Los personajes no me pertenecen son creación del gran Akira Toriyama. La trama e historia si son idea original mía.

Atención Este capítulo contiene escenas eróticas con contenido sexual. Leer bajo su propia responsabilidad.

En medio de la noche, en medio de la noche, Sólo di mi nombre, soy tuyo para domesticar. En medio de la noche, en medio de la noche, estoy bien despierto, anhelo tu sabor.

Toda la noche hasta que llegue la mañana, estoy obteniendo lo que es mío, tú obtendrás el tuyo. Estas llamas ardientes, estas olas rompiendo...— Middle of the night, Elley Duhe.

Ciudad Oeste 6 meses después.

Vegeta miraba desesperado a son Gokú mientras le extendía la mano e intentaba agarrarlo para evitar que ese monstruo se lo llevase y se lo comiese —Kakaroto no te sueltes ¡Noooo!— Se levantó gritando y sudando.

Bulma prendió la luz y se sentó mientras pasaba afectuosamente su mano en la espalda de su pareja —Todo está bien, estás en casa Vegeta— Decía mientras él lograba controlar su respiración.

—Lo siento, ¡Otra maldita pesadilla!— Decía el peliflama avergonzado, odiaba sentirse vulnerable, pero Bulma no pensaba dejarlo que escondiera sus sentimientos —Estrés Post traumatico, los psicólogos dijeron que era normal— Decía Bulma mientras lo abrazaba acostándose sobre su pecho.

—Creo que no fue buena idea que viéramos a Radditz y a su familia hoy, después de esas visitas tus pesadillas suelen ser más fuertes— Decía la peliazul preocupada mientras lo abrazaba, sabía lo mucho que eso afectaba a Vegeta, pues ella misma aún no se acostumbraba a una vida donde su mejor amigo ya no estuviera presente.

Vegeta, se sentía avergonzado, odiaba verse tan vulnerable, él debía ser quien consolara a Bulma ante la pérdida que ambos habían sufrido, pero parecía que quien de los dos cuidaba al otro, era ella de él.

La miró de reojo, y agradecía a Kamisama y a cualquier deidad que existiera que ella hubiese aceptado darse una oportunidad con él.

Después de todo lo ocurrido no le habría reprochado si ella lo hubiese rechazado, al día de hoy él seguía culpándose de la muerte de Kakaroto y en el fondo creía que no merecía que ella le hubiese perdonado su fallo, por primera vez estaba de acuerdo con los reproches que en sus momentos de lucidez Milk le hacía.

Aprovechó que vio a la peliazul acomodarse bien sobre su pecho para darle un beso profundo a su pareja, mientras ella se pegaba más a él, la abrazó como solía hacerlo siempre y a pesar de que su intención había sido inocente, no entendía el porqué ella tenía el poder de encenderlo con solo una mirada, con solo un leve roce, como le sucedió en ese momento.

Bulma se sorprendió al sentir de pronto la virilidad de su pareja revivir, estaba por hacerle un comentario sugerente cuando él dijo:

—Mientras tus sueños diabólicos con esa dimensión no vuelvan, puedo tener las pesadillas que sean y no importarán— Decía Vegeta.

Habían acordado que tanto Bulma como los hijos del doctor Gero se mantendrían alejados de High Hills, si bien parecía que habían podido cerrar como tal la otra dimensión, al parecer lo correcto era hacer lo que su madre y la madre de Lazuli habían hecho, mantenerse alejados de esa región.

—Tal vez es solo que estás nervioso por que mañana haremos público nuestro compromiso y a lo mejor ya te hechando para atrás... ¿Será que culpas a tus pesadillas cuando lo que pasa es que tal vez dudas de este compromiso?

Decía coqueta Bulma mientras se reía pícara y continuaba molestándolo —¿Acaso ya no quieres estar conmigo Vegeta Saiyan?— Decía mientras se volteaba dandole la espalda a su pareja mientras él se pegaba por detrás a ella y la abrazaba de la cintura.

