo mismo.

El ascensor se cerró y con esto las miradas de Anthony y Terry se interrumpieron, eran miradas de reto, en las que se advertían que ninguno de los dos iba a Ceder. Anthony no tenía por qué hacerlo cuando él era el que era correspondido por Candy, mientras Terry era solo el vecino incómodo que se dedicaba a hacerles la vida imposible.

-Lo siento mucho, Candy… - Dijo Anthony molesto por haber perdido el control frente a ella.

-¡Anthony! – Dijo Candy corriendo detrás de él al ver que el joven rubio caminaba hacia la salida con verdadera frustración.

-Lo siento. – Dijo Cassie verdaderamente apenada, comprendiendo que había sido una mala idea invitar al rebelde.

-¿Cómo se te ocurre, Cassie? – Le llamó la atención Annie, quien ya estaba un poco más repuesta del susto que Terry le provocaba. Cassie bajó la mirada apenada.

-¿Te encuentras bien? - Preguntó Archie al ver que Annie continuaba nerviosa. Annie asintió agradecida y se refugió en los brazos de su novio.

-Vamos… - Dijo Stear dispuesto a ir junto a Anthony y Candy, quienes de seguro estarían esperándolos. Cassie asintió avergonzada, pero las ganas de salir de paseo habían disminuido.

Anthony caminó de prisa hasta salir del edificio, molesto con él mismo por haber arriesgado la seguridad de las damas que lo acompañaban, sobre todo la de Candy, quien al estar más próximo a él podría haber salido lastimada. Candy lo encontró afuera caminando de un lado a otro, estaba visiblemente molesto y lejos de molestarse ella con él lo miró con ternura.

-¿Cómo estás? – Le preguntó una vez que Anthony la descubrió observándolo. Anthony sonrió avergonzado.

-Soy un tonto. – Dijo Anthony con verdadero pesar. – Lo siento, pecosa… - Le dijo acercándose a ella con ternura. Candy lo miró acercarse a ella y sus ojos expresivos se abrieron grandes.

-No eres un tonto. – Dijo Candy con admiración, había sentido el esfuerzo que había hecho por contenerse todo el trayecto en el elevador, imaginando que lo único que Terry buscaba era molestarlos a todos. – Terry es capaz de sacar a todos de sus casillas. – Dijo Candy con travesura, recordando los enfrentamientos que habían tenido desde que ellas habían llegado a vivir al edificio. Anthony la observó enamorado, acarició su mejilla y desvió un rizo que se ponía frente a sus ojos. – Incluso yo he discutido con él en más de una ocasión. – Dijo Candy con un poco de pena por revelar que había tenido que pelar con un chico para defenderse a sí misma y a sus amigas.

-¿Se ha atrevido a faltarte al respeto? – Preguntó Anthony aún más molesto por escuchar aquello que decía la rubia. Candy acarició su rostro con la misma ternura que él le demostraba y los pulmones de Anthony se quedaron sin aire.

-Sé manejarlo. – Dijo Candy guiñándole un ojo de manera coqueta.

-También a mí… - Dijo Anthony perdiéndose en su mirada esmeralda. El rostro de Candy se encendió rápidamente y le sonrió con timidez.

-¿Está todo bien? – Preguntó Archie al ver que su primo y Candy estaban muy cerca uno del otro.

-Está todo bien. – Dijo Candy aferrándose al brazo de Anthony.

-Anthony quiero pedirte una disculpa por arruinar el plan que tenías con Candy. – Dijo Cassie con arrepentimiento.

-¿Quién dijo que se arruinó? – Preguntó Anthony con una sonrisa, advirtiendo todos que la molestia que había mostrado momentos antes había desaparecido, incluso Archie y Stear estaban sorprendidos, porque más de una vez que habían apreciado esos enfrentamientos Anthony necesitaba una dura carrera a caballo para calmar su temperamento, sin embargo en esos momentos Candy lo había tranquilizado casi por completo. - ¿Nos vamos? – Le preguntó a Candy con una sonrisa radiante y Candy asintió dejándose guiar por el rubio.

Archie sonrió con timidez a Candy, aún no se sentía del todo a gusto estando cerca de ella y teniendo a Anthony y a Annie cerca de él. Candy le sonrió con cierta melancolía al recordar que él no tenía bien definidos sus sentimientos hacia su hermana del alma.

