Salvación desde las sombras
Acá les traigo el siguiente capítulo.
-idioma twili-
-idioma hylian-
-recuerdos del pasado-
En el Crepúsculo
-será todo un placer majestad- y así volteo a mirar a sus soldados para hablar con voz potente –recojan a los heridos y formen un perímetro de defensa. Tenemos que llevar a su majestad y a nuestros aliados al refugio- seguido de aquello los hechiceros del crepúsculo saludaron con solemnidad a su líder y a su reina solo para después ayudar a los dos soldados incapacitados por el heroe elegido.
Tanto twilis como hylianos emprendieron rumbo por lo que sería el sureste del palacio crepuscular alejándose cada vez más de la masa negra del muro y de aquellos enervantes susurros y lamentos que se desprendían de la estructura para llegar a los oídos y a las almas de los elegidos por las diosas. Los soldados hylianos ante la constante amenaza que representaba aquel hechizo diabólico invocado por los espectros negros formaron una bolsa de protección detrás de los héroes y del grupo mientras que los hechiceros del crepúsculo, al ser los que mejor conocían la zona, guiaban el camino del batallón con los escogidos por las diosas e Ilia en el centro de aquella formación.
El mar gris, rojo y anaranjado característico de aquella dimensión olvidada por las diosas de oro, cubría imponente todo el cielo formando una manta interminable de nubes crepusculares que brillaban con aquel destello dorado y rojo de la luz eterna de esa dimensión. Aquel infinito ocaso sobre las cabezas del batallón de reconocimiento se mezclaba de manera exótica, pero a la vez perfecta con los tonos oscuros, opacos y pálidos del paisaje crepuscular que a medida que se alejaba del castillo empezaba a cambiar mostrando la naturaleza de aquel mundo perdido. La vegetación del crepúsculo, al igual que sus habitantes, era de colores pálidos y fosforescentes que resaltaban a la simple vista al estos iluminarse y titilar de manera pausada con aquella luz propia que poseían. La fauna curiosa y valiente que se atrevían a asomarse para poder ver de cerca al grupo dejaba ver las características opacas, pálidas y a la vez exóticas que estos desarrollaron al haber vivido bajo aquella luz tenue e interminable del mundo crepuscular.
Todo ese nuevo ambiente para los hylianos generaba una mezcla de emociones contradictorias que ni ellos mismos sabían cómo reaccionar. La belleza inusual que el mundo de las sombras poseía hacia que más de una vez uno de los hylian se perdiera en sus pensamientos al quedar embelesados por las pálidas y fosforescentes combinaciones que la naturaleza crepuscular ofrecía. No obstante, aquellas nubes oscuras de luz dorada solo hacían que un constante sentimiento de dejavu se asentara en los estómagos de los moradores de la luz al estos recordar constantemente la invasión que habían sufrido un año atrás. Más de un sobresalto fue generado cuando los animales crepusculares aparecían haciendo que los hylianos se exaltaran ante el parecido que estos podían compartir con las bestias que usurparon su hogar bajo las mismas nubes corruptas que cubrieron al astro rey de Hyrule.
Al principio el camino fue recorrido en silencio siendo solo el sonido de los pasos y las armaduras lo que se podía escuchar entre el grupo de crepusculares e hylianos. La tensión que había entre ambas razas hacia que el ambiente estuviera cargado de aquella energía electrizante que auguraba explotar ante cualquier movimiento en falso. El peso de un pasado sangriento entre dos pueblos y los recientes encuentros que, como eco de aquella oscura historia, habían terminado en conflicto entre los protegidos por las diosas y los olvidados y condenados por las mismas. Los habitantes de Hyrule cuidando la retaguardia no podían dejar de mirar a sus contrapartes quienes un año atrás habían invadido su hogar masacrando a inocentes en el proceso dejando una gran destrucción y desolación a su paso. Y al igual que los moradores de la luz, los twili no podían evitar mirar de soslayo hacia atrás para ver a aquellos descendientes que los desterraron y que por décadas estuvieron mandando a los criminales y a la basura de su sociedad a su hogar alimentando el rencor y el resentimiento que estos cargaban en contra del pueblo protegido por las diosas.
Y en el medio de ambos bandos estaban los héroes elegidos por las diosas con los líderes de ambas razas y sus comandantes estando en medio de aquel ambiente cargado de energía y sentimientos reprimidos entre ambas razas.