Bulma amaba estar así, le encantaba provocarlo, Vegeta era todo un caballero que siempre parecía estar al pendiente de sus necesidades, era ese hombre que siempre soñó y más, pues cuando estaban a solas, dejaba de ser ese hombre perfecto y educado y se volvía de fuego, era pecado puro y ella no podía más que ser adicta a él y a esa forma tan deliciosa que tenía de seducirla, era el amante perfecto.

Amaba aún más molestarlo cuando todo lo que los separaba era su diminuta tanga y un bóxer de algodón.

Movió sus caderas rozándolo mientras se reía, y sintió prontamente los fuertes brazos de su prometido rodearla mientras la pegaba más a él.

—¿Yo arrepentido?— él le decía al oído con voz ronca, mientras una de sus manos se metía debido de la blusa de dormir de la peliazul jugando con uno de sus senos, apachurrando suavemente uno de sus pezones, pellizcándolos suavemente, mientras su otra mano acariciaba impúdicamente las piernas torneadas y exquisitas de la mujer, y llegaba hasta esa fina tanga que cubría los delicados rizos azules que lo volvían loco.

Ella respingó al sentir esas callosas manos varoniles acariciar su clítoris mientras la otra mano masajeaba sus senos, Bulma movió más sus caderas, sentía la erección de Vegeta entre sus nalgas y le fascinaba lo caliente y gruesa que se sentía.

—Eres tan vulgar y mentirosa, levantándome falsos... ¿Que voy a hacer contigo Bulma Briefs?¿Te gusta provocarme no es así?— Decía mientras uno de sus dedos ingresaban ella, mientras Bulma abría más sus piernas dándole el acceso y volteando a verlo, él aprovecho eso y lo tomó como una invitación, para besarla, para follar la boca deliciosa de la fémina mientras su mano dejaba de jugar en con la intimidad de la peliazul y la usaba para bajarse su propio bóxer, sacar su miembro erecto, acomodarse mientras la sentía respirar más rápido anticipando lo que venía, sintió a su novia abrir más la piernas, y por fin él ingresar de un jalón en ella.

Bulma de inmediato se sintió tan llena, mientras sentía los embistes tras ella que la estaban volviendo loca, aun así en la silente quietud de su habitación nada se escuchaba pues todo sus gemidos se los bebía su pareja en esos besos necesitados.

De pronto él se separó dejándola vacía mientras la volteaba y la hacia levantar el trasero para embestirla de esta forma que a él le fascinaba, la peliazul tuvo que morder la almohada para que sus gritos no se escucharan, estaban de visita en la casa de los padres de Vegeta y ella no quería que sus gemidos se escucharan a altas horas de la noche.

No pudo sostenerse más cuando la última embestida fue tan profunda mientras él le daba una nalgada y le presionaba el clítoris con la otra mano que la hizo llegar duro, pero no fue la única, esa estocada más profunda sirvió para que él liberase su simiente también.

Ella lo miró con reproche, —vamos a dejar las sábanas hechas un asco, que dirá la gente que limpia en tu casa, van a contar eso como chisme y tu mamá se enterará— preocupada decía Bulma pues le preocupaba lo rápido que su relación se había dado y lo mucho que ellos habían avanzado.

La preocupaba que los padres de su ahora prometido la desaprobasen por lo mismo.

Vegeta la miró risueño mientras la besaba en el

cuello, —No importa lo que opinen el resto, incluida mi familia, solo importa que tú estés segura y estés feliz, eso es todo lo que importa mujer— Fue todo lo que el saiyan dijo antes de que ella lo besara con pasión.

No cabía dudas en ella, Vegeta Saiyan había sido un enigma delicioso de descubrir.

Tan caballeroso, tan educado, pero también se volvía un torbellino de pasión y fuego, amaba como tras la deliciosa actividad él siempre se aseguraba ella estuviese bien, ella decidió acomodarse entre los fuertes brazos de su pareja y volverse a dormir, desde que todo acabó no tenía más pesadillas que la atormentasen.