-Vamos, Cassie. – Dijo Stear ofreciendo el brazo a la joven para que se animara a acompañarlos, había notado que la joven ya no quería ir a pasear. – Recuerda que los dos juntos somos el mal tercio, no me dejes solo. – Le dijo con travesura. Cassie sonrió por las palabras de Stear, quien una vez más la hacía reír. - ¿En el tuyo o en el mío? – Preguntó Stear cuando llegaron hasta los automóviles.

-En el mío… - Dijo Anthony arrojando las llaves de su auto a Stear, quien las atrapó por inercia, descifrando la mirada traviesa de su primo, este sonrió de lado al ver que Anthony pretendía ir tranquilo junto a su dama.

-Vamos señorita Britter. – Dijo Stear caballerosamente, exagerando un poco sus ademanes frente a la joven Britter.

-Vamos joven Cornwell. – Dijo Cassie ya un poco más recuperada de la vergüenza que había sentido por casi arruinar el paseo.

Archie terminó de acomodar los bocadillos en la parte trasera del auto y se acomodó junto a Candy, ya que delante del vehículo iba Stear al volante, Cassie junto a él y Annie enseguida de ella. En la parte trasera se subió Candy, Anthony junto a ella y Archie se acomodó detrás de Annie, quedando Candy al centro de los dos caballeros. Archie sonrió tímido a Candy y esta correspondió también incómoda a la sonrisa.

-¿Listos? ¡Vámonos! – Dijo Stear encendiendo el vehículo para comenzar su camino hasta la quinta avenida por donde entraría hasta el Central Park.

Cuando llegaron hasta el parque, Anthony fue el primero en bajar y antes de ayudar a Candy a descender del vehículo se aseguró que las cosas que llevaban estuvieran bien, con tanto brincoteo por culpa de la nieve que había en el camino no era seguro que no se hubiera derramado algo.

-Candy yo… - Quiso decir Archie para excusarse con Candy.

-Archie… - Dijo Candy antes de que Archie hablara. – Si decidiste quedarte junto a Annie, asegúrate de cuidarla… ella te ama… - Dijo una vez más antes de que el joven hablara. Archie asintió avergonzado y miró a Annie quien esperaba que la ayudara a bajar del vehículo.

-¿Lista? – Preguntó Anthony quien ofreció su mano para que Candy la tomara y ella se sorprendió porque regresó más rápido de lo que hubiera esperado.

-¡Lista! – Dijo con una sonrisa que evidenciaba que estaba sorprendida. Anthony miró a Archie y este le sonrió de lado, teniendo el rubio un presentimiento al ver la reacción de su primo, quien de inmediato se bajó para ayudar a Annie a bajar del vehículo.

-¿Todo bien? – Preguntó Anthony a la rubia al ver que su primo se ponía un poco nervioso.

-Espero que si… - Dijo Candy con un fuerte suspiro. Anthony la observó fijamente, sabía que su primo tenía algo que ver con su estado de ánimo.

-¿Qué sucede pecosa? – Preguntó Anthony al ver que la joven rubia suspiraba con cierto desánimo. Al mismo tiempo Archie no perdía de vista a la pareja, a pesar de que avanzaba junto a Annie hasta una zona donde pudieran almorzar tranquilamente. - ¿Archie te ha hecho algo? – Preguntó cuestionando el motivo por el cual ambos estaban extraños.

-¡No! – Dijo Candy de inmediato, queriendo evitar un enfrentamiento ahora entre Anthony y Archie, la rubia ya se había dado cuenta que ninguno de los dos era de temperamento tranquilo. – Lo que sucede es que creo que Archie no está muy interesado en Annie. – Decía Candy mirando a su hermana y a Archie, quien miraba de vez en cuanto hasta donde estaban los rubios, tal vez temeroso de que Candy lo delatara con su primo.

-¿Por qué lo dices? – Preguntó Anthony mirando a su primo girar su rostro de manera ágil.