-me alegra verte a salvo- dijo con suavidad la de mirada escarlata viendo a su maestra a su lado y rompiendo aquel silencio incomodo que habitaba en la formación –no sabía que iba a encontrar cuando volviera, y cuando vi el muro…- suspiro con amargura y tristeza la monarca solo para sentir como su amado lobo se apegaba a su pierna mientras frotaba su cabeza en esta. Al ver aquello sonrió solo para después acariciar a su pareja en la cabeza y rascarle con cariño detrás de las orejas.
-también me alegro de que este viva majestad- respondió la esposa del general mirando a su estudiante –no saber de usted durante casi 3 meses era bastante agobiante- dijo con cariño maternal viendo a la hechicera de las sombras –sin embargo, no esperaba encontrarla cuando vimos el destello del portal abrirse a lo lejos-
-y vaya bienvenida que recibimos- recrimino la protegida de Din con cierta malicia haciendo que su maestra agachara la cabeza con vergüenza –debo admitir que es uno de los recibimientos más acogedores que he recibido en años –
-le ruego y me disculpe- susurro con tristeza y congojo la mayor de las twilis ante el sarcasmo que estaba usando su protegida. Aquella actitud mostrada por la mejor amiga de su difunta madre descolo a la de mirada escarlata quien dejo su comportamiento juguetón y sarcástico tan característico de ella para así poder ver a la peliplata de manera detenida –sin embargo, no sabíamos que esperar, no quería que volviéramos a ser tomados de sorpresa. No de nuevo -
- ¿Qué ocurrió? - pregunto Midna con incertidumbre e intriga al ver como su maestra hablaba de un acontecimiento que claramente ella no tenía conocimiento y que no tenía que ser un genio para saber que ese suceso estaba relacionado con la manera en que había reaccionado con su llegada. Fue entonces que la de ojos violeta empezó a ser abarcada por la duda al no saber que responderle a la de cabello anaranjado logrando que esta la mirara con decisión solo para volver a preguntar –Kira, ¿Qué sucedió? ¿Por qué nos atacaron apenas llegamos? – pregunta haciendo que su maestra suspirara con cansancio.
-creímos que era ella- dijo la guardiana mirando a su estudiante con culpa, duda y lo que parecía miedo tintado en los ojos violeta de la twili.
- ¿ella? - pregunto la protegida de Din con inquietud al no saber a quien se refería la esposa del general.
-ella- respondió la espadachín esta vez con una mezcla de ira, enojo y ansiedad en su mirada mientras apretaba sus manos con furia a tal punto de clavar sus uñas en las palmas y hacer que de estas salieran finos hilos de sangre- ese maldito espectro de piel negra, mirada desquiciada y risa maniática-
-Dark Midna- jadeo la reencarnación de Hela al sentir como su sangre se enfriaba al escuchar la descripción de aquella a la que su maestra se refería –estuvo aquí ¿Cómo? -
-todo empezó cuando ese rayo negro cayo en la punta del castillo…- empezó a relatar lo sucedido la esposa del general.
- ¿Qué fue eso? - exclamo el general de cabello azulado y armadura en la sala del trono donde los héroes habían enfrentado al usurpador. El general y la maestra de la princesa habían estado atendiendo una reunión importante con el gremio de mineros de la región que Lenox administraba. Al haber sido elegidos como los regentes temporales en ausencia de la reina cada día a la misma hora atendían a los representantes de cada pueblo en el crepúsculo para así poner atención a las quejas y los reclamos de los súbditos.
El día después de que Midna hubiera partido al mundo de la luz habían dado un comunicado oficial en la que relataban a su gente como la rebelde hechicera Maryn había sido abatida por las fuerzas de elite en una operación conjunta con la guardiana y la reina misma. Se le informo al pueblo de la ausencia temporal de la regente quien había encontrado una manera de volver al mundo de la luz para investigar posibles disidencias rebeldes al haber indicios de que estas habrían podido escapar a la otra dimensión en busca de atacar a los hylianos y así generar un posible conflicto entre la luz y las sombras. No podían dar información sobre el motivo real de la partida de la portadora de la trifuerza del poder sin evitar revelar aquel secreto que tanto había guardado la de ojos escarlata por lo que decidieron contar la verdad a medias siendo maquillada esta con un velo de mentira.
