Ella estaba mareada, y más mareada se sentía cuando otros labios junto a los suyos le quitaban el aliento, manos recorrían su cuerpo brindándole un placer desconocido. Estaba acostada de espaldas en una superficie cómoda y su mente lo asocio a una cama, no podía pensar con claridad. Los besos no paraban, manos masajeando sus pechos, tocando sus caderas, abriendo sus piernas, liquido saliendo entre medio de ellas. Pudo recuperar su aliento mientras una lengua humedecía su cuello y dejaban marcas, dándose cuenta de que no llevaba nada encima.

Los labios volvieron a atacar, y lo sintió, una punzada de dolor cuando algo grueso y largo, duro y blando a la vez, entro en ella con fuerza, por un momento recupero algo de sentido, no debería estar ahí, no debería estar haciendo esto, pero unas manos la mantuvieran quieta en su lugar, vio una mancha negra cerca de su pecho derecho, y sintió unos dientes mordiendo su punta, mientras que una mano tocaba el izquierdo, y ya no importo, se dejó llevar por sus instintos. Por primera vez, se dejó llevar por lo que quería, dejo de pensar y olvido todos sus problemas.

Entonces él se movió, lento pero seguro, volvió a besarla, le encantan sus besos, sus manos fueron a parar a la espalda de ese hombre musculoso cuando la velocidad aumento, pudo escuchar jadeos y gemidos, no se dio cuenta que eran sus propios gemidos. Grito y sus uñas se clavaron en él cuando empezó a entrar con más fuerza y rapidez, sus manos agarraron la tela que había debajo de ella para mantenerse en el lugar, mientras que él paso sus brazos por debajo de sus piernas para elevarlas y separarlas más, sus manos agarraron las suyas colocándolas a los lados de su cabeza, en esa posición, pudo sentirlo mucho más profundo.

Perdió la noción del tiempo y la razón, y cuando llego el clímax, perdió el conocimiento.

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En una habitación de hotel, despertaba una joven por culpa del sol que entraba por la ventana.

La joven tenía el cabello negro, ojos verdes cual esmeraldas, trato de tomar sus lentes, pero le dolía mucho el cuerpo en partes inusuales, sin mencionar el dolor de cabeza.

Trato de recordar.

Ella era una bruja. Había peleado una guerra y había ganado sacrificando muchas cosas importantes en el camino. Había cumplido 19 años y el Ministerio de Magia la obligaba a casarse con un idiota de sangre pura para tener un heredero adecuado.

A esos malditos bastardos no les importaba que hubiera adoptado a su ahijado, hijo del último amigo de su padre, como su hijo. Como el pequeño era hijo de un hombre lobo, no sería adecuado como heredero de la Antigua y Noble casa de los Black. Cuando fue a Gringotts, los duendes todavía enojados por su robo estuvieron de acuerdo en que la joven debía casarse con alguien que tuviera la sangre de los Black corriendo por sus venas.

Dejo al pequeño Teddy con su abuela, esa noche fue a un bar en una zona distinguida de Londres Muggle. Por primera vez se arregló con un vestido, un sencillo vestido negro, corto con tirantes delgados, con un pequeño cinturón de color verde que combinaba con los aros, el collar y la pulsera que llevaba. Se había dejado crecer el pelo, y solo uso un prendedor en forma de dragón para tomárselo.

Estuvo un buen rato tomando Whisky, rechazando a varios hombres que se acercaban, es en este punto cuando su memoria es borrosa. Recuerda que un hombre joven se acerca, empieza a coquetear como si ella lo estuviera esperando, gracias a todo lo que paso y a su magia, puede sentir que el tipo estaba siendo seguido y estaba tratando de evitarlos. Como dijo Hermione una vez, su cosa de salvar a la gente se activó, tomaron unos tragos más y acepto ir con él a la habitación del hotel.

Cuando uno de ellos se acercó demasiado, no dudo en besar al joven, solo sería algo pequeño, pero parecía que él tuvo la misma idea. El pequeño beso se transformó en algo mucho más apasionado, es aquí que solo le llegan fragmentos. Recuerda salir del ascensor en el último piso.

La resaca la detiene, la luz del sol la molestaba, pronto se dio cuenta que estaba desnuda en la cama y la vergüenza la ataco, ella se había acostado con un desconocido, con la cara roja se tocó sus partes íntimas, y sintió alivio al no sentir un fluido desconocido en ella, a pesar de su estado habían usado protección.

En estos momentos, tomo una decisión, regresaría a casa, tomaría un baño, una poción contra la resaca y buscaría una forma de solucionar el problema en el que estaba metida, y después... después trataría de recordar esta noche, porque estaba segura de que sería una que le encantaría nunca olvidar.

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- ¿Ya te encuentras mejor Lia? - pregunta una mujer mayor llevando en brazos a un bebé - Llevas varias semanas enferma, deberías ver a un sanador pronto.

- Lo siento Andrómeda, con todo el estrés combinado con el resfriado de Teddy me ha dejado con mi defensa débil.

- Dhalia… - dijo preocupada.

- Te lo prometo, Andrómeda - la mira fijamente a los ojos - tengo que ir a una reunión a Gringotts, te prometo que pediré una cita con un médico.

- Un médico, - bufo - deberías estar viendo un sanador, no a un muggle que no sabe de nuestro mundo.

- Prefiero ir a un Hospital no mágico que a ese lugar lleno de chismosos aduladores que te clavaran un cuchillo en la espalda cuando te das la vuelta. Y ni me hagas hablar de pedir que uno venga a casa.

