( ALONES: BLEACH, opening 6)

Quiero ver tu sonrisa volver

(Se ve a Wolfurio, Lirian y Boulderon, quienes parecen ser los que están cantando. La imagen se ve de blanco y negro).

Ya no veré hacía atrás

(Aun blanco y negro, se ve a Camilo con la expresión agachada, sentado en un trono de piedra).

Quiero caminar de frente pero tu cansado estas.

(Se ve a los Peleadores reunidos en una sala de estar, cansados y derrotados).

De tanto sonreír.

(Se muestra el collar de Pegaso que Claire le regalo a Camilo en navidad tirado en el suelo)

No tienes que fingir.

(Se ve la sala del Orbe Sagrado, y al Orbe, aun en blanco y negro, brillar intensamente)

Es buenos ser feliz de vez en cuando para ti.

(Se ve a los Peleadores, Claire y Ginebra levantarse, con expresiones decididas en sus rostros).

(La música suena mientras se ve a Marduk mirando al horizonte desde lejos, para hacer un acercamiento más de cerca rápidamente. La imagen cambia de golpe para mostrar un casco con un yelmo que cubre el rostro de quien lo usa).

(Seguidamente, se muestra el titulo del fic en un espacio parecido a un cielo despejado, siendo la primera imagen a color).

Tu tierna voz no siempre trajo sufrimiento y no quiero arrancarlo desde adentro

(Se muestra desde la perspectiva dos escenas: a Camilo, acercándose a un Marduk llorando después de que ambos perdieran a sus compañeros y a Camilo conociendo a Claire).

Quiero que vuelvas, pero si lo fuerzo puedo lastimarte más que ahora.

(La escena cambia de golpe, con una Claire en medio de una calle en una ciudad a oscuras. Se muestra en imagen muy brillante el momento en que Camilo y Claire estrechan sus manos la primera vez, haciendo énfasis en ese momento).

Ya no existen las palabras, pero todo lo que haces me revela la verdad...

(Camilo y Marduk pasan uno frente al otro, como si fueran fantasmas atravesándose. La imagen muestra a Camilo de pie en una calle).

Y no se haya nada más.

(Al mismo tiempo que Camilo se da la vuelta, el fondo se quema y muestra a Goodwin en un espacio oscuro, extendiéndole la mano a Camilo, invitándolo).

Guárdalo en lo más profundo si.

(Se muestran rápidamente y uno a uno a todos los amigos que los Peleadores hicieron: a los Vexos, la Resistencia, Daku, Fabia, Serah, Linus, Ren, Mason, Zenet, Lena, Relena, Alfredo, Serena, John, Ashoka, Felipe, Sabine, Rafe, Page, terminando con mostrar a los miembros de los equipos Anubias y Sellon).

Si somos libres para amar, será bueno dejar de soñar.

(Se muestra la imagen de un hombre moreno que parpadea hasta transformarse en el Caballero Esqueleto. Después, se muestra la imagen de un Goodwin en sus veinte que parpadea hasta mostrarse al Goodwin de la actualidad, el empresario).

Y si no quieres volverlo a hablar.

(Con un movimiento de capa, se muestra a Goodwin y la imagen retrocede, mostrando a Anubias, Sellon, Caligula, Kazarina y Dukhan mientras la imagen se alejaba más, mostrando ahora una vista completa del castillo).

Yo nunca te abandonaré.

(Se ve a Camilo sentado en un trono de piedra, con una sombra oscura envolviéndolo lentamente).

¡Contigo estaré!

(Se ve a Marduk levantarse).

Quiero ver tu sonrisa volver.

(Se muestra a los Vexos juntos y la imagen asciende para mostrar sus Bakugan juntos y alineados).

Ya no veré hacía atrás.

(Los Bakugan lanza sus ataques al unísono contra una figura oscura que repele sus ataques fácilmente).

Quiero caminar de frente pero tu cansado estas.

(Drago lanza un rayo de energía contra Némesis, que lo esquiva en el aire y lanza su propio rayo que Drago esquiva y ambos chocan sus garras, mirándose con odio desmedido).

De tanto sonreír, no tienes que fingir.

(Lionel atrapa su espada, mirando adelante suyo a Inhar Lumagrow Haos que carga un ataque en su boca. La imagen muestra a Vladitor blandiendo su espada de doble hoja, liberando energía purpura hacía el frente).

Es bueno ser feliz de ves en cuando para ti.

(Se muestra la imagen de Camilo de espaldas caminando hacía adelante. Una sombra lo cubre por completo, y al girarse, se lo ve con la armadura oscura de sus visiones y sus ojos eran dorados de un tono oscuro).


Capitulo 58: Nyx

-¡Bakugan pelea!-.

Tras los gritos de batalla, Aranaut y Onix surgieron del brillo de sus respectivos atributos, a la defensiva. Les había quedado claro que no podrían contra este enemigo en poder, pero tal vez su nueva estrategia funcionara.

