Capítulo 24 Huida.

28 de Diciembre.

Azucena….

Hoy era el día en el cual me prepare tanto tiempo en el cual decidí poner fin a esta tragedia, en el cual salvaría a toda mi familia, salvaría sus vidas sin importar que sucedería con la mía había hecho muchas cosas malas, manipule a un padre que solo quería salvar a su pequeña, mate a algunos hombres para que no me descubrieran, había dicho muchas mentiras a las únicas personas que me aceptaron en su familia, a mis amigos que logre hacer en este mundo que me aceptaron sin preguntas ni cuestionamientos y ahora hice algo muy malo como aprovecharme de Ezio lo seduci y tuve sexo con el hasta el cansancio y por un segundo pensé en contarle toda la verdad pero al final por mas vueltas que le daba Papá no huiría y el final seria el mismo con ellos siendo colgados en la plaza de Florencia los conocía demasiado bien y confiaba en sus aliados asi que no podía permitir eso ellos merecían vivir sus vidas, asi que cuando vi a Ezio dormir tan tranquilo con una sonrisa leve en su rostro con su respiración tranquila sin nada que le preocupase en el futuro eso me dio el coraje que necesitaba asi que tome la decisión final con los primeros rayos de sol asomándose por su ventana aun abierta me levante quitando su brazo de mi alrededor mis movimientos eran lentos me dolía la cadera debía admitirlo, era un salvaje y un romántico sin duda daba fe de su fama pero debía concentrarme…no te distraigas me puse la bata y acercándome a su oído le dije un Te amo que jamás escuchó junto a un lo siento.

Deje la nota y fui a dejarle a todos lo mismo en sus cuartos pero el más difícil fue el de papa ya que era experto detectando todo, pero la seguridad de su hogar lo dejaba fuera sus alertas eso me ayudo pero debía apresurarme con todo.

Termine y me fui a cambiar con esa ropa muy molesta ya tenía todo listo incluso aquella cruz que mande hacer con el herrero me vio raro pero lo hizo y solo pocos conocían su significado, me mire en un espejo y me veía como un soldado de los templarios no me gustaba pero necesitaba esto asi que con todo listo mire por última vez mi cuarto empezando por la cama tendida pasando por los muebles y las estanterías ya casi vacías todo estaba en buenas manos, el closet donde tenia ropa incluso aquella con la que llegue de niña, la silla que muchas veces uso Federico y Ezio cuando tenían heridas, la mesa de mis experimentos y seria la última vez que vería todo, tantos recuerdos muchos de ellos felices algunos medios locos experimentando conmigo y aunque dejaba parte de mi alma aquí la verdad todo lo Valia.

Y ahora aquí con miradas confundidas extrañadas de que hago del porque los miro con esa actuación que tanto ensaye, ocultando mi verdadero ser.

-Ya lo dije tienen menos de dos horas para abandonar Florencia…Perdiste Giovanni Auditore de Firenze Maestro de la orden de Asesinos – tenía que permanecer en mi actuación indiferente y mas por esa mirada de sorpresa de papá lo sabia esto seria complicado.

-¿Asesino? ¡¿Qué clase de broma es esta Zusu?!- Federico se veía nervioso incluso su voz salía muy nerviosa posiblemente apenas estaba conociendo la verdad pero Mamá si sabia todo de a qué se dedica y me vio muy sorprendida Ezio, Claudia y Petruccio aun me veían raro como si de una broma se tratara.

-Es Azucena me harta de ese apodo barato- recuerda desprecio en todo momento debo ser convincente ya lo hice con alguien muy observador, mantén esos recuerdos cuando te regresaban al orfanato -Pero les tome cariño asi que les doy una hora-

-¡¿Qué quieres decir?!-

-No es obvio …. -le dije sacando esa cruz que el conocía muy bien- necesito entrar y para hacerlo debí vender al mejor asesino y posibles sucesores de su grupito de barbaros… por eso intercepte tus cartas que Ezio entrego y no tienen mucho tiempo asi que ….¡LARGO!- la arrogancia era conocida de los templarios debía mostrar eso y parece que fue convincente ya que… Giovanni se acercó rápido a mi tomándome del brazo muy fuertemente…tuve que poner un poco de resistencia casi me salgo de mi actuación.