Al día siguiente mientras Gure, la novia de Tarble ayudaba a Bulma a arreglarse, pues realizarían en casa de los padres de Vegeta la cena de compromiso, donde habían invitado solo a los más allegados, al equipo saiyajin que estuvo con ellos en aquella pelea, incluido los padres de Radditz, y la familia Gero, no harían nada grande por respeto al luto que guardaba por todos sus amigos fallecidos.

— Si tus padres quieren faltar están en su derecho, no tienen que obligarse a venir — Decía el peliflama a Radditz, pues la muerte del menor de los Son había sido un golpe bajo para todos ellos, el mismo Radditz que siempre era tan jovial ahora era más serio, taciturno. Vegeta en el fondo sabía que su amigo se culpaba por la muerte de su hermano menor, porque a él le pasaba igual.

Radditz contestó — Sobrellevan la situación lo mejor que pueden... llegaron a un acuerdo con el padre de Milk, y como él viaja tanto, está de acuerdo en que mis padres pueden cuidar mejor de ella.— Explicaba.

Milk Ox Satan nunca se recuperó de la muerte de Gokú, siempre con ella estaba un enfermero que la atendía pues a veces solía tener crisis de la nada, lo más difícil es que no se habían dado cuenta que ella estaba embarazada de un segundo hijo sino hasta un mes después de que todo acabara, así que ahora la cuidaban mucho más pues cuando Goten que así sería el nombre del niño naciera, intentarían ayudarla de mejor forma a superar la muerte de Goku.

Por mientras trataban que no se lastimara demasiado, aunque había tardes sobre todo cuando la luz del sol lanzaba rayos naranjas y todo se venia tan surreal, que ella se arrancaba cabellos mientras se peinaba buscando recrear el característico peinado de su esposo, y escribía en las paredes con su propia sangre, aléjate del monstruo de ojos negros y piel rosada porque puede devorarte...

Vegeta miró a Radditz - ¿Como sigue Gohan?- Raddittz sonrió en forma melancólica —Lo lleva mejor que nosotros, los niños pueden sanar mejor de esos traumas al parecer, mis padres lo traerán con ellos. Mamá ha volcado todo su amor en él y ahora que saben que Milk está embarazada han comprado casi todo lo que había en las jugueterías... Eso ayudara al luto que sienten—

Vegeta miró a su padre acercarse —Tu madre fue a ver a tu prometida, esa chica sí que te conviene, ahora me preocupa que se de cuenta que no estás a su altura Vegeta, y creo que a tu madre también le preocupa eso, por eso ha ido a verla para que no se vaya a escapar— decía su padre jovial.

El peliflama veía a su papa de mala manera —Tsk, déjenla en paz— decía molesto mientras se iba a buscar a Bulma, no quería que su madre dijiese algo que hiciera o pudiera incomodar a Bulma.

Cuando entró a la habitación, la miró y se quedó sin aliento, se quedó impactado, la peliazul se veía tan espectacular en ese vestido, que una idea pícara se le vino a la cabeza.

Ginger estaba ahí viendo orgullosa a su futura nuera, anteriormente había sido una suegra bastante celosa, pero no con ella, no cuando veía como los ojos de su hijo resplandecían al verla.

Vegeta era tan serio que nadie se daría cuenta de esos detalles excepto una madre, y Ginger había percibido cuánto su hijo se había enamorado de Bulma Briefs, así que hizo los celos naturales de madre a un lado, quería conocer a su nueva nuera; apenas hoy anunciarían su compromiso oficial pero ella estaba ya viendo todo para que la boda se hiciera lo más pronto posible.

Tan pronto conoció a Bulma la aprobó para su hijo, quería que le dieran nietos pronto, Gine, la madre de Radditz tenía dos, y a ella nada que sus hijos le daba un nieto, ahora si estaba segura de que pronto los tendría después de la boda.

Cuando Vegeta entró, su madre se dio cuenta lo molesto que se veía su hijo, que fuera tan sobreprotector con la peliazul era una muy buena señal.