Sin decir nada, Haou lanzo a Inferus Leonidas, que salto antes de materializarse. Al estarlo esperando, esta vez, Aranaut y Onix pudieron evitarlo.

Fabia y Relena no perdieron tiempo e invocaron los armamentos de sus Bakugan, lanzándolos para equipárselos.

Ambas entendieron que no podían permitirse el lujo de una batalla larga. Tenían que atacar con todo lo que tenían a máxima potencia si querían una oportunidad.

Podían ver que su enemigo las subestimaba, que no las tomaba en serio. Esa arrogancia era una ventana de oportunidad que debían aprovechar.

El armamento de Onix era una mochila con lanzacohetes gigantes encima de los hombros y a los lados de la mochila estaban guardados unos ganchos. El armamento de Aranaut, Battle Finisher, era una evolución de su antiguo armamento. Eran dos anillos que giraban alrededor de su eje, flotando con un equipo de flotación y que se podían separar y unir a través de cuerdas de electricidad, equipado con un cañón.

-¡Fuego!- Ordenaron ambas peleadoras al unísono.

Una rayo de energía amarilla y una docena de misiles surcaron el cielo multicolor de esta dimensión hacía Inferus, que no hizo nada para esquivar los ataques y dejo que lo impactaran. La explosión de los ataques levanto una cortina de humo que impidió ver si le habían hecho algo, pero Aranaut y Onix no se detuvieron a comprobar, siguieron atacando con sus armamentos sin secar.

Ambas pudieron notar como sus ataques combinaron lograban empujar a Inferus. Fue solo un paso hacía atrás, pero fue lo más significativo que han logrado en esta batalla.

-Deja de jugar- dijo Haou.

Del humo y los constantes ataques, Inferus se elevo al aire, tan rápido que nadie lo hubiera notado si no fuera porque el humo se había dispersado con su ascenso. No se le veía herido de ninguna forma. En el aire, Leonidas lanzo bolas de energía morados de su boca.

-¡Poder activado: Giro Real!- Los anillos de Finisher se envolvieron de energía y brillaron, comenzando a girar. Las bolas de energía que iban a tocar a Aranaut chocaron con los anillos, que giraron a la velocidad de una cierra, luchando con el ataque hasta que pudieron devolverlo, chocando con otra esfera.

Onix, por su tamaño, era un blanco fácil, pero destruía las bolas de energía con sus misiles antes que tocaran, ocasionando que explotaran en el aire.

-Parece que pueden hacerlo un poco mejor- dijo Haou. -Pero esos juguetes solo los ayudaran hasta cierto punto-.

Inferus embistió a Onix, que no pudo verlo y menos bloquearlo, ocasionando que cayera con fuerza al suelo que tembló. Leonidas levanto una garra para perforarle la cara, pero un rayo del armamento de Aranaut lo detuvo, no porque le hizo daño, sino porque lo molesto, como un mosquito que vuela sobre tu cara.

-¡Poder activado: Cuerno Oscuro!-.

Hammer se envolvió en energía de su atributo y aparto a su enemigo de él, incorporándose lo suficiente para levantarse y lanzar un puñetazo que Leonidas detuvo con una garra.

-¡Doble poder activado: Protector Dual + Bala Automática!- Las nudilleras blancas aparecieron en las mano de Aranaut. De las puntas, disparo balas de energía junto con los rayos de su cañón.

Los impactos golpeaban el ala izquierda de Inferus que la usaba para cubrirse. Aunque los ataques impactaban, no parecían hacerle nada a la ala que era tan grande como el Bakugan que protegía.

Hammer disparo los ganchos de su armamento para sujetar a su enemigo, pero estos chocaron con el suelo cuando se dio cuenta que Inferus ya no estaba en su vista y había perdido el balance un momento porque su puño ya no estaba siendo detenido.

-¡Atrás de ti, Onix!-.

La advertencia de Relena llego tarde, porque el Bakugan Darkus sintió como era golpeado por atrás y mandado a volar sobre el nivel de suelo, pasando por encima de Haou e impactando con fuerza en el suelo.

-¡Maldito!- Gruño Aranaut. -¿Pero que te paso, Leonidas? Puede que no hayamos interactuado mucho, pero podía notar que eras un Bakugan de respeto, alguien con honor que le encantaba las batallas y lo suficientemente valiente como para ir a otro mundo ayudar a su gente en problemas. ¡Reacciona!-.

Una mirada feroz e intimidante fue la única respuesta que recibió de él. No había nada más que ferocidad y sed de sangre en esos ojos rojos, antes azules.

-Leonidas…-.

-De nada servirán tus palabras, Aranaut- dijo Onix, estando de rodillas con una pierna levantada, en proceso de ponerse de pie. -Tenemos que atacar con todo si queremos sobrevivir-.

Odiaba admitirlo en este caso, pero Onix tenía razón.

-¡Poder de armamento activado: Aplastamiento Takigal!-.