-¿Qué diablos hiciste? ¡DIMELO!- su pregunta salió baja cargada de odio y sus ojos llenos de furia me dolían nunca me había visto ni hablado de esa forma quemaban estaba a nada de retractarme asi que aprete mis puños suprimiendo mis emociones.

-Ya te lo dije los vendí ….rápido vete junto con tu familia… será mi último favor, solo por cuidarme todos estos años….tengo que decirle al señor Uberto que tardará un poco mas su ejecución pero se que te atrapara al final- mencionar a Uberto era un gran favor para el debía darse cuanta quien era el que movió las fichas al final.

-No te creo…. Te cuide por casi 13 años se que no eres asi- sus palabras salieron llenas de esperanza me sorprendió escucharlo de esa forma casi rompo mis barreras pero no, todo esto es por su bien rompe con su esperanza Azucena.

-¡Nunca te preguntaste ¿Por qué te encontraste con una pequeña en ese lugar tan solo en tu misión justo al acabar?!- su mirada se transformó en una de decepción a una completa de ira.

-¡Debí abandonarte hace muchos años…debí dejarte en ese sitio ….nunca debí guiarme por mis sentimientos!- contuve la respiración el dolor hablaba por el ….el dolor era quien guiaba esas palabras ¿Verdad?

-Un grave error Asesino- nuestras voces eran bajas nadie escuchaba, pero entonces escuche el ruido de muchas personas que se acercaban, eran aquellos hombres que había contratado hace semanas lo sabia…-Ups parece que no es dos horas…y por cierto tienen la orden de no dejar a nadie vivo eso incluye a las mujeres inocente supongo que jugaran un poco con ellas primero.…yo que tu me iba por tu pasadizo secreto- su respiración y su agarre se volvieron mas fuerte por un momento pensé que me haría daño y lo merecía.

-Debería matarte….¡VAMONOS!- grito lo último aventándome lejos casi tirándome en el proceso lo ultimo que me dio fue una mirada de odio puro haciéndome sudar frio.

-¡Amor…¿Qué significa esto?!- María me veía inquieta pasando su mirada a Giovanni asi a ambos hasta que el le tomo de la mano para que no se me acercara.

-Vienen a matarnos tenemos que irnos ya-

-¿Y Zusu papa?- el pequeño Petruccio pregunto mirando a todos.

-¡Nos traiciono dando información a gente mala…debemos irnos cuanto antes!- grito con sus palabras cargadas de odio y fríamente me miro …solo un poco mas aguanta un poco mas.

-Pero….-

-¡No lo entiendes ella nos vendió por su culpa nos quieren matar!- Claudia se veía enojada con ganas de venir a golpearme solo siendo detenida por Federico quién ya no tenia su sonrisa de siempre.

-Debemos irnos…ahora- vi como me dieron una mirada de decepción y con esos ojos que ya había olvidado un desprecio increíblemente grande, vi sus intenciones de decirme algo pero nadie dijo nada pronto escuche como fueron a sus cuartos guiados por…Giovanni para que se apresuraran supongo que por algo de equipaje y le decía algo a Annetta que salió corriendo y el ruido de el personal comenzó a escucharse.

El único que se quedó ahí fue Ezio que con paso lento se acercó a mí, su mirada me taladraba mi cuerpo buscando un signo de engaño, pero sé que no encontraría nada llevo años o mejor dicho llevaba años en mi otra vida escondiendo mis sentimientos de aquellos padres que me daban alas de adopción, de aquel que me dejo plantada en el altar y de aquella al enfrentar a mis casi violadores no por nada también practique con Leonardo una persona muy observadora y Ezio no lograría nada de mi.

-Nos vendiste…¿Que fue lo de anoche? ….yo – su mirada no me veas asi por favor…

-¿Yo que…? Necesitaba comprobar algo y lo hice no hay mas- esto era lo mas doloroso…no quería decirle nada más no era tan fuerte mi corazón ya no solo dolía por las personas qué me dieron su rencor en sus ojos pero esta mirada hacia que se desgarrara poco a poco y un nudo se formara en mi garganta y mis ojos quemaran , lo amaba tanto que quise abrazarlo y decirle que todo es mentira pero solo haría que corriera peligro…debía dejarlo ir aunque eso me matara porque ese era el final de esto y lo había aceptado el destino gano no había otra salida.