—Me voy adelantando, la cena es en 20 minutos más, no demoren— decía Ginger mientras se iba antes de que su hijo le preguntara que hacia con Bulma, conocía como era de huraño su retoño, pero ella solo estaba emocionada de que su primer bebé por fin sentara cabeza con una increíble mujer.

Una vez que estuvieron a solas, Vegeta decidió hablar —Traje esto para ti— decía mientras le mostraba una caja que Bulma abrió, era un precioso collar que hacia juego con el costosísimo anillo de diamantes que ella tenía en la mano. Uno de los más caros que se habían comprando en los últimos tiempos, y sabía que tan pronto ellos dieran a conocer su compromiso, los medios empezarían a indagar y se fijarían en el anillo.

Ella le había reprochado a Vegeta comprar tal pieza tan cara de joyería pero él sólo se encogió de hombros, —Era un buen anillo para mostrar que eres mía— había dicho sonrojando, mientras desviaba la mirada.

Aprovechó que ella parecía realmente conmovida y le puso en el cuello el hermoso pendiente y ella se puso los aretes a juego, pudo ver como esos diamantes realzaban aun mas el azul de sus ojos y de su cabello, que llevaba semi amarrado.

Vegeta se hallaba avergonzado por su forma tan impúdica de actuar últimamente, tal vez era por la emoción de saber que en pocos meses ella sería su esposa, pero había seducido constantemente a su pareja, y se reprochaba por actuar así, aunque no podía sacar sus manos de Bulma, jamás había conocido una mujer tan hermosa e inteligente y que lo complementara de esa manera, definitivamente él deseaba que tan pronto se casaran ella llevase su descendencia.

Justamente su mente iba pensando eso cuando iban caminado por el pasillo, ya casi habían llegado al lugar pues estaban cercanos a la hora, la miró y ella se veía tan nerviosa, en el tiempo que llevaban juntos él había aprendido a leer las emociones en su cara, ella se mordía ese exquisito labio en forma insistente porque estaba nerviosa.

Vegeta sabía lo que debía hacer relajarla, y no se le ocurrió más que una manera poco ortodoxa de hacerlo.

El haber salido ileso de esa última aventura en High Hills lo había hecho ser más atrevido.

Vegeta jaló de pronto a Bulma dentro de un cuarto que parecía un closet de limpieza —¿Vegeta que haces?— Peguntaba extrañada.

El peliflama no había tenido ninguna mala intención inicial solo había querido darle un profundo beso, pero no había sido su culpa que las sensuales caderas, increíblemente bien formadas de la mujer se movieran en forma tan exquisita y le dieran otra idea, —¿Vegeta?— le preguntó ella, aquellos ojos negros la devoraban con tal intensidad que ella se sonrojó ante tal escrutinio seductor, él no la dejó hablar y atacó esos deliciosos labios, dándole un beso arrebatador que la dejó sin aliento, antes de decir con voz un poco gutural debido a que se hallaba para ese punto bastante excitado — ¿Te gusta tentarme verdad?— Le decía mientras esa negra mirada le hacía ver a Bulma lo mucho que él la deseaba.

—¡Estamos en casa de tus papás!— Alarmada dijo mientras él la atraía hacia él y le besaba el cuello, — Solo sé que te veo muy estresada, te ayudaré a relajarte— decía decía mientras la besaba aún con más intensidad, Bulma intentó zafarse pero sabía que sería en vano, si algo había aprendido era lo peligrosos que eran los besos de Vegeta Saiyan, lo supo desde que habían comenzado a salir, después de lo de High Hills.

Ella siempre fue un a chica solitaria, con pocas relaciones de noviazgo y en las que siempre tardó mucho antes de besar y antes de ir más allá a otro tipo de intimidad.

Pero con Vegeta todo había sido tan rápido, tan pasional, fue seducida casi desde el primer día que salieron, que se desconocía así misma por lo mucho que ese hombre la había hecho cometer locuras, que normalmente no haría.