-¡Poder de armamento activado: Finalizador de Luz!-.

Los misiles del armamento de Onix salieron disparados en forma de tres docenas, todos brillando de energía purpura que explotaría al mínimo contacto. La potencia de fuego liberada en esos misiles podría destruir una ciudad entera sin dejar nada.

Del mismo modo, Battle Finisher cargo su ataque en la punta de su cañón por unos segundos antes de liberarlo de su boquilla en la forma de un rayo de energía de color amarillo que voló rectamente, por debajo de los misiles, pero con el mismo objetivo.

-Poder activado: Agujero Negro-.

El poder de sus ataques debió ser muy poderoso, lo suficiente como para que Haou activara un poder. Inferus extendió los brazos hacía adelante con las palmas abiertas. Y adelante de sus garras, en el centro, algo increíble paso: un Agujero Negro, uno auténtico, se formo y abrió delante del Bakugan Darkus. La fuerza de atracción que genero succionaba al aire mismo.

Fabia y Relena no se vieron afectadas porque Inferus estaba espaldas de ellas, fuera del rango del ataque. Haou, de algún modo que desconocían, se mantenía inamovible en su lugar, algo que no tenía sentido ante la fuerza de atracción de una verdadera estrella gigante muerta.

La simple lógica de un Agujero Negro, y como era desafiada era absurda. Pero aparentemente, Inferus tenía tanto poder como para ignorar esas leyes.

El rayo de Aranaut y los misiles de Onix también fueron atraídos por el oscuro agujero, siendo absorbidos al interior. Y tan pronto como el último rastro de energía del rayo y el último misil ingresaron, Inferus hizo desaparecer el Agujero Negro tan fácil como lo creo.

-Eso no... eso no puede ser...- murmuro Relena sin aliento, no pudiendo creer lo que vio.

¿Cuánto poder tenía Leonidas? Sabían que era fuerte, pero esto... era otro nivel. Rayaba lo absurdo. Ningún ser en el universo debería tener tanto poder.

-¿Eso es todo?- Pregunto Haou, sonando decepcionado. -Dieron más pelea que Linus, lo que me demostró que si quiero que las cosas sean divertidas, entonces enfrentarlos en grupos es lo mejor para probar el poder. Solo por eso, tendrán una derrota rápida- miro a Inferus. -Termina con esto-.

La sonrisa dentuda que mostró fue la de un monstruo, la de alguien que finalmente deja de estar aburrido y puede divertirse.

-Poder activado: Devastador Darkus-.

Envolviéndose en sus grandes alas, Inferus alzo el vuelo, emitiendo un poderoso rugido que se escucho como el sonido de un trueno. Se elevo tan alto que Fabia y Relena no pudieron verlo, pero si Onix y Aranaut. Sobre todo, vieron como empezó a descender a gran velocidad, descendiendo como si fuera un meteorito. La forma del ataque le recordó a Aranaut los ataques con giro que empleaba su amigo Hawktor.

Y si ese ataque se parecía en algo, entonces sería devastador, mucho más de lo que él podía imaginar. No podían esquivar el ataque. Tenían que detenerlo ellos mismo.

-¡Poder activado: Sacrificio!-.

Onix brillo de energía y puso una mano en el hombro de Aranaut, transmitiendo toda la energía que le quedaba a su compañero, a su amigo.

-¿Qué están haciendo?- Pregunto Fabia a Relena, sabiendo lo que significaba usar ese poder.

-No tenemos la fuerza o los poderes para detenerlo, pero ustedes si- dijo Relena. -Le estamos dando todo nuestro poder para que puedan ganar-.

-De los dos, tu siempre fuiste el más fuerte, Aranaut. No me avergüenzo de eso- admitió Onix. -Acábalo-.

Conmovido por la confianza que les eran depositadas, Fabia y Aranaut no permitirían que fueran en vano.

Mientras veían como descendía aun más su enemigo, como giraba y los apuntaba con la furia de un meteorito, ninguno dio un paso atrás, sino uno adelante. Siempre enfrentaron los peligros a la cara y eso no cambiaría.

-¡Poder de armamento activado: Gigarayo Solar!-.

Gracias al poder que Onix le dio a Aranaut, tuvieron suficiente energía para acceder al nivel 3 del armamento, el nivel más alto que podía alcanzar este tipo de equipo.

Con un grito de batalla y los anillos girando a máxima velocidad, toda la energía se acumulo en la punta del cañón de Battle Finisher, liberando un destello de luz tan intenso que Fabia, Onix y Relena tenían que apartar la mirada por lo intenso que era la luz. Aun más intensa se hizo el destello cuando toda la energía se libero como un rayo. El suelo bajo los pies del Bakugan Haos se rompió por la fuerza del ataque liberado.