La respuesta de la gente a la partida de su reina se vio dividida en varios grupos que respondieron de manera distinta. Los más fieles y devotos a Midna habían aceptado aquella verdad contada por el general y la mano derecha de la reina confiando plenamente en el juicio de esta al escoger a su maestra y su esposo como su remplazo ante su ausencia.
Los que se podría decir que estaban en la mitad entendían a regañadientes los motivos de la hechicera más fuerte de las sombras al existir una posibilidad de un futuro conflicto con sus semejantes en el mundo de la luz. Sin embargo, estos no podían evitar cuestionarse el porqué de la decisión de partir sin protección hacia Hyrule y estando completamente sola. A pesar de que se les intentaba explicar que ella era una de las pocas, por no decir que la única, de su raza que podía resistir los rayos del sol sin morir en el intento, no podían evitar murmurar y quejarse entre dientes ante la partida de su soberana.
Y el último grupo era el que más le ponían problema a la pareja de casados. Los quejumbrosos y revoltosos que cuestionaban todas y cada una de las acciones y decisiones que tomaba la reina y sus remplazos. Sus berrinches iban desde teorías de como la reina los abandonaba para irse al reino de la luz y dejarlos a ellos sin líder, hasta conspiraciones donde Lenox y Kira se habían tomado el reino a la fuerza estando aliados con Maryn quien en un combate decían que había asesinado a la hija de los difuntos reyes del Crepúsculo. No obstante, el tamaño de este grupo no era lo suficientemente grande como para suponer un peligro para la sociedad twili.
Lo único que se sabía a ciencia cierta era que la desaparición de Midna había dejado un gran tema de conversación durante las siguientes semanas donde todas y cada una de las teorías se dijeron, y claramente muchas de ellas estuvieron romantizadas con la inclusión del heroe de ojos zarcos convirtiendo aquellas especulaciones en historias dignas de un cuento de romance y drama.
-todos en guardia- ordeno el general levantándose de la silla que estaba sentado ante aquel estruendo que había retumbado en el salón del trono. Los 8 soldados que estaban resguardando el recinto se pusieron en guardia con sus espadas y lanzas listos para el combate en caso de que hubiera alguna amenaza.
De un momento a otro el viento se agito con fuerza en el salón donde estaban los guardianes, los soldados y los representantes solo para después ser recibido por un rayo negro que cayó en el trono empezando a absorber todo a su alrededor incluyendo a los 2 soldados que estaban más próximos al trono. Cuando los 2 magos desaparecieron completamente entre el cumulo oscuro de aquel maléfico rayo, pudieron escuchar aterradora pero claramente como los dos subordinados gritaron de dolor al estar dentro de aquel torbellino.
-conténganlo- ordeno la de cabello plateado extendiendo sus manos y haciendo brillar sus tatuajes y los diamantes que tenía en sus brazos. Al igual que la guardiana los 6 magos restantes levantaron sus manos al frente haciendo que un enorme muro crepuscular se alzara alrededor del remolino de magia negra. Sin embargo, vieron con horror como aquel hechizo pasaba con facilidad el muro de magia twili como si este no existiera ni estuviera en su camino.
-¡Todos repliéguense!- grito Lenox jalando a uno de los hechiceros antes de que este fuera tragado por el cumulo negro que crecía a cada segundo que transcurría –¡salgan del castillo ahora!-
Ante la orden del general y rey sustituto los twili presentes en el salón del trono desaparecieron con rapidez entre partículas crepusculares las cuales salieron disparadas por la puerta y las ventanas del recinto hacia el exterior.
-tenemos que avisarle a los que están dentro del castillo- exclamo la guardiana de ojos violeta mirando directamente a su marido.
-yo voy al ala norte y salgo por la puerta del oeste. Encárgate del ala sur y sal por el portón del este, nos vemos en el patio de la bestia sagrada- y así tomo con rapidez a su mujer para darle un corto beso en los labios para después desaparecer entre partículas que se perdieron entre uno de los pasillos.
Con rapidez la espadachín de cabellos platinados corrió con fuerza bajando por las escaleras hasta llegar a los pasillos principales del castillo. El caos y la incertidumbre reinaba entre los sirvientes que salían de sus alcobas o detenían sus labores para así ver desconcertados a todos lados ante el estruendo que habían escuchado.