Vio las maliciosas intenciones de su pareja, y simplemente se mordió el labio, mientras su corazón palpitaba emocionado por lo que estaba por suceder, mientras él se hincaba frente a ella y le subía el vestido, hacía a un lado la tanga y enterraba desesperado su cara entre las piernas de la ojiazul

Bulma tuvo que callar con una mano los sonidos de satisfacción que de ella salían, mientras Vegeta inclemente la hacía tener el orgasmo más erotico que le había dado en un lugar plagado de invitados y donde en cualquier momento los podrían encontrar ahí.

Mientras ellos jugaban y se amaban olvidándose de todo y del propósito de su visita en ese día, lo invitados estaban ya en la cena dispuesta en el jardín, — ¿Donde está tu hijo?— Preguntó serio Vegeta padre a su esposa mientras veía el reloj, llevaban ya 10 min de retraso y nada más no parecía que fueran a mostrarse pronto.

Le marcó al celular pero nada. De pronto, murmullos entre sus invitados los hizo voltear a ver y lo que los señores Saiyan vieron no les gustó nada.

Tarble ya se había levantado de su lugar, pues no sabía como lo había logrado pero ahí frente a ellos estaba Peach, la ex novia de Vegeta.

La mujer era hermosa, rubia, de ojos color miel, realmente preciosa, por algo se había vuelto una de la modelos mas cotizadas, — ¿Peach que haces aquí?— Preguntaba amable Tarble quien agradecía que su hermano y su prometida no hubiesen aún llegado.

—He intentado hablar con Vegeta, pero nada más no me contesta— decía ella ingresando como si fuese parte de la familia.

Ginger se acercó, y en voz baja intentó hablar con ella— ¿Que haces en este lugar? Tenemos una celebración ahora...—

Pero la hermosa mujer no pensaba dejarse intimidar por su ex suegra —Una vez que hable con Vegeta me iré—

Después de la última conversación que tuvieron donde él terminó con ella al descubrir sus infidelidades, Peach había intentado localizarlo para arreglar las cosas pero él jamás le dio la oportunidad de hablar de nuevo, todo lo hizo con los abogados y después se enteró por los tabloides de su nueva conquista, una mujer que no era tan hermosa como ella.

Bulma apenas había podido recobrar el sentido después de ese asalto amoroso, aun así su mirada estaba demasiado satisfecha, demasiado perezosa, ella se miró en el espejo de mano que llevaba, —Maldita sea Vegeta, por más que me arregle el vestido y el peinado, mi cara grita que acabo de tener un fabuloso sexo y disfrutado de muchos orgasmos, esa cara no se me va a quitar tan pronto— abochornada decía, pues veía el sonrojo en su tez, sus labios hinchados y una languidez en su mirar que difícilmente escondía el placentero sentir por lo que acababan de hacer.

Él le dio un beso intenso, y ella supo lo que él le estaba diciendo con eso: Que se veía hermosa, que la amaba.

Estaban por salir de su escondite amoroso, pero Vegeta la detuvo.

— Iré primero, en caso de que haya alguien cerca lo distraeré para que puedas salir—

Decía mientras le daba otro beso, a pesar de lo apasionado que él podía ser, siempre lo era a puerta cerrada, procuraba mucho cuidar que nada afectase la reputación de Bulma.

Sin embargo, tan pronto abrió la puerta para su mala suerte la madre de Vegeta y el resto de invitados estaban ahí en el pasillo, al parecer algo estaba pasando que generó revuelo entre ellos. Todos voltearon tan pronto escucharon esa puerta de closet abrirse.

Vegeta cerró de inmediato la puerta manteniendo escondida a Bulma quien se quedó adentro mientras escuchaba.

—¿Vegeta?— Decía confundido Tarble, mientras Radditz se reía malicioso al pensar el motivo por el cual Vegeta estaba escondido en ese closet.