El ataque impacto contra Inferus, que durante la caída había empezado a girar hasta no ser más que un tornado negro que amenazaba con destruirlos. Ese tornado choco con el rayo de luz por su salvación. Un choque de luz y oscuridad, un choque tan clásico que ha sucedido desde que el universo era joven.

En la mayoría de casos, la luz triunfaba sobre la oscuridad, la esperanza y salvación ganaba ante la desesperación y destrucción. El poder de muchos que eran débiles superaban al de un ser poderoso que estaba solo.

Este no fue el caso.

El tornado negro que era Inferus siguió adelante, atravesando el rayo con su poder, al inicio parecía que con algo de esfuerzo, pero con cada segundo que tomaba ventaja en el ataque, más fácil parecía tenerlo.

Aranaut apretó los dientes, puso cada gota de poder en su armamento, sin importarle las consecuencias de eso. No podía permitirse perder aquí. No podía fallar en la confianza depositada en él.

Pero ante un poder abrumador que acapara todo, la confianza y esperanza no tienen nada que hacer.

Superando el Gigarayo Solar, el puño de Leonidas impacto, pero no en Aranaut, que había alcanzado a esquivar el golpe a último segundo, sino en el suelo agrietado. Aun así no significo que estuviera ileso. Una onda de energía se libero, seguida de una explosión de pura energía Darkus se libero, golpeando a todos.

Fabia y Relena gritaron mientras eran empujadas y mandadas a volar hasta caer al suelo. Aranaut y Onix, que había guardado un poquito de energía para no volver a su forma esfera todavía, también gritaron ante el intenso dolor de la explosión que quemaba sus cuerpos en todos los ángulos. Sus armamentos fueron completamente destruidos y sus cuerpos dañados.

La explosión de energía se esfumo y los dos Bakugan, que tenían heridas por todas partes de sus cuerpos, comenzaron a caer al ya no estar suspendidos en el aire por la explosión.

Debajo de ellos, dos partes se abrieron en pixeles cuadrados. El interior era morado y parecía arrastrarlos.

-Que...¿Qué es eso?- Pregunto Fabia en el suelo, viendo los portales.

-El destino final de todos los Bakugan: La Dimensión de la Perdición- respondió Haou. -Ahí es donde los débiles terminan. Es básicamente el infierno para los Bakugan. No hay retorno-.

Aun con sus heridas y agotamiento, Fabia interpreto esas palabras y las comprendió. Levanto una mano, viendo a su Bakugan caer cada vez más a ese aparente vacío.

-Aranaut…-.

El tiempo pareció congelarse cuando las miradas de ambos se encontraron. El visor azul de Aranaut también se daño durante el impacto, dejando descubierto uno de sus ojos. La pupila celeste se enfoco en los azules más oscuros de Fabia por una fracción de segundo.

-Lo siento, Fabia-.

El tiempo volvió a la normalidad y Aranaut y Onix cayeron dentro de los portales, que se cerraron en el instante en que ambos Bakugan entraron.

-¡Aranaut!- Grito Fabia de dolor, sintiendo como sus fuerzas la dejaban.

-¡Onix!- Grito Relena, con lágrimas cayendo de su rostro. -No...-.

La desesperación, el dolor de haber fracasado y el sentimiento de perdida fue lo último que ambas sintieron antes de quedarse sin energías y caer inconscientes.

Haou, como el último de pie, miro a las chicas con su yelmo ocultando su rostro. Inferus floto encima de él y lanzo un rugido ante su victoria aplastante sobre sus enemigos.


(Con Claire)

Ella necesitaba un momento para respirar, un momento para estar sola y ordenar sus pensamientos. Tantas cosas están pasando en tan poco tiempo que simplemente... se sintió abrumada. Los demás puede que estén más acostumbrado a estas cosas, pero ella no, no del todo.

Snow muerto. Youma es su padre. El Interespacio cae. Merlín, su ancestro, aparece. Otro Celestial quiere destruir el universo. Camilo capturado y queriendo usarlo como contenedor de Logos. Serah muerta... era demasiado para ella.

Por eso se encontraba sentada en una banca a las afueras del domo del Interespacio. Podía oír a los jóvenes gritar en protesta por no poder entrar. Lo que sea que haya pasado, hizo que los chicos pensaran que ahora podían volver al IB. Por suerte, la seguridad del lugar a cargo por Marucho los detuvo, aunque algunos pocos lograron ingresar.

-Sabía que estarías cerca-.

Claire alzo la mirada, viendo a Sabine caminar hacía ella.

-Dejaste preocupados a todos- dijo Sabine.

-Lo siento- dijo Claire, avergonzada por su arrebato anterior. -No quería preocuparlos. Solo... necesitaba despejar mi mente-.

Sabine se sentó en la banca al lado de ella y le puso una mano en la espada de manera reconfortante. -No te culpo. Por lo que he escuchado, los terrícolas tienen más experiencia en esto que tu- dijo. -¿Conocías bien a esa chica?- Pregunto, refiriéndose a Serah.

