( ALONES: BLEACH, opening 6)

Quiero ver tu sonrisa volver

(Se ve a Wolfurio, Lirian y Boulderon, quienes parecen ser los que están cantando. La imagen se ve de blanco y negro).

Ya no veré hacía atrás

(Aun blanco y negro, se ve a Camilo con la expresión agachada, sentado en un trono de piedra).

Quiero caminar de frente pero tu cansado estas.

(Se ve a los Peleadores reunidos en una sala de estar, cansados y derrotados).

De tanto sonreír.

(Se muestra el collar de Pegaso que Claire le regalo a Camilo en navidad tirado en el suelo)

No tienes que fingir.

(Se ve la sala del Orbe Sagrado, y al Orbe, aun en blanco y negro, brillar intensamente)

Es buenos ser feliz de vez en cuando para ti.

(Se ve a los Peleadores, Claire y Ginebra levantarse, con expresiones decididas en sus rostros).

(La música suena mientras se ve a Marduk mirando al horizonte desde lejos, para hacer un acercamiento más de cerca rápidamente. La imagen cambia de golpe para mostrar un casco con un yelmo que cubre el rostro de quien lo usa).

(Seguidamente, se muestra el titulo del fic en un espacio parecido a un cielo despejado, siendo la primera imagen a color).

Tu tierna voz no siempre trajo sufrimiento y no quiero arrancarlo desde adentro

(Se muestra desde la perspectiva dos escenas: a Camilo, acercándose a un Marduk llorando después de que ambos perdieran a sus compañeros y a Camilo conociendo a Claire).

Quiero que vuelvas, pero si lo fuerzo puedo lastimarte más que ahora.

(La escena cambia de golpe, con una Claire en medio de una calle en una ciudad a oscuras. Se muestra en imagen muy brillante el momento en que Camilo y Claire estrechan sus manos la primera vez, haciendo énfasis en ese momento).

Ya no existen las palabras, pero todo lo que haces me revela la verdad...

(Camilo y Marduk pasan uno frente al otro, como si fueran fantasmas atravesándose. La imagen muestra a Camilo de pie en una calle).

Y no se haya nada más.

(Al mismo tiempo que Camilo se da la vuelta, el fondo se quema y muestra a Goodwin en un espacio oscuro, extendiéndole la mano a Camilo, invitándolo).

Guárdalo en lo más profundo si.

(Se muestran rápidamente y uno a uno a todos los amigos que los Peleadores hicieron: a los Vexos, la Resistencia, Daku, Fabia, Serah, Linus, Ren, Mason, Zenet, Lena, Relena, Alfredo, Serena, John, Ashoka, Felipe, Sabine, Rafe, Page, terminando con mostrar a los miembros de los equipos Anubias y Sellon).

Si somos libres para amar, será bueno dejar de soñar.

(Se muestra la imagen de un hombre moreno que parpadea hasta transformarse en el Caballero Esqueleto. Después, se muestra la imagen de un Goodwin en sus veinte que parpadea hasta mostrarse al Goodwin de la actualidad, el empresario).

Y si no quieres volverlo a hablar.

(Con un movimiento de capa, se muestra a Goodwin y la imagen retrocede, mostrando a Anubias, Sellon, Caligula, Kazarina y Dukhan mientras la imagen se alejaba más, mostrando ahora una vista completa del castillo).

Yo nunca te abandonaré.

(Se ve a Camilo sentado en un trono de piedra, con una sombra oscura envolviéndolo lentamente).

¡Contigo estaré!

(Se ve a Marduk levantarse).

Quiero ver tu sonrisa volver.

(Se muestra a los Vexos juntos y la imagen asciende para mostrar sus Bakugan juntos y alineados).

Ya no veré hacía atrás.

(Los Bakugan lanza sus ataques al unísono contra una figura oscura que repele sus ataques fácilmente).

Quiero caminar de frente pero tu cansado estas.

(Drago lanza un rayo de energía contra Némesis, que lo esquiva en el aire y lanza su propio rayo que Drago esquiva y ambos chocan sus garras, mirándose con odio desmedido).

De tanto sonreír, no tienes que fingir.

(Lionel atrapa su espada, mirando adelante suyo a Inhar Lumagrow Haos que carga un ataque en su boca. La imagen muestra a Vladitor blandiendo su espada de doble hoja, liberando energía purpura hacía el frente).

Es bueno ser feliz de ves en cuando para ti.

(Se muestra la imagen de Camilo de espaldas caminando hacía adelante. Una sombra lo cubre por completo, y al girarse, se lo ve con la armadura oscura de sus visiones y sus ojos eran dorados de un tono oscuro).


Capitulo 52: Recuerdos que Marcaron

Claire sabía que estaba soñando. No sabía explicar como, pero sabe que no esta en la realidad. La explosión de aquel monstruoso ser habían alcanzado a golpearla a ella y a otros más. Lo último que supo era que habían logrado escapar.

La sensación que sentía ahora era como si estuviera arropada por muchas sabanas. Sentía unos brazos cargándola con cuidado, haciéndola sentir más pequeña de lo que en realidad era. No podía ver lo que pasaba porque tenía los ojos cerrados, pero podía escuchar las voces a su alrededor.

-Carajo. Parece que nos volvieron a encontrar. Al menos aun no saben en donde vivimos, lo que nos da tiempo para evacuar. Ese tipo es insistente- una voz masculina hablo con frustración y prisa. La voz sonaba muy distante y amortiguado... pero conocía esa voz... era la de Youma

-¿Qué haremos?- Pregunto una voz femenina, con un tono melodioso, pero que demostraba el miedo que empezaba a sentir.

-Se que no querías meterlo, pero no tenemos de otra que ir a pedirle ayuda al vejete. Solo espero que quiera verme- dijo la voz de Youma. -Tendremos que tomar transportes diferentes si queremos que mi idea funcione- podía sentir el disgusto que le provocaba la idea. -Tu usaras el ticket para salir del planeta y yo robaré una nave para ir a Neathia. Con suerte, él me perseguirá-.

