( ASH: Fate Apocrhypha, opening 2)
(Cuando la música comenzó a sonar, los símbolos de los elementos Bakugan pasaron como guiados por el viento hasta aparecer el símbolo de los seis atributos juntos, y adelante apareció el titulo)
Tal como gotas de lluvia que caen sin rumbo, sin fijar dirección.
(De noche, Dan ve la luna con algunas hojas llevadas por el viento pasando. Las hojas pasan cerca de su rostro, que se alzo al frente con ojos llenos de determinación. En una toma diferente, se ve a Camilo de espaldas a Dan, quien bajo la mirada con algo de tristeza. Se ve por unos instantes el domo de acceso al Interespacio de día)
¡Nuestros sentimientos siguen el camino que eligen!
(Luna mira a la luna con tristeza, para ver a Marduk ponerse a su lado y sonrió. De manera consecutiva se ve al resto de peleadores: Shun sentado en la rama de un árbol, Snow chocando sus puños con una sonrisa, Marucho tecleando en su computadora, Felipe de pie en una arena de combate, Page, Rafe y Serah hablando hasta ver hacía adelante).
Un negro amanecer, verás que pronto llega. Pronto vendrá...
(Goodwin, usando una armadura de plata encima de su traje camina por los pasillos del castillo, su capa blanca ondeo. Paso al lado de Kazarina, quien sonrió cruelmente al verlo. Se ve desde abajo y subiendo rápidamente el oscuro castillo, hasta la punta, donde Goodwin estaba de pie, a su izquierda estaban Kazarina y Sellon, y a su derecha, Anubias y Caligula. Los cuatro con sus Bakugan).
(Se ve una imagen dividida de la Puerta y la Llave que tienen Dan y Drago).
Los pedazos de este sueño solo pueden causar dolor. Incluso llegar a tener miedo a creer.
Selen lanzo un rayo de luz que Fury aparto fácilmente retrocediendo en el aire. Vladitor se acerco a Fury y choco su espada con las cuchillas de su enemigo, soltando chispas. Caligula tenía una mirada de oscura excitación al ver la batalla).
¿Qué marca, yo dejaré en este mundo junto con mi decisión? Yo quiero saber...
(H y Abbott miran al cielo azul con una mirada preocupada. Abbott y H se miran, asintiendo y el segundo se retira. El escenario cambia al Interespacio, donde Lumagrow salta en el aire y el cielo es rojizo).
Superándome a mi mismo se que yo volveré a nacer. ¡La fe es lo único que me podrá fortalecer!
(Xerxes choca sus armas con las garras de Lumagrow en un combate intenso donde ambos caen en el aire. Al mismo tiempo, Horridian esquivo una flecha, e Artemis cargaba en su arco otra flecha que disparo al mismo tiempo que Horridian lanzaba rayos de energía de sus bocas, creando una explosión al chocar. Entre las llamas de la explosión, Lirian desvía los ataques de Isis mientras ambas pelean en el aire).
¿Qué marca, yo dejaré en este mundo junto con mi decisión?
(Drago hace a un lado las llamas mientras ve como un ejercito de Bakugan Caos se acerca a él. Onix, Wolfuro y Boulderon se alzaron con su armamento y Bakunanos respectivamente. Secuencialmente, se ve el ojo de Leonidas cambiar de su color normal a un tono rojizo, a Ginebra viendo el amanecer, a alguien usando una armadura oscura, un cuerpo en el suelo con un agujero en el pecho y sangrando y a Morgan con las manos juntas como si estuviera rezando).
¡La oportunidad llegara!
(En un destello, se ve a Camilo abriendo los ojos y la imagen lo rodea para ver que estaba de pie frente a Goodwin. En su espacio oscuro, el Dragón Carmesí extiendo sus alas para que en otra toma, se vea a un individuo de armadura negra de espaldas viendo al horizonte desde el castillo negro de Goodwin con su capa roja ondeando).
Capitulo 40: Bienvenida Incomoda
-Se que debería estar acostumbrado, pero no deja de sorprenderme lo fácil que los Peleadores se meten en situaciones de vida o muerte-.
Camilo tuvo que estar de acuerdo con Leonidas. Cuando fueron empujados al portal, esperaban volver a la Tierra, aunque no esperaban volver directo al Interespacio Bakugan, y mucho menos esperaban ver el gran parte del Interespacio infestado de esos Bakugan Caos.
Leonidas sobrevoló en dirección al gran grupo de Bakugan que veía reunidos. Los Bakugan Caos que volaban lo sintieron venir y dispararon contra ellos.
-¡Poder activado: Trueno Estelar!-.
Leonidas disparo un potente trueno blanco que choco con los distintos disparos de frente que fueron en su dirección. Los ataques colisionaron y se negaron entre si.
Más Bakugan Caos de distintas dispararon rayos de energía de distintas direcciones. Leonidas esquivaba los ataques, pero eran demasiado para esquivarlos todos, y él no era precisamente pequeño.
-¡Doble poder activado: Escudo Fugaz + Colmillo de Luz!-.
Leonidas creo una esfera de energía, pero en vez de usarlo como escudo, la altero para que fuera una burbuja que lo encerrara, evitando que los distintos ataques le den mientras volaba. Y al estar ya encima del área de los Bakugan, junto sus manos y lanzo un tornado de energía amarrillo que mando volando, alejando a los Bakugan Caos más cerca.