Una sonrisa nostálgica se asomo en sus labios. -Ella fue quien me dio el primer paso para descubrir quien soy. Runo fue amable conmigo cuando llegue a la Tierra, pero Serah fue la primera amiga que hice-.

Recordó los días en el castillo de Neathia con Serah. En los momentos en que Serah no estaba peleando en el frente o al lado de Fabia, estaba casi siempre con ella o Snow. La pelirosa la ayudaba a entender varias cosas que por su amnesia no recordaba o entendía, incluso le contaba algunas anécdotas divertidas de su infancia, como la vez que ella y Fabia se infiltraron una noche en la cocina del castillo y fueron descubiertos por el Sabio Alfredo, pero este, en vez de castigarlas o acusarlas, las ayudo con su travesura para que se llevaran las galletas a su cuarto.

-Yo...- trago el nudo que tenía en la garganta. -Yo se que la vida no es justa. Lo se muy bien, pero, pero no puedo creer que ella este... realmente este...-.

Volvió a sollozar. En un vano intento de no pasar vergüenza frente a los transeúntes que pasaban se oculto la cara con las manos, sollozando en silencio.

Sabine la dejo soltar todo lo que tenía, reconfortándola en silencio, con una mano haciendo círculos en su espalda y la otra apartando con cuidado los mechones que caían de su cabello.

-Murió por nuestra culpa- lloro Claire. -Por que la involucramos, yo...-.

-Goodwin y sus lacayos la mataron- la interrumpió Sabine con dureza, pero sin elevar su voz. -Ella era una soldado y conocía los riesgos. Los acepto y lucho por ustedes porque eran sus amigos, porque quería ayudar a quienes ayudaron a su planeta sin nada a cambio. Los Peleadores no la mataron. Tu no la mataste. Su sangre esta en sus manos, no en las tuyas-.

-Pero, pero...-.

-Llora si es lo que necesitas, pero no te desmorones. No es lo que ella hubiera querido, y no es lo que necesitas ahora mismo. Estamos en una guerra y necesitamos de toda la fuerza posible si queremos ganar. Tienes que mantenerte fuerte si quieres salvar a Camilo-.

El recordatorio de eso fue suficiente para que Claire se calmara. Se sobó la nariz y se seco las lágrimas. Sus ojos estaban rojos por los sollozos, pero con un poco de agua y descanso estarían mejor. Lamentablemente, lo segundo parecía ser más difícil.

Claire miro fijamente a Sabine por unos segundos, algo que inquieto un poco a la rubia, ya que la mirada que tenía la pelinegra era diferente a la que le había dirigido hasta ahora.

-Sabine... ¿por que estas aquí?- Pregunto tras unos segundos de silencio. -Dijiste que tu misión era protegerme, pero ¿quién te dio esa misión? ¿De donde provienes? Dijiste que alguien te enseño sobre las batallas Bakugan, y supongo que es la misma que te pidió que me protegiera si muriera. ¿Quién era?

Claire tenía una idea de quien era esta persona. Algo en su mente le había dicho la posible identidad del mentor de Sabine, pero el terror que le causaba esa persona le impedían pensarlo como candidato. Pero con las revelaciones que lo vinculaban a él y todo lo demás, casi no tenía dudas.

Sabine suspiro. Se esperaba este tipo de preguntas cuando llego. La verdad, es que llegaron más tarde de lo que imagino.

-Fue Youma de Mefistófeles. Él me encontró hace trece años y me entreno en las batallas Bakugan, me presento con Artemise e hicimos equipo- revelo sin apartar la vista de los ojos rojos de Claire. -Ya sabes que él es tu padre, ¿verdad?-.

-Si...- asintió Claire, aunque pensar en Youma como su padre le daba un revoltijo en el estomago.

Sabine se apoyo en el respaldo de la banca y alzo la mirada al cielo, sintiendo los rayos del sol tocando su piel pálida y la frescura del viento. A pesar del caos que estaba pasando en el Interespacio, aquí afuera, en la realidad, todo estaba en paz.

-Hace trece años, yo era una huérfana del planeta Mandalor, un planeta de conquistadores que se interpusieron en el camino de Apocolyps y empezó una lucha. Youma y Dukhan lideraron el ataque al planeta en ese entonces. Comenzaron a capturar personas y usarlas como esclavos en sus fabricas de producción de armaduras y vehículos. Yo era una de esas personas raptadas, pero siempre luchaba por escapar o me metía en problemas peleando con guardias, que ocasionaba que fuera golpeada brutalmente-.

Claire escuchaba atenta lo que era la historia de Sabine, su trasfondo que la llevo a conocer a Youma.