Bulma estaba escuchando todo y se quedó adentro afligida, no pensaba salir de ese sitio hasta que los invitados se fueran hacia el jardín, no quería que nadie se enterara que estaba ahí metida con Vegeta minutos antes de la cena.

Ese había sido su plan hasta que escuchó la voz de la odiosa mujer acosadora que había sido la novia anterior de Vegeta: Peach.

Una mujer que no tenía vergüenza, Vegeta había sido un caballero al explicarle lo que pasó con esa relación, pero ella investigó también por su cuenta y supo todo lo que esa mujer hizo, y aun así la descarada estaba ahí.

Vegeta había cerrado la puerta del closet tan pronto salió para que Bulma no saliera y su reputación no se comprometiera pero en cuanto ella escuchó la voz de esa mujer decidió que le tenía sin cuidado su reputación, era mejor dejar claras la cosas con esa descarada mujer.

—Ahh Vegeta ¿Qué hacías ahí cariño?— Decía Peach, mientras se acercaba a él y casi lo abrazaba.

Vegeta la miró confundido sin entender que estaba pasando.

—Tontito por que no me dijiste que estabas haciendo una fiesta de compromiso, ¿Es una sorpresa que planeabas para mí, cierto?

Decía mientras Vegeta de la manera mas suave pero rápida posible, se quitaba los brazos de la mujer de encima, él estaba por contestar cuando Bulma salió del closet.

— No te avisó porque no sería de buen gusto invitar a su ex a la fiesta de compromiso con su novia actual, ¿No lo crees?— Decía mientras llegaba al lado de Vegeta y este la atraía abrazando su cintura.

— Ahhh ¿Y tú eres?— Peach trató de hacerla de menos, pero no en balde Bulma Briefs era la heredera de uno de los emporios tecnológicos más grandes.

— Bulma, Bulma Briefs, de la Corporación Cápsula— contestaba la peliazul con soltura y confianza en sí misma.

— Y mi futura esposa— Decía un poco abochornado pero muy orgulloso Vegeta.

— ¿Y que hacía una mujer que está a punto de anunciar su compromiso metida en un closet?— Burlona decía Peach mientras la veía con repugnancia.

— Ya veo.. ¡Que mujer tan vulgar eres!— dijo Peach mientras la veía con censura, — como piensas que una mujer como tú sería considerada para casarse, estas en la casa de los padres de Vegeta y estabas teniendo sexo en un armario, hasta aquí puedo darme cuenta que despides olor a sexo— decía con la voz de cesura, de asco.

Bulma se rió mientras echaba los brazos al cuello de su prometido —No me cabe duda porque Vegeta pasó de ti...— decía mientras se reía descarada, para luego voltear a ver a su suegra.

—Lamentamos mucho no haber llegado antes pero ya estamos aquí — decía con una sonrisa Bulma mientras Ginger se reía.

—Me alegra que mi hijo haya encontrado a una mujer tan increíble como tú — decía la mamá de Vegeta.

Si bien solía usualmente ser celosa, en esos momentos estaba feliz de que fuera Bulma y no Peach la prometida de su bebé.

Mientras Radditz también hacía un comentario para romper la tensión y hacer que el resto de invitados se olvidara de Peach

—¿Entonces siempre sí aceptaste la propuesta de matrimonio de ese gruñón?¡ Pobre de tí!— Decía el hijo de Bardock, mientras ella enseñaba el gran anillo de diamantes en su dedo anular.

— Yo estoy bastante curiosa de cómo ese simio logró pedirte matrimonio— Decía Lazuli quien iba del brazo de Krillin y siempre se había llevado pesado con Vegeta.

Ella lo llamaba simio y él a ella tostadora, todo tenía que ver con los escudos algo aristocráticos que sus familias insistían en tener.

De alguna forma Lazuli había sido siempre una especie de amiga de Vegeta.