-Annie es una chica muy noble, pero ingenua. – Dijo Candy caminando mientras Anthony llevaba una de las canastas con comida. Anthony la miraba con atención, esperando que le confesara sus temores. – Y ella no se dio cuenta que Archie se sorprendió cuando lo cuestionó sobre su salud. – Dijo la pecosa mirando a Anthony, quien advirtió que la joven enfermera se había dado cuenta que él había dicho una excusa para justificar su ausencia.

-No quise entrometerme. – Dijo Anthony avergonzado a la rubia.

-¡No! – Dijo Candy con nerviosismo, no quería delatar a Archie, no solo por no causar un problema entre los chicos, sino porque no quería lastimar a su hermana, que al parecer estaba muy enamorada del elegante chico. – No es eso… - Dijo Candy con una sonrisa desanimada, aquella sonrisa lastimó a Anthony, porque él seguía intentando que ella simplemente fuera feliz.

-Archie es un buen chico. – Dijo Anthony intentando que Candy se sintiera más tranquila con respecto a su primo. – Te aseguro que a pesar de parecer un poco inmaduro es noble y sería incapaz de lastimar a Annie. – Dijo el rubio seguro de hablar con Archie para evitar que hiciera daño a Annie y con esto mismo que Candy sufriera por el sufrimiento de su amiga. Candy sonrió agradecida y Anthony perdió una vez más el aliento.

Continuará…


Por hoy ha sido todo hermosas, espero que les haya gustado este capítulo.

Quiero pedir una disculpa por no actualizar el sábado, pero en verdad me fue imposible hacerlo, los tiempos no se me han acomodado y por una situación médica es probable que más adelante tenga que poner pausa a la historia, pero con la promesa de seguirla en cuanto me sea posible.


AGRADECIMIENTOS ESPECIALES

TeamColombia:

Hola hermosas, espero que estén bien, gracias por su preocupación, estoy bien gracias a Dios, sigo viva jajaja, pero sí creo que no has descifrado que estoy actualizando martes, jueves y sábados, los demás días me es imposible hacerlo.

Efectivamente Archie está molestando un poco, pero creo que es más por remordimiento que por otra cosa, después de todo el enamoramiento que ha despertado en él por Candy no es pasajero tampoco aquí.

Muchas gracias por leer y comentar, espero leer pronto sus comentarios. Les mando un fuerte abrazo a cada una de ustedes.

Julie-Andley-00:

Hola hermosa, ¿Cómo estás? Espero que muy bien. ¿Cómo ves con Anthony? que bueno que aquí si lleva dinero en la cartera jajaja. Archie es un buen chico, pero un poco inmaduro, el remordimiento es el que no lo dejará vivir tranquilo por un tiempo. Te mando un fuerte abrazo amiga.

Usagi de Andrómeda:

Hermosa! Que lindo comentario! Gracias! Me alegra que mis palabras puedan lograr proyectarse en tu mente es lo que intento lograr y me alegra saberlo! Definitivamente tener unos personajes tan perfectos como estos no son buenos para la soltería jajaja, pero esperemos que pronto consigas a un galán que si no es guapo, perfecto y rico como ellos, si sea una persona que te quiera mucho y que te trate con mucho amor.

Mil gracias amiga por tus lindas palabras, me alegra que continúes con la lectura, te mando un fuerte abrazo.

gidae2016:

Hola hermosa! Creo que Anthony siempre se destacó por ser un perfecto caballero y además muy romántico, todo lo decía con flores y su linda sonrisa y aunque era un niño su personalidad ya estaba definida.

El desarrollo de estos capítulos están muy seguidos, desde la cita sí cita han pasado solo unos tres días, por ello aún no se declara, Anthony es muy cuidadoso, va lento pero seguro jajajaja.

Hermosa, mil gracias por tu comentario, te mando un fuerte abrazo!

Luz Mayely León:

Hola amiga, ¿Cómo estás? Muchas gracias por tú preocupación, estoy bien gracias a Dios.

Efectivamente Anthony ya tiene un poco más de confianza y ahora sabe que tiene algo muy seguro con la rubia sigue adelante, así que mientras la deja durmiendo entre rosas va dando el siguiente paso. Archie tiene la cola entre las patas, pero creo que los remordimientos le harán malas pasadas.

Te mando un fuerte abrazo hermosa.