Los Peleadores, los Vexos y el Equipo Anubias vieron todo eso en una secuencia rápida de movimientos. El Equipo Anubias estaba sorprendido de ver a Camilo y Leonidas volver después de su aparente desaparición, y los miembros de los Peleadores estaban felices de ver a su compañero volver. Unos más que otros.
Leonidas aterrizo en el suelo al lado de Drago, y Camilo se deslizo por la espalda del dragón, deslizándose por su cola y cayendo a espaldas de Dan.
-Miren quien volvió. Esa fue una gran entrada- saludo Dan.
-A Leonidas y a mi nos gusta llamar la atención- sonrió Camilo. -Pero veo que están en problema- insinuó, viendo el panorama. -¿Qué tan mal esta la situación?-.
-Igual que siempre-.
-¿Tan mal?-.
Tres Percivals dispararon bolas de energía contra ellos.
-¡Poder activado: Enchio Rojo - Ataque de Espadas!-.
Taylean aterrizo frente a ellos y disparo una ráfaga de kunais hechos de energía Ventus que explotaron con los ataques enemigos, cancelándose.
Shun aterrizo cerca de Dan y Camilo.
-Después habrá tiempo para charlar, ahora tenemos que deshacernos de estos Bakugan Caos- declaro el ninja. -Si no los eliminamos pronto, infestarán todo el Interespacio y será imposible detenerlos-.
-Entonces es hora de sacar la artillería pesada- la declaración de Dan confundió un poco a sus dos amigos. -¿Estas listo, Drago?-.
Drago, quien entendió lo que planeaba Dan, asintió. -Sabes que sí-.
Drago brillo de energía carmesí, energía que fue al cielo, creando nubes de tormenta. De las nubes se abrió un portal de energía, y del cual cayo Zenthon en frente del grupo. Su caída provoco un temblor en el suelo que hizo que los humanos casi se caigan.
-Los tres somos uno. Juntos venceremos- declaro Zenthon.
-¡¿Qué diablos es eso?!- Exclamo Shadow, señalando a Zenthon con la uña.
-¿Los Peleadores ahora pueden invocar robots gigantes? ¡Eso ya es absurdo!- Exclamo Lync.
-Pues yo creo que es genial- comento Brontes.
Los únicos que no estaban sorprendidos eran los Peleadores, Serah, Rafe, Page y sus Bakugan. El Equipo Anubias retrocedió un poco por miedo, recordando el caos que casi provoca el Mechtogan la última vez.
-Ese Mechtogan hablo, ¿ya pueden controlarlo?-.
-Parece que nos perdimos de muchas cosas, Leo-.
Leonidas y Camilo estaban más impresionados al ver a Zenthon, pero no sorprendidos de que Dan y Drago lo controlaran. Si ellos pudieron controlar a su Mechtogan, era obvio que Dan y Drago podrían hacerlo.
-De acuerdo, ¡acábalos ahora, Zenthon!-.
A la orden de Dan, Zenthon abrió la boca, desplegando los cañones de su boca y disparando un bombardeo de balas de energía a los Bakugan aéreos.
-¡Poder activado: Cazador Thore!- Drago disparo un rayo de energía que se dividió en múltiples rayos más pequeños que golpearon a diferentes enemigos en el aire.
-No me quedaré sentado viendo como Drago derrota a todos después de regresar- Leonidas dio un paso al frente.
Camilo asintió. Era una buena oportunidad para demostrarles a los demás su entrenamiento.
-¡Poder activado: Llamarada Hermana de Dragón!-.
Usando el poder Pyrus, Leonidas lanzo una llamarada que la punta tomo la forma de la cabeza de un dragón, arrasando a varios Bakugan Caos en el aire, y moviendo su cabeza para que el ataque siguiera a los Bakugan que estaban a los lados.
Los Bakugan Caos que estaban en el suelo saltaron hacía los dos dragones, pero Taylean y Vladitor se les interpusieron.
-¡Poder activado: Relámpago Afilado!-.
-¡Poder activado: Empujón de Oscuridad!-.
Los ataques de los dos Bakugan acabaron fácilmente con el grupo de Bakugan Caos que saltaron.
-¡Volt, se están quedando con toda la diversión!- Se quejo Brontes como niño al ver como quedaban opacados.
-¡No vine de Vestal para quedarme a ser espectador! ¡Quiero luchar!- Apoyo Ikarus.
-Bueno, veo muchos Bakugan Caos en el lugar... creo que habrá un poco para todos- dijo Vulcan.
-¿Y entonces que estamos esperando? Nunca fui un buen espectador- dijo Spectra.
Con esas palabras, los Vexos y sus Bakugan se unieron a la batalla.
-¡Esto si es una lección que me gusta!- Declaro Page. El campo de batalla, muchos enemigos que enfrentar junto a su Bakugan, peleando al lado de poderoso guerreros... su sangre Gundaliana hervía de emoción. -¡No te quedes atrás, Boulderon!-.
-¡Si señora!-.
-También tenemos que aportar nuestro grano de arena, Rafe- le dijo Serah al estudiante de Caballero del Castillo.
-¡Si!- Asintió Rafe determinado. -¡Wolfuro!-.
-¡Lirian!-.