-¡estamos bajo ataque! ¡Todos salgan del castillo ahora!- grito la maestra de la reina haciendo que todos se detuvieran por un segundo para verla con los ojos como platos. Fue entonces que de un momento a otro el cumulo de magia oscura emergió de entre los muros en el centro del palacio engullendo a unos cuantos twilis que acaban de salir de su hora de descanso y que no entendían muy bien el porqué del escándalo. Así como había ocurrido con los hechiceros que se habían perdido entre aquella espesa neblina de oscuridad, aquellos desafortunados que no habían logrado reaccionar se vieron totalmente inmersos entre el hechizo haciendo que alaridos de dolor empezaran a emerger del muro negro. -¡ahora, ahora! ¡todos salgan!-
La guardiana del crepúsculo no tuvo que repetir el comando ya que todos y cada uno de los sirvientes empezaron a correr desapareciendo en el proceso entre partículas negras que al salir hacían estallar las ventanas del lugar.
- ¡sigan los protocolos de seguridad! - exclamo Kira mientras corría por todos los pasillos viendo como los sirvientes al escuchar desaparecían en un parpadeo entre las sombras y esporas crepusculares –el patio de la bestia sagrada es el punto de evacuación-
Después de haber corrido por todos y cada uno de los pasillos que aún no estaban invadidos por el hechizo negro corrió con todo lo que le daban sus piernas hasta el portón que le había mencionado su marido. A pesar de haber usado cada gota de energía que tenía en su cuerpo no pudo evitar que una lagrima de dolor se saliera de uno de sus ojos al escuchar como algunos Twilis no habían logrado salir a tiempo siendo tragados por el hechizo de neblina negra haciendo que estos empezaran a gritar de dolor.
-Kira- escucho la voz de su amado quien acababa de llegar al patio donde la fuente con la estatua del heroe y el enorme lobo sentado a sus pies se erguía majestuoso en el lugar -¿son todos?- pregunto este al mirar a su alrededor al ver como los sirvientes estaban alrededor de la figura de piedra mirando aterrados al rayo que empezaba a consumir al imponente castillo.
-todos los que pude salvar y avisar- dijo está ocultando su tristeza sin ser exitosa ante los brazos de su esposo que la rodeaban en un abrazo reconfortante.
De repente del muro negro que estaba desapareciendo al castillo salió una figura negra disparada de entre la neblina estrellándose contra uno de los muros más cercanos a la fuente y resquebrajándolo del impacto. Los soldados que habían salido se acercaron al lugar del impacto con Lenox y Kira a la cabeza con sus armas desenfundadas y sin bajar la guardia. Cuando la nube de escombros y polvo se disipo pudieron ver a la que estaba en el centro del impacto.
-¡Majestad!-
-Majestad, comandante- llamo uno de los magos interrumpiendo el relato de la de cabellos platinados haciendo que ambas guerreras lo voltearan a ver –disculpe la intromisión pero ya casi llegamos al cuartel general-
-Gracias cabo- respondió Kira despachando con su mano al soldado quien volvió a su puesto en la parte del frente de la formación. Fue solo hasta que aquel súbdito las interrumpió que Midna había caído en cuenta de que no reconocía el sector en el que se encontraba.
-¿Dónde estamos?- pregunto la portadora de la trifuerza del poder mientras miraba a su alrededor sin lograr identificar la zona en la que estaba –sé que estamos en algún lugar cerca del bosque sombrío pero no sabría decir exactamente donde-
-¿y así planeabas combatir contra Maryn tu sola sin ni si quiera saber ubicarte? Vaya despistada que entrene para ser reina- respondió con mofa la mayor de las twili haciendo que la doncella de cabello naranja la mirara con reproche al igual que hacia cuando era un infante. Al ver aquel puchero de parte de Midna la de ojos violeta no pudo evitar reírse del rostro de su alumna siendo seguida de la risa canina del heroe elegido por las diosas quien no se había despegado de su pareja en ningún momento.
-tú no te rías- recrimino la elegida de Din mientras jalaba con fuerza una de las orejas de la bestia sagrada haciendo que este gimoteara del dolor, no obstante, el lobo no dejo aquella sonrisa burlona que estaba plasmada en su rostro canino haciendo refunfuñar a la soberana de los twilis.
-nos establecimos con los sobrevivientes en la villa de Darien cerca del valle de Nyx- respondió la maestra de la reina mientras ahogaba un poco la risa que le generaba aquella escena entre ambos elegidos.