-Ten cuidado, querido- dijo la mujer, y Claire sintió como la apretó más cerca de ella.

Ella escucho un sonido que solo identifico como una puerta abrirse y cerrarse.

Esto no era un sueño, eran sus recuerdos, los recuerdos de cuando era una bebe. ¿Pero como es posible que recuerde con tanto detalle si solo era una bebé? No parecía posible. Pero también, ella no era alguien normal para los estándares de ninguna raza. ¿Eso puede tener algo que ver?

Finalmente, abrió los ojos para ver que rayos pasaba. Y al hacerlo, se vio con quien la cargaba: era una mujer muy hermosa, de largo y sedoso cabello negro y ojos turquesa. Su mirada era amable. Ella le sonrió cuando la vio abrir los ojos.

-¿Te despertamos? Lo siento, mi niña- sintió como era movida suavemente, como una especie de arrucho. ¿Por que ver a esta mujer y escuchar su voz la hacía feliz? -¿Sabes quien soy? Soy tu mama, Partita-.

Partita... ella ya había escuchado ese nombre antes, cuando Alfredo les conto su historia con Youma. Partita era la niña que Alfredo adopto y que se convirtió en la esposa de Youma.

Y como Youma era su padre... eso quería decir que esta mujer en verdad... era su madre.

Claire sintió como Partita le acariciaba la mejilla con cariño, como queriendo aprovechar cada segundo. -Te pareces a mi, pero sacaste los ojos de tu padre, aunque tu los tienes más claros, como dos soles rojos. Apuesto que traerás loco a los hombres y tendrás muchos pretendientes-.

¿Pretendientes? Aunque ciertamente, muchas personas en la universidad o ajenos a ella, la invitaban a salir al verla, siempre los despechaba, ya que no tenía interés en ninguno de ellos. Aun cuando su corazón estaba confundido, su mente siempre tuvo clara en quien tenía su interés.

-Veo que, tal como yo, no te gusta la fama. Eso esta bien. Debes quedarte solo con la gente que te importa, aquellos que se preocuparan por ti y te verán por quien eres en el interior, no por tu apariencia-.

Partita acaricio su mejilla con su pulgar antes de acercarla y besar su frente. Ese acto avergonzaba un poco a Claire, pero... le gustaba. Era raro... no sabe que pensar exactamente en estos momentos. No entiende como o porque estos recuerdos vienen a ella.

-Aquel hombre dijo que pasaras por muchas dificultades en tu vida debido a nuestro linaje, y se me rompe el corazón el solo oír eso- ¿hombre? ¿Qué hombre? La voz de Partita se volvió más aguda, como si apenas pudiera contener su tristeza. -Me hubiera gustado que conocieras a tu abuelo, es un cascarrabias, pero seguramente te hubiera amado. Los planetas que quería mostrarte. Todo lo que quería hacer... pero el destino no tiene intención de dejarnos las cosas fáciles. Si ese hombre te captura, no quiero ni pensar en lo que te hará-.

Sentía como ella le murmuraba cosas al oído, para que este en silencio. Como si temiera que lo que dijera fuera ser escuchado por alguien, a pesar de estar sola en una habitación. ¿Pasaba algo malo?

Claire sintió como Partita la alejaba y la elevaba, hasta estar a la altura de su rostro. Ahí, pudo ver los rasgos de su cara correctamente. Como sus ojos eran empañados por pequeñas lágrimas que se negaba a soltar, pero no le quitaban la belleza de su rostro.

-Solo quiero que tengas siempre algo en mente: yo te amo, Padme. Tu padre, aun con lo excéntrico que es, te ama con todo su ser. Haberlo conocido a él y tenerte fue, y es, la mejor aventura de mi vida. Deseo que un día conozcas a alguien que te pueda brindar la misma sensación de felicidad y libertad que tu padre me ha dado. Que tengas tus propias aventuras con las que recordar con cariño. Deseo que... sin importar lo que te lance la vida, aun con todas las dificultades y desafíos que te encuentres... puedas ser la chica fuerte y de buen corazón que se que un día serás-.

Ella solo miraba a su... madre en silencio pronunciar esas palabras. No entendía lo que pasaba, pero esas palabras... el sentimiento detrás de ellas... aun sin entenderlo, quedaron grabadas en su corazón.


Tras ese sueño o recuerdo, Claire al fin abriría los ojos en la realidad, algo cansada.

Se llevo su brazo derecho a su frente, viendo el techo con una mirada perdida. No tenía que ser un genio para entender lo que había visto. Ese momento... debieron ser sus primeros momentos de su vida consciente. Si bien había decidido dejar el pasado como Padme atrás, y vivir su vida como Claire, después de aceptar sus sentimientos y derrotar a Dukhan con Ionia, había decidido aceptar los recuerdos de su pasado que le venían, sin importar que tan dolorosos sean, pero sin dejar de ser quien es ahora.

Pero ese recuerdo... cambia más las cosas.

Vio a su madre, interactuó con ella a un nivel básico. Sabe que se parece a ella en lo físico. Y su padre... no. Aun con la verdad, no podía ver a Youma como un padre, no con todas las cosas que hizo, a los que daño.

Por culpa de él, Relena y Ren fueron separados, esta última quedando con un trauma. Casi mata a Camilo. Y quien sabe a cuantos más daño en más de una década. ¿Cómo podría llamar padre a alguien así? Era un monstruo, y era un bien en la galaxia que estuviera muerto. No le importaba que tan cruel era ese pensamiento, porque era la verdad.

-No puedo decirle a nadie-.

Nadie debía enterarse que tenía algún parentesco con él. ¿Qué dirían sus amigos? Dan y los demás, aunque sorprendidos, no lo tomarían mal y la seguirían viendo como una amiga y miembro. Así de buenos son; pero no podía decir lo mismo de sus amigos Neathianos o Gundalianos. Menos de Ren o Relena.