Ambos Bakugan del Neathia también se unieron a la lucha.
Claire miraba a Camilo, no le quito la vista desde el momento en que lo vio descender. Desde su posición trasera, solo podía verle la espalda, este ni siquiera la había notado al concentrarse de inmediato en la lucha. Ella quería acercarse a él, hablarle de todo lo que ha pasado, de sus sentimientos...
Pero no era el momento de dejarse llevar por sus emociones, de ser irresponsable. Estaban en una batalla campal donde debían ganar. Habría tiempo para charlar después.
Un Bakugan Caos ataco desde el cielo, pero el ataque fue detenido por Lionel, y el Bakugan Caos fue rematado por una flecha de Artemise.
-¡Reacciona, Claire! Pareces estar perdida- dijo Sabine, colocándose al lado suyo. Vio en la dirección que la pelinegra miraba, viendo la espalda del recién llegado. -Así que ese es Camilo...-.
Solo conocía al chico por fotos y palabras de otros, ya que cuando llegó a la Tierra, él ya se había ido a quien sabe donde... y ahora había regresado.
Frunció el ceño y se concentro en la batalla.
En cuestión de segundos, toda el área B se lleno de explosiones de ataques lanzados y Bakugan Caos derrotados que se comenzaron a extender fuera del área. Aunque los superaban en cantidad, los Peleadores y sus aliados superaban a sus enemigos en calidad.
Anubias gruñía como un animal furioso y apretaba los puños y dientes, mientras que Sellon estaba cruzada de brazos, con el ceño muy fruncido y sus manos temblando de coraje.
El grupo de Bakugan Caos, que según Goodwin, debían ser de 700 Bakugan Caos… estaba siendo masacrado en cuestión de minutos.
Ambos no iba a admitir la derrota tan fácil. Estaban a punto de equipar a sus Bakugan con sus Bakunano, hasta que...
-"Suficiente"- ambos escucharon la voz de Goodwin hablarles directamente a sus cabezas.
-Señor Goodwin...- susurro Sellon.
-¡¿Cómo que suficiente?! ¡Aun podemos ganar esta batalla, anciano!- Reclamo Anubias.
-"Con tantos enemigos poderosos, costaría demasiado esfuerzo y recursos, y no gastaré ambas cosas en una victoria pequeña como esta"- espeto Goodwin. -"Aunque la primera batalla fuera una derrota, eventualmente, la guerra será nuestra victoria. Ahora retírense"-.
Aunque les hablaba mentalmente, sus palabras tenían tan fuerza que les era imposible discutir, sin importar cuanto Anubias quiera luchar contra esa orden.
-Isis, retírate- ordeno Sellon a su Bakugan en el aire.
-Con gusto- Isis brillo y volvió a su forma esfera.
Vertrexx y Krowll también volvieron a su dueña. Horridian, Krakenoid y Bulcanon volvieron a tomar forma esfera, pero en vez de ir con Anubias, cayeron al suelo para que el resto de su equipo los recoja y no haya sospecha después.
Con sus propios Bakugan a salvo, ambos desaparecieron en brillos dorados.
Un nuevo portal interdimensional se abrió en el cielo, y los Bakugan Caos que quedaban volaron hacía su interior.
-¡Tratan de escapar!- Señalo Rafe.
-No tan deprisa- Lync no dejaría que se fueran tan fáciles. -¡Poder activado: Tirabuzón Aéreo!-.
-¡Poder activado: Torrente de Anfitrite!- Mylene tampoco los dejaría irse tan fácil.
Mientras Freeza disparaba desde su tridente una ráfaga potente de agua, Icarus, rodeado de energía Ventus y de una capa de aire, volaba girándose a si mismo y derribando a los Bakugan Caos.
Pero todos fueron eliminados al final por los diferentes rayos lanzados por Zenthon.
-Presumido...- siseo Icarus.
Y tras Zenthon disparara ese ataque, el portal interdimensional se cerró. Snow, Lync, Marucho y Felipe, así como sus Bakugan, vitorearon de celebración. Dan también lo hizo, aunque Drago, así como Shun y los más observadores de ellos miraban con sospecha el cielo del Interespacio, ahora claro. Otros veían como los cuerpos de los Bakugan Caos se volvían en energía que ascendía al aire y desaparecía.
Habían ganado esta batalla, pero sentían que esto solo era el comienzo de algo grande.
Todos estaban en la sala de comando del Interespacio. Marucho hacía una revisión a los sistemas del Interespacio y una verificación de los daños sufridos. Los daños eran menores, fácilmente reparables y el sistema se veía intacto.
H y O estaban afuera de la sala hablando con sus superiores de lo sucedido. Tras terminar sus llamadas, entraron a la sala con el grupo de adolescentes.
-¿Cómo están las cosas, Marucho?- Pregunto H.
-Aparte de algunos datos de edificios dañados o destruidos, no parece haber más daños en el Interespacio. Mi Padre y sus hombres se están encargando de los noticieros- respondió el pequeño rubio.
Las noticias vuelan en Internet. La llegada de los Bakugan Caos y el comienzo de su ataque fueron grabados en la ceremonia en vivo de la coronación del Gran Torneo, y muchas personas dentro del Interespacio grabaron lo sucedido hasta ser evacuados, por lo que era natural que los noticieros estuvieran ansiosos de una historia. Los demás solo podían esperar que el Padre de Marucho los pueda controlar, al menos por ahora.