-¿Nyx?- pregunto la coronel del ejército de Hyrule al escuchar el nombre que había mencionado la espadachín del crepúsculo –ese nombre me es familiar-
-es la deidad a la que le rendimos culto los twilian- respondió Kira con su fuerte acento marcado en las palabras que le dirigía a la azabache.
-es la diosa de la oscuridad- continuo con sabiduría la princesa del destino quien se había quedado atrás junto con Ashei para poder vigilar la camilla en la que transportaban a Ilia –los antepasados de los twilis, la tribu de las sombras, adoraban a Nyx la diosa de la oscuridad ya que fue la deidad que les había dado como regalo la posibilidad de usar la magia crepuscular-
-exactamente- tomo la palabra la de cabello anaranjado mientras miraba alrededor empezando a reconocer el sector –en uno de los extremos del reino hay un valle que se destaca por estar lleno de flores de todo tipo aquí en nuestra dimensión, se le nombro en honor a la diosa Nyx por su belleza, sus colores y su misterio. Es conocida como una de las maravillas del Crepúsculo- fue entonces que los ojos carmesí de la monarca de las sombras se llenaron de melancolía y emoción –recuerdo que solo una vez había venido con mis padres. Mientras el general Lenox y mi papa se quedaban en la villa encargándose de unos temas gubernamentales, Kira, mi mamá y yo habíamos ido al valle a ver las flores de color rojo y negro-
-te acostaste entre las flores lycoris y los lirios de la noche y habías empezado a hacer ángeles con tus brazos y piernas – recordó con cariño la guardiana de la reina mientras revivía aquel día en su mente con su protegida y su difunta amiga.
-si- concordó Midna mientras sonreía y limpiaba una lagrima cristalina que se escapó de uno de sus ojos– aún recuerdo como mi atuendo se manchó y quedo oliendo a las flores por semanas. Mama no sabía si regañarme o quedarse oliendo la túnica que llevaba. Le encantaba las flores, en especial los lirios-
-Arwen- escucho a su maestra mencionar con nostalgia el nombre de su amiga y anterior reina del crepúsculo.
-comandante hemos llegado- volvió a interrumpir el mismo soldado sacando a las dos twilis de aquel momento de melancolía y a la vez cariño. Cuando miraron para el frente pudieron ver las casas de piedra con adornos crepusculares que tintaban y resplandecían de manera pausada haciendo que una belleza misteriosa llenara el paisaje.
La villa de Darien era una aldea bastante similar a la antigua y abandonada villa Kakarico con la diferencia de que esta era más grande y claramente mucho más poblada de lo que el antiguo hogar de los Sheikas era hoy en día. Su diseño y estructura estaba regido por una calle principal de gran tamaño en el centro de la villa que era bordeada por estructuras de piedra gris y de tiendas de colores azulados y verdosos donde los sobrevivientes que habían escapado del muro negro habitaban temporalmente. Al escuchar la conmoción y el ruido de los pasos y las armaduras llegando a la villa, tanto pobladores como sobrevivientes habían empezado a salir para ver llegar al escuadrón de Twilis escoltando a aquellos seres que solo habían visto en libros de historia.
-¡deténganse donde están!- escucharon el grito de un soldado de cabello rojizo, ojos amarillos, capa blanca y armadura negra como la noche mientras salía con un escuadrón de soldados de elite antes de que los hylianos y los twili pudieran entrar a la villa –comandante Kira en nombre del taiyo ¿que demonios hace trayendo a estos forasteros a nuestro cuartel, en especial en estos tiempos de incertidumbre y agonía?- bramo el soldado apretando su alabarda mientras la imbuía en magia crepuscular listo para saltar al ataque.
-es el líder de la elite- susurro la portadora de la trifuerza del poder a sus acompañantes al ver como estos se tensaban al ver el imponente porte del twili que fácilmente le sacaba una cabeza a todos los hylianos presentes.
-aquí vamos de nuevo- gruño con fastidio la azabache mientras tomaba la empuñadura su espada mientras la empezaba a desenfundar, sin embargo, fue detenida por la mano de Zelda quien evito que esta lograra tan siquiera sacar una parte del filo.
-estamos en desventaja- dijo con mirada calculadora la reencarnación de Hylia analizando a los guerreros que habían salido a su encuentro –y no son nuestros enemigos-
-al parecer eso ellos no lo saben- respondió entre dientes la hylian de ojos castaños quien no dejaba de apretar su espada ante la tensión que aquel soldado y sus hechiceros encapuchados le generaban al verse rodeados.