-Veo que despertaste-.

Claire casi salto de su cama al escuchar esa voz. Giro su rostro a la derecha. En el marco de la entrada, estaba Shun.

Al verlo, todo los sucesos de antes volvieron a ella de golpe, haciendo que sus pensamientos personales se esfumaran para concentrarse en la amenaza mayor.

-¡El interespacio!- Se sentó de golpe, tirando las sabanas que la cubrían. -¿Qué paso con el Interespacio?-.

Shun negó con la cabeza. -Se perdió. Marucho esta trabajando todo lo que puede, pero de alguna manera, alguien ha restringido el acceso de todos después de huir-.

¿Tan rápido? A menos que...

-¿Cuanto tiempo estuve inconsciente?-.

-Tres horas-.

-¡¿Tres horas?!-.

-La explosión los golpeo fuerte- comento Taylean desde el hombro de Shun. -Todos los que estaban cerca de Dan y Drago cuando esa cosa ataco quedaron inconscientes-.

-¿Donde esta Lionel?- Pregunto Claire, no viendo a su compañero en la habitación.

-Se le hicieron revisiones los trajeron. Ya lo llamaremos ahora que despertaste- respondió Taylean. -Quédate tranquila. Más allá de algunas heridas y el cansancio de la batalla, esta bien-.

Un poco más aliviada por esa noticia, paso a su siguiente pregunta. -¿Y Dan y Drago?-.

-Dan despertó antes que tu, pero Drago sigue inconsciente- respondió Shun, acercándose a la cama de ella. -Pero considerando toda la energía que debió soportar, y que ellos recibieron la mayor parte del impacto, es una suerte que solo este agotado. También hay que agradecer que Marucho logro sacarnos a todos a tiempo, o el daño de la explosión podría haber sido peor para todos- agrego.

En ese sentido, tenía que darle agradecer . Lo que sea que fuera esa... cosa, tenía un poder destructivo inmenso que acabo con los Mechtogan y una combinación triple de poderes defensivos del Bakugan más fuerte que existe. Se podría considerar un milagro que nadie tuviera que ir al hospital.

Claire se puso de pie, y fue cuando se vio a si misma, dándose cuenta que seguía usando sus mismas ropas, aunque estaban algo sucias y con algunos rasguños, pero aun podía usarse.

-¿Dónde están los demás?- Pregunto, pero rápidamente agrego. -De hecho, ¿donde estamos? No parece una habitación de los domos de acceso al IB-.

-Por que no lo es. Debido a la emergencia y que éramos muchos, Marucho nos saco a través del acceso de entrada que tiene en su casa, es ahí donde estamos- explico Shun.

-No sabía que Marucho tenía un acceso para el Interespacio en su casa- dijo Claire, un poco sorprendida.

-La usábamos cuando el Interespacio aun estaba en desarrollo. Se creo durante la lucha contra los Vexos por las energías de atributo, pero se dejo de usar cuando el IB se puso al público. Suerte que Marucho la guardo como una especie de salida de emergencia-.

Realmente era una suerte. O tal vez ingenio de parte de su pequeño amigo rubio. Después del secuestro de terrícolas por parte de los Gundalianos, Marucho debió implementar muchos sistemas de seguridad y escape, más de los que les ha mencionado.

-No quiero sonar que te apuro, pero si te sientes bien, deberíamos ir con los demás- dijo Shun, tratando de sonar lo más amable posible. Claire había estado en el radio de una onda de impacto muy grande, así que no quería presionarla, pero todos los demás estaban reunidos y planeando el siguiente movimiento, así que lo mejor es que estuvieran todos.

Asintiendo, y ansiosa del siguiente movimiento que harían, Claire se puso de pie y siguió a Shun afuera de la habitación por los pasillos de la gigantesca mansión. Estuvo viviendo aquí un par de meses antes de irse a vivir con Camilo y Ginebra, y aunque se aprendió un poco los caminos, fácilmente podría perderse por lo inmenso que es. Se pregunta vagamente, cuantos mayordomos tiene Marucho a su disposición para este lugar.

Claire miro por la ventana del pasillo. Era nublado, por lo que a simple vista uno creería que ya era tarde, pero según Claire, apenas debían ser las tres de la tarde. Hoy sucedieron demasiadas cosas que apenas podía procesar todo: el funeral de Snow, el ataque al Interespacio, un monstruo dragonico surgiendo de la nada y acabándolos, Camilo...

-¿Has sabido algo de Camilo?- Pregunto Claire, un poco ansiosa. Él dijo que las alcanzaría después, pero nunca llegó a la batalla. En este momento, realmente quería verlo.

-No desde el funeral- respondió Shun, quien también se extraño de la desaparición del pelinegro, al punto de preocuparse, aunque no lo demostrara. Alguien debe ser el sensato del grupo. -¿Sabes algo?-.

Asintió vagamente. -Él recibió una llamada cuando veníamos camino al IB, pero dijo que nos adelantarnos. Parecía que reconocía el número, pero no dijo quien era-.

Estrechando los ojos sospechosamente, varias ideas rondaron por la cabeza del Peleador Ventus. Iban desde un secuestro planeado por el enemigo hasta el peor resultado del que no quería imaginar. Pero lo que era seguro, es que no era coincidencia la desaparición de Camilo de la batalla que tuvieron. Quien este detrás del ataque, lo planeo.

El resto del camino siguió en silencio, aunque no tardaron mucho en llegar a su destino. Saliendo de un ascensor, caminaron por un pasillo estrecho, en donde los dos apenas cabían para caminar de lado. Las paredes eran blancas y el cielo era bastante alto, con luces iluminando el pasillo.