Recordar como el simple resfriado de Teddy se convirtió en toda una polémica en los periódicos y revistas, sobre todo cuando llamo a un sanador para que lo revisara en casa, se convirtió en diversos rumores que eran mejor olvidar.

Ese mes había sido horrible para ella, su pequeño le había pegado su resfriado, fue un simple resfriado, pero con todo lo acontecido y la presión de los idiotas del Ministerio, termino con dolores de cabeza, vómitos y mareos. Se sentía tan cansada de todo.

- Esta bien - se rindió la mujer - pero iremos contigo, para estar seguras.

- Bien.

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- ¿Tienen alguna idea de porque los llamaron a venir? - dijo un joven de piel y pelo de color negro con ojos castaños.

- Si lo supiéramos, no te lo diríamos y ¿Por qué nos sigues de todas maneras? - le dijo exasperado un joven alto, de piel blanca y de pelo y ojos negros, si no fuera por su complexión fuerte, parecería un adorable conejito.

- Todavía no entendió como puedes cambiar tanto de personalidad cuando entras en confianza - hablo esta vez un joven de pelo rubio platinado y ojos grises fríos. - Y también tengo curiosidad de ¿por qué nos sigues, Blaise?

- No recuerdan que día es hoy - parecía bastante animado, ante la cara de sufrimiento de sus amigos - Hoy es 31 de Octubre, noche de Halloween. Si también llamaron a Potter, quiero saber en qué problemas se meterá esta vez y como saldrá de ellas.

- ¿Todavía crees que Potter tiene mala suerte en Halloween? - pregunto el rubio.

- Por favor, Draco, el primer año, se enfrenta a un troll, en segundo año encuentra a la gata petrificada y la apertura de la cámara de los secretos, en tercer año el ataque a la torre de Gryffindor, en cuarto sale su nombre de la copa. Debo añadir los otros años.

- Tiene cierta lógica, Draco - bufo el pelinegro.

- Oh, cállate Theo - pero por dentro también estaba de acuerdo.

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- ¿Disculpa? - fue la pregunta atónita de Dhalia Potter.

En una sala neutral y profunda de Gringotts, una donde no se podía usar magia para evitar ataques entre los participantes, se le dio una noticia drástica a la joven bruja, alrededor de ella había varios hombres, entre ellos su amigo Neville Longbottom, su ex mejor amigo Ron Weasley y sus hermanos George, Percy y Charlie, su antiguo rival de la escuela Draco Malfoy y 2 de sus secuaces Theodoro Nott y Blaise Zabinni, y otros hombres que nunca antes había conocido en su vida.

- Señorita Potter - le dijo Fudge, el idiota quería regresar a ser Ministro, por eso se confabulo con los goblins para casarla con idiotas de sangre pura y convertirla en una incubadora, y darle el señorío Black a dicho esposo idiota - Tiene que escoger a uno de estos hombres como esposo, cada uno de ellos lleva parte de la sangre Black corriendo por sus venas, es la única manera para que pueda obtener el título de Lady Black y que sus hijos hereden el mismo título.

- "Malditos bastardos" - Pensó la mujer que conquisto, mirando a los diferentes hombres en la sala. Sus amigos retrocedieron sin dudar, negando casarse, sorprendentemente Malfoy y Nott también rechazaron el matrimonio, al mirar a Zabinni este le dijo sin dudar.

- Yo solo estoy aquí como testigo de Draco y Theo, no llevo sangre Black.

Un hombre que podía ser su abuelo se acercó a ella.

- Ya basta de esas tonterías - le dijo arrogante - te casaras conmigo y limpiaremos tu asquerosa sangre muggle de nuestros hijos - la tomo del brazo, teniendo un pergamino en la mano para obligarla a casarse por la fuerza.

Todo fue muy rápido, los demás quisieron evitar que la obligaran, pero un fuego repentino apareció en el cuerpo de Dhalia y quemo vivo al hombre. Dhalia miro sus manos, el fuego no la quemaba, en cambio, era cálido y protector. Un gemido llamo su atención.

- ¿Qué significa esto? - Fudge ya estaba metiendo la cabeza y tratando de salir del camino del fuego - en esta sala no se puede usar magia, estas usando magia oscura, debemos llamar a los Aurores.

- Zabinni - se dirigió a él, ya que fue él el que soltó el gemido - ¿Qué sabes de esto?

- Si dijera "Omerta", ¿Qué me dirías?

- Que no sé de que estas hablando - respondió sin dudar.

Esta vez soltó un gemido mucho más fuerte.

- Sr. Zabinni - exigió Fudge - ¿Qué está pasando?

- El fuego es una habilidad especial que ciertas familias mágicas pueden usar - estaba sudando, tenía que tener cuidado de no exponer las llamas de última voluntad o tendría problemas con Vindice - suelen estar concentrados mayormente en Italia o en algunas partes de China. Pareces tener un tipo de vínculo con alguien. - Mierda, no sabía cómo seguir sin meterse en problemas.

- Creo que ya se ha aclarado ese problema - Griphook estaba de pie con el pergamino que llevaba el hombre, tenía una deuda de vida con la mujer, cuando fue salvado de Malfoy Manor y el traiciono su confianza cuando se llevó la espada. La magia a veces era caprichosa.

Tanto Dhalia como Blaise observaron el pergamino.

Esposo: Alexander Frabizzio Nero Von Schwarz

Esposa: Dhalia Lyra Potter Evans

Fecha de Promesa: 1 de Agosto

Fecha de Matrimonio: 31 de Octubre