-Las cosas no están mejor. El gobierno quiere cerrar el Interespacio Bakugan, por ahora están discutiendo que hacer, y eso dará algo de tiempo para pensar en como evitarlo- dijo O.
-No podemos cerrar el Interespacio, si lo hacemos, no sabemos en donde podrían atacar después. El Interespacio debe seguir activo para que no ataquen alguna parte de la Tierra- espeto Marucho en contra.
-¿Crees que volverán a atacar?- Pregunto H.
-En nuestra experiencia, siempre vuelven a atacar- respondió Dan.
-Bien, se lo contaré a Abbott...- H salió un momento de la sala.
Camilo, que se había quedado al margen hasta ahora, se acerco a Shun. -¿Qué paso después de que me fui?-.
Shun lo miro de reojo antes de responder. -No mucho, este ataque también nos sorprendió. Hasta ahora estábamos trabajando en traer el control al Interespacio hasta el Gran Torneo-.
Camilo miro a los Vexos. -¿Y cuando llegaron los Vexos?-.
-Recibimos un mensaje de auxilió de la Tierra y vinimos a ayudar, aunque tal vez no fue necesaria nuestra ayuda con lo que se tenían guardado, Dan- dijo Spectra.
-Oye si, ¿desde cuando tienen a ese robot gigante con cañones?- Pregunto Lync.
-Es una larga historia...- dijo Dan, y los Vexos entendieron que quería dejarlo así por ahora.
-Y hablando de historias...- Marduk miro a Camilo. -¿Cómo volviste? Se suponía que te iría a ver la siguiente semana-.
-Espera, ¿tú sabías todo este tiempo donde estaba Camilo?- Señalo Snow a Marduk.
-Si-.
-¿Y porque no lo dijiste antes?-.
-¿Para entrometerse? Eso sería innecesario, y tampoco estoy obligado a decirles-.
-¿Qué?- Snow miro molesto a Marduk.
-Cálmate Snow- intervino Onix.
Serah le puso una mano en el hombro, aunque tuvo que levantar todo su brazo por la gran diferencia de altura, pero logro el efecto deseado de calmarlo.
Este tipo de roces entre Marduk y Snow no eran raros para los Peleadores. Ambos tenían personalidades tan contrarias que siempre ocurrían estos pequeños roces, pero que no llegaban a nada más que simples miradas molestas del rubio al peliplata, que las ignoraba con su indiferencia.
-Me llevaré a estos chicos a la salida del Interespacio- dijo O, refiriéndose al Equipo Anubias, y sin esperar respuesta, los insto a seguirla.
Los cuatro la siguieron, pero Noah giro la cabeza un momento para ver a Camilo, antes de seguir a la mujer.
-Volviendo al tema...- Shun recupero el hilo de la palabra. -Yo también tengo interés en donde has estado, y como regresaste-.
Camilo sabía que le harían estas preguntas, era obvio, y estaba listo para responderlas.
-En pocas palabras, estuve en Nueva Vestroia durante el mes que desaparecí para entrenar y controlar los poderes de Leonidas-.
-Volvimos a través de un portal en una cueva en Nueva Vestroia, en la que un anciano nos tiro- conto Leonidas.
Todos parpadearon al unísono al escuchar lo último.
-Perdón, ¿que?- Exclamo Dan.
-Se como suena, pero así paso- dijo Camilo. -Pero también han pasado varias cosas entre ustedes. Hay caras nuevas- al decir lo último, miro a Page, Rafe y Sabine.
-Estos jóvenes son Page y Rafe, llegaron a la Tierra para aprender de los Peleadores- presento Serah a los jóvenes.
-Es todo un honor conocerlo, señor. Soy un gran admirador de usted- dijo Page nervioso. Estaba frente al mejor peleador Haos de la Guerra. Puede que Fabia fuera una gran peleadora y Aranaut un Bakugan fuerte, pero todos sabían que en Haos, Leonidas era el superior, y como peleador Haos novato, estaba nervioso y emocionado por partes iguales al conocer a tan grande persona.
-No estés tan nervioso- Page le dio un golpe con su palma a la espalda de Rafe, sacándole un quejido bajo. -Soy Page, recuerda mi nombre, porque seré la peleadora Gundaliana más fuerte de la Galaxia-.
Camilo sonrió divertido. Ambos jóvenes encajan bien en el grupo.
Miro a Sabine, quien por alguna razón, lo estaba fulminando con la mirada, antes de apartar la cabeza con un "hmph", que lo dejo más confundido.
-Ella es Sabine- presentó Claire a la rubia. -Y ella es... como mi protectora, o algo así-.
-¿Protectora?-.
-Es complicado-.
-Estamos llenos de complicaciones-.
-Parece que los Peleadores no cambian- dijo Spectra, pero en el buen sentido. Comenzó a caminar hacía la puerta.
-Spectra, espera, ¿a donde vas?- Pregunto Dan, viendo a su viejo rival irse.
-Ahora que la amenaza paso, ya no hay motivos para quedarnos aquí, y no esperaremos a que el enemigo vuelva- respondió Spectra. -Si necesitan nuestra ayuda nuevamente, ya saben como llamarnos- la puerta de la sala se abrió. -Y Dan...-.