Al final del pasillo estaba una puerta que se deslizo hacía arriba cuando se acercaron. Al ingresar, vieron una habitación espaciosa de paredes blancas. Al frente, había grandes ventanas que permitían ver un gran espacio afuera en donde solo había una plataforma. La habitación no tenía mucha decoraciones, salvo un panel de control pegado a la pared de las ventanas y una gran mesa circular, en donde estaban todos.

Cuando ingresaron, llamaron la atención de los demás, cuyas expresiones se veían sombrías, pero se iluminaron levemente al ver que Claire estaba despierta y bien.

-¡Señorita Claire!- Lionel salto de su lugar en la mesa hasta ella, emocionado de verla de pie y sana. Claire lo atrapo entre sus manos. -¡Me alegra tanto verla bien! Lamento haber fallado en protegerla-.

Claire sacudió la cabeza de un lado a otro. -Tu no fallaste en nada, Lionel. Era imposible adivinar que algo como eso aparecería-.

-Es una forma de decirlo- dijo Dan, con una sonrisa sin humor.

Claire miro al líder de los Peleadores, viéndolo con ligera sorpresa. Como fueron Dan y Drago quienes amortiguaron más que nada el ataque, era de esperarse que hubiera resultado ser los más afectados, pero era difícil ver a Dan con un parche en la mejilla izquierda y vendas envolviendo su frente. Sin contar que, su ropa estaba chamuscada y rota en algunas partes.

Aun con todo eso, el fuego en sus ojos rojos no se había disminuido. La flama puede sacudirse, pero no apagarse. Así era el espíritu de Dan.

Aparte de todos los que lo ayudaron, Claire también vio a dos que no estaban antes: Luna y John. ¿En donde habían estado?

-Ahora que estamos todos, creo que es buen momento para hablar de lo que descubrimos- dijo Luna. Procedió a explicar brevemente que, mientras ellos estaban luchando, ella y John realizaron el plan de robo de información de Goodwin. -Deben ver esto-.

-¿Donde esta Camilo?- Pregunto Serah abruptamente, mirando alrededor de la habitación. Estaban todos menos él.

Bueno, él y alguien más.

-Ahora que lo dices, ¿donde esta Felipe?- Pregunto Shun, recién dándose cuenta que faltaba alguien más.

-Los federales se lo llevaron- respondió Xerxes con frustración, recordando ese momento con amargura. Siendo esa la razón por la que no pudo luchar con los demás -Y no solo eso, sino que parece que Goodwin retiro su ayuda- volvió a recordar ese hecho.

-...Creo que ya no queda dudas de que él es el malo, ¿verdad? Creo que ya es obvio- dijo Tristar.

-No puedo creer que diga esto... pero tienes razón- dijo Vladitor, sintiendo un amargo sabor en la boca al darle la razón a un idiota.

-...Todos lo escucharon, ¿verdad? Vladitor dijo que tenía razón- hablo Tristar, que estaría más emocionado sino fuera por las circunstancias más sombrías en la que están.

-Lo escuchamos, Tristar- dijo Marucho con una pequeña sonrisa, acariciando con un dedo la cabeza de su amigo. Su expresión se volvió más seria. -No podemos dejar a Felipe así. Tenemos que llama para que puedan hacer algo-.

-Y lo haremos, pero ahora debemos enfocarnos en el problema principal: que hacer ahora en el Interespacio- señalo Shun.

-Debemos ordenar nuestras prioridades y de ahí, empezar hacer un plan de contraataque. Es un ejercicio básico para los Caballeros del Castillo- recomendó Rafe. Él también tenía la ropa sucia y algunos rasguños en la cara que ya fueron tratados, pero al igual que Dan, todavía tenía el espíritu para seguir.

-Rafe tiene razón. Nos estamos llenando las manos con demasiadas- hablo Serah. -Creo que todos necesitamos un descanso antes de seguir-.

-No podemos descansar. Cada segundo que pasa, le damos la oportunidad a nuestro enemigo de planear y dar su siguiente golpe. Debemos atacar antes que él- protesto Shun.

-Entiendo lo que dices, Shun, pero la mayoría aun estamos cansados. Ninguno aquí esta en condiciones mentales para pensar claramente- dijo Lirian. -Si actuamos ahora, seguramente harías algo imprudente que nos condenara. Tenemos que descansar para tener la mente clara y pensar mejor el siguiente movimiento-.

Aunque Shun parecía querer protestar por la tensión de su mandíbula, termino por suspirar y asentir. Aunque no le gustaba la idea de perder el tiempo mientras su enemigo podría estar planeando algo, hasta él tenía que reconocer que hoy era un día muy duro para todos. Aunque lo podía ocultar con años de entrenamiento ninja, él estaba muy fatigado, ya que después del funeral de Snow se concentro con Taylean en controlar a su Mechtogan, solo para después lanzarse a una batalla sin cuartel.

Claire vio que Luna parecía querer decir algo, pero John le puso una mano en el hombro, deteniéndola. El marciano podía ver que todos necesitaban un pequeño descanso antes de volver a la acción. La información que tenían era importante, pero podía esperar un poco.

-Si todos estamos de acuerdo...- hablo Dan, apoyándose en la mesa. -Marucho, ¿podrías llama para que vean lo que pueden hacer sobre Felipe? También para saber que pasara con nosotros ahora que ya no tenemos seguro-.

-Claro- asintió el pequeño, alejándose de la mesa mientras marcaba el número de los agentes.

Dan miro al resto alrededor de la mesa. -El resto... tómese una hora de descanso. Creo que la merecemos-.


(Con Anubias)

Anubias camino por los pasillos del castillo oscuro y de aspecto tenebroso que era su base. A diferencia de lo que alguien pensaría, él si disfrutaba de la luz y comodidades modernas. Los lugares de aspecto lúgubre no eran lo suyo.

Mientras caminaba a lo que sería un salón del trono, la mente de Anubias vago al momento que definió su vida y lo trajo a donde esta ahora.