Mientras caminaban rumbo a las mesas Bulma se acercó a Bardock y a Gine, su pecho se emocionó al verlos ahí y los abrazó con cariño, —gracias por venir... yo...— La voz de la peliazul se quebró, aunque ella estimaba mucho a los padres de su mejor amigo, era demasiado doloroso ver de frente a Bardock, se parecía tanto a su mejor amigo, aunque más maduro, que le dolía, lo extrañaba demasiado.

Bardock abrazó a Bulma, mientras al oído le decía — No llores, sabes que mi hijo habría estado feliz y orgulloso de ver que sus dos mejores amigos se casarán, ¿Sabes que mi hijo siempre creyó que ustedes dos eran almas gemelas? Él siempre quiso presentarlos, nunca se daba la oportunidad hasta que fueron a ese sitio, así que soy feliz de verlos juntos —

Bulma sollozó un poco más, pero intentó recomponerse, Gokú siempre sería su mejor amigo y viviría en su memoria, se aseguraría de que sus hijos supieran lo maravilloso que era su padre.

Caminaron mientras Bulma hablaba un poco más animada con los padres de su mejor amigo.

Y de esta forma la atención por Peach se desvaneció, mientras más de los invitados seguían a los novios y le pedían a Bulma detalles.

—Vayamos a las mesas de la cena y les contaré toda la historia mientras cenamos— decía emocionada mientras en forma discreta guiaba a los invitados a sus lugares en el jardín.

Vegeta se fue con ella sin voltear a ver atrás, mientras Ginger detenía Peach y seguridad la llevaba afuera... Parsley, el abogado de la familia Saiyan, aprovechó ese hecho para por fin poner la restricción legal contra ella, ya no podría acercarse a Vegeta ni a sus familiares incluida Bulma Briefs...

Vegeta miraba feliz a su futura esposa quien brillaba mientras contaba toda su historia de amor, y el avergonzado por la atención miraba a todos malhumorado, retándolos a burlarse si se atrevían.

Mientras las risas de felicidad por su próxima boda se escuchaban, un momento de melancolía llegó a él, pues aunque Kakaroto ya no estaba con ellos, le agradecía profundamente el haberle presentado a ese ángel de ojos azules que lo tenía completamente enamorado y que lo hacía inmensamente feliz

Mientras todos celebraban en casa de Vegeta, Milk se hallaba en su cama cantando mientras se quedaba dormida... su nueva hora favorita era la noche, mientras todos dormían, ella soñaba con su Gokú, a veces se veía un poco raro y parecía cambiar de forma y de tono a más rosado, y se asustaba, pero él le decía que no era nada, que seguía siendo él... y ella... ella simplemente le creía.

Tal vez un día lo visitaría como él se lo pedía cada vez que lo veía en sus sueños.

Una vez que Goten naciera, ella, su bebé y Gohan podrían ir a visitar a su querido Gokú a ese sitio...

Para que él conociera a su nuevo bebé, para que volvieran a ser una bonita familia, ella se prometió que cumpliría el ruego que como cada noche su amado esposo le pedía...

— Ven a verme Milk, ven conmigo a High Hills—

Pronto, ella pronto iría...

¿FIN...?

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A todos lo que llegaron hasta aquí de verdad MIL GRACIAS por darle una oportunidad a esta historia.

Es la primera vez que hago una historia de terror y debo decir que mis respetos para quienes manejan este género, es bastante difícil poder elaborar ambientes y momentos, pero me ha gustado ha encantado intentarlo, aunque tal vez para la gente experimentada no haya suficiente terror, hacer esto me requirió muchísimo esfuerzo .

Rápidamente contesto comentarios:

Ale Sinsajo: Bella ¡Mil gracias por leerml! Este fue mi primer escrito de terror asi que no sabia que resumtaris de este intento pero me da gusto que te haya gustado, te puedo decir que dista mucho de mi escrituea habitual, que bello leer que te ha gustadl y espero este epílogo con el ¿final? Te haya gustado.

A todos los lectores, encantaría saber qué les pareció este género y esta historia, ese final ¿Se lo esperaban? .

Un abrazo de corazón .

Desert Rose .