-Dos semanas después de ser capturada, en una pelea donde noquee a dos guardias, cuando me habían capturado y me iban a matar para dar ejemplo a los demás esclavos, Youma intervino y me salvo la vida al tomarme bajo su ala- narro. -Me enseño sobre las batallas Bakugan y me entreno usando Bakugan Caos como práctica. Yo no tuve de otra que callar y aceptar todo, de lo contrario me matarían. Tampoco podía matar a Youma, ya que me dejo en claro el primer día que cualquier intento de asesinarlo sería infructífero y pagaría cruelmente, aunque la idea de matarlo la tuve por varios meses- admitió sin pena. -Un año después me uní al resto de soldados bajo el mando de Youma a enfrentar a los Mandalorianos-.

-¿Y no te dolió enfrentar a tu propia gente?- Pregunto Claire.

-La verdad, no. Era una huérfana y tuve que crecer rápido y sobrevivir por mi cuenta. Aunque era mi mundo y mi gente, no le tenía ningún cariño especial- respondió. -Más tarde, tras esa primer lucha, Youma me presentó a Artemise y me hizo su agente especial. No era parte del grupo de Afrodita, Gildarts y Geitz, aunque si tuve que trabajar con ellos a veces. Youma me mandaba a misiones de reconocimiento, espionaje y esas cosas. Muchas veces del enemigo, pero a veces también espiaba a Dukhan y Apocolyps. Nuestra relación, más que maestro y alumno, era casi de amo y sirviente. No me gustaba, pero tampoco me podía quejar. Tenía cuarto propio, respeto de los soldados y era... respetada en general-.

Sabine admitiría que ese estilo de vida le gustaba. Era consciente que todo eso venía de arruinarle la vida a millones de personas en diferentes planetas al ayudar a un conquistador a esclavizar mundos, pero ella no era tan buena persona como para preocuparse de otros. Tenía su propia vida y le gustaba mantenerse viva. Aunque se lamentaba por quienes derrotaba y las personas que hacía sufrir por sus acciones, no lloraría por ellos ni se culparía.

¿Era cruel e indiferente? Si. Pero había aprendido hacer lo que sea necesario para sobrevivir.

-Antes de que Youma se fuera a Neathia, él me llamo y me revelo el parentesco que tenía contigo. Me dijo que si algo le pasaba, que te protegiera con su vida. A pesar de todo, Youma me salvo la vida y me dio el poder que tengo ahora, así que le estaba agradecida y en deuda, por lo que acepte sin dudar. Tres meses después se escucharon las noticias de la muerte de Apocolyps y de todos sus generales. Sabía que el imperio de Apocolyps no se mantendría y al descubrir el nombre de quienes acabaron con él, sabía que tu estarías en la Tierra, así que abandone todo para cumplir mi promesa con Youma. Ocho meses después, estoy aquí-.

Claire bajo la cabeza, asimilando todo lo que escucho y reflexionando. Sabine había sido amable con ella desde que la conoció en la batalla real en la que Shun invoco por primera vez a Silent Strike y desde entonces la ha protegido y apoyado en todo, aun cuando a veces parecía descontenta. Pero escuchar como estuvo bajo el mando de Youma, como, entre líneas, declaro que ayudo a matar y conquistar mundos por Apocolyps, aun si no era leal a él, ponía en tela de juicio su confianza.

Y estaban las propias acciones de Youma. ¿Por que pedirle a Sabine que la protegiera si él moría justo antes de ir a un planeta para secuestrarla, herir a sus amigos y casi matar a Camilo? Se había dado cuenta hace mucho que el hombre no estaba bien de la cabeza, pero cada vez que parecía haberlo comprendido, hacía algo que la confundía aun más.

-Ya no tengo claro si puedo confiar en ti ahora, Sabine- dijo Claire.

-Lo entiendo y no te culpo- dijo Sabine. -Hubiera sido una estupidez si seguías confiando en mi después de oír esto. No soy una santa ni finjo serlo- declaro. -Pero si confía en que mantendré mi promesa para protegerte de todo-.

-¿Por tu deber y deuda?-.

-En parte, pero también porque me he encariñado contigo- admitió, y ante la mirada curiosa que le lanzo, Sabine siguió. -La primera impresión que me diste fue de alguien ingenua al confiar tan rápido en mi y aceptarme, pero con el tiempo he llegado a reconocer la fuerza que posees, como peleadora y como persona. Llegue admirar eso y en algún momento, deje de ver el protegerte como una obligación y empecé a verlo más como algo que disfrutaba- la miro a los ojos. -Quiero ver todo lo que eres capaz y hasta donde puedes llegar-.

-Sabine...-.

-Además, le he agarrado un poco de cariño a este planeta- agrego. -Esta muy atrasado tecnológicamente a comparación de Mandalor, pero tiene cosas que no había visto en mi planeta como la música y poesía, además que sus vestidos son muy hermosos-.

Los labios de Claire se estiraron en una pequeña sonrisa. Eso sonaba más natural de parte de Sabine, más cómoda.

-Te entiendo. Este planeta tiene algo que hace que te guste- concordó, pero su expresión se ensombreció. -Pero no puedo entender porque Youma te pidió eso...-.