FLASHBACK

Un Anubias de no más de 14 años corría por las oscuras calles de una ciudad Gundaliana. El sonido de los pasos metálicos y las voces de los soldados que lo perseguían se escuchaba. Aunque sus piernas estaban cansadas por haber corrido durante horas, no debía sabe. No puede. Si lo hace, lo atraparan y lo golpearan más fuerte que las golpizas normales por desobediencia, o tal vez decidirían que su valor como peleador no valía para seguir soportándolo y lo eliminarían.

Se detuvo de golpe cuando vio la sombra de unos soldados, proyectadas por un faro en la esquina. Con un vistazo rápido alrededor, doblo a una esquina a su izquierda y coloco su espalda lo más posible en la pared, como si intentara fundirse en ella.

-¿Donde esta ese mocoso? ¡Lo voy a matar!-.

-Cálmate. El señor Gill no quiere muerto a este chico-.

-¿Qué me importa? Este es su tercer escape en este mes. Puede que sea muy bueno, pero no vale la pena seguir soportándolo. Ni siquiera tiene un compañero Bakugan. Ese chico no vale más que mil soldados-.

-Te entiendo, a mi tampoco me gusta ese chico, pero ordenes son ordenes. No se tu, pero yo tengo una familia que alimentar, así que no quiero problemas con los jefes-.

-Bah-.

Tras escuchar los comentarios de los soldados, el rostro de Anubias se arrugo, su ceño fruncido se profundizo aun más ante la mención del segundo al mando del Emperador y el interés que había tenido de él sin buscarlo o desearlo.

Eso le hizo recordar las preguntas que fueron la que hicieron que se escapara tantas veces: ¿por que debía luchar en una guerra que no le incumbía? Le daban igual los Neathianos, así que no le veía el sentido. ¿Por Gundalia? Claro que no. ¿Por que debía pelear por un planeta que lo abandono? Qué sea el planeta donde vive no es razón suficiente. ¿Por la gloria del Emperador Barodius? Qué estupidez. ¿Por que luchar por un emperador que nunca ha hecho nada por él?

Él solo era un huérfano cuyos padres lo abandonaron a los pies de un orfanato al no quererlo. Vivió toda su vida en el orfanato, hasta que tuvo su oportunidad de escapar de ese lugar cuando el ejercito comenzó a reclutar a personas para sus filas para la guerra contra Neathia. Él tenía 12 cuando comenzaron a reclutar, la edad perfecta.

Lo académico nunca fue lo suyo, la educación del orfanato era, a mejor palabra, pobre. Pero en donde si destaco fue con los Bakugan y en las batallas de práctica, donde rápidamente se hizo el número 1 de su año. Tan bueno era, que llamo la atención de la mano derecha de Barodius, Gill, cuando él vino a realizar el progreso de los soldados en la sección donde él entrenaba.

Admitía que ir a la guerra y luchar contra los Neathianos fue lo más emocionante que le paso hasta ahora. La emoción del campo de batalla, la adrenalina, todo era excitante. Nadie se le comparaba.

Pero la arrogancia fue su perdición. Así sucedió cuando en una misión de sabotaje al tercer escudo que él lideraba, se enfrento aquel comandante Neathiano llamado Jim y fue derroto fácilmente. Aunque logro escapar, su escuadrón fue capturado.

Al volver y haber fallado, recibió un duro castigo físico por su fracaso que lo dejo en cama por una semana. En ese tiempo, se planteo lo que estaba haciendo y porque lo hacía. La emoción de la batalla era lo que deseaba, pero no seguir a un tipo que nunca hizo nada por él.

Así fue como empezó sus escapes para huir de esta guerra. No sabía hacía donde ir o que hacer si lograba escapar, solo sabía que no quería seguir luchando más para Barodius. La emoción de los combates no valía la pena para seguir ordenes y morir por ese sujeto.

Hasta ahora, a pesar de sus intentos numerosos, siempre lo habían podido atrapar, y cuando lo hacían, los soldados le daban una paliza hasta que se cansaran y lo dejaban en el suelo, golpeado y sin fuerzas hasta que se fuera solo a su habitación o uno de ellos tuviera la orden de llevarlo al ala médica.

-Será mejor que huya ahora que no están- pensó, corriendo y dando la vuelta en una esquina, pero se congelo de golpe al ver a tres soldados patrullando.

-¡Oye! ¿Qué haces afuera? La ley marcial comenzó hace tres horas- exclamo uno de los soldados. Anubias tenía puesta una capa con capucha para cubrir su rostro, así que no lo reconocieron.

En vez de perder el tiempo inventando una excusa que no funcionaría, se giro para correr.

-¡Oye, no corras!- Grito el soldado, comenzando a perseguirlo, junto con los otros.

Estaba demasiado cansado y no tenía fuerzas para correr, así que fue a un callejón, donde salto encima de una pila de un basurero y salto la cerca que había, votando el basurero de paso. No se detuvo, a pesar de lo cerca que eran los gritos de los soldados, ni como el sonido de las armaduras aumentaba, indicando que más soldados llegaron.

Siguió corriendo, hasta que entró en un callejón, pero tropezó con una piedra y cayo al suelo, haciendo que su capucha se bajara, revelando su rostro.

-Maldición...- dijo en voz baja. Estaba cansado de tanto correr, tenía hambre, pero si los soldados lo atrapaban, lo golpearían y lo obligarían a volver a luchar en una guerra que no le interesaba. -No puedo... rendirme aquí...-.

-¿Oh? ¿Qué hace un niño aquí a estas horas?-.

Anubias giro su cabeza con miedo al escuchar una voz, solo para ver unos pies y parte de unas piernas cubiertas por un pantalón que lo rodearon y se pusieron delante suyo. Al alzar la cabeza, vio lo que parecía ser un hombre, pero no era Gundaliano, no tenía la piel grisácea ni los cuernos de su especie. Tampoco era Neathiano, ya que no tiene sus grandes ojos azules ni el tono de piel. Usaba una túnica negra que cubría todo su cuerpo.