-Flor…yo…- sus ojos se veían adoloridos y al tratar de decirme algo se escucharon golpes fuertes en la puerta.

-¡ABRAN ESTA MALDITA PUERTA!-

-¡EZIO VAMONOS!- Giovanni le grito ya listo para irse vi que dudo y con una última mirada se fue desapareciendo en el pasillo los seguí con la mirada espere unos 30 segundos y camine hasta la oficina de Giovanni y ya no había nadie ahí…se habían ido…todos se habían ido.

Me deje caer en el suelo ya no sentía fuerza en mis piernas y por fin comencé a respirar mas fuerte había aguantado la respiración en varios momentos con cada respiración lograba llenar de aire mis pulmones era insoportable ya mas tranquila me quite la capa que trate de imitar de los templarios y me arranque el collar que tenia lastimando un poco mi cuello espere un poco y con esfuerzo me levante del suelo tambaleándome regrese al patio abriendo la puerta dejando entrar a esos hombres.

-¡DONDE ESTAN TRAIDORES!- Benjamín entro aventando todo a su paso aunque lo único que sufrió fueron plantas.

-Ya se fueron, puedes dejar de actuar nuestro trato ya finalizo….- le dije dejándome caer de nuevo en el suelo no tenia energías ni un poco toda la actividad de anoche aun me pesaba y lo que había pasado mi mente estaba tan cansada junto con los recuerdos tan frescos de sus miradas de decepción ardían como fierro caliente en mi pecho haciendo que un dolor se extendiera hasta mi brazo aplastando todo pero no había nada lastimándome solo fueron palabras ciertas que nada podrá borrar.

-Bene niña…entrégame la última para irme-Me dijo incomodo por estar asi y exigiéndome que le entregue la última botella de medicina para su hija ese era el trato y por fin lo había cumplido.

-Ten asi que vete antes de que lleguen los verdaderos guardias…- le entregue la botella que tenía escondida entre mis ropas cuando lo tomo una punzada comenzó en mi cabeza tuve que llevar mis manos a ella tratando de alejar todo y prepararme para lo que viene mantenerse fuerte es lo principal.

-Eres una maldita loca…- dijo uno de ellos mirándome con asco o frustración no se pero ambas son incomodas.

-Sobrevive niña…larguémonos de aquí- Benjamín miro la medicina un rato para guardarla en su ropa y solo me dio una mirada rara antes de abandonar el edificio sus palabras eran una ironía creo que el también sabía que no saldría viva.

Verlos irse por esa puerta me dejo en un vacío enorme no importando que los rayos del sol ya estén algo altos guarde silencio, el ruido de la gente que servía en la casa comenzó a desvanecerse y dio a inicio a el ruido de la ciudad de las personas que pasaban, solo esperaba que ellos hubieran salido rápido de Florencia sabia a donde se dirigían y con quien …había pagado ya mi deuda con ellos, me dieron una familia, me cuidaron en mis momentos mas difíciles, me regalaron momentos bellos que jamás pensé tener como esas experiencias donde me trataban con tanto amor…no me arrepiento de nada, nunca lo haría sabía que tenía que hacer salvarlos a toda costa para que ellos puedan vivir bien y la historia no se repita, tal vez en un futuro Ezio si se convierta en el Gran maestro de la hermandad de Asesinos con la guía de su padre y hermanos vivos y posiblemente casado con Cristina y si no en unos años mas adelante conocería a Sofia permitiéndose amar nuevamente no lo sabía pero de algo estaba segura no estaría odiándose a si mismo por no poder salvar a su familia, se que su vida seria mejor había tanta gente que lo apoyaría entre ellos Leonardo arriesgando su vida en el proceso…¡Oh! Leonardo…debí haberme despedido de él, solo esperaba que me perdonara por no decirle nada de mi final.

Escuché como varios hombres se acercaban, los gritos de las mujeres y de los niños me alertaron ya estaban cerca sabía que Uberto no los iba a arrestar como en el juego iba a ser una masacre total me alegro que sea yo la única victima…y me alegro que estén lejos de esta casa que una vez fue tan dulce.