Silandrew:

Hola hermosa! ¿Cómo estás? Como siempre espero que estés muy bien. Muchas gracias por dejarme tu comentario. Poco a poco van avanzando pero creo que ese amor que flota en el aire ya los tiene en sus manos jijiji.

Hay un episodio, no sé si lo recuerdes, en el que Elisa cae en una trampa que Nail hizo para Candy, sin embargo Elisa es la que cae en ella siendo Terry quién la rescata, ahí hay un momento en el que el interés de Terry se ve reflejado en sus ojos, tal vez es solo apreciación mía, pero de ahí me basé para imaginarlo interesado en la caprichosa muchacha.

Muchas gracias por tus buenos deseos amiga, te mando un fuerte abrazo y como siempre espero tus comentarios.

María José M:

Hola hermosa! ¿Cómo estás? Te extrañé en el capítulo pasado, pero te perdono solo porque estabas ocupada leyendo jijijijiji. Es bueno que Anthony aprenda de ti jajajaja.

Me alegra que te haya encantado! En verdad que Anthony deja a todas enamoradas, me incluyo aunque con respeto a la pecas, es solo de ella, pero eso no evita que suspire por sus lindos ojos jajaja.

Gracias por leer y comentar hermosa, como siempre un placer leer cada uno de tus comentarios, me haces el día. Te mando un fuerte abrazo.

P.D. Hola tranquila, fue un comentario aislado nada más, nadie más comentó nada, ¿Tal vez se equivocó?

Rose1404:

Hola hermosa! Me alegra saber que estás bien. Muchas gracias por leer.

¿Quién no sentiría celos de Candy con tremendo rubio tan guapo, romántico y además enamoradísimo hasta las cachas jajaja? definitivamente Candy es una suertuda.

Mi marido tampoco es romántico y cuando le reclamo me dice "Sí así tenemos tres plebes, no quiero imaginarme si fuera romántico" jajajajaja. Tal vez hubieran podido ser amigos, pero al conocer a Candy dudo mucho que podrían haber mantenido esa amistad por mucho tiempo.

Creo que Terry solo se fijó en el envase, pero al destapar el olor del perfume salió corriendo del colegio jajaja.

Hermosa, mil gracias como siempre por leer y dejarme un comentario. Te mando un fuerte abrazo!

Luna Andry:

Hola hermosa! Definitivamente deberán surtirse pronto, espero haya más en la proveedora. No vi Floricienta, pero me imagino que debe haber sido bellísimo el panorama.

El viaje lo tenían planeado desde antes de conocer a Candy y ahora el pobre Anthony tiene un dilema si ir o quedarse. Terry más que nada es rebelde, y no se deja influenciar mucho por los demás, sigue sus propias reglas y más que nada lo que cree que es correcto o mejor dicho lo que él quiere conseguir.

Me alegra que te haya gustado el capítulo, espero que este también haya sido de tú agrado. Te mando un fuerte abrazo amiga

ViriG:

Hola hermosa! ¿Cómo estás? Espero que muy bien, no te comas las uñas (un manazo con cariño jijijijij)

Definitivamente yo soy partidaria de esa pareja (Terry-Elisa) pero me hay tirado duro con ello jajaja por eso mejor me la llevo más leve, con Tom ni se diga, creo que este vaquero tiene todo para domar a la fiera que es Elisa Leagan, aunque me dicen seguido que ella no tiene nada de bueno en su alma.

Archie es bueno, inmaduro, pero bueno, solo le falta calmar un poco el remordimiento por su atrevimiento.

Debe de ser hermoso el invierno en Nueva York, definitivamente solo puedo decir que lo tengo en mi imaginación, no he tenido la oportunidad de viajar hasta allá, ojalá pueda hacerlo algún día.

Creo que Anthony se lució con esa culpa que sentía, compro todas las rosas que tenían de repuesto en la florería jajajaja, esperemos con paciencia la primavera para que haya de nuevo.

Hermosa, muchas gracias como siempre por leer y comentar, espero que te haya gustado esta capítulo, te mando un fuerte abrazo.


Muchas gracias a todas y cada una de las lectoras que se toman la paciencia de darme un espacio en su tiempo, gracias por darme un pedacito en su mente. Les mando un fuerte abrazo hermosas!


GeoMtzR

22/10/2024.