El individuo se quito la capucha, permitiéndole a Anubias ver mejor su rostro. Era la de un hombre en sus 50, cabello largo blanco y trenzado.

-¿Quién eres?- Pregunto Anubias, siendo la primera vez que veía alguien como el hombre que estaba delante suyo.

-¿Es la primera vez que vez a un terrícola?- Pregunto el hombre. ¿Terrícola? Anubias no sabía lo que eran eso, aunque ya había escuchado ese termino antes. -¿Por que estas aquí, hijo?-.

-¡Busquen al chico! ¡Esta cerca!-.

Ambos escucharon el grito de un soldado, junto con el sonido de los pasos de lo que debía ser un escuadrón de soldados. Anubias apoyo las manos contra el suelo e intento levantarse, pero colapso y su rostro toco de nuevo el suelo.

-...Parece que huyes de esos soldados. ¿Por que perseguirían a un chico como tú?- Pregunto el hombre con intriga.

-Por que... no quiero luchar en su estúpida guerra...- respondió Anubias, aunque no sabe porque lo hizo.

-¿Un Gundaliano que no tiene interés en luchar una guerra? Eso no se ve todos los días- comento el hombre misterioso, más para si mismo. -Y viendo que quieres escapar... tal vez podamos beneficiarnos-.

-¿Qué...?-.

El hombre se agacho hasta que una de sus rodillas tocaron el sucio suelo en donde estaba tirado. Al bajar su altura, Anubias pudo ver mejor sus rasgos y mirarlo a los ojos.

-Estoy buscando asistentes, chicos jóvenes como tu para mi misión de vida. Tu pareces tener lo que busco. Te ofrezco una salida: te puedo sacar no solo de la ciudad, sino del planeta, lejos de la guerra de tu mundo con Neathia. A cambio, debes obedecer que me sirvas. No te preocupes, no te ordenaría hacer algo drástico como asesinar o dar tu vida por mi, solo quiero que, cuando te ordene algo, lo cumplas-.

Era una oferta muy buena. Estaba tentado aceptarla de inmediato, pero años de aislamiento y cuidarse a si mismo le enseñaron a no confiar mucho en la gente, menos cuando ofrecen algo tan bueno, y por lo que él pedía, no sonaba diferente a lo que le obligaban a hacer ahora.

-¿Por que lo haría?- Se atrevió a preguntar. -¿Qué diferencia hay en lo que no quiero hacer?-.

-La diferencia es, que yo no te obligaría a luchar en una guerra. Solo cumplirías ciertas ordenes de acuerdo a tus habilidades. Mientras lo hagas, puedes hacer lo que quieras y vivir con todas las comodidades que mi planeta te ofrece- argumento el extraño de manera calmada. -Creo que es mucho mejor que servir de manera obligada y que los soldados te golpeen- agrego. -Y si te preocupas desconectarte de los Bakugan, no lo hagas: aun podrás tener batallas, aunque no se compararan a una guerra, claro esta-.

Con su cuerpo y mente agotados, Anubias sopeso sus opciones. Si rechazaba al extraño, podría seguir huyendo por su cuenta. En su condición actual, los soldados no tardarían en encontrarlo y volvería al comienzo. Pero si aceptaba, tendría un pase lejos de este asqueroso planeta y de una guerra que le era indiferente, a cambio de seguir ordenes de este sujeto, que aseguraba que no serían nada drásticas o fuera de su ser.

No confía en este extraño, pero las ventajas que dan superan por mucho a las desventajas y a lo que pasaría si lo rechaza. En su situación, aun si tenía dudas, la opción era obvia.

-Estoy dentro...- dijo Anubias, apoyando sus brazos contra el suelo para levantarse. -Pero dime, viejo, ¿cuál es tu nombre?-.

Antes de hacer fuerza para levantarse, el hombre le extendió su mano y le sonrió amablemente.

-Me llamo Rex Goodwin. ¿Y el tuyo, joven?-.

-Anubias Ghizo-.

FIN FLASHBACK.

Como Goodwin prometió, al aceptar, evadir los guardia, salió del planeta y llegó a la Tierra por un portal interdimensional. Ahí, tras curarse, comer como nunca lo había hecho antes, y aprender adoptar la apariencia de un terrícola, su primera misión fue ganarse la confianza de Marduk Kastle.

No fue tan difícil hacerlo, el peligris tenía problemas con su familia que lo despreciaba, así que el primer signo de amabilidad que ofreció, lo atrajo como polilla a la luz. Lo difícil fue contenerse al enseñarle sobre los Bakugan, y aun más difícil fue contenerse contra los chicos que lo combatían. Los Bakugan de Vestroia eran más débiles que el Bakugan más débil de Gundalia, ya que ninguno alcanzaba los 400G.

Lo ayudo a mejorar durante meses, hasta que Goodwin le dio la orden de usar la carta de la Dimensión de la Perdición y derrotar a Marduk de la forma más humillante y dolorosa posible. No se porque le pidió derrotarlo de esa forma, ni le importo. Hizo lo que le dijeron y después se fue.

Pensó que sería la última vez que vería a Marduk, pero años más tarde lo volvería a ver, convertido en un peleador mucho más fuerte que antes. Tan fuerte que lo derroto con facilidad a él, quien le enseño de Bakugan desde el inicio.

Se pregunto si ese había sido el propósito original de Goodwin. El tipo tenía muchos planes que no tenían sentido en un inicio, pero a la larga, daban frutos. Como paso al ayudar a los Peleadores, ya que así le permitieron verlos de cerca, sobre todo a Navas, de quien Goodwin tenía un mayor interés que en lo demás.

Pero en quien tuviera interés Goodwin no le importaba, lo único que le importaba desde siempre era él mismo. Una cosa que si había mantenido consigo mismo de su tiempo como cadete y soldado fue la mentalidad Gundaliana de Barodius: tener poder. Ser el más fuerte. Sin poder, no podía ganarle a nadie. Sin poder, no podía ni protegerse a si mismo. Sin poder, no podía ser el mejor.