-¿Si?-.
-Mira manda saludos. Cuando ya no tengas problemas, deberías venir a verla a Vestal- fue lo último que dijo Spectra, retirándose con su equipo, seguido de su leal compañero Gus.
-¿Ya nos vamos tan pronto? Quería ver las tiendas de comida. Los humanos son muy creativos a la hora de cocinar- dijo Lync, caminando a la salida.
-No seas llorón, Lync- dijo Volt.
-Yo venía para una buena pelea que al final no obtuve. Qué estafa...- refunfuño Shadow.
-Deja de refunfuñar. Con razón la gente piensa que eres un perro- se quejo Mylene.
-¡¿A quien llamas perro?!-.
Cuando los Vexos se retiraron de la sala, Camilo sintió la mirada escrudiñada de Shun en él, por lo que giro a verlo.
-Pasaron más cosas, ¿verdad? Tienes que contárnoslo todo-.
Sabía que Shun sería duro con las respuestas, pero aun así era difícil
En el castillo lugrubre y oscuro, Goodwin caminaba de un lado a otro en lo que sería la sala del trono.
Esto no salió como planeaba.
Esperaba que los Peleadores vencieran al final de su ataque, pero no conto con la participación con que pedirían ayuda, esperaba usar su arrogancia en contra de ellos, pero son más cuidadosos de lo que pensó. Aunque ahora conocía la nueva evolución de Helios y el poder destructivo que tenía, así como también que los Peleadores no dudarían en pedir ayuda a sus aliados si las cosas parecían salírseles de las manos.
Tenía que pensar bien su siguiente movimiento. La siguiente parte de su plan estaba casi lista, y necesitaba un elemento importante antes de pasar a la fase principal. De una cosa estaba segura, los Peleadores no abandonarían fácilmente su querido Interespacio, así que lanzar otro ataque sería imprudente, porque esta vez no habría civiles en el Interespacio, permitiéndole a sus enemigos atacar sin contenerse.
Su planeación mental fue interrumpida cuando las puertas de la sala se abrieron, dando paso a Kazarina.
-El hecho de que estés aquí significa que la operación termino-.
Kazarina asintió. -El chip fue implantado correctamente en el cerebro de Dukhan y se están haciendo revisiones para que no haya dejado alguna alteración o daño a su cerebro la operación. Después de eso, se irá directamente a la prueba-.
-¿Tu experimento esta listo?-.
-Mañana habrá incubado finalmente, aunque habrá que hacerle varias pruebas en combate, lo que me tomaría días para un análisis seguro-.
-No tenemos días, Kazarina. Todo ya esta en marcha y no voy a retrasar mis planes por tu proyecto de venganza- espeto Goodwin.
-¿Quieres mi ayuda con tu proyecto? Pues me tienes que ayudar con el mío- contraataco Kazarina. -No necesitaré de muchos días, tres a lo mucho para estar segura-.
A Goodwin no le gustaba esperar tres días más, pero el poder del arma de Kazarina sería demasiado valioso como para dejarlo ir, ya que lo ayudaría a gastar energías del Dragón Carmesí, permitiendo que este junte más energía para romper las demás cadenas que lo atan.
-Tres días, no más. Después de eso, te concentrarás completamente en la maquina, que es la única razón por la que te traje-.
-De acuerdo- a Kazarina no le gustaba que le hablaran de ese modo. Si fuera cualquier otro ya le habría sacado la lengua, pero esta vez tenía que aguantarse. -Pero tampoco olvides que por eso mismo, tú me trajiste, así que no me alteres, no quieres ponerme de malas- se dio la vuelta hacía la salida. -Ahora necesito un sueño reparador, así que no molestes más-.
Y cerró las puertas de la sala de un portazo.
Goodwin suspiro de la nariz. Si el intelecto de esa mujer no fuera tan importante, ya se habría desecho de ella, pero en la vida, se tienen que tomar todas las oportunidades posibles.
Ahora necesitaba un plan para atraer a sus enemigos. Con su hija con ellos, no podía llamarlos y esperar a que ellos vengan...
¿O tal vez si?
(Con los Peleadores)
Los siguientes minutos, Camilo se la paso contando a los Peleadores, sus amigos, lo que hizo en el mes que no estuvo. No entro en detalle en su entrenamiento, pero si conto del ataque del Gundaliano y Neathiana misteriosos que usaban Bakugan Caos, así como les hablo del viejo Dragonoid que fue quien los llevo.
Lo único que no les conto fue lo sucedido de la cueva y la visión, eso no necesitaban saberlo.
-Esto sin duda no es coincidencia- Shun fue el primero en hablar luego de escuchar todo el relato.
-Claramente estos extraños enemigos y las visiones que han tenido Camilo y Leonidas están conectados, pero eso no ayuda a responder nada, solo aumenta nuestras preguntas- dijo Taylean.
-Pero lo más extraño es que solo ellos las tengan- señalo Xerxes.
-Es muy raro...- dijo Tristar.
-Si tienen algo que decir, háganlo- gruño Leonidas. Le molestaban esos comentarios sugerentes a su persona. Si lo acusaban de algo, que lo digan de frente.
-No queremos acusar de nada, Leonidas... es solo que no se puede negar lo extraño que son tus visiones- dijo Marucho suavemente. -Es como si tuvieras una conexión profunda con este asunto-.