-Mayor Keyton, como reina regente de las tierras del Crepúsculo le ordeno que deje pasar a mis compañeros y nuestros aliados- hablo con autoridad Midna mientras salía a la cabeza del grupo mirando al soldado de armadura negra –es de vida o muerte que abarquemos este tema lo más rápido posible si queremos evitar más muertes de twilis inocentes-
Ante la vista de su reina perdida los sobrevivientes empezaron a murmurar llenando con sus susurros el aire de la villa que comenzaba a acumular espectadores curiosos gracias al escándalo que se estaba dando en la entrada de la aldea.
-con todo respeto- hablo con potencia el pelirrojo haciendo que todos los murmullos de los pobladores cesaran –¿Cómo saber que no es otro truco del enemigo? ¿Cómo saber que no es una artimaña que nos costara otros cientos de vidas twili? -
- ¿cientos? - susurro con dolor por lo bajo la portadora de la trifuerza del poder al escuchar aquella afirmación hecha por el Mayor de su ejército sin poder evitar preguntarse cuanto daño había causado su contraparte. Quería preguntar sobre el tema que el mayor de su ejército se refería, sin embargo, ver la incertidumbre en los ojos de sus súbditos y sus rostros iluminados con la leve chispa de la esperanza evito que aquel sentimiento de amargura y de desespero se apoderara de ella. Con la elegancia refinada y calculadora que había aprendido a usar para ocultar sus emociones miro directamente a los ojos amarillos del comandante solo para proseguir -entiendo su preocupación mayor, y si bien no estoy enterada de los acontecimientos que han tomado lugar en mi ausencia le puedo asegurar que no soy ningún truco ni ilusión de nuestros adversarios. Mi objetivo al igual que el suyo es velar por el bien de mi pueblo, y de verdad le digo que perder el tiempo en este tipo de interrogatorios solo le está dando la ventaja al rival, que de por sí ya tiene bastante-
-bonitas palabras siguen siendo igual de falsas si vienen de una lengua viperina- respondió con frialdad el twili de mirada afilada –no obstante, no me ha mostrado ni el más remoto indicio de que se pueda confiar en usted "majestad"- y así golpeo el suelo con su alabarda haciendo que los hechiceros de elite iluminaran sus manos con la magia ancestral de su pueblo haciendo que todos los del escuadrón hylian desenfundaran sus armas ante la clara amenaza.
-Keyton ordena a tus soldados bajar sus armas. Estas amenazando a nuestra reina y sus aliados- exclamo la esposa del general mientras se ponía al lado de su aprendiz.
-lo siento, comandante- respondió con voz muerta y sin emociones el líder de la elite crepuscular –pero no estoy dispuesto a que nuestro pueblo sea engañado. No de nuevo-
-si no me crees a mí- continuo la monarca de las sombras que a pesar de sentir como sus músculos se tensaban por la sensación de peligro que le recorría cada centímetro de su cuerpo, no había roto su postura refinada he imponente que tanto tenia ensayada desde pequeña –entonces créele a los signos que nuestra diosa nos manda para estos tiempos de oscuridad- y así dio 2 pasos hacia un lado dejando ver la enorme figura del lobo de ojos zarcos que se agazapaba y gruñía con enojo al ver como amenazaban a la regente.
-la bestia sagrada- y por primera vez el mayor había dejado ver una señal de asombro que rompió aquel tempano de hielo que era minutos atrás. Las voces de los pobladores no se hicieron esperar al ver aquel ente que solo en historias habían escuchado. Los soldados que los rodeaban empezaban a mostrar la duda que les generaba la presencia del licántropo haciendo que se miraran entre ellos y giraran para ver a su líder a la espera de una orden de parte de este. El mayor agarraba con fuerza su alabarda mientras sus ojos amarillos se enfrentaban a los furica mirada de Link que no parpadeaba ni dejaba de gruñir con aquellos sonidos guturales que hacían vibrar su caja torácica.
-es suficiente Keyton- se escuchó la orden de una voz potente haciendo que todos los espectadores giraran a ver de dónde había provenido aquella voz autoritaria. De entre la multitud salió el general Lenox en su imponente armadura gris con dorado y su túnica negra cojeando de su pierna derecha mientras usaba su espadón en su guarda como bastón para no caer al suelo.
Y hasta aquí el capítulo.