Kastle, Kuso y Navas obtuvieron poder de todas sus batallas pasadas. Era su turno de ganar poder.

Llegó a lo que sería la "sala del trono". Ahí estaba Goodwin, de pie frente a ese trono de tal forma que impedía verlo. A un costado de donde estaría el trono, esta la maquina que Kazarina construyo para él, activada.

-Oh, Anubias. Que bueno que estas aquí, ya te iba a llamar y a los demás para dar los detalles de la siguiente fase del plan-.

-Guárdatelo, anciano. Quiero hablar contigo-.

Rex levanto una ceja, intrigado. -Siempre estoy disponible. ¿Qué necesitas?-.

-Quiero que le des poder a Horridian, lo suficiente para que evolucione y pueda enfrentar al Vladitor Darkus. Si quieres que tu planes tengan éxito, debo ser más fuerte. No creo que puedas confiar en esa bruja y su sirviente de mascara por mucho más tiempo- lo último se refirió a Kazarina y Dukhan.

Podría haber incluido a Volcaron y a Krakenoid, pero sentía más afinidad a Horridian que con ellos dos. Como cadete y soldado, Anubias nunca se quedo por mucho tiempo con un Bakugan, ya que no lograba entablar una relación de solidaridad con ninguno, así que tuvo varios compañeros de diferentes atributos hasta que se canso de servir. Con los que más tiempo se quedo fueron con los Bakugan Darkus. Razón por la cual, él se identificaba más como Peleador Darkus.

-¿Solo eso? De acuerdo-.

Anubias parpadeo. La verdad... no se esperaba que aceptara tan fácil.

Goodwin se dio cuenta, y con algo de diversión explico: -Tienes razón en que no podré confiar por mucho tiempo en Kazarina y Dukhan. Prevengo que tarde o temprano me traicionaran, así que quiero prepararme para ese momento. De todos modos, ya pensaba en hacer que tu y Sellon se volvieran más fuerte, porque quedo claro que aun con los Bakugan Caos y los Mechtogan, no será suficiente para las batallas que vendrán-.

-Bien. Es bueno ver que estamos en el mismo canal por una vez- dijo Anubias, cruzándose de brazos.

-El problema es que, Horridian y tus otros Bakugan ya llegaron a su limite evolutivo. Aunque les diera más poder, no aumentarían mucho su fuerza y sería temporal, lo cual no es lo que buscas. Pero por suerte, se me ocurrió una idea que podría solucionar ese problema-.

-¿Cuál?-.

-¿Conoces el concepto de fusión?-.

Anubias ladeo la cabeza, confundido de porque saco eso al tema, pero igual decidió responder. -Es cuando combinas dos o más cosas para hacer una sola nueva con la combinación de esos elementos. Como los colores, que al combinar rojo y amarillo, dan naranja-.

-Exacto. La idea se me vino al ver a Kazarina fusionar elementos de ADN externos al Código Genético de Genesis Dragonoid. Puede que tus Bakugan no puedan evolucionar más, pero si los fusiono en uno solo, el poder de los tres dará como resultado a un Bakugan más poderoso con habilidades que ni yo puedo adivinar-.

-Fusionar Bakugan… ¿eso siquiera es posible?- Pregunto Anubias, admitiendo que la idea le atraía mucho.

-No es algo que se haya intentando, pero es posible. Aunque las energías de los Bakugan involucrados deben ser compatibles. Pyrus y Darkus lo son, pero no Pyrus y Aquos. El atributo Darkus de Horridian podría servir como equilibrio entre esos dos. Creo que deberíamos usarlo a él como base para la fusión- hasta Goodwin se veía intrigado, y algo emocionado por la idea. -Pero como no se ha intentado antes, esta el riesgo de que falle y puedas perder a los tres Bakugan, así que debes estar seguro de hacerlo-.

Es cierto que era un riesgo enorme, pero esto no era diferente a cuando decidió aceptar la oferta de Goodwin aquella noche. Esa vez también era un riesgo, porque no sabía lo que le depararía si aceptaba, pero decidió correrlo y ha sido recompensado.

La vida se trata de riesgos. Uno debe tener el valor de tomarlos, y Anubias Ghizo no era alguien que se asustaba.

-Hazlo-.

Goodwin sonrió. -Esa temeridad y valor son lo que más me gusta de ti, Anubias. No me equivoque aquella noche. Prepararé lo necesario para empezar. Cuanto antes se logre esto, más tiempo tendrás para adaptarte a tu nuevo compañero. Sígueme-.

Anubias asintió y siguió a Goodwin fuera de la sala, ignorando la figura que estaba conectada a la maquina y estaba cubierta de sombras.


(En el domo)

Rafe se masajeo la parte trasera de su cuello. Aunque Dan les ordeno descansar, era difícil hacerlo. No después de toda la lucha que pasaron y lo que vieron.

-¿También estas cansado?- El Neathiano alzo la mirada, viendo a su compañera Page llegar. -Fue duro allá dentro, ¿no?-.

-Si- admitió con un suspiro. -¿De esto se trata las batallas a gran escala? Sabía que batallas como estas existían y que me vería involucrado como Caballero del Castillo, pero experimentarlo de primera mano fue...-.

-Intenso- termino ella por él. -Si... digo, a mi me gusta una buena batalla, pero lo que paso allá... era una maldita guerra. Una que perdimos- se notaba la frustración en sus rasgos. -Rayos, tal vez si debería escuchar más al comandante Krawler-.

-¿No me digas que te sientes superada? Esa no es la Page que conozco- dijo Boulderon.

-¡Claro que no! Es solo que... que fue más intenso de lo esperado- admitió la pelirosa de mala gana.