-Una peligrosa- dijo Shun.
-No de nuevo, chicos- intervino Dan. -Ya pasamos por esto una vez cuando descubrimos que Leonidas era de la Dimensión de la Perdición, ¿recuerdan? No empecemos con el acto de sospecha de nuevo-.
-No puedes negar lo sospechoso que suena, Dan- dijo Page.
A Camilo le estaba molestando un poco esos comentarios, ¿qué sabrán ellos? Tampoco saben estas visiones con el Dragón Carmesí, que es un misterio más que se les ha sumado a su vida en el último tiempo.
-No sabemos porque tenemos estas visiones, entendemos tan poco como ustedes, y debido a eso hemos tenido muchos problemas, así que por favor no empiecen a acosarme como si fuera el culpable de esto-.
Todos parpadearon sorprendidos por las palabras y el tono de Camilo. Los que lo conocían, sabían que era una persona calmada, fácil de llevarse bien, así que escuchar ese tono molesto y un tanto agresivo los sorprendió a todos.
-...Creo que hoy fue un día duro para todos. Estamos agotados, y yo personalmente tengo mucha hambre, así que deberíamos dejar la charla por hoy- sugirió Dan.
Ninguno discutió, aunque Camilo noto que Shun no parecía tan conforme, pero acepto quedarse callado. Debía estar más cansado de lo que aparentaba si aceptaba.
Pero antes que todos se fueran, H alcanzo a decirles que Abbott logro aprobar la idea de mantener el Interespacio en funcionamiento, pero fuera del acceso del público.
Camilo sabía que aun no terminaba el día para él. Aun quedaba una charla más.
El camino a casa fue incomodo. Ni Claire ni Ginebra dijeron nada, y esa mujer alta, Sabine, también los seguía por alguna razón.
Cuando llegaron al departamento, Ginebra fue de inmediato a la cocina, mientras los demás se sentaban en las sillas de la mesa.
-...De acuerdo, este silencio es demasiado incómodo. Hablen de una vez- fue Leonidas quien rompió el silencio.
-Tengo que estar de acuerdo con Leonidas, señorita, de nada sirve quedarse callados cuando es obvio que se tienen mucho que decir- apoyo Lionel, flotando hasta la mesa.
Leonidas lo miro, notando lo diferente que se veía su forma esfera, y solo había una explicación. -Evolucionaste, ¿cómo?-.
-Larga historia. Te la cuento luego-.
Claire suspiro, sabiendo que estaba actuando infantilmente al hacerle la "ley del hielo" a Camilo.
-Lo siento, es solo...- Claire busco las palabras adecuadas. -Estoy dolida, Camilo-.
-¿Por que?- Pregunto Camilo con calma.
-Después de todo lo que pasamos juntos, después de todo eso... creí que podías confiar en mi para ayudarte en lo que necesites, por eso me he estado haciendo más fuerte, para ya no ser protegida por ti ni por nadie, para no ser un estorbo... pero parece que no te importa-.
Camilo apretó los dientes, mirando a la pared cuando una sensación de culpa lo inundo. Claro que había notado. Había notado como Claire entrenaba con Dan, y él le daba consejos y tenían combates de practicas. No lo aparentaba, pero Dan era un buen maestro.
Y claro, también sabía del deseo de Claire de ser más fuerte para no ser un estorbo, lo sabía bien, así como sabía que iba a estar dolida por la forma en como se fue, pero no pensó que estaría tan resentida.
-No olvides quien es su Padre- dijo una vocecita de conciencia en su cabeza. El pelinegro cerró los ojos, apartando esa voz que ahora no ayudaba.
-Creí que tu y los demás me detendrían si les contaba que me iba, por eso me fui sin decirle a nadie, pero por lo que pasamos, es que deje una nota. Ahora me doy cuenta que me equivoque en la forma en que me fui, debí decirles para que entendieran, sobre todo tú, Claire- dijo Camilo. -Pero después de perder contra Anubias y la forma en que Leonidas y yo perdimos el control... no pensé bien después de eso, ni pensé en como reaccionarían, ahora lo veo claro- suspiro. -Lamento que tu y Ginebra lo hayan pasado mal por mi culpa, pero no me arrepiento de mi decisión- declaro con firmeza. -Irme para controlar los poderes de Leonidas era necesario para no lastimar a nadie, lo que me arrepiento es haberme ido de la manera en que me fui-.
Con todo dicho y claro, Camilo espero las siguientes palabras de Claire, mientras podía sentir la mirada de la rubia taladrándolo. Después tenía que preguntar quien era ella y porque los acompaño al departamento.
Claire suavizo su mirada. Ella entendía de lo que hablaba; la destrucción que causo Leonidas las veces que perdió el control fueron grandes y casi pusieron en peligro a las personas, ella misma vio lo salvaje que era Leonidas cuando perdió el control aquella vez, y después de todo lo que ella misma vivió, pudo llegar a comprender sus motivos.
Pero tampoco iba a olvidar que dejo a ella y a los demás (sobre todo a ella) por todo un mes con solo una carta. Un pequeño rasgo vengativo de su ser que desconocía hasta ahora le decía que él no olvidará esto.
Ginebra llegó con tazas de té para todos.