-Pase trece años intentando entenderlo, pero me fue imposible. El hombre estaba demasiado loco y errático. Creo que ni Apocolyps lo entendía- concordó Sabine en eso. -A veces creía entender lo que pasaba por su cabeza, solo para darme cuenta que pensaba lo contrario. Aunque...-

-¿Aunque?-.

-Aunque... siempre he creído que, en el fondo, aun había algo de bondad del hombre que debió haber sido alguna vez, ¿no crees?-.

Claire lo dudaba mucho. Ella solo conocía al hombre que trajo muerte y daño a las personas que quería. Era un ser sin escrúpulo igual de malo que Apocolyps.

-Entonces, ¿por que se suicido?- Una vocecita dentro de su cabeza pregunto.

Camilo había dicho que luego de que cayera inconsciente cuando no mato a Youma, este pudo haberlos matado, pero decidió suicidarse. Fue en ese momento que Camilo se entero de que Youma era su padre.

Aparto rápidamente esa línea de pensamiento de su mente y dijo: -Me sorprende un poco escuchar eso de ti-.

-Puede que él haya sido detestable como ser vivo, pero me salvo la vida y me enseño a luchar. Lo respeto por todo eso, pero hasta ahí nomas. Hasta yo puedo darle cumplidos a la gente cuando se lo merecen- dijo Sabine. -De todos modos, será mejor volver. Las cosas no se han puesto mejor desde que saliste- se levanto de la banca.

-Es cierto, vi a muchos chicos ir al Interespacio. ¿Qué esta pasando?- Pregunto Claire, también levantándose.

-Te lo contaré en el camino y Marucho te puede dar más detalles-.


(En Gundalia)

Ren y Nurzak estaban caminando por los pasillos del edificio que era la base donde estaban realizando todas sus operaciones de reconstrucción del planeta. Nurzak había vuelto recién de un viaje a la ciudad capital del lado sur del planeta para negociar con su nuevo gobernante tras que el anterior, que había apoyado a Barodius durante la guerra, fue expulsado de su puesto por la gente.

-¿Así que las negociaciones en Nivibrum salieron bien?- Pregunto Ren.

Nurzak asintió. -Mejor de lo esperado. El Barón Volkner fue bastante receptivo. Creo que el hecho de que conocí a su padre ayudo un poco- dijo Barodius. -Enviaran mano de obra para la reparación y reconstrucción de las zonas destruidas en el planeta, así como alimento y refugio a todas las personas que se puedan-.

La zona sur de Gundalia era la zona más grande del mundo donde se podían cultivar plantas y cosechar alimentos para su gente. Nivibrum, la ciudad capital de ese sector, tenía un trato con la corona y todas las ciudades para distribuir alimento y recursos ecológicos. En el pasado, en la época de las guerras civiles de Gundalia, Nivibrum fue de las pocas ciudades que, por su importancia, se trato como una zona neutral.

-Parece demasiado generoso- señalo Linehalt con escepticismo. -¿Qué pidió el Barón a cambio?-.

-Que le demos uno de los sectores cuando la división comience- dijo Nurzak.

Con la muerte de Barodius, la línea de sangre de la corona real se había extinguido y después de que este y Apocolyps los llevaran a una guerra contra Neathia donde murieron miles de Gundalianos y termino con la destrucción de la capital mundial y que Gundalia tuviera un agujero atravesando todo el planeta, las ciudades en Gundalia ya no estaba dispuesta a ser gobernada por un único regente.

Nurzak había sido elegido Primer Ministro por todos sus años, el respeto que tenía en la mayoría de gobernantes de las ciudades y por haber luchado en contra de los últimos tíranos, pero solo era una opción temporal. Sabía que si no hacía algo pronto, la gente de Gundalia se revelaría y comenzaría una lucha de poder interna para llenar el poder que Barodius dejo. Gundalia una vez más caería en una época oscura como las del pasado y ni su alianza con Neathia podría evitar eso.

Por eso, a Nurzak se le ocurrió un plan. Un plan que los gobernantes de las ciudades más importantes estaban al tanto y que por ahora habían decidido llevar a cabo y por eso permitían que él fuera el Primer Ministro del planeta y su representante.

En el fondo, la gente de Gundalia estaba cansada de luchar, pero estaban dispuestos a hacerlo por el futuro que creían. Era deber de Nurzak evitar esas luchas sin sentido.

El plan que tenía llevaría tiempo, tomaría algunos años, pero estaba seguro de que funcionaria.

-El problema vendrá lo que ocurra después de que suceda- pensó Nurzak. -Estoy seguro que nadie va a querer iniciar una lucha, pero es inevitable que no ocurra-.

Aun así, pensaba en algo que podría ocurrir en 20 o 30 años. No podía preocuparse por lo que podría o no suceder en el futuro. Tenía que enfocarse en el ahora.

-Deberías descansar, Nurzak- dijo Ren. -Te ves bastante cansado-.