-No siempre habrá victorias en la vida. También habrán derrotas amargas como esta- dijo Wolfurio sabiamente. -Puede que perdimos esta batalla, pero la lucha aun sigue-.

-Lo se...-.

La batalla anterior y su derrota les dio una nueva perspectiva a los jóvenes peleadores. Tal vez, como dirían algunos, fue la dosis de realidad que necesitaban para que se bajaran de la nube en la que estaban. Pudieron haber sido los mejores soldados de su año, pero eso no los hacía invencibles o mejores, solo demostraba que tenían potencial, pero que necesitaban pulirlo para explotarlo.

-No pienso irme- dijo Rafe de la nada. -Es como se lo dijimos a Dan. Pienso quedarme a luchar. Los Peleadores salvaron mi mundo, como Caballero del Castillo y Neathiano, lo menos que puedo hacer es quedarme a su lado en su momento de necesidad-.

-¿Quién hablo de huir? Recuerda que también decidí quedarme- dijo Page. -Puede que perdimos esta batalla, pero le devolveremos la paliza para la próxima a esos idiotas-.

-Ese es el espíritu- dijo Boulderon, feliz de ver a su compañera con su actitud de siempre.

-Me alegra que tengan esos ánimos, los necesitarán-.

Ambos jóvenes voltearon de adonde vino esa voz, viendo a alguien que no conocían.

La persona que llegó era un hombre por su voz y físico delgado, vestía una túnica blanca que le llega hasta los tobillos parecía hecha de las mejores telas, pero que aun así lograba que se viera modesto. Tiene un cabello bastante largo y desordenado de color blanco algo opaco que le llega hasta su espalda y que cubre sus ojos, orejas y cuello. La túnica también tenía una capucha que llevaba puesta, haciendo más difícil ver sus rasgos faciales.

En sus mano derecha tiene un báculo de madera con una forma única, ya que al verlo, daba la imagen de una torre por alguna razón.

Rafe se puso de pie, y junto con Page, se acercaron al individuo misterioso. Nadie debería poder entrar al domo, ya que estaba cerrado. Como no lo conocían, no parecía alguien del personal y no creían que Marucho dejara la seguridad descuidada, este tipo debió colarse.

-¿Tu quien rayos eres?- Pregunto Page agresivamente.

-Esa... es una pregunta difícil de responder- respondió el desconocido crípticamente. -Tengo muchos nombres y apodos a lo largo de mi existencia, algunos impronunciables para oídos mortales. Mi favorito es el de "Mago de las Flores"-.

-A mi me parece que este tipo es un rarito- comento Boulderon.

-No puede estar aquí, este lugar cerrado al público- Rafe intento dialogar para sacar al hombre pacíficamente. -Dígame quien y le ayudaré a encontrar la salida-.

-¿Para que? Si acabo de llegar- dijo el hombre con una sonrisa, levantando los brazos. -Es de mala educación querer sacar al personaje estelar de la historia cuando acaba de llegar, sobre todo cuando dicho personaje viene a salvarles el trasero-.

-¿Qué quieres decir?- Pregunto Wolfurio.

-Que vengo a contarles todos los sucios secretos de de Goodwin y de Código Eve, así como de decirles que era ese dragón que los acabo-.

Page y Rafe abrieron los ojos como platos y se miraron entre si. El tipo decía muchas cosas, todas de temas interesantes y atrayentes, pero nada más como lo último.

-...¿Cuál es tu nombre?- Pregunto Rafe.

-Esa es una pregunta más fácil de responder- el hombre se quito su capucha, revelando un rostro de un hombre de facciones delicadas. Sus ojos eran grandes y de color violetas. Tenía aros con forma de flores de color rosa pegada en sus orejas, que si se veían como flores reales. -Llámenme Merlín, el último Celestial puro con vida. Y vine a equilibrar la balanza-.


N/A: Menuda forma de terminar el capítulo. Se vienen muchas revelaciones en el siguiente capítulo.

El nuevo opening, como dice el nombre, es el opening 6 de Bleach. Me debatí mucho para elegir el opening para este arco, pero creo que queda.

El capítulo mostró un poco de los Peleadores y como quedaron, pero se enfoco en dos personajes importantes: Claire y Anubias.

Claire es la protagonista de toda mi saga de Bakugan, y ya con el desarrollo que ha tenido, tengo que seguir preparándola. Actualmente, ella lidiara con el hecho de saber que Youma es su padre. Como dije en notas anteriores, su situación es la misma que Leia cuando supo que su padre era Darth Vader. Y como sabemos, en el Canon, que es mi versión favorita, ella nunca termino de aceptarlo y perdonar todo lo que hizo, sobre todo a Han y Luke, lo cual es normal.

No exploraré mucho este lado más allá de algunos pensamientos relacionados. Me lo guardaré para el siguiente libro.

Pero el enfoque principal fue Anubias, donde se le dio más desarrollo y se explico su situación. A diferencia del anime, aquí es un Gundaliano en toda regla que fue huérfano y se unió como soldado durante la guerra entre Gundalia y Neathia que destaco bastante y muy rápido, incluso lucho contra Jim, el antiguo prometido de Fabia antes que este muriera, pero que decidió dejar la guerra porque no le interesaba luchar por Barodius o Gundalia y conoció a Rex por coincidencia o destino.

La idea de fusionar Bakugan para hacerlos más fuertes no es originaria mía, sino que me inspire en un concepto casi igual al que usa mi amigo 1FanMas en su historia de Bakugan. Gracias por la idea colega.

También le daré una historia de trasfondo a Sellon e Isis, ya llegara su momento.

¡Y finalmente aparece Merlín! Tiene la apariencia de Fate, porque es la versión de Merlín que más me gusta, aunque a la vez, sea la más inhumana. Vino a responder las dudas que hay entorno a los enemigos que enfrentan los Peleadores. El siguiente capítulo será mayormente de relevaciones.

Sin nada más que decir me despido. Visiten y comenten el resto de mis historias por favor. CHAO.