-Tengo algo que mostrarte- Claire levanto su mano y creo una esfera de energía brillante flotando sobre su palma. Camilo abrió ampliamente los ojos al ver eso. -Este mes ha sido complicado para mi después de que te fuiste... pero también me ayudo a independizarme más, a pensar que es lo que quiero hacer- cerró la palma, deshaciendo la esfera.
-¿Y ya sabes lo que quieres hacer?- Pregunto Camilo, tomando un sorbo de té.
Claire asintió. -Quiero vivir. No se que quiero hacer exactamente con mi vida, pero quiero vivir con la libertad que Apocolyps me quito por años, quiero vivir de manera fuerte y orgullosa, no solo por mi, sino por todos los que me han apoyado hasta ahora, incluyéndote-.
Camilo sonrió alagado, tomando otro sorbo de té.
-Y aunque odie admitirlo, tengo que agradecerle a Kazarina. Si esa bruja no hubiera aparecido, quien sabe en que estado estaría para cuando llegaras-.
-¿Kazarina?-.
Cierto, se le había olvidado que Camilo no sabía nada. Procedió a contar toda la aventura que la involucro con Fabia y los demás yendo tras Kazarina y Dukhan, terminando con la huida de la primera, tomando de prisionero al segundo y termino en Lionel evolucionara y ella pudiera usar de mejor manera sus poderes.
Sabine y Ginebra se mantenían al margen de la conversación. Aunque Sabine quería decir algunas palabras, no era su momento para hablar, y Ginebra... era difícil saber lo que pensaba.
-Esto debió ser el mes más ocupado para todos- comento Camilo.
-Así parece- dijo Claire. Sus rasgos se suavizaron y su sonrisa se hizo más pequeña y dulce. -Yo... me alegra que hayas vuelto, Camilo. Este mes no ha sido fácil y con una nueva amenaza, me siento mejor contigo cerca-.
Camilo sonrió, agachando un poco la cabeza, avergonzado de esas palabras, pero muy feliz de escuchar cuan bien estaba Claire con su presencia.
-También me alegro de volver, sobre todo al pensar que puedo volver a dormir en una cama y no en un montón de hojas gigantes- dijo el pelinegro.
Ambos escucharon un suspiro, que provino de Sabine. -Eres bastante fácil de perdonar, Claire. Eso es bueno, e irritante a veces-.
-...¿Y quien es ella? No parece ni Neathia ni Gundaliana, tampoco Vestal- Camilo hizo finalmente la pregunta.
-Ella es Sabine, se puede decir que es una amiga. Vino a la Tierra y me ha estado cuidado y entrenando poco después que te fuiste- explico Claire, presentando a Sabine.
-¿Cuidando? ¿Por que?- Pregunto Camilo con curiosidad.
-Eso no es de tu asunto, pero lo hago para pagar una deuda- respondió Sabine de manera cortante.
-Es lo único que ha dicho sobre porque esta aquí- dijo Claire.
A Camilo se le hacía muy extraño, y sobre todo sospechoso, de la presencia de Sabine y su negativa a decir más; pero por respeto a Claire y que la ha estado cuidando no dirá nada... por ahora.
El resto del día se la pasaron conversando de los sucesos que vivieron el mes que no se han visto. A veces Sabine soltaba algunos comentarios y Ginebra se mantenía en su típico silencio.
-Por cierto Camilo, ahora que regresaste, te tengo que decir que Sabine también se queda en el departamento, y con Ginebra aquí, ya no hay espacio, así que tendrás que dormir en el sofá-.
-Espera... ¿qué?-.
-Considéralo un castigo por irte sin decir nada-.
(Al anochecer)
La noche recién cayo, y Camilo estaba acostado en el sofá mirando al techo.
-No puedo creer que me hayan mandado a dormir al sofá... ¡en mi propio departamento!- Exclamo indignado.
-Tienes que hacerte respetar más- dijo Leonidas en la mesa de centro que estaba al lado del sofá. -Eres el hombre del lugar, tienes que imponerte y mostrar quien manda-.
-No escuche decir algo para ayudarme-.
-¿Por que lo haría? Es tu asunto. Yo estoy bien en dormir donde sea, mientras no sea una roca- Leonidas se cerró, dando por terminada la conversación.
Camilo bufo molesto y se acomodo lo mejor que pudo para dormir. Aun era temprano en la noche, pero sentía que mañana sería un día ocupado, así que mejor duerme temprano.
Eso, hasta que escucho unos pasos acercarse a él. Levanto la cabeza, viendo a Ginebra acercarse, ya cambiada a su vestido de noche que le llegaba hasta las rodillas.
-Camilo-sama, si lo desea, puede dormir en mi habitación. Las Dollianas no necesitamos dormir de la misma manera que otros- ofreció Ginebra.
Camilo se sentó en el sofá. -Gracias, Ginebra, pero estoy bien así. El sofá es más cómodo de lo que parece- rechazo amablemente la oferta.
Además que no quería decir que sería incómodo dormir en la cama de una chica.
Pronto se formo un silencio que se volvió incomodo, al menos para Camilo. Ya había arreglado la situación con Claire, pero ahora faltaba hablar con Ginebra.
-Ginebra...-.
-Camilo-sama...-.
Ambos llamaron al otro al mismo tiempo, sorprendiéndose por esa coordinación inesperada.