-Tengo 123 años, Ren. Siempre parezco cansado- respondió Nurzak con un toque de diversión. -Cuando tengas mi edad, lo entenderás-.

-Es lo que los viejos siempre dicen- devolvió Ren la sonrisa. -Solo espero que cuando tenga tu edad, me conserve igual de bien-.

Desde que la guerra termino, este tipo de intercambios entre Nurzak y Ren se había vuelto bastante comunes. Ren veía en Nurzak una figura de mentor y autoridad a quien respetar a través de la admiración y no el miedo como había sido con Barodius y Youma. Nurzak, a su vez, veía en Ren el nieto que nunca tuvo. En Ren, Nurzak depositaba las esperanzas y sueños de un futuro mejor para su pueblo.

Las puertas del estudio personal de Nurzak se abrieron y ambos ingresaron, siendo recibidos por la oscuridad de la habitación.

-Que raro. Las luces deberían encenderse cuando entramos- comento Ren extrañado.

Nurzak detuvo al joven al colocarle una mano en el hombro. El más joven miro al mayor, notando la mirada llena de seriedad que tenía.

-¿Nurzak?-.

-Hay alguien en la sala-.

La silla de Nurzak, que estaba detrás de un escritorio de roble les daba la espalda. La silla se dio la vuelta despacio, girando 180 grados al mismo tiempo que las luces pegadas a las paredes y el techo se encendían. Los dos Gundalianos le dirigieron una mirada de asombro al individuo de armadura tan negra como la noche con un casco con yelmo que cubría su rostro que estaba sentado en la silla del Primer Ministro.

-¿Quién eres?- Pregunto Sabator desde el hombro de Nurzak.

El guerrero de armadura no respondió, solo se quedo sentado ahí, observando, casi esperando algo.

El comunicador colocado en la oreja de Ren lanzo un pitido. Lentamente y sin quitar la vista del intruso, Ren levanto una mano al dispositivo para activarlo.

-¿Si?-.

-"General Ren, lamento interrumpirlo, pero encontramos a la Lady Lena, Lady Zenet y el señor Mason en el área de entrenamiento. Todos inconscientes y con heridas. No encontramos ningún rastro de sus Bakugan"-.

Ren abrió los ojos lleno de preocupación y alarma al escuchar eso. Le lanzo una mirada fiera al enmascarado, adivinando enseguida que fue él quien les hizo eso a sus amigos.

-¿Qué les hiciste a Sabator y al resto?-.

-Eran débiles y recibieron lo que los débiles merecen- respondió Haou, como si dijera que el agua moja. -¿Ustedes son débiles?-.

-Lo que quieres es una batalla- dijo Nurzak. No era una pregunta, sino una afirmación.

-Quiero probar mi poder ante los fuertes- dijo Haou, levantándose de la silla. -¿Son fuertes?-.

-Estas por averiguarlo- dijo Linehalt.

-Buena respuesta-.

Haou levanto su mano, mostrando una carta entre sus dedos que emitió un intenso brillo que teletransporto a los tres fuera de la oficina.


N/A: Hasta aquí el capitulo. Lamento si no fue el mejor, pero quería actualizar algo y estuve ocupado la semana pasada con pruebas en la universidad, así que no tuve mucho tiempo.

También me disculpo si los últimos capítulos han sido algo... insípidos, flojos, lentos o como quieran decirle. Últimamente tengo problemas con como hacer los capítulos del fic. Tengo claro como quiero que sean los capítulos finales, pero los capítulos de ahora, por ejemplo, me dificultan pensarlos y plasmarlos.

Lo más difícil de hacer fics de anime no son los personajes o escenas, sino hacer escenas originales del fic. Ese es un problema que estoy pasando en los últimos capítulos. Me disculpo por eso.

Quiero que adivinen el significado del título de este capítulo. El que adivine correctamente recibirá un saludo especial el siguiente capítulo.

Y hablando del capítulo, tuvimos la victoria aplastante de Leonidas contra Onix y Aranaut, donde averiguamos que pasa con los Bakugan que pierden contra él.

Si se dieron cuenta, en toda la batalla, aparte de las veces que Aranaut y Onix lo llamaron, jamás llame a Leonidas por su nombre, sino que lo llamaba Inferus. Era un indicativo escrito para decir que ese no es el Leonidas que conocemos.

Y vimos un poco de Sabine y Claire, donde Sabine revela quien la mando y ambas hablan de lo loco que era Youma. Pero parece que por ahora, por todo lo que esta pasando, Claire esta dispuesta a confiar en Sabine.

El siguiente capítulo nos alejaremos un poco de Haou y nos enfocaremos con Dan y los demás en el Interespacio. Creo que ese será un capítulo más fácil de escribir, ya que al menos en el ámbito de la Puerta y la Llave, se apegara un poco más a la serie.

Sin nada más que decir me despido. Visiten y comenten el resto de mis historias por favor. CHAO.