-Tú primero- dijo Camilo.
Ginebra negó con la cabeza. -Usted primero, es su lugar-.
Suspirando, se quito la sabana que saco para dormir esta noche y se sentó correctamente en el sofá. Dio unas palmaditas en el espacio al lado suyo, invitándola a sentarse. Ginebra entendió la invitación y se sentó con cuidado.
-Tengo que disculparme contigo también, Ginebra. Como le dije a Claire, no estaba pensando claramente aquella vez, y no pensé en como ustedes y los demás reaccionarían-.
-No. Usted no tiene nada que disculpar, hizo lo que creyó correcto- dijo Ginebra. -Solo...-.
-¿Solo?-.
-...¿Por que no me llevo con usted?- Pregunto Ginebra, y Camilo vio en sus ojos negros algo que no había visto antes: tristeza. -¿Hice algo mal? ¿Acaso mis servicios hasta ahora han sido considerados inadecuados?- Cerró sus manos en forma de puños, apretando su vestido mientras su mirada estaba gacha. -...¿Hay algo mal en mi?-.
-¡Claro que no!- Camilo se apresuro a responder. Puso una mano encima del hombro de Ginebra. No se esperaba esta reacción. -Ginebra, tú no hiciste nada mal, la culpa aquí la tengo yo por irme sin decir nada, no te martiries con eso-.
-Es que... soy una Dolliana. Servir a mi amo es todo para mi... no estar para él cuando más lo necesita... y estas cosas que he empezado a sentir... me confunden. Estoy perdida. ¿Qué debo hacer con estos sentimientos? ¿Qué significan? Nadie me enseño sobre eso- Ginebra soltaba de golpe toda las sensaciones que ha estado sintiendo últimamente, aunque ni ella sabía como ponerlas en palabras.
Camilo se levanto del sofá, se puso frente a Ginebra y se arrodillo frente a ella a su altura para que pudiera mirarla a los ojos.
-No se lo que debes de sentir, y puedo notar que todo es nuevo para ti y no se como ayudarte... pero esas emociones que sientes no son malas, prueban que eres más que una herramienta o una muñeca: que eres un ser vivo como todos nosotros... así que no deberías tener miedo a sentir-.
Terminado de hablar, Camilo le tomo las manos a Ginebra mientras la miraba a los ojos y sonreía, siendo una señal de confianza. Sus palabras tuvieron un gran efecto en Ginebra, quien recuperaba la calma y procesaba las palabras... para luego ser ella quien dejara a Camilo sin habla.
Por que sonrió.
Era una sonrisa pequeña, casi imperceptible, pero que por su cercanía, y siendo iluminados por la luz de la luna que se colaba por el ventanal, Camilo pudo ver claramente.
La razón por la que Camilo se sorprendió, es porque en todo este tiempo, Ginebra nunca ha sonreído. Las únicas veces es cuando tiene que aparentar o él le dice que sonría... esta es la primera vez que sonríe por ella misma, y era una sonrisa verdadera.
-Gracias... Camilo-sama-.
-¿Alguna vez dejaras de llamarme así? Ya te he insistido muchas veces que me llames solo por mi nombre-.
Ginebra se puso de pie, separando sus manos de las de él. -Eso no será posible, aun si usted me lo ordena, nunca dejaré de llamarlo así- comenzó a caminar por el pasillo, y antes de doblar la esquina para ir a su habitación, se detuvo para mirarlo. -Y como usted dijo, le haré caso... y no les tendré miedo-.
Con esas palabras dicha, se retiro a su habitación.
Camilo la vio irse con una sonrisa. Aunque parece que una gran batalla se acerca, al menos pudo arreglar las cosas dentro de sus amigos, y sobre todo, con Claire y Ginebra.
Las cosas que valen la pena nunca son fáciles.
Se volvió a acomodar en el sofá, listo para dormir, esta vez con una sonrisa de satisfacción al saber que, al menos por ahora, todo estaba bien para él.
Lo que no se imaginaba, era que esta burbuja de seguridad explotaría dentro de poco.
N/A: Hasta aquí el capitulo. Lamento la demora, pero la inspiración tardaba en surgir, además de que escribo los capitulos en un computador de mesa, lo cual últimamente me es incómodo, sobre todo porque en mi lado del mundo ya hace calor y no entra aire en donde esta el computador.
Sobre el capitulo, no hay mucho que decir. Drago y Dan le robaron el momento a Camilo y Leonidas de lucirse, y esta primera batalla se puede decir que fue una victoria para ellos entre comillas, porque ni siquiera saben contra quien están luchando. Si, tienen teorías y sospechas, pero nada concreto, aunque dentro de poco sus sospechas quedarán demostradas como realidad.
Y aunque las batallas son lo brillante de la historia, tampoco ignoraré a los personajes y las relaciones. Era obvio que el regreso de Camilo no sería tan glamoroso, pero tampoco fue tan malo como lo fue el regreso de Dan en el anime, y tenía mucho que hablar, sobre todo con Claire y Ginebra.
En el siguiente capitulo será un descanso temporal para nuestros protagonistas hasta que todo estalle.
Y de adelanto, les deseo una feliz navidad y un prospero año nuevo.
Sin nada más que decir me despido. Visiten y comenten el resto de mis historias por favor. CHAO.
